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Mundial, transnacional, global.

1Al revisar la literatura acerca de la historia global todos nos hemos topado con una
yuxtaposición que se ha vuelto común entre historia mundial, historia universal e historia
global. Para muchos autores la aparición del término “global history” parece haber
significado simplemente una modernización en la nomenclatura de una materia que, según
algunos, ha existido desde el inicio de la historiografía griega, en el siglo V a.C.1 Esto es ya
motivo de inquietud, que nos conduce a una primer exigencia, digamos, epistemológica: la
de decidir si el término “historia global” posee un uso acotado, específico, distinto al de la
historia mundial y la historia universal, las cuales por su parte se entienden frecuentemente
como sinónimos pese a algunos esfuerzos por diferenciarlas.2

2Quienes usan indistintamente estos términos adoptan, al menos implícitamente, una


postura que entiende a la historia global como un objeto de estudio. Es la historia del
mundo, pues, y muchas veces una historia que se concibe como omnicomprensiva: es decir,
que abarca todo. Esta forma de concebir la historia global se enfrenta, por lo general de
manera tácita más que explícita, con otra que la entiende como un enfoque, una forma de
acercamiento a objetos o problemas cuya índole puede no ser, de entrada, “global”. En esta
acepción, el enfoque global rescata una dimensión de los fenómenos que puede incluir pero
trasciende la esfera local, nacional, regional. Finalmente, en el uso indistinto de los
términos hay también quienes prefieren mantener la ambivalencia de significado: tan
pronto se trata de la historia del mundo a la manera convencional como de una nueva forma
de acercarse a los procesos históricos.

3La confusión es aún mayor en la medida en que esos términos se mezclan con otros que se
consideran propios de la historia global y que han ido apareciendo en las décadas recientes,
como por ejemplo la historia “trasnacional” (o temas trasnacionales), y en que el nombre
“historia global” se usa tanto para designar al hecho histórico y al acercamiento
epistemológico como a la historiografía que se ocupa de ellos.

4En suma, que el primer problema que enfrenta un lego al tratar de acercarse a la historia
global es el de la confusión conceptual. Historia global, historia mundial, historia
trasnacional son términos diversos que se usan indistintamente para referirse a uno o varios
objetos o fenómenos. En la mayor parte de los textos que abordan el tema, los autores dicen
entender estos términos como cosas distintas pero generalmente optan por no diferenciar su
uso con claridad.

5Aunque entiendo que un lego no debería imponerse semejante tarea, mi propósito en este
primer acercamiento es el de realizar una breve exploración de los estudios relacionados
con el campo de la historia global. Mi expectativa es lograr una diferenciación conceptual
que permita elaborar una sencilla tipología, al menos una que sirva para mi uso personal y
el de los legos que pudieran encontrar en ella alguna utilidad.

 3 Aunque estas bibliotecas son reconocidas por su calidad y la amplitud de sus acervos, se
acepta que (...)
6Para ello se propone un ejercicio de exploración bibliográfica delimitada por el uso del
término “global” en los títulos de las publicaciones que vieron la luz a lo largo del siglo
XX. La búsqueda se realizó en el catálogo de las bibliotecas de dos importantes
instituciones académicas, una en México (El Colegio de México) y otra en Estados Unidos
(la Universidad de Stanford). Como se sabe, la palabra “global” se escribe igual en español,
inglés, francés, portugués y alemán, de manera que el criterio adoptado no impone
necesariamente un sesgo respecto a alguna lengua o tradición historiográfica en
particular.3 No obstante, debe tenerse en mente que este criterio excluye aquellas obras que
pueden haber adoptado un enfoque precursor de los estudios globales o incluso ser un
estudio global, sin consignarlo en el título. El ejercicio y sus resultados se presentan en la
primera parte del ensayo. En una segunda parte, la indagación sigue el rastro de dos de los
posibles orígenes de los estudios globales. Por un lado, el que emerge de la transición
estadounidense desde la historia mundial hasta la historia global. Por el otro, el que se
origina en la tradición francesa de los Annales, representada aquí por Francois Braudel, y se
traslada a la escuela estadounidense gracias a su ampliación y difusión por parte de
Immanuel Wallerstein. Dados los alcances de esta exploración se ha prescindido de otros
antecedentes que han adoptado enfoques en escala supranacional sin llegar a adoptar
expresamente una perspectiva “global”. El artículo cierra con algunas breves reflexiones
finales.

Una breve tipología sobre los estudios globales


El ejercicio

7El propósito de este ejercicio es rastrear en la literatura internacional de ciencias sociales


las obras cuyo título incluya la palabra “global”, a fin de discernir el significado que se le
ha asignado y cómo éste se ha ido modificando a lo largo del tiempo. Para ello decidí no
adoptar una fecha de inicio, pues mi interés radica precisamente en identificar el momento
en que el término aparece y empieza a ser usado en la disciplina. En cambio, la exploración
sí encuentra un cierre temporal, el cual se estableció en el año 2000. Hay, naturalmente, un
elemento de arbitrariedad en la elección del año (pues daba lo mismo elegir 1999 o 2002).
No obstante, el punto de llegada se justifica porque para mis propósitos no es necesario
hacer un recuento exhaustivo de lo que se ha escrito en el campo de los estudios globales,
sino simplemente observar su surgimiento y recabar una muestra suficientemente
representativa del conjunto.

 4 Se excluyó un par de decenas de libros que no tenían fecha de publicación.

 5 El criterio de pertinencia era que tuviera que ver con aspectos “globales” o “mundiales” dentro
de (...)

8Para realizar este ejercicio ingresé al catálogo de la biblioteca Daniel Cosío Villegas
(BDCV) de El Colegio de México, especializada en ciencias sociales, y tecleé la palabra
“global”. El resultado fueron 2554 títulos, que luego ordené cronológicamente, del más
antiguo al más reciente. De esta muestra se excluyó todo lo publicado después del año
2000, lo que me dejó con 1300 títulos que empezaban en 1962.4 De este conjunto
seleccioné una muestra menor de los títulos que me parecieron pertinentes para este
ejercicio y llegué a un subconjunto de 256 títulos entre 1962 y 2000.5 Organicé el material
de la muestra en categorías y luego me pregunté, primero, en qué año apareció el primer
título de cada una y, segundo, cuándo se produjo su primer “auge” (es decir, cuando
aumentó la frecuencia en las publicaciones).

