Tarea 2 - Autobiografía – fotos de familia 1

Tarea 2 - Autobiografía – fotos de familia

Adriana Paola Morales Rangel

Grupo #: 40003E-1144 Celular #: 3022749781

Tutor: Michael Segura.

Universidad Nacional Abierta y a Distancia – UNAD

Escuela de Artes, Ciencias Sociales y Humanidades - ECASH

Artes Visuales.

Septiembre 2022
 Tarea 2 - Autobiografía – fotos de familia 2

Mi Historia.

Corría el siglo XIX cuando Ferdinand Wisman, decidió dejar atrás su vida en su país natal Holanda
por una vida modesta en Dibulla, un pequeño pueblo de la guajira, en el cual se asentó. Aun hoy, se puede
encontrar allí a varios de sus descendientes, todos ellos originarios de allí. Igual que mi abuelita Cira Wisman
Guerra. Cuando dejó atrás ese pequeño pueblo para mudarse a Santa Marta con sus tres hijos: Clara Pinto
Wisman, Juvenal y un pequeño Óscar, se convierte en la matriarca de la familia. La nueva vida trajo consigo
un nuevo amor, Leopoldo Rangel Granados. Y años más tarde, otras dos hijas más: Lisbeth y Omaira. Mi tía y
mi madre. En el año 93, mi abuelita pierde al menor de sus hijos Óscar. Uno de sus dolores más grandes, que
en sus palabras: “la marcó y no se pudo recuperar”. Meses después, el 26 de agosto de ese año, nací yo y tres
años más tarde mi hermana. Fuimos sus segundas hijas.

Mis recuerdos más antiguos y más preciados son los de mi infancia. Un no tan joven Enrique Morales, ojos
cafés, pelo canoso que vino de Barranquilla para formar su hogar con Omaira. Vivió junto a sus suegros, mis
abuelos. Ambos adultos mayores. Mi abuelita, de andar lento, cabello crespo canoso, sonrisa cálida y amable,
de piel trigueña. Típico semblante guajiro. Mi abuelito, pequeño, moreno, de expresión seria y voz gruesa,
ojos cafés oscuro, cabello corto y liso. Mi tía (también conocida como Pelu) y su hermana menor, mi mamá,
ambas “negritas” (morenas) y pelito “cucú” (como se le llamaba en aquel entonces al cabello crespo), ojos
cafés y figura regordeta. Samarias con un temperamento bastante guajiro. Santa Marta, con sus playas y
montañas, arquitectura colonial y moderna y la Guajira, con su desierto y su perfecto balance cultural entre
arijunas y wayuu. Siempre serán para mí, mis hogares. Así pasen siglos sin volver, tendrán morada en mi
corazón y en mis recuerdos.

Mi papá y su característico humor barranquillero, el alma de la fiesta. Junto a mi abuelita, mujer sabia y
guerrera que sacó adelante a sus cinco hijos, cocinando los más exquisitos pasteles y cuya fórmula no se ha
podido igualar. Tenía la mejor sazón de la ciudad. Mi abuelito Chato (Leopoldo) de carácter magnánimo,
hombre de pocas palabras, de temperamento serio, adusto, pero inmensamente grande que utilizaba para
ayudar a su familia y amigos. Mi mamá mujer trabajadora, exigente con sus estudiantes y sus hijas, pero
íntegra y disciplinada, siempre preocupada por inculcar valores. Su hermana Pelu, de carácter estricto, muy
temerosa de Dios y siempre deseosa de que sus estudiantes aprendan cultura general y cívica. Mi hermana
(Margarita, mejor conocida como Marblo) bastante inteligente y algo traviesa. Y yo “la joven promesa” de la
familia, de carácter dulce, bien portada. A veces tímida e introvertida, pero siempre viendo lo bueno de las
personas, pero incapaz de ver la maldad del corazón humano. Lo cual me dejó grandes decepciones.

De niña, solía jugar “en persona” narrando mis propias historias e interpretándolas. Mi abuelito solía
llamarme “la habla poquito” después de buscarnos de la escuela. De familia religiosa, procuraron darnos una
buena educación. Pasamos por colegios de monjas, privados o públicos. Dejé de lado las artes. Al salir, decidí
estudiar Administración de Empresas. Las retomé hasta la pandemia. Fueron mis pasiones una vez, me traían
felicidad. Retomé la escritura como forma de sanar y expresar aquello a lo que siempre temí. El dibujo, mi
salvación. Empecé a ser autodidacta y aprender de tutoriales y cursos gratis. Más que todo experimentar por la
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libertad que me brinda. Por una bonita Serendipia 1 que llegué a la UNAD y a las artes visuales. Una
conversación con extraño en una EPS. Salí directo a la universidad. Las asesoras dirán que hablaba hasta por
los codos, preguntando hasta el cansancio. Indecisa, evalué las posibilidades mientras observaba los
programas. Hasta que di un salto de fe, aterrizando en las artes visuales.

Al año siguiente de iniciar la universidad, mis padres se separaron. Un conflicto que llegaría a perdurar aún
hasta el sol de hoy. Fueron años muy difíciles, pero logré sobreponerme (o eso creí), estudié bastante y con
esfuerzo logré sacar mi carrera adelante. No fue fácil, el 31 de agosto de 2016 se nos fue mi abuelito. Nos
tomó dos años recuperarnos del todo (si es que existe algo como eso). Me gradué el 19 de abril de 2018 como
profesional en administración de empresas y pensé que sería fácil obtener trabajo. ¡Cómo se nota que conocía
muy bien cómo funciona el mundo! Luchando con problemas de salud mental y física es que llegué a las artes
visuales. Escribo, dibujo, pinto. Mi meta es emprender, apoyar el talento colombiano, quiero independizarme,
formar una familia con perritos. Seguir formándome y ser mi mejor versión que pueda ser.

Fotografía familiar 1.

Foto Cumpleaños abuelita Cira (2013) Hijos, sobrinos, nietos, familiares y amigos en su casa en la ciudad de
Santa Marta Magdalena, junto con un visitante del Perú residenciado en Tokio Japón. Recuperado de: Instagram personal.

1
Serendipia: Descubrimiento o hallazgo afortunado. Encontrar algo que no se buscaba.
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Fotografía familiar 2.

Collage de fotos de mi página de Instagram, participan Cira Wisman Guerra, Leopoldo Rangel, Omaira Rangel,
Lisbeth Rangel, Enrique Morales, Margarita Morales, Muñeca y Copita.

Tabla 1 Metáfora – Metonimia - Ironía

Hipérbole ¿Qué Metonimia ¿Qué quise Ironía ¿Qué quise

quise decir con decir con esto?
decir con esto?
esto?
Cocinando Cocinaba Tenia la mejor La cosa por la ¡Cómo se nota Hace alusión a la
los más muy bien ese sazón de la persona. que conocía inexperiencia y la
exquisitos platillo. ciudad. Cocinaba muy bien cómo inocencia de
pasteles y bien. funciona el pensar que la sabía
cuya mundo! todas cuando no
fórmula no era así.
se ha podido
replicar.
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Tabla 2 Sujeto – Predicado – Verbo

Predicado
Sujeto
Verbo conjugado Complemento
Cira Wisman dejó Atrás ese pequeño pueblo.
pierde
Mi abuelita Al menor de sus hijos

Al salir Decidí estudiar

Administración de empresas.

Siempre viendo
Lo bueno de las personas.

Las asesoras dirán

Que hablaba hasta por los codos.