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Enero 2008
INDICE
PRESENTACIÓN
GERVASIO SERVÍN
ACONTECIMIENTOS GREMIALES
BANDERA ROJA
EL PARTIDO COMUNISTA
APÉNDICE
II. BREVE HISTORIA DE LAS LUCHAS SINDICALES - INFORME INÉDITO PRESENTADO POR RUFINO
RECALDE MILESI A LA INTERNACIONAL SINDICAL ROJA, EN MOSCÚ EN 1930
III.
8. MANIFIESTO
Por este mismo motivo, la obra de Gaona, que cubre casi 7 décadas de historia del
sindicalismo paraguayo, desde los años '70 del siglo XIX, cuando empiezan a constituirse los
primeros gremios de trabajadores, hasta los años '40 del siglo XX, no podía ser dejada en el
olvido de los "títulos" agotados de los catálogos de las librerías, sino que al contrario merecía
ser recuperada y difundida nuevamente, dándole una presentación gráfico-editorial conforme
a la calidad e importancia de la misma.
Asumimos esta tarea desde Germinal, con el apoyo invalorable de la Fundació Pau i
Solidaritat de Comisiones Obreras (CCOO) de Catalunya y el sostén financiero de la Generalitat
de Catalunya, dado que consideramos que el conocimiento del pasado es un instrumento
esencial para poder enfrentar los desafíos del presente, más todavía en un época como la
actual en donde un movimiento sindical golpeado y debilitado por las persecuciones y la
corrupción interna, busca el rumbo para resurgir y volver a tener, como lo tuvo en el pasado,
un rol protagónico e innovador en la vida económica y social del país.
Esta nueva edición del Tomo 2 de la Introducción a la Historia Gremial y Social del
Paraguay del Prof. Francisco Gaona, que recupera casi integralmente aquella publicada en
1987, modificando solamente la estructura de las notas al pie que, como en el Tomo I, han sido
trasladadas al final de cada capítulo y unificadas entre sí, debe su existencia a un grupo de
personas que hace dos décadas trabajó con voluntad, entusiasmo y sin escatimar esfuerzos,
para devolver la vida a un libro que la persecución policial casi había hecho desaparecer. A
estos hombres, al editor de entonces, Rafael Peroni, y a sus colaboradores en este
emprendimiento, Roberto Villalba y Juan Carlos Rodríguez, que trabajaron duramente para
devolver integridad a un trabajo que el Prof. Gaona no había podido publicar en vida, siempre
irá nuestro más profundo agradecimiento, por haber salvado del olvido una obra tan
importante para la cultura paraguaya y habernos permitido, tanto entonces como ahora,
poder disfrutar de su lectura y de su contenido. Esta edición también es dedicada a ellos.
GERMINAL
CAPÍTULO V
Quedaba pues en evidencia que nada había cambiado con la instauración del nuevo
régimen.
«(...) se ha afirmado que el proyecto sobre los $ 400.000 no ha sido más que el
pretexto del desacuerdo y que la verdadera causa estriba en que he pretendido confiar las
finanzas del país a una sociedad extranjera», decía J. B. Gaona en su defensa pública, para
luego fundamentar su posición: «En la América del Sud, son los capitales extranjeros los que
fomentan el desenvolvimiento del comercio y de la industria». Finalmente, expresaba su
convicción de que luego de estas explicaciones a la opinión pública ésta lo declararía «libre de
toda responsabilidad a la vez de señalar con el dedo a los culpables, para que sus nombres
figuren en la historia con toda claridad en la funesta lista de los usurpadores de los derechos
del pueblo».(3)
Señalamos este hecho, aparentemente aislado, por los siguientes motivos; 1°) Los
componentes del Centro General de Obreros, de varias profesiones, eran de un nivel cultural
superior al común de la gente y con inquietudes; 2°) El Centro estaba siendo rodeado por
algunos intelectuales de la nueva generación; 3°) El Gobierno Revolucionario estaba
ensayando una estrategia de envolvimiento, y 4°) El Centro constituía algo así como una
patrulla avanzada de la ofensiva obrera que estaba por desencadenarse contra la carestía de la
vida y los bajos salarios.
EL PARQUE INDUSTRIAL
La firma Pecci, Palermo y Cía., propietaria de «La Industrial», con asiento en la esquina
de las calles Colón y Villarrica, importó un motor de 25 HP, fabricado en Suiza por los señores
Sulzer Hnos.; dos calderas de la misma marca y otra de Francia, patente de los señores J. y A.
Nicalusse de París. Para la fábrica de agua gaseosa y «ginger-ale» -con capacidad de 2.500 a
3.000 botellas diarias- importó también de París, máquinas con el sistema «Raúl Picted» para
la elaboración de hielo, con una capacidad de producción de 150 kilos por hora, cuyo precio,
en aquel año fue de 20 pesos fuertes.
En la rama de licorería producía delicadas «cremas» de yerba-mate, ananás, vainilla,
capií-catí y guaviramí, además del conocido «amargo»; la producción de licores era más o
menos de 400 a 500 litros diarios.
La fábrica de fideos fue reforzada con 4 aparatos de limpieza del trigo, elaborándose
pastas de primera clase, el trigo candeal, molido en molino especial para sémola; un cernidor y
dos prensas; dos grandes amasadores, un mezclador, una máquina cortante, dos sólidas
prensas con dos campanas, cuya productividad estaba alrededor de los 60 kilos de fideos en 20
minutos, fueron algunas de las mejoras. El total de la producción alcanzaba entonces los 1.500
kilos diarios.
La fábrica de cerveza, propiedad de los señores Iribas, Scherer y Cía. sobresalía como
fábrica modelo en su género. (4)
Con motivo de la inauguración de una nueva línea de vapores, «El Diario» del 28 de
noviembre de 1905, escribía: «Los capitalistas de la Argentina figuran en primera línea entre
los que se han decidido a explotar en una forma u otra nuestros productos, lo que significa,
confianza en nuestro país basada en la seguridad de una paz durable en el presente y en el
porvenir». Los propietarios dé esta línea fluvial, eran los señores lbarra y sus barcos se
dedicaban a la carga y descarga de mercaderías entre Bs. As. y el Alto Paraguay, zona esta, en
que se hallaban radicados los nuevos capitales argentinos. El citado diario, por esa fecha,
dedicó un artículo editorial al papel del capital extranjero: «El impulso -escribía- que desde
hace un tiempo han tornado los campos situados próximos al río Paraguay, en la parte norte
de nuestro territorio, se debe en mucho al capital ARGENTINO, que ha adquirido en esas zonas
grandes extensiones de campos, para explotar los valiosos montes que cubren el suelo de esa
región». Esto confirma, por un lado, nuestra tesis de que la «Revolución» de 1904, no
significaba otra cosa que un cambio de guardia en el cuadro de la dependencia y del
sometimiento de nuestro país, a la férula de los vencedores de la guerra de la Triple Alianza y
del capitalismo internacional; y, por el otro, que esta explotación que destruía sin piedad
nuestros recursos naturales, era con el objeto de facilitar los durmientes necesarios que exigía
la ampliación de la red ferroviaria argentina. Una de las adquisiciones para tal fin fue la compra
efectuada por el señor Andrés Luzic, miembro de un sindicato de capitalistas argentinos, de
180 leguas, frente a Villa Concepción.
El Paraguay como puede apreciarse seguía más que nunca postrado, batido por la
tremenda crisis que lo devoraba por sus cuatro costados.
El año 1906 marcó la iniciación de una cadena de huelgas en todo el país. En la Capital
se declararon en huelga los peones de la Aduana Central, siendo reemplazados por soldados
del ejército. En mayo de 1906 se declararon en huelga los carreros y los faenadores de carne
de Tablada. Precisamente frente a estas huelgas, el vocero oficioso de la Revolución de 1904,
«El Diario», el 10 de mayo del mismo año en un editorial pretendía confundir a la opinión
pública afirmando que «las huelgas obedecían, más bien, a incitaciones» y que «los obreros
necesitan comprender que todas estas manifestaciones de su descontento quedarán perdidas,
si no se organizan debidamente y sobre todo si no se da una forma práctica a sus
reivindicaciones». Por otra parte el articulista continuaba: «Los directores de los gremios
tienen que ponerse de acuerdo para estudiar reflexivamente las condiciones de productividad
del capital en cada industria, así como la índole del trabajo, y proponer una solución que
asegure a los patrones un interés conforme a las circunstancias económicas del país, y a los
obreros un jornal que, sobre el standard of life o jornal mínimo, les asegure el bienestar». «Por
de pronto aconsejamos -escribía el articulista- a los gremios que antes de cesar en sus trabajos
dirijan proposiciones a sus patrones y traten de llegar a arbitrios que eviten perjuicios a unos y
otros (...). Está también en el interés de los patrones considerar y discutir las propuestas de los
obreros». Por nuestra parte no podemos menospreciar la «justa orientación» dada por el
mencionado diario. Pero lo que aconsejaba era utópico en el momento que se está
considerando. Se puede escuchar el consejo en caso de tratarse de un alto nivel de desarrollo
de la organización sindical. Nuestros huelguistas ante la situación catastrófica en que vivían y
trabajaban y para no morir de hambre, reaccionaron espontáneamente. Estas huelgas
espontáneas no cesaban. El 4 de julio de 1906, se declaraban en huelga nuevamente los
faenadores de carne de Tablada y exigían aumento de salarios. El 28 de julio del mismo año, el
Centro de Constructores, fundado por los arquitectos y maestros de obras, realizó una
asamblea para constituirse en sociedad con el objeto de considerar medidas defensivas frente
a la creciente exigencia de los obreros del andamio. Como primera medida fundaron una
cooperativa de construcción con un capital inicial de 200 mil pesos fuertes.
«El Diario» del 12 de mayo de 1906, se hacía eco de varias huelgas: los cocheros
solicitaron un aumento de sueldo y después de varios días de laboriosas gestiones, lograron el
30% de aumento sobre los sueldos que regían antes de la huelga. Los jaboneros de la Capital,
siguiendo el ejemplo de los cocheros, exigieron aumento sobre sus exiguos salarios. El mismo
diario citado daba la noticia que se estaba gestando una huelga general en el país y que se
hallaba avalada pon los intensos trabajos de agitación que se hacían con los ferroviarios y
cargadores y descargadores del comercio. El mismo diario, en la fecha mencionada, se hacía
también eco de la entrevista del Dr. Viera, administrador de la Aduana, con los representantes
de la sociedad de los peones, Roque Jacinto Villalba, presidente, y Carlos Quiñónez,
vicepresidente, para tratar de solucionar el diferendo. El Dr. Viera aceptó el pedido obrero de
$ 2 por hora extraordinaria y de 3 pesos durante las horas de la noche.
«El Diario» del 11 de mayo de 1906, publicó el texto íntegro del compromiso firmado
por los empresarios de los aserraderos de todo el país. La importancia del documento estriba
en el hecho de significar una maniobra original para tratar de paralizar u obstruir el desarrollo
creciente del gremialismo proletario.
«El texto del acta que damos en seguida, da cuenta de las resoluciones tomadas por los
patrones que las escriben, con motivo de la huelga manifestada en los últimos días.
En Asunción Capital de la República del Paraguay, a once días del mes de mayo del año
mil novecientos seis, reunidos los patrones que suscriben, acordaron celebrar el siguiente
compromiso después de haber cambiado ideas generales con respecto a la situación en que
están colocados sus respectivos establecimientos industriales y demás ocupaciones
relacionadas con el movimiento obrero que diariamente se produce en el puerto y
establecimientos circunvecinos cuyos gremios perturban constantemente el trabajo
pretendiendo imponer jornales y condiciones que salen de lo razonable y que atentan contra
los intereses generales.
Segundo: Fijar el día 20 del corriente a las 8 p.m. para la celebración de una reunión
entre los signatarios en el local de los señores Juan B. Deandreis a fin de establecer la tarifa
definitiva de los jornales máximos que han de regir el trabajo en los aserraderos, playas,
muelles, planchadas y demás embarcaciones de maderas existentes en el puerto.
C. Gatti y Cía., Russo y Cía., N. Mihanovich, Mastrazzi y Cía., Gabriel Valdovinos, Juan
Deandreis, Fasardi, Espinosa y Portaluppi, P. Posso, A. Bugueta, Vicente de Pusio, Hlletor
Basigalupo, Manuel Pérez, Crovato y Cía., Guggiari Hnos., Félix Tamis, Juan Recalde.