 6 En el momento de la búsqueda (mayo de 2013) había en el catálogo de Stanford 24,190


volúmenes con l (...)

9Para asegurar la representatividad de la muestra y ampliar su cobertura, cotejé el resultado


obtenido en cada categoría con el más amplio catálogo de las bibliotecas de la Universidad
de Stanford (aprovechando que me encontraba de sabático en esa institución). Me remití a
éste sólo en un segundo momento a fin de saber si, dentro de una categoría específica, había
títulos que antecedían al que mi muestra identificaba como el primero en su género.6

 7 De hecho, como observa un dictaminador anónimo de este ensayo, esto es evidente en
tradiciones hist (...)

10Aunque la muestra no pretende ser exhaustiva, puede considerarse representativa de la


literatura que se publicó sobre temas “globales” dentro de ese periodo, y en esa medida es
útil para los propósitos de este modesto ejercicio de clasificación y clarificación conceptual.
Aun así, adolece, como se puede esperar, de muchas limitaciones. La más clara es que
puede haber libros que adopten una perspectiva global pero no lleven la palabra en el
título.7 Esto sucede sobre todo en publicaciones precursoras del nuevo enfoque, que aún no
se reconocen a sí mismas con esa denominación. Sobre estas hablaré brevemente al abordar
las distintas categorías, y con mayor detalle al referirme a la génesis de la historia global.
Otro problema es que los títulos pueden no revelar con precisión el contenido de los libros,
de manera que en muchas ocasiones fue necesario revisarlo para captar su índole específica
y, en su caso, proceder a su clasificación. La tipología también tiene varias limitaciones.
Para mencionar la más común, algunas obras resultaron difíciles de clasificar, ya fuera
porque el título era ambiguo o se prestaba a más de una interpretación, o porque pertenecía
a varias categorías en forma simultánea, o a una sola categoría pero separada en forma
tenue de las demás. Por todos estos motivos, el ejercicio debe ser visto con benevolencia, y
más como un esfuerzo de clarificación conceptual que de clasificación exhaustiva y final.

Los resultados
 8 Day, John Percival, Historia económica mundial, 1914-1939, México, FCE, 1940.

111. Historia mundial y perspectiva mundial


Antes de entrar en el análisis de los títulos que llevan la palabra “global”, conviene definir
brevemente lo que se entiende por historia mundial, a fin de evitar confundirla con la
historia global. Puesto de manera simple, la historia mundial es básicamente la historia de
todo el mundo, y convencionalmente incluye los “acontecimientos” más importantes,
políticos, militares, económicos, sociales, que han tenido lugar en un periodo determinado.
Aunque la historia “mundial” es muy antigua, el primer libro del siglo XX que incluye ese
término en el título data de 1940: Historia económica mundial, 1914-1939.8 No obstante,
el primero que sugiere abarcar todos los temas (y no sólo la economía) es el muy conocido
trabajo de David Thomson, Historia mundial desde 1914 hasta 1950, cuya cobertura
temporal posteriormente se amplió hasta 1961.

 9 Así lo refiere Chris Bayly en la conversación publicada en “Conversation: On transnational


history” (...)

 10 Véase por ejemplo Palmer, R.R. and Colton, Joel, A History of the modern world, Nueva
York, Knopf, (...)

 11 Conversación AHA, p. 1443.

 12 Conversación AHA, p. 1446.

 13 En lo siguiente se omitirá señalar la procedencia de los títulos cuando la información de los
dos c (...)

12En estos años, el término se volvió más común en la literatura anglosajona. En Estados
Unidos muchos consideran que el uso más apropiado del término historia mundial apareció
en la década de 1960 en los libros de texto, como remplazo de la hasta entonces llamada
“historia occidental”.9 En esta acepción, la historia mundial aspiraba a abarcar no sólo al
mundo entero, sino largos periodos de tiempo, como el “mundo moderno”, o incluso todo
el trayecto desde la aparición del hombre hasta la actualidad.10 Isabel Hofmeyr ofrece una
breve definición de la historia mundial referida al ámbito educativo: “…un acercamiento
sumario que comprende todo lo que el diseñador del curso considera un evento
significativo.”11 En todo caso, parece haber acuerdo en considerar que la historia mundial
“se interesa principalmente en la inclusividad, algunas veces en la comparación, pero rara
vez en las conexiones.”12 En mi tipología, que se sintetiza en un cuadro al final de este
apartado, incluiré esta categoría bajo el nombre de “historia mundial” (o world history –
WH). Aclarado este punto podemos proceder a presentar y comentar resultados del ejercicio
de búsqueda y clasificación.13

 14 Por ejemplo, Fisher, J.L., Global projections for the mining sector, Nueva York, United
Nations, 19 (...)

 15 Como Altbach, Ph.G. (ed), The student revolution. A global analysis, Bombay, Lalvani Pub.
House, 19 (...)

 16 No sólo los organismos internacionales se abocaron a esta tarea, sino también agencias
públicas y o (...)

13Fuera de un par de obras tempranas que llevan en su nombre el término “global history”,
a las que me referiré más adelante, los primeros títulos sobre asuntos “globales”
son recopilaciones de información a nivel mundial, que se hicieron frecuentes a partir de
mediados de los años sesenta. La información puede ser cuantitativa, por ejemplo acerca de
variables económicas o demográficas,14 o cualitativa, sobre procesos o fenómenos
sociales.15 Muchas veces se trata de “surveys” o exploraciones y, dada su naturaleza
comprensiva acerca del tema en cuestión, solían estar a cargo de agencias internacionales,
como las Naciones Unidas. Pese al uso frecuente de la palabra “global” en estas obras, su
contenido no es novedoso, pues trabajos similares han visto la luz en forma esporádica al
menos desde finales del siglo XIX, y más sistemáticamente desde que la Liga de las
Naciones empezó a elaborar compilaciones de información mundial en la década de
1920.16 Denominaré este tipo de literatura como de “perspectiva mundial” (o world
perspective –WP).

