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CAPÍTULO 2
TEORÍA ATÓMICA
¿Cómo han cambiado nuestras ideas sobre átomos con el pasar de los años? A continuación se presenta una breve reseña
de algunos de los modelos atómicos más representativos y los principales avances tecnológicos que permitieron la
evolución de estos.
MODELOS ATÓMICOS
Figura 2.1: Representación gráfica de los modelos atómicos principales a lo largo del tiempo.
MODELO DE DALTON
DESACIERTOS
Los átomos no son indivisibles, existen partículas más pequeñas que conforman el
átomo.
No todos los átomos de un mismo elemento son idénticos, existen los isótopos que
son átomos de un mismo elemento que tienen diferente masa.
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MODELO DE THOMSON
Thomson descubrió el electrón en 1897, lo que le hizo ganar un Premio Nobel. Utilizó un tubo PUDÍN DE PASAS
de rayos catódicos (figura 2.2a), precursor de los utilizados en los televisores CRT.
Este tubo consta de un tubo de vidrio del cual se ha evacuado casi todo el aire. Si se colocan
dos placas metálicas y se conectan a una fuente de alto voltaje, la placa con carga negativa
emite un rayo invisible. Este rayo catódico se dirige hacia la placa con carga positiva que pasa
por una perforación y continúa su trayectoria hasta el otro extremo del tubo. Al notar que los
rayos se repelían desde la placa negativa y eran atraídos hacia la positiva, se concluyó que los
rayos estaban compuestos de partículas con carga negativa. Ver video.
MODELO DE RUTHERFORD
Rutherford descubrió el núcleo mediante un experimento (figura 2.2b) en el disparó MODELO NUCLEAR
partículas alfa, cargadas positivamente, hacia una lámina de oro sumamente delgada. Las
partículas lograron pasar a través de la lámina con muy poca desviación, pero otras se
desviaron en ángulos grandes, incluso algunos regresaron en una dirección prácticamente
inversa hacia la fuente de emisión. Esto solo se puede explicar si el átomo está compuesto
mayoritariamente de espacio vacío con la carga concentrada en el centro. Ver video.
Luego construyó el modelo nuclear que muestra que:
Para el año 1917, Rutherford y su equipo descubrieron lo que ahora conocemos como protón.
Figura 2.2: a) Experimento de Thomson: tubo de rayos catódicos. b) Experimento de Rutherford: partículas alfa hacia una
película delgada de oro.
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MODELO DE BOHR
Los electrones se mueven alrededor del núcleo en órbitas de energías y tamaños fijos.
La energía de los electrones está cuantizada.
Los electrones no pueden ocupar valores de energía que estén entre los niveles fijos
de energía.
La idea de que la energía debía estar cuantizada o “empaquetada” tal vez parezca extraña,
pero el concepto cuántico tiene muchas analogías. Por ejemplo, nuestro sistema monetario
está basado en un “cuanto” de valor, el centavo de dólar. Incluso los procesos que suceden
en los organismos vivos están cuantizados. Los huevos que pone una gallina son cuantizados,
y una gata preñada puede parir un número entero de gatitos, nunca una mitad o tres cuartos
de gatito.
MODELO DE SCHRÖDINGER
Schrödinger estableció que: MODELO CUÁNTICO
Los electrones no se mueven en caminos establecidos y fijos alrededor del núcleo,
sino describiendo ondas.
Es imposible conocer la ubicación exacta del electrón.
Existen “nubes de probabilidad” llamados orbitales, los cuales son las regiones que
tienen mayor probabilidad de encontrar un electrón en su interior.
Rutherford y otros investigadores habían propuesto que debería existir otro tipo de partícula subatómica en el núcleo,
hecho que el físico inglés James Chadwick probó en 1932. Cuando Chadwick bombardeó una delgada lámina de berilio
con partículas a, el metal emitió una radiación de muy alta energía, similar a los rayos g. Experimentos posteriores
demostraron que esos rayos en realidad constan de un tercer tipo de partículas subatómicas, que Chadwick llamó
neutrones, debido a que se demostró que eran partículas eléctricamente neutras con una masa ligeramente mayor que
la masa de los protones.
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PARTÍCULAS SUBATÓMICAS
Hasta ahora hemos visto que dentro del átomo hay mayoritariamente espacio vacío, en el núcleo del átomo tenemos
confinados los neutrones y protones; y alrededor una zona (nube) de probabilidad de encontrar al electrón donde se
encuentran los electrones de un átomo.
En la figura 2.3 se muestra la localización de las partículas elementales (protones, neutrones y electrones) en un átomo.
Existen otras partículas subatómicas, pero el electrón, el protón y el neutrón son los tres componentes fundamentales del
átomo que son importantes para la química.
En la siguiente tabla se muestran los valores de carga y masa de estas tres partículas fundamentales.
NOTACIÓN ISOTÓPICA
Todos los átomos se pueden identificar por el número de protones y neutrones que contienen.
