Está en la página 1de 25

TALLER: LOS DERECHOS DE LA MUJERES EN EUROPA

Patricia Valdés Martínez. Facultad de Educación. Tutora Isabel Ortega Sánchez.

1
1- INTRODUCCIÓN: La lucha por los derechos de las mujeres en Europa.

En primer lugar, es importante señalar la dificultad de establecer una serie de conclusiones


sobre la situación de las mujeres en Europa. Esto se responde en buena medida a la diversidad
de posiciones en las que se encuentran europeas. Hay una enorme diferencia entre la situación
en Islandia, " considerado uno de los países más igualitarios del mundo" (Carmen Calvo,
2016) con los problemas que siguen teniendo las mujeres del Este de Europa, que se sitúan
detrás del puesto 50 según el ranking de igualdad realizado por el World Classement Forum
en 2011. (World Economic Forum, 2016) Pese a ello, se pueden observar ciertas dinámicas,
avances y retrocesos en torno a los derechos sociales, económicos y políticos que tienen las
mujeres del viejo continente.

Las mujeres europeas tienen que enfrentar importantes problemas para ver realizados sus
derechos pese a que éstos poseen una larga trayectoria. Podemos encontrar los orígenes de la
lucha de los derechos de las mujeres en el siglo XVIII, consecuencia inevitable de las
revoluciones históricas que se estaban produciendo y el cambio de modelo de régimen. Las
mujeres comenzaron manifestar su disconformidad con el sistema y se organizaron en torno a
salones literarios y políticos donde se gestaba buena parte de la cultura de ese momento. En
los Cuadernos de Quejas de los Estados Generales de 1789, quedaron recogidas sus
aspiraciones: derecho a la educación, al voto trabajo, derechos matrimoniales, así como, su
deseo de que fueran abolidas tanto la prostitución como los malos tratos. Estas quejas fueron
sistemáticamente desoídas y no quedaron recogidas en la Declaración de Derechos del
Hombre y el Ciudadano 1789. (Varela, 2013)

En respuesta, Olimpia de Gouges1 redactó la Declaración de los derechos de la mujer y la


ciudadana, considerado texto fundacional del feminismo. La principal denuncia de este texto
era la total omisión de los derechos políticos de las mujeres por parte de los revolucionarios,
a quienes tanto se les llenaba la boca con la defensa de igualdad y a libertad. Desde este
momento, las demandas feministas comenzaron a avanzar dentro de la lógica de los derechos.
No obstante, el poder masculino reaccionó con saña: en 1973 se excluye a las mujeres de los
derechos políticos recién estrenados y se prohíben los clubes femeninos. Quince años más
1

2
tarde, el código de Napoleón reinstauró la “minoría de edad” femenina mediante la exigencia
de obediencia de la mujer al marido, y la fijación del aborto y el adulterio como delito
específico femenino. (Varela, 2013)

Las mujeres entraron en el siglo XIX “atadas de pies y manos” pero con una experiencia
política que las condujo a una nueva vía de acceso a la política: el movimiento sufragista.
Conseguir el acceso al voto y la entrada en la estructura política se convirtió en el objetivo
fundamental del feminismo de la segunda ola. Confiaban que una vez conseguido esto, sería
posible alcanzar la igualdad en un sentido muy amplio: igualdad en el acceso a la educación y
a las profesiones y los mismos derechos civiles que los hombres. Otro aspecto fundamental de
esta corriente es la universalidad de la conciencia feminista: se buscaba la unión de todas sin
importar sus circunstancias, pues se consideraba que compartían la misma exclusión. (Varela,
2013)

Con la incorporación de las mujeres a la industria, la situación de las trabajadoras


representaba una anomalía que no se sabía cómo tratar, puesto que compatibilizaban la
reproducción del modelo tradicional de ama de casa, en el ámbito privado con la producción
industrial en el ámbito público. En este momento se da una gran paradoja que divide a las
mujeres y es la incorporación de las mujeres menos privilegiadas a la industria, pues eran
mano de obra más barata y menos reivindicativa que los hombres. Paralelamente, las mujeres
de clase alta no se las permitía trabajar, quedando totalmente cosificadas, y convirtiéndose en
un símbolo de poder de sus maridos. (Varela, 2013)

