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TRABAJO DE INVESTIGACIÓN

MUSICA
DANZA DE MOSCÚ

Nombre: Arlin Maciel Fuentes Méndez

Profesora: Daysi

Colegio: Sagrado ❤️de Jesús


Danza de Moscú

El baile es una modalidad de expresión corporal y artística muy arraigada en la conciencia y las
tradiciones populares rusas. Es prácticamente imposible enumerar la cantidad de diferentes
bailes y danzas que existían en la Rusia antigua y los que siguen existiendo hasta hoy día.
Llevan nombres muy diferentes según la canción con la que se baile (por ejemplo, la
denominación de los bailes seni y kamárinskaya provienen de sendas canciones con el mismo
nombre; seni en ruso significa parte de la antigua casa rusa entre la entrada y el salón; y
kamárinskaya recibió su nombre por un distrito rural en la Rusia zarista cerca de la actual
provincia de Moscú), por la cantidad de bailarines (párnaya, por parejas, chetviórka de cuatro)
y algunas veces por el dibujo del baile (pleten, de seto; vorotzá, de vorota, puertas grandes).
Pero todos estos bailes tan diferentes en su modalidad interpretativa tienen algo en común,
algo muy propio de cualquier baile típico ruso: la amplitud de movimiento, el arrojo, una
especial jovialidad, poesía, combinación de modestia y simplicidad con un gran sentido de la
propia voluntad.

El baile ruso no es símbolo del pasado. Todas sus formas —jorovod, kadril, etc.— existen hasta
hoy, en un proceso de transformación continua de acuerdo con las exigencias de la vida
contemporánea. Sus movimientos revelan las líneas del carácter nacional ruso. La danza
originaria expresa la fuerza y el poder del hombre ruso, su valentía y coraje, ingenio, atención y
respeto hacia la mujer. Para las danzas femeninas son propias la ligereza y suavidad, seriedad y
modestia, rigurosidad y sencillez, una noble continencia en la expresión de sentimientos y de
su propia dignidad, algunas veces vivacidad, gracejo y coquetería que no llegan a ser
melindrosos. El arte nacional del baile ruso se basa en los juegos populares, antiguas
ceremonias, canciones y corros.
Las crónicas y obras literarias antiguas del siglo XI describen bailes populares rusos.

La adopción del cristianismo contribuyó al desarrollo de la cultura y el arte popular. Para el


desarrollo de la danza ha sido muy importante la labor de los skomoroji, artistas callejeros que
viajaban y se compenetraban con las peculiaridades artísticas de los habitantes locales en
diferentes zonas del país. De este modo el skomoroshestvo (juglaría) en la Rusia antigua
desempeñó un papel crucial en la formación de la coreografía popular. Precisamente en
aquellos tiempos aparecieron las formas escénicas de los bailes populares.

A mediados del siglo XVI el aumento de la influencia religiosa en la vida seglar repercutió
negativamente en el arte popular. Viendo en las danzas populares reminiscencias del
paganismo, la Iglesia contuvo a los músicos, los bailarines y los cantantes. En el siglo XVII el zar
Alejo I promulgó un decreto que posibilitó las represalias contra los skomoroji. Pero ninguna
prohibición podría “ahogar” el amor de la población por los bailes y los cantos que
continuaban viviendo con el pueblo y desarrollándose prolijamente.

El siglo XVIII es la época relacionada con el nombre de Pedro I, el incansable reformista.


Durante aquel período tuvieron lugar profundas transformaciones en la cultura y con estas el
baile adquirió un carácter más laico. Mientras tanto los bailes populares no solo se
conservaban, sino que desarrollaban nuevas formas.

Tras la Revolución de Octubre de 1917 comenzaron a proliferar nuevas manifestaciones del


arte coreográfico en compañías profesionales o colectividades de aficionados. La afición
artística fue un peculiar continuador y sucesor de la tradición. Si anteriormente los bailes rusos
se interpretaban durante las fiestas, juegos populares y bodas, desde aquel momento
empezaron a ocupar un lugar muy importante en el repertorio de teatros profesionales.

Baile de los osos

Hay evidencias de que la primera mención de este baile ruso data del año 907, cuando el
príncipe Oleg, el Previsor, celebraba su victoria contra los bizantinos en la ciudad de Kiev.
Durante la fiesta para los numerosos huéspedes actuaron 16 bailarines vestidos de osos y
cuatro osos vestidos de bailarines.

Prisiadka
Se dice que en 1113 en Kiev falleció repentinamente el gran príncipe Sviatopolk y que comenzó
una época de desórdenes, robos y saqueos en el país.

El albañil Piotr Prisiadka trabajaba mucho en cuclillas con piedras pesadas e instrumentos en
sus manos encallecidas. Cada tarde tras su ardua jornada de trabajo salía a la calle y, tras
tomarse un vino y un kalach, empezaba a dar saltos para desentumecer las piernas.

Una vez Vladímir Monomaj, invitado por los ciudadanos de Kiev para el reinado, lo vio dando
saltos, se paró y lo mostró al metropolita Nikífor. Al cabo de unos días Piotr ya bailaba para el
propio príncipe de toda Rusia cada desayuno, comida y cena.

Bailar dando saltos, prisiadka, en poco tiempo llegó a ser un baile de moda en la ciudad. Eso sí,
cuando Monomaj falleció en 1126, Piotr volvió a sus labores. Prisiadka murió siendo viejo
dando comienzo con su nombre al movimiento más famoso del baile tradicional ruso.

Trucos del baile nacional ruso

Con frecuencia se considera que los saltos singulares y la gesticulación enérgica de los
danzarines rusos son consecuencia del clima frío de un país nórdico. Prisiadka, kozá (cabra),
raznozhka (de nozhka, pie), chort (diablo), pistolet (pistola), koltsó (anillo), bochónok (barril
pequeño) y otros fueron inventados por los rusos exclusivamente para entrar en calor.

Esa teoría podría tener su justificación ya que la mayoría de las fiestas tradicionales rusas se
celebraban en otoño e invierno, cuando finalizaban las labores del campo. La alegría empezaba
con una oración, después una bebida abundante con comida, cantos y bailes y para finalizar se
realizaba un pugilato (pelea “muro contra muro” entre los varones).

Moskau (En Alemán: Moscú) es el sencillo publicado en 1979 por Dschinghis Khan, una


banda de Múnich (República Federal de Alemania) creada ese mismo año para
competir en el Festival de la Canción de Eurovisión.

También se grabó una versión en inglés, que lanzaron en 1980 como “Moscow”. [cita
requerida] En 2018, se volvió a grabar para la Copa Mundial de la FIFA 2018, con el
productor Ralph Siegel y los cantantes Jay Khan, Alexander Malinin y Ustinya Malinin,
Jorge Jiménez y Marifer Medrano.

La canción también alcanzó una enorme popularidad clandestina en la Unión Soviética.


Un clip de 15 segundos de la interpretación de la canción se mostró como parte de la
programación navideña de Año Nuevo en la televisión estatal, lo que provocó la
destitución inmediata del director de la cadena

En 2006, la canción hizo su debut en un videojuego como una canción reproducible en


Taiko no Tatsujin Portable 2. También es una pista destacada en Just Dance 2014.

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