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1Al revisar la literatura acerca de la historia global todos nos hemos topado con una
yuxtaposición que se ha vuelto común entre historia mundial, historia universal e historia
global. Para muchos autores la aparición del término “global history” parece haber
significado simplemente una modernización en la nomenclatura de una materia que, según
algunos, ha existido desde el inicio de la historiografía griega, en el siglo V a.C.1 Esto es ya
motivo de inquietud, que nos conduce a una primer exigencia, digamos, epistemológica: la
de decidir si el término “historia global” posee un uso acotado, específico, distinto al de la
historia mundial y la historia universal, las cuales por su parte se entienden frecuentemente
como sinónimos pese a algunos esfuerzos por diferenciarlas.2
3La confusión es aún mayor en la medida en que esos términos se mezclan con otros que se
consideran propios de la historia global y que han ido apareciendo en las décadas recientes,
como por ejemplo la historia “trasnacional” (o temas trasnacionales), y en que el nombre
“historia global” se usa tanto para designar al hecho histórico y al acercamiento
epistemológico como a la historiografía que se ocupa de ellos.
4En suma, que el primer problema que enfrenta un lego al tratar de acercarse a la historia
global es el de la confusión conceptual. Historia global, historia mundial, historia
trasnacional son términos diversos que se usan indistintamente para referirse a uno o varios
objetos o fenómenos. En la mayor parte de los textos que abordan el tema, los autores dicen
entender estos términos como cosas distintas pero generalmente optan por no diferenciar su
uso con claridad.
5Aunque entiendo que un lego no debería imponerse semejante tarea, mi propósito en este
primer acercamiento es el de realizar una breve exploración de los estudios relacionados
con el campo de la historia global. Mi expectativa es lograr una diferenciación conceptual
que permita elaborar una sencilla tipología, al menos una que sirva para mi uso personal y
el de los legos que pudieran encontrar en ella alguna utilidad.
3 Aunque estas bibliotecas son reconocidas por su calidad y la amplitud de sus acervos, se
acepta que (...)
6Para ello se propone un ejercicio de exploración bibliográfica delimitada por el uso del
término “global” en los títulos de las publicaciones que vieron la luz a lo largo del siglo
XX. La búsqueda se realizó en el catálogo de las bibliotecas de dos importantes
instituciones académicas, una en México (El Colegio de México) y otra en Estados Unidos
(la Universidad de Stanford). Como se sabe, la palabra “global” se escribe igual en español,
inglés, francés, portugués y alemán, de manera que el criterio adoptado no impone
necesariamente un sesgo respecto a alguna lengua o tradición historiográfica en
particular.3 No obstante, debe tenerse en mente que este criterio excluye aquellas obras que
pueden haber adoptado un enfoque precursor de los estudios globales o incluso ser un
estudio global, sin consignarlo en el título. El ejercicio y sus resultados se presentan en la
primera parte del ensayo. En una segunda parte, la indagación sigue el rastro de dos de los
posibles orígenes de los estudios globales. Por un lado, el que emerge de la transición
estadounidense desde la historia mundial hasta la historia global. Por el otro, el que se
origina en la tradición francesa de los Annales, representada aquí por Francois Braudel, y se
traslada a la escuela estadounidense gracias a su ampliación y difusión por parte de
Immanuel Wallerstein. Dados los alcances de esta exploración se ha prescindido de otros
antecedentes que han adoptado enfoques en escala supranacional sin llegar a adoptar
expresamente una perspectiva “global”. El artículo cierra con algunas breves reflexiones
finales.
5 El criterio de pertinencia era que tuviera que ver con aspectos “globales” o “mundiales” dentro
de (...)
