2022

Universidad Nacional Amazónica

de Madre de Dios

CEPRE-UNAMAD

LENGUAJE Y
CICLO
LITERATURA ORDINARIO
2022 - 2
Contenidos:
- El adjetivo/grados /clases.
- El verbo/accidentes/clases. BOLETÍN
-
-
El pronombre/clases.
Literatura latinoamericana y
02
universal:
✓ Edipo rey de Sófocles
✓ El monte de las ánimas de
G. A. Bécquer.
 BALOTA N° 01 cambie. Ej.
¿Qué significa?
EL AJETIVO Hombre pobre

Concepto de adjetivo: Pobre hombre

……….………………………………………………………... Nota: en los adjetivos explicativos, se da mayor importancia al
………………………………………………………………… adjetivo, y va antes que el sustantivo. Señala una cualidad de manera
subjetiva: gran amigo. Mientras que, en los especificativos, se
Escribe 30 adjetivos calificativos al sustantivo LIBRO restringe el significado del adjetivo, especificando su cualidad para
diferenciarlo de otros: mesa redonda.

Hay una clase de adjetivos que sirve para resaltar las

características propias del sustantivo (forman parte de los
explicativos).

Aquí algunos ejemplos:

• El campo verde está frondoso.

• La blanca nieve cubre la atmósfera.
• La sangre roja se esparcía por el piso.

¿Qué nombre recibe este adjetivo?

El cuadro siguiente hay sustantivos y adjetivos. Pinte las …………………………………………
celdas que contengan adjetivos
Ahora escribe cinco ejemplos más, que estén
Claro Rayo hombre relacionados con la selva:
Hielo Admirado Fuego -
Cumbre Núcleo Enorme -
-
Fulgor Ardiente Hierro
-
Luminoso Sol Mirada -
Azúcar Radiante Tos
Don Jugar Veloz GRADOS DEL ADJETIVO CALIFICATIVO
Estudia Bello Centro ¿Cuáles son los grados del adjetivo?

Clasificación. Se clasifican en dos y son: 1

2
3
Los adjetivos calificativos pueden ir ubicados antes o
después del sustantivo. Escriba cinco sustantivos con su Complete los espacios en blanco:
adjetivo antes o después:
GRA DE COMPLETA LOS EJEMPLOS
Adjetivo Sustantivo Adjetivo DO
azúcar • Mi coche es menos rápido que el
calor
Comparativo

tuyo.
sartén • Esta camisa es ……….. cara
Inferioridad

capital ……..aquella.
margen • Aquella casa ………… antigua
A veces la ubicación del adjetivo hace que el significado ………la otra.

2
 • Mi coche es tan rápido como el tuyo. No se dice: más mejor, más malo, Etc. para ello se utiliza
• Esta camisa es ……..…. cara los superlativos sintéticos que son de origen latino:
igualdad ……..aquella. Completa las celdas vacías con lo que le corresponde:
• Aquella casa es tan ………. que la
otra. No se debe decir: Superlativo sintético
• Mi coche es más rápido que el tuyo. Más peor
Superiorid