En un átomo neutro el número de protones es igual al número de electrones, de manera que el número atómico también
indica el número de electrones presentes en un átomo. La identidad química de un átomo queda determinada por su
número atómico. Por ejemplo, el número atómico del flúor es 9. Esto significa que cada átomo de flúor tiene 9 protones
y 9 electrones. O bien, visto de otra forma, cada átomo en el universo que contenga 9 protones se llamará de manera
correcta “flúor”.
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El número de masa (A) es el número total de neutrones y protones presentes en el núcleo de un átomo de un elemento.
Con excepción de la forma más común del hidrógeno, que tiene un protón y no tiene neutrones, todos los núcleos
atómicos contienen tanto protones como neutrones. En general, el número de masa está dado por
𝑛° = 𝐴 − 𝑍 2.2
Por ejemplo, si el número de masa (A) de un átomo específico de boro es 12 y su número atómico (Z) es 5 (que indica 5
protones en el núcleo), entonces el número de neutrones es 12 - 5 = 7. Observe que las tres cantidades (número atómico,
número de neutrones y número de masa) deben ser enteros positivos o números enteros.
ISÓTOPOS
No todos los átomos de un elemento determinado tienen la misma masa. La mayoría de los elementos tiene dos o más
isótopos.
Los isótopos son átomos que tienen el mismo número atómico pero diferente número de masa.
Por ejemplo, existen tres isótopos de hidrógeno. Uno de ellos, que se conoce como hidrógeno, tiene un protón y no tiene
neutrones. El isótopo llamado deuterio contiene un protón y un neutrón, y el tritio tiene un protón y dos neutrones. La
forma aceptada para denotar el número atómico y el número de masa de un elemento (X) es como sigue:
A = Número másico
Z = Número atómico
X = Símbolo del elemento
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Como otro ejemplo, considere dos isótopos comunes del uranio, con números de masa 235 y 238, respectivamente:
𝑈 𝑈
El primer isótopo se utiliza en reactores nucleares y en bombas atómicas, en tanto que el segundo carece de las
propiedades necesarias para tener tales aplicaciones. Con excepción del hidrógeno, que tiene un nombre diferente para
cada uno de los isótopos, los isótopos de los elementos se identifican por su número de masa. Así, los isótopos anteriores
se llaman uranio-235 (uranio doscientos treinta y cinco) y uranio-238 (uranio doscientos treinta y ocho).
Las propiedades químicas de un elemento están determinadas, principalmente, por los protones y electrones de sus
átomos; los neutrones no participan en los cambios químicos en condiciones normales. En consecuencia, los isótopos del
mismo elemento tienen un comportamiento químico semejante, forman el mismo tipo de compuestos y presentan
reactividades semejantes.
En el ejemplo 2.1 se muestra cómo calcular el número de protones, neutrones y electrones, a partir del número atómico
y el número de masa.
Ejemplo 2.1
Indique el número de protones, neutrones y electrones para cada una de las siguientes especies:
a) 𝑁𝑎, b) 𝑁𝑎, c) 𝑂, d) carbono-14.
Estrategia: Recuerde que el exponente se refiere al número de masa (A), y el subíndice al número atómico (Z). El número
de masa siempre es mayor que el número atómico. (La única excepción es 𝐻 donde el número de masa es igual al
número atómico.) En caso de que no se muestre el subíndice, como en los incisos c) y d), el número atómico se puede
derivar del símbolo o nombre del elemento utilizando la tabla periódica. Para determinar el número de electrones,
recuerde que como la electricidad de los átomos es neutra, el número de electrones es igual al número de protones.
Solución:
a) El número atómico es 11; luego, hay 11 protones. El número de masa es 20; por lo tanto, el número de
neutrones es 20 - 11 = 9. El número de electrones es el mismo que el número de protones, es decir, 11.
b) El número atómico es el mismo que en a), u 11. El número de masa es 22; luego, el número de neutrones es 22
- 11 = 11. El número de electrones es 11. Observe que las especies en a) y b) son isótopos químicamente
similares del sodio.
c) El número atómico de O (oxígeno) es 8; luego, tiene 8 protones. El número de masa es 17; por lo tanto, tiene
17 - 8 = 9 neutrones. Hay 8 electrones.
d) El carbono 14 también se puede representar como 14C. El número atómico del carbono es 6, así que tiene 14 -
6 = 8 neutrones. El número de electrones es 6.
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TABLA PERIÓDICA
Más de la mitad de los elementos que se conocen en la actualidad se descubrieron entre 1800 y 1900. Durante este
periodo los químicos observaron que muchos elementos mostraban grandes semejanzas entre ellos. El reconocimiento
de las regularidades periódicas en las propiedades físicas y en el comportamiento químico, así como la necesidad de
organizar la gran cantidad de información disponible sobre la estructura y propiedades de las sustancias elementales,
condujeron al desarrollo de la tabla periódica.
