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tiempo en el vídeo Una vez, cuando Einstein era profesor de física en la universidad de Princeton, las preguntas de los exámenes de final de curso y las de mitad de trimestre coincidían. No era un error. Lo hacía a propósito. Einstein explicaba «Las preguntas son las mismas, pero ahora las respuestas han cambiado». Hace 30 años, estas eran las preguntas que se hacían mis clientes corporativos: ¿Cómo podemos contentar a los clientes, fomentar la innovación, adelantarnos a la competencia, atraer buenos clientes y retenerlos y aumentar las ventas? Por aquel entonces, la respuesta era «contratar a los mejores empleados». Hoy, mis clientes se hacen la misma pregunta, pero la respuesta ha cambiado. Sí, seguimos necesitando los buenos empleados, pero según un informe de la Escuela de Administración de Yale, si quieres adelantar a la competencia, no solo tienes que centrarte en cómo trabajan los empleados, sino en cómo trabajan juntos. Por eso, en las empresas de hoy, la colaboración es esencial. En primer lugar, los clientes la demandan. Tanto si trabajas en una empresa técnica, en el ámbito de la salud, la producción o la gestión, los clientes buscan una experiencia personalizada y fluida. Y una experiencia sin contratiempos requiere colaborar con otros expertos. La colaboración también implica una gran ventaja en innovación. La creatividad se potencia gracias a la diversidad. Se combinan las ideas de los empleados de la organización con distintos bagajes, mentalidades y perspectivas. Tercero, una cultura de colaboración aumenta la satisfacción de los empleados. Cuando me preguntan qué es lo que quiere la nueva generación de empleados, la respuesta es sencilla. Quieren más. Quieren más comunicación, más control y más colaboración. A pesar de todas las ventajas de la colaboración, la actitud individualista sigue siendo el principal obstáculo. Cuando generamos límites en los equipos, los departamentos, una línea de producto o una región, tenemos islotes estancos. Si no vemos más allá de los límites, tenemos una mentalidad individualista. Quien tiene esta actitud te dice «déjame concentrarme en mi trabajo», sin darse cuenta del potencial de trabajar en conjunto para obtener mejores resultados para la organización. La mentalidad individualista fomenta las luchas de poder y perjudica la colaboración. Los miembros de tu equipo deben comprender por qué la colaboración ha pasado de ser una filosofía interesante a una estrategia clave y que requiere que se comparta nuestra sabiduría y nos ayudemos en toda la organización. En su próxima reunión, analicen las ventajas de la colaboración. Hablen de cómo influye el equipo en otras áreas de la organización e inviten a participar a empleados de esas áreas. La colaboración en la organización
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tiempo en el vídeo Como las organizaciones viven en un cambio constante, la colaboración ha pasado a ser un factor esencial para el éxito. Cuando la cultura corporativa cambia, los jefes de equipo y los responsables de departamento tienen que estar al tanto de las medidas que se adoptan a favor de la colaboración y conocer su papel dentro de esta estrategia. Te voy a explicar cinco estrategias de las organizaciones y cómo se refuerzan entre ellas. Uno, recompensar la colaboración. Las empresas están cambiando el sistema de recompensas, y ahora la colaboración forma parte de la evaluación de rendimiento y se tiene en cuenta para ofrecer ascensos a los empleados que traspasan los límites. Si eres el jefe, recompensas la colaboración cuando les comentas a tus empleados que valoras su contribución y cuando alabas a los miembros del equipo que ayudan a los demás. Dos, centrarse en la innovación. Una organización que se centra en la innovación colaborativa recurre a equipos multifuncionales para obtener perspectivas variadas. Para ayudar a que tu equipo sea más creativo, considera los errores una experiencia de aprendizaje y no un factor que se debe penalizar. Conozco a muchos líderes que compartían lo que habían aprendido con sus fracasos y dejaban ver que los empleados podían compartirlo con seguridad. Tres, la comunicación sincera. En las organizaciones, el modo de manejar la información determina si deriva en un