• Esta camisa es …..……. que aquella. Más inferior

• Aquella casa …… superior ……..la Más superior
ad

otra. Más mejor

Más menor
Más mayor

Adjetivos Determinativos
Concretan o limitan la extensión del sustantivo. Pueden
ser:
Adjetivos Mi, tu, su, nuestro, vuestro y todos sus
posesivos derivados en género y número.
Denotan la idea de posesión o pertenencia.
Ejercicio. Escriba adjetivos posesivos según
corresponda. Ojo, no deben repetirse los adjetivos
posesivos
CONVIERTA EN SUPERLATIVOS SINTÉTICO LOS
SIGUIENTES ADJETIVOS POSITIVOS Adjetivos Posesivos Sustantivos
mi CEPRE
1 Lindo plátano
2 Bueno
juguetes
3 Pobre
amor
4 Fértil
ganancias
5 Agrio
bienes
6 Caliente
7 Fuerte saberes
8 Antiguo padres
9 Cruel casas
10 Fiel bondad
11 Nuevo auto
12 Sagrado atrocidades
13 Salubre amistad
14 Vacío error
15 Amable
16 Ardiente Adjetivos este, ese, aquel y sus formas
17 Sabio Demostrativos diferentes en género y numero
18 Simple Expresan la noción de distancia.
19 Tierno Ejercicio. Escriba adjetivos demostrativos según
20 Negro corresponda. Ojo, no deben repetirse estos adjetivos.
21 Mísero
22 Cursi Adjetivos demostrativos Sustantivos
23 Amigo CEPRE
plátano
3
 mujer Adjetivos interrogativos
hermanos Indagan por una determinación del sustantivo: qué,
propiedades cuánto, cuál. A veces tienen sentido exclamativo: ¿qué
bien periódico?, ¡cuánta belleza!
Naranjas
padres Ejercicios de Adjetivos Numerales:
casas Subraya los Adjetivos Numerales en cada una de las
bondadoso frases expuestas.
autoridad 1. Un veinteavo.
vivos 2. Cortó una cuerda.
atrocidades 3. Ocupó apenas la décima parte de la sala.
4. Este problema puede analizarse desde una
Otros adjetivos son: perspectiva triple.
5. Leyó tres libros.
Adjetivos Poco, harto, muchos, bastante, varios,
6. La casa era el doble más grande que otras.
indefinidos demasiados, etc.
7. Fue un parto triple.
8. Clasificó en octavo puesto.
EJERCICIO 9. Se comieron la mitad de la torta.
Subraya los adjetivos indefinidos: 10. Faltó al primer mandamiento.
1. Escoge una manzana cualquiera 11. Tiene cuatro juguetes.
2. Cierto día apareció un extraño personaje por el pueblo 12. Ganó en la novena carrera.
3. Tal día como hoy
4. Nos han traído muy pocos regalos, esperábamos más Subraye los adjetivos en los siguientes textos:
5. Hemos recibido demasiados informes EL CHOCOLATE DEL RETIRO
6. Es bastante cantidad como para llevárnoslo Al rey Felipe IV y sus cortesanos les gustaban mucho las
7. Las demás tareas pueden dejarlas para mañana... bromas de Quevedo. Un día acordaron en convidarle a
8. Sendos cupones resultaron agraciados... tomar chocolate en la Casa del Retiro; preparan todas las
9. En ambos sentidos... jícaras, disponen tomarlo todo en pie y en un solo sorbo;
10. Las cuatro niñas tienen sendas copas de helados y así lo hicieron. Quevedo se abrasó. Y en aquel
11. Cada uno que saque sus propias concusiones momento soltó un fuerte cuesco. Felipe IV le dijo:
12. Hay poca gente
13. Debe tomare el jarabe cada seis horas. -¡Quevedo!-. Señor no tema,
14. Levantaron el peso entre ambos hermanos. es un pobre desgraciado
15. Tienen dos hijos cada una. que teme ser abrasado
16. Le dio a sus dos hijos sendos besos. y va huyendo de la quema.
17. Todos los sueños se cumplen
18. Fue incapaz de decidirse y se compró ambos Nunca debes olvidar que los adjetivos
vestidos. siempre van a lado de un sustantivo.
19. Los tres amigos se bebieron sendas jarras de
cerveza. RIMA LIII
Volverán las oscuras golondrinas
Adjetivos Cardinales un, dos, tres, …. en tu balcón sus nidos a colgar,
numerales Ordinales primer, segundo, tercer, y otra vez con el ala a sus cristales
cuarto, ... jugando llamarán.
Múltiplos Doble, triple, múltiple…
Partitivos Mitad, medio, … Pero aquellas que el vuelo refrenaba
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
4
 aquellas que aprendieron nuestros nombres... f) La obra de Vallejo fue más importante que la de sus
¡Esas... no volverán! contemporáneos. ............................................................
g) Juanita es la más responsable de toda la clase.
Volverán las tupidas madreselvas ..........................................................................................
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas BALOTA N° 02
sus flores se abrirán.
EL VERBO/CONCEPTO/ ACCIDENTES/ CLASES
Pero aquellas, cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día... Ejercicio
¡Esas... no volverán! Convierte el siguiente texto a tiempo futuro y te darás
cuenta que las palabras que cambian son los verbos.
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar; La misa a escape
tu corazón de su profundo sueño De Bogotá era obispo Monseñor Cuero que fue un sabio
tal vez despertará. y un santo de cuerpo entero. Su misa para el pueblo poco
duraba, pues en cinco minutos la despachaba; porque del
Pero mudo y absorto y de rodillas Evangelio nunca leía sino un par de versículos, y así
como se adora a Dios ante su altar, decía:
como yo te he querido...; desengáñate, Perdona, evangelista,
¡Así... no te querrán! Si más no leo;
Gustavo Adolfo Bécquer Basta de pendejadas
De San Mateo.
EJERCICIOS CON SUSTANTIVOS Y ADJETIVOS Ricardo Palma
Subraye el adjetivo en las siguientes oraciones: Texto II
1. El hombre peruano es originario de la Amazonía. Descosido tiene el cuerpo a jiferadas Gorgolla, muy cerca
2. El peruano trabajador triunfa en todo lugar. de ensabanar sus bienes y su persona. A su cabecera
3. Yo compré el libro Cien años de soledad. asisten Aruñón el de Zamora, Zangullo y Garabatea, La
4. Aquellos estudiantes ingresarán a la UNAMAD. Plaza y Mari Pizorra. Díjole el médico: hermano, vos
5. Tanta tinta tonta que te atenta y que te atonta. caminéis por la posta, en manos de Dios os dejo, no hay
6. Cómo poco coco como, poco coco compro. pulso para dos horas. Pesia al hígado que tenga. Dile yo
7. Largo tiempo el peruano oprimido. siete hurgonadas a Palacón el de Ronda y levantóse en
8. La ominosa cadena arrastró. tres días. ¿Y quiere que yo para siempre me esconda de
9. Condenado a una cruel servidumbre. la familia?
10. Largo tiempo en silencio gimió.
11. Mas apenas el grito sagrado El Verbo
12. ¡Libertad! en sus costas se oyó. El verbo es una palabra que indica acción, estado de
13. Tres tristes tigres comían trigo en un trigal. ánimo, acciones de la naturaleza (nevar, llover, temblar),
etc.
Señale el grado en el que se encuentra el adjetivo Ejemplos:
calificativo.
Acción
a) El Perú es más grande que sus problemas.
• Ella come muy rápido.
..........................................................................................
• Pedro juega con la pelota.
b) Esa mujer es muy audaz ..............................................
• El perro corrió hasta que alcanzó a su amo.
c) Todos quedaron admirados del novísimo invento.
.......................................................................................... Estado de ánimo
d) Tu tierna mirada ilumina mi día. ................................. • Mi mamá ríe nerviosamente.
e) La sinceridad es tan importante como la honestidad. ... • Él llora sin parar.
.......................................................................................... • Mi hermana parece triste.
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Fenómeno natural VERBOIDES
• Hoy nevará toda la tarde. Infinitivo. El verbo termina en: amar, temer, partir.
• Anoche llovió muy fuerte. Funcionan como sustantivo. El amar /hace daño.
• Temblará pronto. Participio. El verbo termina en: amado, temido. Hacen
de adj. calificativo.
ACCIDENTES GRAMATICALES DEL VERBO
Gerundio. Terminados en: amando, temiendo, tiñendo,
MODO. Denota la actitud del hablante frente a la realidad. hacen de adverbio.
MODO DEFINICIÓN EJEMPLO Ejercicios.
Indicativo Expresa hechos ˗ Bailo bien. ¿En qué tiempo, modo, número y persona están las
reales y ˗ Él no aprobó.
objetivas.
siguientes oraciones?:
Subjuntivo Expresa deseo, ˗ Todo saldrá bien. 1. Yo entreno todas las mañanas.
duda y temor. ˗ Tal vez no vendrá.
Imperativo Expresa ruego y ˗ Por favor, vengan. 2. Todos los días mi vecino practica cómo cantar.
mandato. (ruego)
˗ Lázaro, levántate
pronto. (mandato) 3. Arribarán este viernes a la ciudad.
Potencial Se refiere a ˗ Jugaría fútbol sino
acciones estuviera lesionado. 4. Sus libros se venderían bien.
hipotéticas o ˗ Si estudiara,
posibles. aprobaría. 5. Si me encantara la música pop, iría.
TIEMPO
7. Nosotros comemos pasta todos los viernes.
Tiempo Pasado Presente Futuro
Simple Triunfé Triunfo Triunfaré
8. Todos quedamos contentos con su ponencia.
FORMA

Un solo verbo
Compuesto He (no Habré
Verbo auxiliar triunfado existe) triunfado
haber + participio Aux. participio 9. Cantas extraordinariamente bien.
pasivo Perífrasis verbal

NÚMERO Y PERSONA 10. Juan, eres buen jugador de futbol en su club.

Singular Plural
Flexivo Flexivo
Caract. Desin. Caract. desin. CONJUGACIÓN DE LOS VERBOS JUGAR, LEER Y
Raíz.
Pers.

Pers.

(Mod. (num. (num. Y

ESCRIBIR
Raíz.