En este contexto, cabe destacar a Stuart Mill por su trabajo en el Parlamento inglés, como
gran defensor del voto femenino y, especialmente, por su obra La sujeción de la mujer al
hombre (1869 .) Esta tuvo una enorme difusión en su momento, convirtiéndose en la Biblia
particular de las feministas. La tesis básica del libro es la denuncia del matrimonio como
forma de prostitución, el “acto de entregar a un persona por pan” y defiende, por tanto, un
cambio en la ley del matrimonio y el divorcio. Asimismo, da una importancia fundamental a
la necesidad de que las mujeres recibieran una educación que las permitiera no sólo su
independencia económica, sino su desarrollo como individuos totalmente autónomos y libres.
Mill señala que en el caso de las mujeres es diferente a otras clases oprimidas, pues sus amos
no quieren sólo su obediencia sino quieren también sus sentimientos . El sistema consigue
esto a través de una educación destinada a dominar su carácter, a no tener iniciativa y asumir

3
órdenes; en definitiva, a no vivir para sí mismas sino para conseguir los afectos de sus
compañeros. (Varela, 2013)

En el periodo de entre guerras, el feminismo está marcado por la decadencia por varias
razones. Entre ellas el abandono de la militancia por parte de muchas mujeres cuando se
consiguió el voto femenino o el “miedo rojo” que se extendió por las clases medias, pues
eran vistas como subversivas. A todo esto se sumaba la decadencia de la natalidad de que se
culpabilizó a la “independencia” femenina, acusándolas de socavar los cimientos nacionales y
destruir la familia.

En este contexto desalentador, surgió una figura destinada a marcar un antes y un después en
la corriente feminista. Ella fue Simone de Beauvoir, con su obra El segundo sexo en el que
expone la teoría de que la mujer siempre ha estado en un plano de inferioridad con respecto al
hombre:" los varones son los sujetos que nos designan, los “unos”, los que detentan el poder,
porque son los dominantes y las mujeres las “otras”, las subordinadas". Esta subordinación
toma la forma de opresión, porque se les impide que ejerzan su libertad. El patriarcado es lo
que modela a las mujeres como seres subordinados y las hace creer que lo son. Se les impone
que no asuman su existencia como sujetos, sino que se identifiquen con la proyección que
tienen en ellas los sujetos masculinos. Haciendo un análisis a través de distintas ciencias
humanas, concluye que no hay ningún rasgo biológico que defina la subordinación, sino que
se explica porque la sociedad ha dado, desde su origen, más importancia a quien arriesgaban
vida que a quienes la daban. Con su célebre frase “No se nace mujer, se llega a serlo”
Beauvoir insiste en el hecho de que el género es una construcción social, separando naturaleza
de cultura. Para alcanzar la libertad, propone que lo primero es educar a las mujeres para la
autonomía, que les permita alcanzar una independencia económica que las lleve a la
autonomía. (López, 2008)

Durante la segunda guerra mundial, las mujeres se volcaron hacia los puestos de trabajo que
habían liberado los hombres pero una vez acabada esta, hubo un aumento de la domesticación
como no había habido en el siglo XX. A su vez se produjo un incremento notable del nivel de
vida de ciudadanía primer-mundista ligado al desarrollo de los bienes de consumo, lo que
repercutió en una mejora de las condiciones materiales de las mujeres. Sorprendentemente,
entre las mujeres con menor carga de trabajo doméstico y mejores circunstancias económicas
e incluso mejor físico, hubo un aumento de las patologías autodestructivas y enfermedades
mentales extrañas. Betty Friedman fue una de las primeras que reflexionó sobre la

4
insatisfacción general de las mujeres privilegiadas estadounidenses. En su obra La mística
de la feminidad, señala que el origen del problema estaba en que la máxima prioridad de las
mujeres era la realización de su propia feminidad y su entrega completa a su familia. Esto
castraba su desarrollo profesional y personal, provocando una profunda frustración . (Varela,
2013)

Betty Friedman abrió el camino para la tercera ola del feminismo, mediante la fundación del
NOW (National Organisation for Women), se centró en dos frentes: la igualdad en el ámbito
laboral y la inclusión en la esfera pública. Este movimiento se conoció como feminismo
liberal. (Varela, 2013)