8Para realizar este ejercicio ingresé al catálogo de la biblioteca Daniel Cosío Villegas
(BDCV) de El Colegio de México, especializada en ciencias sociales, y tecleé la palabra
“global”. El resultado fueron 2554 títulos, que luego ordené cronológicamente, del más
antiguo al más reciente. De esta muestra se excluyó todo lo publicado después del año
2000, lo que me dejó con 1300 títulos que empezaban en 1962.4 De este conjunto
seleccioné una muestra menor de los títulos que me parecieron pertinentes para este
ejercicio y llegué a un subconjunto de 256 títulos entre 1962 y 2000.5 Organicé el material
de la muestra en categorías y luego me pregunté, primero, en qué año apareció el primer
título de cada una y, segundo, cuándo se produjo su primer “auge” (es decir, cuando
aumentó la frecuencia en las publicaciones).
7 De hecho, como observa un dictaminador anónimo de este ensayo, esto es evidente en
tradiciones hist (...)
Los resultados
8 Day, John Percival, Historia económica mundial, 1914-1939, México, FCE, 1940.
10 Véase por ejemplo Palmer, R.R. and Colton, Joel, A History of the modern world, Nueva
York, Knopf, (...)
11 Conversación AHA, p. 1443.
12 Conversación AHA, p. 1446.
13 En lo siguiente se omitirá señalar la procedencia de los títulos cuando la información de los
dos c (...)
12En estos años, el término se volvió más común en la literatura anglosajona. En Estados
Unidos muchos consideran que el uso más apropiado del término historia mundial apareció
en la década de 1960 en los libros de texto, como remplazo de la hasta entonces llamada
“historia occidental”.9 En esta acepción, la historia mundial aspiraba a abarcar no sólo al
mundo entero, sino largos periodos de tiempo, como el “mundo moderno”, o incluso todo
el trayecto desde la aparición del hombre hasta la actualidad.10 Isabel Hofmeyr ofrece una
breve definición de la historia mundial referida al ámbito educativo: “…un acercamiento
sumario que comprende todo lo que el diseñador del curso considera un evento
significativo.”11 En todo caso, parece haber acuerdo en considerar que la historia mundial
“se interesa principalmente en la inclusividad, algunas veces en la comparación, pero rara
vez en las conexiones.”12 En mi tipología, que se sintetiza en un cuadro al final de este
apartado, incluiré esta categoría bajo el nombre de “historia mundial” (o world history –
WH). Aclarado este punto podemos proceder a presentar y comentar resultados del ejercicio
de búsqueda y clasificación.13
14 Por ejemplo, Fisher, J.L., Global projections for the mining sector, Nueva York, United
Nations, 19 (...)
15 Como Altbach, Ph.G. (ed), The student revolution. A global analysis, Bombay, Lalvani Pub.
House, 19 (...)
16 No sólo los organismos internacionales se abocaron a esta tarea, sino también agencias
públicas y o (...)
13Fuera de un par de obras tempranas que llevan en su nombre el término “global history”,
a las que me referiré más adelante, los primeros títulos sobre asuntos “globales”
son recopilaciones de información a nivel mundial, que se hicieron frecuentes a partir de
mediados de los años sesenta. La información puede ser cuantitativa, por ejemplo acerca de
variables económicas o demográficas,14 o cualitativa, sobre procesos o fenómenos
sociales.15 Muchas veces se trata de “surveys” o exploraciones y, dada su naturaleza
comprensiva acerca del tema en cuestión, solían estar a cargo de agencias internacionales,
como las Naciones Unidas. Pese al uso frecuente de la palabra “global” en estas obras, su
contenido no es novedoso, pues trabajos similares han visto la luz en forma esporádica al
menos desde finales del siglo XIX, y más sistemáticamente desde que la Liga de las
Naciones empezó a elaborar compilaciones de información mundial en la década de
1920.16 Denominaré este tipo de literatura como de “perspectiva mundial” (o world
perspective –WP).
17 El primer libro (en la BDCV) que incluye en su título la frase global history es Hans
Kohn, The age (...)
14No es casual que los estudios de perspectiva mundial hayan proliferado después de las
dos guerras mundiales, junto con los esfuerzos por impulsar y consolidar las condiciones
para un mundo unido y una paz duradera. Ello explica la frecuencia de títulos relacionados
con la guerra y la paz.17 Acaso por razones similares, se percibe también un auge en las
publicaciones de perspectiva mundial relacionadas con los problemas del desarrollo.18 En
ninguno de los casos se observa, sin embargo, la presencia de un enfoque analítico
novedoso, aunque sí una reiterada preocupación por la escala mundial, que ahora empieza a
designarse como “global”.