Y Y pers.)
Tiem.) pers.)
Yo mir- o - Nosot mir- a mos Indicativo Presente
Tu mir- a s Vosot mir- a is (yo) juego, leo y escribo
El mir- a - Ellos mir- a n
(tú) juegas, lees y escribes
ASPECTO. Indica que la acción verbal está en vías de (él) juega, lee y escribe
ejecución, proceso o culminación (aspecto imperfecto) o (ns) jugamos, leemos y escribimos
ya se terminó (aspecto perfecto). (Uds. y ellos) juegan, leen y escriben
Pretérito perfecto compuesto. Haber+participio
˗ Me muero por ti... te extraño, te olvido, te quiero.
Acciones pasadas relacionadas con el presente.
(aspecto imperfecto)
(yo) he jugado, leído y escrito
˗ Dormiré en mis heridas, hoy no tengo ganas de
(tú) has jugado, leído y escrito
vivir...(aspecto imperfecto)
(él) ha jugado, leído y escrito
˗ Fuiste fuego que me quemó hasta los huesos,
(ns) hemos jugado, leído y escrito
fuiste...(aspecto perfecto)
(Uds. y ellos) han jugado, leído y escrito

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Pretérito imperfecto. Describe acciones habituales en el Condicional o potencial. Expresa cortesía, es una
pasado, pero no terminados. posibilidad de ocurrencia.
(yo) jugaba, leía y escribía (yo) jugaría
(tú) jugabas leías y escribías (tú) jugarías
(él) jugaría
COMPLETA LO QUE FALTA (ns) jugaríamos
(él) jugaba, leía. (Uds., ellos) jugarían
(ns) jugábamos
(Uds. y ellos) jugaban Subjuntivo Presente. Ej. Dudo que yo juegue.
que (yo) juegue
Pretérito pluscuamperfecto. Haber +participio. que (tú) juegues
Expresa una acción pasada, anterior a otra pasada. que (él) juegue
Ej.: Cuando llego al aeropuerto, su avión ya había que (ns) juguemos
partido. que (Uds., ellos) jueguen
(yo) había jugado
(tú) habías jugado Imperativo
(él) había jugado Tu juega, lee, escribe.
(ns) habíamos jugado juegue
(Uds. y ellos) habían jugado juguemos
jueguen
Pretérito perfecto simple. Expresa hechos pasados,
pero necesita tiempo. Ejem: A noche visite a mi tía. Ayer Infinitivo
llegué, comí y dormí. Jugar
(yo) jugué Gerundio
(tú) jugaste Jugando
(él) jugó Participio
(ns) jugamos Jugado
(Uds. y ellos) jugaron
CLASES DE VERBOS:
Pretérito anterior. Haber +participio.
(yo) hube jugado; hube llegado… CRITERIO SINTÁCTICO–SEMÁNTICA
(tú) hubiste jugado
(él) hubo jugado Verbo Copulativo. Une el sujeto con el predicado, sin
(ns) hubimos jugado añadir significado alguno a la oración. Requiere de un
(Uds. y ellos) hubieron jugado atributo para su significado. Estos verbos son: ser, estar,
parecer, semejar, soler, etc.
Futuro - El poeta está contento - La señorita es linda
(yo) jugaré; leeré… v.c. atrib.. v.c. atrib.
(tú) jugarás
(él) jugará Verbos no copulativos. Llamados también predicativos,
(ns) jugaremos estos verbos actúan como núcleo del predicado.
(Uds. y ellos) jugarán
• Verbo Transitivo. Requiere de OD. para completar su
Futuro perfecto. Haber +participio. Expresa hecho significado (¿qué? =cosas; ¿a quién? =personas).
futuro anterior a otro futuro. Ej.: Yo habré jugado y podre - El alumno agarro una tiza - Carlos vio a José
irme v OD v OD
(yo) habré jugado
(tú) habrás jugado • Verbo Intransitivo. Posee significado completo, no
(él) habrá jugado necesita OD.
(ns) habremos jugado - Ella vendrá Pronto - Mi papá llego de noche
v v
(Uds. y ellos) habrán jugado

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• Verbo reflexivo. El sujeto recibe la acción que ejecuta. • Verbos Irregulares. Al ser conjugados, varían su raíz
Lleva un pronombre proclítico me, te, se que actúa y sus flexivos con respecto al verbo model
como OD. El reflexivo, acepta el refuerzo mismo. Part-ir Ven-ir Dorm-ir

MODELO
- Yo me baño. - Lucho se lava a cada rato. part-í vin-é dorm-í
OD v OD v
part-o ven-go duerm-o
• Verbo Cuasireflejo. El sujeto no recibe la acción que part-iré ven-dré dorm-iré
ejecuta. Lleva un pronombre proclítico me, te, se, nos
que no actúa como OD. ni OI. No acepta el refuerzo • Verbos Defectivos. No se conjugan en ciertos tiempos
mismo. y personas por su significado
- Ella se durmió sola. -Me moriré en Paris con Aguacero. Presente Pretérito
v v
Yo ¿abol-o? Yo abol-i

correcto
ilógico
• Verbo reciproco. Varios sujetos ejercen una acción Tu ¿abol-es? Tu abol-iste
mutua. Llevan un pronombre proclítico se, nos que El ¿abol-e? El abol-ió
actúan como OD. El reciproco acepta el refuerzo Vemos que este verbo no se puede conjugar en tiempo
mutuamente. presente; pero sí, en pretérito y futuro. Algunos
- Tú y yo nos queremos. - Carlos y Nelly se abrazan.
defectivos son: atañer, acontecer, concernir, etc. que
OD v OD v
no se usan en 1ra y 2da persona.
EJERCICIOS • Verbos Impersonales. No tienen sujeto conocido. Se
Escriba si los verbos son copulativos (C) o predicativos (P).
refiere a fenómenos naturales (llover, nevar, tronar,
Él está leyendo una novela.
atardecer, etc.), también el verbo haber y pronombre
Teresa parece ida.
se. Son impersonales se conjugan en tercera persona
Luis canta una canción en el colegio.
del singular.
Los niños fueron muy felices al paseo.
- Cuando anochezca, iré verte.
Indique si los verbos son transitivos (T) o intransitivos (I). - Habrá días feriados.
El asno llevaba una carga pesada. - Nevará con fuerza en la sierra.
Ya no la quiero. - Puede haber problemas.
Sorpresas te da la vida.
El jefe confía en mí. • Verbos Auxiliares. Son tres: haber, ser, estar.
Auxilian a otros verbos, y forman unidades
Indique si los verbos son reflexivos (Ref.), recíprocos (R) o compuestas en voz pasiva.
cuasi reflejos (C). - Verónica ha llegado temprano a la cita.
Me observo las manos detenidamente. - Pedro estuvo estudiando ayer.
Se fue a la calle sin abrigo.
Con mi vecino nos damos las buenas noches. EJERCICIOS CON VERBOS
La rosa y el jazmín se perfuman entre sí.
Escribe el pretérito imperfecto y el futuro de las
CRITERIO MORFOLÓGICO (por su conjugación) siguientes acciones:
- Las flores florecen en primavera.
• Verbos Regulares. Al ser conjugados, no varían su - Pedro escribe.
raíz y sus flexivos con respecto al verbo modelo (amar, - Mamá llega de viaje.
temer, partir). - Trota el caballo.
Am-ar Cant-ar Pag-ar - Los caballos beben.
MODELO

Am-é Cant-é Pag-é - Los moros guerrean.

am-o Cant-o Pag-o - Yo no quiero.
am-aré Cant-aré Pag-aré - La abuela madruga.
- No viene nadie.

