Está en la página 1de 24

Errores que se cometen al escuchar la predicación

2 Tesalonicenses 3:1-4 RV

Introducción
¿Cómo se comporta usted cuando esta escuchando a alguien predicar? ¿
Cuál es su actitud? ¿Qué piensa del predicador? ¿Examina todo y retiene
lo bueno? o ¿ Examina todo y no retiene nada?
Hay muchos cristianos que cometen errores al escuchar a una persona
predicando la palabra de Dio, sea diácono, pastor, evangelista, maestro.
En general, hay una serie de errores que, por nuestra naturaleza
pecaminosa, tendemos a cometer. El problema de esto es que terminan
ocasionando que nos perdamos la bendición de recibir un mensaje que
Dios tenía especialmente para nosotros, y por tanto, perdemos la
posibilidad de ser transformados por su Palabra.
Por eso, es mi deseo que en esta lista de puntos podamos ir
reflexionando con sinceridad sobre cuál es nuestra actitud al escuchar al
pastor cuando predica un mensaje de parte de Dios para toda la
congregación.

Parte No. 1
No orar por el pastor o el predicador
Reiterando el pasaje que leímos, el apóstol Pablo escribió a los creyentes
de Tesalónica.
2 Tesalonicenses 3:1-4 RV Por lo demás, hermanos, orad por nosotros,
para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre
vosotros, y para que seamos librados de hombres perversos y malos;
porque no es de todos la fe. Pero fiel es el Señor, que os afirmará y
guardará del mal. Y tenemos confianza respecto a vosotros en el Señor,
en que hacéis y haréis lo que os hemos mandado.
2 Tesalonicenses 3:1-4 NTV
[1]Finalmente, amados hermanos, les pedimos que oren por nosotros.
Oren para que el mensaje del Señor se difunda rápidamente y sea
honrado en todo lugar adonde llegue, así como cuando les llegó a
ustedes.
[2]Oren, también, para que seamos rescatados de gente perversa y mala,
porque no todos son creyentes.
[3]Pero el Señor es fiel; él los fortalecerá y los protegerá del maligno.
[4]Además, confiamos en el Señor que ustedes hacen y seguirán
haciendo lo que les ordenamos.
Después de haber explicado, vamos a leer otro pasaje bíblico, vaya
conmigo a
Efesios 6:18-20 RV Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en
el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos
los santos; y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra
para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, por el cual soy
embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar.
El énfasis es orar para que la palabra de Dios sea predicada con toda
libertad, con valentía, con el poder de Dios.
¿Ora usted por su pastor?
Pablo escribió a los creyentes de Éfeso: “Orad… por mí, a fin de que al
abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer… el misterio del
evangelio” (Efesios 6:18-19).
¿Usted ora por su pastor? Si. Que bueno
No. ¡Pues deberías hacerlo!
Después del primer sermón de Wilbur Chapman en la Iglesia Presbiteriana
de Betania en Filadelfia (EE.UU), un hombre le dijo: ‘Usted es muy joven
para ser pastor de esta gran iglesia. Siempre hemos tenido hombres más
mayores. Me temo que no le va a ir bien; uno puesto que predica el
Evangelio, le voy a ayudar en todo lo que pueda.’ Chapman pensó para
sus adentros: ‘¡Menudo cascarrabias!’ Pero el hombre siguió: ‘Voy a orar
por usted y tengo a otros hombres que han acordado unirse a mí.’
Tiempo después relató Chapman: “Me sentí mejor cuando supe que iban
a orar por mí. Muy pronto esos tres se convirtieron en cincuenta, y los
cincuenta en doscientos, los cuales se reunían antes de cada servicio
para orar por mí. Y en otra sala había dieciocho ancianos arrodillados tan
cerca de mí que podía alcanzarlos con la mano. Siempre fui al púlpito
sabiendo que tenía la unción de Dios, como respuesta a las oraciones de
esos fieles. Entonces predicar era fácil, un verdadero gozo. ¿Y cuáles
fueron los resultados Mil cien personas se salvaron y se unieron a la
iglesia en los tres años siguientes, de las cuales seiscientos eran
hombres. Ese crecimiento fue el fruto del Espíritu Santo como respuesta
a la oración.
La realidad de lo difícil del ministerio es algo que solo quienes sirven al
Señor comprenden, y lamentablemente no todos los miembros de la
iglesia llegan a comprender con profundidad las batallas que el siervo y
su familia sufren durante el ministerio.
Pablo es un gran ejemplo en la Biblia de alguien que sufría
constantemente por la obra. Encarcelado en Roma, escribe su carta a los
miembros de la iglesia en Colosos para animarlos a seguir adelante en su
caminar. Pablo había sufrido persecución, encarcelamientos, azotes,
injustos juicios; pero también había experimentado la apostasía de
algunos cercanos suyos, otros que trataban de causar daño en las
iglesias, confrontaba pecados y falsas enseñanzas, divisiones en las
iglesias y más. Lo mismo que muchas veces sufre el pastor hoy.
En 1 Timoteo 2:1-4, Pablo instruye a Timoteo que debemos orar “por
todos los hombres, por los reyes y por todos los que ocupan puestos de
autoridad, para que podamos vivir una vida tranquila y reposada,
dedicados a toda clase de buenas obras. Esto es bueno y agradable
delante de nuestro Salvador Dios”.
La oración es un acto de adoración y de sumisión a la voluntad de Dios.
Cuando oramos, le estamos diciendo a Dios que reconocemos que Él es
soberano y que tenemos necesidad de Su ayuda. Estos versículos nos
recuerdan que debemos orar no solo por nuestros propios necesidades,
sino también por aquellos que están en posiciones de liderazgo. Oremos
para que nuestro pastor sea guiado por el Espíritu de Dios y que pueda
cumplir con Su llamado de manera fiel.
Predicar es una gran responsabilidad; no es cualquier cosa el pararnos
frente a un grupo de gente pretendiendo transmitirles el mensaje que Dios
tiene para sus vidas en ese día.
Sean muchos o sean pocos los que están escuchando, tenemos que
asegurarnos de hacer a un lado todos nuestros pensamientos humanos
para enfocarnos en hablarle a la congregación de parte de Dios.
Eso es algo que siempre me hace temblar cuando tengo que predicar un
mensaje o dar una enseñanza. ¿Qué pasa si digo algo mal? ¿Qué tal si
soy de tropiezo para otro al predicar ? ¿Y si menciono algo que no está
en la Palabra de Dios?
Predicar la palabra de Dios es el trabajo más grande que pueda haber en
la tierra. Predicar no es para flojos o haraganes. 1 Ti. 5:17 : Los ancianos
que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente
los que trabajan en predicar y enseñar.
1 Timoteo 5:17 NTV
[17]Los ancianos que cumplen bien su función deberían ser respetados y
bien remunerados, en particular los que trabajan con esmero tanto en la
predicación como en la enseñanza.
¡Claramente habla de un trabajo duro!
Predicar la palabra de Dios conlleva una gran responsabilidad, sobre todo
es un trabajo del cual vamos a dar cuenta todos los predicadores,
pastores, evangelistas, maestros en el tribunal de Cristo. Hebreos 13:7
Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por
vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con
alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.
Leyendo una publicación encontré una información que titulaba “Ore por
su Pastor”. Había una estadística que podrían reflejarse en muchas otras
iglesias alrededor del mundo.
Decía: “97% de pastores han sido alguna vez traicionados, falsamente
acusados o heridos por sus amigos de confianza; 70% de los pastores
sufren depresión; existen cerca de 7.000 iglesias que cierran cada año y
1.500 pastores renuncian al mes; solo el 10% de pastores llegan a
retirarse a edad de jubilación; 80% de pastores sufren desánimo; 94% de
las familias de los pastores sienten la presión del ministerio; el 78% de
pastores no tienen amigos cercanos; y el 90% de los pastores trabajan
entre 55 a 70 horas por semana.” Este cuadro terminaba diciendo
nuevamente “Ore por su Pastor”.
Es una carga tremenda el tener que predicar. Por eso, como hermanos
que estamos por escuchar el mensaje por medio del pastor, tenemos que
orar por esa persona, para que pueda hablar el mensaje que Dios le dé;
para que el Evangelio sea proclamado y el nombre de Jesús sea exaltado.
Puedan ser o no justificadas las críticas, no es lo importante. Lo que más
importa es que pueda apoyar a su pastor con sus oraciones y aquí hay
algunas maneras de hacerlo:

1. Orar para que predique la palabra de Dios


2 Tesalonicenses 3:1 Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para
que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre
vosotros,
El apóstol Pablo le pedía a la iglesia de tesalónica que oraran para que el
y todos los demás discípulos del Señor avanzarán en la predicación del
evangelio en de la palabra de Dios, note usted no pidió que se orara para
que se avanzará la predicación de chistes, chismes, testimonios
personales, u otras cosas sino solamente la palabra de Dios.
Colosenses 4:3 Orando también al mismo tiempo por nosotros, para que
el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio
de Cristo, por el cual también estoy preso,
También el apóstol Pablo le pedio a la iglesia de Colosas que oraron por
él para que siguiera predicando la palabra de Dios o sea el evangelio las
buenas nuevas de salvación.
Ahora también los pastores tienen la gran responsabilidad de predicar la
palabra de Dios.
Hebreos 13:7 Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra
de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad
su fe.
Un fiel ministro de Jesucristo es aquel que lo demuestra por la fidelidad a
la palabra de Dios, por predicar nada más y nada menos que la palabra de
Dios. 1 Timoteo 4:6 RV Si esto enseñas a los hermanos (esto que se
menciona en los versículos 1–5), serás buen ministro (significa «siervo»)
de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que
has seguido. --------La alimentación continua con las verdades de las
Escrituras es esencial para la salud espiritual de todos los cristianos,
pero de manera especial para líderes espirituales como Timoteo que era
pastor (2 Ti. 3:16, 17 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para
enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de
que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda
buena obra.). Solo mediante la lectura, el estudio, la meditación y el
manejo correcto del contenido de la Palabra de Dios, puede un pastor
cumplir lo que Dios le ha mandado hacer (2 Ti. 2:15 Procura con diligencia
presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué
avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.).
Pablo lo urgió a continuar predicando sana doctrina ( 1 Ti. 4:16 RV Ten
cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto,
te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren).
1 Timoteo 4:16 NTV Ten mucho cuidado de cómo vives y de lo que
enseñas. Mantente firme en lo que es correcto por el bien de tu propia
salvación y la de quienes te oyen.
Las prioridades de un líder piadoso se resumen en su ¹santidad personal
y su ²enseñanza pública.
1 Timoteo 4:16 Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello,
pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren. Aquí, la
palabra salvar no tiene nada que ver con la salvación del alma. El capítulo
comienza con una descripción de los falsos maestros que estaban
haciendo estragos entre el pueblo de Dios. Pablo le está diciendo a
Timoteo que mediante una fiel adhesión a una vida de piedad y a la
palabra de Dios, se salvará a sí mismo de estas falsas enseñanzas, y
rescatará de las mismas también a sus oyentes.
Pablo le dijo a Timoteo 2 Timoteo 4:1-2 Te encarezco delante de Dios y
del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su
manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a
tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda
paciencia y doctrina.
Timoteo debería predicar única y exclusivamente la palabra de Dios.
Cada sermón tiene que estar saturado de la palabra de Dios, cuando
impartimos los estudios bíblicos, la Enseñanzas de los domingos.
Por eso usted cómo miembro de esta iglesia, tiene la gran
responsabilidad de orar por todos, si o no?
Efesios 6:18 En sus oraciones, usted debería de pedirle al Señor que el
pastor o cualquier líder predique y enseñe nada más y nada menos que la
palabra de Dios. Créame, ese es mi enfoque (predicar la palabra de Dios),
cada mensaje que predicó aquí, ha requerido tiempo, esmero dedicación,
oración y quebradera de cabeza, porque siempre quiero saber que
mensaje debo de predicar aquí en este lugar de parte de Dios, entonces
espero me entienda, yo dependo de Dios para predicar un mensaje, pero
ustedes me ayudan de esta manera (orando por mi) para que cada vez
pueda traer siempre un mensaje bíblico a esta congregación y que yo
pueda decir como Wilbur Chapman:
Siempre fui al púlpito sabiendo que tenía la unción de Dios, como
respuesta a las oraciones de esos fieles. Entonces predicar era fácil, un
verdadero gozo.

