LA VACA PÚRPURA DE SETH GODIN

El mundo está cambiando vertiginosamente y,

con este, las reglas del marketing. La vieja práctica de hacer cuñas publicitarias en TV o
publicar anuncios en los periódicos ya no surte el mismo efecto de antes por una
sencilla razón: los medios están repletos de este tipo de publicidad.

Para que nuestro producto no se “vuelva invisible” entre la gran cantidad de anuncios
comerciales, este debe ser extraordinario. Y nada más extraordinario que una Vaca
Púrpura. Por tanto, la nueva tarea de los expertos en marketing es crear “Vacas
Púrpura”, que se destaquen entre la gran cantidad de productos existentes y sean
adoptadas por el público.

Una vez vistaista una vaca normal, vistas 10 y vistas todas. Pero si ves una vaca
púrpura, te pararás, te quedarás un buen rato observándola, llamarás a tus amigos para
decir, ¡Ey, he visto una vaca púrpura! En términos de producto es lo mismo que decir
que nos esforcemos por hacer cosas diferentes, nuevas, originales, para que la gente
hable de ellas en lugar de hacer nosotros los esfuerzos por venderlo. Esto viene a ser lo
mismo que el marketing viral

Seth Godin en su libro La vaca púrpura da una serie de claves para transformar un
negocio y entrar con más probabilidades de éxito en un mercado saturado de productos
y servicios

● Hay que seleccionar un nicho de mercado objetivo, es decir, dirigirse a una tribu
de clientes en vez de al mercado mundial o a un segmento de mercado. Esto
supondrá seguramente descartar un enorme número de clientes potenciales pero
en cambio ofrecerá más probabilidades de atraer un grupo concreto de clientes
para los que no serás invisible.
● Hay que romper las reglas, diferenciarse del resto, crear algo extraordinario, lo
que Seth Godin denomina como una vaca púrpura. Pero ¿por qué es tan difícil ser
púrpura? Godin lo explica muy bien en un capítulo del libro: por miedo al fracaso.
Esto es algo que se aprende desde la escuela, donde lo que enseñan es a jugar
según las reglas, a ir a lo seguro y eso se convierte en un patrón para la mayoría
de la gente que posteriormente es muy difícil de cambiar. En un mercado
atestado, seguir esas reglas, no destacar, es lo mismo que ser invisible y eso es
lo que finalmente lleva al fracaso