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Escribe en modo potencial y subjuntivo las Escribe el pretérito pluscuamperfecto del verbo que
siguientes acciones sigue:
- Salgo a la calle. 7. La secretaria no (poder) ………………….venir ahora.
- Venía a las tres. Escribe el futuro perfecto del verbo que sigue:
- Subirá al desván. 8. En otoño (llover) ………………………………..mucho.
- Como mucho. Escribe el presente del verbo que sigue:
- Pisó fuerte. 9. Aquí (nevar) …………………………….. en invierno.
Escribe el pretérito pluscuamperfecto del verbo que
Rellena los espacios con la forma correspondiente sigue:
del verbo hablar: 10. El fin de semana nosotros (hacer)
- Cuando de esto la semana ……………………………….. una fiesta en casa.
pasada no lo entendí. Escribe el pretérito pluscuamperfecto del verbo que
- Quisiera contigo. sigue:
- Yo no si no fuera por ti. 11. Marta siempre le (servir) ……………………el
- Ahora tú, yo no quiero. desayuno a José.
- Si me claramente, sería más fácil. Escribe el presente del verbo que sigue:
- Cuando le ni me prestó atención. 12. ¿A qué hora tú (acostarse)
Rellena los espacios con la forma correspondiente ……………………………….. los fines de semana.
del verbo ir: Escribe el pretérito indefinido del verbo que sigue:
- No que te caerás. 13. El viernes vosotros (volver)
- No por ese camino, niños. …………………………muy tarde a casa, ¿verdad?.
- Si más deprisa, ganaría la carrera. Escribe el futuro perfecto del verbo que sigue:
- Mientras tú yo te cronometraba. 14. ¿Usted (Acordarse) ………………… del nombre?
- nosotros ahora. No, yo no (conseguir)

Sustituye el verbo infinitivo (sustantivo) por la forma FORMAS NO PERSONALES DEL VERBO
verbal oportuna:
INFINITIVO GERUNDIO PARTICIPIO
- Si no estar cansado, ahora mismo me ir contigo.
- Nadie que visitar esta ciudad poder salir aburrido. Ar, er, ir Ando, endo Ado, ido
- Los que no tener un gran diccionario, deber comprar Jugar, Jugando, Jugado
uno. leer, leyendo, leído
- Estar en mi habitación cuando dar golpes a la puerta. vivir viviendo vivido

EJERCICIOS CON VERBOS PRINCIPALES PERÍFRASIS VERBALES

Escribe el pretérito imperfecto del verbo que sigue: Perífrasis verbal es la unión de dos (o más) formas
1. Yo (decir) ……………………… siempre la verdad. verbales que funcionan conjuntamente como una unidad.
Escribe el futuro perfecto del verbo que sigue:
2. Ella (repetir) …………….. los nombres de los Formula:
Verbo auxiliar Nexo Verbo no personal
alumnos.
(En forma (preposición: Infinitivo: rompió a llorar;
Escribe el pretérito perfecto del verbo que sigue:
personal) de, que, a) gerundio: está cantando;
3. Esta tarde nosotros (salir)…………………con participio: tiene preparado)
amigos. Ejemplos:
Escribe el futuro perfecto del verbo que sigue: - Juan tiene que escribir.
4. Los bebés (dormir) ……………………casi todo el día. - Ella nada buscando.
Escribe el futuro perfecto del verbo que sigue:
5. Mi abuela (dormir) ………………………por las tardes. PERÍFRASIS VERBALES INFINITIVOS
Escribe el pretérito perfecto del verbo que sigue:
6. Los empleados de esa empresa (atender) a. PERÍFRASIS VERBALES ASPECTUALES
……………………………….. muy bien a los clientes.
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Ingresivas: Indican acción inminente o que está a punto
de iniciarse.
˗ Estar a punto de + infinitivo: la película está a punto de
empezar
˗ ir a + infinitivo: va a caer una buena tormenta
˗ estar para + infinitivo: está para llover
Incoativas: Señalan el momento en el que la acción se
inicia.
˗ echarse a + infinitivo: se echó a llorar
˗ romper a + infinitivo: rompió a llorar
˗ ponerse a + infinitivo: se puso a llorar
˗ empezar / comenzar a + infinitivo: empezó a llorar.
Terminativas: Expresan acción acabada (a veces
recientemente) o interrupción de la acción.
˗ dejar de + infinitivo: dejé de fumar hace dos meses
˗ acabar de + infinitivo: acabo de entregárselo a Juan
Frecuentativas: señalan el carácter habitual de la acción
o proceso.
˗ Su hermano suele hacer los deberes en su habitación.
˗ Mario acostumbra a dar un paseo.
˗ Suelo desayunar un café y tostadas
b. PERÍFRASIS VERBALES MODALES
Obligación: Expresan la necesidad o mandato de llevar
a cabo la acción.
˗ deber + infinitivo: debes llegar antes.
˗ tener que + infinitivo: tienes que llegar antes
˗ haber que + infinitivo: hay que llegar antes (aquí, haber
es impersonal)
˗ haber de + infinitivo: has de llegar antes
Posibilidad: Presentan la acción como algo posible:
˗ Puede que + subjuntivo: puede que llegue pronto
˗ Poder + infinitivo: Ella puede llegar pronto,
Probabilidad: expresan el probable cumplimiento de la
acción verbal:
˗ Pedro debe de haber llegado ya a París.
˗ Deben de ser las once.
PERÍFRASIS DE GERUNDIO
Durativas (acción en desarrollo)
Estar/Llevar/Ir/Seguir/Andar/Venir/Continuar
10
- Estamos trabajando mucho.
- leva actuando así mucho tiempo.
- Cada vez vas aprendiendo mejor.
- Sigue diciendo que no es culpable.
- Anda diciendo a la gente que no te llamó.
PERÍFRASIS DE PARTICIPIO
Perfectivas o terminativas (indican el resultado final que
se deriva de la acción)
Traer/Dejar/Quedar/Estar/Tener/Llevar/Dar
- El director nos tiene dicho que no salgamos
- Dejó dicho que repartiesen sus bienes
- En esta obra van gastados muchos millones
- El ponente dio por conocido el tema.
IDENTIFICA LAS PERÍFRASIS QUE ENCUENTRES Y
SEÑALA A QUÉ TIPO PERTENCEN
1. ¿Arranca el agua a hervir o no?
2. El músico dejó de tocar después de dos bises.
3. Esa casa debe de estar muy bien ventilada.
4. El Barça acaba de empatar hace cinco minutos.
5. No puedo correr tan deprisa.
6. Más tarde empezaremos a limpiar el garaje.
7. Las aulas pasaron a ser dormitorios.
8. Dorothy se volvió para reírse.
9. Viene lloviendo dos o tres veces por semana.
10. Estoy por denunciar al presidente.
11. Al final, el chico acabó pidiendo por las calles.
12. No volveré a ir con ese chico al cine: es un pulpo.
13. Todavía no me he puesto a trabajar en lo tuyo.
14. Ha estado lloviendo toda la semana pasada.
15. Desde enero tengo leídos unos cuatro libros ya.
16. El abuelo dejó escrito que todo sería para Amparo.
17. Estoy por comprarme una moto nueva.
Corrige los errores que haya en las formas verbales
y su uso en las frases siguientes:
1. ¿Nos vistes ayer en el circo?
2. Me confirmó que tú estudia idiomas
3. Nos anunció que vosotros aprended francés
4. Si podré, voy de viaje
5. No salid de viaje
6. No salir de clase, muchachos
7. Ha perdido por 2 a 0
8. Este invierno hizo mucho frío
9. En 1963 el invierno ha sido muy frío
10. Ayer he ido de excursión.
 BALOTA N° 03 - Los pronombres personales funcionan como
sustantivos a los cuales remplaza:
EL PRONOMBRE
*. Él le entrego la maleta. * A ti te buscábamos
pron. Pron. Pron. Pron.
Morfológicamente, varía en género, número y persona.
Semánticamente, tiene significado ocasional y designa a • Pronombres demostrativos. Indica la ubicación de
los seres sin nombrarlo (no da características como el los seres.
sustantivo). Ej. Gen. (cerca de (cerca de ti) (lejos de ambos)
- Oye Carlos, ayer yo te llame. mi) 1ª PG 2ª PG 3ª PG
Masc. éste éstos ése ésos aquél aquéllos
- No Freddy, pues yo te llame antes. Fem. ésta éstas ésa ésas aquélla aquéllas
- No amigos, yo los amé a los dos. Neutro esto eso aquello
La palabra yo aludo ocasionalmente a dos personas - Aquél conversa demasiado. - Ésa abandono al niño
distintas, solo hace referencia sin nombrarlo. - Todo esto es un desorden. - Éste es mi amigo
Sintácticamente, reemplaza al sustantivo y adjetivo.
• Pronombres posesivos. Señala pertenencia.
Remplaza a un sustantivo Remplaza a un adjetivo
Grupo Persona Singular Plural
María me ama mucho. Aquel padre bailó ayer. para un solo 1ra. mío (a) míos(as)
sust. adj. sust. poseedor 2da. tuyo(a) tuyos(as)
Ella me ama mucho. Aquél bailo ayer. 3ra. suyo(a) suyos(as)
Pron. Pron. Para varios 1ra. nuestro (a) nuestros(as)
poseedores 2da. vuestro(a) vuestros(as)
3ra. suyo(a) suyos(as)
CLASIFICACIÓN
• Pronombres personales. Se refiere al que habla - Lo nuestro es un secreto, jamás nadie se enterará.
(1ra. pers.), al que escucha (2da. Pers.) y de quien se - Solo quiero la mía, y nada más.
habla (3ra. Pers.). • Pronombres relativos. Se refiere a un sustantivo ya
actúa como expresado anteriormente. A éste se le llama
Num.