Ahora predicar la palabra de Dios es lo primero, pero el problema es de


que puedo predicarles siempre lo mismo aquí en este lugar 😃 y no
predicar todo el consejo de Dios. Eso puedo ver en muchos pastores que
publican predicaciones en YouTube, ellos siempre predican lo mismo, lo
único es de que tiene un Título diferente su mensaje y un pasaje bíblico
diferente, pero al final termina siendo lo mismo.

2. Que predique todo el consejo de Dios

Hechos 20:26-27 Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy


limpio de la sangre de todos; porque no he rehuido anunciaros todo el
consejo de Dios.
El apóstol Pablo hizo llamar desde Mileto a Efeso, a los ancianos de la
iglesia, para que vinieran a una reunión especial. El quería derramar su
corazón sobre los líderes de la iglesia en Éfeso antes de ir a Jerusalén.
En la mayor parte del libro de Hechos, vemos a Pablo el evangelista; pero
aquí en Hechos 20, se nos da una imagen única de Pablo como pastor, de
lo que era importante para él como líder y pastor del pueblo de Dios.
Y el les dice que ante Dios a cumplido con su responsabilidad de
anunciarles todo el consejo de Dios, estaba en ellos si le obedecían a
Dios o no de todos modos Pablo no iba a tener la culpa si alguien muriera
espiritualmente y se perdiera para siempre.
El enfoque es anunciar, predicar todo el consejo de Dios.
Eso es lo que necesita la iglesia de Dios. Todos, en todo tiempo,
necesitamos todo el consejo de Dios.
Hoy en día hay una gran serie de problemas en la iglesia porque no se
predica todo el consejo de Dios.

 Familia cristianas sin fundamento


Porque no sé enseña sobre el noviazgo, la instrucción de los padres
hacia los hijos, qué es ser cabeza del hogar?, cuál es el rol de una
madre?, cuál es el rol de la esposa?, la obediencia de los hijos hacia los
padres, etc. (Todo esto debe de basarse en lo que dice la biblia).
 Cristianos que se van para las sectas de los testigos de Jehová, de
los católicos, de los mormones, adventistas, etc?
Porque no se enseña nada de que si Jesús es Dios? Si adorar imágenes
es pecado? Si es necesario guardar el sábado? Si es necesario hacer
obras para ser salvos? Si el Espíritu Santo es una persona o una fuerza
impersonal?
Muchos predicadores hoy en día solamente usan un texto bíblico como
plataforma de lanzamiento y luego dicen lo que quieren, lo que la gente
quiere escuchar. Otros citan alguna parte de la Biblia para ilustrar sus
puntos o para ilustrar sus historias. Sin embargo, el verdadero llamado de
un predicador es simplemente dejar que la Biblia hable por sí misma y
que declare su propio poder.
Si tomamos seriamente el testimonio de Pablo, debemos decir que esos
predicadores que deliberadamente fallan de declarar todo el consejo de
Dios son culpables de la sangre de todos. El predicador que predica lo
que su audiencia quiere oír, y no todo el consejo de Dios, hiere tanto a su
audiencia como a sí mismo.
No debemos diluir, modificar o amputar el Evangelio glorioso de Cristo.
Todo el consejo de Dios incluye no solo las partes narrativas o fáciles
como los Salmos y Proverbios, sino también los libros que representan
un reto mayor como Levítico, los profetas, Romanos o Hebreos. En
resumen, todo el consejo de Dios.
Es verdad que todos los pastores y todo los que predican la palabra
necesitan sabiduría para enseñar todo el consejo de Dios y es por ello
que sus oraciones servirían bastante mi amado herman@.

3. Para que predique con valor

Hechos 4:1-31
Nos menciona que los religiosos habían encarcelado a Pedro y a Juan por
un tiempo y que después los soltaron y los amenazaron diciéndoles que
no hablaran más de Jesús. Al pasar eso, ellos se reunieron con sus
hermanos en Cristo Jesús y les contaron todo lo que había pasado,
Entonces ellos unánimes a una sola voz hicieron una oración que
empieza desde el vs. 24
Y en lo último de su oración ellos dijeron v. 29-31 Y ahora, Señor, mira
sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu
palabra, mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y
señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús. Cuando
hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos
fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de
Dios.
Lo que podemos ver Es que los cristianos le pidieron a Dios, que les
concediera valor para anunciar el mensaje.
Hoy en día es lo mismo, nos encontramos en medio de una sociedad que
a lo bueno llaman malo y a lo malo bueno. Y el problema más grande es
que aún dentro de la misma iglesia se ven esas prácticas.
Adulterios, fornicaciones, palabras corrompidas, chismes, calumnias, etc.
Es por eso de que el pastor o cualquier predicador necesita armarse de
valor para enseñar lo que la biblia dice, muchos predicadores de este
tiempo lo que hacen es anunciar medias verdades, por temor a lo que
vaya a decir el hombre o por temor a lo que le vaya a hacer el hombre
El mismo apóstol Pablo dijo Ef. 6:18-20 Orando en todo tiempo con toda
oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia
y súplica por todos los santos; y por mí, a fin de que al abrir mi boca me
sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del
evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable
de él, como debo hablar.

