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Papel periódico y Correo curioso: La importancia de la prensa ilustrada como elemento

dinamizador de los procesos de transformación en el orden social neogranadino (1791-


1801).

«Mi idea es más bien que la ideología de la independencia fue un armazón de


piezas cuya génesis ocurrió en muy distintos lugares y prácticas, y a propósito de
circunstancias muy variadas. El papel que aquí se intenta discutir fue tan sólo uno
de esos lugares. Por eso me he esforzado por pensarlo como un momento crucial
en la elaboración de algunas de las nociones claves que luego fueron incorporadas
en una estrategia política que se planteó la crítica y la transformación de la
sociedad existente». (Silva, Prensa y revolución a finales del siglo XVIII, pp. 18)

Resumen

El presente ensayo tiene como propósito realizar un recorrido por dos de los semanarios más
importantes del Nuevo Reino de Granada en el período demarcado: El papel periódico de
Santa Fe de Bogotá y el Correo Curioso, Erudito, Económico y Mercantil de Santa Fe de
Bogotá. Con el fin de identificar a partir de sus lecturas, aquellos procesos que impulsados
por influencia de éstos, y en conjunto con la interacción con sus usuarios, permitieron la
consolidación de nuevas nociones; un cambio de paradigma que venía gestándose y que
encontró en la llegada de la prensa ilustrada un canal para la visibilización y propagación de
dicho fenómeno.

Abstract

The purpose of this essay is to make a tour of two of the most important weeklies of the New
Kingdom of Granada in the demarcated period: The newspaper of Santa Fe de Bogotá and the
Correo Curioso, Erudito, Económico y Mercantil de Santa Fe de Bogotá. To identify, from
their readings, those processes that, driven by their influence, and together with the
interaction with their users, allowed to consolidate new notions, a paradigm shift that had
been occurring and that was found upon arrival. of the illustrated press a channel for the
visibility and propagation of this phenomenon.
Palabras clave

Opinión pública, ideología, prensa ilustrada, bien común, conocimiento útil.

1. Antecedentes de la prensa ilustrada en el Nuevo Reino de Granada

El 9 de febrero de 1791 se funda en la ciudad de Bogotá El papel periódico de Santafé,


considerado pionero de la prensa colombiana y razón por la cual, aún hoy, con motivo de su
aniversario celebramos el día nacional del periodista. Sin embargo, no podemos ignorar que
pese a la importancia de este semanario para el pensamiento ilustrado neogranadino, antes de
su aparición ya habían rondado en la región una serie de publicaciones, que si bien no podían
competir en audiencia y trascendencia con éste, anunciaban la lenta llegada de la prensa al
Nuevo Reino.

Como bien sabemos, la imprenta se inventó en el año 1450 y, para finales del siglo XVI,
territorios americanos como Nueva España y el Perú ya contaban al menos con una. Aún así,
no fue sino hasta 1738 que la Compañía de Jesús introduce en el Nuevo Reino de Granada el
primer ejemplar en la región, hecho que por sí sólo constituía un gran salto, pero que se vio
de alguna manera opacado debido a que la operación de ésta estaba reducida, casi que
exclusivamente, a la producción de documentos como novenas, rosarios y todo tipo de
material religioso. Además, cabe resaltar que, a excepción de la iglesia, ningún otro grupo o
persona particular tenía autorización de solicitar licencia para llevar a cabo labores de este
tipo.
Unas cuantas décadas después, más precisamente en 1785, comienzan a circular por el
territorio neogranadino una serie de publicaciones oficiales con ocasión de un terremoto
ocurrido en el reino el 12 de julio del mismo año. El primero de los tres comunicados llevaba
por título «Aviso al terremoto» del cual, a su vez, se desprenderían tres números más que en
su conjunto serían conocidos como La gazeta de Santafé de Bogotá.