Sujeto
Gen.
Per.

OD y OI sustantivo antecedente.
1° mf yo mi / me Que, quien(es), cual(es), cuyo(a-os-as)
conmigo
2° mf tú(Ud.) ti / te - Ése es el hombre de quien te hablado.
Singular

contigo sust. antec pron.

3° m Él si lo(le) (se) - Cazamos palomas a los cuales encerramos en una
f ella la jaula. sust. antec. pron.
n ello lo
1° mf nosotros (as) nos
• Pronombres interrogativos y exclamativos
Plural

2° mf vosotros (as) os
ustedes (Enfáticos). Son los pron, relativos que expresan
3° mf ellos (as) los les las (se) pregunta o admiración, y se tildan.
Tónicas Átonas
- ¿Qué sucedió? - ¡Qué dices!
- El pronombre personal átona es proclítico cuando va - ¿Cuál quieres? - ¡Quién sabe!
antes y separado de verbo:
• Pronombres indefinidos. Dan una referencia vaga,
* El juez me esperaba. * Ahora te lo compras.
pron. procl. pron. procl. imprecisa de los seres.
- Algunos todavía creen en su inocencia.
- El pronombre personal átona es enclítico cuando va - Muchos ingresaron en la universidad.
después y adherido al verbo:
Estos pronombres son: unos, otros, muchos, varios,
* El juez esperabame. * Ahora compratelo cualquiera, algunos, nadie, algún, ninguno, etc.
pron. encl. pron. encl.
11
EJERCICIOS CON PRONOMBRES
Indica la clase a la que pertenecen los pronombres
marcados de las siguientes frases.
˗ ¿Quieres venir a la fiesta conmigo?
˗ Juan se afeita dos veces al día.
˗ Nosotras exigimos que se nos respete.
˗ A nadie le gusta que le presionen.
˗ El candidato les pidió el voto indirectamente.
˗ El nuestro todavía no ha llegado.
˗ Nacho siempre espera que alguien le ayude.
˗ Uno siempre desea lo mejor para todos.
˗ Estaba tan harto que sólo se comió medio.
˗ Las suyas son mucho mejores.
˗ Felipe y yo somos buenos amigos: nos ayudamos
siempre.
˗ Le gustaban todos los cuadros, pero se quedó con
ese.
˗ Te lo diré una vez más: estoy cansado.
˗ Estos zapatos son baratos, pero prefiero aquellos.
˗ ¿Qué esperas de esta situación?
BALOTA N° 04
LITERATURA LATINOAMERICANA Y
UNIVERSAL
SÓFOCLES - EDIPO REY
El rey Edipo acude al llamado de su pueblo que
angustiado por las pestes se ha reunido ante el palacio
de Tebas para suplicar a su rey salve a la ciudad por
segunda vez. El anciano sacerdote de Zeus pone al tanto
de la situación al rey y éste se compromete rápidamente
con la solución del problema; para ello ha mandado como
emisario a su cuñado Creonte hasta la ciudad de Delfos
para que averigüe en el oráculo de Apolo las causas de
las pestes. La llegada de Creonte desde Delfos aclara la
razón de las pestes; un crimen no castigado. El asesino
del rey layo está libre y sin castigo e incluso habita en
Tebas. Es entonces que Edipo se compromete
personalmente para buscar con vehemencia al criminal,
no solo en el afán de aclarar dicho crimen sino también
por su propia seguridad, pues se trata del asesino de un
rey que habita libremente por Tebas por lo cual su propia
vida también corre peligro.
Edipo ha mandado a llamar al adivino Tiresias,
adelantándose a los concejos del anciano sacerdote de
12
Zeus, a la llegada del anciano ciego. Edipo lo interroga
en cuanto a la identidad del criminal de Layo y el adivino
se niega a revelar nombres; advierte al rey que no es
conveniente saber la verdad provocando una discusión
entre ambos, la cual culmina con la revelación de la
verdad fatal; el criminal es el mismo Edipo, pero éste no
puede creerlo, así es que piensa que se trata de un
complot entre el “verdadero” asesino y su cómplice, el
adivino Tiresias. Acusa del crimen a su cuñado Creonte
y decide castigar los dos supuestos culpables. Ataca a
Creonte, quien ha vuelto al escenario, lo cual provoca la
aparición de Yocasta, la reina, quien indaga por la razón
de la discusión.
Al saber las causas de la discusión, de las pestes y de la
acusación de Tiresias contra Edipo, intenta apaciguar los
ánimos y revela una historia personal para demostrar que
los vaticinios del oráculo solamente son mentiras; cuando
joven había tenido un hijo con su esposo, el Rey Layo,
hijo que está destinado según el oráculo ser el asesino
de su padre y luego consorte de su madre para después
propiciar la destrucción total de su reino, pero esa suerte
aciaga jamás se cumplió por que el niño murió recién
nacido. Además, pasando el tiempo Layo murió en una
emboscada en la Fócide, cerca de Tebas y ella se había
casado con quien tenía ahora enfrente, Edipo, lo cual
demostraba evidentemente que el oráculo había
vaticinado puras falsedades. Ante el relato, Edipo sólo
pudo preocuparse más de lo que estaba, pues él
recuerda claramente que en la misma Fócide había
asesinado a un anciano ricamente ataviado y a su
séquito, poco antes de llegar a Tebas, lo cual coincidía
con el relato de su esposa; entonces le hizo alguna
preguntas más y las coincidencias eran todavía mayores;
sin embargo, se aferró de algo que él tenía por verdad:
estaba convencido de que era hijo de los reyes de
Corinto, Pólibo y Mérope, ellos mismos se habían
asegurado, cuando el joven príncipe los había
cuestionado empujado por rumores de terceros en el
reino. Precisamente, en el convencimiento de ello, él
había decidido nunca más volver a Corinto su patria,
cuando supo por el oráculo que estaba destinado a matar
a su padre y luego casarse con su madre. El rey asumió
así que se trataba de dos distintas historias y que por lo
tanto no había nada que temer.
Más tarde del relato de Yocasta y sus primeras
conclusiones, llegó un mensajero de Corinto buscando al
Rey Edipo, cuando lo tuvo frente a sí, le comunicó que su
padre, el rey Pólibo de Corinto había fallecido y puesto
que Edipo era su único hijo debía viajar hasta su patria
para asumir el trono. Ante el conocimiento de la muerte
de su padre, Edipo se mostró compungido, pero al mismo
tiempo sintió un alivio inusitado; su padre había muerto y
él no lo había asesinado, por lo tanto, Yocasta tenía
razón el oráculo sólo sabe mentir; sin embargo,
rápidamente el rey volvió a desmoronarse ante la
posibilidad de cumplir con la segunda parte del vaticinio,
