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La apostasía

2 Tesalonicenses 2: 1-3

Un verdadero Cristiano fácilmente entiende que La Biblia profetiza


claramente que la Iglesia pasará por una gran ola de apostasía en los últimos
tiempos.
Esta apostasía se producirá antes del rapto, antes de la tribulación y antes
el surgimiento del anticristo.
Pablo dijo que el anticristo no será revelado hasta que “primero venga la
apostasía”. Jesús profetizó que “muchos se apartarán de la fe” y “se
volverán a sus propias fabulas”
Hebreos 3:12 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón
malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;
El reto más grande que tiene la iglesia es permanecer firme en lo que ha
creído. En la medida en que el plan profético de Dios se cumple, los
creyentes deben guardar la fe y mantenerse en el camino de la verdad.
El peligro de la apostasía aumenta y el desafío de perseverar en la sana
doctrina es mayor.

1. Que significa La apostasía


La apostasía (gr. Apostasía) (gr. Afistemi, traducido “apartarse ”). El
vocablo griego se define como deserción, rebelión, abandono, retirada o
separación de aquello a lo que se ha acercado antes.
La apostasía es apartase de la fe en Jesucristo y la sana doctrina para seguir
nuevas enseñanzas distintas a la Eterna Palabra de Dios la “Santa Biblia”.
Apostatar significa cortar la relación salvadora de uno con Cristo o apartarse
de la únión vital con El y la verdadera fe en Él. Así que la apostasía personal
es posible sólo para los que primero han tenido la experiencia de salvación,
regeneración y renovación por medio del Espíritu Santo (cf. Lc 8:13; Heb 6:4-
5); no es la simple negación de parte de los inconversos de la doctrina del
NT que observan en la iglesia visible. La apostasía puede abarcar dos
aspectos separados pero relacionados:
(a) la apostasia teológica, es decir, el rechazo de todas o algunas de las
enseñanzas originales de Cristo y de los apóstoles (1Ti 4:1; 211 4:3), y
(b) la apostasía moral, es decir, el antiguo creyente deja de permanecer en
Cristo y vuelve a hacerse esclavo del pecado y de la inmoralidad (Is 29:13;
Mt 23:25-28; Ro 6:15-23; 8:6-13).

2. CARACTERISTICAS DE LA APOSTASIA DE LOS ULTIMOS TIEMPOS.


1. Vendrá el tiempo cuando ni en las iglesias van a tolerar, ni soportar la
sana doctrina.

2. La gente va a asistir a la iglesia solo para oír lo que le conviene, es


decir, lo que atrae a sus deseos, lo que ellos quieren y no lo que ellos
necesitan.

3. La gente se va a desviar de la verdad y se volverán a los mitos y


fábulas.

4. Los cristianos vivirán una vida fría.

5. La insensibilidad hacia la santidad de Dios.

6. La naturalidad con que se practica el pecado.

7. La introducción y aceptación en la iglesia de cuanto estilo de


adoración extravagante y ridículo vaya surgiendo. (Habrán bailes
cristianos, cantinas cristianas, etc.).

8. El desprecio declarado hacia la sana doctrina.

9. Desprecio a la instrucción. De ahí, la eliminación de la Escuela


Dominical.
10. Una total indiferencia hacia la Palabra de Dios.

11. El materialismo de las iglesias, ministros y “fieles”.

12. Las competencias para ver quién tiene la iglesia más grande. (El
concepto de mega iglesia)

13. El número alarmante de ministros que caen en adulterio, que se


divorcian, y que siguen inamovibles en sus púlpitos.

14. El concepto tan bajo que el mundo secular tiene de las iglesias, de los
ministros y de los cristianos.

15. Los estilos de adoración sensuales de parte de músicos, vocalistas y


cantantes nómadas. (No se sabe si estos le cantan a Cristo…o le
cantan a la mujer…pues ni siquiera mencionan el Nombre de Jesús en
sus canciones [pues no son cantos cristianos])

16. El protagonismo y señorío que muchos pastores tienen sobre las


iglesias.

17. El nepotismo (Tendencia a favorecer a familiares y a personas afines


con cargos o premios) que hace de las iglesias una empresa familiar.

18. La facilidad con que las personas se hacen cristianas, se bautizan y se


hacen miembros de las iglesias.