1 Tesalonicenses 2:1-2 RV Porque vosotros mismos sabéis, hermanos,


que nuestra visita a vosotros no resultó vana; pues habiendo antes
padecido y sido ultrajados en Filipos, como sabéis, tuvimos denuedo en
nuestro Dios para anunciaros el evangelio de Dios en medio de gran
oposición.
1 Tesalonicenses 2:1-2 NTV
[1]Ustedes bien saben, amados hermanos, que nuestra visita a ustedes
no fue un fracaso.
[2]Saben lo mal que nos trataron en Filipos y cuánto sufrimos allí justo
antes de verlos a ustedes. Aun así, nuestro Dios nos dio el valor de
anunciarles la Buena Noticia con valentía, a pesar de gran oposición.
Dios es el que da suficiente valor para que se anuncie su palabra, pero es
importante pedirle a el esa valentía, en lo personal en mis oraciones
incluyo eso, no solamente para predicar aquí en casa de Dios, sino
también afuera, que es donde más hay oposición con los que no conocen
a Dios y con los que forman parte de las sectas aquí en las trochas y en
cualquier parte donde Dios nos permita predicar su palabra, esto lo hago
en mis oraciones, si usted no lo hace, desde hoy puede empezar
herman@.

2. Preferencia por el pastor


Prestar o no atención, dependiendo de la persona
I Corintios 3:1-9

Introducción

Los hermanos en Corintios tenían preferencia hacia ciertos hermanos


predicadores, quienes eran Pablo y Apolos y por eso ellos eran carnales-
Niños en Cristo.
La palabra preferencia- Significa primacía que una persona tiene sobre
otra- Elección de una persona sobre las otras- Predilección hacia cierta
persona. Y los Corintios tenían cierta predilección, cierta estimación hacia
cierto predicador, y por eso que algunos decían yo soy de Pablo- Yo de
Apolos- Yo de Cefas ósea Pedro- y yo de Cristo. 1 Corintios 1:10-12 Os
ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que
habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones,
sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo
parecer. Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos,
por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. Quiero decir, que
cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de
Cefas; y yo de Cristo.
Los Corintios con esa actitud demostraban falta de crecimiento espiritual,
y eran carnales no espirituales. Cuando nosotros actuamos asi también
estamos demostrado falta de crecimiento y carnalidad.
Espero que este estudio nos ayude a caer en el error que los hermanos
haya en Corintio estaban cayendo.

I. CUANDO MOSTRAMOS PREFERENCIA HACIA CIERTO HERMANO


ESTAMOS SIENDO CARNALES- NIÑOS EN CRISTO.

I Corintios .3:1-3.
Cuando Pablo visitó Corinto al principio, alimentó a los creyentes con la
leche elemental de la palabra porque eran débiles y jóvenes en la fe. La
enseñanza que les había dado era apropiada para la condición en que se
hallaban. No podían recibir una instrucción espiritual profunda porque
eran nuevos creyentes. Eran meros niños [de pecho] en Cristo.
Pablo les enseñó sólo las verdades elementales tocantes a Cristo, a lo
cual se refiere como leche. No podían tomar alimento sólido por su
inmadurez. En la misma corriente de pensamiento, el Señor Jesús dijo a
Sus discípulos: «Todavía tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no
las podéis sobrellevar» (Jn. 16:12). Con respecto a los corintios, lo trágico
era que aún no habían mejorado lo suficiente para poder recibir verdades
más profundas del apóstol.
Las enseñanzas que les presento eran enseñanzas sencillas de
comprender por que no eran capaces de recibir enseñanzas más difíciles.
No habían logrado una mentalidad espiritual todavía.
Eran carnales aunque había pasado mucho tiempo de haberse convertido
su mentalidad no había cambiado todavía. Y por lo tanto no eran capaces
de recibir enseñanzas mas difíciles. Como los hermanos en Hebreos.5:11-
14 RV
Hebreos 5:11-14 NTV [11]Nos gustaría decir mucho más sobre este tema,
pero es difícil de explicar, sobre todo porque ustedes son torpes
espiritualmente y tal parece que no escuchan. [12]Hace tanto que son
creyentes que ya deberían estar enseñando a otros. En cambio, necesitan
que alguien vuelva a enseñarles las cosas básicas de la palabra de Dios.
Son como niños pequeños que necesitan leche y no pueden comer
alimento sólido. [13]Pues el que se alimenta de leche sigue siendo bebé y
no sabe cómo hacer lo correcto. [14]El alimento sólido es para los que
son maduros, los que a fuerza de práctica están capacitados para
distinguir entre lo bueno y lo malo.
Vemos aquí que cuando somos carnales- niños en Cristo atrasamos el
proceso de la obra de Dios. Por que en vez de que ya enseñen a otras
personas ellos mismos tienen que ser enseñados.
Y con sus actitudes carnales y egoístas corren a las visitas o a los nuevos
recién convertido con sus actitudes.
Cuando mostramos preferencia hacia cierto hermanos demostramos que
somos niños- Carnales que no hemos crecido en el conocimiento de Dios.
Hay veces que nos dejamos llevar más por la persona que está
transmitiendo el mensaje, que por el mensaje en sí.
El mismo contenido transmitido por dos personas diferentes puede
causar distintos impactos en nosotros. Esto nos puede llevar a tomar la
actitud de decir «¿Qué me puede enseñar este a mí?» o «Sólo me interesa
la predicación porque predica tal persona».
También tenemos la tendencia a despreciar a los predicadores que recién
empiezan por el simple hecho de no tener un «nombre», mientras que
alabamos o elogiamos a aquellos que son que llevan mucho tiempo en la
predicación y la enseñanza y expertos en ello.
Hay quienes tienen preferencia por aquellos que son libertinos en sus
enseñanzas.
Hay quienes tienen preferencia por los predicadores extremistas.
Preferencia por aquellos predicadores que son lentos en la predicación y
por los que son rápidos.
Preferencia por los que reprenden el pecado todo el tiempo. Y nunca
animan a la iglesia, ni mucho menos enseñan.
Y pudiera hablar más de eso.
Ante Dios todos nuestros hermanos son iguales . Col.3:11.donde no hay
griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni
libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.
No debemos hacer distinción donde Dios no la hace.
La preferencia hacia cierto hermanos nos lleva a celos y a contiendas y
divisiones. I Cor.3:3. Porque aún sois carnales; pues habiendo entre
vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis
como hombres? Al seguir a cierto predicador estaban dividiendo el
cuerpo de Cristo que es la iglesia, por que un grupo siguiera a uno y los
otros a otro.
Lamentablemente cuando hay una pluralidad predicadores en una misma
congregación y estos se llevan muy mal. La congregación se divide por
que uno sigue al predicador de su preferencia y los otros al otro
predicador de su preferencia.
No lo siguen por que tenga la razón o por que esta en la verdad lo siguen
por que tienen cierta predilección por él. Y eso es un error. En vez de ver
quien esta en la verdad y asi apoyarlo nos dejamos llevar por nuestras
emociones. ¿Cuántos hermanos lamentablemente se van a perder por
esta causa?.