Aún con todo y el tardío desarrollo de la prensa en el Nuevo Reino, sería muy ingenuo
atribuir este hecho a un posible desinterés, en materia de estos asuntos, por parte de los
neogranadinos, ya que si bien fue hasta finales del siglo XVIII que se comenzó a producir y
comercializar prensa local en el territorio, mucho antes de que esto sucediera ya existía una
notable circulación de gacetas de diversas partes del mundo, como la gazeta de Madrid, la
gazeta de Barcelona, la gazeta de París, La gazeta de México y la gazeta de Lima. Además, al
realizar tal afirmación se estaría negando la presencia e influencia de un numeroso grupo de
criollos, de gran ambición intelectual, quienes encontraron en el contrabando la llave para
acceder a aquellos textos europeos que, por supuesto, se encontraban censurados en la Nueva
Granada. Grandes filósofos del siglo como Rousseau, Montesquieu y Raynal, lideraban la
lista de títulos más consumidos por este sector, y mediante los cuales fue posible la gestación
de una serie de ideas ilustradas que protagonizaban las tertulias clandestinas y que,
posteriormente, encontrarían su perfeccionamiento y distribución en semanarios como el
Papel periódico o el Correo Curioso.

2. Don Manuel del Socorro Rodríguez: el hombre detrás del Papel periódico.

La figura de Manuel del Socorro Rodríguez de Victoria es de gran importancia para la


comprensión del período ilustrado neogranadino, debido a que encarna las principales
nociones del cambio y el espíritu reformador que en aquel entonces ya se discutían en los
círculos intelectuales del reino.
Desde su origen humilde hasta su sobresaliente inteligencia, con la que logró cautivar al
virrey Juan Manuel de Ezpeleta y hacerse con el cargo de editor del Papel periódico de
Santafé de Bogotá, la historia de vida de Rodríguez fue el reflejo de una nueva voluntad de
verdad que se hacía cada vez más explícita, la cual exigía a su vez transformaciones en el
orden de lo social para satisfacer las nuevas necesidades de un pensamiento que había
decidido distanciarse de las antiguas formas de segregación para situar a la razón por encima
de todo.

Una de sus publicaciones más controversiales, pero también una de las más dicientes fue su
crítica a la noción de nobleza, la cual, si bien no estuvo exenta de ambigüedades, reflejaba las
grandes ideas ilustradas europeas condensadas en la Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano, que ya resultaba familiar para ciertos sectores intelectuales
quienes, valiéndose del contrabando habían logrado adquirir su propia copia.
Tras enterarse de la noticia de un incendio en la Plaza de Madrid el 16 de agosto de 1791, el
editor extrae de dicha publicación un fragmento donde se anuncia lo siguiente: «Un zapatero
de la calle de los Olivos, ha hecho saber por carteles, que las familias desamparadas, que por
un espacio de 6 meses quieran concurrir a su casa, les dará que comer interin restablece en
parte su pérdida»1.
A partir del cual Rodríguez despliega un amplio discurso que titula Los frutos del árbol noble
y en el cual resignifica de forma parcial el concepto de nobleza aludiendo a que dicha
cualidad no debería hacer referencia a un suceso tan arbitrario como el del nacimiento sino
más bien al hombre que, independientemente de su condición, se ha formado en los valores
del bien común.

Ciertamente, estas ideas de igualdad entre los hombres y, más específicamente, este
replanteamiento respecto del orden social jerárquico no representaba algo nuevo para la
ilustración local, la cual por otros medios ya se había topado con dichas proposiciones, pero
quizá el haber encontrado representación de estas nociones en un medio como éste sí pudo
haberse considerado un hecho significativo.
Por lo demás, independientemente de lo problemática que pudo haber sido esta idea para
cierta parte de la audiencia, la consideración del bien común como el único rumbo posible
para la obtención de la felicidad de un país, sí resultaba agradable al público y sería el tema
por excelencia, en sus diferentes aplicaciones, de los números del papel periódico.