En la tabla periódica se encuentran agrupados los elementos que tienen propiedades químicas y físicas semejantes.
En la figura 2.4 se muestra la tabla periódica moderna, en la que los elementos están acomodados de acuerdo con su
número atómico (que aparece sobre el símbolo del elemento), en filas horizontales, llamadas periodos, y en columnas
verticales, conocidas como grupos o familias, de acuerdo con sus semejanzas en las propiedades químicas.
Nh Mc Lv Ts Og
Figura 2.4: La tabla periódica moderna. Los elementos están organizados de acuerdo con los números atómicos que aparecen sobre
sus símbolos. Con excepción del hidrógeno (H), los no metales aparecen en la extrema derecha de la tabla. Las dos filas de metales,
que se localizan por debajo de la tabla principal, se ubican convencionalmente aparte para evitar que la tabla sea demasiado grande.
En realidad, el cerio (Ce) debería seguir al lantano (La), y el torio (Th) debería ir justo después del actinio (Ac). La Unión Internacional
de Química Pura y Aplicada (IUPAC) ha recomendado la designación de los grupos 1-18 pero su uso aún no es frecuente. En este texto
utilizamos la notación estadounidense para los números de los grupos (1A-8A y 1B-8B).
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Los elementos se dividen en tres categorías: metales, no metales y metaloides. Un metal es un buen conductor del calor
y la electricidad, en tanto que un no metal generalmente es mal conductor del calor y la electricidad. Un metaloide
presenta propiedades intermedias entre los metales y los no metales. En la figura 2.4 se observa que la mayoría de los
elementos que se conocen son metales; sólo 17 elementos son no metales y ocho son metaloides.
En general, se hace referencia a los elementos en forma colectiva, mediante su número de grupo en la tabla periódica
(grupo 1A, grupo 2A, y así sucesivamente). Sin embargo, por conveniencia, algunos grupos de elementos tienen nombres
especiales. Los elementos del grupo 1A (Li, Na, K, Rb, Cs y Fr) se llaman metales alcalinos, y los elementos del grupo 2A
(Be, Mg, Ca, Sr, Ba y Ra) reciben el nombre de metales alcalinotérreos. Los elementos del grupo 7A (F, Cl, Br, I y At) se
conocen como halógenos, y los elementos del grupo 8A (He, Ne, Ar, Kr, Xe y Rn) son los gases nobles.
La teoría cuántica nos ayuda a predecir y entender la función que desempeñan los electrones en la química. De cierto
modo, el estudio de los átomos nos lleva a contestar las siguientes preguntas:
Las respuestas a estas preguntas tienen relación directa con el comportamiento de todas las sustancias en las reacciones
químicas y para responderlas necesitamos hacer énfasis en algunos conceptos no tan convencionales.
A continuación se numeran algunos aspectos fundamentales, que fueron producto de las investigaciones sobre la teoría
cuántica, que debemos tener en cuenta antes de continuar:
Sin duda, la contribución de Bohr fue importante para la comprensión de los átomos, y su sugerencia de que la energía de
un electrón en un átomo está cuantizada, permanece inalterada. Sin embargo, esta teoría no describe por completo el
comportamiento electrónico en los átomos. En 1926, mediante un desarrollo matemático complejo, el físico austriaco
Erwin Schrödinger formuló una ecuación que describe el comportamiento y la energía de las partículas subatómicas en
general; esta ecuación es análoga a las leyes de Newton del movimiento de los objetos macroscópicos. Resolver la
ecuación de Schrödinger implica hacer cálculos avanzados que no se analizan aquí; sin embargo, es importante saber que
esta ecuación incorpora tanto el comportamiento de la partícula, en términos de la masa m, como el de la onda, en
términos de una función de onda c (psi), la cual depende de la ubicación del sistema en el espacio (como la que guarda un
electrón en un átomo).
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NÚMEROS CUÁNTICOS
Para describir la distribución de los electrones en el hidrógeno y otros átomos, la mecánica cuántica precisa de tres
números cuánticos. Estos números se derivan de la solución matemática de la ecuación de Schrödinger para el átomo de
hidrógeno y son: el número cuántico principal, el número cuántico del momento angular y el número cuántico magnético.
Estos números se utilizan para describir los orbitales atómicos e identificar los electrones que están dentro. El número
cuántico de espín es un cuarto número cuántico que describe el comportamiento de determinado electrón y completa la
descripción de los electrones en los átomos.
Para cierto valor de n, ℓ tiene todos los valores enteros posibles desde 0 hasta (n - 1).
Para n = 1 sólo existe un posible valor de ℓ; es decir, ℓ = n - 1 = 1 - 1 = 0. Si n = 2, ℓ puede tener dos valores: 0 y 1. Si n = 3,
ℓ puede tener tres valores: 0, 1 y 2. El valor de ℓ se designa con las letras s, p, d, ... de la siguiente forma:
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ℓ 0 1 2 3 4
Nombre del orbital s p d f g
Por lo tanto, si ℓ = 0, tenemos un orbital s, si ℓ = 1, tenemos un orbital p, y así sucesivamente.