19 Spiro, H.J. World politics. The global system, Homewood, III, Dorsey Press, 1966; Cobb,
R.W. y Elde (...)
20 Por ejemplo, King, Alexander y Schneider, Bertrand, The first global revolution, Nueva
York, Panthe (...)
21 El primero de estos trabajos es el conocido libro de McLuhan, M., War and peace in the
global villa (...)
22 Conversación AHA, p. 1459.
23 Por ejemplo, Dollot, Louis y Bofill, Rafael M., Las migraciones humanas, Barcelona, Oikos-
tau, 1971
24 Este es el caso de Akira Iriye, Global and transnational history. The past, present, and
future, Nu (...)
17Existe, sin embargo, otra versión de lo que debe entenderse por estudios trasnacionales.
En ésta, más estricta en su alcance, se considera que el rasgo medular de un estudio
trasnacional es “su preocupación fundamental con los movimientos, los flujos y la
circulación, no simplemente como un tema o motivo sino como un conjunto analítico de
métodos que define la empresa misma.”25 Conforme a este razonamiento, los “temas”
medioambientales o sobre derechos humanos con alcance supranacional no serían estudios
trasnacionales, sino globales. En cambio, los estudios sobre las migraciones, los flujos
comerciales, la transferencia de tecnología, en la medida en que implican movimiento del
objeto de estudio a través de las fronteras, cabrían en esta definición. Es una disparidad
que ciertamente afecta los criterios de clasificación pero que no es posible dirimir a estas
alturas del desenvolvimiento de la disciplina. Una posibilidad –que algunos juzgarán como
excesiva- sería distinguir entre una perspectiva trasnacional, desde la cual se aborda un
tema supranacional cualquiera y un fenómeno trasnacional, caracterizado intrínsecamente
por el movimiento, el flujo, la circulación. De esta manera, los derechos sexuales podrían
estudiarse desde una perspectiva trasnacional, mientras que el movimiento mundial de
capitales se entendería como un fenómeno trasnacional. Cabría preguntarse si esta
distinción ofrece alguna ventaja en términos de clarificar el método y técnicas del
acercamiento o sólo complica un asunto de más simple resolución.
18Los temas trasnacionales pueden abordarse también desde una perspectiva histórica. De
hecho este acercamiento parece especialmente fructífero para reconstruir “aspectos del
pasado humano que trascienden un estado-nación, imperio o cualquier otro territorio
políticamente definido.”26 Aunque en el caso de los temas históricos el enfoque
transnacional no suele revelarse en el título, hay estudios que lo adoptan al menos desde la
década de 1960.27 Definiré este tipo de estudios como temas históricos trasnacionales (o
transnational historical topics, THT).
28 El primer título de este tipo aparece en SU: Streeten, P. y Corbet, H., Commonwealth policy
in a gl (...)
29 El primer trabajo que sugiere este acercamiento es Peniche Tood, R. La política
norteamericana haci (...)
30 En realidad, aunque los primeros títulos anuncian el surgimiento de una perspectiva de
historia glo (...)
31 De hecho, los especialistas en el tema suelen ubicar el nacimiento de esta vertiente
historiográfic (...)