 17 El primer libro (en la BDCV) que incluye en su título la frase global history es Hans
Kohn, The age (...)

 18 Sobre lo primero, véase Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y


Desarrollo, Towards a g (...)

14No es casual que los estudios de perspectiva mundial hayan proliferado después de las
dos guerras mundiales, junto con los esfuerzos por impulsar y consolidar las condiciones
para un mundo unido y una paz duradera. Ello explica la frecuencia de títulos relacionados
con la guerra y la paz.17 Acaso por razones similares, se percibe también un auge en las
publicaciones de perspectiva mundial relacionadas con los problemas del desarrollo.18 En
ninguno de los casos se observa, sin embargo, la presencia de un enfoque analítico
novedoso, aunque sí una reiterada preocupación por la escala mundial, que ahora empieza a
designarse como “global”.

 19 Spiro, H.J. World politics. The global system, Homewood, III, Dorsey Press, 1966; Cobb,
R.W. y Elde (...)

 20 Por ejemplo, King, Alexander y Schneider, Bertrand, The first global revolution, Nueva
York, Panthe (...)

152. Estudios sobre la globalización


A partir de mediados de los años sesenta se observa en las publicaciones de ciencias
sociales señales de “apercibimiento” del fenómeno que estaba empezando a desplegarse
ante los ojos del mundo: la (más reciente) globalización. Los primeros títulos de este tipo
aparecen (en SU) entre 1966 y 1970,19 y su frecuencia aumenta notablemente (en ambos
catálogos) a partir de 1991, cuando además el objeto de estudio se define –incluso en los
títulos- con mucha mayor precisión.20 Estas publicaciones se designan aquí como “estudios
sobre la globalización” (o globalization studies –GS). Cabe hacer notar que en estos casos
más que el surgimiento de un campo de investigación, se aprecia la necesidad de hacerse
cargo de un proceso, tal como en su momento se analizó el populismo o la guerra fría. No
se pretende en las obras que el estudio de este fenómeno requiera un acercamiento o una
metodología particular, ni que abra la puerta a la investigación de procesos similares en
otros momentos de la historia.

 21 El primero de estos trabajos es el conocido libro de McLuhan, M., War and peace in the
global villa (...)

 22 Conversación AHA, p. 1459.
 23 Por ejemplo, Dollot, Louis y Bofill, Rafael M., Las migraciones humanas, Barcelona, Oikos-
tau, 1971

 24 Este es el caso de Akira Iriye, Global and transnational history. The past, present, and
future, Nu (...)

163. Temas transnacionales


De manera imprecisa, desde fines de los años sesenta la palabra “global” empieza a
utilizarse en una categoría distinta de publicaciones. Éstas se relacionaban con temas
generales, que conciernen a la humanidad como un todo y carecen de una
delimitación geográfica específica, o si la tienen, ésta refiere a la “aldea global”. A
diferencia de las obras de historia mundial, en estos trabajos parece evidente que esa
referencia no indica la pretensión de abarcar al mundo entero en la indagación, sino de
colocar los temas en una perspectiva supranacional.21 Sven Beckert capta con precisión
la idea al decir que se trata de poner atención a “redes, procesos, creencias e instituciones
que trascienden estos espacios políticamente definidos”22 Los tópicos iniciales fueron
asuntos que por sí mismos tienen un interés u orientación “global”, como el medio
ambiente o las migraciones.23 Sólo posteriormente este tipo de acercamiento se adoptó
para abordar los más diversos tópicos, desde el derecho a la vivienda hasta las
enfermedades de transmisión sexual. Se trata, en suma, de temas que superan las fronteras
nacionales y son potencialmente globales, aunque el acento se coloca en la palabra temas
(topics) y su cobertura geográfica no está predeterminada.24 A esta perspectiva se puede
aplicar la denominación de “temas trasnacionales” (o transnational topics, TT).

 25 Isabel Hofmeyr en Conversación AHA, p. 1444.

17Existe, sin embargo, otra versión de lo que debe entenderse por estudios trasnacionales.
En ésta, más estricta en su alcance, se considera que el rasgo medular de un estudio
trasnacional es “su preocupación fundamental con los movimientos, los flujos y la
circulación, no simplemente como un tema o motivo sino como un conjunto analítico de
métodos que define la empresa misma.”25 Conforme a este razonamiento, los “temas”
medioambientales o sobre derechos humanos con alcance supranacional no serían estudios
trasnacionales, sino globales. En cambio, los estudios sobre las migraciones, los flujos
comerciales, la transferencia de tecnología, en la medida en que implican movimiento del
objeto de estudio a través de las fronteras, cabrían en esta definición. Es una disparidad
que ciertamente afecta los criterios de clasificación pero que no es posible dirimir a estas
alturas del desenvolvimiento de la disciplina. Una posibilidad –que algunos juzgarán como
excesiva- sería distinguir entre una perspectiva trasnacional, desde la cual se aborda un
tema supranacional cualquiera y un fenómeno trasnacional, caracterizado intrínsecamente
por el movimiento, el flujo, la circulación. De esta manera, los derechos sexuales podrían
estudiarse desde una perspectiva trasnacional, mientras que el movimiento mundial de
capitales se entendería como un fenómeno trasnacional. Cabría preguntarse si esta
distinción ofrece alguna ventaja en términos de clarificar el método y técnicas del
acercamiento o sólo complica un asunto de más simple resolución.