El conjunto de orbitales que tienen el mismo valor de n se conoce comúnmente como nivel o capa. Los orbitales que
tienen los mismos valores de n y ℓ, se conocen como subnivel o subcapa. Por ejemplo, el nivel con n = 2 está formado de
dos subniveles, ℓ = 0 y 1 (los valores permitidos para n = 2). Éstos corresponden a los subniveles 2s y 2p, donde 2 expresa
el valor de n, y s y p se refieren al valor de ℓ.
Si ℓ = 0, entonces ml = 0. Si ℓ = 1, entonces existen [(2 x 1) + 1], o tres valores de ml, es decir, -1, 0 y 1.
Si ℓ = 2, hay [(2 x 2) + 1], o cinco valores de m l, es decir, -2, -1, 0, 1 y 2.
El número de valores que tenga m l indica el número de orbitales presentes en un subnivel con cierto valor de ℓ.
Para resumir este análisis de los tres números cuánticos, supongamos el caso donde n = 2 y ℓ = 1. Los valores de n y ℓ
indican que se tiene un subnivel 2p, y en éste se tienen tres orbitales 2p (puesto que hay tres valores de m l: -1, 0 y 1).
Para tomar en cuenta el espín del electrón, es preciso añadir un cuarto número cuántico, conocido como número cuántico
de espín del electrón (ms), que toma valores de +½ o -½.
ORBITALES ATÓMICOS
Cuando ℓ = 0, (2ℓ + 1) = 1 y sólo hay un valor para mℓ, por lo cual tenemos un orbital s.
Cuando ℓ = 1, (2 ℓ + 1) = 3, de modo que existen tres valores para mℓ o tres orbitales p, representados como px, py y pz.
Cuando ℓ = 2, (2ℓ + 1) = 5, y existen cinco valores para mℓ; los respectivos cinco orbitales d se expresan con subíndices más
complejos. En los siguientes apartados se estudiarán cada uno de los orbitales s, p y d.
ORBITALES s
Una de las preguntas importantes que surgen cuando se estudian las propiedades de los orbitales atómicos es: ¿qué forma
tienen los orbitales? En sentido estricto, un orbital carece de una forma definida porque la función de onda que lo
distingue se extiende desde el núcleo hasta el infinito. En este sentido es difícil decir qué forma tendría un orbital. Por
otra parte, conviene imaginar a los orbitales con una forma específica, sobre todo cuando se estudian los enlaces químicos
que forman los átomos, como se hace en el capítulo siguiente.
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La relación entre los números cuánticos y los orbitales atómicos se muestra en la tabla siguiente:
ORBITALES p
Debe quedar claro que los orbitales p comienzan con el número cuántico principal n = 2. Si n = 1, el número cuántico del
momento angular, sólo puede tomar un valor de cero; en consecuencia, sólo existe un orbital 1s. Como vimos antes,
cuando ℓ = 1, el número cuántico magnético mℓ puede tomar valores de -1, 0 y 1. Si comenzamos con n = 2 y ℓ = 1, tenemos
tres orbitales 2p: 2px, 2py y 2pz (figura 2.7). Las letras del subíndice señalan los ejes sobre los que se orientan los orbitales.
Estos tres orbitales p tienen el mismo tamaño, forma y energía; sólo difieren en su orientación. Note, sin embargo, que
no hay una simple relación entre los valores de mℓ y las direcciones x, y y z. Para los fines de este texto basta recordar
que, como existen tres valores posibles para mℓ, hay tres orbitales p con distinta orientación. Como sucede con los
orbitales s, el tamaño de los orbitales p aumenta desde 2p hasta 3p, 4p y así sucesivamente.
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Figura 2.8: Diagramas de contorno de superficie de los cinco orbitales 3d. Aunque el orbital 3d z2 se ve distinto, es equivalente a los
otros cuatro orbitales en todos los demás aspectos. Los orbitales d de números cuánticos principales más altos tienen formas similares.
Los orbitales que tienen más energía que los orbitales d se representan con las letras f, g, ... y así sucesivamente. Los
orbitales f son importantes porque explican el comportamiento de los elementos con número atómico mayor de 57,
aunque no es fácil representar su forma. La química general no incluye el estudio de orbitales que tengan valores de ℓ
mayores de 3.
Ejemplo 2.2
Haga un listado de los valores de n, ℓ y mℓ, para los orbitales del subnivel 4d.
Estrategia: ¿Cuáles son las relaciones entre n, ℓ y mℓ? ¿Qué representan “4” y “d” en 4d?
Solución:
Como vimos, el número dado al designar el subnivel corresponde al número cuántico principal, en este caso n = 4.
