El precio del gas natural en el mercado de referencia europeo a principios de junio es

de 84 euros. Esto supone una revalorización del 232% en los últimos doce meses.

La subida del precio del gas en el mercado mayorista, el que adquieren las grandes
compañías que lo transforman en electricidad o lo venden directamente a las
comercializadoras, ha llegado con fuerza a los consumidores españoles.Y lo ha hecho a
través del aumento del precio del gas que se consume en los hogares y del precio de la
luz que se paga en los hogares. Aquí vamos a revisar los motivos de la subida del
precio del gas natural y las consecuencias que está teniendo para los españoles.

El gas natural es una materia prima que cotiza en los mercados internacionales y
que establece su precio conforme a las leyes de la oferta y la demanda. Cuando sus
precios suben es porque o, bien ha aumentado la demanda, o bien, se ha restringido la
oferta.En estos momentos, la demanda de gas natural ha subido, pero también ha
caído la oferta.

Sube la demanda mundial de gas natural

•La pandemia frenó la actividad económica mundial, ahora se ha recuperado.

•Europa se calienta con gas natural y el invierno ha sido especialmente frío

•Se ha rechazado la generación nuclear o de carbón a favor del gas natural

•Hay una severa dependencia en Europa de algunos países productores

En regiones como Europa se produce un repunte estacional en invierno, pues se

utiliza gas natural para calentar las viviendas. El invierno 2021-2022 ha sido
especialmente frío en el norte, por lo que se han gastado las reservas de los países y se
han visto obligados a acudir al mercado a comprar más para cubrir el consumo y rellenar
esas reservas que deben estar llenas. El cierre de plantas nucleares y de plantas de
ciclo combinado de carbón obliga a generar electricidad con gas natural y eso impulsa
la demanda. La falta de políticas energéticas en Europa generó una severa
dependencia de algunos países productores como Rusia, con el que sí había
gaseoductos.

Cae la oferta de gas natural

•Con la menor demanda y precios más bajos no se invirtió en infraestructuras

•Europa rechaza explotar su propio gas natural (se prohibió el fracking)

•El conflicto bélico y las sanciones impiden la llegada del gas ruso