3. El papel periódico de Santafé de Bogotá

El 9 de febrero de 1791 se funda en el Nuevo Reino de Granada el Papel periódico de


Santafé de Bogotá, convirtiéndose en el primer semanario del reino y logrando en poco
tiempo una gran acogida, teniendo en cuenta las circunstancias de la época. Dirigido por
Manuel del Socorro Rodríguez y auspiciado por el virrey José Manuel de Ezpeleta, dicho
periódico operaría hasta 1797 de forma generalmente continua y en sus más de 260 números
podían hallarse, principalmente, tres temas de discusión: la filosofía política, la economía y la
moral, conformando los dos primeros sus tópicos más frecuentes.

A pesar de su nombre, el Papel periódico no se limitó a lo local, de hecho, en su primer año


publicó una lista de suscriptores con 65 nombres, de los cuales «sólo 12 pertenecen a
suscriptores capitalinos mientras que los restantes 53 pertenecen a todas las provincias en este

1 Papel periódico de Santafé de Bogotá. Tomo I, número 3, 25 de febrero de 1791.


orden: Honda 12, Panamá 10, Cartagena 8, Medellín 8, Popayán 5, Tunja 5, Venezuela 3,
Puente Real 1 y Cúcuta 1»2.
Que lo anterior sirva para dar un panorama del alcance del semanario en sus primeros meses
y de su deber de abarcar temas tanto capitalinos como locales, e incluso internacionales, para
satisfacer las necesidades de su público.

Cabe resaltar que, a pesar del contexto de cambio y de tensiones sociales en el que se
encontraba inmerso el Papel periódico, no debemos olvidar que el semanario estaba sujeto al
virrey Juan Manuel de Ezpeleta y por tanto el contenido de éste era minuciosamente
supervisado. Sin embargo, lo anterior no representaba una desventaja particular, el
pensamiento local ilustrado, para este período se movía en una particular ambigüedad, muy
propia de la época, en la cual convivían en armonía el espíritu reformador y la adherencia al
establecimiento. A pesar de esto, en algunas ocasiones se daba el caso de que un discurso
controversial y provocador, entre la línea de lo correcto y lo censurable, lograba burlar los
filtros y ver la luz en alguno de estos número, como fue el caso de «Avisos de Hebepilo a los
jóvenes de los dos colegios sobre la inutilidad de sus estudios», escrito de Francisco Antonio
Zea que realizaba una crítica directa al modelo de educación escolástico que predominaba en
la época, el cual, según su escritor, era incapaz de formar hombres guiados por la razón. Días
después de su primera publicación, debido a los ánimos que despertó, los cuales se vieron
incluso reflejados en las calles, su disertación fue suspendida, sin embargo, dejó en ella
planteada otra de las nociones más importantes del pensamiento ilustrado; la renuncia a la
educación canónica como única forma de obtención de conocimiento.

Finalmente, después de 6 años de funcionamiento y 256 número, el Papel periódico de


Santafé de Bogotá se despide de su público trás la partida del virrey por el término de sus
funciones, aludiendo a una falta de financiación, pero por la puerta grande, habiendo marcado
la pauta para el siguiente siglo, caracterizado entre muchas cosas, por la proliferación de
diversas formas de prensa que continuarían cultivando el camino para los diferentes procesos
de independencia y la posterior consolidación de la República.