II. CUANDO HAY PREFERENCIA HACIA CIERTO PREDICADOR NOS


VAMOS A DIVIDIR. I CORINTIOS.3:4. Porque diciendo el uno: Yo
ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales?
Cuando tenemos predilección por cierto predicador esto nos lleva a
creerle más a él que a otros hermanos y no hacemos un juicio justo.
Como deberíamos hacerlos. I Tim.5:21 RV Te encarezco delante de Dios y
del Señor Jesucristo, y de sus ángeles escogidos, que guardes estas
cosas sin prejuicios, no haciendo nada con parcialidad.
Timoteo 5:21 NTV
[21]Te ordeno solemnemente, en presencia de Dios y de Cristo Jesús y de
los ángeles altísimos, que obedezcas estas instrucciones sin tomar
partido ni mostrar favoritismo por nadie.
Los Corintios cuando decían “Yo soy de Pablo- Yo de Apolos- Yo de
Cefas- Yo de Cristo”. Ya habían determinado su preferencia a ellos. Asi
que los que preferían a Pablo no iban a oír predicar a Apolos y viceversa.
Asi es cuando nosotros mostramos preferencia hacia hermanos
predicador, cuando el predique le vamos a oír, pero cuando predique otro
hermano que no es de nuestra preferencia no le oímos ni le prestamos
atención y esto es un gran error por que estamos menospreciando a Dios.
Lucas.10:16. El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros
desecha, a mí me desecha; y el que me desecha a mí, desecha al que me
envió.
Ambos predican la palabra de Dios.
Asi muchas veces no invitamos a cierto hermano por que no es de
nuestra predilección y invitamos a aquellos que si son de nuestra
preferencia.

III. LOS PREDICADORES Y TODOS LOS HERMANOS SIMPLEMENTE


SON SIERVOS DE DIOS. I CORINTIOS.3:5 ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es
Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo
que a cada uno concedió el Señor.
Todo hermano o predicador por mucho que sepa de Biblia por muy
elocuente que sea- Por muy bueno que sea- Por muy adinerado que sea-
Por mucho que trabaje en la obra- Por mucha fama que tenga
simplemente somos siervos de Dios. Nada más esclavos de Cristo. Nadie
es más que nadie todos somos iguales. I Cor. 3;5¿Qué, pues, es Pablo, y
qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso
según lo que a cada uno concedió el Señor.
Lamentablemente hoy en dia muchos cristianos tienen preferencia-
Predilección hacía cierto hermano o predicador tanto que hacen y le
siguen como que fuera a Cristo.
Entonces esto es un gran error que usted puede cometer en el momento
que escucha la predicación, porque usted y yo no escuchamos lo que
dice el pastor o el predicador, sino lo que dice la palabra de Dios, porque
la preferencia de escuchar solo a tal predicador y no a otro dentro de la
congregación viene a convertirse en una iglesia que está idolatrando a un
hombre y eso ante Dios no es aceptable.
Dios merece toda la gloria!!
Salmos 115:1 NTV
[1]No a nosotros, oh Señor, no a nosotros Sino a tu nombre le
corresponde toda la gloria, Por tu amor inagotable y tu fidelidad.
¿Qué era Pablo?. Siervo esclavo de Dios. ¿Qué era Apolos?. Siervo
esclavo de Dios. Pero lamentablemente a muchos hermanos se lea subido
el humo a la cabeza y se creen los dueños de los hermanos y de las
iglesias. Son como Diótrefes. III Juan.9-10 RV.Yo he escrito a la iglesia;
pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos
recibe. Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace
parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con
estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo
prohibe, y los expulsa de la iglesia.
3 Juan 1:9-10 NTV
[9]Le escribí a la iglesia acerca de esto, pero Diótrefes —a quien le
encanta ser el líder— no quiere tener nada que ver con nosotros.
[10]Cuando yo vaya sacaré a relucir las cosas que hace y sus infames
acusaciones contra nosotros. No solo se niega a recibir a los maestros
itinerantes, sino que les dice a otros que no los ayuden y, cuando los
ayudan, él los expulsa de la iglesia.
¿Ustedes creen que Diótrefes se subió asi solo?. No posiblemente los
hermanos mostraron mucha preferencia asi él y por eso el se subió hasta
donde estaba.
Hermanos respetemos a todo hermano pero no debemos mostrar
preferencia hacia él y menospreciar a los otros hermanos por los que
Cristo también vino a morir.