obstáculo o un factor favorable para la colaboración. La transparencia en la comunicación es una estrategia clave. Como jefe, es esencial que tu equipo sepa que puede confiar en que serás abierto y sincero. Si no te está permitido tocar un tema, es mejor que aclares que es confidencial en lugar de responder «no lo sé» y que los demás perciban que les mientes. Cuatro. Colaborar con los clientes. Una forma de que las organizaciones involucren a los clientes son las encuestas, los grupos representativos y los comentarios que se comparten en la organización. En caso de que no tengas contacto directo con un cliente externo, puedes forjar una relación colaborativa con los clientes internos simplemente preguntándoles si tu equipo satisface sus necesidades. Cinco, redefinir el liderazgo. En las culturas colaborativas, la receta del liderazgo ha cambiado. Su definición ha pasado de mandar y controlar a influir e incluir. Tu nuevo papel como líder es ayudar a los miembros del equipo a forjar relaciones, que se sientan apoyados como contribuidores, y crear un entorno de equipo en el que todos estén dispuestos a contribuir con sus ideas y servicios por una meta común. ¿Qué estás haciendo actualmente para dirigir el cambio hacia una cultura colaborativa? ¿Qué podrías mejorar? Los demás se van a fijar en ti y vas a sentar las bases. Tus actos importan y mucho. 3 habilidades de los líderes colaboradores
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tiempo en el vídeo Cuando le pregunté a un director de Silicon Valley por qué creía que el liderazgo de control estaba mal, me corrigió. No es que mandar y controlar esté mal, sino que en el siglo XXI es irrelevante. En este mundo interconectado, necesitamos líderes que sepan colaborar entre sí. Aquí tenemos tres habilidades esenciales para los líderes colaboradores. Uno, la escucha empática. Una consultora internacional dirigió un estudio con más de 15 000 líderes de 300 organizaciones de 20 sectores distintos en 18 países sobre las habilidades de comunicación de los jefes que más influían en el rendimiento general. El número uno de la lista era la habilidad de la escucha empática. El propósito de la escucha empática es entender la perspectiva del orador. Esto requiere centrarte totalmente en la otra persona, sin dejar que tu mente divague por otros temas mientras preparas tu respuesta con antelación. Para muchos líderes, la parte más difícil de la escucha empática es resistirse a la urgencia de resolver el problema prematuramente. A menudo, la gente solo quiere exponer su idea, pero incluso si te piden consejo, si escuchas con empatía, antes de responder tendrás toda la información necesaria. Dos, la sensibilidad social. Google estudió a sus equipos, y entre los más productivos identificó dos conductas comunes. Primero, todos los miembros del equipo hablaban la misma cantidad de tiempo. Ninguno dominaba la conversación y nadie estaba callado. Segundo, los equipos productivos tenían una gran sensibilidad social, es decir, sabían cómo se sentían sus compañeros, porque interpretaban correctamente el lenguaje corporal, el tono de voz y la expresión facial. Para evaluar tu sensibilidad social, fíjate en los ojos de varios retratos y observa si eres capaz de describir lo que siente cada persona. Reading the Mind in the Eyes o su versión en español es un test que puedes hacer con el equipo. Es un recurso para introducir la sensibilidad social y sus efectos en la colaboración. Tres, el pensamiento visual. En esencia, el pensamiento visual consiste en utilizar dibujos sencillos para ilustrar un concepto. Para aplicar el pensamiento visual y definir la colaboración, prueba este ejercicio. Divide a la gente en grupos de cuatro o cinco personas y dale a cada grupo una hoja y rotuladores de colores. Pídeles que definan qué es la colaboración y que la representen con un dibujo sencillo. Recuérdales que no se trata de ver quién dibuja mejor, sino de representar la idea visualmente. Cuando los grupos expliquen su dibujo al resto del equipo, te sorprenderá la conversación que irá surgiendo. Estas son las tres habilidades de la colaboración que puedes poner en práctica enseguida. Te recomiendo empezar por la escucha empática, ya que es una habilidad muy eficaz que puedes perfeccionar y que puedes practicar en cualquier conversación. El lenguaje corporal de la colaboración
