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PORQUE ERA MÁS QUE LA MUJER DE CURLEY

El siguiente texto presenta una aproximación histórica, desde la primera guerra mundial
hasta el día de hoy, con especial énfasis en los años treinta, buscando establecer una
asociación con ciertos atributos de la novela de John Steinbec (de ratones y hombres) desde
la perspectiva del rol de las mujeres en la sociedad, incluyendo la comprensión de las
diversas características relacionadas con la objetivación del cuerpo.

Desde principios del siglo XX se mantuvo una visión del papel de la mujer en la sociedad
asociado y reducido al cuidado de la familia con escasa o ninguna repercusión fuera del
ámbito doméstico. Se suponía que su papel correspondía al cuidado de los hijos y de sus
maridos y, por supuesto, mantener el hogar familiar.

Durante la primera guerra mundial se crearon nuevas posibilidades para la mujer a través de
trabajos y responsabilidades diferentes, generando así la incorporación de la mujer en el
mercado laboral alcanzando cifras nunca vistas; las mujeres asumieron trabajos de toda
índole tales como conductoras de camiones y obreras en la industria de las armas.

Al finalizar la guerra y con el regreso de los hombres se inició un proceso que poco a poco
permitió su reincorporación al mercado laboral y con esto el desplazamiento de algunas
mujeres en este sentido. El final de esta guerra permitió el inicio de una nueva oportunidad
debido a las pérdidas humanas y el regreso de soldados cuya capacidad de trabajo era
mínima, lo cual abrió puertas para las mujeres. Las mujeres asumieron puestos que muchos
hombres no querían, demostrando su capacidad laboral. Con esto se genera una lucha por
los derechos de las mujeres que a la fecha sigue vigente (Berrazueta, 2015)1.

Es importante señalar que, en los años veinte las mujeres se caracterizaron por un estilo
denominado Flapper, es decir, una mujer que se caracteriza por seguir sus ideales
relacionados con su liberación reflejado en su forma de vestir. Las mujeres en esta época
querían, aún más, trabajar y así rebelarse contra su posición de objeto, para ello fue
indispensable olvidarse de algunos símbolos de opresión masculina como el corsé, entre
otros. En estos años también fue más fuerte el movimiento sufragista que nació en la mitad
del siglo XIX, este no llegó a ser solo un movimiento strictamente político al tratar de
1
 Diana Cristina Berrazueta Jarrín, Quito, julio de 2015. Roles que cumplieron las mujeres durante las dos
guerras mundiales y su influencia en la moda
reclamar el derecho al voto para las mujeres, sino que, también tuvo gran impacto en la
época al cuestionar el orden social, cultural, económico y moral, impulsando así a varios
países a hacer esto posible, como lo sucedido en EE.UU en noviembre de 1920: las
mujeres tuvieron por primera vez el derecho constitucional al voto para escoger un
presidente.

La década de los treinta en EE. UU estuvo permeada por la crisis económica en la que
millones de estadunidenses sufrieron en este período, el desempleo era enorme y los bancos
estaban colapsados.

En este tiempo, los roles volvieron en su mayoría a antes de la primera guerra siendo en su
mayoría amas de casa, a cargo del cuidado de los niños y el mercado laboral siguió de la
forma tradicional.

No obstante, en 1933 Eleanor Roosevelt (ex primera dama de los Estados Unidos) publicó
un libro que exhortaba a las mujeres a regresar a estar únicamente a cargo del hogar para
ayudar a sus familias y por extensión al país a través de esta severa crisis económica. La
mayoría de ellas estaban casadas en los treinta y el rol como centro de la familia se volvió
aún más significativo. La Gran Depresión sirvió para reforzar los roles tradicionales y
patriarcales en el que la mujer debía estar a cargo de labores domésticas y el cuidado de los
niños.

Lo anterior, lo podemos evidenciar en la novela de John Steinbec (1937, ratones y hombres)


con la mujer de Curley -en el escrito será llamada de esta forma ya que nunca fue nombrada
con su nombre propio-, quien fue una mujer a quien no le permiten crear una vida más allá
de su casa y junto a su esposo, que en muchos momentos fue juzgada por no estar al lado de
su esposo.
La mujer de Curley, quien le recuerda a Crooks su posición en la sociedad, es otro de los
personajes segregados que deja ver, también, el papel de las mujeres en ese contexto. En
primer lugar, no tiene un nombre que le dé en la novela su propia identificación, su
relevancia se la da el “ser la mujer de” Curley, es el hombre el que le da identidad y quien
custodia todas sus acciones. El sentimiento generalizado en los trabajadores es de alejarse
de ella porque representa un pase seguro a los problemas, no había que mirarla porque
podrían hacerlos caer en la tentación.
Ella fue considerada peligrosa también por ser bella, con un cuerpo visto como insinuante,
no siendo tan distinta a las situación de Cooks, ella se sentía igual que él, aislada y
necesitada de la compañía de los demás.