IV. COMO SIERVO DIOS NOS UTILIZA COMO ÉL DESEA. I


CORINTIOS.3:6-9.
A. Dios nos dio diferentes talentos como el quiso. Mat.25:14-30. Y
cada uno debe usar su talento para la honra y gloria de Dios.
1 Corintios 3:6Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado
Dios.
Asi como Pablo había sembrado. Apolos regó. Osea siguió enseñando a
esta iglesia. Pero no ponían hacer nada sin Dios, ya que él es él queda el
crecimiento. V.6. “Dios ha dado el crecimiento”.
1 Corintios 3:7 Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios,
que da el crecimiento.
Nosotros podemos trabajar pero no somos nada, ya que ni él que planta
ni él que riega es algo, si Dios no nos da el crecimiento y las
oportunidades para hacer este trabajo no somos nada.
Ahora bien todos tenemos diferente talentos, y ni uno es superior al otro
todos son iguales. 1 Corintios 3:8 Y el que planta y el que riega son una
misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su
labor.
Asi que muchos menosprecian el dirigir himnos o alguna oración por que
piensan que el predicar es de más valor. Lo cual es un error. Ya que todos
somos iguales y vamos a ser recompensado por nuestro trabajo.
Sea dirigir oraciones- Servir la mesa- Dar la clase o la predicación o
dirigir himnos. Ya que nosotros somos simplemente siervo esclavos de
Dios. 1 Corintios 3:9Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y
vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.
Hermanos nosotros no debemos de mostrar preferencia hacia cierto
hermano ya que es pecado y nos puede llevar a la perdición. Por que
vamos a menospreciar a otros hermanos por los cuales Cristo vino a
morir.

Conclusión

Hemos visto que mostrar preferencia hacia cierto hermanos nos lleva a
otros pecados como los celos contiendas, divisiones y a menospreciar a
otros hermanos fieles del Señor.
Mostrar preferencia hacia cierto hermano es ser carnal- Niño-
Demostramos falta de madures espiritual.
Todos los hermanos somos iguales. Ya que simplemente somos siervos
esclavos de Dios.
Mostrar preferencia hacia cierto hermano nos va a llevar a la perdición y
Dios no desea esto, cambiemos esta actitud.
El llamado es a que podamos estar con la expectativa de recibir Palabra
de Dios en nuestra vida sea quien sea el que esté transmitiendo el
mensaje. El llamado es que no nos dejemos llevar por los prejuicios que
podamos tener formulados hacia la persona que va a predicar, sino que
podamos poner toda nuestra atención en lo que Dios nos dice por medio
de su palabra.
1- Despreciar un texto por ser muy conocido
¿Quién no escuchó predicar de la parábola del sembrador? ¿O del pasaje
de María y Marta cuando Jesús las visita? ¿O acerca de la negación de
Pedro? Son mensajes habituales en nuestros púlpitos. Entonces, cuando
escuchamos que alguien menciona que va a hablar de esos pasajes,
inmediatamente se nos viene a la mente el pensamiento «otra vez lo
mismo». O sea, ya los sabemos de memoria esos textos, ¿qué podemos
sacar nuevo de ahí? ¡Ya está todo dicho! Pero no es así; creemos que la
Palabra es viva (Heb 4:12) y que nunca podemos llegar a obtener todas
las insondables riquezas contenidas en cada texto. Es por ello que
debemos prestar atención también a los mensajes más conocidos,
porque no sabemos cuándo Dios puede hacernos descubrir algo que
nunca habíamos visto en él.

2- Estar excesivamente pendiente del error del predicador


A veces, mientras una persona está hablando desde el frente, tendemos a
estar más pendientes en lo que pueda llegar a equivocarse que en el
mensaje que pueda estar dando. Esto es así a tal punto que el más
mínimo error tiende a ser recordado por muchísimo tiempo, aunque luego
de un corto tiempo nadie se acuerda cuál fue la Palabra compartida aquel
día. Es por eso que tenemos que esforzarnos en no estar pendientes todo
el tiempo de si el hermano conjuga bien los verbos, sino enfocar nuestra
atención a lo que Dios nos está hablando y a examinarnos a nosotros
mismos.

3- Pensar en qué vas a hacer cuando termine la predicación


Muchas veces la predicación, en lugar de ser el tiempo en el cual
recibimos la Palabra de Dios, es el momento de la semana en el cual
planificamos todo lo que vamos a hacer durante los siguientes días.
Aprovechamos para reflexionar sobre lo que hicimos y empezar a
organizar los días que se vienen. Tengo que hacer esto o hacer lo otro…
Incluso a veces estamos pensando en lo rica que va a estar la comida que
vamos a comer después del culto. La cuestión es que todas estas cosas
hacen que perdamos por completo el hilo de la prédica y que no podamos
llegar a tomar el mensaje que el predicador pretendía transmitir.

4- Usar excesivamente el celular


Un problema propio de esta época es que no podemos estar 20 minutos
haciendo algo sin consultar si tenemos alguna notificación nueva en el
celular. Esto es una cuestión importante a la hora de estar prestando
atención a lo que Dios quiere hablarnos. Nos suena el celular y
empezamos a sentir esa curiosidad por saber quién será que nos está
mandando un mensaje. A partir de ahí, ya perdimos el foco… Es por eso
que también es un problema el no llevar Biblia de papel y leer desde el
teléfono; es inevitable que nos sintamos tentados a revisar los mensajes
que nos llegan. Para cuando terminamos de responder, nos perdimos
buena parte de la prédica. Por ello, siempre es recomendable guardar el
celular durante la reunión, y si te es muy tentador el revisarlo, apagalo.

5- Ponerte a hablar con el hermano de al lado


Es habitual hacer algún comentario rápido de alguna frase con el
hermano que tenés al lado; no veo ningún problema en eso. La cuestión
empieza a tomar otra dimensión cuando este intercambio se empieza a
hacer constante. En primer lugar, al hablarle a otro te estás perdiendo la
posibilidad de ser bendecido por la Palabra. Pero en segundo lugar, y
más importante, por molestar a otro hablándole constantemente podés
llegar a estar siendo de tropiezo para él, haciendo que no pueda prestar
atención en lo que se está hablando. Quizás por respeto te escuche, se
sonría ante tus comentarios e incluso te responda algo, pero quizás este
hermano necesite especialmente ser renovado por el mensaje que se está
dando; es por ello que debemos tener un especial cuidado con esto.