19. La sustitución de la Biblia por la psicología.

20. La arrogancia por el ministerio de apóstol. (Ahora estos ya no quieren


llamarse pastores, ahora solo quieren llamarse apóstoles.)
Que Dios nos guarde de ser arrastrados por estas doctrina erróneas.
21. Desinterés por las disciplinas espirituales. (falta de oración, lectura,
ayuno)
Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino
de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han
sido ejercitados. Hebreos 12: 11
Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto,
pero la carne es débil. Marcos 14: 38
Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra
la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
Galatas 5: 16-17

22. Ausencia voluntaria a las actividades de la iglesia. (Faltar por razones


injustificadas a: los servicios de predicación, oración, escuela
dominical, conferencias, servicios entre semana)
Considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas
obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre,
sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Hebreos 10: 25

23. Apatía religiosa. (falta de participación en la adoración o servicio a


Dios)

Dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a
él solo servirás.Lucas 4: 8
Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Servid a Jehová con
alegría; Venid ante su presencia con regocijo. Salmos 100: 1-2
Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová
tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová
tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma? Deuteronomio 10: 12

24. Desinterés por las almas perdidas. (no evangelizar, no invitar


personas a la iglesia, no ayudar a los misioneros)
Y (Jesús) les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda
criatura Marcos 16: 15.
25. Perdida de interés por el compañerismo de personas espirituales.
(dejar de juntarse con cristianos espirituales y maduros, buscar la
compañía de hermanos fríos, carnales con malos hábitos y
costumbres)
El que anda con sabios, sabio será; Mas el que se junta con necios será
quebrantado. Prov. 13:20

26. Rechazo del consejo. (no escucha el consejo o se molesta cuando se


le aconseja)
Camino a la vida es guardar la instrucción; Pero quien desecha la
reprensión, yyerra Prov. 10: 17 El que ama la instrucción ama la sabiduría;
Mas el que aborrece la reprensión es ignorante.Prov. 12: 1 El camino del
necio es derecho en su opinión; Mas el que obedece al consejo es sabio.
Prov. 12: 15

27. Falta de sujeción a las autoridades. (no respetar u obedecer las


autoridades, revelarse al pastor o ministerio)
Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay
autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido
establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido
por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos.
Romanos 13: 1-2

28. Espíritu de critica. (dar demasiado énfasis a los errores de los demás,
hablar de los errores de otros)
Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que
engaña su corazón, la religión del tal es vana. Santiago 1: 26

29. Falta de humildad. (Exceso de estimación propia, sentirse mas que los
demás, no saber humillarse ante: cónyuge, hermanos o padres; no
reconocer cuando se equivoca u ofende a alguien)
He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su
fe vivirá. Habacuc 2: 4
Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad,
estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; Filipenses 2:
3-4

30. Falta de compasión por el dolor ajeno. (no interesarse por ayudar a
quien esta en necesidad)
La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los
huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del
mundo. Santiago 1: 27

31. Tendencia al libertinaje. (sujetarse lo menos posible a las reglas de


Dios en cuanto al vestuario y las diversiones)

3. Los pasos que conducen a la apostasía son:

a. Los creyentes, por la incredulidad, dejan de tomar muy en serio


las verdades, las amonestaciones, las advertencias, las
promesas y las enseñanzas de la Palabra de Dios (Mr 1:15; Lc
8:13; Jn 5:44,47; 8:46).

b. Cuando las realidades del mundo llegan a ser mayores que las
realidades del reino celestial de Dios, los creyentes poco a poco
dejan de acercarse a Dios por medio de Cristo (Heb 4:16;
7:19,25; 11:6).
C. Mediante el engaño del pecado, se vuelven cada vez más tolerantes del
pecado en su vida (1Co 6:9-10; Ef 5:5; Heb 3:13). Ya no aman la justicia ni
odian la maldad (véase Heb 1:9, nota).
» (d) Por la dureza del corazón (Heb 3:8,13) y el rechazo del plan de Dios
(3:10), no hacen caso de la advertencia continua y la reprensión del Espíritu
Santo (Ef 4:30; 1Ts 5:19-22).

E. Se entristece al Espíritu Santo (Ef 4:30; cf. Heb 3:7-8), se apaga su fuego
(1Ts 5:19) y se viola su templo (1Co 3:16), de modo que El termina por
apartarse de los antiguos creyentes (Jue 16:20; Sal 51:11; Ro 8:13; 1Co 3:16-
17; Heb 3:14).