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tiempo en el vídeo Muchos líderes saben que deben parecer seguras y asertivos porque influye en su presencia ejecutiva, pero otros consideran importante transmitir también empatía y calidez. Esto puede ser un factor limitante para los que buscan aumentar la colaboración. El poder, el estatus y la autoridad se exponen con señales no verbales, expandiendo T, separando los pies al ancho de las caderas y hablando de manera desenvuelta. Por eso es comprensible que en muchas situaciones estas sean las señales del lenguaje corporal que puedes emitir. Sin embargo, el objetivo de un líder colaborativo es que su equipo se sienta valorado, respetado e incluido. Para alcanzar esta meta puedes poner a punto el lenguaje corporal. Vamos a ver siete señales no verbales que fomentan la colaboración. A medida que las vamos viendo, piensa en la última vez que las utilizaste y cuando quizás hayas perdido la oportunidad. 1. El contacto visual, aunque puedes escuchar perfectamente sin mantener el contacto visual, el otro no se sentirá escuchado a menos que lo observes. Si estás mirando el celular o fijándote en la sala en lugar de la persona con la que estás hablando, puede parecer que su opinión no te importa. 2. Sonríe. Una sonrisa sincera no sólo estimula tu sensación de bienestar, sino que envía un mensaje convincente a las personas de tu alrededor. Transmite que eres cercano y cooperador. 3. Utiliza la cabeza como la colaboración. Depende de la disposición por hablar. USA la cabeza en sentido literal. Puedes animar al otro a que siga hablando, asintiendo con la cabeza en intervalos de tres veces y ladear la cabeza es la señal universal de estar escuchando. 4 La apertura corporal en las posturas receptivas. Las piernas no están cruzadas y los brazos se alejan del cuerpo con las manos descansando sobre la mesa. Está demostrado que los jefes, con un lenguaje corporal abierto, se consideran más positivos y persuasivos. 5. Inclínate. Lo hacemos con quien nos cae bien. En una reunión fomenta la participación inclinándose levemente hacia delante. 6 Dirige los hombros hacia tu interlocutor. Colócate de frente hacia la persona con quien hablas. Girar de lado, aunque sea muy poco. Demuestra falta de interés y hace que el orador se des motive. 7 Sincroniza tu postura con el otro, nos sale automáticamente con quien admiramos o coincidimos cuando imitas el lenguaje corporal de alguien, envías un mensaje sutil pero potente de que estás conectado y comprometido. El liderazgo colaborativo tiene mucho que ver con el lenguaje corporal. Se te ocurren ejemplos de interacciones en los que utilizaste estas señales cálidas e inclusivas de refuerzo? Puedes identificar cuándo utilizarlas en el futuro?
Las lluvias de ideas para fomentar la colaboración
Si seleccionas líneas de la transcripción en esta sección, irás a la marca de tiempo en el vídeo Alguna vez has estado en una reunión en la que hablaban una o dos personas, mientras que los más introvertidos no decían nada? La esencia de la colaboración es que todos contribuyan. Una forma de conseguirlo es llevando a cabo lluvias de ideas inclusivas. Vamos a ver la técnica clásica. Empieza con un ejercicio de calentamiento. Sobre todo si el grupo no suele hacer lluvia de ideas. Hagan juegos de palabras o utilicen el humor para crear una atmósfera relajada y desenfadada. Al principio céntrate en la cantidad, no en la calidad, animarlos a que digan lo que se les ocurra, aunque les parezca absurdo, un agobio. Recuérdales participar, ya sea con una idea nueva o perfilando la idea de otra persona. La sesión de lluvia de ideas debería dividirse en dos partes la primera para generar ideas y la segunda para evaluarlas durante la fase de generación. Nadie debería juzgar ni criticar las ideas presentadas antes de acabar esta fase. Se puede aplicar la técnica del despido. Que los participantes propongan ideas tan extravagantes que podrían provocarles el despido. Evidentemente, la tarea consiste en transformarlas en propuestas realistas y prácticas. He utilizado esta técnica con muchas organizaciones y es divertida y más eficaz de lo que crees. Durante la fase de evaluación tenemos un conflicto constructivo. Los participantes critican las soluciones desde el punto de vista de los departamentos, las funciones, los niveles de gestión y los clientes a los que afecta la idea. Debes saber abordar la negatividad sin un conflicto constructivo, el equipo puede caer en el pensamiento de rebaño, que no es lo que buscamos, aunque es verdad que a veces los comentarios negativos se echan a perder el proceso creativo. Cuando ocurra, aplica estos cuatro consejos uno para que una crítica sea más constructiva. Dile al equipo que siga esta estructura. Empezamos diciendo lo que nos gusta de la idea. Luego lo que nos preocupa. Y por último, cómo lo resolveríamos? 