casarse con su madre.
Esta alternativa era posible sólo si él viajaba con el
mensajero hasta Corinto, entonces el rey no supo qué
hacer. Tan sufriente vio el viejo mensajero al rey Edipo
ante la incertidumbre de acudir o no al encuentro con su
que para tranquilizarlo le reveló una historia personal,
cuando joven había sido pastor de los rebaños de los
reyes de los reyes de Corinto en el bosque Citerón, lugar
en el que también pastaban sus ovejas campesinas de
Tebas, y fue un día que ocurrió algo sumamente extraño;
recibió de manos de un pastor de Tebas a un niño muy
herido en los tobillos, el cual llevó a su reino, pero ante la
incapacidad material para criarlo, lo entregó a sus
señores, que hasta entonces no tenían hijos. Ante esta
revelación, Yocasta intentó persuadir a un desconcertado
Edipo para que no se averigüe más sobre la verdad fatal,
pero todo fue en vano. El rey ordenó la búsqueda
inmediata de aquel siervo de Layo, y Yocasta aterrada
por los inminentes acontecimientos entró en palacio.
Edipo interrogó al anciano y aunque éste al principio
quiso hacer creer que no recordaba los acontecimientos
pasados, al final no tuvo más remedio que revelar la
verdad completa ante las amenazas del rey. Así, entre
ambos hombres, el mensajero y el siervo, confirmaron la
hasta entonces creciente sospecha; el asesino del
antiguo rey Layo es el propio rey Edipo, consorte de la
reina Yocasta, su madre, con quien tiene cuatro hijos
(Eteocles, Polínices, Antígona e Ismene).
Edipo entra en palacio angustiado y más tarde un
sirviente sale a informar de los sucesos funestos
acontecidos en el interior de la casa real: la reina Yocasta
se ha ahorcado con una cuerda y el rey Edipo se ha auto
mutilado arrancándose los ojos; es entonces que aparece
el rey, ciego, destruido. Llama a Creonte, su tío y cuñado
y tras pedirle perdón le otorga el trono de Tebas, luego
se despide de sus hijas y a grito vivo exige el destierro
que Creonte le niega, al menos hasta que lo decida los
Dioses. Entonces, por último, Creonte ingresa en el
palacio con Edipo para más tarde cumplir con el
13
destierro; mientras el jefe del coro queda con el público
para plantear la moraleja.
EL MONTE DE LAS ÁNIMAS
Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer
La noche de difuntos me despertó, a no sé qué hora, el
doble de las campanas; su tañido monótono y eterno me
trajo a las mientes esta tradición que oí hace poco en
Soria.
Intenté dormir de nuevo; ¡imposible! Una vez
aguijoneada, la imaginación es un caballo que se
desboca, y al que no sirve tirarle de la rienda. Por pasar
el rato, me decidí a escribirla, como, en efecto, lo hice.
Yo no la oí en el mismo lugar en que acaeció, y la he
escrito volviendo algunas veces la cabeza, con miedo
cuando sentía crujir los cristales de mi balcón,
estremecidos por el aire frío de la noche.
Sea de ello lo que quiera, ahí va, como el caballo de
copas.
-I-
-Atad los perros; haced la señal con las trompas para que
se reúnan los cazadores, y demos la vuelta a la ciudad.
La noche se acerca, es día de Todos los Santos y
estamos en el Monte de las Ánimas.
-¡Tan pronto!
-A ser otro día no dejara yo de concluir con ese rebaño
de lobos que las nieves del Moncayo han arrojado de sus
madrigueras; pero hoy es imposible. Dentro de poco
sonará la oración en los Templarios, y las ánimas de los
difuntos comenzarán a tañer su campaña en la capilla del
monte.
-¡En esa capilla ruinosa! ¡Bah! ¿Quieres asustarme?
-No, hermosa prima; tú ignoras cuanto sucede en este
país, porque aún no hace un año que has venido a él
desde muy lejos. Refrena tu yegua; yo también pondré la
mía al paso, y mientras dure el camino te contaré la
historia.
Los pajes se reunieron en alegres y bulliciosos grupos;
los condes de Borges y de Alcudiel montaron en sus
magníficos caballos, y todos juntos siguieron a sus hijos
Beatriz y Alonso, que precedían la comitiva a bastante
distancia.
Mientras duraba el camino, Alonso narró en estos
términos la prometida historia:
«Ese monte que hoy llaman de las Ánimas pertenecía a
los Templarios, cuyo convento ves allí, a la margen del
río. Los Templarios eran guerreros y religiosos a la vez.
Conquistada Soria a los árabes, el rey los hizo venir de
lejanas tierras para defender la ciudad por la parte del
puente, haciendo en ello notable agravio a sus nobles de
Castilla, que así hubieran sabido solos defenderla como
solos la conquistaron.
»Entre los caballeros de la nueva y poderosa orden y los
hidalgos de la ciudad fermentó por algunos años, y
estalló al fin, un odio profundo. Los primeros tenían
acotado ese monte, donde reservaban caza abundante
para satisfacer sus necesidades y contribuir a sus
placeres; los segundos determinaron organizar una gran
batida en el coto, a pesar de las severas prohibiciones de
los clérigos con espuelas, como llamaban a sus
enemigos.
»Cundió la voz del reto, y nada fue parte a detener a los
unos en su manía de cazar y a los otros en su empeño
de estorbarlo. La proyectada expedición se llevó a cabo.
No se acordaron de ella las fieras; antes la tendrían
presente tantas madres como arrastraron sendos lutos
por sus hijos. Aquello no fue una cacería, fue una batalla
espantosa: el monte quedó sembrado de cadáveres; los
lobos, a quienes se quiso exterminar, tuvieron un
sangriento festín. Por último, intervino la autoridad del
rey; el monte, maldita ocasión de tantas desgracias, se
declaró abandonado, y la capilla de los religiosos, situada
en el mismo monte, y en cuyo atrio se enterraron juntos
amigos y enemigos, comenzó a arruinarse.
»Desde entonces dicen que, cuando llega la noche de
Difuntos, se oye doblar sola la campana de la capilla, y
que las ánimas de los muertos, envueltas en jirones de
sus sudarios, corren como en una cacería fantástica por
entre las breñas y los zarzales. Los ciervos braman
espantados, los lobos aúllan, las culebras dan horrorosos
silbidos, y al otro día se han visto impresas en la nieve
las huellas de los descarnados pies de los esqueletos.