 26 Sven Beckert en Conversación AHA, p. 1445.


 27 Como Dollot, L., Race and human migrations, Nueva York, Walker, 1964 (SU).

18Los temas trasnacionales pueden abordarse también desde una perspectiva histórica. De
hecho este acercamiento parece especialmente fructífero para reconstruir “aspectos del
pasado humano que trascienden un estado-nación, imperio o cualquier otro territorio
políticamente definido.”26 Aunque en el caso de los temas históricos el enfoque
transnacional no suele revelarse en el título, hay estudios que lo adoptan al menos desde la
década de 1960.27 Definiré este tipo de estudios como temas históricos trasnacionales (o
transnational historical topics, THT).

 28 El primer título de este tipo aparece en SU: Streeten, P. y Corbet, H., Commonwealth policy
in a gl (...)

194. Estudios en contexto (o periodo) global


A principios de la siguiente década (los años de 1970) la percepción del proceso de
globalización se vuelve una constante en la literatura. Sin embargo, ello no se refleja en un
aumento instantáneo de los títulos con ese objeto de estudio, sino en el gran número de
trabajos que empieza a “colocar” países, regiones o incluso temas en el contexto
global.28 Esta perspectiva no se ocupa propiamente de analizar ese contexto, sino que lo
emplea como trasfondo de su propio estudio de caso mucho más acotado. No obstante, a
diferencia de los acercamientos convencionales que aludían al escenario mundial, aquí
resulta clara la conciencia de que el contexto es un proceso envolvente de interconexiones
crecientes, y no solamente la suma de eventos ocurridos en distintas partes del mundo.
Llamaré a este tipo de acercamiento de “contexto global” (o global context –GC)

 29 El primer trabajo que sugiere este acercamiento es Peniche Tood, R. La política
norteamericana haci (...)

20Casi simultáneamente aparecen dentro de esta categoría publicaciones que adoptan un


enfoque histórico. En estos casos puede ser que los títulos se ubiquen en un contexto global
(del pasado) o en un periodo de globalización. Estos trabajos reciben aquí la denominación
de “contexto de historia global” (o global history context –GHC). No son todavía
investigaciones de historia global, pero sí trabajos que toman conciencia del fenómeno de
lo global aconteciendo como trasfondo de su caso de estudio y lo introducen, en mayor o
menor medida, en la explicación. Los primeros títulos de este tipo aparecen a fines de los
años de 1970, y su frecuencia aumenta durante la década siguiente.29

 30 En realidad, aunque los primeros títulos anuncian el surgimiento de una perspectiva de
historia glo (...)

 31 De hecho, los especialistas en el tema suelen ubicar el nacimiento de esta vertiente
historiográfic (...)

 32 Mazlish, and Buultjens (eds.), Conceptualizing.

215. Historia global


¿Y qué decir de la historia global, el principal objeto de esta indagación? La respuesta
breve sería que los primeros títulos que adoptan una perspectiva global aplicada a un tema
histórico datan de fines de los años de 1980,30 aunque los primeros que lo hacen con pleno
conocimiento y precisión en el uso del término son de principios de los años de 1990.31 Es
entonces que parece arribarse a una más plena conciencia del tema y de su especificidad,
señalada por la aparición del libro colectivo que muchos consideran fundacional de la
disciplina: Conceptualizing global history, publicado en 1993.32

22Sin embargo, hay una respuesta larga que es también más clarificadora. Mucho antes del
surgimiento de una historia global que además de ser nueva haya sido bautizada con ese
nombre, se perciben dos desarrollos precursores de esta disciplina, aunque originados en
tradiciones historiográficas diversas. Por un lado se encuentran obras que llevan el término
historia global en el título y que empiezan a aparecer a principios de los años de 1960. En
este primer grupo, fuera de una obra que hace un uso del término muy diferente del que nos
interesa aquí (véase nota 18), están otras que, por su contenido, pueden considerarse de
transición entre la antigua historia mundial y la nueva historia global. Por el otro lado se
identifica una vertiente que de manera muy clara prefigura el enfoque y el objeto de
estudio de la historia global pero que no se da a sí misma ese nombre; me refiero al
llamado “análisis de los sistemas-mundo”. A este asunto dedicaré la siguiente sección, en la
que intentaré además arribar a una definición más precisa de lo que, a partir de esta
exploración, entiendo por historia global. Antes, conviene presentar los resultados de lo
avanzado hasta aquí, que se sintetizan en el siguiente cuadro.

Agrandir Original (jpeg, 755k)

Siguiendo el rastro de la historia global

23En 1962 aparece en Estados Unidos una publicación que por primera vez alude
explícitamente en el título a la historia global. Me refiero a A global history of
man (ubicado en SU). Es un libro de texto que podría caracterizarse sin más como de
historia mundial (en el sentido convencional del término), salvo porque en el prefacio, el
contenido y varios capítulos se percibe una cierta conciencia de que a lo largo de la historia,
el mundo ha pasado por épocas de integración o “unión global” y otras de “división”. En el
capítulo titulado “Civilized man lives in global unity”, que aborda el periodo 1500-1914,
los autores proponen:

 33 Stavrianos, L.S., et al., A global history of man, Boston-Atlanta, Allen and Bacon, 1962, p.
144 y (...)

El antiguo término “civilización occidental” no aplica más. Los eventos del mundo y las
necesidades comunes de toda la humanidad están uniendo la cultura de Asia con la cultura
de Europa y las Américas para formar por primera vez una civilización mundial.33

24En el último capítulo, titulado “Global history today and tomorrow” se enlistan, entre las
fuerzas que promueven la “unidad global” (“global unity”) los medios de transporte y
comunicación, la creciente interdependencia económica y la difusión de formas comunes de
vida. En la tercera edición del libro, publicada en 1974, se apuntalan estos aspectos con
información sobre comercio y transporte entre 1960 y 1967, para concluir que “el mundo
ha devenido una unidad económica”. Este mayor apercibimiento de lo que, ahora sabemos,
era apenas el inicio del (actual) proceso de globalización y de sus antecedentes en la
expansión europea del siglo XVI y en la integración económica del siglo XIX me lleva a
considerar este libro como precursor de un enfoque de historia global o, si se quiere, como
el inicio de la transición desde los estudios convencionales de historia mundial hacia las
preocupaciones más propias de la historia global. Más difícil es rastrear en la literatura
cómo la aparición incipiente de temas globales en los libros de texto de Estados Unidos
pudo haber desembocado en un nuevo enfoque de investigación.