La letra designa el tipo de orbital. Puesto que este caso trata con orbitales d, ℓ = 2.
Los valores de mℓ pueden variar de -ℓ a ℓ. Por consiguiente, mℓ puede ser -2, -1, 0, 1 o 2.
Verificación: Los valores de n y ℓ son fijos para 4d, pero mℓ puede tener cualquiera de los cinco valores, los cuales
corresponden a los cinco orbitales d.
Ejemplo 2.3
Estrategia: Para calcular el número total de orbitales para un valor determinado de n, primero necesitamos escribir los
valores posibles de ℓ. Después, determinamos cuántos valores mℓ están asociados a cada valor de ℓ. El número total de
orbitales es igual a la suma de todos los valores m ℓ.
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Solución:
Para n = 3, los valores posibles para ℓ son 0, 1 y 2. Por lo tanto, hay un orbital 3s (n = 3, ℓ = 0 y mℓ = 0);
hay tres orbitales 3p (n = 3, ℓ = 1 y mℓ = -1, 0, 1); hay cinco orbitales 3d (n = 3, ℓ = 2 y mℓ = -2, -1, 0, 1, 2).
El número total de orbitales es 1 + 3 + 5 = 9.
Verificación: El número total de orbitales para un valor determinado de n es n2. De manera que tenemos 32 = 9.
Los cuatro números cuánticos, n, ℓ, mℓ y ms son suficientes para identificar por completo un electrón en cualquier orbital
de cualquier átomo. En cierto modo, consideramos al conjunto de los cuatro números cuánticos como el “domicilio” de
un electrón en un átomo, de la misma forma en que la calle, la ciudad, el estado y el código postal especifican el domicilio
de una persona. Por ejemplo, los cuatro números cuánticos para un electrón de un orbital 2s son: n = 2, ℓ = 0, mℓ = 0 y ms
= +½ o -½. No conviene indicar todos los números cuánticos individuales, por lo que es preferible emplear la notación
simplificada (n, ℓ, mℓ y ms). Para el ejemplo anterior, los números cuánticos pueden ser (2, 0, 0, +½) o (2, 0, 0, -½). El valor
de ms no influye en la energía, tamaño, forma u orientación de un orbital, pero sí determina la distribución de los
electrones en el orbital.
Ejemplo 2.4
Escriba los cuatro números cuánticos posibles para un electrón situado en un orbital 3p.
Estrategia: ¿Qué implican “3” y “p” en 3p? ¿Cuántos orbitales (valores de m ℓ) hay en un subnivel 3p? ¿Cuáles son los
posibles valores del número cuántico de espín del electrón?
Solución:
En principio, sabemos que el número cuántico principal n es 3 y el número cuántico del momento angular ℓ debe ser 1
(porque se trata de un orbital p).
Para ℓ = 1, existen tres valores de mℓ dados por -1, 0 y 1. Como el número cuántico de espín del electrón ms puede ser
+½ o -½, concluimos que existen seis conjuntos de números cuánticos posibles de designar al electrón utilizando la
notación (n, ℓ, mℓ y ms):
Verificación: En estas seis designaciones podemos ver que los valores de n y ℓ son constantes debido a que el problema
restringe al subnivel 3p (n=3 y ℓ =1), pero los valores de mℓ y ms pueden variar.
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Para átomos polielectrónicos (más de un electrón) la energía de un electrón depende de su número cuántico del momento
angular, así como de su número cuántico principal (figura 2.9a). Para átomos polielectrónicos, el nivel de energía 3d está
muy cerca del nivel 4s. Sin embargo, la energía total de un átomo depende no sólo de la suma de las energías de los
orbitales, sino también de la energía de repulsión entre los electrones de estos orbitales. De esto se desprende que la
energía total de un átomo es menor cuando se llena el subnivel 4s antes que el 3d.
a) b)
Figura 2.9: a) Niveles de energía de los orbitales en un átomo polielectrónico. b) Orden en el cual se llenan los subniveles atómicos en
un átomo polielectrónico. Comienza con el orbital 1s y desciende en dirección de las flechas. Así, el orden es como sigue: 1s, 2s, 2p, 3s,
3p, 4s, 3d, . . .
CONFIGURACIÓN ELECTRÓNICA
El átomo de hidrógeno es un sistema particularmente simple porque sólo posee un electrón. Éste puede ocupar el orbital
1s (el estado fundamental), o encontrarse en algún orbital de mayor energía (un estado excitado). Para entender el
comportamiento electrónico de los átomos polielectrónicos, necesitamos conocer la configuración electrónica del átomo,
es decir, la manera en que están distribuidos los electrones entre los distintos orbitales atómicos. Para mostrar las reglas
básicas de escritura de las configuraciones electrónicas en los átomos que se encuentran en el estado fundamental,
utilizaremos los primeros 7 elementos (del hidrógeno al nitrógeno). Para el presente análisis conviene recordar que el
número de electrones de un átomo es igual a su número atómico Z.