Por eso en Soria le llamamos el Monte de las Ánimas, y
por eso he querido salir de él antes que cierre la noche».
La relación de Alonso concluyó justamente cuando los
dos jóvenes llegaban al extremo del puente que da paso
a la ciudad por aquel lado. Allí esperaron al resto de la
comitiva, la cual, después de incorporársele los dos
jinetes, se perdió por entre las estrechas y oscuras calles
de Soria.
14
- II -
Los servidores acababan de levantar los manteles; la alta
chimenea gótica del palacio de los condes de Alcudiel
despedía un vivo resplandor, iluminando algunos grupos
de damas y caballeros que alrededor de la lumbre
conversaban familiarmente, y el viento azotaba los
emplomados vidrios de las ojivas del salón.
Sólo dos personas parecían ajenas a la conversación
general: Beatriz y Alonso. Beatriz seguía con los ojos,
absortos en un vago pensamiento, los caprichos de la
llama. Alonso miraba el reflejo de la hoguera chispear en
las azules pupilas de Beatriz.
Ambos guardaban hacía rato un profundo silencio.
Las dueñas referían, a propósito de la noche de Difuntos,
cuentos tenebrosos en que los espectros y los
aparecidos representaban el principal papel, y las
campanas de las iglesias de Soria doblaban a lo lejos con
un tañido monótono y triste.
-Hermosa prima -exclamó al fin Alonso rompiendo el
largo silencio en que se encontraban-: pronto vamos a
separarnos, tal vez para siempre; las áridas llanuras de
Castilla, sus costumbres toscas y guerreras, sus hábitos
sencillos y patriarcales sé que no te gustan; te he oído
suspirar varias veces, acaso por algún galán de tu lejano
señorío.
Beatriz hizo un gesto de fría indiferencia; todo su carácter
de mujer se reveló en aquella desdeñosa contracción de
sus delgados labios.
-Tal vez por la pompa de la corte francesa, donde hasta
aquí has vivido -se apresuró a añadir el joven-. De un
modo o de otro, presiento que no tardaré en perderte...
Al separarnos, quisiera que llevases una memoria mía...
¿Te acuerdas cuando fuimos al templo a dar gracias a
Dios por haberte devuelto la salud que viniste a buscar a
esta tierra? El joyel que sujetaba la pluma de mi gorra
cautivó tu atención. ¡Qué hermoso estaría sujetando un
velo sobre tu oscura cabellera! Ya ha prendido el de una
desposada: mi padre se lo regaló a la que me dio el ser,
y ella lo llevó al altar... ¿Lo quieres?
-No sé en el tuyo -contestó la hermosa-, pero en mi país,
una prenda recibida compromete la voluntad. Sólo en un
día de ceremonia debe aceptarse un presente de manos
de un deudo..., que aún puede ir a Roma sin volver con
las manos vacías.
El acento helado con que Beatriz pronunció estas
palabras turbó un momento al joven, que después de
serenarse dijo con tristeza:
-Lo sé prima; pero hoy se celebran Todos los Santos, y
el tuyo entre todos; hoy es día de ceremonias y
presentes. ¿Quieres aceptar el mío?
Beatriz se mordió ligeramente los labios y extendió la
mano para tomar la joya, sin añadir una palabra.
Los dos jóvenes volvieron a quedarse en silencio, y
volviose a oír la cascada voz de las viejas que hablaban
de brujas y de trasgos, y el zumbido del aire que hacía
crujir los vidrios de las ojivas, y el triste y monótono doblar
de las campanas.
Al cabo de algunos minutos, el interrumpido diálogo tornó
a anudarse de este modo:
-Y antes de que concluya el día de Todos los Santos, en
que, así como el tuyo se celebra el mío, y puedes, sin
atar tu voluntad, dejarme un recuerdo, ¿no lo harás? -dijo
él, clavando una mirada en la de su prima, que brilló como
un relámpago, iluminada por un pensamiento diabólico.
-¿Por qué no? -exclamó ésta, llevándose la mano al
hombro derecho como para buscar alguna cosa entre los
pliegues de su ancha manga de terciopelo bordado de
oro... Después, con una infantil expresión de sentimiento,
añadió:
-¿Te acuerdas de la banda azul que llevé hoy a la
cacería, y que por no sé qué emblema de su color me
dijiste que era la divisa de tu alma?
-Sí.
-Pues... ¡se ha perdido! Se ha perdido, y pensaba
dejártela como un recuerdo.
-¡Se ha perdido! ¿Y dónde? -preguntó Alonso,
incorporándose de su asiento y con una indescriptible
expresión de temor y esperanza.
-No sé...; en el monte acaso.
-¡En el Monte de las Ánimas -murmuró palideciendo y
dejándose caer sobre el sitial-, ¡en el Monte de las
Ánimas!
Luego prosiguió con voz entrecortada y sorda:
-Tú lo sabes, porque lo habrás oído mil veces; en la
ciudad, en toda Castilla me llaman el rey de los
cazadores. No habiendo aún podido probar mis fuerzas
en los combates, como mis ascendientes, he llevado a
esta diversión imagen de la guerra todos los bríos de mi
juventud, todo el ardor hereditario en mi raza. La alfombra
que pisan tus pies son despojos de fieras que he muerto
por mi mano. Yo conozco sus guaridas y sus costumbres;
y he combatido con ellas de día y de noche, a pie y a
caballo, solo y en batida, y nadie dirá que me ha visto huir
el peligro en ninguna ocasión. Otra noche volaría por esa
banda, y volaría gozoso como a una fiesta; esta noche...,
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esta noche, ¿a qué ocultarlo?, tengo miedo. ¿Oyes? Las
campanas doblan, la oración ha sonado en San Juan del
Duero, las ánimas del monte comenzarán ahora a
levantar sus amarillentos cráneos de entre las malezas
que cubren sus fosas...; ¡las ánimas!, cuya sola vista
puede helar de horror la sangre del más valiente, tornar
sus cabellos blancos o arrebatarle en el torbellino de su
fantástica carrera como una hoja que arrastra el viento,
sin que se sepa adónde.
Mientras el joven hablaba, una sonrisa imperceptible se
dibujó en los labios de Beatriz, que cuando hubo
concluido exclamó, con un tono indiferente y mientras
atizaba el fuego del hogar, donde saltaba y crujía la leña
arrojando chispas de mil colores:
-¡Oh! Eso de ningún modo. ¡Qué locura! ¡Ir ahora al
monte por semejante friolera! ¡Una noche tan oscura,
noche de Difuntos, y cuajado el camino de lobos!
Al decir esta última frase, la recargó de un modo tan
especial, que Alonso no pudo menos de comprender toda