2 Renán Silva, Prensa y revolución a finales del siglo XVIII. pp 26.


4. El Correo Curioso, Erudito, Económico y Mercantil

El Correo Curioso, Erudito, Económico y Mercantil fue fundado por Jorge Tadeo Lozano y
su primo José Luis de Azuola en febrero de 1801, en Santafé de Bogotá. Se trató de un
semanario, el cual contó con 46 números, y en cada uno de ellos estuvo presente una marcada
inclinación fisiocrática que era expuesta como la solución a los problemas en materia de
desarrollo económico y social que padecía el Nuevo Reino.
A lo largo de sus publicaciones, el correo curioso se ocupó de varios temas que, desde el
inicio definió como sus principales intereses; la economía, la agricultura, y el ejercicio
mercantil. Además de lo anterior, un aspecto muy interesante de este semanario es que
contaba con una sección denominada hojas sueltas, espacio en el cual se publicaban anuncios
de todo tipo por parte del público, siendo uno de los más comunes aquellos relacionados con
la compra y venta de libros y artefactos científicos de difícil adquisición, situación que
ilustraba muy bien la circulación de conocimiento de la época.

Otro punto a resaltar es que El Correo Curioso fue un proyecto de prensa privado, el primero
en el Nuevo Reino, lo que explica, por ejemplo, su prematuro cierre debido a que los costos
de producción eran muy altos y el aporte de sus suscriptores no lograba cubrirlos. Sin
embargo, es necesario aclarar que pese a su carácter independiente, El Correo Curioso
obedecía a las lógicas de su tiempo a partir de las cuales, las ideas ilustradas convergían con
la lealtad hacia el rey y, por supuesto, no suponían aún las bases de un proceso de
emancipación.

5. El espacio público como generador de la opinión pública

En el primer número del Correo Curioso, Erudito, Económico y Mercantil, con fecha de
martes 17 de febrero de 1801, el editor menciona lo siguiente:

Es bien conocida la utilidad de los medios, que facilitan la mutua comunicación de


las ideas para la consecución de la ilustración de los de los hombres, y del
engrandecimiento de un Estado. No tuvo otro origen la opulencia de Atenas, que
las frecuentes discusiones públicas, en que cada uno se hacía oír de sus
conciudadanos. (Lozano, Correo Curioso, Erudito, Económico y Mercantil, n.1)

De lo anterior, considero importante destacar la referencia a Atenas, que lejos de actuar como
un simple recurso narrativo, describe muy bien la importancia del espacio público en los
procesos de ilustración. En este contexto, podríamos decir que el Correo Curioso, el Papel
periódico y, posteriormente, los demás proyectos de prensa que surgirían a lo largo del siglo
XIX, ejercían ese rol de Ágora, un lugar común en el que se hizo posible la producción y
reproducción de conocimiento por parte de aquellos grupos, que antaño, se vieron obligados a
refugiarse en las tertulias clandestinas, por falta de un espacio que propiciara un mayor
alcance, para intercambiar ideas adquiridas de forma autodidacta. Ni siquiera la universidad
ofrecía dichas posibilidades, recordemos que el modelo de educación dominante para el siglo
XVIII era el escolástico, el cual se regía por principios de autoridad, obsoletos para el sector
ilustrado neogranadino que no hallaba en este canon respuesta a los interrogantes que la
nueva voluntad de verdad permitía plantearse.
Esto no significa que la llegada de la prensa ilustrada a Nueva Granada haya representado la
muerte de las tertulias, de hecho el Papel periódico se convirtió en un gran aliado de éstas
impulsando principalmente a la Tertulia Eutropélica, proyecto independiente de Manuel del
Socorro Rodríguez, el cual tenía como objetivo principal la creación de cultura y pensamiento
crítico alrededor de temas políticos, económicos y sociales.

En este contexto, la noción ilustrada de igualdad entre los hombres cumplió un papel vital en
la consolidación de organizaciones como las sociedades económicas de amigos del país, las
cuales fueron constantemente mencionadas en los diversos números de los semanarios y
ejercían una labor de suma importancia, la de instruir al pueblo en los asuntos que semana a
semana se discutían en los periódicos, socializar los discursos compartidos en éstos, las
reflexiones del editor e incentivar la producción de conocimiento útil para el bien común.
Cierto es que no debemos dejar de lado el hecho de que en los estatutos y requisitos para
acceder a dichas sociedades, aparecía la explícita recomendación de que los miembros
principales de éstas debían ser sujetos reclutados de entre las clases dominantes,
argumentando que eran quienes se encontraban en un nivel de instrucción más alto. Sin
embargo, tal afirmación no tiene porqué restarle mérito a estas congregaciones, debido a que
es evidente el empeño que ponían en «trastocar una noción clave de la sociedad colonial, la
de nacimiento, al colocarla en condición de inferioridad frente al saber y el deseo de ser
útil»3.