2 Si una persona monopoliza el debate, divide el grupo en grupos más pequeños de 3 o 4 personas. 3 Para que todos sean conscientes de la negatividad que se respira en la sesión mencionada, por ejemplo, tengan un peluche en medio de la mesa y arrójenlo a la persona que haga un comentario negativo mientras los demás proponen ideas. 4 para animar a los que no se atreven a interrumpir a los extrovertidos del equipo. Pídele al grupo que en lugar de decir las ideas, las escriban en notas que luego pueden colgar en la sala. Las lluvias de ideas son una técnica clásica para mejorar la creatividad del equipo. También es una manera eficaz de practicar el conflicto constructivo, que es una habilidad propia de la colaboración.
Cómo crear una reunión colaborativa
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tiempo en el vídeo Imagina que diriges a un equipo virtual que se va a reunir cara a cara por primera vez y quieres preparar el contexto para que colaboren más entre ellos. En qué se diferenciaría la preparación de esta reunión de las demás? Vamos a ver los elementos sutiles y a veces sorprendentes que nos pueden ayudar a diseñar una reunión muy colaborativa. Lo curioso es que gran parte del trabajo ocurre antes de empezar. Por ejemplo, cómo preparas la sala y fomentar las relaciones mientras te voy explicando los elementos. Piensa cómo podrías aplicarlos para que una reunión sea más colaborativa. Cuando prepares la sala, presta atención a los detalles, por ejemplo, considera la disposición de los asientos en la mayoría de las reuniones donde se siente la gente. Es irrelevante. Pero en una reunión colaborativa puede ser clave para forjar relaciones y fomentar la participación. Si quieres ayudar a establecer vínculos entre ciertos miembros, sientan los juntos o enfrentarlos para facilitar que hablen dos, considera añadir música. Pondrías música en una reunión corriente? Probablemente no. Pero poner música antes de una reunión colaborativa mientras los empleados van entrando. Ayuda a crear una atmósfera relajada y participativa. Y si la pones cuando se van, haces que se vayan con una sensación positiva. Tres. Lleva material artístico. Un elemento clave de las reuniones colaborativas es hacer visuales las ideas. Si van a representar un esquema con los objetivos del equipo o utilizar imágenes y lluvias de ideas, deberían proporcionar hojas de papel y rotuladores de color, así como dejar espacio en la pared para poder colgar lo que sea. Por último, sirve comida, además de que comer mientras se habla genera un entorno informal e íntimo. Nutre al equipo y propicia su creatividad. Un objetivo crucial para esta reunión debería ser que los miembros del equipo forjen buenas relaciones. Una forma de empezar es emparejar a los empleados durante diez minutos en los que pueden hablar de cualquier tema, excepto de negocios. Cuando las parejas hablen sobre sus aficiones, familias, vacaciones, actividades, pídeles que vayan apuntando lo que tienen en común. Después de los 10 minutos, recorre la sala para tener información de cada pareja. Es una técnica muy eficaz. Si dos personas tienen que trabajar juntas a partir de ahora y no se conocen demasiado. Otro elemento que quizás no hayas considerado es el tacto. El tacto es la forma más primitiva de comunicación no verbal. El sentido del tacto y el apego están relacionados. Así que estrechar las manos de los miembros del equipo cuando entren a la sala y salgan de ella y animarlos a que se den la mano entre ellos. La conexión es fundamental para la colaboración. Por eso, preparar las reuniones prestándoles atención a estos detalles te aportará beneficios en cuanto a los resultados colaborativos.