«En la ciudad de la Asunción, a los trece días del mes de septiembre del año de mil
novecientos seis, reunidos en carácter de asamblea extraordinaria los firmantes en el local
social, calle Libertad núm. 27, del Centro de Constructores de Obras siendo las 4 p.m.
resolvieron y aprobaron después de ser suficientemente discutido lo siguiente:
1°: Determinar de una vez la jornada de 8 horas para los obreros del gremio de
albañilería accediendo a lo solicitado por la comisión de la sociedad de resistencia «Albañiles
del Paraguay».
3°. Comunicar a dicha comisión de obreros jornaleros dicha resolución para que desde
el lunes próximo se reorganicen los trabajos.
4°. Pasar nota de la resolución de la asamblea y los móviles que la han obligado seguir
tal temperamento a los propietarios y maestros empresarios que han firmado contratos de
obras hasta la fecha para que se tengan en cuenta dichas circunstancias como atenuantes en la
parte dispositiva del tiempo que dichos contratos determinen para las entregas de las mismas
y como caso fortuito o por lo tanto de fuerza mayor, para el aumento equitativo de los precios
unitarios o totales que representen las obras ya contratadas siendo facultativo de las dos
partes contratantes, es decir, propietarios y constructores el aumento proporcional que esté
en relación directa a la disminución de horas de trabajo.
Enrique Clari, Carlos Pozzi, Rafael Bongemini, José Boggiani, Enrique Poes, Camilo Acheto,
Tomás Sachero, Sebastián Grassi, Juan Spatussa, Juan Hragulat, Carlos Rehnfeldt, Ángel
Betone, José Paris, Salvador Ortiz, José Marsal, Fiori Botti, Francisco Pavós, Manuel Cardoso,
Enrique Cords, Esteban Colagari, Ángel Morasi, José Escuchés, Antonio Archesi».
El 27 de octubre de 1906 uno de los pilares de la Federación Obrera Regional del Paraguay
sufrió la primera escisión en sus filas. Se trataba del gremio de los maestros y obreros
carpinteros. Un grupo del mismo encabezado por Juan Rovira, de la rama de los ebanistas,
disconforme con la marcha de la Sociedad, decidió fundar una nueva asociación, cuyo
propósito era el de estrechar las relaciones con los patrones o propietarios de carpinterías.
Los integrantes de la nueva sociedad fueron Juan Rovira, Antonio Sirio, Ricardo Aquino,
Ricardo Delegiacone, José Almada y Ely Román, quienes, en carácter de nuevos dirigentes de la
flamante asociación, enviaron a los patrones una propuesta con los siguientes puntos:
«El Diario» del 9 de agosto de 1906, informó de una reunión del Centro de Estudiantes
de Derecho, presidido por el Dr. Víctor Abente Haedo y con la asistencia de los miembros de la
C. Directiva, Ernesto Velázquez, Ramírez, Bartoloni, Ferro, Guggiari y el director de Ejercicios
de Práctica Forense, Dr. Eligio Ayala. En dicha reunión fue aprobado un reglamento de suma
importancia para la carrera de abogacía. El mismo había de regir las discusiones semanales
para lo que se establecía entre otras cosas lo siguiente: «Semanalmente disertará un socio
sobre un tema determinado por la C. D. o elegido por el disertante». «El disertante presentará
sus conclusiones en forma precisa y sintética a fin de que sean sometidas a discusión». «Toda
exposición deberá mantenerse dentro de la doctrina pura sin descender a las actualidades
políticas que enconan y dividen los espíritus». «Las conclusiones del disertante serán el objeto
principal de los debates». «Ningún socio podrá hacer uso de la palabra, sin previa autorización
del Presidente».
ANTECEDENTES Y DESARROLLO
Segundo: Los ciudadanos reunidos en el local del Centro Obrero, después de haber
oído la conferencia, del presidente de la Sociedad Nacional de Agricultores, invitan a todos los
habitantes del país para que participen del éxito de la exposición-feria, obra de iniciativa
privada y de progreso, y que está llamada a ser una estallante manifestación de vitalidad del
pueblo paraguayo, y emite el voto de que el Superior Gobierno y la Municipalidad procedan lo
más pronto posible a la compostura de las vías de comunicaciones y a la edificación de
mercados para crear la abundancia de productos alimenticios y abaratar la existencia del
pueblo. Que además doten a la ciudad de paseos y de un parque de recreo en donde las
familias puedan pasar el día de descanso, considerando estas reacciones como medios
poderosos de combatir victoriosamente el alcoholismo». (10)
Mientras tanto los obreros y los empleados de todo el país no cesaban de organizarse
en procura de aliviar la crisis reinante. «El Diario», del 28 de enero de 1907, anunció la
constitución de Centro de Despachantes de Aduanas. La asamblea se realizó en el despacho
del Sr. Eustacio G. Crosky. En la oportunidad se labró el acta de fundación del Centro y se
integró la Comisión Directiva, con las siguientes personas: Ramón N. Benítez, Leopoldo S. Soria
y Hugo Casartelli. Concurrieron a la citada reunión los despachantes: Hipólito Sánchez;
Eustacio G. Crosky, J. Mario Correa, Leopoldo S. Soria, Bogado y Benítez, Adolfo D. Fosatti, E.
Campos y Cía., Carlos J. Appleyard, Salvador G. Rubio, Echeguren Hnos., Ricardo Ugarriza,
Hermenegildo Berganza, Federico Fleytas, Néstor C. Vargas, Meza, Semidei, Mamerto Isasi y
Cía., entre otros.
En 1907, a más de dos años de la victoriosa Revolución de 1904, la crisis que había
venido dominando todo este período, estaba tomando un cariz ascendente en todos los
niveles. El malestar se estaba generalizando sobre todas las capas sociales. «El Diario», del 10
de febrero de 1907, refiriéndose a este período de crisis, afirmó «que las perspectivas de la
situación, se presentan un tanto difíciles, en cuanto concierne al desenvolvimiento de las
energías que constituyen al sostenimiento del organismo colectivo». «De unos días a esta
parte, se ha acentuado ese malestar que pone en peligro la estabilidad... ». «Hay verdadera
estrechez en los negocios; no hay compensación que guarde proporción con el capital
invertido (...). De ahí resulta un orden de cosas que no puede convenir de ningún modo a los
intereses permanentes del Estado, para no recordar sino al principal factor que opera en esto.
Natural es que el Capital y los brazos trabajadores se vean envueltos en la vorágine; pesa sobre
ellos, no recae, ni puede recaer el mayor de los compromisos que emergen de la
desorientación reinante».
En el ambiente obrero de Asunción, acosado por esta crisis sin precedentes, no sólo se
hablaba, sino se estaba trabajando para desencadenar una huelga general. La Revolución de
1904, bajo el signo de la dependencia, no orientada hacia la emancipación, no podía tener otro
desenlace, a pesar de la opinión del famoso coronel-político, don Arturo Bray.
«Los gastos han aumentado en 5.911 libras esterlinas o sea el 22% - afirmaba el
mencionado informe-, se debe al aumento de sueldos y durmientes.(...) El aumento de tráfico
de pasajeros no es otra cosa que el resultado de esta evolución de los salarios que facilita a las
muchedumbres los medios para viajar; el número de pasajeros fue 975.476 contra 696.971, o
sea un aumento de 276.505, igual aproximadamente al 40% -tanto como el número total de
viajeros llevados por nuestros vecinos, las empresas ferroviarias con cinco veces más de
millaje-. Las entradas son en proporción de 23.529 libras esterlinas contra 16.581, una
diferencia de 6.947 libras esterlinas, igual al 47,3%. Este aumento ha sido sobrepujado por las
cifras de los cuatro primeros meses del corriente año en la suma de 9.082 libras esterlinas
comparada con 6.602 para el mismo período del año pasado, lo que demuestra un aumento
del 37%. Debo llamar también la atención respecto del aumento del tráfico de mercaderías
que es en las entradas de un 32%.(...) Nuestra vía férrea domina el país; es nuestro deber
guardar consonancia con el desarrollo de la Nación, e impedir que otros se aprovechen de los
recursos que hemos construido mediante muchos años de sacrificios...».
Huelgan los comentarios. Los primeros meses del año 1907 se caracterizaron por la
acentuación del malestar imperante a consecuencia de la crisis, no obstante que desde
Londres se afirmase no teníamos porqué «intranquilizarnos en este punto», máxime cuando
«los esperados proyectos financieros son ya comentados en sus lineamientos generales en los
círculos callejeros de la Capital».(11)
«Los hombres de Gobierno quieren confundirse con el pueblo -decía «El Diario»-
cuando hacen decir a sus voceros que el pensamiento oficial se refleja en las versiones
callejeras». El Gobierno Revolucionario en su pretensión de confundir a la opinión pública
pretendía llevar «el convencimiento al pueblo de que al hablar del problema económico se
hace referencia a una cuestión baladí que puede resolverse fácilmente en los corrillos
callejeros».(12)
Pero la huelga ferrocarrilera, decretada el 4 de abril de 1907 (13), sacudió el ambiente.
El paro total, efecto de la crisis, de una de las vías circulatorias de la producción nacional,
abarcó al personal de todas las oficinas del ferrocarril, empleados, obreros, peones y jefes de
estaciones. El paro general ferroviario abrió la posibilidad de una huelga general en todo el
país. Contó, desde el primer momento, con el apoyo de toda la prensa y la unánime simpatía
de la opinión pública. En solidaridad con los ferroviarios, se declararon en huelga el 27 de abril
de 1907 los cocheros y mayorales de la empresa de «tranway» a Villa Morra, reclamando
también aumento de salarios. Luego siguió la huelga de los carreros.
El gerente hizo presente en la reunión que necesitaba un plazo de sesenta días, para
llevar al conocimiento del Directorio las pretensiones de los huelguistas. Añadió que durante
ese lapso de tiempo, nadie sería despedido de su puesto sin causa justificada, y que
aumentaría los salarios a los empleados que a su juicio fuesen merecedores.
Aumento de 30% en los salarios de los que ganen menos de 500 pesos por mes y
aumento de 20% en los que ganen más de la citada cantidad y remoción como condición «sine
qua non» del inspector general.
El gerente tomó nota de la nueva proposición y pidió tiempo para contestar pues tenía
que consultar, según dijo, con el abogado de la empresa doctor José Antonio Ortiz.
A las 11 a.m. los delegados de los huelguistas fueron notificados que la empresa no
podía aceptar las condiciones que le había propuesto y que se atenía a lo que había ofrecido.
En este estado está la cuestión, sin que por ahora, sea posible vislumbrar una
esperanza de arreglo.
Si la empresa se muestra firme o aparentemente firme, los huelguistas por su parte
manifiestan que se atendrán a las proposiciones que hicieron el primer día de huelga y que no
cejarán en su empeño.
Esta mañana y esta tarde fue equipado un tren a la Trinidad, con el objeto de traer la
carne para el consumo de la población.
A pedido del jefe de policía -que demostró que la caridad bien entendida empieza por
los de casa-, se envió un tren, dirigido por huelguistas a Areguá, con el objeto de que pudiese
regresar a ésta el señor Adolfo Soler.
De nuevo «El Diario», de fecha 27 de abril del mismo año, volvió a ocuparse de este
largo conflicto. Decía lo siguiente en un suelto titulado «La huelga»:
Unos que otros despachos se tramitan. Los cajones de mercaderías de poco peso son
conducidos a las casas comerciales en hombros.
En este gremio parece que no ha causado impresión favorable que alguna empresa
recibiera consideraciones especiales para el trabajo, cuando que otros han sido violentados en
la vía pública haciendo la policía un brillante papel de espectador, como diría un colega.
Lo reparten hojas sueltas que contienen incitaciones para el paro general y unas y
otras dan cuentas de reuniones de obreros en que se han resuelto hacer publicaciones que
desvirtúen las versiones propaladas y que perjudican a los obreros en general. Creen estos
últimos que el movimiento actual no responde a las necesidades del obrero y llaman la
atención de las funestas consecuencias que pueden ocasionarles, pues atribuyen a la
propaganda que incita al paro general, propósitos que tienden a satisfacer mezquindades
ajenas a los intereses de los gremios. (14)
Se anuncia también que esta semana llegará a la capital el señor Rodríguez, presidente
del directorio de la Compañía Ferrocarrilera, atraído por la huelga que detiene por muchos
días ya la circulación de los trenes».
No obstante haber sido aceptado, el 12 de abril del mismo año, por el comité
huelguista ferrocarrilero el arbitraje del ministro del Interior, Sr. Soler, la huelga continúa por
la intransigencia del gerente de la empresa del ferrocarril, señor Lawton. La prensa y el público
siguen manifestando abiertamente sus simpatías por la causa de los trabajadores.
Los huelguistas han conseguido lo que deseaban: Es decir un aumento de sueldos que
ha satisfecho a todos, terminando con la resistencia.