Finalmente, la suma de todos de elementos como el intercambio de ideas, la producción de


conocimiento útil en pro al bien común, la resignificación de nociones coloniales
3 Renán Silva, Prensa y revolución a finales del siglo XVIII. pp 89.
segregativas, la introducción de las clases populares en las discusiones del reino mediante la
socialización de los temas que se discutían en los semanarios, en las tertulias y en las
asociaciones económicas de amigos del país, etc., generarían las condiciones propicias para
una futura formación de la opinión pública neogranadina y la consolidación de una identidad
patriótica, pieza clave en el desarrollo de la ideología de independencia en el siglo XIX.

6. Lugares comunes en la prensa ilustrada neogranadina

Si bien podríamos decir, que a partir de la lectura del primer número de ambos semanarios es
posible hallar enfoques y perspectivas diferentes, aún cuando sus temas de interés son muy
similares, veamos cuáles fueron esos puntos de convergencia entre el Papel periódico de
Santafé de Bogotá y El Correo Curioso, Erudito, Económico y Mercantil.

6.1. La Economía y el comercio

La discusión sobre temas económicos en ambos periódicos podrían sintetizarse en cuatro


planteamientos, a saber, la estigmatización de la inactividad y la holgazanería por atentar
contra el bien común, la realización de los intereses particulares a partir de los generales, el
desarrollo de una nueva visión dignificante frente al trabajo que derriba las antiguas
concepciones coloniales negativas acerca de éste y la necesidad de una constante circulación
de dinero, la cual atenta directamente con la antigua concepción bullonista de la riqueza, etc.
Sin embargo, pese a que en los dos semanarios se abordaron estas nociones, las dos primeras
guardan una relación más estrecha con el Papel periódico de Santafé de Bogotá debido a que
el editor de éste poseía una pretensión un tanto más moralizante, adjudicando al trabajo y la
idea del bien común un carácter casi divino; un conjunto de cualidades que no sólo definían
al buen ciudadano sino también al buen cristiano.
En cuanto al Correo Curioso, Erudito, Económico y Mercantil, el foco principal se centró en
una concepción fisiocrática de la economía siendo, en este contexto, el movimiento y la
circulación, no sólo de dinero sino también de actividad, conclusión a la que constantemente
se llegaba al indagar acerca de mecanismos que le permitieran al reino alcanzar esa
prosperidad que tanto anhelaba.
La similitud en los temas abordados por ambos semanarios se ligaba a aquella naturaleza
abierta que ofrecía la posibilidad a su audiencia de que enviaran sus discursos para ser
publicados, siendo la mayoría de éstos reproducciones casi exactas de disertaciones
peninsulares desarrollados principalmente por reconocidas figuras ilustradas de la época
como Bernardo Ward, Pedro Rodríguez de Campomanes y Gaspar Melchor de Jovellanos.
Sin embargo, a pesar de este hecho, en algunas de estas publicaciones era posible extraer
aquello que Silva denomina «una breve sombra de elaboración local», es decir, pequeños
comentarios que quien lo enviaba le hacía al texto, y que resultaban de suma importancia para
el planteamiento de nuevos interrogantes frente a un mismo tema, los cuales permitían, a su
vez, la generación de conocimiento inédito.