4. Si la apostasía sigue sin freno su curso, las personas pueden


finalmente llegar A un punto en que no es posible volver a comenzar.
(a) Los que una vez tuvieron una experiencia de salvación con Cristo
pero deliberada y continuamente endurecen el corazón a la voz del
Espíritu (Heb 3:7-19), siguen pecando intencionalmente (Heb 10:26) y
se niegan a arrepentirse y a volver a Dios pudieran llegar a un punto
sin retorno donde ya no son posibles el arrepentimiento y la salvación
(Heb 6:4-6; cf. Dt 29:18-21, nota; 15 2:25, nota; Pr 29:1, nota). Tiene un
límite la paciencia de Dios (véanse 18 3:11-14; Mt 12:31-32; 2Ts 2:9-11;
Heb 10:26-29,31; 1Jn 5:16). (b) No puede determinarse por adelantado
ese punto sin retorno. Por lo tanto, la única salvaguarda contra el
peligro de la apostasía extrema se encuentra en la amonestación: “Si
oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones” (Heb 3:7-8,15;
4:7).

5. Debe subrayarse que, aunque la apostasía es un peligro para todos


los que se desvían de la fe (Heb 2:1-3) y se apartan de Dios (6:6), no se
completa sin el pecar intencional y constante contra la voz del Espíritu
Santo (véase Mt 12:31, nota sobre el pecado contra el Espiritu Santo).

6. Los que por la incredulidad del corazón se apartan de Dios (Heb 3:12)
pudieran pensar que son salvos, pero su indiferencia a las exigencias
de Cristo y del Espiritu y a las advertencias de las Escrituras indican
lo contrario. Debido a esa posibilidad de engañarse a si mismos, Pablo
exhorta a todos los que dicen ser salvos: “Examinaos a vosotros
mismos si estais en la fe; probaos a vosotros mismos” (2Co 13:5,
nota).
7. Los que de veras se preocupan por su estado espiritual, y tienen en el
corazón el deseo de volver a Dios en arrepentimiento, tienen una
prueba segura de que no han cometido la apostasía imperdonable. Las
Escrituras afirman con claridad que Dios no quiere que nadie perezca
(2P 3:9; ef. Is 1:18-19; 55:6-7) y declara que Dios recibira a todos los
que una vez estuvieron bajo la gracia salvadora si se arrepienten y
vuelven a El (compárense Ga 5:4 con 4:19; 1Co 5:1-5 con 2Co 2:5-11;
véanse Lc 15:11-24; Ro 11:20-23; Stg 5:19-20; Ap 3:14-20; obsérvese el
ejemplo de Pedro, Mt 16:16; 26:7475; Jn 21:15-22).

4. La Biblia imparte advertencias apremiantes sobre la apostasía


destinadas a alertar sobre el peligro mortal de abandonar la unión con
Cristo y a motivar la perseverancia en la fe y la obediencia. El propósito
divino de esos pasajes de advertencia no se debe debilitar con la opinión:
“Son ciertas las advertencias, pero no la posibilidad de la apostasia
propiamente dicha.” Más bien hay que considerar esas advertencias como
referencias a la realidad del periodo de prueba, y con alarma si se quiere
obtener la salvación final. Algunos de los muchos pasajes de advertencia del
NT son:
Mt 24:45,11-13; Jn 15:1,6; Hch 11:21-23; 14:21-22; 1Co 15:1-2; Col 1:21-23;
1Ti 4:1,16; 6:10-12; 21 4:2-5; Heb 2:13; 3:6-8,12-14; 6:4-6; Stg 5: 19-20; 2P
1:811; 1Jn 2:23-25.
Ejemplos de apostasía se pueden encontrar en Éx 32; 2R 17:7-23; Sal 106; Is
1:2-4; Jer 2:1-9; Hch 1:25; Gá 5:4; 1Ti 1:18-20; 2P 2:1, 15,20-29; Jud 4,11-13.
El reto más grande que tiene la iglesia es permanecer firme en lo que ha
creído. En la medida en que el plan profético de Dios se cumple, los
creyentes deben guardar la fe y mantenerse en el camino de la verdad.

El peligro de la apostasía aumenta y el desafío de perseverar en la sana


doctrina es mayor. El vocablo griego que se traduce como apostasía también
puede significar deserción, rebelión, abandono, retirada o separación de
aquello en lo que se había creído antes.

