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Adopción homoparental

El debate sobre la adopción homoparental se ha desarrollado en torno a preguntas


equivocadas. Por lo general, a la hora de debatir sobre este asunto la primera
pregunta que se plantea es si las parejas homosexuales tienen los mismos derechos
que las parejas heterosexuales respecto de la adopción de niños. Según la encuesta
CEP (2011), sobre el 60 por ciento de los encuestados considera que las parejas
homosexuales no tienen el mismo derecho a adoptar que una pareja heterosexual.
¿Significa que se oponen a la adopción homosexual? No necesariamente. En la
misma encuesta, un 37 por ciento considera que un hombre heterosexual solo no
debe tener el mismo derecho a adoptar que una mujer heterosexual sola, pero de
ello no se sigue que se oponga a la adopción de hombres solos, sino únicamente
que las mujeres solas deberían tener prioridad frente a ellos. Es importante
distinguir entre igualdad de derechos y tener simplemente derecho. En el caso de
Chile, no se está discutiendo todavía si parejas homosexuales deberían tener
prioridad o igualdad de condiciones frente a parejas heterosexuales. Lo que está en
discusión es si tienen o no derecho a adoptar.

Pero preguntarnos por el derecho a adoptar de las parejas homosexuales nos ha


llevado a focalizar el debate en los derechos de los homosexuales y desatender lo
fundamental: los derechos de los niños. Sin querer deslegitimar la pregunta por los
derechos de los homosexuales, la principal preocupación del Estado en el caso de la
adopción debe ser velar por el bienestar de los niños. Y aquí nuevamente
cometemos un error cuando concentramos la discusión en el siguiente punto: si es
mejor para los niños crecer en familias heterosexuales u homosexuales. La pregunta
yerra el foco, pues todavía no está en discusión si las parejas homosexuales son
mejores o iguales que las parejas heterosexuales en lo que respecta a la crianza de
los niños. La pregunta relevante acá es si es mejor para un niño crecer abandonado
en un hogar de acogida o en una familia homosexual. Y este punto, crucial para la
toma de posición, ha estado prácticamente ausente del debate.
Hoy, cientos de niños crecen en hogares de acogida, abandonados, sin cariño y
donde muchas veces son maltratados y abusados. ¿Es preferible que un niño crezca
en estas condiciones a crecer en una familia homosexual? Esta es la pregunta que
hoy nos convoca. Personalmente, dudo que en Chile exista una persona que
prefiera el orfanato a una familia, independientemente de su composición.
Establecer esto como punto de partida es una ganancia, que permite avanzar en la
discusión sobre los criterios para establecer prioridades entre quienes desean
adoptar.

Igualdad ante la ley


Los defensores de la adopción por parte de parejas homosexuales
defienden que el hecho de que estas personas no puedan adoptar
es un claro ejemplo de discriminación debido a la orientación
sexual. Esto sería una violación de los derechos humanos, por lo
que tendría que subsanarse lo antes posible.

Aprobar la adopción homosexual mejoraría la situación de


los niños
Uno de los argumentos más poderosos a favor de la adopción por
parte de parejas homosexuales es que los niños necesitan una
familia para crecer psicológicamente sanos.

Al permitir que más personas pudiesen acoger a un menor, se


mejoraría la situación de todos aquellos que por la razón que sea
no han encontrado todavía la suya.

La realidad es que los niños susceptibles de ser adoptados por


parte de parejas homosexuales no vienen de un entorno familiar
típico.

Por el contrario, estos menores viven en orfanatos, donde a


menudo sufren situaciones muy lejos de ser ideales. Debido a ello,
contar con una familia del tipo que sea mejoraría enormemente su
situación.
Las parejas homosexuales pueden cuidar de los niños igual
de bien que las heterosexuales
La mayoría de estudios sobre la adopción homoparental muestran
que las parejas del mismo sexo están tan capacitadas como las
heterosexuales para cubrir todas las necesidades de un niño y
proveerle de un entorno seguro en el que pueda crecer y
desarrollarse como persona.

De hecho, algunos investigadores señalan que una pareja


homosexual concienciada de que quiere un niño probablemente
será más idónea para el bienestar de los menores que muchos
padres heterosexuales, que pueden tener descendencia por
accidente y por lo tanto no estar preparados para la
responsabilidad que ello conlleva.

Por otra parte, existe la teoría de que los hijos de padres


homosexuales podrían convertirse en personas más tolerantes y
abiertas de mente. Al ver en su propia familia un ejemplo de
diversidad sexual, sería más fácil para ellos aceptar a los que son
diferentes.

Argumentos en contra
Sin embargo, no todo el mundo está convencido de que la
adopción homoparental sea una buena idea. Ya sea por motivos
religiosos, filosóficos o de convicciones, muchas personas creen
que legalizar esta práctica sería dañino o bien para los niños, o
bien para la sociedad. A continuación veremos algunos de los
argumentos más comunes en este sentido.

Las parejas homosexuales podrían criar niños con


problemas de salud mental
Uno de los argumentos más repetidos tanto por la Iglesia como
por quienes están en contra de la adopción homosexual es el de
que los niños necesitan un padre y una madre para desarrollarse
adecuadamente como personas. La idea es que los menores
necesitan un ejemplo de masculinidad y de feminidad para llegar a
ser adultos sanos y capaces.

Hoy en día, todavía no se conocen exactamente los efectos a largo


plazo que puede tener la adopción de un niño por parte de parejas
homosexuales. Sin embargo, la evidencia con la que contamos
ahora mismo parece apuntar a que no existirían diferencias
notables entre estos menores y aquellos criados por un padre y
una madre.

De todas maneras, es necesario recopilar más datos antes de


poder afirmar categóricamente que no existe ninguna diferencia en
absoluto entre ambas situaciones, tarea en la que numerosos
psicólogos están trabajando ahora mismo.

Hay que tener en cuenta los derechos del niño


Algunos de los detractores de la adopción homoparental señalan
que al permitirla no se estaría contemplando el derecho de los
niños a tener un padre y una madre, algo que consideran como
fundamental e inherente a todos los seres humanos.

Podría provocar el declive de la sociedad


Algunas personas, especialmente aquellas con una ideología más
influenciada por la religión católica, señalan que aceptar la
adopción por parte de parejas homosexuales podría contribuir al
declive de la sociedad al minar los valores cristianos que le dan
solidez a nuestra cultura.

El argumento en este sentido es que nuestra sociedad está basada


en gran cantidad de ideas religiosas, y que ir en contra de ellas
podría ser contraproducente para nuestros países.

Podría provocar el cierre de orfanatos y agencias de


adopción
Un problema que se ha observado en algunos países que permiten
la adopción homoparental es que algunas agencias y orfanatos
deciden cerrar y dejar a los niños en la calle antes que permitir
que una pareja gay se quede con ellos, algo que por ley están
obligados a hacer.

Este problema, aunque inesperado, ha ocurrido ya en varias


ocasiones en territorios como Reino Unido, y debe resolverse antes
de que empeore la vida de los niños afectados por él.

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