6- Estar demasiado pendiente de la hora


En ocasiones nos pasa que estamos demasiado pendientes del tiempo
que dura la predicación. Es verdad que, por un lado, el predicador debe
ser responsable y saber que la congregación no puede estar cincuenta
horas prestando atención a lo que dice. No obstante, sí debemos
considerar que si Dios tiene que hablar algo más, es el deber del
predicador seguir transmitiendo el mensaje. No nos desesperemos si se
está cumpliendo la hora y todavía no termina la exposición. Si nos
tenemos que ir temprano por algún motivo, somos libres de hacerlo, pero
sino, disfrutemos de poder recibir más de la Palabra en lugar de mirar la
hora constantemente.

7- No tomar nota
Un problema que tenemos los humanos es que en poco tiempo perdemos
el recuerdo de lo que escuchamos. A la hora de recordar, ayuda mucho
que el predicador use ilustraciones y ejemplos gráficos de lo que está
hablando, aunque al final siempre tendemos a ser olvidadizos. Es por
esto que es importantísimo poder anotar las cosas que Dios te vaya
hablando; quizás dentro de un año agarres el mismo pasaje y ni siquiera
sepas qué era lo que tanto te había impactado. Por tal motivo te aliento a
que puedas tomar nota, quizás no de toda la prédica, pero sí de las cosas
que el Señor vaya hablando especialmente a tu vida para así no olvidarlas
y poder consultarlas regularmente.

8- Tomar sólo lo que nos gusta


Como seres orgullosos que somos, no nos gusta ser confrontados.
Preferimos que se nos elogie o que se mencionen cosas que nosotros
cumplimos al pie de la letra, de manera de sentirnos bien con nosotros
mismos. No obstante, no se trata de leer la Palabra para exaltarnos a
nosotros mismos, sino para que Cristo sea exaltado; y para que Cristo
sea exaltado, siempre nosotros tenemos que tomar una actitud humilde y
de arrepentimiento. Si vemos que la Palabra nos muestra algo que
estamos haciendo mal, esforcémonos por cambiarlo al tiempo que le
pedimos a Dios que nos ayude, pero nunca escondamos eso debajo de la
alfombra.

9- Dedicarse únicamente a criticar


La Palabra nos llama a retener lo bueno y desechar lo malo (1 Tes 5:21).
Es por ello que no debemos tener un espíritu de crítica constante hacia el
que está hablando. Siempre tendemos a hacer lo inverso a lo que
aconseja Pablo los tesalonisenses: Retenemos lo mal, lo cual nos queda
marcado a fuego, pero ni nos acordamos de lo bueno. Por tanto, debemos
trabajar en este asunto para poder ver qué cosas tenemos que guardar
para aplicar en nuestra vida, teniendo discernimiento para hacer a un lado
lo malo.

10-Pensar en que vos podrías haber predicado mejor


Un error propio de nuestro orgullo como humanos tiene que ver con que
escuchamos hablar de un pasaje que nosotros tenemos súper estudiado,
entonces cualquier cosa que dice el hermano ya es motivo para que lo
consideremos un ignorante en nuestra mente, y que empecemos a pensar
en lo bien que nosotros hubiéramos podido tratar el tema si se nos
hubiera dado la posibilidad de ser nosotros quienes transmitieran el
mensaje. Ese es un terrible pecado de orgullo, propio de nuestra carne
que busca exaltarse a sí misma. Cuando nos toque predicar,
prediquemos. Mientras tanto, no importa si pudiéramos haberlo hecho
mejor o peor que el que está hablando; escuchemos y recibamos lo que
Dios tiene para decirnos. Y si podemos, a la salida podemos contarle al
hermano lo que nosotros vimos en ese pasaje cuando lo estudiamos, de
manera que pueda seguir siendo edificado.

11-Considerar que el mensaje «no es para vos»


Algo típico, que va relacionado con el tema de escuchar cosas que no nos
gustan, es considerar que el mensaje es correcto, es bíblico, es bueno,
pero es para otro. Buscamos esquivar a la carga de tener que aplicarlo
poniendo esta simple excusa, de manera que estemos libres de salir de
nuestra comodidad o de cambiar nuestra actitud. Sin embargo, tenemos
que saber que de alguna u otra manera el mensaje siempre va a ser para
nosotros y va a tener algo en lo que podamos ser edificados. Es por ello
que debemos estar atentos a lo que Dios quiere decirnos.

12-No reflexionar sobre la predicación


Cuando escuchamos con atención una prédica, finalmente caemos en el
problema de nos sentarnos un momento a reflexionar en la intimidad
sobre él y sobre lo que Dios quiso transmitirnos. Durante la semana, van
corriendo los días y ya ni siquiera nos acordamos de qué fue que se
habló, por lo que el mensaje termina perdiéndose por completo en algún
rincón de nuestra mente. Qué bueno cuando podemos reflexionar sobre
él y aplicarlo en nuestras vidas. Incluso si la prédica es mala, falta de
contenido, aburrida, sencilla, obvio, o lo que fuere, podemos quedarnos
con el pasaje bíblico que se leyó y reflexionar sobre él.

13-No revisar la Palabra


Es habitual que seamos demasiado crédulos a la hora de escuchar un
mensaje, y ni siquiera nos detengamos a pensar en si lo que está
diciendo el hermano está en la Biblia Es habitual que tendamos a repetir
lo que escuchamos en otro lado, pero nunca nos detengamos a
verificarlo. Es por ello que es una buena práctica que debemos tomar el
revisar las Escrituras para ver si lo que nos están diciendo va de acuerdo
con ellos, tal como lo hacían los hermanos de Berea (Hch 17:11).