PRINCIPIO DE AUFBAU
Establece que un máximo de dos electrones se coloca en orbitales en orden creciente de energía orbital: los orbitales de
menor energía se llenan antes de que los electrones se coloquen en orbitales de mayor energía.
Siguiendo el principio de Aufbau, la figura 2.9b muestra el orden de llenado de los orbitales atómicos, este orden inicia en
el orbital 1s, lo que implica que el electrón de un átomo de hidrógeno en el estado fundamental debe estar en ese orbital,
de manera que su configuración electrónica es 1s1.
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También es posible representar la configuración electrónica con un diagrama de orbital que muestra el espín del electrón:
La flecha hacia arriba representa uno de los dos posibles giros o espines del electrón. (El electrón también se podría
representar con la flecha hacia abajo.) La caja representa un orbital atómico.
El principio de exclusión de Pauli es útil para determinar las configuraciones electrónicas de los átomos polielectrónicos.
Para el átomo de helio existen tres formas en las que se pueden colocar sus dos electrones en el orbital 1s:
Los diagramas a) y b) son imposibles por el principio de exclusión de Pauli. En el diagrama a), ambos electrones tienen el
espín hacia arriba y tendrían los números cuánticos (1, 0, 0, +½); en b), ambos electrones tienen espín descendente, y
tendrían los números cuánticos (1, 0, 0, -½). Únicamente la configuración en c) es físicamente aceptable, porque un
electrón tiene los números cuánticos (1, 0, 0, +½) y el otro tiene (1, 0, 0, -½). Por lo tanto, el átomo de helio tiene la
siguiente configuración:
Se dice que los electrones que tienen espines opuestos están apareados. Cabe señalar que 1s 2 se lee “uno s dos”, no “uno
s al cuadrado”.
DIAMAGNETISMO Y PARAMAGNETISMO
El principio de exclusión de Pauli es uno de los principios fundamentales de la mecánica cuántica y se comprueba con una
simple observación. Si los dos electrones del orbital 1s de un átomo de helio tuvieran el mismo espín o espines paralelos
(↑↑ o ↓↓), sus campos magnéticos netos se reforzarían mutuamente. Esta distribución haría del helio un gas
paramagnético.
Las sustancias paramagnéticas son aquellas que contienen espines no apareados y son atraídas por un imán.
Por otra parte, si los espines del electrón están apareados, o son antiparalelos (↑↓ o ↓↑), los efectos magnéticos se cancelan
y el átomo es diamagnético.
Las sustancias diamagnéticas no contienen espines no apareados y son repelidas ligeramente por un imán.
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Las mediciones de las propiedades magnéticas proporcionan la evidencia más directa de las configuraciones electrónicas
específicas de los elementos. El progreso alcanzado en el diseño de instrumentos en los últimos 30 años permite no sólo
determinar si un átomo es paramagnético, sino también saber cuántos electrones no apareados están presentes.
El átomo de litio (Z = 3) es otro de los ejemplos a examinar. Este átomo tiene tres electrones, pero el tercero no puede
ocupar el orbital 1s porque sería inevitable que tuviera los cuatro números cuánticos iguales al de uno de los dos primeros
electrones. Como consecuencia, este electrón “entra” en el siguiente orbital (de energía superior), que corresponde al
orbital 2s (ver figura 2.0. La configuración electrónica del litio es 1s 2 2s1, y su diagrama de orbital es
Siguiendo con el análisis de los átomos de los primeros 10 elementos, pasemos ahora al berilio (Z = 4). Su configuración
electrónica en el estado fundamental es 1s2 2s2, o
Observe que el electrón no apareado podría estar en los orbitales 2px, 2py o 2pz. Esta elección es totalmente arbitraria
porque los tres orbitales p tienen energías equivalentes. Por último, el diagrama muestra que los átomos de boro son
paramagnéticos.
REGLA DE HUND
La configuración electrónica del carbono (Z = 6) es 1s 2 2s2 2p2. El siguiente diagrama muestra las distintas formas en las
que se pueden distribuir dos electrones entre los tres orbitales p:
Ninguna de las tres distribuciones viola el principio de exclusión de Pauli, de modo que sólo queda determinar cuál de
ellas dará más estabilidad. La respuesta se encuentra en la regla de Hund, la cual establece que la distribución electrónica
más estable en los subniveles es la que tiene el mayor número de espines paralelos. La distribución del diagrama c)
satisface esta condición. En los diagramas a) y b) los espines se cancelan entre sí, de modo que el diagrama de orbital para
el carbono es
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La preferencia de la distribución c) se justifica sobre bases teóricas. El hecho de que los átomos de carbono sean
paramagnéticos, con dos electrones no apareados, concuerda con la regla de Hund.