22Sin embargo, hay una respuesta larga que es también más clarificadora. Mucho antes del
surgimiento de una historia global que además de ser nueva haya sido bautizada con ese
nombre, se perciben dos desarrollos precursores de esta disciplina, aunque originados en
tradiciones historiográficas diversas. Por un lado se encuentran obras que llevan el término
historia global en el título y que empiezan a aparecer a principios de los años de 1960. En
este primer grupo, fuera de una obra que hace un uso del término muy diferente del que nos
interesa aquí (véase nota 18), están otras que, por su contenido, pueden considerarse de
transición entre la antigua historia mundial y la nueva historia global. Por el otro lado se
identifica una vertiente que de manera muy clara prefigura el enfoque y el objeto de
estudio de la historia global pero que no se da a sí misma ese nombre; me refiero al
llamado “análisis de los sistemas-mundo”. A este asunto dedicaré la siguiente sección, en la
que intentaré además arribar a una definición más precisa de lo que, a partir de esta
exploración, entiendo por historia global. Antes, conviene presentar los resultados de lo
avanzado hasta aquí, que se sintetizan en el siguiente cuadro.
23En 1962 aparece en Estados Unidos una publicación que por primera vez alude
explícitamente en el título a la historia global. Me refiero a A global history of
man (ubicado en SU). Es un libro de texto que podría caracterizarse sin más como de
historia mundial (en el sentido convencional del término), salvo porque en el prefacio, el
contenido y varios capítulos se percibe una cierta conciencia de que a lo largo de la historia,
el mundo ha pasado por épocas de integración o “unión global” y otras de “división”. En el
capítulo titulado “Civilized man lives in global unity”, que aborda el periodo 1500-1914,
los autores proponen:
33 Stavrianos, L.S., et al., A global history of man, Boston-Atlanta, Allen and Bacon, 1962, p.
144 y (...)
El antiguo término “civilización occidental” no aplica más. Los eventos del mundo y las
necesidades comunes de toda la humanidad están uniendo la cultura de Asia con la cultura
de Europa y las Américas para formar por primera vez una civilización mundial.33
24En el último capítulo, titulado “Global history today and tomorrow” se enlistan, entre las
fuerzas que promueven la “unidad global” (“global unity”) los medios de transporte y
comunicación, la creciente interdependencia económica y la difusión de formas comunes de
vida. En la tercera edición del libro, publicada en 1974, se apuntalan estos aspectos con
información sobre comercio y transporte entre 1960 y 1967, para concluir que “el mundo
ha devenido una unidad económica”. Este mayor apercibimiento de lo que, ahora sabemos,
era apenas el inicio del (actual) proceso de globalización y de sus antecedentes en la
expansión europea del siglo XVI y en la integración económica del siglo XIX me lleva a
considerar este libro como precursor de un enfoque de historia global o, si se quiere, como
el inicio de la transición desde los estudios convencionales de historia mundial hacia las
preocupaciones más propias de la historia global. Más difícil es rastrear en la literatura
cómo la aparición incipiente de temas globales en los libros de texto de Estados Unidos
pudo haber desembocado en un nuevo enfoque de investigación.
35 Resulta claro, por ejemplo, que el más reciente libro de síntesis sobre historia global
(publicado (...)
37 Véanse, por ejemplo, los textos reunidos en Fernand Braudel, Una lección de historia,
México, FCE, (...)
26A algunos parecerá trillada esta referencia al enfoque de los sistemas-mundo. Sin
embargo, encuentro que en la literatura relacionada con la historia global ha sido ignorado
o seriamente malentendido.35 Daré sólo un par de ejemplos de ello. En su introducción
a Conceptualizing global history, Bruce Mazlish afirma que la pretensión de Braudel de
practicar historia “global” se reduce a un uso equívoco de ese término. En palabras suyas,
“Braudel utiliza el término historia global en el sentido de no existir límites a su
comprensión de un objeto”, y en la misma situación se encontraría, según él, Immanuel
Wallerstein.36 Esto es inexacto. Braudel contribuyó a construir un enfoque de historia
global pero no llegó a designarlo con ese nombre. A lo que Mazlish alude en esta frase es a
la práctica de lo que Braudel llamó la “historia total”, entendida como la aspiración de
trascender la separación convencional entre las disciplinas sociales para comprender de
manera integral los procesos históricos y la realidad social.37
38 Por ejemplo, Hofmeyr menciona que las distintas versiones de la teoría de los sistemas
mundiales se (...)
40 Idem.
41 “a type of time experienced on a world scale: world time, which is not however, and never
can be th (...)