Hoy todos ellos han vuelto al trabajo, en toda la línea se han normalizado totalmente
las comunicaciones, cuya interrupción ha causado ingentes perjuicios, cuyo monto es difícil
calcular:
Aumento de sueldo para los empleados del ferrocarril que han estado al servicio de la
empresa no menos de seis meses.
Peones de cuadrillas firmes: Los que ganan menos de $ 6 aumentados sus sueldos, en
50% y los que perciben $ 6 se les aumentará 50%.
Percibirán aumento de 2,1/2 centavos por cada kilómetro sobre el excedente de 2.500
kilómetros de recorridos en un mes.
Los premios de kilometraje del mes serán incluidos en el siguiente mes con el sueldo
del interesado.
Nota: Los maquinistas y foguistas recibirán $ 3 por cada vez que estén ausentes del
punto de su residencia durante las 6 horas comprendidas entre las 10 p.m. a 4 a.m.; si por
algún motivo: quedasen ausentes por más de 15 noches consecutivas recibirán los $ solamente
por las 15 primeras noches. Estos gastos se pagarán junto con el sueldo del mes siguiente y no
se abonarán las noches pasadas afuera cuando éstas sean debidas a la culpabilidad de los
maquinistas.
Los sueldos y jornales indicados arriba no tendrán alteración mientras que el premio al
oro no baje de 1.000%; bajando el premio del 1.000%; los sueldos estarán sujetos a la
correspondiente disminución.
Estos aumentos regirán desde el día de la reanudación del trabajo en este ferrocarril.
El señor Rodríguez agradeció la manifestación y entre otras cosas dijo: Que desde el
primer momento se había dado cuenta de la necesidad que existía de un aumento en los
sueldos. Que a medida que los recursos de la empresa lo permitiesen, trataría de mejorar a
todos los empleados que lo mereciesen.
«El Diario» del 21 de octubre de 1907, informaba que es del conocimiento público lo
que ha pasado en las hojalaterías de la Capital de donde han sido despedidos desde ya hace
diez días todos sus oficiales y aprendices.
Un obrero trabaja como oficial en la casa de Tavarozzi hasta que por circunstancias
que desconoce es obligado a hacerlo en calidad de medio oficial.
Indignado por este hecho abandona la casa, siendo acompañado en esta actitud por
los demás obreros que trabajan en la misma casa.
De esto hace diez días. A partir de esta fecha el movimiento gremial ha quedado
estacionario sin que se sepa a qué punto fijo las determinaciones a que dará lugar esta
situación insostenible en las condiciones expuestas. (16)
Federación
4. Temas a presentar.
El Consejo Federal
¡Salud!
En marzo de 1906 esa Federación nos comunicó las resoluciones tomadas para la
realización de un Congreso Obrero Internacional Sud Americano. Comprendiendo esta
Sociedad la Importancia trascendental de dicho acto, celebró una Asamblea extraordinaria el
10 de abril de ese año y votó la proposición que encierra el siguiente tema: «Encontrándose el
obrero paraguayo aletargado por el inmenso fárrago de prejuicios y preocupaciones que sobre
él pesa ¿hay necesidad de que las Federaciones Obreras y Sociedades de Resistencia de las
demás regiones presten su cooperación desinteresadamente a la propaganda para que el
obrero paraguayo se ilustre y se una en la lucha al proletariado universal?
Esperamos que nos tendréis al corriente de las resoluciones que se adopten para la
celebración del Congreso.
Por aclamación la asamblea nombró Pte. honorario al señor don Jorge López Moreira,
cuya avanzada edad no le permitía seguir ocupando el cargo de Presidente efectivo. Dicha
elección se hizo como una demostración de reconocimiento por los relevantes servicios que el
señor López Moreira había prestado a la Sociedad.
NOTAS Y BIBLIOGRAFÍA
(1) En el original está indicada la cita, pero al pie de página no hay datos.
(6) Jaeggli, Alfredo, «Albino Jara. Un varón meteórico». Bs. As. 1963.
(10) Aparentemente la cita proviene de la misma fuente «El Diario» del 16 de agosto de 1907.
Aunque podría tratarse de un resumen de Gaona.
(13) El paro fue decretado por el caudillo político don Francisco Valinotto, fundador del
sindicato autónomo Sociedad de Obreros Ferroviarios en 1906.
(14) Redacción confusa al comienzo del párrafo. Transcripción textual del original.
(15) Hacemos notar que el autor citando a «El Diario» de fecha abril 27 menciona un pedido de
cooperación de los obreros en huelga al sindicato de Carpinteros y Anexos a los efectos de
coadyuvar a la resolución favorable del conflicto mientras que en base a la presente cita da al
mismo por concluido en fecha 22 de abril; vale decir cinco días antes de haberse formulado tal
pedido. La contradicción podría también obedecer a un error de los compiladores, en todo
caso la transcripción es textual.
(16) Transcripción textual del original.
CAPÍTULO VI
LA REVOLUCIÓN DE 1908.
ANTECEDENTES Y CONSECUENCIAS
La entrada del año 1908 ofrecía un cuadro poco halagüeño. La creciente crisis que
agobiaba al país no daba perspectivas de alivio. La «revolución» de 1904 no intentaba hallar un
remedio a los males que sufría la nación, conforme a la promesa formulada al derrocar al
régimen colorado; en 1908, al contrario, estaba ofreciendo la imagen de una mayor
inestabilidad.
Uno de los sectores que evidenció un agudo descontento fue el de los comerciantes
minoristas. Un grupo de éstos convocó a una reunión general en la sede de la Sociedad
Italiana, el 22 de enero de 1908. «Fue una reunión -escribe «El Diario»- en la que se exteriorizó
en una forma sencilla, clara, el estado por el que pasa el país, y con especialidad el comercio
minorista, debido a la ausencia de ventas, a la falta completa de oro, a la escasez casi total del
papel moneda, a la dificultad de las cobranzas, a las oscilaciones bruscas del metálico en
continua suba y a un cúmulo más de circunstancias que han traído una dificultad enorme a la
economía nacional, dificultad que hace imposible las transacciones y el poder atender al
mantenimiento de los operarios con que se cuenta, llegando hasta hacer precaria la existencia
de patrones y obreros».(18)
Esta importante asamblea fue abierta por el señor Cayetano Masi, quien dio cuenta
«de la enorme lucha que ha tiempo viene sosteniendo el comercio minorista para hacer frente
a sus compromisos», para luego manifestar «que todos hasta ahora habían hecho, en su
mayor parte, grandes sacrificios para poder cumplir, para sostener el crédito, pero que dada la
situación actual en la que no se vislumbra ninguna mejora había llegado el momento,
impuesto por las circunstancias, de reunirse, de cambiar ideas, de tomar medidas que
conjurasen la actual situación, y salvasen al comercio minorista de las dificultades por las que
actualmente pasa», según consigna «El Diario».
La asamblea, por aclamación, eligió al Dr. Eusebio Ayala para que junto con cinco
miembros del gremio que él designase -entre más de 100 asistentes al acto-, organizara el
Centro de Comerciantes Minoristas que desde entonces sería el defensor de los intereses de
dicho estamento.
«Excmo. Señor Presidente: hasta ahora hemos luchado cada uno individualmente
contra la presente crisis, pero cada día la situación es más tirante. Debido a la suspensión
absoluta de operaciones bancarias, todo el papel moneda ha desaparecido de la circulación y
no hay medio circulante para hacer frente a las operaciones mercantiles. Los establecimientos
bancarios no atienden la más pequeña de nuestras necesidades. Toda cobranza de cuentas
adeudadas por particulares se ha hecho imposible. Las ventas son nulas y debido a estos
motivos los pequeños industriales se hallan sin trabajo que dar a sus operarios, los cuales no
pueden mantener a sus familias. El tipo en que se cotiza el oro y la falta absoluta de giros
impiden hacer frente a las deudas contraídas en esta moneda. Es imposible hacer frente a los
compromisos más urgentes por falta de movimiento y de numerario. En una palabra, no hay
oro, no hay papel moneda, no hay trabajo. Es imposible seguir más tiempo así. Por estas
consideraciones, los pequeños industriales y minoristas reunidos el 21 del corriente mes en el
local de la Sociedad Italiana, nos han confiado de acuerdo con un precepto constitucional, la
honrosa misión de acercarnos a S. E. y exponerle la presente situación, suplicándole que su
gobierno acuda a todos los medios posibles para conjugar el mal. Dios guarde a V E. muchos
años. Firmado: Pascual Breglia, Cayetano Masi. Cano Laguardia, Vicente Giangreco».
Desde el interior del país, comenzaron a llover protestas de toda laya por aumentos en
los alquileres, encarecimiento de los artículos de primera necesidad, etc. En el sector de los
comerciantes minoristas comenzaba a insinuarse una actitud antigubernamental; el Dr. Andrés
Belmont era el vocero de esta tendencia. Desde Paraguarí, el corresponsal de «El Diario» en la
edición del 30 de enero de 1908, nos da cuenta de la iniciativa planteada en la corporación
municipal ante el encarecimiento de la carne vacuna. Allí la municipalidad se hizo cargo del
expendio de carne para la población. La situación afligente por la que se atravesaba en aquel
año aciago para el país deterioraba sensiblemente la tan cacareada bandera de la estabilidad,
levantada por la revolución de 1904. «El Diario» de 1908, en un artículo editorial afirmaba:
«Nos hallamos en presencia de uno de los problemas más graves que se rozan con la vida
misma del país. Se trata de la subsistencia de todos los hogares..., se hacen sentir los efectos
de la miseria... en forma harto ingrata. La crónica del día nos está diciendo -terminaba el
artículo- que en los momentos actuales estamos a punto de presenciar el espectáculo ingrato
de pobres gentes expoliadas sin consideración por los que pueden disponer de los medios de
satisfacer el estómago de los centros de población».
El gobierno del general Ferreira, frente a tan pavoroso cuadro, no trató de buscar
remedios para aliviar la situación. Por el contrario buscó confundir a la opinión pública e
intentó dividir a los trabajadores. En relación a esto, citamos el episodio ocurrido en Pirapó,
estación donde se estaba trabajando en la prolongación de las vías férreas a Encarnación. Con
motivo de la huelga declarada por los trabajadores de vías y obras, el capitán Samaniego,
luego teniente coronel, en compañía del jefe político de Yuty, al frente de un destacamento de
60 hombres, se constituyó en Pirapó con el objeto de reprimir a sangre y fuego la osada
actitud de los obreros. Como iniciación de las medidas de represión, ordenó en primer término
castigar a todos los obreros que tenían pañuelos o cualquier trapo rojo. El obrero que tenía
una faja colorada recibía 25 palos. Un sargento en situación de retiro, fue degradado y se le
aplicaron 50 palos. Después fue alojado en un calabozo mugriento. Estos obreros ganaban un
salario irrisorio: percibían desde 18,20 hasta 25 pesos diarios.
Queda demostrado, pues, que el Gobierno del general Ferreira - que según Alfredo
Jaeggli era un gobierno «constructivo», «progresista», «con una élite brillante» (19), mientras
garantizaba este nivel de beneficios a este tipo de empresas, daba palos a los obreros que
reclamaban irrisorios aumentos de jornales.
«Nunca una revolución contó con tanta simpatía popular», dice Alfredo Jaeggli
refiriéndose a la de 1904. (20) Y continúa: «El país estaba cansado de gobiernos colorados y
deseaba dar un salto hacia el progreso, probando nuevos valores».
«Toda la juventud -aún los niños de 15 años- peregrinaron hacia Villeta (cuartel
general revolucionario) que era meta de honor de universitarios, de estudiantes, de pequeños
burgueses, de profesionales». Y en el Paraguay, todo movimiento apoyado por la juventud, es
un movimiento popular. Pero el cuadro conductor de la Revolución de 1904, integraba un
equipo seleccionado y de confianza de la oligarquía argentina. Que nadie olvide que esta
revolución fue organizada y costeada por la Argentina. Los primeros actos del primer gobierno
constitucional presidido por el general Ferreira lo llevaron bien pronto a la impopularidad. Era
un gobierno de derecha, integrado por el sector llamado de los cívicos que escamoteó el
programa de la Revolución de 1904. Toda su preocupación se reducía a ganar la confianza de la
oligarquía argentina, alejándose cada día del pueblo. Pretendió «modernizar» al Paraguay
tratando de erradicar a latigazos las simples y humildes costumbres tradicionales del pueblo.
Había que copiar, por otra parte, todo lo que era usanza de los argentinos y había que
remachar la dependencia de la Argentina oligárquica y del capitalismo extranjero.