Otra vez, la regla de Hund establece que los tres electrones 2p tienen espines paralelos entre sí; en consecuencia, el átomo
de nitrógeno es paramagnético: contiene tres electrones desapareados.
Con base en los ejemplos anteriores, es factible formular algunas reglas generales para determinar el máximo número de
electrones que admiten los distintos subniveles y orbitales para un valor dado de n:
1. Cada capa o nivel de número cuántico principal n contiene n subniveles. Por ejemplo, si n = 2, hay dos subniveles
(dos valores de ℓ) de números cuánticos del momento angular 0 y 1.
2. Cada subnivel de número cuántico ℓ contiene (2ℓ + 1) orbitales. Por ejemplo, si ℓ = 1, hay tres orbitales p.
3. Cada orbital admite un máximo de dos electrones. Por lo tanto, el máximo número de electrones es simplemente
el doble del número de orbitales empleados.
4. De acuerdo con la fórmula 2n2 es fácil calcular el máximo número de electrones que puede tener un átomo en el
nivel principal n.
En los ejemplos 2.5 y 2.6 se muestra el procedimiento para calcular el número de electrones en los orbitales e identificarlos
con los cuatro números cuánticos.
Ejemplo 2.5
¿Cuál es el máximo número de electrones que es posible encontrar en el nivel principal para el que n = 3?
Estrategia:
Se nos proporciona el número cuántico principal (n), así que podemos determinar todos los valores posibles del número
cuántico del momento angular (ℓ). Las reglas anteriores muestran que el número de orbitales para cada valor de ℓ es
(2ℓ + 1). Por lo tanto, podemos determinar el número total de orbitales. ¿Cuántos electrones puede recibir cada orbital?
Solución:
Cuando n = 3, ℓ = 0, 1 y 2. El número de orbitales para cada valor de ℓ está dado por
Número de orbitales
Valor de ℓ (2ℓ + 1)
0 1
1 3
2 5
En total hay nueve orbitales. Como cada uno puede acomodar dos electrones, el máximo número de electrones que
habrá en los orbitales es 2 3 9, es decir, 18.
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Verificación: Si utilizamos la fórmula (n2) como en el ejemplo 2.3, podemos ver que el número total de orbitales es 3 2 y
el número total de electrones es 2(32) o 18. En general, el número total de electrones en un nivel principal de energía
n es 2n2.
Ejemplo 2.6
El átomo de oxígeno tiene un total de ocho electrones. Escriba los cuatro números cuánticos para cada uno de estos
electrones en su estado fundamental.
Estrategia:
Comenzamos con n = 1 y procedemos a llenar los orbitales en el orden mostrado en la figura 2.9b. Para cada valor de n
determinamos los posibles valores de ℓ. Para cada valor de ℓ asignamos los posibles valores de mℓ. Podemos colocar
los electrones en los orbitales de acuerdo con el principio de exclusión de Pauli y la regla de Hund.
Solución:
Comenzamos con n = 1, por lo que ℓ = 0, un subnivel que corresponde al orbital 1s. Este orbital puede acomodar un
total de dos electrones. Enseguida, n = 2, y ℓ puede ser 0 o bien 1. El subnivel ℓ = 0 tiene un orbital 2s, capaz de acomodar
dos electrones. Los cuatro electrones restantes se acomodan en el subnivel ℓ = 1, que tiene tres orbitales 2p. El diagrama
de los orbitales es:
Electrón n ℓ mℓ ms Orbital
1 1 0 0 +½
1s
2 1 0 0 -½
3 2 0 0 +½
2s
4 2 0 0 -½
5 2 1 -1 +½
6 2 1 0 +½
2px, 2py, 2pz
7 2 1 1 +½
8 2 1 -1 -½
Desde luego, la colocación del octavo electrón en el orbital asignado como m ℓ = 1 es arbitraria. También es correcto
asignarlo a mℓ = 0 o mℓ = 1.
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En este punto resumamos lo que sabemos acerca de las configuraciones electrónicas en estado fundamental y las
propiedades de los electrones en los átomos:
1. No puede haber dos electrones en el mismo átomo con los mismos cuatro números cuánticos. Este es el principio
de exclusión de Pauli.
2. Cada orbital puede alojar un máximo de dos electrones, los cuales deben tener espines opuestos, o diferentes
números cuánticos de espín electrónico.
3. La configuración electrónica más estable en un subnivel es aquella que tiene el mayor número de espines
paralelos. Ésta es la regla de Hund.
4. Los átomos paramagnéticos son aquellos en los que uno o más electrones están no apareados. Los átomos
diamagnéticos son aquellos en los que todos los espines electrónicos están apareados.
5. En un átomo polielectrónico, la energía de un electrón depende tanto de n como de su número cuántico del
momento angular ℓ.