En cuanto a lo demás, la visión frente al comercio de ambos semanarios no distaba mucho, en


los dos se promovía el desarrollo de una conciencia mercantil, la cual estaba ligada a la idea
del abandono del comercio pasivo que para entonces reinaba en Nueva Granada, para
posibilitar el desarrollo de un comercio activo basado en la venta e intercambio de productos
y la consolidación de una industria local que les permitiera dejar de depender de ciertos
insumos europeos los cuales, por su lejanía y, el trabajo que implicaba importarlos, poseían
costos muy elevados.

6.2. La Agricultura

Quizá la mayor similitud entre el contenido que ambos semanarios producían respecto a este
tópico, era el desarrollo de aquella conciencia acerca de la riqueza natural del Nuevo Reino,
en contraste con un desalentador panorama de las condiciones sociales y económicas del
mismo. Esta conmovedora visión despertaba el interés de una buena parte de la audiencia,
que presta a contribuir, enviaba constantemente escritos que pudieran ser de utilidad para
remediar la situación de atraso agrícola en el reino. Además de eso, se consideraba necesaria
una resignificación de lo que el trabajo agrícola representaba, debido a que éste era
fuertemente estigmatizado a raíz de las nociones coloniales clásicas.

De los dos, fue el Papel periódico el que más se centró en el tema, propiciando discusiones de
este tipo en las sociedades económicas de amigos del país, a partir de las cuales se promovía
la enseñanza de conocimientos ilustrados útiles en este campo a aquellos sectores dedicados a
labores agrícolas, con el fin de que, habiendo adquirido diversas estrategias para un
desempeño más eficiente de sus labores, aquello representara, a su vez, una mayor
productividad, mayores ganancias, la posibilidad de experimentar con diversos cultivos como
el trigo, e incluso la apertura de un lucrativo mercado si se introducía el elemento de la
exportación. Así mismo, disertaciones como la de don Luis de Astigarraga, pariente directo
de José de Astigarraga, gobernador de Santa Marta para aquel entonces, tenían la pretensión
de alejar al labrador de aquella despectiva definición colonial para ennoblecer su oficio
utilizando diversos recursos discursivos, que colocarían sobre los hombros de dicha labor la
base misma de la supervivencia humana, de la generación de riquezas, e incluso, de el obrar
de un buen cristiano, y adjudicándole al buen uso de ésta, la obtención de «valores sociales
tan importantes como la “felicidad”, la “prosperidad” y la “gloria”, tres de las palabras más
claves del vocabulario ilustrado del ideario de estos años».4

6.4. La política

Ambos semanarios se encontraban inmersos en un contexto político muy complejo,


especialmente el papel periódico, el cual por su periódo de funcionamiento, se vio en la
obligación de satisfacer la curiosidad de su público, cubriendo gran parte de los
acontecimientos más importantes de la Revolución francesa. Pero lo que realmente llama la
atención es el control que ejercía el gobierno frente a estas publicaciones, permitiendo que
circularan por el reino, siempre y cuando la información fuera extraída de fuentes oficiales
como la Gazeta de Madrid y relatando los hechos en un paisaje de caos, guerra, muerte y
anarquía para evitar que muchas de las ideas ilustradas que se desarrollaron en esta
coyuntura, calaran en la mente de los neogranadinos y sembraran en ellos la semilla de la
independencia.
A pesar de que esta autocensura se llevó a cabo al pie de la letra por semanarios como el
papel periódico, con el pasar del tiempo «la imprenta, antaño herramienta de progreso, se
convertiría en arma peligrosa»5.

6.5. La cultura

En ambos semanarios estuvo presente, y bastante agitada, la discusión en temas de educación.


El principal de ellos era lo problemático que resultaba para el pensamiento ilustrado local la
formación de los colegios o universidades del Nuevo Reino debido a que consideraban el
modelo escolástico como restrictivo y obsoleto.