Cómo generar seguridad psicológica
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tiempo en el vídeo Hace varios años entrevisté a 358 gestores de Estados Unidos, Canadá y Europa y descubrí por qué muchos empleados eran reacios a trabajar en equipo. A partir de este estudio definí las tres mentalidades comunes entre los trabajadores, a los que no les gusta colaborar. Y cómo podemos motivarlos? Los empleados atares son los que no quieren compartir lo que saben, porque creen que el conocimiento es poder y que compartirlo les hará menos valiosos y seguros. Los retrospectivos rechazan la colaboración y tienen fijación con el pasado. Los viejos tiempos. Porque les da miedo que en un nuevo entorno colaborativo no les vaya bien. Los oráculos no tienen la necesidad de colaborar porque ya han encontrado la respuesta correcta. Para ellos la colaboración es una pérdida de tiempo. Vamos a ver ahora algunos consejos para gestionar a estos tipos de empleados que entrevisté. Ayuda a que los avaros entiendan que quizá antes la información les garantizaba más poder, pero que ahora que el ritmo del cambio es acelerado, el conocimiento en seguida se vuelve obsoleto. Así que no tiene sentido guardárselo. El nuevo modelo para ganar poder e influencia. Es una reputación de aprender rápido, compartir lo que sabes mientras sigue siendo válido y dejar ir lo que no funciona para reaprender a los retrospectivos que creen que no pueden aprender nuevas habilidades colaborativas. Explícales el concepto de mentalidad de crecimiento. La mentalidad es la percepción que tenemos sobre nosotros mismos y que juega un papel fundamental a la hora de evaluar nuestra capacidad de cambio. Alguien de mentalidad fija cree que sus cualidades, como la inteligencia o su talento, son atributos rígidos. En cambio, con una mentalidad de crecimiento, cree que puede desarrollar sus capacidades y puede aprender cualquier otra. Ayuda a que los oráculos son tan con la mentalidad de una única respuesta correcta para ello, pregúntales a los miembros del equipo cuántos cuadrados ven aquí. Si alguien responde 16, esa es una respuesta correcta. Pero también tienen razón los que ven 1, 17, 26 o 30. Todas las respuestas son correctas. La colaboración aumenta cuando los empleados se dan cuenta de que hay más de una opción. Aunque los avaros, los retrospectivos y los oráculos sean distintos, tienen algo en común su necesidad de seguridad psicológica. En los equipos en los que los empleados se sienten seguros, respetados y valorados, hay una mayor participación. En la próxima reunión fíjate en las distintas personalidades de tu equipo y piensa qué información y motivación necesita cada empleado para colaborar más. Luego introduce el tema de la seguridad psicológica y hablen de lo que podrían hacer como equipo para que todos se sientan seguros y valorados. No hay ninguna estrategia de liderazgo más eficaz para motivar la colaboración.