Mientras tanto, ¿cuál era la situación del país, bajo este primer gobierno constitucional
oligárquico de la revolución de 1904? Escuchemos algunos conceptos emitidos en los
documentos de la época.
«El Diario», órgano del sector democrático y populista del Partido Liberal Radical
gobernante, en sus ediciones del 16, 20, 22 y 25 de mayo de 1908, publicó una serie de
artículos intitulados: «El gobierno del general Ferreira y la situación del país» y firmados por el
señor César Genes. «He aquí -dice en su primer artículo- el hombre que tiene graves
acusaciones. La opinión pública del año 72 ya lo había señalado como un mal patriota... su
nueva actuación pública la inauguró con nuevos atentados a la Constitución y a las leyes.
Implantó el despotismo como régimen de su gobierno». Más adelante describe la situación:
«La paz interna perturbada. La campaña anarquizada por el terror. Los pueblos despoblados
por las persecuciones políticas. Los jefes departamentales convertidos en caciquillos. Los
derechos y las garantías individuales pisoteados. El comercio casi muerto. El crédito público
deprimido. La agricultura sufre el azote de la emigración. La exportación disminuye. Los
establecimientos industriales cierran sus puertas por falta de protección. El oro a 1.500. Los
fletes ferroviarios por las nubes». Y luego: «Nada se ha hecho para paliar esta crisis... Las dos
arterias principales del país, han sufrido depreciaciones en sus valores, hablo del cuero y de la
madera».
«El malestar es general -escribe César Genes-, hay que estar en la llanura para palpar la
miseria, para oír los clamores de la crisis... Esta es la triste realidad de la situación del país».
En otro de sus artículos el señor Genes denuncia los males que sufre el país: «los jefes
políticos ensoberbecidos; los reclutamientos arbitrarios; los trabajos forzados en las quintas
particulares; las apropiaciones indebidas de tierras y las venganzas políticas... Nuestro pueblo
está cargado de impuestos». Y termina denunciando que «el gobierno del general Ferreira no
ha seguido el camino marcado por la revolución de agosto».
«La razón es que el general Ferreira no respondió a los anhelos del país, prescindiendo
en su gobierno, formado con un nuevo partido cívico, de los radicales que en la cruzada de
1904-1905 habían destronado al Partido Colorado. Pero al lado de estas razones aparentes hay
otras, que quitan al golpe de Estado del 2 de julio su carácter de pronunciamiento, reduciendo
la parte militar a un papel de simple actuación, en apoyo de la solución de un problema
económico. La reciente revolución es ante todo un movimiento nacional y comercial contra
combinaciones del Presidente con capitales extranjeros. Su verdadero origen debe buscarse en
la lucha económica del banco que se considera nacional por su actuación y su clientela, contra
otro banco que pretendió asumir los caracteres de un banco de Estado, a la sombra de un
banco extranjero. Si se pudieran publicar -dice por último la citada revista- las bases de los
pingües negociados que se tramaron entre el presidente Ferreira y sus amigos, por una parte,
y el presidente del Banco Francés, por otra, la verdadera causa de la revolución
resplandecería como luz meridiana; el elemento joven del Paraguay no quiso permitir que se
llevaran a cabo esas combinaciones inmorales que debían entregar las finanzas paraguayas a
un banco extranjero», que desde luego se hallaba entregado a la tarea de impulsar el
monopolio de varias explotaciones y del transporte fluvial.
«Es precisamente por ser el comercio la fuente donde tiene origen la riqueza de los
pueblos, porque él da movimiento y activa el desarrollo de la industria y de la agricultura;
porque él es el mayor tributario de un país, porque contribuye para sus rentas con una elevada
porción monetaria por medio de los impuestos, que se vuelve de alta importancia su
representación en la gran liga de todos los que trabajan y dirigen el encadenamiento de las
operaciones que le son inherentes porque de esa alianza surgirán hombres prominentes,
versados en las ciencias económicas; financieros que serán los dirigentes de los días venideros;
pues, al inteligente e ilustrado hombre de comercio está señalada elevada misión en la política
de las naciones; pero, sólo el espíritu de asociación que va siempre despertado por el
predominio del progreso, indicará a esos estadistas del porvenir el camino glorioso por donde
tendrán que pasar... El comercio de hoy necesita ser ilustrado con el fin de que pueda
desenvolverse y utilizar las ventajas que ofrecen nuestras ubérrimas tierras... Es necesario que
cada uno de nosotros venga a ser un comerciante en la acepción de la palabra; y lo será
porque estamos por instalar en nuestra asociación una academia de comercio. Para tan
elevada consecución contamos con la buena voluntad del comercio local y del gobierno de la
nación, que ya nos han dado pruebas de apreciar nuestra institución, y, unidos haciendo
converger nuestros esfuerzos para el bien común, la veremos coronada del más feliz
resultado...» (23)
Otro hecho de carácter sindical que no hemos querido pasar por alto es la
conmemoración del 11° aniversario de la Sociedad de Empleados de Comercio.
La idea de la Sociedad había sido concebida por el señor Juan Campos, quien la
comunicó a los señores Benjamín Mercado y Francisco Campos. Se resolvió llamar a una
reunión preliminar para la constitución de la misma, para el 8 de agosto de 1896. Asistieron a
ella además de los nombrados, los señores José M. Andreau, Guillermo
Rosa, Manuel Rodríguez, Francisco Mercado, Pedro Antonio Rodríguez, Silvio Pedretti, Luis
Volta, Vidal García, Manuel G. Bernardez y Alfonso B. Campos. En dicha reunión quedó
definitivamente constituida la sociedad.
Los primeros pasos fueron penosos y hubo necesidad de los mayores esfuerzos para
dar vida al naciente centro que luchaba con la indiferencia de los empleados. Este cuadro
habría de cambiar cuando, gracias a una feliz casualidad, se obtuvo la implantación del
descanso dominical, lo que motivó el ingreso de numerosos socios.
Fue entonces en el año 1902, cuando el venerable don Jorge López Moreira elegido
presidente de la asociación le dio mayor impulso, poniendo al servicio de ella toda su
encomiable actividad.
En el año 1906, por iniciativa del socio señor Enrique Prieto, se fundó la Escuela de
Comercio, que pronto adquirió una vida floreciente y un bien merecido renombre, pues
constituía una modesta pero bien organizada institución de enseñanza.
GREMIO ESTUDIANTIL.
Las sesiones del congreso fueron muy laboriosas. En una de ellas la señorita Clotilde
Luisi leyó un extenso trabajo sobre solidaridad americana y terminó proponiendo la
constitución de una «Liga de Estudiantes Americanos». Esta propuesta originó un largo debate
entre varios delegados y finalmente fue aprobado el proyecto de la señorita Luisi que había
sido apoyado entusiastamente por los delegados brasileños.
En Barrero Grande, hoy Eusebio Ayala, el 8 de junio de 1909, se llevó a la práctica una
interesante iniciativa. A propuesta del jefe político local, don José García, se creó una
cooperativa agraria. Se organizó su estructura y funcionamiento en forma sencilla pero severa,
de acuerdo con las siguientes reglas: 1- los cooperativistas se obligaban a prestarse ayuda
mutua; 2- el cooperativista que no asistiere al trabajo tendría que pagar una multa de $ 20, por
cada día de ausencia; 3- la cooperativa quedaba sometida a la autoridad del jefe político; 4-
todos los integrantes de la cooperativa estaban obligados a trabajar alternativamente un día
en la chacra de cada uno de los miembros de la asociación; 5- la cooperativa debía sembrar
300 liños de tabaco, 400 liños de productos comestibles, tales como mandioca, maíz, poroto,
etc.; 6- cada cooperativa debía solicitar un préstamo del Banco Agrícola para adquirir un arado,
una yunta de bueyes y una carreta.
La existencia de la «cuestión social» desde luego, era negada por los líderes de la
«revolución de 1904», y de manera especial, por uno de ellos, el Dr. Cecilio Báez. No obstante,
«El Diario», órgano oficioso de la corriente radical del partido gobernante y exponente del
sector juvenil, se ocupó en más de una ocasión de la suerte de los obrajeros o «braceros», de
los obrajes y yerbales de empresas extranjeras radicadas en países vecinos. Naturalmente se
refería a la Argentina. En la edición del 10 de julio de 1909 denunciaba «los contratos leoninos
a que son sometidos estos trabajadores y cuyas consecuencias, van desde la pérdida de la
libertad individual hasta la succión del último centavo del haber que se paga al operario,
vendiéndoles a precios exorbitantes mercaderías de la más ínfima calidad; los castigos y
vejámenes con que se los reprime, el exceso de trabajo que se les impone y otros abusos más
a que se los somete, tratándolos como esclavos sobre los que tuviera el dueño el derecho de
vida y muerte, son moneda corriente en esa clase de empresas industriales que cuentan sus
beneficios por el número de obreros sacrificados y el cúmulo de atrocidades que en ellas se
ejercitan». En la edición del 10 de diciembre de 1909, bajo el título «Los braceros paraguayos y
las empresas extranjeras», reclama la sanción de leyes «tendientes a reglamentar la
contratación de braceros paraguayos con destino a los establecimientos yerbateros y
obrajeros del exterior». Después de referirse a los sufrimientos, vejámenes, injusticias y
explotación «a que son sometidos los braceros paraguayos», sostiene el citado artículo «que la
emigración a esos centros de trabajo no es conveniente por dos razones fundamentales:
porque arranca de nuestro suelo los brazos que hacen falta, y porque pone a nuestros
compatriotas en el sombrío camino de una suerte miserable a cuyos rigores muchos no tardan
en sucumbir». «El Diario» no analiza las causas de esta emigración, ni tampoco denuncia las
mismas injusticias y atrocidades cometidas con compatriotas que trabajaban en
establecimientos similares ubicados en nuestro país, en el norte paraguayo y en el Alto Paraná.
Es más, dichos establecimientos en su mayoría pertenecían a los mismos propietarios de las
empresas situadas en los países vecinos.
También en 1909, el precario parque industrial del país, se vio reforzado con la
inauguración en Paraguarí de una fábrica de jabón, de propiedad del señor Victorio Zinoborf,
oriundo de Triete.
fue en los Estados Unidos de Norte América donde la contienda social por la jornada de ocho
horas alcanzó un nivel de violencia más alto y donde exigió un combate sin tregua y más largos
años de sacrificios y perseverancia de los trabajadores organizados». Prosigue más adelante:
«Hacia 1869 se fundó en los Estados Unidos una poderosa central sindical a la que
pertenecieron la inmensa mayoría de los trabajadores organizados. Era la «Honorable Orden
de los Caballeros del Trabajo», que actuó secretamente al principio, y libremente, cuando ya el
número y la fuerza de sus asociados se habían acrecentado. «Los Caballeros del Trabajo»
llegaron a sumar más de 700 mil afiliados en 1885, agitando como reivindicación principal la
lucha por la jornada de ocho horas. Sin embargo, fue una central minoritaria entonces, la
Federación de Gremios y Sindicatos Obreros Organizados (Federation of Organized Trades and
Labour Unions) fundada en 1881 bajo la consigna de «sindicalismo puro y simple», la que
adoptó, en su Convención de 1884, el acuerdo de ir hacia la aplicación de ley de la jornada de
ocho horas a partir del 1° de mayo de 1886 con una huelga general. La propaganda para
lograrla culminó en los primeros meses de 1886 y se calculó en 340 mil obreros los
participantes de la huelga, entre los cuales algunos líderes y miembros de la tendencia
anarquista de la Honorable Orden de los Caballeros de Trabajo.
El alcalde de la ciudad asistió y permaneció hasta que la lluvia torrencial que caía lo
hizo partir entre miles de manifestantes, que volvían a sus domicilios. El mitin fue tranquilo,
como lo confirmó la propia policía, y hablaron en él, entre otros, tres de los más brillantes
oradores obreros: Augusto Spies, Alberto Parsons y Samuel Fielden. Cuando éste terminaba su
discurso para disolver el mitin, habiendo en ese momento sólo algunos centenares de
manifestantes, el Capitán encargado de la fuerza policial lo conminó para que dejara la tribuna
«inmediata y pacíficamente». En ese momento se oyó el estruendo causado por la explosión
de una bomba que mató 15 policías y el mitin fue disuelto violentamente por la fuerza pública,
que hizo nuevas víctimas entre los trabajadores.
Así fue como Alberto Parsons, que había sido candidato a la Presidencia de los Estados
Unidos en 1885, por los socialistas, y era miembro destacado de los Caballeros del Trabajo,
Augusto Spies, brillante orador y periodista obrero; Adolfo Fischer, también publicista obrero;
George Engel, valeroso luchador sindical emigrado de Alemania y Luis Lingg, joven anarquista
de 22 años, llegado de Alemania en 1884, fueron condenados a morir ahorcados la mañana del
11 de noviembre de 1887. (Luis Lingg se suicidó en su celda de condenado la noche anterior a
esta trágica fecha). Samuel Fielden, Miguel Schwab y Oscar Neebe fueron condenados a largos
años de prisión.
