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I.

Presiones palmares a dos manos: Se realizan con las manos colocadas planas,
apoyadas totalmente en el paciente, orientadas perpendicularmente a la columna,
de forma que la cara palmar de los antebrazos de ambas manos se enfrente, y los
cuatro (4) últimos dedos vayan orientados hacia los lados del paciente, Así la
presión se realiza a ambos lados de las apófisis espinosas de las vértebras.

II. Presiones palmares con una sola mano o brazo del Arquero: Se realizan con el
terapeuta colocado del lado que se va a tratar, y la mano que usa es la contraria
al mismo lado. La presión se realiza también con la mano plana y perpendicular
a la línea de la columna, usándola en su totalidad, aunque la mayor presión se
realiza con la región tenar- hipotenar de esa mano. La otra mano sujeta la
escápula

III. Presiones con el antebrazo en el trapecio: Se utiliza la parte más carnosa de la


zona flexora del antebrazo situada más o menos a una tercera parte entre el codo
y la muñeca, las palmas de las manos deben estar giradas hacia abajo y las
muñecas deberán estar relajadas, Los hombros se mantienen en una línea
perpendicular a los antebrazos.

IV. Presiones con el codo (codopresión): El miembro superior del terapeuta deberá
estar relajado desde el codo hasta la mano, la cual cuelga sin realizar ningún
trabajo. Durante el "swing' (es el balanceo de las piernas que se realiza doblando
las rodillas ligeramente en el momento en que se hace presión sobre el paciente),
el codo se desplaza ligeramente hacia delante, evitando así que se clave
demasiado. El pulgar de la otra mano va siempre por debajo del codo, fijándolo
y guiándolo.

V. Presiones digitopalmares o presión de pico de pato: La mano que realiza este


tipo de presión hace una pinza curvando los dedos del 2do al 5to hacia atrás y el
pulgar curvado hacia bajo (oposición del pulgar con los cuatro últimos dedos),
así la presión es digital (punta del pulgar) y palmar (cara palmar de los demás
dedos). El terapeuta puede estar arrodillado, sentarse en un taburete pequeño,
ponerse en cuclillas, buscando su comodidad y estabilidad.

VI. Presión con un solo pulgar: Es la presión con el pulpejo del dedo (parte más
carnosa) pulgar, que debe estar curvado, doblando el pulgar bajo la muñeca,
manteniendo el brazo recto y apoyándose desde su hombro. Los demás dedos
están rectos y sirven de guía y sostén al pulgar.
VII. Presión del pulgar reforzado: se realiza con el dedo pulgar de la mano
homolateral a la espalda del paciente, y se refuerza con el de la mano contraria.
El resto de la mano está extendida y en contacto con el paciente.
VIII. Estiramiento de la mano: El terapeuta coloca sus muñecas (parte carnosa de sus
palmas se tocan y sus pulgares no se tocan) sobre el dorso de la mano del
paciente estirándolas hacia fuera como si quisiera ensancharla. 

IX. Alisado de los espacios metacarpianos: El terapeuta coloca sus dedos debajo de
las articulaciones de los metacarpos y de las falanges en el dorso de la mano,
luego desliza hacia abalo sus dos pulgares en los espacios metacarpianos hasta
llegar a los pliegues interdigitales. Es una técnica de palanca: mientras los dedos
sujetan la palma, los pulgares se deslizan en el dorso por los espacios
metacarpianos.

X. Frotamiento de los espacios metacarpianos: La posición de la mano lo mismo


que para el alisado, pero los pulgares se deslizan a pequeños pasos alternativos
descendiendo por los espacios, pero más profundamente que el alisado.

XI. Frotamiento de las monedas: El pulgar y el lado del índice dan un masaje al
dedo del paciente desde la base hasta la punta como si se frotaran dos monedas
una contra la otra. Asegurarse de que se frota con la parte central de la falange
del dedo índice y no con la articulación.

XII. Crujido de dos dedos: Tomar la punta del dedo entre la segunda falange del dedo
índice y la segunda falange del cordial (dedo grande), El pulgar se sitúa sobre el
índice para aumentar un poco la presión. Doble la articulación distal del dedo del
paciente hacia arriba y luego tire de manera paralela a la línea de los dedos a fin
de efectuar un crujido. Asegurarse de no tirar hacia abajo ni hacia arriba, sino
hacia delante en línea recta.

XIII. Estiramiento del brazo: el terapeuta se coloca al lado del paciente y desplaza la
articulación del hombro hacia delante y arriba (flexo-elevación) sujetando la
muñeca del paciente con ambas manos colocando los pulgares paralelos sobre el
dorso de la mano del paciente tirando el brazo y haciéndolo vibrar por espacio
de 2 segundos. La flexo-elevación sigue la línea de la prolongación del cuerpo.

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