En los años sesenta y setenta, la formación de la Nueva Izquierda y el resurgimiento de


nuevos movimientos sociales de carácter contracultural como el antirracista, el estudiantil y
el pacifista, tuvieron una enorme influencia en el feminismo. En este momento, surgió una
nueva corriente dentro del feminismo que se conoció como radical, que incorporaba
herramientas del marxismo, el anticolonialismo o la Escuela de Frankfurt. La principal
diferencia con el femenismo liberal, es que para las radicales no se trata únicamente de ganar
el espacio público sino transformar el espacio privado. Con la consigna “lo personal es lo
público” identificaron la desigualdad que impera en las relaciones de poder que estructuran la
familia y la pareja y buscaron los medios para que cada mujer pudiera liberarse. Igualmente,
la cuestión de la sexualidad libre, desvinculada de la procreación y destinada al placer sexual
fue una de las reivindicaciones fundamentales. Las tradiciones culturales imponían la
negación sistemática del deseo sexual femenino, por considerarse antinatural y pecaminoso.
La obra Política sexual de Kate Millet fue el libro que más contribuyó a un cambio social.
Siguiendo la línea que abrió Simone de Beauvoir, Millet analiza las vinculaciones entre el
género y las relaciones de poder. La autora parte de que "el sexo es un categoría social,
impregnada de política ". Su tesis principal es que la sexualidad y la desigualdad económica
son las principales herramientas que el patriarcado utiliza contra las mujeres. La supremacía
masculina no radica en la fuerza física sino en considera tales modelos como construcciones
históricas que asumimos en el proceso de aprendizaje social. (Varela, 2013)

El feminismo radical tuvo abrió la puerta a la diversificación de los feminismos: feminismo


institucional, feminismo de la diferencia, ecofeminismo, ciberfeminismo, etc. A partir de los
años 70, el feminismo nunca volvió a ser uno, cada grupo feminista se puso a trabajar sus
propios problemas. (Varela, 2013).

5
2. DESARROLLO: La situación de las mujeres europeas

Los derechos de las mujeres abarcan tanto derechos de primera generación o individuales,
como derechos de segunda generación o sociales. Desde el punto del vista individual, las
mujeres tienen una serie de derechos civiles:(derecho a la integridad física y moral, derecho a
la vida, el derecho a la libertad ideológica y religiosa, el derecho a la libre expresión o el
derecho a la propiedad.) y una serie de derechos políticos (el derecho al voto, el derecho a la
huelga, el derecho a asociarse libremente para formar un partido político o un sindicato).
Estos derechos son compartidos con los hombres pues están estrechamente relacionados con
la dignidad y son propiedad de todos los seres humanos por el mero hecho de serlos.

Las mujeres también poseen una serie de derechos de segunda generación, por el hecho de
estar inmersas en el tejido social. Estos derechos que abarcan en el ámbito social, cultural y
económico, son los que permiten las mujeres su desarrollo personal, social y económico.
Entre ellos: derecho a la educación, el derecho a la salud, el derecho al trabajo, el derecho a
una vivienda digna, etc.

En primer lugar analizaremos cual es la situación de las mujeres europeas respecto a los
derechos de primera generación. Los derechos individuales se sustentan en la dignidad
humana como pilar esencial, que a su vez implica respeto por la vida la integridad física y
psíquica de la persona. Estos valores no siempre son respetados en los países europeos,
especialmente en el caso de las mujeres. Las cifras de violencia de géneros son abrumadoras:
aproximadamente la mitad de las mujeres que mueren asesinadas lo hacen a manos de sus
parejas, ex-parejas o miembro familiar (Fig. 1) y dos terceras partes de las víctimas de
homicidio cometido por compañeros íntimos o familiares son mujeres. (Oficina de las
Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, UNODC, 2013). Esto nos lleva a la terrible
conclusión, que las mujeres suelen ser asesinadas por quién más se esperaría que las
protegiera: compañeros sentimentales, parientes y amigos.

6
Fig. 1. Víctimas de los homicidios a nivel internacional por sexos. Fuente Eurostat.

Otros datos nos corroboran la violencia contra la mujer: Una de cada tres mujeres de más de
15 años ha sufrido algún tipo de violencia y una de cada veinte ha sido violada, la mayor parte
de ellas por su pareja o su ex-pareja (fig. 2) Los países nórdicos son los que registran mayor
número de denuncias por violencia de género de Europa, lo cual no es interpretado por los
expertos como un mayor número de casos, sino como una mayor concienciación social que
lleva a la mujeres a denunciar con más seguridad. En el resto de Europa, la violencia de
género es uno de los abusos menos reportados, sólo un 14 % de los maltratos son querellados.
( European Union Agency for Fundamental Rights, 2014)

7
Fig. 2. Violencia física, psicológica y sexual sufrida por las mujeres de más de 15 años en la Unión
Europea. Fuente: FRA Database 2014.