42 “This exceptional time-scale governs certain areas of the world and certain realities
depending on (...)
Esta escala de tiempo excepcional gobierna ciertas áreas del mundo y ciertas realidades
dependiendo del periodo y el lugar. Otras áreas y otras realidades siempre escaparán a él y
permanecerán fuera de él.42
43 “some areas [that] world history does not reach, zones of silence and undisturbed
ignorance... blan (...)
44 “even in advanced countries, socially and economically speaking, world time has never
accounted for (...)
29Braudel explica el significado del concepto tiempo del mundo mediante el caso de la
India: algunas áreas se conectaron con el mundo exterior y en esa medida mantuvieron “los
tráficos y los ritmos del globo” (“the trades and rhythms of the globe”), mientras que
siempre quedaron “algunas áreas [que] la historia mundial no alcanza, zonas de silencio e
ignorancia imperturbable… espacios en blanco de donde no sale sonido alguno”.43 Este
criterio aplica en una escala local lo mismo que en la mundial: “incluso en países
avanzados en términos económicos y sociales, el tiempo del mundo nunca ha dado cuenta
del conjunto de la existencia humana”.44
45 Ibid., p. 22.
Una economía mundo… solo concierne a un fragmento del mundo, una sección
económicamente autónoma del planeta capaz de proveer la mayoría de sus propias
necesidades, una sección en la cual sus conexiones e intercambios internos otorgan cierta
unidad orgánica.45
46 La primera edición en español la publicó el Fondo de Cultura Económica en 1953. Allí se
refiere a u (...)
48 Idem.
…una zona espacio-temporal que corta a través de muchas unidades políticas y culturales,
una que representa una zona integral de actividad e instituciones que obedecen ciertas
reglas sistémicas.48
49 Ibid., p. 16.
50 Ibid., p. 18.
52 Ibid, p. 16.
35A mi parecer, los rasgos del acercamiento historiográfico construidos en este recorrido
intelectual proveen los ingredientes básicos de lo que más tarde se iría definiendo como un
nuevo campo de la investigación histórica que acabó por denominarse historia global. Es
cierto que, en su quehacer historiográfico, Wallerstein se ocupa de un sistema-mundo en
particular: la economía-mundo europea que inicia en el siglo XVI. También lo es que al
hacerlo construye una interpretación propia del capitalismo y al mismo tiempo dialoga con
las versiones dependentistas de la teoría del desarrollo.51 Pero nada obliga a aceptar estas
interpretaciones al adoptar el enfoque analítico propuesto. De hecho, el propio Wallerstein
afirma que se pueden reconocer unidades de análisis del tipo sistema-mundo en épocas
anteriores al capitalismo, como en los imperios-mundo de la antigüedad.52 En suma,
quienes difieren de su interpretación sobre el mundo capitalista no tienen que “tirar al niño
junto con el agua sucia”, pues aquélla no está intrínsecamente ligada a la perspectiva de
historia global que se trasluce en el análisis de los sistemas-mundo.
36A la luz de este recorrido, podemos ofrecer una definición tentativa y no exhaustiva de lo
que a partir de estas contribuciones se entendería por historia global. Se trata de un enfoque
de investigación histórica que pone énfasis en la interconexión entre los fenómenos. En la
tradición de Braudel-Wallerstein, consiste en abstraer del mundo real aquellas áreas del
planeta que se encuentran vinculadas por una cierta lógica interna para construir con ellos
una unidad de análisis (un mundo) que se constituye como el objeto de estudio del
investigador. Esta lógica puede ser de índole económica, como en el caso de la economía-
mundo europea del siglo XVI, o político-militar, como en el de los grandes imperios de la
antigüedad. Lo que se enfatiza es la interconexión misma y el enfoque que se adopta para
poder explicarla.