En otro aparte de la novela se invidencia la posición de la mujer, particularmente en el


momento en el que George se queja de las mujeres “cualquiera” como la esposa de Curley,
así como cuando los otros hombres sugieren visitar un burdel al día siguiente y George
confiesa preferir la compañía de prostitutas, debido a que con estas no se corre ningún
riesgo, pues son tratadas como seres irrelevantes.

Los trabajadores en muchos momentos tratan a las mujeres como objetos, no solo del
burdel, sino también a quienes las rodean, viéndolas únicamente desde una objetivación de
sus cuerpos, criticándolas en distintas ocasiones, por ser provocativas y en la mayoría de
casos culparlas por eso.

El papel de la mujer en la novela es una representación de la frustración y la falta de


igualdad en esa época (de crisis), debido a que, como se ha dicho antes, en esta época se
reforzó mucho más los roles patriarcales y la pérdida de libertad de las mujeres, no solo en
sus decisiones, sino también en sus cuerpos, ya que constantemente son objetivizadas y
sexualizadas.

Desafortunadamente, se sigue evidenciando en la publicidad, después de tantos años, la


objetivización en los diferentes medios y las grandes industrias, éstas se han encargado de
crear una imagen predominante de la mujer como símbolo sexual a través de la venta de
diferentes productos. Esto lo podemos observar en las revistas, televisión y el comercio,
entre muchas otras cosas.

Esta tendencia de objetivación sexual del cuerpo de la mujer ya hace parte de nuestro
inconsciente colectivo. Al respecto, algunos estudios revelan que tanto hombres como
mujeres vemos el cuerpo de la mujer fraccionado en partes sexuales, mientras que al cuerpo
del hombre lo vemos como un todo.

Se suele confundir la objetivación con que una mujer es sexy, pero esto no es así; este
concepto no significa ser atraído sexualmente por alguien, porque esto es natural; lo que no
es real es que normalicemos tal situación en las industrias que están constantemente
proyectando a la mujer como un objeto sexual para la satisfacción del hombre,
fraccionando su cuerpo, que vende videos musicales donde ellas son un accesorio sexy en
la puesta en escena, en películas y series en las que se observa a hombres saliendo con
mujeres de un solo tipo de cuerpo, en la venta de cervezas, etc.

Esta objetivación de la mujer crea grandes confusiones a la hora de relacionarnos, pues


alimenta la idea de que los hombres y las mujeres no pueden ser amigos porque ellos no
pueden ver a una mujer sino como un objeto de deseo. Además, crea grandes miedos,
inseguridades y temores tanto para los hombres como para las mujeres, afectando
severamente la autoestima lo que, comúnmente, conlleva a enfermedades.

La objetivación sexual está profundamente arraigada en nuestro subconsciente cultural y es


algo que tiene que cambiar si queremos una sociedad verdaderamente más sana física y
psicológicamente.

El primer paso para ayudar a erradicar esta tendencia es empezar por ser más conscientes
de esta problemática, así como permitirnos cuestionar nuestros propios prejuicios y analizar
los contenidos que se consumen desde todos los medios.

Referencias:

La Luz Franco Pérez.M. (2017). Objetificación de la mujer en los medios de comunicación


y su relación con el acoso callejero.

http://www.publicaciones.cucsh.udg.mx/pperiod/vinculos/pdfs/vinculos11/V11_9.pdf

Berrazueta.D. (2015). Roles que cumplieron las mujeres durante las dos guerras mundiales
y su influencia en la moda.

https://repositorio.usfq.edu.ec/bitstream/23000/4350/1/121599.pdf

Castaño.D. (2016). El feminismo sufragista: entre la persuasión y la disrupción

https://scielo.conicyt.cl/pdf/polis/v15n43/art_11.pdf

San Felipe.A. (2009). Mujer, sociedad y costumbres:los felices "Años Veinte", un


testimonio singular.
file:///C:/Users/saave/Downloads/Dialnet-MujerSociedadYCostumbres-
3096261%20(4).pdf

Stuven.A. (2013). La mujer ayer y hoy: un recorrido de incorporación social y política.

https://politicaspublicas.uc.cl/wp-content/uploads/2015/02/serie-no-61-la-mujer-ayer-y-
hoy-un-recorrido-de-incorporacion-social-y-politica.pdf

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