Veinticinco mil personas acompañaron los restos mortales de los ajusticiados hasta la
tumba y doscientos cincuenta mil espectadores presenciaron silenciosamente en las calles, su
cortejo. En la procesión había representantes de muchos sindicatos.
Desde el año de 1906, la clase obrera viene conmemorando todos los años el día de los
trabajadores. Tradicionalmente la marcha partía de la sede oficial del sindicato de las
federaciones y terminaba en la plaza Uruguaya o Independencia. Las crónicas de la prensa
local señalaban el orden y la disciplina reinantes en estas demostraciones sindicales. En prueba
de ello insertaremos las crónicas de algunos años. La de «El Diario», de 1909, decía:
La columna, formada de todos los gremios, partió a las 8 de la mañana del local de la
Federación Obrera, calle Montevideo esquina Coronel Martínez.
Una vez en la plaza, inició los discursos el obrero tipógrafo Guillermo Recalde, quien
con mucha elocuencia historió la significación del 1° de Mayo en los fastos de la clase
trabajadora. Fue ruidosamente aplaudido.
Hablaron después los obreros Juan Fernández, Damián Benítez y el joven estudiante
Robustiano Vera, habiendo estado todos ellos muy felices y entusiastas en sus discursos. Cerró
los discursos el señor Cervant con una vibrante pieza oratoria.
Las clases obreras demostraron anteayer, no sólo la cohesión que hay en ellas, sino
también su fuerza y su buen criterio en la manera de ejercitar sus derechos.
Los manifestantes, que empezaron con calma, se pusieron después bastante exaltados
bajo el impulso del entusiasmo.
Pero la calma de los primeros instantes no duró, pues en la plaza Uruguaya misma
donde se efectuó la reunión, pretendieron cometer un atropello contra dos tranvías que
venían llenos de gente y lo hubieran hecho de no contenerlos la autoridad.
En la calle Villarrica, que era la que seguían, entre 14 de Mayo y 15 de Agosto, iba a ser
disuelta la manifestación por la policía, en vista de que el entusiasmo iba ya a degenerar en
desorden; pero el señor Comisario de órdenes dispuso que se siguiera adelante.
En la ciudad de la Asunción a primero de mayo de mil novecientos diez, siendo las diez
a. m. reunidos los trabajadores nacionales y extranjeros en la plaza Uruguaya, resolvieron lo
siguiente:
1°. Dejar constancia de su protesta ante la Municipalidad por la ley que grava con un
impuesto de un peso fuerte a los trabajadores de la capital... ».
Por último, acerca de la manifestación del año siguiente, escribía el mismo diario:
«A las ocho y media de la mañana partió del lugar determinado por la Comisión
Directiva de la Federación Regional Paraguaya, la manifestación de casi la totalidad del gremio
obrero, llevando a la cabeza de la columna la comisión arriba citada, dos banderas nacionales y
una con la insignia del centro regional.
Las palabras del distinguido orador fueron interrumpidas con nutridos aplausos hasta
su terminación.
Sostuvimos en el primer tomo de esta obra que «El Artesano» que apareció el 25 de
octubre de 1885, fue el primer vocero gremial del Paraguay. «El Artesano» apareció –
decíamos- «en la palestra de la prensa nacional para alentar, estimular, fomentar el espíritu de
agremiación».(28)
Como vocero oficial del gremio de los gráficos se adhirió a la corriente socialista del
sindicalismo obrero internacional.
Con motivo de la conmemoración del 1° de Mayo de 1906 apareció «El despertar»,
vocero de la primera central sindical del país -la Federación Obrera Regional Paraguaya-,
haciendo suya la causa del gremialismo anarco-sindicalista. Con «El Despertar» la clase obrera
del país asume una posición ideológica. La prensa obrera de los años posteriores afirmará esta
posición de acuerdo con las ideologías imperantes en la época. Así tenemos «Germinal» que
apareció en 1908, de tendencia anarquista; en 1909 cuatro periódicos: «El Alba», «La
Rebelión», «Hacia el Futuro» y «Hacia el Porvenir», los dos primeros de tendencia anarquista.
En 1910, «Tribuna»; «El Pueblo» en 1914; en 1915, «Prometen» y «La Protesta Humana». En el
año 1917, «El Socialista»; en 1924, «Bandera Roja», de orientación comunista; dos años más
tarde «Comuneros», de similar tendencia; en 1927, «El Combate»; reaparece «El Alba» y «El
Ferroviario», de tendencia reformista. Al año siguiente, «Chispa Marina» y «Yunque y Arado»
(en San Antonio). En 1930, «El Marítimo» de la Liga de Obreros Marítimos, «Voz Proletaria» -
nacionalista-, «Emancipación» y «El Rebelde».
El golpe militar del 2 de julio de 1908, encabezado por el mayor Albino Jara, constituyó
el primer colapso de la revolución de 1904, primera explosión política en los comienzos del
siglo XX. El hecho no dejó de repercutir en el seno del movimiento obrero: la actividad sindical
entró en franca declinación, prolongándose ésta hasta 1911. Decayó el fervor que despertara
la fundación de la primera central de trabajadores. La inestabilidad, con todas sus secuelas,
imperaba en el país.
No coincidimos con el criterio liberal sustentado por el Dr. Justo Prieto sobre el golpe
militar del 2 de julio de 1908, al pretender presentarlo como que «las fuerzas del progreso y de
retroceso, estaban en plena lucha con golpes de luces y de sombras». (29)
La verdad de los hechos, cualesquiera fueran los puntos de vista, es que con este
segundo golpe el régimen del faccionalismo político, hechura de los vencedores de la guerra
de la Triple Alianza, comenzó a devorar a su nueva víctima. Dio por tierra con la tan cacareada
bandera de la estabilización institucional, enarbolada por los revolucionarios de 1904 para
terminar con las vicisitudes políticas y el desorden dejados por el coloradismo. El Paraguay,
lejos de tranquilizarse, entró de nuevo en el mar de la inestabilidad política. Se comenzó a
repetir la historia vivida bajo el régimen del coloradismo. El cambio anunciado, quedó nonato,
en tanto que la crisis iba en ascenso. La situación, globalmente considerada, empeoró y el
movimiento obrero sufrió los efectos de la situación que atravesaba el país.
La creación del Centro «Rafael Barrett», constituyó algo así como el intento de
remoción de viejos y rutinarios conceptos coloniales imperantes en el medio deseado
asunceno. Por primera vez en el país, la juventud estudiosa se acercó a los trabajadores y con
la colaboración de ambos se fundó este centro de obreros e intelectuales del que ya nos
hemos ocupado en el primer volumen de esta obra. Rufino Recalde Milesi cumplió un
trascendental papel en la formación de dicho centro de cultura social obrera, llamado a
gravitar en el proceso posterior del desarrollo y ampliación de las ideas sociales en el
Paraguay.
Hay que destacar, por otra parte, que este centro -expresión de la alianza de los
trabajadores con los intelectuales- fue de orientación marcadamente anti-clerical y laica;
puede ser considerado, pues, como el primer fruto de las enseñanzas del maestro. La actividad
desarrollada por el centro influyó poderosamente en el espíritu público y juvenil de la época.
Puede decirse que merced a esta campaña, años después dio a luz el primer partido de
orientación netamente obrera en el Paraguay.
A diferencia del anterior movimiento que culminó con la creación de la primera central
de trabajadores, la Federación Obrera Regional Paraguaya de línea anticlerical y antiestatal y
de método de acción directa, la reactivación gremial se inició con un nuevo espíritu insuflado
con ideas reformistas: Los trabajadores se orientaron a buscar el respaldo de los órganos del
Estado para lograr conquistas que les eran negadas. En este sentido, Rufino Recalde Milesi y
sus compañeros decidieron adoptar los principios y la táctica de la Segunda Internacional
Socialista.
«En el asunto de las ocho horas, el Centro -decía- se interesó por la legalización de las
mismas, secundando al doctor Ignacio A. Pane, quien presentó al Congreso un proyecto de ley,
que quedó en suspenso, por la sencilla razón de que al poco tiempo, ya no hubo Poder
Legislativo. Esta es la verdad».
«El Diario» del 10 de setiembre de 1912, registra la noticia de haberse realizado «con
numerosa y selecta concurrencia» la Asamblea General, para proceder a la elección del nuevo
Consejo de Administración. Resultaron electos los siguientes señores: Presidente: Alfonso B.
Campos, Vice-presidente: Sinforiano Buzó, Secretario: José D. Gómez Sanjurjo, Segundo
Secretario: Jacinto I. Rojo, Tesorero: Luciano López, Segundo Tesorero: Miguel G. Ballario,
Bibliotecario: Rafael Ferreira, Suplentes: Adolfo D. Acosta y Marcos Cabral. Cabe señalar que el
señor. Luis Volta obtuvo el mayor número de votos como candidato a la presidencia, pero no
habiendo aceptado el cargo fue designado el señor Alfonso B. Campos, quien le seguía en
número de votos.
Días después, la huelga entró en un período de arreglo pacífico. Poco antes, el Dr. José
P. Montero, ministro del Interior, había ofrecido en nombre del Gobierno, enviar a los
maquinistas de la flota nacional para suplantar a los huelguistas y reanudar el tráfico
ferroviario.
La Federación es la única entidad que sus Estatutos y medios de lucha están exentos
de política.
El Secretario.
Antes y después de estos movimientos, la prensa local se ocupó de los temas sociales
que afectaban al sector laboral. «El Diario» del 13 de diciembre de 1912 en un artículo titulado
«Defensa social del trabajador», sostenía entre otros conceptos que «el Paraguay no conoce
todavía la llamada cuestión social que es producto del desarrollo industrial y de los inevitables
conflictos entre el capitalista y el trabajador»
Más adelante afirmaba el articulista que «el pobre en el Paraguay no tiene ningún
género de protección. Por el contrario, es víctima propiciatoria de todos los abusos, de
fraudes, de vejámenes y expoliaciones irritantes».
NOTAS Y BIBLIOGRAFÍA
(24) La crónica de este congreso apareció en «El Diario» en su edición del miércoles 12 de
febrero de 1908.
(26) Los datos acerca de esta cooperativa fueron, evidentemente, extraídos de una publicación
que no menciona el original.
(28) Gaona, Francisco: «Introducción a la Historia Gremial y Social del Paraguay». Tomo I. Ed.
Arandú. Buenos Aires. 1967.
(30) A la luz del título de este subcapítulo «El movimiento obrero después del golpe de julio»
(que exprofeso no hemos ajustado), y su poca correlación con el texto, salta a la vista el
notablemente oscuro período que afectó a los movimientos sociales durante la hegemonía de
Jara. Gaona, sin hacer referencia explícita al hecho, no transcribe cita alguna, suelto u opinión
que haya sido publicada en ese lapso (las citas son de 1912 y 1913), pese a que bajo el punto 8
de este mismo capítulo menciona la aparición de un periódico obrero en 1908, cuatro en 1909
y dos en 1910.
No obstante, algunos datos aislados proveídos por el propio autor en este tomo como
por ejemplo: a) el control policial ejercido durante las distintas manifestaciones celebratorias
del 1ro. de mayo, b) la pública prohibición a los oradores del mitin de 1911 «de ocuparse de la
política, ni de la situación actual», c) la sensación de incertidumbre y temor que emana del
documento de la Sociedad de Empleados del Comercio de 1912; y la mención que hace el
mismo acerca de la «función de la Guardia Nacional», d) la breve mención acerca de la
«forzosa paralización de los trabajadores entre 1908 y 1913», etc. A más de otros datos como
p. ej. el conocido incidente registrado entre el coronel Jara y Rafael Barrett, sugieren que la
inestabilidad política afectó seriamente a la organización obrera, y que los trabajadores no
pasaron muy bien el período jarista.
CAPITULO VIII
ACONTECIMIENTOS GREMIALES
BANDERA ROJA
Cabe señalar, por otro lado, que una fracción de esta primera alianza (Comité de
Acción Social) se había constituido en la primera Sección Paraguaya de la Internacional
Comunista en febrero de 1924.