6. En un átomo polielectrónico los subniveles se llenan en el orden mostrado en la figura 2.9b.
Con excepción del hidrógeno y el helio, las configuraciones electrónicas de todos los elementos se representan por un
kérnel de gas noble, que muestra entre corchetes el símbolo del gas noble que antecede al elemento a considerar, seguido
por los símbolos de los subniveles superiores llenos que ocupan los niveles externos.
Como se mencionó antes, en un átomo polielectrónico primero se llena el subnivel 4s y después el 3d (vea la figura 2.9b).
Por lo tanto, la configuración electrónica del potasio (Z = 19) es 1s2 2s2 2p6 3s2 3p6 4s1. Dado que 1s2 2s2 2p6 3s2 3p6 es la
configuración electrónica del argón, resulta más sencillo escribir la configuración electrónica del potasio como [Ar]4s 1,
donde [Ar] representa el “kernel” o “core” del argón. De la misma forma podemos escribir la configuración electrónica del
calcio (Z = 20) como [Ar]4s2.
Ejemplo 2.7
Escriba las configuraciones electrónicas del azufre (S) y del paladio (Pd) en su estado fundamental. El paladio es
diamagnético.
a) Estrategia:
¿Cuántos electrones hay en el átomo de S (Z = 16)? Comenzamos con n = 1 y seguimos llenando orbitales en el orden
mostrado en la figura 2.9b. Para cada valor de ℓ, asignamos los valores posibles de mℓ. Podemos colocar los electrones
en los orbitales de acuerdo con el principio de exclusión de Pauli y la regla de Hund y después escribir la configuración
electrónica. La tarea se simplifica si utilizamos el kernel de gas noble que precede al S para los electrones internos.
Solución:
El azufre tiene 16 electrones. El kernel de gas noble en este caso es [Ne]. (Ne es el gas noble en el periodo que precede
al azufre.) [Ne] representa 1s2 2s2 2p6. Esto deja seis electrones para llenar el subnivel 3s y llenar parcialmente el
subnivel 3p. Así, la configuración electrónica del S es
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CAPA DE VALENCIA
La capa de valencia es la capa de electrones más externa ocupada en un átomo; contiene los electrones que generalmente
están implicados en el enlace, a los que se les llama electrones de valencia. A continuación se presentan algunos ejemplos:
GASES NOBLES
Los gases nobles se caracterizan por tener su capa de valencia llena. Tienen 8 electrones de valencia, con excepción del
helio que tiene 2 electrones de valencia. Todos pertenecen al grupo 18 u 8A de la tabla periódica.
HALÓGENOS
Los halógenos se caracterizan por tener 7 electrones en su capa de valencia. Tienen 7 electrones de valencia. Todos
pertenecen al grupo 17 o 7A de la tabla periódico.
METALES ALCALINOS
Los metales alcalinos se caracterizan por tener 1 electrón en su capa más externa. Tienen solamente un electrón de
valencia. Y pertenecen al grupo 1 o 1A de la tabla periódica.
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EJERCICIOS DE PRÁCTICA
2. ¿Cuál de los siguientes orbitales no existe?: 1p, 2s, 2d, 3p, 3d, 3f, 4g.
3. ¿Qué número cuántico define un nivel? ¿Cuáles números cuánticos definen un subnivel?
5. Un electrón de cierto átomo está en el nivel cuántico n = 3. Enumere los posibles valores de los subniveles ℓ y mℓ.
6. Dé los valores de los números cuánticos asociados a los siguientes orbitales: a) 2p, b) 3s, c) 5d.
8. Calcule el número total de electrones que pueden ocupar a) un orbital s, b) tres orbitales p, c) cinco orbitales d.
10. ¿Cuál es el menor valor del número cuántico n para que el átomo pueda tener un orbital f?
12. Señale cuáles de los siguientes conjuntos de números cuánticos son inaceptables y explique por qué:
a. (1, 0, ½, +½)
b. (3, 0, 0, +½)
c. (2, 2, 1, ½)
d. (4, 3, -2, ½)
e. (3, 2, 1, 1).
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13. ¿Cuál es el máximo número de electrones de un átomo que pueden tener los siguientes números cuánticos?
Especifique en qué orbitales pueden hallarse estos electrones.
a. n = 2, ms = +½
b. n = 4, mℓ = -1
c. n = 3, ℓ = 2
d. n = 2, ℓ = 0, ms = +½
e. n = 4, ℓ = 3, mℓ = -2
14. Las configuraciones electrónicas del estado fundamental que se muestran aquí son incorrectas. Explique qué
errores se han cometido en cada una y escriba las configuraciones electrónicas correctas:
a. Al: 1s2 2s2 2p4 3s2 3p3
b. B: 1s2 2s2 2p5
c. F: 1s2 2s2 2p6
15. Dibuje los diagramas de orbitales para los átomos del numeral anterior.
16. Escriba la configuración electrónica abreviada e indique cuántos electrones de valencia contiene cada átomo:
a. Potasio
b. Bromo
c. Fósforo
d. Estroncio
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