38El ejercicio me permitió constatar que la aparición del término “global” en el título de las
publicaciones tuvo lugar a partir de los años de 1960, aunque inicialmente con enfoque y
propósitos distintos a los que se atribuye a los estudios globales. Si bien en estos años un
buen número de trabajos fue publicado por agencias internacionales, muchos de los títulos
en inglés se publicaron en Estados Unidos, lo cual sugiere cierta preferencia por el uso del
término en el contexto cultural de ese país. Una década más tarde empezaron a publicarse
obras que en su título denotaban el surgimiento de una conciencia del proceso de
globalización y lo adoptaban como escenario o contexto de sus indagaciones. En este
decenio (los años de 1970) las publicaciones con la palabra “global” en el título procedían
en mayor medida del medio académico. En términos de su origen, siguieron prevaleciendo
los títulos en inglés, aunque en el campo de los estudios del desarrollo apareció un número
creciente de trabajos en español. Finalmente, fue en la década de 1990 cuando los títulos de
las publicaciones empezaron a revelar plena conciencia de las implicaciones del uso del
término “global”, ya sea que lo concibieran como un nuevo enfoque o como un (nuevo)
objeto de estudio. Una vez más, la mayor frecuencia se localizó en los títulos en inglés.
Esto no significa que en otros idiomas no se publicaran a partir de cierto momento estudios
globales, pero sugiere que fuera del contexto anglosajón la adopción explícita de ese
término como algo definitorio de su campo de indagación fue más tardía. Esta idea se
refuerza al constatar que las bibliotecas nacionales de Francia y Alemania tampoco
albergan libros en francés o alemán que en su título lleven la palabra “global” y se hayan
publicado antes de 1990. Aunque esto tendría que confirmarse en un estudio más profundo,
ello sugiere que si bien los estudios globales se originaron en varias partes del mundo, el
uso del término “global” para designarlos se difundió a partir de la academia
estadounidense.
39La exploración bibliográfica me permitió también construir una sencilla tipología que
reconoce, junto a la existencia de una vertiente convencional de historia mundial que se
designa a sí misma con ese nombre, una serie de libros que empezaron a utilizar la palabra
“global” para referirse a objetos o propósitos diversos. Encontré así que a partir de los años
sesenta aquélla apareció en publicaciones interesadas en la recopilación de información
(cuantitativa o cualitativa) a nivel mundial. Este acercamiento, que existía ya al menos
desde el siglo XIX, fue incorporado en la clasificación como de “perspectiva mundial”. En
segundo lugar (en términos cronológicos), a fines de esa misma década vieron la luz los
primeros estudios sobre el proceso de globalización por entonces en ciernes, incluidos con
ese mismo nombre en la tipología. En tercer lugar, antes de que aparecieran libros que
llevaran en el título la palabra “global” y realmente lo fueran, adoptaron ese término
muchas obras publicadas en el campo de lo que ahora se denomina “estudios
trasnacionales”. Es debido a esa designación inexacta que los temas trasnacionales se
incluyen en el cuadro, pues en principio caen fuera de los objetivos de este ensayo. En el
decenio de 1970 se publicaron trabajos que hacían un uso más preciso del término “global”
en sus títulos, empleándolo para ubicar sus indagaciones en un contexto global (o de
historia global). Su número aumentó en la siguiente década, cuando también hicieron su
aparición las primeras obras de historia global que en rigor lo eran. El auge de estos
últimos, y de la corriente más amplia de estudios globales, se produjo a principios de los
años noventa.