Apostatar significa cortar la relación salvadora con Cristo o apartarse de la


verdadera fe; alejarse de la doctrina que profesamos, abandonar el camino
de la salvación o rechazar las enseñanzas de Jesucristo. Pero el Espíritu
dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe,
escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios (1 Timoteo
4:1).

ADVERTENCIAS CONTRA LA APOSTASÍA


El apóstol Pablo mostró un cuidado constante para los creyentes y los
exhortó para que nadie se apartara del camino de la fe. Los motivó mediante
sus epístolas para afianzarlos en la verdad y puntualmente les hizo ver la
necesidad de mantenerse en la sana doctrina. Además os declaro,
hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en
el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que
os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano (1 Corintios 15:1, 2).

El apóstol fue muy enfático para enseñarles que debían retener la palabra
que habían creído, que deberían guardar la doctrina en la que habían sido
enseñados. Ante los peligros constantes de espíritus engañadores y falsas
doctrinas, el siervo de Dios les volvía a decir en cada oportunidad que por
nada abandonaran su relación con Cristo. No sólo a los creyentes de Corinto
sino también a los de Colosas les advierte para que estuvieran listos y
permanecieran en la fe.
Si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la
esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la
creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro
(Colosenses 1:23).
Por otra parte, resulta reconfortante e inspirador leer las cartas de Pablo a su
hijo en la fe llamado Timoteo, en las que le comparte su experiencia como un
veterano soldado de la cruz de Cristo y lo aconseja para que persista en la
doctrina bíblica en la que ha sido enseñado. Ten cuidado de ti mismo y de la
doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los
que te oyeren (1 Timoteo 4:16).

La persistencia en la sana doctrina da como resultado la garantía de la vida


eterna y la edificación de la fe en otros creyentes. También Timoteo es
advertido en la misma carta para que cuide de no ser llevado por el amor al
dinero porque puede ser el camino para caer en una vida equivocada. Esta
clase de avaricia sigue siendo el camino más corto para apartarse del único
y sabio Dios. Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual
codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos
dolores (1 Timoteo 6:10).

CAUSAS QUE CONDUCEN A LA APOSTASÍA


El peligro de la apostasía es latente y lamentablemente muchos se desvían
de la fe. Son diferentes las causas o razones que hacen que hombres y
mujeres que se pronunciaban creyentes, se aparten de la verdad, rompan
con la relación con Cristo y abandonen la senda de la vida eterna. Algunas
causas son:

Falsos profetas y maestros


Tal como lo advirtió nuestro eterno Salvador, muchos falsos profetas se
levantarán, y engañarán a muchos (Mateo 24:11). Muchos de los falsos
predicadores, empleando los medios masivos de comunicación y las redes
sociales, engañan y desvían de la verdad a tantos creyentes. Apelan a los
sentimientos y con un lenguaje atractivo seducen para conducir al error. En
su mayoría son carismáticos y hábiles para torcer la Palabra, otros con gran
astucia presentan una doctrina atractiva prometiendo un evangelio de
triunfos, victorias y prosperidad, pero no enseñan las pruebas y aflicciones
como parte de una vida normal en Cristo. Tampoco hablan de santidad y
obediencia, únicamente se enfocan en bendiciones y más bendiciones.
Predican para agradar al oído de sus receptores, pero no les enseñan la
verdad, el precio de la santidad y la obediencia a las normas divinas.
Tentaciones y pruebas
Muchos creyentes se apartan del evangelio porque no soportan las pruebas
y dificultades que todos debemos enfrentar y vencer con la ayuda del
Espíritu Santo. Hay quienes se apartan de la fe porque no han madurado lo
suficiente, no han echado raíces profundas para afirmarse y cuando llega la
prueba o tentación caen.
Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con
gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de
la prueba se apartan (Lucas 8:13)

Mundanalidad
El mundo es atractivo y seductor. Ofrece diferentes clases de placer y
diversiones. Poco a poco va filtrándose en el corazón; en la medida en que el
creyente pierde la sabiduría y la guía del Espíritu Santo se va deslizando
hasta meterse en el mundo. Olvida que quien juega con el pecado queda
atrapado por él. Primero el pecado atrapa, después esclaviza y finalmente
mata. …y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas (2
Timoteo 4:4). Es hora de afirmar la fe, pelear la batalla y retener la sana
doctrina.

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