Acá podés leer algunas cosas que se dicen habitualmente, pero no están
en la Palabra: Cosas que la Biblia no dice.

14-Aferrarte a tus propias ideas


Siempre el orgullo nos lleva a aferrarnos al máximo a nuestras propias
ideas y preconceptos en lugar de dejar que Dios nos transforme y nos
muestre con su Palabra las cosas que estamos haciendo mal. Es por ello
que, a la hora de escuchar una prédica, debemos acercarnos con una
mente abierta, estando dispuestos a cambiar nuestra forma de pensar
siempre que la Palabra nos lo muestre. No es pecado haber estado
equivocado; es pecado que quedando en evidencia el error no quieras
reconocerlo.

15-No buscar la manera de aplicar el mensaje a tu vida


Siempre es responsabilidad del predicador dar una aplicación general del
mensaje. No obstante, sería imposible para el hermano que está hablando
dar la aplicación particular para cada uno de nosotros, ya que eso
depende mucho de nuestro contexto y las situaciones que atravesamos.
Por lo tanto, queda de nuestro lado la responsabilidad de determinar qué
vamos a hacer para poner en obras ese mensaje que recibimos.

Conclusión
En general, estos errores los fui tomando de cosas que me suelen pasar a
mí y en las que lucho por trabajar día a día para no repetir. Espero que
puedas analizarlos en base a tu comportamiento, y que puedas ir
corrigiéndolos para así poder estar más atento a los mensajes que Dios te
quiere dar en cada reunión.

Todos opinan de él; pero es más curioso cómo opinan.


Él es el centro de todas las miradas;
Él es el blanco de todas las opiniones y juicios;
Él es el blanco de todos los caprichos e imaginaciones; (Aunque nada
hay escrito sobre los gustos)
Él es el blanco de todos los gustos.

Si es robusto – Lo que come


Si es flaco – La vida que lleva
Si es joven – Lástima que no tenga más edad
Si es viejo – Lo quieren joven
Si es alegre y chistoso – Lo quieren serio
Si es feo – No les agrada
Si es buen mozo – Es un peligro
Si canta mal – Sobra tema para burla
Si canta bien – Es un vanidoso
Si es de carácter – Lo quieren más suave
Si es tranquilo – Lo quieren de más bríos
Si es activo – Lo quieren más calmado
Si es generoso – Es un malgastador
Si es moderado – Es un avaro
Si sale a la calle – Lo critican por no estar en la iglesia
Si no sale a la calle – Se aleja de las almas
Si trata más a los hombres – Se quejan las mujeres
Si trata más a las mujeres – Tiene preferencia
Si da preferencia a los jóvenes – Hablan mal los mayores
Si es muy simpático – No tiene templanza
Si es observador – Lo llaman cascarrabia
Si habla lento – Cansa
Si habla muy rápido – No se le entiende
Si viste mal – Qué descuido
Si viste bien – Tiene mucho dinero
Si predica largo – Se hace aburrido
Si predica corto – Se quedó sin repertorio
Si predica temas de la actualidad – Se mete en política
Si es casado – Lástima que se hubiera casado
Si es soltero – Qué problema

Y usted, ¿cómo lo quiere?


¡EL PASTOR ”NÓ TRABAJA”!

◇ Si un Profesor estudia, se prepara y da una clase de 45 minutos, él está


trabajando.

– Si un Pastor estudia, se prepara y predica un mensaje de 45


minutos, “ÉL NO TRABAJA”.

◇ Si un Psicólogo atiende y aconseja personas, él está trabajando.

– Si un Pastor atiende y aconseja personas, “ÉL NO TRABAJA”.

◇ Si un Administrador se organiza, hace reformas, contrata mano de obra,


y gerencia una empresa, él está trabajando…!

– Si un Pastor se organiza, hace reformas, contrata mano de obra y


gerencia una iglesia, “ÉL NO TRABAJA”.

◇ Si un contador hace los cálculos, economiza, equilibra las finanzas y


hace inversiones, él está trabajando…!

– Si un Pastor hace cálculos, economiza, equilibra las finanzas y


hace inversiones en la iglesia, “ÉL NO TRABAJA”.

◇ Si cualquier persona en el ámbito laboral toma vacaciones, es justo


pues ellos trabajan…!

– Pero un pastor no puede tomar vacaciones, no debe recibir un


salario, y no merece respeto…!
Pues… “ÉL NO TRABAJA”.

¡GENERALMENTE EL PASTOR ES OBJETO DE BURLAS,Y LAS MÁS


DESENCONTRADAS OPINIONES…!

◆ Si el Pastor es activo
– Es ambicioso.

◆ Si es calmado
– Es perezoso.

◆ Si el Pastor es exigente
– Es intolerante.

◆ Si no exige
– Es negligente.

◆ Si el Pastor hace visita


– Es incómodo.

◆ Si no visita
– Es irresponsable con las ovejas.

◆ Si el Pastor interactúa con los jóvenes


– Es inmaduro.

◆ Si interactúa con los adultos


– Es anticuado.

◆ Si interactúa con los niños


– Es infantil.
◆ Si busca actualizarse
– Es mundano.

◆ Si no se actualiza
– Es mente cerrada.

◆ Si el Pastor cuida de la familia


– Es descuidado con la Iglesia.

◆ Si el Pastor cuida de la Iglesia


– Es descuidado con la familia.

◆ Si predica poco
– Es que no tiene mensaje.

◆ Si predica mucho
– Es aburrido.

◆ Si no exhibe buena oratoria


– Es inexperto.

◆ Si emplea buena oratoria


– Es orgulloso.

◆ Si intenta agradar a todos


– No tiene personalidad.

◆ Si el Pastor se viste bien


– Es vanidoso.
◆ Si se no viste bien
– Es descuidado.

Animo PASTORES, DIOS SÍ VALORA SU TRABAJO 🙌🏼

También podría gustarte