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tiempo en el vídeo Hace varios años entrevisté a 358 gestores de Estados Unidos, Canadá y Europa y descubrí por qué muchos empleados eran reacios a trabajar en equipo. A partir de este estudio definí las tres mentalidades comunes entre los trabajadores, a los que no les gusta colaborar. Y cómo podemos motivarlos? Los empleados atares son los que no quieren compartir lo que saben, porque creen que el conocimiento es poder y que compartirlo les hará menos valiosos y seguros. Los retrospectivos rechazan la colaboración y tienen fijación con el pasado. Los viejos tiempos. Porque les da miedo que en un nuevo entorno colaborativo no les vaya bien. Los oráculos no tienen la necesidad de colaborar porque ya han encontrado la respuesta correcta. Para ellos la colaboración es una pérdida de tiempo. Vamos a ver ahora algunos consejos para gestionar a estos tipos de empleados que entrevisté. Ayuda a que los avaros entiendan que quizá antes la información les garantizaba más poder, pero que ahora que el ritmo del cambio es acelerado, el conocimiento en seguida se vuelve obsoleto. Así que no tiene sentido guardárselo. El nuevo modelo para ganar poder e influencia. Es una reputación de aprender rápido, compartir lo que sabes mientras sigue siendo válido y dejar ir lo que no funciona para reaprender a los retrospectivos que creen que no pueden aprender nuevas habilidades colaborativas. Explícales el concepto de mentalidad de crecimiento. La mentalidad es la percepción que tenemos sobre nosotros mismos y que juega un papel fundamental a la hora de evaluar nuestra capacidad de cambio. Alguien de mentalidad fija cree que sus cualidades, como la inteligencia o su talento, son atributos rígidos. En cambio, con una mentalidad de crecimiento, cree que puede desarrollar sus capacidades y puede aprender cualquier otra. Ayuda a que los oráculos son tan con la mentalidad de una única respuesta correcta para ello, pregúntales a los miembros del equipo cuántos cuadrados ven aquí. Si alguien responde 16, esa es una respuesta correcta. Pero también tienen razón los que ven 1, 17, 26 o 30. Todas las respuestas son correctas. La colaboración aumenta cuando los empleados se dan cuenta de que hay más de una opción. Aunque los avaros, los retrospectivos y los oráculos sean distintos, tienen algo en común su necesidad de seguridad psicológica. En los equipos en los que los empleados se sienten seguros, respetados y valorados, hay una mayor participación. En la próxima reunión fíjate en las distintas personalidades de tu equipo y piensa qué información y motivación necesita cada empleado para colaborar más. Luego introduce el tema de la seguridad psicológica y hablen de lo que podrían hacer como equipo para que todos se sientan seguros y valorados. No hay ninguna estrategia de liderazgo más eficaz para motivar la colaboración.
Cómo trabajar con otras culturas
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tiempo en el vídeo La cultura es el conjunto de valores que comparte un grupo. Cada cultura tiene unas normas y pocos somos conscientes de cómo influyen en nuestro modo de pensar, nuestra conducta y nuestros juicios. Por eso, lidiar con las diferencias entre culturas puede ser complicado. Vamos a ver cuatro patas para sobrepasar este reto. Uno conoce las preferencias de tu cultura. En una videoconferencia con clientes de Latinoamérica mencioné que me habían invitado a una fiesta programada de 5 a 10 de la tarde. Al oírlo, todos empezaron a reír. Una mujer preguntó pero cómo se puede saber cuándo va a acabar una fiesta? En Estados Unidos tratamos el tiempo como una materia prima que podemos comprar, vender, ahorrar. Nunca me había dado cuenta de lo extraña que podía parecer mi concepción del tiempo en otras partes del mundo, donde es más fluido y una fiesta o una reunión acaban cuando acaban. 2 da a conocer los conflictos culturales, por ejemplo, la mayoría de las organizaciones internacionales que conozco trabajan en inglés. Esto resulta en un cambio de código y en las conversaciones privadas, los participantes de otras ubicaciones pasan a su idioma nativo. Cuando pasa esto, los hablantes de inglés se sienten ignorados. Una forma de solucionar este conflicto es hablar abiertamente de lo difícil que es seguir el ritmo para los no nativos y lo excluidos que se sienten los hablantes nativos cuando se los deja de lado en la conversación al hablar sobre el tema. Podemos buscar un acuerdo, por ejemplo, fijar un momento para una conversación privada después de la reunión en la que el equipo remoto hace un resumen de lo que se ha hablado. 3 Cree en una cultura de equipo a pesar de las distintas perspectivas culturales? El equipo debe acordar unas pautas conjuntas acordes con el proyecto. Este acuerdo puede reflejarse en un documento de referencia para todos. No significa que una cultura sea la correcta y la otra no. sino que conjuntamente se crean unas pautas eficaces para este tipo en particular. 4 No pienses mal. Puede que los miembros del equipo actúen de manera ofensiva para otra cultura. A mí me ha pasado, pero mis clientes han sido generosos y han pasado por alto mis errores culturales porque asumen que mi intención es buena. Tu equipo debería hacer lo mismo? Aprender a colaborar con otras culturas es una habilidad esencial en los entornos laborales actuales. Los equipos ahora tienen participantes de más países y en las organizaciones la población es más diversa. Mantén estas pautas en mente y mejora el trabajo con otras culturas.