4 Renán Silva, Prensa y revolución a finales del siglo XVIII. pp 64.


5 Francisco A. Ortega, Disfraz y pluma de todos. pp 74.
El simple hecho de que tanto el Papel periódico de Santafé de Bogotá, como el Correo
Curioso, Erudito, Económico y Mercantil invitaran a su público al debate, a la socialización
de ideas, a la producción de conocimiento local, etc., evidencia una ruptura con aquel rígido
canon basado en un supuesto argumento de autoridad y alejado de las ciencias. En este orden
de ideas, es importante resaltar también una cuestión evidenciada en varias publicaciones de
los semanarios; la crítica al latín como única lengua académica, hecho llamativo en tanto que
aboga por una democratización del conocimiento, que al igual que en las sociedades
protestantes, comenzaba con la traducción a lenguas vernáculas de la biblia.

7. Conclusiones

A partir de la lectura del período abarcado, en relación con el papel de la prensa ilustrada es
posible extraer las siguientes conclusiones:

● Tanto en el Papel periódico de Santafé de Bogotá como en el Correo Curioso, Erudito,


Económico y Mercantil se hace presente el distanciamiento de las antiguas concepciones
económicas bullonistas para dar paso a una perspectiva fisiócrata, que respondía de
manera mucho más eficiente a todos los desafíos que aquella nueva voluntad de verdad
traía consigo. Uno de los ejemplos más notables de este aspecto lo encontramos en el
número 85 del papel periódico donde, en una de las disertaciones publicadas, la persona
de la audiencia que la envía señala la situación desventaja en la que para aquel momento
ya se hallaba España frente a otras potencias por su característico amor a la acumulación
de metales y la desestimación del trabajo, especialmente el agrícola y artesanal.

¿Cómo pudo haber sido leído y apropiado un discurso de esta naturaleza? ¿Bajo
qué términos de interpretación pudo ser recibido por la intelectualidad local un
discurso que mostraba que el “desprecio español” por el trabajo, actitud tan
reforzada por el oro americano había constituido para los países europeos un
premio que los fortaleció mientras que transformaba a la metrópoli española en
colonia de estas potencias europeas? (Silva, Prensa y revolución a finales del siglo
XVIII, pp. 56-57).

Que una declaración de tan magnitud no haya desatado un escándalo, es muestra del
proceso de reconfiguración de nociones coloniales que llevaba a cabo el pensamiento
ilustrado de aquel entonces, el cual si bien seguía siendo leal a la corona, era capaz de
identificar los mayores errores de la metrópoli en pro de la consolidación de un proyecto
de desarrollo neogranadino.
● La configuración de una nueva actitud frente al trabajo también fue un elemento
crucial en el cambio de mentalidad del pensamiento ilustrado frente a las antiguas
formas negativas de concebir, especialmente, las labores enfocadas en el sector
agrícola y artesanal, replanteamiento que, además, situó al ocio y la inactividad como
el padre de todos los vicios. En el proyecto ilustrado la dignificación del trabajo era
crucial para estimular estos sectores frecuentemente estigmatizados pero
indispensables para el desarrollo económico y social que se anhelaba el reino. Este
proceso a su vez debía ir de la mano con congregaciones como las asociaciones
económicas de amigos del país, en las cuales a través de la socialización de
conocimientos útiles, se implantaría en el labrador una conciencia acerca de las
riquezas naturales del territorio, se le instruiría en el arte de la tierra, otorgándole
herramientas para comprender mejor los ciclos de siembra, la calidad de los suelos,
las particularidades de los cultivos, etc., asegurándole, de esta manera, una labor
agrícola más eficiente y rentable.
En este proceso, la concepción del hombre ilustrado como aquel que derrama su luz
sobre los demás, será de suma importancia porque van a ser justamente éstos los
encargados de llevar al pueblo raso todas aquellas informaciones que beneficiarían los
intereses generales neogranadinos, y promoverían la desarticulación de concentración
de tierras en manos de quienes no están interesados en las labores agrícolas, para
permitirle al colono libre obrar en ellas en pro del bien común.