En fe de lo que queda consignado, en fecha arriba expresada, firman: Patricio Gómez, Andrés
Ruiz Díaz, Agustín Duarte, Ramón González, José Giménez, José T. Núñez, Encarnación Sosa,
Mamerto Gill, José Barrios, Cipriano Penayo, Cantalicio Gómez, Tomás Insfrán, M. Caballero,
Remigio Vera, Juan Andrés Añasco, Juan Pablo Ayala, Victoria Ayala de Gómez, José Santacruz,
Cecilio Meza, Virgilio Alfonso, Artemio Vera, Robustiano Vera, Lucas Ibarrola, Ramón
Mongelós, Juan B. Ortiz y Sindulfo González.
El impacto del deterioro -cada vez más intolerable- de las condiciones de vida y de
trabajo se hacía sentir más que en ningún otro sector, sobre los maestros de las escuelas
primarias del país. La Asociación de Maestros de la Capital, dirigida entonces por Élida
Ugarriza, actuando como consejero Cipriano Ibáñez, sin haber logrado vincular a los docentes
del interior, trató de remediar la situación, suscribiendo un pedido de mejoras dirigido al
gobierno.
Cuando en la mañana del día 20 de abril de 1926 se encontraba el Sr. Turlán cargando
bolsas de harina de la casa Minetti, acompañado del joven Julio Vera, se acercó el obrero
panadero José Núñez descargándole su arma contra el Sr. Turlán, hiriéndolo de gravedad.
«El Diario» del 22 de abril de 1926 -informaba- que en ocasión de ser invitados,
patrones y obreros panaderos por el Jefe de Policía de la Capital, Dr. Casal Ribeiro, tratando de
hallar una fórmula de conciliación, la policía había advertido al Sr. Turlán de la animadversión
de los obreros panaderos sindicalizados contra él, situación que podría derivar en un atentado
contra su vida. Se le había insinuado que saliera lo menos posible de su casa. La policía mandó
rodear la manzana en que se ubicaba la casa de este señor, por agentes de investigaciones.
«No hay obrero del país que no haya conocido, siquiera sea de nombre a Julio Adriano
Turlán, el formidable líder del ideal anarquista cuyas frases de fuego e impetuosidad temible
de hombre de acción, arrojara por su actitud arrogante y amenazadora ante las autoridades
políticas y los patrones. Fue el gran maestro de las bravas y pujantes rebeldías en el seno del
obrerismo. Así, con la fuerza de convicción que inculcaba, Turlán supo captarse la más alta
confianza de los compañeros que veían en él, al heraldo de sus más hondas esperanzas».
Juan F. Turlán, hermano de Julio Adriano, en manifiesto público con fecha 20 de abril
de 1927 recuerda y defiende la actuación de su hermano.
«La víctima Julio Adriano ha sido un trabajador y un idealista de verdad que al propio
tiempo que procuró labrar el bienestar propio y de los suyos durante 23 años de trabajo,
desde las posiciones más humildes, desde peón de patio de una panadería, se labró una
fortuna respetable con el producto de su trabajo personal, sin descuidar ni un solo instante la
lucha por su ideal y su permanencia siempre fiel en su puesto, pronto a prodigar su bolsa, su
concurso personal, su libertad y hasta la vida por la causa de los trabajadores, sin haber jamás
lucrado con el ideal, como lo han hecho y lo continúan haciendo los autores morales de su
cruel inmolación».
«En Buenos Aires perteneció al grupo editor del diario «La Protesta», en cuyo seno
dejó huellas imborrables de actividad, firmeza y decisión. Más tarde formó parte del «Comité
de Afinidad», juntamente con Apolinario Barrera, cuyo solo nombre es compendio de
desinterés, firmeza y sacrificio. Luchó denodadamente en aquel comité cuyo programa
principal fue la evasión de Radowiski y otros presos sociales del presidio de Ushuaia. Actuó en
las grandes huelgas de 1916 y 1917 en Buenos Aires luchando denodadamente en las filas
proletarias. Tomó parte en las luchas heroicas de los obreros contra las fuerzas conservadoras
en las calles de la metrópoli porteña, en los días memorables de la SEMANA TRÁGICA (1919)».
«De vuelta al país puso todo su empeño en la organización de los trabajadores del
Paraguay, aportando a la incipiente organización proletaria el concurso invalorable de su
experiencia, decisión y espíritu emprendedor acreditados en largos años de lucha en la
Argentina. Militó en el seno del Centro Obrero Regional del Paraguay y en la Sociedad de
Resistencia Panaderos Unidos, de cuyos Consejos Federales y Ejecutivos formó parte».
«Su foja de servicios acredita actos de invalorable arrojo, tino y prudencia: Fue uno de
los dirigentes de la famosa huelga general de 1921, cuando la clase trabajadora de la Capital
resistió 22 días de paro total, cosa nunca registrada en los anales de la lucha de clase de
ningún país. Y cuando la huelga general de 1922, Julio A. Turlán se encontraba trabajando en la
ciudad de Encarnación, el Consejo del Centro Obrero Regional le llamó especialmente para
venir a prestar su concurso eficiente en la lucha entablada. En aquella ocasión se le hizo un
recibimiento pocas veces dispensado a los luchadores del campo obrero. Una gran
manifestación, con banderas y flores, fue a esperarle a la Estación Central, porque de su acción
inteligente y resuelta se esperaba el triunfo de la lucha empeñada. Como todo luchador
auténtico sufrió persecuciones y encarcelamiento por el ideal».
APÉNDICE I
El trabajo del Dr. Sinforiano Buzó Gómez, viejo amigo y compañero de inolvidables
jornadas juveniles de la generación del 20, intitulado «CRONOLOGÍA DEL MOVIMIENTO
OBRERO PARAGUAYO», lo considero algo así como el suplemento del presente tomo de mi
obra.
El trabajo es inédito. Hace ya varios años que obra en mi poder. Me lo entregó su autor
sin más interés y propósito que el de colaborar en la obra de escribir la historia de la clase
obrera del Paraguay. Creo haber cumplido el propósito. Esta es la oportunidad que se me
ofrece para reiterar, una vez más, mis sinceros agradecimientos al compañero y amigo por tan
valiosa contribución.
(RESUMEN)
1901
OCTUBRE:
1. Reunión del gremio de hojalateros en la calle Yegros 228 con permiso de la policía,
resolviéndose solicitar de las distintas hojalaterías se les conceda desde la fecha ocho horas de
trabajo diario. El gremio resolvió no volver al trabajo si los patrones no accedían a lo solicitado.
La comisión designada ante la patronal visitó de inmediato a la hojalatería sita en Palma y 15
de Agosto, de los Sres. Eugenio Tavarozzi y E. Kieff, quienes considerando justa la petición
firmaron accediendo siendo los primeros en hacerlo.
2. Llega Pedro Gori a la Asunción. Algunos diarios se hacen eco de su llegada, entre ellos «La
Patria», diario que le brinda sus columnas.
6. Conf. del Dr. Gori sobre «El Pensamiento Moderno en la Ciencia y el Arte»; presentado por
el Dr. Félix Paiva; en el Instituto Paraguayo.
7. Huelga de albañiles y hojalateros por las ocho horas, continúa. «La Patria» editorial de la
fecha, sostiene que esa huelga es justa; que el fenómeno de la huelga por primera vez se
manifiesta entre nosotros y que falta una ley que establezca las relaciones entre obreros y
patrones.
10. 2da. Conf. del Dr. Gori; en el local de la Univ. Nacional; presentación a cargo del Dr. Manuel
Domínguez; tema: «El Crimen Patológico».
1906
MAYO
OCTUBRE
1907
ENERO
16. Conf. del Dr. H. David en el «CENTRO GRAL. DE OBREROS S/ TEMAS SOC.».
ABRIL
13. Los obreros aceptan el arbitr., la empresa rechaza; desp. de obreros; sigue la huelga.
18. La Fed. Obr. Reg. del Parg. (Sociedad de Obreros, Carpinteros y anexos). Rechaza el pedido
de los huelguistas de adherirse a ella. «El Diario» llama la atención de la incitación de extraños
para extender la huelga.
22. Terminación de la huelga ferroviaria con el triunfo obrero, concedido por el presidente del
directorio.
MAYO
1. Se festeja por 1ra. vez en el Paraguay. Paro general manif. de la Fed. Reg. del Paraguay.
1908
ABRIL
24. Artículo publicado en «El Diario» s/la vida de los peones del Alto Paraná.
MAYO
Federación Obrera del Paraguay. Centro Mecánicos, Maquinistas y Anexos. Fed. Artes Gráficas.
Herreros y anexos.
JUNIO
15. Se inicia la publicación de los artículos de Barrett en «El Diario» sobre «lo que son los
yerbales». «El Diario» organiza conferencias de intelectuales y obreros.
AGOSTO
NOVIEMBRE
1909
FEBRERO
20. Sociedad de empleados de comercio; se funda por iniciativa de Juan Zenón Campos; de
socorros mutuos y para velar por el cumplimiento de la Ley de descanso dominical.
MAYO
JULIO
1. Artículos sobre una petición a presentarse al Congreso para mejorar la situación de los
obreros del Alto Paraná; denuncia la esclavitud «El Diario».
SEPTIEMBRE
1910
FEBRERO
10. Huelga de ebanistas que trabajan en las obras del pabellón del centenario; causa: aumento
de salarios en 30% y 50% extra. Interviene el administrador del Banco Agrícola que obtiene el
20% de aumento.
14. «El Diario» denuncia violencias y califica de odioso boicot. Pide garantías para la libertad de
trabajo. Interviene el Ministro del Interior.
22. La Federación Obrera emplaza por dos días la solución del conflicto. Amenaza con el
boicot. Intervención policial.
25. Termina la huelga. 20% de aumento y 50% extra. No expulsión de obreros libres y admisión
de huelguistas. Libertad de los presos de la sociedad.
ABRIL
MAYO
AGOSTO
8. «El Diario» transcribe de «La Argentina» de Buenos Aires acerca de la vida en los obrajes de
Misiones, Paraguay y el Mato Grosso. Denuncia la esclavitud de los peones.
NOVIEMBRE
DICIEMBRE
21. Todavía sin solución. Dan plazo hasta el 31 y declaran 3 meses de boicot.
1911
ENERO
JULIO
... El Dr. Pane presenta a la Cámara de Diputados un proyecto de ley estableciendo la jornada
de 8 horas en el comercio.
SEPTIEMBRE
SEPTIEMBRE,
27. Presentación por Modesto Guggiari del proyecto de ley del Homestead.
OCTUBRE
1. Presentación por Modesto Guggiari del proyecto de ley de descanso dominical para la
campaña.
DICIEMBRE
...Huelga ferroviarios. Motivo: aumento de viático a maquinistas. Sueldos al tipo del día.
Multas a la Caja de cooperación. Interviene el jefe de policía.
13. Huelga de tranviarios en solidaridad con los ferroviarios. Denuncian violencias contra
huelguistas. Los tranviarios piden mejoras de salario.
14. Huelga de cocheros pidiendo aumento de sueldos a $ 300. Solución favorable. Se paraliza
el tráfico ferroviario.
20. Los huelguistas casi dejan a oscuras la ciudad. Violencias contra empleados de la usina.
Interviene la Prefectura.
21. Los panaderos presentan pliego de condiciones de trabajo que es aceptado. Aumento de
salarios y disminución de jornada.
1913
ENERO
6. «El Diario» en una nota de actualidad califica a la huelga ferroviaria de agresiva. Menciona
un tiroteo al tren en el kilómetro 89. Hace constar su protesta y la pérdida de simpatía por los
huelguistas.
11. Se soluciona la huelga ferroviaria con la intervención del Ministerio del Interior y del
Presidente de la República. Los peones de la aduana piden aumento de sueldo a $ 300
mensuales.
28. Huelga de carpinteros pidiendo 20% de aumento y la supresión del trabajo a destajo.
FEBRERO
10. Se funda la «Unión Gremial» con el propósito dula elevación moral de los obreros.
Fundación de una biblioteca pública.
11. Los carpinteros en huelga ofrecen sus servicios al comercio.
MARZO
ABRIL
MAYO
12. «El Diario» publica una carta sobre cosas del Alto Paraná en que denuncia la explotación de
los peones yerbateros: Una caja de píldoras contra el chucho (paludismo) la venden a 9 pesos
argentinos cuando no vale más de 3.
JUNIO
JULIO
...Suba de alquileres.
SEPTIEMBRE
26. Huelga de motormans pidiendo aumento de salarios de 1.90 a $ 2.5 y jornada de 9 horas.
Por cada hora extra $ 3 más.
OCTUBRE
10. Huelga de obreros de la imprenta oficial por reglamentación en el taller y por despido de
un obrero. Interviene la «Unión Gremial».
1914
MARZO
ABRIL
...Unión de talabarteros. Conductores de vehículos y motormans.
MAYO
29. Manifestación obrera para pedir medidas para solucionar la crisis actual.
JUNIO
5. Los hojalateros reorganizan la sociedad. A la fecha la «Unión Gremial» está constituida por
13 sociedades federadas.