Cómo generar confianza para trabajar en equipo
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tiempo en el vídeo Una clienta me pidió que evaluarse la falta de colaboración de su departamento. Hemos perdido nuestros valores, comentó. Cuando le pregunté a qué se refería. Explicó que habían perdido la base de la colaboración, la confianza. Tenía razón. La confianza es la base de cualquier colaboración y consta de tres niveles. Te los voy a describir y a explicar cómo reforzarlos. Piensa en cómo podrías mejorar cada uno de ellos. El primer nivel es la confianza en ti mismo. El mayor obstáculo de la autoconfianza que necesitamos está en nuestro yo interior crítico. Si nos centramos en las debilidades y no en los puntos fuertes, probablemente no digamos lo que pensamos. Para generar autoconfianza tenemos dos estrategias. Convierte el crítico en un asesor interior. La colaboración es un conjunto de habilidades que se van mejorando. Cuando tengas un retroceso, piensa en cómo asesor, harías a un amigo y date los mismos ánimos. Haz un registro de éxito al final del día. Haz una lista con las veces en las que colaboras. Todas las veces que contribuiste en las reuniones. El segundo nivel de la confianza es entre el equipo. Según un estudio de I BM, existen dos tipos de confianza interpersonal la confianza basada en las competencias ocurre cuando crees que el otro sabe lo que hace y conoce su área y la confianza basada en la benevolencia. Ocurre cuando está seguro de que el otro no te va a perjudicar. Los líderes pueden ayudar a generar confianza basada en las competencias, resaltando el bagaje y la experiencia de todos los empleados y valorando la perspectiva de cada individuo. La confianza basada en la benevolencia se fortalece con interacciones que profundicen en las relaciones personales. Ésta es una manera divertida y eficaz de que el equipo descubra más sobre los demás. Diles que cuenten historias. Una anécdota personal inusual y que el grupo desconozca y por otro lado, una mentira. El resto tiene que identificar la verdad. Pruébalo. Las relaciones se consolidan cuando nos abrimos y contamos más de nosotras. El tercer nivel es la confianza del jefe en el equipo. Viendo al jefe como ejemplo, identificamos lo que es importante para él. Antes de esperar que tu equipo confíe en ti, asegúrate de que sabes que confías en ellos. Una de las formas más productivas de generar confianza es pedir opinión. Qué hago bien como líder colaborativo? Qué quieren que haga de otra manera? Estos son los tres niveles de confianza en ti mismo, entre los miembros del equipo y la del equipo en el jefe. Cuál es tu área más fortalecida y en cuál te gustaría mejorar?
Cómo crear el hábito de trabajar conjuntamente
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tiempo en el vídeo No hay duda de que si eres un jefe colaborador, tu organización se beneficiará. Pero vamos a pensar cómo desarrollar el hábito de colaborar. Te puede beneficiar personalmente? Quizá quieras optar a un ascenso. O quizá quieras que las reuniones de equipo sean más interactivas y amenas. No importa cuál sea el motivo. Siempre y cuando sea válido para ti. Una vez que hayas identificado tu motivo personal, estarás listo para aplicar el proceso de tres pasos 1. Céntrate en el resultado final. Qué hábito de colaboración quieres crear? Escríbelo y céntrate en el resultado del final. 2 Crea un motivador, algo que te ayude a hacer algo más automáticamente. Por ejemplo, si tu objetivo es mostrar un lenguaje corporal más inclusivo, podrías utilizar la sala de reuniones como motivador para el nuevo hábito. Por ejemplo, al entrar en la sala de reuniones, sonrío y mantengo el contacto visual. 3. Recompensan los pequeños logros cuando muestres del nuevo hábito. Celebra es el logro. Toma un café, da un paseo o mentalmente date una palmada en la espalda. Las recompensas son una forma de reforzar un hábito nuevo. Continúa recordándote que ya eres una persona inclusiva y motivadora cuando crees hábitos colaborativos. Cada logro revela más de tu yo real.