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EUROPA

Europa es un continente ubicado enteramente en el hemisferio norte y mayoritariamente


en el hemisferio oriental. Las fronteras de Europa están situadas en la mitad occidental del
hemisferio norte, limitada por el océano Ártico en el norte, hasta el mar Mediterráneo por el
sur. Por el oeste, llega hasta el océano Atlántico. Por el este, limita con Asia, de la que la
separan los montes Urales, el río Ural, el mar Caspio, la cordillera del Cáucaso, el mar
Negro y los estrechos del Bósforo y de los Dardanelos.2 Europa es uno de los continentes
que conforman el supercontinente euroasiático, situado entre los paralelos 35º 30’ y 70º
30’ de latitud norte.3
Europa es el segundo continente más pequeño en términos de superficie. Abarca
10 530 751 kilómetros cuadrados o el 2 % de la superficie del mundo y alrededor de 6,8 %
del total de las tierras emergidas. Alberga un gran número de estados soberanos, algo
más de 50, cuyo número exacto depende de la definición de la frontera de Europa, así
como de la exclusión o inclusión de estados parcialmente reconocidos. De todos los
países europeos, Rusia es el mayor en superficie (al mismo tiempo que es el estado
soberano reconocido internacionalmente más extenso del mundo), mientras que la Ciudad
del Vaticano es el más pequeño (al mismo tiempo que es el estado soberano e
internacionalmente reconocido más pequeño del mundo). Europa es el cuarto continente
más poblado después de Asia, África y América, con una población de 740 813 959 (año
2015) o alrededor del 10,03 % de la población mundial.4
Europa, en particular la Antigua Grecia, es la cuna de la cultura occidental. La caída
del Imperio romano de Occidente, durante el período de la migración, marcó el fin de
la Edad Antigua y el comienzo de una era conocida como la Edad Media.
El Renacimiento con sus consiguientes humanismo, arte y ciencia, además de
la exploración llevaron al "viejo continente", y finalmente al resto del mundo, a la Edad
Moderna. A partir de este período las naciones europeas desempeñan un papel
preponderante en los asuntos mundiales, desde el siglo XVI en adelante especialmente,
después del comienzo de la colonización. En los siglos XVII y XVIII, las naciones europeas
controlaron la mayor parte de África, América, y gran parte de Asia, y posteriormente
también Oceanía.
La Revolución Industrial, que comenzó en el Reino Unido en el siglo XVIII, dio lugar a un
cambio radical en los ámbitos económico, tecnológico, cultural y social en Europa
Occidental, que impactó en el resto del mundo.
La Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial condujeron a una disminución en
el dominio de Europa en los asuntos mundiales cuando los Estados Unidos y la Unión
Soviética tomaron la preeminencia.
La Guerra Fría entre las dos superpotencias dividió Europa a lo largo del Telón de Acero.
La integración europea dio lugar a la formación del Consejo de Europa y la Unión
Europea en Europa occidental, las cuales se han expandido hacia el este desde
la disolución de la Unión Soviética en 1991.
Actualmente, naciones que ejercen poder hegemónico mundial como Estados Unidos son
el resultado de la colonización europea.
ETIMOLOGIA
Tradicionalmente se asocia el origen del topónimo Europa con un personaje de
la mitología griega. En efecto, Europa (en griego antiguo, Εὐρώπη, Eurṓpē) era hija
de Agénor y de Telefasa, hermana de Cadmo, una princesa fenicia. Cuando estaba
divirtiéndose con sus compañeras en la playa, Zeus la observó y acabó enamorándose de
ella. Zeus se transformó en un toro blanco, tan manso, que Europa se acercó a él, puso
flores sobre su cuello y finalmente se atrevió a montarlo; entonces, Zeus se levantó y cruzó
el mar, llevándola a la isla de Creta, donde Europa dio a luz a Minos y a Sarpedón, con el
cual regresó a Asia. Del nombre de esta mujer provendría el del continente.
El análisis más extendido de esta palabra la considera como una composición de las
palabras griegas εὖρος («ancho») y ὤψ («vista, ojo»), pero se trata sin duda de una
etimología popular. Muchos lingüistas piensan que Europa proviene de la
raíz semítica ʔrb (“hrb”), que significa «ponerse el sol»
(Occidente); irib en asirio, ereb en arameo, habiéndose propuesto la forma *ʔurūbā como
la denominación original de las «tierras occidentales».10 Desde una perspectiva asiática o
medio-oriental, el sol se pone efectivamente en Europa, la tierra al oeste. Aun cuando esta
sea la etimología más aceptada en la actualidad, algunos investigadores como M. L. West
han sostenido que «fonológicamente, la coincidencia entre el nombre de Europa y
cualquiera de las formas semíticas del vocablo es muy pobre».11
La mayor parte de las lenguas utilizan palabras derivadas de Europa para referirse al
continente. En chino, por ejemplo, se emplea Ōuzhōu (歐洲), que es una abreviatura del
nombre transliterado; Ōuluóbā zhōu (歐羅巴洲). Sin embargo, en algunas lenguas
túrquicas se utiliza el término Frangistán ('Tierra de los Francos') de manera coloquial,
aunque el nombre "oficial" del continente sea Avrupa o Evropa.12
El primer uso del término «europeos» (europenses) parece haberse dado en la Crónica
mozárabe de 754, para referirse al enfrentamiento entre los reinos cristianos y la
expansión musulmana.13

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