El derecho a la participación política es otro de los pilares en los que se sustenta la Unión
Europea. Pese a ello, tan solo un 28.5 % de los diputados y congresistas europeos son mujeres
y sólo hay mujeres presidentas en 6 de los 28 miembros de la Unión Europea. Esta situación
es enormemente variable dependiendo del país de la Unión. A la cabeza están los países
nórdicos donde casi se roza la igualdad frente a los países del sur y este de Europa.
Actualmente, Bélgica es el único país de Europa que tiene una ley de cuotas, que implica que
al menos un 1/3 de los candidatos en las listas de los partidos políticos tienen que ser
mujeres. Respecto a las Instituciones de la Unión Europea, la situación es ligeramente mejor,
con un 63% de hombres y un 37% de mujeres en el Parlamento, gracias a las políticas que se
vienen realizando en los últimos años. (Ec.europa.eu, 2016)

8
En cuanto a los derechos de segunda generación o derechos sociales, el panorama europeo
sigue estando marcado por las desigualdades. Teóricamente, la igualdad entre hombres y
mujeres es uno de los principios esenciales de la Unión Europea. Ésta se remonta al Tratado
de Roma de 1957 con la incorporación del derecho salario igualitario para hombres y mujeres.
No obstante, casi 60 años después , la igualdad salarial está aún muy lejos de cumplirse en
Europa. Uno de los indicadores que nos ayudan a tener una visión más adecuada de la
cuestión económica es " Gender Pay Gap" (GEP) que mide las diferencias salariales entre
mujeres y hombres europeos. El estudio realizado en Marzo de 2014 muestra que el sueldo
medio de una mujer de la Unión Europea es un 16 % más bajo que el de un hombre en las
mismas condiciones. Además de la desigualdad salarial, las mujeres son más propensas a
sufrir acoso y discriminación y tener más complicaciones en su lugar de trabajo que los
hombres. ("Gender balance in decision-making positions - European Commission", 2016).

Fig. 3. Tasa de empleo , desempleo e inactividad por sexos del 2010 al 2015. Fuente. Eurostat Force Survey.

Por otra parte, la tasa de empleo femenino (64.5 %) sigue siendo más baja que la de los
hombres (75.6%), y suelen estar asociadas a trabajos que requieren una menor productividad,
menor capacitación y, por tanto, un menor salario. Prácticamente la mitad de las europeas
trabajan a tiempo parcial (32.2%) (fig. 3), especialmente aquellas que han tenido hijos
(Comisión Europea, 2016). La falta de políticas de conciliación familiar así como el
mantenimiento de la mentalidad de que la mujer tiene que asumir la mayor parte del cuidado
de los hijos están detrás de esta última cuestión.

9
Pese a ello, también se puede apreciar que esta brecha es menor según desciende la edad, lo
que atestigua que la incorporación de las mujeres europeas de las generaciones de los 80 y
90 se da con más facilidad al trabajo que sus predecesoras. Asimismo, la participación de las
mujeres en los Comités Directivos de las Empresas ha incrementado desde 2010 gracias a la
presión política, la puesta en debate público y al desarrollo de medidas encaminadas a
ello(fig. 4). Es de destacar el caso de Francia donde se ha aplicado un "Índice de
feminización" que mide la participación de las mujeres en los puestos dirigentes de las
empresas y premia el desarrollo de políticas internas destinadas a la igualdad. (European
Union Commission Staff Working Document, 2015)

Fig. 4. Representación de las mujeres en los Comités directivos de las empresas entre 2010 y 2015. Fuente:
Eurostat Force Survey.

Un poco más optimista cabe ser en el tema de la educación, otro de los derechos sociales
fundamentales. En los últimos veinte años, el número de graduadas ha igualado al de los
hombres e incluso las notas obtenidas por las mujeres universitarias son mejores que las de
los hombres. Asimismo, las mujeres han mejorado su posición como decanas y rectoras de las
universidad aunque en sólo diez universidades del mundo se ha alcanzado la paridad en los
puestos de poder. Por otra parte, las mujeres siguen siendo mucho menos representadas en las
áreas de tecnología y ciencias puras que en las áreas de humanidades, educación y ciencias de

10
la salud, lo que supone una perpetuación de los roles de género. (European Union
Commission Staff Working Document, 2015)