 34 Como se sabe, esta escuela deriva su nombre de la publicación de la revista inicialmente


llamada An (...)

25Existe otro origen posible cuyo recorrido es susceptible de reconstrucción. Desde


mediados del siglo XX, una tradición historiográfica originada en Francia empezó a
plantear problemas y a sugerir posibles vías de solución que invitaban a ampliar el alcance
del análisis histórico y a construir un enfoque apropiado para ello. De esta manera surgió un
acercamiento que claramente se asocia con lo que ahora conocemos como historia global.
En este linaje, el corte epistemológico que dio vida a la historia global, separándola de la
tradicional historia mundial, se produjo por primera vez en los escritos de Fernand Braudel,
como punto de llegada de una larga trayectoria de investigación iniciada en la década de
1930 por la escuela de los Annales.34 Con ello, Braudel inauguró una línea de análisis que
luego seguiría Immanuel Wallerstein, enriqueciéndola con una asimilación propia de la
tradición marxista.

 35 Resulta claro, por ejemplo, que el más reciente libro de síntesis sobre historia global
(publicado (...)

 36 Mazlish, “An introduction”, p. 4.

 37 Véanse, por ejemplo, los textos reunidos en Fernand Braudel, Una lección de historia,
México, FCE, (...)

26A algunos parecerá trillada esta referencia al enfoque de los sistemas-mundo. Sin
embargo, encuentro que en la literatura relacionada con la historia global ha sido ignorado
o seriamente malentendido.35 Daré sólo un par de ejemplos de ello. En su introducción
a Conceptualizing global history, Bruce Mazlish afirma que la pretensión de Braudel de
practicar historia “global” se reduce a un uso equívoco de ese término. En palabras suyas,
“Braudel utiliza el término historia global en el sentido de no existir límites a su
comprensión de un objeto”, y en la misma situación se encontraría, según él, Immanuel
Wallerstein.36 Esto es inexacto. Braudel contribuyó a construir un enfoque de historia
global pero no llegó a designarlo con ese nombre. A lo que Mazlish alude en esta frase es a
la práctica de lo que Braudel llamó la “historia total”, entendida como la aspiración de
trascender la separación convencional entre las disciplinas sociales para comprender de
manera integral los procesos históricos y la realidad social.37
 38 Por ejemplo, Hofmeyr menciona que las distintas versiones de la teoría de los sistemas
mundiales se (...)

27El segundo ejemplo es igualmente ilustrativo. En la más reciente “Conversación” de la


American Historical Association con especialistas en estudios globales, algunos de los
participantes conectan el análisis de los sistemas-mundo con alguna vertiente de la teoría de
la dependencia, enfatizando las limitaciones que por esa asociación posee para un
acercamiento de historia global.38 El equívoco consiste en suponer que la postura
interpretativa de Wallerstein sobre el desenvolvimiento del capitalismo es inseparable de su
propuesta epistemológica. Como trataré de mostrar en seguida, esto no es así. Permítaseme,
pues, reconstruir brevemente el recorrido intelectual que constituye uno de los orígenes de
la historia global.

Braudel y el tiempo del mundo


 39 “Attempting to write the entire history of the world might nevertheless be thought sufficiently
dau (...)

 40 Idem.

 41 “a type of time experienced on a world scale: world time, which is not however, and never
can be th (...)

28Al introducir el tercer volumen de la obra Civilización material y capitalismo, Braudel


empieza colocándose en el marco del discurso historiográfico convencional cuando afirma:
“Tratar de escribir la historia entera del mundo puede no obstante pensarse como una
empresa lo suficientemente desalentadora como para desanimar al más intrépido e incluso
al más ingenuo”.39 Para enfrentar la tarea, propone algunos recursos de los que los
historiadores pueden echar mano: dividir la historia en “sectores” (política, económica,
social y cultural) y luego en escalas temporales (muy larga, larga, mediana y corta
duración).40 Hasta aquí nada muy original. No obstante, en seguida propone distinguir “un
tipo de tiempo que se experimenta en una escala mundial: el tiempo del mundo, que no es,
sin embargo, y nunca podrá ser la suma total de la historia humana.”41 Y sigue aquí el
pasaje crucial:

 42 “This exceptional time-scale governs certain areas of the world and certain realities
depending on (...)

Esta escala de tiempo excepcional gobierna ciertas áreas del mundo y ciertas realidades
dependiendo del periodo y el lugar. Otras áreas y otras realidades siempre escaparán a él y
permanecerán fuera de él.42

 43 “some areas [that] world history does not reach, zones of silence and undisturbed
ignorance... blan (...)