su amarga ironía; movido como por un resorte, se puso
de pie, se pasó la mano por la frente, como para
arrancarse el miedo que estaba en su cabeza, y no en su
corazón, y con voz firme exclamó, dirigiéndose a la
hermosa, que estaba aún inclinada sobre el hogar
entreteniéndose en revolver el fuego:
-¡Adiós Beatriz, adiós! Hasta... pronto.
-¡Alonso, Alonso! -dijo ésta, volviéndose con rapidez;
pero cuando quiso, o aparentó querer, detenerle, el joven
había desaparecido.
A los pocos minutos se oyó el rumor de un caballo que
se alejaba al galope. La hermosa, con una radiante
expresión de orgullo satisfecho, que coloreó sus mejillas,
prestó atento oído a aquel rumor, que se debilitaba, que
se perdía, que se desvaneció, por último.
Las viejas, en tanto, continuaban en sus cuentos de
ánimas aparecidas; el aire zumbaba en los vidrios del
balcón, y las campanas de la ciudad doblaban a lo lejos.
- III -
Había pasado una hora, dos, tres; la media roche estaba
a punto de sonar, y Beatriz se retiró a su oratorio. Alonso
no volvía, no volvía, cuando en menos de una hora
pudiera haberlo hecho.
-¡Habrá tenido miedo! -exclamó la joven cerrando su libro
de oraciones y encaminándose a su lecho, después de
haber intentado inútilmente murmurar algunos de los
rezos que la iglesia consagra en el día de Difuntos a los
que ya no existen.
Después de haber apagado la lámpara y cruzado las
dobles cortinas de seda, se durmió; se durmió con un
sueño inquieto, ligero, nervioso.
Las doce sonaron en el reloj del Postigo. Beatriz oyó
entre sueños las vibraciones de la campana, lentas,
sordas, tristísimas, y entreabrió los ojos. Creía haber
oído, a par de ellas, pronunciar su nombre; pero lejos,
muy lejos, y por una voz apagada y doliente. El viento
gemía en los vidrios de la ventana.
-Será el viento -dijo; y poniéndose la mano sobre el
corazón procuró tranquilizarse. Pero su corazón latía
cada vez con más violencia. Las puertas de alerce del
oratorio habían crujido sobre sus goznes, con un chirrido
agudo prolongado y estridente.
Primero unas y luego las otras más cercanas, todas las
puertas que daban paso a su habitación iban sonando
por su orden; éstas con un ruido sordo y suave; aquéllas
con un lamento largo y crispador. Después, silencio; un
silencio lleno de rumores extraños, el silencio de la media
noche, con un murmullo monótono de agua distante;
lejanos ladridos de perros, voces confusas, palabras
ininteligibles; ecos de pasos que van y vienen, crujir de
ropas que se arrastran, suspiros que se ahogan,
respiraciones fatigosas que casi no se sienten,
estremecimientos involuntarios que anuncian la
presencia de algo que no se ve y cuya aproximación se
nota, no obstante, en la oscuridad.
Beatriz, inmóvil, temblorosa, adelantó la cabeza fuera de
las cortinillas y escuchó un momento. Oía mil ruidos
diversos; se pasaba la mano por la frente, tornaba a
escuchar; nada, silencio.
Veía, con esa fosforescencia de la pupila en las crisis
nerviosas, como bultos que se movían en todas
direcciones; y cuando, dilatándose, las fijaba en un punto,
nada; oscuridad, las sombras impenetrables.
-¡Bah! -exclamó, yendo a recostar su hermosa cabeza
sobre la almohada, de raso azul, del lecho-. ¿Soy yo tan
miedosa como estas pobres gentes, cuyo corazón palpita
de terror bajo una armadura, al oír una conseja de
aparecidos?
Y cerrando los ojos intentó dormir...; pero en vano había
hecho un esfuerzo sobre sí misma. Pronto volvió a
incorporarse, más pálida, más inquieta, más aterrada. Ya
no era una ilusión: las colgaduras de brocado de la puerta
habían rozado al separarse y unas pisadas lentas
sonaban sobre la alfombra; el rumor de aquellas pisadas
era sordo, casi imperceptible, pero continuado, y a su
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compás se oía crujir una cosa como madera o hueso. Y
se acercaban, se acercaban, y se movió el reclinatorio
que estaba a la orilla de su lecho. Beatriz lanzó un grito
agudo, y arrebujándose en la ropa que la cubría escondió
la cabeza y contuvo el aliento.
El aire azotaba los vidrios del balcón; el agua de la fuente
lejana caía y caía con un rumor eterno y monótono; los
ladridos de los perros se dilataban en las ráfagas del aire,
y las campanas de la ciudad de Soria, unas cerca, otras
distantes, doblaban tristemente por las ánimas de los
difuntos.
Así pasó una hora, dos, la noche, un siglo, porque la
noche aquella pareció eterna a Beatriz. Al fin despuntó la
aurora; vuelta de su temor, entreabrió los ojos a los
primeros rayos de la luz. Después de una noche de
insomnio y de terrores, ¡es tan hermosa la luz clara y
blanca del día! Separó las cortinas de seda del lecho, y
ya se disponía a reírse de sus temores pasados cuando
de repente un sudor frío cubrió su cuerpo, sus ojos se
desencajaron y una palidez mortal decoloró sus mejillas:
sobre el reclinatorio había visto, sangrienta y desgarrada,
la banda azul que perdiera en el monte, la banda azul que
fue a buscar Alonso.
Cuando sus servidores llegaron despavoridos a noticiarle
la muerte del primogénito de Alcudiel, que a la mañana
había aparecido devorado por los lobos entre las malezas
del Monte de las Ánimas, la encontraron inmóvil,
crispada, asida con ambas manos a una de las columnas
de ébano del lecho, desencajados los ojos, entreabierta
la boca, blancos los labios, rígidos los miembros: muerta,
¡muerta de horror!
- IV -
Dicen que después de acaecido este suceso un cazador
extraviado que pasó la noche de difuntos sin poder salir
del Monte de las Ánimas y que, al otro día, antes de morir,
pudo contar lo que viera, refirió cosas horribles. Entre
otras, asegura que vio a los esqueletos de los antiguos
Templarios y de los nobles de Soria enterrados en el atrio
de la capilla, levantarse al punto de la oración con un
estrépito horrible, y caballeros sobre osamentas de
corceles perseguir como a una fiera a una mujer
hermosa, pálida y desmelenada que, con los pies
desnudos y sangrientos y arrojando gritos de horror, daba
vueltas alrededor de la tumba de Alonso.