Respecto al derecho a participar en la vida cultural y patrimonio de la humanidad, las mujeres


muestran aproximadamente un 19 % más de interés por la cultura que los hombres. Pese a
ello, el número de mujeres que se dedican profesionalmente al ámbito cultural es menor. Así
profesiones como pintor, músico, poeta siguen estando mayoritariamente copadas por
hombres. (TNS Opinion & Social for the European Commision, 2013)

Frente a todos estos problemas, " la Unión Europea ha desarrollado Strategic Engagement
2016-2019 basado en 5 consignas:

 Fomentar una mayor participación de las mujeres en el mercado del trabajo así como
una igual independencia económica para hombres y mujeres.
 Mismo salario por un mismo trabajo.
 Igualdad en la toma de decisiones.
 Dignidad, integridad y finalización de la violencia de género
 Promoción de la igualdad de género en Europa"

Para ello, se han desarrollado una serie de políticas que mezclan instrumentos legislativos y
no legislativos incluyendo: "Integración de una perspectiva de género en todos los programas
refuerzo de la legislación de tratamiento igualitario; programas financiados por la Unión
Europea para 2020, continuación y mejora de las encuestas que recaban información sobre la
violencia de géner;, intercambios de buenas prácticas y aprendizaje conjunto entre los Estados
Miembros y cooperación entre los distintos actores. " (Publications Office of the European
Union., 2016, (pp.. 6-9)

3. Propuesta de taller: Evolución de los derechos de las mujeres en Europa

La principal finalidad de este taller es hacer reflexionar a los participantes sobre la evolución
de los derechos de la mujer en Europa. El público al que va dirigido este taller está compuesto
por estudiantes de al menos 16 años, ya que requiere una capacidad de reflexión y de
razonamiento crítico que no se tiene en etapas más tempranas.

El taller está compuesto de tres partes:

11
- Lectura de una serie de extractos previos (recogidos en el Anexo)

- Visionado de la película "Las sufragistas" (Sarah Gravo, 2015)

- Debate en torno a las principales cuestiones que se plantean en la película y en los textos.

La metodología utilizada es participativa y dinámica, centrando en el debate en torno a una


serie de cuestiones claves:

1. Precedentes de la lucha por los derechos de las mujeres (Texto 1)

 ¿Porqué las quejas de las mujeres fueron completamente desoídas en la Revolución


Francesa si uno de sus principales consignas era la igualdad entre los seres humanos?

 ¿Qué papel tuvo "La declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana" de


Olympia de Gouges en la evolución del movimiento feminista?

2. La primera ola: El movimiento sufragista (Película "Las Sufragistas" y texto 2)

 ¿Por qué el derecho al voto femenino era la máxima prioridad para las
sufragistas?
 ¿Eran las mujeres del siglo XIX unas esclavas de sus maridos? ¿Por qué?
 ¿Fue positiva la incorporación de las mujeres al trabajo?

3. La segunda ola: Simone de Beauvoir (Texto 3)

 ¿Qué papel tiene el acceso a la educación como derecho de las mujeres?¿Cómo puede
la educación contribuir a la lucha de los derechos de las mujeres?
 ¿Es compatible el matrimonio y el trabajo doméstico con la libertad e independen cias
de las mujeres?
 ¿Es la independencia económica una herramienta fundamental para el
empoderamiento de las mujeres?

4. Los derechos laborales de las mujeres en el Siglo XXI

- ¿Está la maternidad detrás del hecho de que la mayoría de la mujeres trabajen a tiempo
parcial?

- ¿Porqué las mujeres tienen trabajos menos cualificados y peor pagados, pese a tener una
mayor formación?

12
- ¿Son suficientes las medidas que está llevando a cabo la Unión Europea? ¿ Y a nivel
internacional?¿Qué otras medidas se podrían llevar a cabo para promover la igualdad salarial?

Los recursos que se utilizaran para el taller serán:

- Textos impresos

- Sala con capacidad para 15-20 personas, con un proyector que se pueda conectar al
ordenador.

Se evaluará positivamente la participación de los distintos alumnos en el debate final, así


como la calidad de los argumentos e ideas que introduzcan.

4. BIBLIOGRAFÍA

Artículos de revista

13
Calvo, C. Islandia, el primer país que roza la igualdad entre hombres y mujeres. (2016). Abc
[en línea]. Consultado el 22 de Diciembre de 2016.