AGOSTO
DICIEMBRE
1916
ENERO
ABRIL
19. Conferencia patrocinada por el Partido Obrero sobre el Partido Socialista, a cargo del
diputado socialista argentino Dr. Ángel Giménez.
JUNIO
17. Huelga de motormans y guardas. Piden: Aumento de salarios, peones para la limpieza de
vías y uniforme.
JULIO
20. «El Diario» denuncia a supuestos agitadores profesionales y vividores que predican la
violencia.
AGOSTO
SEPTIEMBRE
12. La prensa dice que los ferroviarios en huelga han incendiado 4 puentes. «Urge dejar las
contemplaciones».
29. Suspensión total del tráfico ferroviario por atentado criminal contra el ingeniero de la
empresa.
30. El Centro Obrero Regional comunica el paro general al Ministerio del Interior. Huelga de
aserradores en vía de arreglo.
OCTUBRE
6. Dos días de paro general. Asamblea disuelta por la policía. Reclutamiento de 100 cabecillas.
Intervención del jefe de policía en la huelga de aserradores. Los foguistas piden 50% de
aumento y vino en las comidas.
30. Huelga de foguistas. Soc. Obreros cerveceros y anexos. Oficiales curtidores. Carpinteros de
ribera.
NOVIEMBRE
6. Conato de huelga de ferroviarios por pago de sueldo. Operarios de. Pto. Sajonia abandonan
trabajo por la expulsión de 3 compañeros.
13. Sociedad de patrones, capitanes y prácticos. Los obreros fluviales piden solidaridad y
fracasan.
DICIEMBRE
12. Se solucionan los conflictos existentes y aparece el de los gráficos que piden aumento del
60%.
20. Solución del conflicto tipográfico con la intervención del jefe de policía. Obtuvieron un 20%
de aumento.
1917
ENERO
1. Conferencia del Dr. Ignacio A. Pane sobre «La política y los obreros»: El Partido Colorado
incorpora a su programa la cuestión del salario y del trabajo.
FEBRERO
MARZO
26. Paro general en solidaridad con los obreros tranviarios. No todos los obreros se adhieren.
Cable subterráneo cortado.
JUNIO
26. Huelga de ferroviarios por expulsión de carpinteros en Sapucay e intervención del jefe de
policía.
28. «Más huelgas» comentario de actualidad de «El Diario»; sigue la huelga ferroviaria.
JULIO
17. «La moral de una huelga», nota editorial de «El Diario» en que denuncia la intromisión de
algunos políticos.
28. Se trata el proyecto de creación del Departamento Nacional del Trabajo, presentado por
Modesto Guggiari.
SEPTIEMBRE
28. No hay paro por no haberse adherido la F.O.R.P. a la «Casa del Pueblo» en el acto de la
huelga ferroviaria.
1918
MARZO
9. Huelga del personal de Puerto Galileo (fábrica de tanino). Causa: lo reducido del salario y el
elevado costo de la comida dada por la Compañía; pedido de 50% de aumento. Expulsados a
territorio argentino. F.O.R.P interviene.
25. Paro general en solidaridad con los panaderos y por el descanso dominical.
ABRIL
JUNIO
OCTUBRE
31. Huelga de zapateros, iniciada hacía dos meses en Villarrica. Causas: violación de cláusulas
del contrato y aumento de salarios y reconocimiento de la sociedad.
NOVIEMBRE
2. Arreglo de la huelga de zapateros.
12. Huelga en el mercado central. Causa: prohibición de cocinar al aire libre dictada por el
intendente municipal. Violencia contra vendedoras.
DICIEMBRE
12. Paro general de automóviles. Causa: Tarifa municipal. Terminó el paro a raíz de la epidemia
de gripe.
20. Huelga de peones de Aduana. Causa: exiguo sueldo. Pedido de $ 10 por día. Huelga de San
Antonio: algunas violencias.
1919
FEBRERO
6. Huelga caldereros. Causa: jornada de 8 horas. Huelga de Choferes. Causa: Aumento tarifa y
«pretensiones absurdas».
MARZO
3. El Partido Socialista presenta al Congreso varios proyectos de ley sobre cuestiones obreras y
enseñanza técnica obrera.
ABRIL
24. Huelga de obreros de San Antonio por aumento de salarios y jornada de 8 horas. Se cierra
el frigorífico.
MAYO
26. Fracasa el paro general decretado por la F.O.R.P en favor de los obreros en huelga de San
Antonio. Fracasa la huelga. Mucha violencia. Obreros presos. «El Diario» sostiene que debe
intervenir el Ministro del Interior.
JUNIO
2. Manifestaciones y paro parcial de apoyo con el movimiento de San Antonio. Discursos
ácratas. Huelga de carreros. Intervención del jefe de Policía.
JULIO
AGOSTO
24. Manifestación de la F.O.R.P. de protesta contra las leyes mordazas de las organizaciones
obreras`.
AGOSTO Y SEPTIEMBRE
..«El Diario»: facsímiles de billetes emitidos por campos y quebrachales de Loreto, Puerto Max,
Bogado y Bancto; y quebrachales y estancias de Puerto Galileo.
OCTUBRE
NOVIEMBRE
22. Huelga de obreros de la federación naval. Paro de los barcos de bandera nacional.
DICIEMBRE
10. Continúa huelga fluvial. La compañía A.N.M. amenaza amarrar sus barcos.
1920
ENERO
FEBRERO
26. Huelga parcial marítima. Causas: Aumento de salarios y de horas extras. 11 gremios en
huelga, 7 no.
MARZO
ABRIL
19. Huelga de mozos de a bordo. Suspende salida el Concepción II. Causa: Supresión cantina de
2a. clase.
20. La compañía Mihanovich desarma 2 buques. Los mozos piden aumento de salarios en
compensación.
21. La Federación Naval ofrece a la Prefectura personal para solucionar la huelga, con la
garantía del gobierno para solucionar la huelga.
24. Se oficializa un barco que sale para Bahía Negra. Interviene el ministro de Guerra. El 29 es
designado un árbitro.
MAYO
7. Huelga de tranviarios. Causa: Expulsión del Srio. general de la sociedad. Sigue la huelga
marítima. 1.165 profesionales, casi todos hijos del país.
JUNIO
JULIO
15. Designación de una comisión parlamentaria para investigarlas causas del conflicto.
28. Otro sangriento conflicto entre huelguistas y rompehuelgas con intervención policial. 2
muertos.
AGOSTO Y SEPTIEMBRE
OCTUBRE
NOVIEMBRE
1921
FEBRERO
MARZO
11 meses de duración.
ABRIL
MAYO
JUNIO
JULIO
AGOSTO
5. Huelga de sastres.
OCTUBRE
... Huelga industrial y comercial al norte de Concepción. Causas: aumento de salarios, descanso
dominical y jornada de 8 horas.
1922
MARZO
ABRIL
MAYO
1923
ENERO
FEBRERO
24. Designación de J.P. Benítez, delegado del Min. del Interior para solucionar el conflicto de
Puerto Pinasco, no puede solucionar.
MAYO
3. Huelga de panaderos
JUNIO
... Huelga Molino Nacional aumento del 20%, jornada de 8 horas y pago por quincena, triunfo
obrero.
AGOSTO
SETIEMBRE
26. Violencias en la huelga de tranviarios -1 muerto-, intervención de 500 hombres del ejército
al servicio de la empresa.
27. Huelga tranviarios (comprende 5 secciones), aumento salarios. ... Huelga de zapateros,
causa: jornada de 8 hs., arreglo.
NOVIEMBRE
DICIEMBRE
11. Dice «ASUNCIÓN 10, Conflictos obreros en Asunción. La mayoría de los gremios se reunirán
para considerar el pedido de solidaridad que les hicieran los tranviarios. «La Vanguardia» del
día 12 dice: «Es probable una huelga general en Asunción. En el despacho del Jefe de Policía se
reunieron el Gerente de la Empresa de Luz y Fuerza y un grupo de obreros huelguistas, sin
llegar a un arreglo a causa de que el Gerente se negó a conceder ninguna mejora en los
sueldos antes de volver al trabajo, quedando en consecuencia, las negociaciones, rotas. El
conflicto venía reagravándose, día a día y empieza a tomar un serio aspecto. Entrevistado el
Jefe de Policía, Bibolini, manifestó que el Gobierno dispuso garantías para que circulen
tranvías. El órgano gubernista se halla disconforme con el proceder del Gerente de la
Compañía, alegando que desconocía a los obreros el derecho asociarse».
1924
ENERO
MARZO
MAYO
AGOSTO
... Huelga fluvial. Conflicto interno entre 2 sociedades. Unión Sindical del Paraguay.
También en 1924 se organiza el PCP. Secretario General: Donato Cácerez (albañil); tesorero:
Ibarrola. Miembros: Denis, Valenzuela, Raimundi, R. Gómez. Se reorganiza en febrero del 1928.
1925
ENERO
Sale el primer número de «Bandera Roja». Patricio Gómez, Sociedad de agricultores. Secretario
general Ciprinio Penayo asesinado por capangas del Ing. Mernes. En «El Liberal» se publicó la
fundación.
1926
ENERO
... Huelga de herreros de la casa Fassardi. Triunfo obrero. La casa acepta aumentar los salarios.
MARZO
12. Huelga de cargadores de naranjas en Villeta. Causas: Aumento de salarios y mejoras en las
condiciones de trabajo. Arreglo con la intervención del jefe de policía y del diputado Manuel
Giménez.
MAYO
Se celebra con 2 manifestaciones a pesar de las gestiones del presidente del Centro Estudiantil
del Colegio Nacional de la Capital de que se realice una sola. Una fue organizada por el C.O.R.P
con intervención de oradores del Centro Estudiantil (entre ellos Ángel R. Ginés), y la otra de la
L.O.M. y varios sindicatos terrestres.
ABRIL
10. Proyecto de creación de una comisión mixta encargada de evitar conflictos del Trabajo.
Iniciativa de la Cámara y Bolsa de Comercio al Ministro del Interior. Huelgas en Gaudino Salsa,
Manzoni, Jorba, e Isidro Mayor. Huelgas de albañiles por jornada de 8 horas y aumento de
salarios. Se llegó a un arreglo.
1927
ABRIL
3. Huelga de obreros cerveceros por aumentos de salario y reducir la jornada. Solucionada con
la intervención del jefe de policía.
JULIO
1928
FEBRERO
... Se reorganiza el P.C.P. Editan «Los comuneros». Asamblea de 50 socios nombrando la C.D.
del P C. Secretario general: Lucas Ibarrola. Miembros: Martín Báez, Denis, Asdrúbal Pane,
Eugenio Charles, Drelikman (polaco, corredor de comercio). Tesorero: Nunes (portugués).
JUNIO
16. Paro general de 24 horas como protesta por los sucesos de Arroyos y Esteros.
JULIO
5. Huelga en Molino Harinero de Villarrica por aumento de salarios. Hay represión policial.
SEPTIEMBRE
OCTUBRE
24. Oficialización de los servicios fluviales. Huelga general en Villa Hayes por reconocimiento
de sociedad. Interviene el jefe de policía.
1930
JUNIO Venida de Victorio Codovilla. Designó a Martín Báez, Drelikman, Ibarrola y Cáceres.
APÉNDICE II
Informe inédito presentado por RUFINO RECALDE MILESI a la Internacional Sindical Roja, en
Moscú en 1930.
MAYO
14. Se funda la Sociedad Tipográfica del Paraguay de Socorros mutuos y resistencia. Fundador:
Cirilo Mendoza.
1889
Sociedad de Oficiales albañiles de socorros mutuos. Por el año 1900-1902 actuaba en sus
asambleas el conocido anarquista Pedro Gori.
1903-1904
1904-1905
Sociedad de Oficiales sastres, de socorros mutuos. Fundadores: Agustín Ortiz, José Domingo
Rolón y otros.
1905
SEPTIEMBRE 10. Federación de las Artes Gráficas. Fundador: Víctor Bejar (tipógrafo uruguayo).
Carpinteros y anexos. Fundada por José Serrano (español), Modesto Amarilla y otros
paraguayos,
Oficiales sastres de Resistencia. A. Ortiz, Rolón, Otazú, y otros. Sociedad Oficiales zapateros.
Conductores de carros.
1906-1907
1907-1908
1908
El 1° de mayo fue celebrado por primera vez en actos públicos en el Teatro Nacional y en las
calles, previo paro general del trabajo por la Federación Obrera Regional Paraguaya.
En septiembre, en Lima (Paraguay), región yerbatera, fue organizado por Recalde Milesi, el
sindicato de aserradores, mecánicos y anexos.