 44 “even in advanced countries, socially and economically speaking, world time has never
accounted for (...)
29Braudel explica el significado del concepto tiempo del mundo mediante el caso de la
India: algunas áreas se conectaron con el mundo exterior y en esa medida mantuvieron “los
tráficos y los ritmos del globo” (“the trades and rhythms of the globe”), mientras que
siempre quedaron “algunas áreas [que] la historia mundial no alcanza, zonas de silencio e
ignorancia imperturbable… espacios en blanco de donde no sale sonido alguno”.43 Este
criterio aplica en una escala local lo mismo que en la mundial: “incluso en países
avanzados en términos económicos y sociales, el tiempo del mundo nunca ha dado cuenta
del conjunto de la existencia humana”.44

30Aunque Braudel no le da ese nombre, no parece arriesgado sugerir que la dimensión de


la realidad histórica que recibe “los tráficos y ritmos del globo” y que comprende todas las
áreas que en un momento determinado comparten el tiempo del mundo, es la que en sentido
estricto concierne a la historia global. Este es un primer criterio que la distingue de la
historia mundial. Un segundo criterio, en mi opinión complementario, se desprende de la
diferencia que el autor establece entre la economía mundial y una economía-mundo. La
primera sería la denominación que corresponde a la historia mundial, mientras que la
segunda sugiere una unidad de análisis consistente con la historia global, a saber:

 45 Ibid., p. 22.

Una economía mundo… solo concierne a un fragmento del mundo, una sección
económicamente autónoma del planeta capaz de proveer la mayoría de sus propias
necesidades, una sección en la cual sus conexiones e intercambios internos otorgan cierta
unidad orgánica.45

 46 La primera edición en español la publicó el Fondo de Cultura Económica en 1953. Allí se
refiere a u (...)

31Cabe destacar que en su obra El mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de


Felipe II, publicada en francés en 1949, Braudel había construido una unidad de análisis
que responde a estos criterios y puede ser considerada iniciadora de la historia global aun
antes de definirla de manera explícita.46 De este modo, la historia global en clave
braudeliana sería aquella que se ocupa de todas las áreas interconectadas del planeta que
constituyen un mundo porque comparten el tiempo del mundo, moviéndose al mismo ritmo,
respondiendo a una racionalidad compartida y reaccionando a factores de cambio que les
son comunes.

Wallerstein y los sistemas-mundo


 47 Wallerstein, Immanuel, World-systems analysis. An introduction, Durham and London, Duke
UP, 2004, p (...)

32Abrevando de la herencia braudeliana y de una interpretación propia del pensamiento de


Marx, Immanuel Wallerstein construye en los años setenta una unidad de análisis
caracterizada por ser un sistema-mundo (la economía-mundo europea), dando origen a lo
que denomina “análisis de los sistemas-mundo” (“world-systems analysis”). Como él
explicaría más tarde, el uso del guión entre ambas palabras busca enfatizar que “hablamos
aquí no acerca de sistemas, economías, imperios del mundo (entero), sino de sistemas,
economías, imperios que son un mundo (pero muy posiblemente, y de hecho usualmente,
no incluyen todo el globo).”47

33Así, un sistema-mundo se define como:

 48 Idem.

…una zona espacio-temporal que corta a través de muchas unidades políticas y culturales,
una que representa una zona integral de actividad e instituciones que obedecen ciertas
reglas sistémicas.48

 49 Ibid., p. 16.

34La dimensión de la realidad integrada de esta manera se constituye como una unidad de


análisis, cuyo estudio se combina con la preocupación por “temporalidades sociales” y por
la intención de superar “las barreras que se han erigido entre diferentes disciplinas
sociales.”49 Junto al concepto de economía-mundo, la noción braudeliana del tiempo del
mundo es adoptada y enriquecida al utilizarla como un coto temporal para las
generalizaciones:

 50 Ibid., p. 18.

La insistencia de Braudel en la multiplicidad de tiempos sociales y su énfasis en el tiempo


estructural –lo que él llamó la larga duración- se volvió central para los analistas de los
sistemas-mundo [en tanto representaba] la duración de un sistema histórico particular. Las
generalizaciones acerca del funcionamiento de tal sistema evitaban así la trampa de parecer
verdades intemporales, eternas.50

 51 Immanuel Wallerstein, The modern world-system. I: Capitalist agriculture and the origins of


the Eur (...)

 52 Ibid, p. 16.

35A mi parecer, los rasgos del acercamiento historiográfico construidos en este recorrido
intelectual proveen los ingredientes básicos de lo que más tarde se iría definiendo como un
nuevo campo de la investigación histórica que acabó por denominarse historia global. Es
cierto que, en su quehacer historiográfico, Wallerstein se ocupa de un sistema-mundo en
particular: la economía-mundo europea que inicia en el siglo XVI. También lo es que al
hacerlo construye una interpretación propia del capitalismo y al mismo tiempo dialoga con
las versiones dependentistas de la teoría del desarrollo.51 Pero nada obliga a aceptar estas
interpretaciones al adoptar el enfoque analítico propuesto. De hecho, el propio Wallerstein
afirma que se pueden reconocer unidades de análisis del tipo sistema-mundo en épocas
anteriores al capitalismo, como en los imperios-mundo de la antigüedad.52 En suma,
quienes difieren de su interpretación sobre el mundo capitalista no tienen que “tirar al niño
junto con el agua sucia”, pues aquélla no está intrínsecamente ligada a la perspectiva de
historia global que se trasluce en el análisis de los sistemas-mundo.
36A la luz de este recorrido, podemos ofrecer una definición tentativa y no exhaustiva de lo
que a partir de estas contribuciones se entendería por historia global. Se trata de un enfoque
de investigación histórica que pone énfasis en la interconexión entre los fenómenos. En la
tradición de Braudel-Wallerstein, consiste en abstraer del mundo real aquellas áreas del
planeta que se encuentran vinculadas por una cierta lógica interna para construir con ellos
una unidad de análisis (un mundo) que se constituye como el objeto de estudio del
investigador. Esta lógica puede ser de índole económica, como en el caso de la economía-
mundo europea del siglo XVI, o político-militar, como en el de los grandes imperios de la
antigüedad. Lo que se enfatiza es la interconexión misma y el enfoque que se adopta para
poder explicarla.

A manera de conclusión: recapitulación y reflexiones para un debate abierto

37En este ensayo partimos de la constatación de que la abundante bibliografía que se ha


publicado en los últimos cincuenta años en torno a los estudios llamados “globales” adolece
de una escasa precisión conceptual en el uso de los términos que se emplean en su
definición. El resultado es un uso laxo o indistinto de los términos “mundial”, “global” y
trasnacional”, cuyo significado preciso suele omitirse, generando confusión entre los
propios especialistas, para no hablar de los lectores. El propósito de este ensayo ha
consistido en clarificar el significado de algunos de estos conceptos a partir de una
exploración de las obras de ciencias sociales publicadas a lo largo del siglo XX que en el
título llevan la palabra “global”, contrastando su uso con el del término “mundial”.