Disponible en: http://www.abc.es/sociedad/abci-islandia-primer-pais-roza-igualdad-entre-


hombres-y-mujeres-201603070818_noticia.html

López, T. (2008). Beauvoir en su centenario. Utopías / Nuestra Bandera, Volumen 2,


Disponible en:

http://www.ciudaddemujeres.com/articulos/spip.php?page=imprimir_articulo&id_article=251

Publicaciones oficiales

European Union Agency for Fundamental Rights Violence against women: an EU-wide
survey (2014), , Luxembourg, (pp. 9 -12.)

World Economic Forum,. (2016). The Global Gender Gap Report 2016, Ginebra.

European Comission (2016),Towards a European Pillar of Social Rights (pp. p. 1 y 2).

European Union Commission Staff Working Document,. (2015). Gender Equality and Work-
Life balance- eport on equality between women and men 2015 ( pp. 18 y 28).

TNS Opinion & Social for the European Commision, (2013). Cultural access and
participation.. Unión Europea (pp. 69)

Publications Office of the European Union,(2016). Strategic Engagement 2016-2019 (pp. 6-


9). Luxembourg.

Páginas web

Gender balance in decision-making positions - European Commission. (2016). Ec.europa.eu.


Consultado el 21 Diciembre de 2016. Disponible en: http://ec.europa.eu/justice/gender-
equality/gender-decision-making/index_en.htm

Libros

14
Varela, N. (2005). Feminismo para principiantes. Barcelona: Ediciones B ( pp. 29 ,30, 31, 55,
56, 58, 64, 65, 91, 97, 98, 100,102, 103, 104, 105, 115 y 116)

ANEXOS

TEXTO 1- DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER Y LA CIUDADANO


(1789) -

PROLOGO

15
TEXTO 2- La sujeción del hombre a la mujer. Stuart Mill

“El hombre no quiere únicamente la obediencia de la mujer, quiere sus sentimientos. Todos
los hombres, salvo los más brutales, desean tener en la mujer más íntimamente relacionada
con ellos, no una esclava forzada, sino voluntaria; no simplemente una esclava, sino una
favorita. Por eso han hecho todo lo posible por esclavizar su espíritu. Los amos de los demás
esclavos cuentan, para mantener la obediencia, con el temor: el que ellos mismos inspiran o el
que inspira la religión. Los amos de las mujeres quisieron más que una simple obediencia, y
encaminaron toda la fuerza de la educación para conseguir su propósito. Así, todas las
mujeres son educadas desde su niñez en la creencia de que el ideal de su carácter es
absolutamente opuesto al del hombre: se les enseña a no tener iniciativa y a no conducirse
según su voluntad consciente, sino a someterse y a consentir en la voluntad de los demás.”

TEXTO 3- Selección de fragmentos El segundo sexo. Simone de Beauvoir

1. "No se nace mujer: se llega a serlo. Ningún destino biológico, psíquico, económico,
define la imagen que reviste en el seno de la sociedad la hembra humana; el conjunto
de la civilización elabora este producto intermedio entre el macho y el castrado que se
suele calificar de femenino. Sólo la mediación ajena puede convertir un individuo en
alteridad".

2. "Mientras no se haga realidad una perfecta igualdad económica en la sociedad, y


mientras las costumbres permitan a la mujer disfrutar como esposa y amante de los
privilegios que corresponden a algunos hombres, el sueño de un éxito pasivo se
mantendrá, frenando su propia realización".

16
3. "Las restricciones que la educación y la costumbre imponen a la mujer limitan su
poder sobre el universo".

4. "Si la mujer ha franqueado en gran medida la distancia que le separaba del varón, ha
sido gracias al trabajo; el trabajo es lo único que puede garantizarle una libertad
concreta".

5. "La mujer que no quiere ser esclava del hombre no huye de él en absoluto; más bien
trata de convertirlo en instrumento de su placer. En circunstancias favorables -que
dependen en gran medida de su compañero- la idea misma de competición desaparece
y se complace en vivir en su plenitud su condición de mujer como el hombre vive su
condición de hombre".

6. "Solamente cuando las mujeres empiezan a sentirse en su casa sobre esta tierra vemos
aparecer una Rosa Luxemburg, una Madame Curie. Demuestran con brillantez que no
es la inferioridad de las mujeres lo que determina su insignificancia histórica: su
insignificancia histórica las condena a la inferioridad".

7. "Las cargas del matrimonio siguen siendo mucho más pesadas para la mujer que para
el hombre".

8. ""El privilegio económico que disfrutan los hombres, su valor social, el prestigio del
matrimonio, la utilidad de un apoyo masculino, todo empuja a las mujeres a desear
ardientemente gustar a los hombres. Siguen estando en su conjunto en posición de
vasallaje. El resultado es que la mujer se conoce y se elige, no en la medida en que
existe para sí, sino tal y como la define el hombre".