● Las asociaciones económicas de los amigos del país desempeñaron un papel muy
importante en este periódo no sólo por su faceta pedagógica sino también porque
encarnaban la resignificación de las nociones básicas de nobleza y etiquetas sociales
del período colonial, siendo este un espacio pensado para el intercambio de ideas y la
producción de conocimiento en el cual, los deseos de ser útil y de contribuir al bien
común, enseñando o siendo instruido y poniendo en práctica lo aprendido, pesaba más
que cualquier cualidad arbitraria relacionada con la sangre y el nacimiento.

● El cuestionamiento del modelo escolástico de enseñanza, considerado obsoleto e


ineficiente a la hora de incentivar el pensamiento crítico en las personas, y la
exigencia del uso del castellano en el consumo y producción de material académico,
que sitúa por encima del argumento de autoridad la contrastación de fuentes, la
curiosidad por la ciencia, el hambre de conocimiento, etc. Supone el nacimiento de un
conjunto de nociones de vital importancia para la configuración de pensamiento de la
época, que encontrará en semanarios como el papel periódico o el correo curioso, y
todos sus canales, su mayor medio de perfeccionamiento y difusión.

Lo anterior, y muchas otras ideas y nociones de la época que escapan a este escrito,
representa la gestación de una serie de procesos, sin los cuales, la consolidación de una
ideología de independencia en el Nuevo Reino de Granada no habría sido posible.
Sin embargo, el concepto clave con el que me interesa concluir es el de opinión pública,
descrita por Jovellanos como «la mayor masa del cuerpo social [...] fuerza superior a todas las
sumas de fuerzas de que puede disponer la sociedad y aún todos los medios que pueda
emplear»6, definición que cristaliza el rol que durante su etapa de funcionamiento desempeñó
el Papel periódico de Santafé de Bogotá, El Correo Curioso, Erudito, Económico y
Mercantil y todos aquellos proyectos de prensa que servirían como lugar común, como
espacio público para el intercambio de conocimiento, el planteamiento de nuevos
interrogantes, la adquisición de saberes prácticos para el bien común, la deconstrucción de
nociones coloniales nocivas para el progreso de la región, la democratización del saber y
finalmente, para alcanzar, a partir de la suma de todos estos elementos y más, «esa llama
divina que se dice patriotismo»7 y que tuvo como canal principal, a la prensa ilustrada.

8. Referencias

Fuentes

6 Francisco A. Ortega, Disfraz y pluma de todos. pp 67-68.


7 Renán Silva, Prensa y revolución a finales del siglo XVIII. pp 56.
Jorge Tadeo Lozano y José Luis de Azuola, «Correo Curioso, Erudito, Económico y
Mercantil», Bogotá (Colombia). Consultado en línea en la Biblioteca Nacional de Colombia
(https://bibliotecanacional.gov.co/content/conservacion?idFichero=127805), el día 2022-11-
04.

Manuel del Socorro Rodríguez, «Papel periódico de la ciudad de Santafé de Bogotá», Bogotá
(Colombia). Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá
(https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2082628/), el día 2022-10-19.

Bibliografía

Francisco A. Ortega Martínez y Alexander Chaparro Silva, Disfraz y pluma de todos.


Opinión pública y cultura política siglos XVIII y XIX. (Bogotá: Universidad Nacional de
Colombia, 2012), pp 37-87.

Jaime Jaramillo Uribe, El pensamiento colombiano en el siglo XIX. Segunda parte. (Bogotá:
Editoriales Temis, 1964), pp 112-144.

Luis Horacio Botero Montoya, La opinión pública en la formación de la ideología de la


independencia en la Nueva Granada. (Medellín: Sello editorial Universidad de Medellín,
2014), pp 180-232.

Renán Silva, Prensa y revolución a finales del siglo XVIII. Contribución a un análisis de la
formación de la ideología de independencia nacional. (Medellín: La Carreta Editores E.U.,
2004).

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