La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos o simplemente “Carta

Magna”, fue promulgada originalmente el 5 de febrero de 1917 por el presidente

Venustiano Carranza. Se encuentra integrada por 136 artículos, divididos en 9

títulos, así como diversos Capítulos y Secciones. Hasta la fecha, ha sufrido más

de 700 reformas constitucionales.

Su estructura se encuentra conformada en dos partes, siendo estas la

dogmática (donde están consignadas las garantías individuales, así como el

reconocimiento de derechos y libertades sociales) y la orgánica (correspondiente

a la división de Poderes de la Unión y el funcionamiento de las instituciones del

Estado Mexicano).

La parte dogmática consta de 39 artículos contenidos en el Título

Primero (Capítulo I [artículos 1 al 29], Capítulo II [artículos 30 al 32], Capítulo III

[artículo 33] y Capítulo IV [artículos 34 al 38]) y el Título Sexto (artículo 123).

El Titulo Primero Capítulo I, habla acerca de los derechos humanos y sus

garantías (además, sienta las bases del proceso penal, la investigación y la

seguridad pública, así como la rectoría del Estado en el desarrollo nacional y la

propiedad de la Nación sobre aguas y tierras que se encuentren dentro de su

territorio), el Capítulo II habla acerca de la nacionalidad mexicana, el Capítulo III

habla específicamente de las personas extranjeras (con especial énfasis en que

no pueden intervenir en asuntos políticos del país) y el Capítulo IV, habla de la

ciudadanía mexicana.
 El Título Sexto, artículo 123, habla de los derechos de las personas a un

trabajo digno y socialmente útil dentro del ámbito privado y público, así como los

medios para conciliar diferencias entre trabajadores y patrones.

Con respecto a la parte orgánica de la Carta Magna, está compuesta de

los restantes 97 artículos, los cuales se encuentran comprendidos en los títulos

Segundo (Capítulo I [artículos 39 al 41], Capítulo II [artículos 42 al 48]), Tercero

(Capítulo I [artículo 49], Capítulo II ([artículo 50], Sección I [artículos 51 al 70],

Sección II [artículos 71 al 72], Sección III [artículos 73 al 77], Sección IV [artículo

78] y Sección V [artículo 79]), Capítulo III (artículos 80 al 93), Capítulo IV (artículos

94 al 107)), Cuarto (artículos 108 al 114), Quinto (artículos 115 al 122), Séptimo

(artículos 124 al 134), Octavo (artículo 135) y Noveno (artículo 136).

El Título Segundo, Capítulo I habla de la soberanía nacional y de la forma

de gobierno, mientras que el Capítulo II habla acerca de las partes integrantes de

la federación y del territorio nacional.

El Título Tercero habla acerca de la división de poderes como lo es el poder

legislativo (elección e Instalación del Congreso, iniciativas y formación de las

Leyes, facultades del Congreso, la Comisión Permanente y la Fiscalización

Superior de la Federación), el poder ejecutivo (todo lo relacionado al Presidente de

los Estados Unidos Mexicanos) y el poder judicial (Se deposita el ejercicio del

Poder Judicial de la Federación en una Suprema Corte de Justicia, en un Tribunal

Electoral, en Plenos Regionales, en Tribunales Colegiados de Circuito, en

Tribunales Colegiados de Apelación y en Juzgados de Distrito).

 El Título Cuarto habla sobre las responsabilidades de los servidores

públicos y particulares vinculados con faltas administrativas graves o hechos de

corrupción y patrimonial del Estado.

El Título Quinto habla acerca de los Estados de la Federación y de la

Ciudad de México (forma de gobierno de los Estados y atribuciones, así como la

creación del Municipio Libre y sus atribuciones).

El Título Séptimo trata de las prevenciones generales (sobre funcionarios

públicos, fuerzas armadas, la separación del Estado y la Iglesia, las mercancías

que se importen o exporten, así como administrar los recursos financieros con

eficiencia, eficacia, economía, transparencia y honradez para satisfacer los

objetivos a los que estén destinados).

El Título Octavo habla de las reformas de la Constitución, mientras que el

Título Noveno, trata de la inviolabilidad de la Constitución (no perderá su fuerza y

vigor, aun cuando por alguna rebelión se interrumpa su observancia).