9. "La burguesía conservadora sigue viendo en la emancipación de la mujer un peligro


que amenaza su moral y sus intereses. Algunos varones temen la competencia
femenina. En Hebdo-Latin, un estudiante declaraba el otro día: "Toda estudiante que
llega a ser médico o abogado nos roba un puesto"; Son las palabras de alguien que no
se cuestiona sus derechos en este mundo".

(Fuente: 'El segundo sexo'. Simone de Beauvoir. Ediciones Cátedra. Colección Feminismos.
Traducción de Alicia Martorell

17
TEXTO 4- TOWARDS AN EUROPEAN OF SOCIAL RIGHTS

Gender inequalities continue to be a concern in the labour market. Less women than men participate in
the labour market, and those that do more often work part time. Entrenched gender roles persist: in
education and employment women are concentrated in certain fields or professions. Measures to
address gender inequalities include ensuring equal treatment in all areas, including employment and
addressing gender gaps in pay, earnings, pensions as well as gender stereotypes. A more equal use of
work-life balance arrangements between the sexes has also been shown to have a positive impact on
women's employment. Policies in this area include access to adequate leave arrangements, flexible
working arrangements and access to care services. 1

Challenges

In 2015, the female employment rate reached an all-time high of 64.5%. This rate is however well
below the male employment rate (75.6%) and women are still more likely than men to work part-time
or to be inactive. On average in the EU, the gender employment gap is 11.6 percentage points (pps),
but this gap ranges considerably between Member States, from 1.9 pp to 28.4 pp.

Women are also often trapped in low-productivity, low-skilled and low-paid sectors and jobs, and are
overrepresented in fixed-term contracts. Many women are also in jobs below their skill level. Women
also represent the bigger untapped source of entrepreneurial potential, representing only 29 % of
entrepreneurs.

Figure 1: Employment rates by sex, age 15-64, 2014

18
Parenthood and caring responsibilities are one of the main reasons for women's underrepresentation in
the labour market. Across the EU, the employment rate of women with young children is 9 percentage
points less than women with no children and in some countries the difference is larger than 30
percentage points.

Figure 2: Mothers' % employment compared to women without children (age 20-49), 2014

19
Source: Labour Force Survey.

There are also apparent gender inequalities in education in terms of study subject preferences,
performance and patterns of participation. While women are more likely to have a higher education
degree, they remain underrepresented in the science, technology, mathematics and engineering sectors
and overrepresented in fields of study that are linked to traditional 'gender' roles.

Gender inequalities are exacerbated by inadequate leave or flexible working arrangements and a lack
of access to formal care services. Lack of paid leave arrangements for fathers - relative to mothers - or
insufficient incentives to make use of them, can further reinforce gender differences in work and care
responsibilities. It may also reinforce labour market discrimination. Finally, while some employers
develop family-friendly policies to attract and retain staff, in general, attitudes to work organisation
tend to remain fixed around on-the-job presence for full-time hours (or more). Ensuring the quality of
flexible work and a gender-balanced take up of flexible working arrangements is key to ensuring
work-life balance for all and equal economic independence of men and women, avoiding reinforcing
gender gaps.

20
Situation at EU level

Gender equality is enshrined in the Charter of Fundamental Rights of the European Union (the
Charter), which states that equality between women and men must be ensured in all areas, including
employment, work and pay (Art 24). Gender equality is also a key part of the Treaties, which set out
that the Union shall combat social exclusion and discrimination (Art 3 TEU), aim to eliminate
inequalities and to promote equality between women and men (Art 8 TEU), and may take appropriate
action to combat discrimination based on sex, racial or ethnic origin, religion or belief, disability, age
or sexual orientation (Art 19 TFEU). They also allow the Union to adopt minimum requirements, as
well as support and complement the activities of the Member States with regard to the integration of
persons excluded from the labour market, as well as promoting equality between women and men
with regard to labour market opportunities and treatment at work (Art 153 TFEU).

21
The EU has also adopted several Directives setting out minimum requirements to ensure equal
opportunities between women and men, both inside and outside the labour market. 2 Moreover, the
Commission has issued a Recommendation in 2014 on strengthening the principle of equal pay
between men and women through transparency.