38El ejercicio me permitió constatar que la aparición del término “global” en el título de las
publicaciones tuvo lugar a partir de los años de 1960, aunque inicialmente con enfoque y
propósitos distintos a los que se atribuye a los estudios globales. Si bien en estos años un
buen número de trabajos fue publicado por agencias internacionales, muchos de los títulos
en inglés se publicaron en Estados Unidos, lo cual sugiere cierta preferencia por el uso del
término en el contexto cultural de ese país. Una década más tarde empezaron a publicarse
obras que en su título denotaban el surgimiento de una conciencia del proceso de
globalización y lo adoptaban como escenario o contexto de sus indagaciones. En este
decenio (los años de 1970) las publicaciones con la palabra “global” en el título procedían
en mayor medida del medio académico. En términos de su origen, siguieron prevaleciendo
los títulos en inglés, aunque en el campo de los estudios del desarrollo apareció un número
creciente de trabajos en español. Finalmente, fue en la década de 1990 cuando los títulos de
las publicaciones empezaron a revelar plena conciencia de las implicaciones del uso del
término “global”, ya sea que lo concibieran como un nuevo enfoque o como un (nuevo)
objeto de estudio. Una vez más, la mayor frecuencia se localizó en los títulos en inglés.
Esto no significa que en otros idiomas no se publicaran a partir de cierto momento estudios
globales, pero sugiere que fuera del contexto anglosajón la adopción explícita de ese
término como algo definitorio de su campo de indagación fue más tardía. Esta idea se
refuerza al constatar que las bibliotecas nacionales de Francia y Alemania tampoco
albergan libros en francés o alemán que en su título lleven la palabra “global” y se hayan
publicado antes de 1990. Aunque esto tendría que confirmarse en un estudio más profundo,
ello sugiere que si bien los estudios globales se originaron en varias partes del mundo, el
uso del término “global” para designarlos se difundió a partir de la academia
estadounidense.
39La exploración bibliográfica me permitió también construir una sencilla tipología que
reconoce, junto a la existencia de una vertiente convencional de historia mundial que se
designa a sí misma con ese nombre, una serie de libros que empezaron a utilizar la palabra
“global” para referirse a objetos o propósitos diversos. Encontré así que a partir de los años
sesenta aquélla apareció en publicaciones interesadas en la recopilación de información
(cuantitativa o cualitativa) a nivel mundial. Este acercamiento, que existía ya al menos
desde el siglo XIX, fue incorporado en la clasificación como de “perspectiva mundial”. En
segundo lugar (en términos cronológicos), a fines de esa misma década vieron la luz los
primeros estudios sobre el proceso de globalización por entonces en ciernes, incluidos con
ese mismo nombre en la tipología. En tercer lugar, antes de que aparecieran libros que
llevaran en el título la palabra “global” y realmente lo fueran, adoptaron ese término
muchas obras publicadas en el campo de lo que ahora se denomina “estudios
trasnacionales”. Es debido a esa designación inexacta que los temas trasnacionales se
incluyen en el cuadro, pues en principio caen fuera de los objetivos de este ensayo. En el
decenio de 1970 se publicaron trabajos que hacían un uso más preciso del término “global”
en sus títulos, empleándolo para ubicar sus indagaciones en un contexto global (o de
historia global). Su número aumentó en la siguiente década, cuando también hicieron su
aparición las primeras obras de historia global que en rigor lo eran. El auge de estos
últimos, y de la corriente más amplia de estudios globales, se produjo a principios de los
años noventa.

 53 Mazlish, “An introduction”, p. 1.

 54 O, como dice Iriye, “la globalización económica se volvió más y más global.” Global, p. 45.

40El fenómeno global por antonomasia es, obviamente, la globalización actual, que ha
dado lugar a todo un género de investigaciones designado aquí como “estudios sobre la
globalización” (número 2 en el cuadro). No obstante, es preciso disipar el equívoco que
lleva a identificar esos estudios con la historia global, y que se aprecia en la siguiente
aseveración de Mazlish: “Una tarea de la historia global, entonces, será mirar atrás en
forma selectiva y detectar signos tempranos de la época global que tenemos sobre
nosotros”.53 En la tipología que propongo, lo que Mazlish describe sería una perspectiva
adecuada para los estudios sobre la globalización, que se ocupa del proceso que ha
conducido a la globalización actual, y no para la historia global. Los estudios sobre la
globalización se ocupan de un objeto, mientras que los estudios globales (incluida la
historia global) adoptan un enfoque particular. La perspectiva o enfoque global (o de
historia global) aborda aquella dimensión de los fenómenos a partir de la cual se construye
una unidad de análisis (un mundo) que comprende las áreas del planeta que se encuentran
interconectadas por un mismo tiempo y una misma racionalidad. Cierto es que en la
globalización, esa perspectiva tiende a converger con el fenómeno real. O si se
quiere, un mundo tiende a ser el mundo, aun si algunas áreas que subsisten fuera del tiempo
del mundo nunca lleguen a desaparecer.54 Al producirse este acercamiento entre la
unidad construida analíticamente y la realidad real convergen quienes entienden a la
historia global como un enfoque con los que la perciben como un objeto de investigación.