De 1909 a 1912
Revoluciones políticas burguesas que arruinan al proletariado y al país. Antes hubo otras en
1904 y 1908. Después de 1912 hubo otras en 1922 y 1923. Un total de 8 revoluciones en 19
años.
1911 y 1912
1912
En diciembre fundamos la Federación Obrera denominada «Unión Gremial del Paraguay» bajo
los auspicios de los gremios de socorros mutuos; la Sociedad Tipográfica del Paraguay y la de
Oficiales Sastres. Fueron reorganizados u organizados por ella: La Federación de las Artes
Gráficas; el Sindicato de Carpinteros, similares y Anexos, la Sociedad de Tranviarios, el
Sindicato de Pintores Unidos, la Sociedad de aguadores, la de conductores de carros, la
Sociedad de Oficiales zapateros, la de Mosaístas y anexos, el sindicato de los carreros de la
Limpieza Pública, la de joyeros y plateros, la de peones de Aduana y la de los panaderos. Tuvo
como semanario defensor a «La Voz del Pueblo». También fue reorganizada por un grupo de
anarquistas disolventes de la FORP para combatir a la Unión Gremial, pero pronto sucumbió.
La Unión Gremial desapareció en septiembre de 1914 por efecto de la Guerra Europea que
elevó el tipo de oro al cambio de $ 1.800 a 4.600, produciendo este en las filas proletarias una
desocupación del 50%.
1914
1915
1916
El Partido Obrero organiza en febrero el sindicato marítimo Cocineros Unidos. Presentó pliego
de condiciones a las empresas Mihanovich, Barthe y Vierci Hnos. Dos meses de huelga. Se
obtiene del 50 al 100% de las demandas.
1920
Estando todavía estos sindicatos dentro de ella, se produjo la gran huelga a raíz de un pedido
de aumento de sueldos y mejoramientos de las condiciones de trabajo bajo la responsabilidad
de la Federación Obrera a la Empresa N. Mihanovich pronunciándose en contra la Federación
Naval dirigida por caudillos políticos burgueses protegidos por el gobierno del Paraguay de
entonces, y prometiendo además personal a la «Mihanovich» si aquellos obreros se declaran
en huelga. Se produjo la huelga en el Paraguay. Días después la Federación Marítima Argentina
y la Uruguaya, coincidiendo las tres organizaciones en sus deseos de reivindicaciones de
trabajo, entablaron la huelga a la misma empresa capitalista. La Federación Naval proclamó su
adhesión a la Mihanovich y al gobierno paraguayo que tildaba estas huelgas de carácter
interamericano como antipatriótica y criminal política de los «agitadores y vividores»
dirigentes de la Federación Obrera de las marítimas Argentina y Uruguaya. Durante estas
maniobras criminales de la burguesía política capitalista y rompe-huelgas, se desprendieron de
la Naval las sociedades de capitanes y prácticos, maquinistas navales y comisarios de a bordo
engrosando la fila de los huelguistas, posteriormente a una reunión general de delegados
huelguistas, en el local de los maquinistas, se fundó el 20 de enero de 1920 la Liga de Obreros
Marítimos, la cual ayudada moral y económicamente por los gremios terrestres,
especialmente por las mujeres y hombres trabajadores de la carne, por las Federaciones
Marítimas Argentina y Uruguaya, triunfó a los trece meses de sangrienta lucha. Como es
natural, la sección marítima más aguerrida, más revolucionaria y heroica, formada por la F.O.P.
se desprendió de ella, sin renunciar nunca y formó parte, como fundadora de la organización
federal de la Liga de Obreros Marítimos. Desde aquí parten las relaciones internacionales
marítimas del Paraguay, la Argentina y el Uruguay.
En 1921 a raíz de una huelga general decretada por tiempo indeterminado, por el Centro
Obrero Regional en favor de huelguistas tranviarios adheridos a él; con la que se solidarizó la
FOP; ésta por nota expresa comunicó al COR que se adhería al paro general con el fin de
unificar al proletariado en un frente único y en una sola central, debiendo desaparecer las dos
federaciones. Este pensamiento se aprobó en reunión de delegados y en una manifestación
pública aprovechada por el gran paro general a moción de Recalde Milesi, abrazándose el
mismo con el secretario del Centro Regional, Alejo Flecha, en medio de vítores y aplausos de
los miles de obreros delirantes de entusiasmo. Se nombraron delegados especiales de la
Federación Gráfica de la FOP y del COR y se llegó a estas conclusiones: que se lancen tres mil
manifiestos anunciando la unidad general; que este manifiesto sea titulado ya con el nombre
de la nueva central única, Confederación Paraguaya del Trabajo, nombrándose como redactor
a Recalde Milesi. Así se hizo y se repartieron con aprobación general del proletariado.
Este documento existe. Pero luego, con otro pretexto, los anarquistas sabotearon la
continuación de las reuniones y los de la F.G.P. se retiraron primero, por inconformidad de los
del Centro Regional; y luego, previa protesta fundada, los de la FOP, quedando en nada la
mentada unificación o frente único.
De 1926 a 1930
La Unión Obrera junto con la Federación Gráfica y el Comité de Obreros y Estudiantes realizó
grandes mítines, paros generales y manifestaciones callejeras pro-libertad de Sacco y Vanzetti,
frente al parlamento en defensa de los campesinos perseguidos por los terratenientes,
reclamando expropiación y distribución de las tierras que ocupan los agricultores pobres y sus
familias, contra la enseñanza religiosa en las escuelas públicas, la cual por ley debe ser laica;
contra el fascismo montado y alabado por la prensa; contra el proyecto de ley de extranjería
anti-comunista que se encarpetó; contra la creación de obispados regionales y arzobispado
que costarían al presupuesto nacional y al proletariado millones de pesos; contra la guerra
imperialista contra Bolivia y por los armamentistas y sus agentes secretos desde el Paraguay.
Dejamos de detallar una parte de los relatos históricos por la urgencia de tiempo respecto a las
luchas entabladas contra la explotación capitalista por las diversas organizaciones proletarias
que tuvieron grandes repercusiones en el Paraguay, como son las huelgas y paros generales de
los ferroviarios, tranviarios, trabajadores de la carne para los mercados de abastos, marítimos,
cigarreras y otros gremios desde 1912. Luchas que a pesar de las violentas represiones de los
gobiernos que encarcelaban, reclutaban y rapaban la cabeza a centenares de obreros, tuvieron
éxito, aunque sea pasajero, en sus pedidos de reivindicaciones.
Para terminar los pasajes de los movimientos generales, debemos expresar que cuando llegó a
su culminación la propaganda guerrera y en consecuencia se producían los primeros choques
militares en el Chaco Boreal entre bolivianos y paraguayos, un domingo de mañana de
diciembre de 1928, estando en plena reunión los delegados obreros de la Unión Obrera del
Paraguay expresamente invitados para tratar este grave y complejo problema de la guerra, de
repente y con sorpresa de todos, los diarios anunciaron por medio de bombas lanza boletines,
el decreto del gobierno llamando a movilización militar para dentro de las 48 horas a todos los
ciudadanos de 18 a 29 años y a los oficiales de reserva del ejército.
Por sobre este indescriptible momento de espanto, mientras algunos traían y repartían los
boletines diríase con voces horrorosas y sangrientas de la guerra que estallaba
repentinamente, resolvimos lanzar miles de manifiestos, en términos recomendados por el
momento pero en forma clara y terminante, llamando la atención de las organizaciones
obreras y políticas de la Argentina y el Uruguay, Bolivia y especialmente del entonces Comité
de la Confederación Sindical Latino-Americana de Montevideo y de las internacionales de
Europa, pidiéndoles que realizaran una Conferencia o un Congreso Obrero Latino-Americano o
Internacional con el fin de tratar el problema de la guerra entre Bolivia y el Paraguay, por
encerrar esta cuestión un verdadero peligro de una carnicería criminal entre todas las naciones
americanas.
Pronto recibimos una contestación favorable de la Secretaría del Comité de la C.S.L.A., de R.
Contreras y de la Internacional Sindical Roja, de Moscú, de A. Losovski, elevando
personalmente al compañero Leopoldo Salas, anunciándonos la realización de la Conferencia
Antiguerrera en Montevideo, Uruguay, a mediados de febrero de 1929, e invitándonos a
nombrar tres delegados. Reunido de inmediato el Consejo General de la U.C.P. en presencia
del citado delegado de la C.S.L.A., se nombró a los camaradas José M. Barboza, Francisco
Gaona y Recalde Milesi, adhiriéndose en principio, es decir moralmente, la U.O.P. de C.P.S.L.A.
Nuestras charlas ilustrativas sobre las resoluciones antiguerreras las hicimos en asambleas
sindicales y en asambleas generales de las federaciones integrantes de la U.C.P. Además, esta
última organizó el 1° de mayo de 1929 en el Teatro Granados, un gran acto público en el cual
dichas resoluciones fueron aprobadas por el proletariado. Tenemos fotografías especiales de
dicho mitin, que fueron publicadas por el órgano
Luego en mayo de 1929, la Unión Obrera concurrió otra vez al Congreso Constituyente de la
C.S.L.A. de Montevideo, siendo delegados Daniel Villalba y Recalde Milesi. Mientras tanto, el
compañero Gaona redactó un proyecto de estatutos para la Unión Obrera, el cual sigue aún en
estudio en los sindicatos adheridos de la ciudad y del interior del país. Una vez recibidas todas
las contestaciones, la Unión Obrera convocará a un Congreso Obrero, si su capacidad
económica y las circunstancias de tiempo lo permiten. Este acto es deseado desde hace años
por el proletariado paraguayo, para tratar sobre los problemas de la consolidación de su
organización por los métodos de la educación integral sindical a base de escuelas,
conferencias, bibliotecas, útiles de secretaría, estadística de las producciones del país, salarios
y sus derivados, periódico, organización de los desocupados y de los inorganizados, de los
campesinos, de las industrias forestales, especialmente de los peones de obrajes, estancias y
yerbales, los indios y la sindicalización general de todos los explotados y la organización
política social de capital importancia.
Los pliegos de condiciones que rigen actualmente más o menos en sentido general para los
organizados de fábricas y talleres de la ciudad, son:
7. Salarios por día, en dólares: Obreros calificados de 1.2 a 3.00. Peones y jornaleros
0.60; 1.20 y 2.00.
8. En la campaña, agricultores y otros, con comida y sin comida, en dólares, 0.30; 0.50
a 0.70.
Estos datos son más elocuentes que todas las palabras acerca de la miserable vida que sufren
sin tierra, los tristes y explotados campesinos.
Un hombre solo, alimentación y vivienda (rancho) de 0.60 a 0.80 por día. Una familia
obrera de dos a cuatro miembros de 1.40 a 1.60 por día. Una familia de más miembros de 1.80
a 2.50 por día.
Estos sin contar lo que cuesta la educación de los niños, el vestido, etc. y sin considerar
una alimentación buena y abundante ni una casa con regulares comodidades.
Los grandes obrajes con puertos sobre los ríos Paraguay y Paraná, al norte y al sur, son
verdaderas colonias semejantes a los yerbales. Entre ellos cabe citar a Puerto Pinasco, gran
fábrica productora de tanino, feudo norteamericano, pequeño estado dentro del Estado
paraguayo. Además se puede nombrar a Puerto Casado, Puerto Sastre y otros que no admiten
a nadie, vivir ni negociar en particular. Los gerentes extranjeros y sus autoridades asalariados
son los amos de vida y hacienda. Las veces que se intentó organizar a los obreros de Pinasco,
éstos fueron acribillados a balazos, a mansalva, y en la gran región petrolera, ganadera y
forestal del Chaco Boreal que lleva en su seno, algo como un secreto de la historia, la mecha
incendiaria de la guerra entre Bolivia y Paraguay.
Y en esto están los derechos y la libertad del proletariado paraguayo. Sí, estos juegan
sus vidas y sus muertes. Sus reivindicaciones están en el amor a su organización económica y
en su comprensión a la necesidad de su organización política y social. Y en estas dos juntas, su
liberación por la propia revolución.
Se rige por un Consejo Central, compuesto hasta ahora por los delegados de cada
sindicato y los secretarios generales de cada Federación: terrestre, marítima, ferroviaria. Entre
los miembros de este Consejo se elige un secretario general, un subsecretario general, un
secretario de actas y dos tesoreros. Los demás quedan como vocales. Duran dos años en el
ejercicio de sus funciones, y pueden ser reelectos; también pueden ser destituidos y
expulsados. Su financiación económica es aún difícil, pues se hace por contribución, por
sindicato, según las necesidades. Su tendencia es socialista.