54 O, como dice Iriye, “la globalización económica se volvió más y más global.” Global, p. 45.
40El fenómeno global por antonomasia es, obviamente, la globalización actual, que ha
dado lugar a todo un género de investigaciones designado aquí como “estudios sobre la
globalización” (número 2 en el cuadro). No obstante, es preciso disipar el equívoco que
lleva a identificar esos estudios con la historia global, y que se aprecia en la siguiente
aseveración de Mazlish: “Una tarea de la historia global, entonces, será mirar atrás en
forma selectiva y detectar signos tempranos de la época global que tenemos sobre
nosotros”.53 En la tipología que propongo, lo que Mazlish describe sería una perspectiva
adecuada para los estudios sobre la globalización, que se ocupa del proceso que ha
conducido a la globalización actual, y no para la historia global. Los estudios sobre la
globalización se ocupan de un objeto, mientras que los estudios globales (incluida la
historia global) adoptan un enfoque particular. La perspectiva o enfoque global (o de
historia global) aborda aquella dimensión de los fenómenos a partir de la cual se construye
una unidad de análisis (un mundo) que comprende las áreas del planeta que se encuentran
interconectadas por un mismo tiempo y una misma racionalidad. Cierto es que en la
globalización, esa perspectiva tiende a converger con el fenómeno real. O si se
quiere, un mundo tiende a ser el mundo, aun si algunas áreas que subsisten fuera del tiempo
del mundo nunca lleguen a desaparecer.54 Al producirse este acercamiento entre la
unidad construida analíticamente y la realidad real convergen quienes entienden a la
historia global como un enfoque con los que la perciben como un objeto de investigación.
41Por otra parte, si aceptamos que la historia global es el enfoque apropiado para
analizar un mundo interconectado, cabe también preguntarse si, como piensan algunos
especialistas, debe ser además historia total (á la Braudel), o si puede limitarse a un
acercamiento ya sea desde la historia económica, social, cultural, etc., o bien a partir de
algún tema específico, como las corporaciones multinacionales, la justicia internacional, o
algo por el estilo. Respecto a lo primero, no me parece que sea indispensable (ni asequible)
que un acercamiento de historia global deba ser forzosamente total. Es decir, aunque
entiendo la preferencia por estudios multi- o interdisciplinarios, encuentro razonable que se
emprenda el estudio de esta unidad de análisis a partir de una perspectiva disciplinar, y no
veo por qué al adoptar ésta se estaría renunciando al acercamiento de historia global (en el
sentido de un mundo interconectado). No obstante, sin aspirar necesariamente a un
acercamiento total, es cada vez más frecuente la adopción flexible de enfoques trans-
disciplinarios, es decir, de movimientos transversales entre distintas disciplinas que ofrecen
la posibilidad de abarcar varios aspectos o dimensiones de un fenómeno.
56 Eells, Global corporations.
44Como bien dice el propio Wallerstein, no hay en las ciencias sociales algo que sea
completamente original o novedoso. En la medida en que el saber es acumulativo, todo
acercamiento abreva de sus antecesores y, en el mejor de los casos, avanza nuestro
conocimiento a un punto que será retomado por otros. La construcción intelectual cuyos
primeros cimientos colocó Braudel a mediados del siglo XX fue continuada por Wallerstein
en el decenio de 1970. Unos años antes, otros historiadores ejerciendo su oficio en un
ambiente intelectual distinto empezaron también a reconocer el fenómeno de la
globalización y sus antecedentes históricos. El desenvolvimiento de una nueva era de
integración global en las últimas décadas del siglo XX alimentó en la mente de muchos
estudiosos la conciencia de la existencia (histórica) del fenómeno de la globalización. Ello
acabó de preparar el terreno para el surgimiento de un nuevo campo de la indagación
histórica, que al parecer alcanzó plena conciencia de sí mismo en la década de 1990. A
partir de entonces las publicaciones que anuncian en el título una perspectiva de historia
global o al menos de contexto global se han vuelto comunes y muy numerosas, aunque no
siempre su contenido responde a una definición estricta de esos términos. Aún más
recientemente, el campo se ha abierto a la exploración flexible y abierta de distintas escalas
de observación con herramientas tomadas de diversas disciplinas, para dar paso a lo que en
forma genérica denominamos “estudios globales”. Aun si esta proliferación de perspectivas
innovadoras es bienvenida, resulta indispensable que se vea acompañada por una reflexión
continua que promueva un mejor entendimiento de las especificidades, la metodología y los
propósitos de cada una de ellas. Sólo así podrán enseñarse a las nuevas generaciones y
comunicarse a un público más amplio que el de los iniciados. Sólo así podrán aspirar a
ocupar un lugar en las grandes tradiciones historiográficas de nuestro tiempo.
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