41Por otra parte, si aceptamos que la historia global es el enfoque apropiado para
analizar un mundo interconectado, cabe también preguntarse si, como piensan algunos
especialistas, debe ser además historia total (á la Braudel), o si puede limitarse a un
acercamiento ya sea desde la historia económica, social, cultural, etc., o bien a partir de
algún tema específico, como las corporaciones multinacionales, la justicia internacional, o
algo por el estilo. Respecto a lo primero, no me parece que sea indispensable (ni asequible)
que un acercamiento de historia global deba ser forzosamente total. Es decir, aunque
entiendo la preferencia por estudios multi- o interdisciplinarios, encuentro razonable que se
emprenda el estudio de esta unidad de análisis a partir de una perspectiva disciplinar, y no
veo por qué al adoptar ésta se estaría renunciando al acercamiento de historia global (en el
sentido de un mundo interconectado). No obstante, sin aspirar necesariamente a un
acercamiento total, es cada vez más frecuente la adopción flexible de enfoques trans-
disciplinarios, es decir, de movimientos transversales entre distintas disciplinas que ofrecen
la posibilidad de abarcar varios aspectos o dimensiones de un fenómeno.

 55 Aquí se inscribiría mi propio trabajo sobre México en un contexto de globalización. Véase


Kuntz Fic (...)

 56 Eells, Global corporations.

42La distinción entre enfoque y objeto de estudio que hemos propuesto antes es relevante


para nuestros propósitos porque implica que un fenómeno que es global en sí mismo puede
o no abordarse desde una perspectiva global. De hecho, hay una extensa literatura que
aborda aspectos propios de la globalización desde una perspectiva local, de una región
(interna a un país) o nacional. Lo mismo aplica a los estudios de contexto global (o
contexto histórico global (número 4 en el cuadro). El fenómeno es reconocido e incluso
considerado como parte del escenario en que se desenvuelve la indagación, pero el
acercamiento sigue teniendo, por alcance y método, un carácter convencional.55 Existen
también, por supuesto, otros estudios que adoptan un enfoque global para analizar
fenómenos de esa misma índole, lo cual es común dentro de los estudios sobre la
globalización y, naturalmente, en los de perspectiva trasnacional. Por ejemplo en Global
corporations, Richard Eells se hace cargo del proceso de surgimiento de las grandes
corporaciones modernas y su expansión en escala global, adoptando un enfoque
eminentemente supranacional.56 También es común encontrar trabajos con perspectiva
trasnacional aplicados a objetos que no necesariamente lo son –no, por lo menos, si se
entiende lo “trasnacional” en el sentido restrictivo de objeto en movimiento. Es decir, que
hay objetos “no móviles” a los que se puede aplicar un acercamiento que trasciende las
fronteras nacionales (por referirme a las unidades políticas modernas). De hecho, casi
cualquier tema que por sí mismo aparecería circunscrito a un plano nacional es susceptible
de un acercamiento de esta naturaleza: la educación, los impuestos, el crecimiento del PIB.

43Cabría preguntarse, sin embargo, hasta qué punto puede adoptarse un


enfoque global para analizar fenómenos o procesos que no son en sí mismos globales, es
decir, que no entrañan una dimensión de interconexión o integración en su
desenvolvimiento. Para decirlo en otras palabras, me pregunto si sólo puede adoptarse una
perspectiva de historia global respecto a periodos o lugares en los que ha tenido lugar un
proceso de globalización, es decir, de interconexión o integración entre distintas zonas del
mundo en una entidad supranacional que comparte ciertas pautas, ritmos, tiempos. La
implicación lógica sería que en épocas de “desconexión”, no habiendo fenómenos
interconectados que historiar, lo apropiado sería un enfoque de historia mundial
convencional (que aparece con el número 0 en el cuadro). Es decir, de una historia
entendida como un “compendio” de fenómenos, situaciones y eventos que tienen lugar en
distintas partes sin una lógica común subyacente, con independencia uno de otro. Si esto es
así, debemos concluir que, lejos de ser sucesivos o excluyentes, en realidad los enfoques de
historia mundial e historia global coexisten y se aplican a distintos periodos y procesos,
según lo exija el objeto de estudio. Así, por ejemplo, un enfoque de historia global no sería
el más apropiado para estudiar los señoríos feudales en la Europa medieval (que, en
cambio, sí podrían abordarse con una perspectiva trasnacional), mientras que uno de
historia mundial se quedaría corto para entender el proceso de globalización de los últimos
cincuenta años.

44Como bien dice el propio Wallerstein, no hay en las ciencias sociales algo que sea
completamente original o novedoso. En la medida en que el saber es acumulativo, todo
acercamiento abreva de sus antecesores y, en el mejor de los casos, avanza nuestro
conocimiento a un punto que será retomado por otros. La construcción intelectual cuyos
primeros cimientos colocó Braudel a mediados del siglo XX fue continuada por Wallerstein
en el decenio de 1970. Unos años antes, otros historiadores ejerciendo su oficio en un
ambiente intelectual distinto empezaron también a reconocer el fenómeno de la
globalización y sus antecedentes históricos. El desenvolvimiento de una nueva era de
integración global en las últimas décadas del siglo XX alimentó en la mente de muchos
estudiosos la conciencia de la existencia (histórica) del fenómeno de la globalización. Ello
acabó de preparar el terreno para el surgimiento de un nuevo campo de la indagación
histórica, que al parecer alcanzó plena conciencia de sí mismo en la década de 1990. A
partir de entonces las publicaciones que anuncian en el título una perspectiva de historia
global o al menos de contexto global se han vuelto comunes y muy numerosas, aunque no
siempre su contenido responde a una definición estricta de esos términos. Aún más
recientemente, el campo se ha abierto a la exploración flexible y abierta de distintas escalas
de observación con herramientas tomadas de diversas disciplinas, para dar paso a lo que en
forma genérica denominamos “estudios globales”. Aun si esta proliferación de perspectivas
innovadoras es bienvenida, resulta indispensable que se vea acompañada por una reflexión
continua que promueva un mejor entendimiento de las especificidades, la metodología y los
propósitos de cada una de ellas. Sólo así podrán enseñarse a las nuevas generaciones y
comunicarse a un público más amplio que el de los iniciados. Sólo así podrán aspirar a
ocupar un lugar en las grandes tradiciones historiográficas de nuestro tiempo.

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