On work-life balance, Art. 33 of the Charter sets out the principle that the family shall enjoy legal,
economic and social protection and, to reconcile family and professional life, the rights to protection
from dismissal for a reason connected with maternity and to paid maternity leave and parental leave
following the birth or adoption of a child. Moreover, every worker has right to limitation of maximum
working hours, to daily and weekly rest periods, to paid annual leave and to working conditions which
respect health, safety and dignity (Art 31). Several Directives also exist to provide minimum standards
for work-life balance.3 The recently updated Employment Guidelines, which set common priorities
and targets for Member States' employment policies, have a strong focus on fostering women's
participation in the labour market and the role of work-life balance policies.

Situation in the Member States

Member States' policies to attract and retain women in the labour market by providing better work-life
balance are fairly heterogeneous. The vast majority of Member States offers maternity leave beyond
the EU minimum of 14 weeks, with the average of 21 weeks. Currently 21 Member States provide
paid parental leave in addition, albeit with varying levels of pay. 21 Member States have paternity
leave, with 14 providing paid leave for two weeks or longer. All those Member States without
paternity leave (except one) have paid parental leave. 21 Member States have provisions for carers’
leave, ranging from short leaves periods - allowing workers several days off to accompany family
members to medical appointments - to longer-term leave periods to allow them to directly care for
family members. In 2014, Austria introduced the possibility for workers to take paid leave from work,
full or part-time, of up to three months in order to care for a dependent relative or to arrange care
services for him/her. In 2015, the United Kingdom introduced 'Shared Parental Leave', which allows
fathers to share the remainder of the maternity leave that is not taken by the mother.

As for flexible working arrangements, various legal frameworks exist. In Nordic countries, the
Netherlands, Germany and Austria, flexible working arrangements are more available. Evidence
suggests4 that collective bargaining has been crucial in developing recent initiatives both at sectoral

22
and company level. In the United Kingdom, employees have the right since 2014 to request flexible
working arrangements and to receive an objectively justified decision. In Lithuania, teleworking has
been covered in the Labour code since 2010. The number of Spanish companies applying internal
flexibility measures has tripled since 2012.

2 These include: Directive 2010/41 on the application of the principle of equal treatment between men and women engaged in an activity in a
self-employed capacity; Directive 2006/54 on the implementation of the principle of equal opportunities and equal treatment of men and
women in matters of employment and occupation (recast); Directive 2004/113 implementing the principle of equal treatment between men
and women in the access to and supply of goods and services; and Directive 79/7 on the progressive implementation of the principle of equal
treatment for men and women in matters of social security.

3 Directive 92/85 ensuring maternity leave for at least 14 weeks, at least at the level of sick pay and Directive 2010/41 granting maternity
leave of at least

14 weeks to self-employed women or assisting spouses. Directive 2010/18 stipulates that all parents (both women and men) have the right to
at least 4 months of parental leave, and that they may request a change of working time for a certain period upon returning to work from
parental leave. Directive 97/81 aims to eliminate discrimination against part-time workers, improve the quality of part-time work, and
facilitates the development of part-time work on a voluntary basis and to contribute to the flexible organisation of working time taking into
account the needs of employers and workers. Directive 2003/88 also sets out minimum standards in terms of working time, rest periods and
paid leave.
4 Eurofound, European Observatory of Working Life EurWORK, Policies to improve work-life balance, 2015.

23
International dimension

The Convention on the Elimination of All Forms of Discrimination against Women (CEDAW), adopted in
1979 by the UN General Assembly, defines what constitutes discrimination against women and sets up an
agenda for national action to end such discrimination. Gender equality and the empowerment of women are
also at the core of the

UN’s 2030 Agenda for Sustainable Development, both as a stand-alone objective and as a cross-cutting issue.

On work-life balance, the ILO Convention on Maternity Protection (C183) and the revised European Social
Charter (Art. 8)5 entitle women to a period of maternity leave of not less than 14 weeks. ILO
Recommendation (N°191) on Maternity Protection invites Member States to extend this to at least 18 weeks.
ILO Recommendation (N°165) on Workers with Family Responsibilities sets out that either parent should
have the possibility, within a period following maternity leave, to obtain a leave of absence and that it should
be possible for workers to take leave in the case of a dependent child or the illness of another member of the
worker's immediate family. The recommendations also refer to the importance of flexible arrangements as
regards working schedules, rest periods and holidays. In addition, ILO Conventions set out that there should
be no discrimination for persons with family responsibilities or working part time. 6

(Fuente: Comisión Europea)

24
25

También podría gustarte