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El petróleo se conoce como el oro negro, debido a sus múltiples aplicaciones y a que es uno de los
materiales terrestres que aporta con un gran porcentaje en la economía mundial. Es un tipo de
hidrocarburo con el que se puede fabricar gran variedad de productos, entre ellos combustibles
fósiles que permiten el transporte de autos, buses y aviones en el mundo.
A través de los avances tecnológicos se han optimizado los procesos de extracción del petróleo,
haciendo más fácil el acceso a los yacimientos.
El petróleo y sus derivados no solo son utilizados para la generación de electricidad, sino también
es el principal combustible para movilizar maquinarias y vehículos.
Dada la alta rentabilidad del petróleo, esta industria tiene una gran plantilla de especialistas y
expertos que día a día trabajan para optimizar los procesos de producción energética, además
hacer productos derivados a menos costos.
La industria petrolera es muy amplia a nivel mundial que abarca a diferentes sectores productivos
de la economía y que genera empleos calificados a nivel mundial.
El petróleo tiene un alto grado de toxicidad para la salud humana, además genera grandes
problemas ambientales como la contaminación del agua y de los suelos.
Poco a poco, el mundo entero se ha vuelto dependiente del petróleo, por sus múltiples
aplicaciones en todos los campos de la vida.
Las etapas de producción petrolera provocan la emisión de gases de efecto invernadero, al igual
que sus derivados que también son altamente generadores de contaminación
Para nadie es secreto que los principales conflictos internacionales se generaron en cierta manera
por el control del petróleo.
Los procesos de extracción y combustión petrolera son muy complejos y a su vez altamente
contaminantes para el ambiente, contribuyendo de manera negativa.
Los productos derivados como los plásticos, no pueden ser reciclables y no son biodegradables, lo
que significa que ya en desuso, estos materiales pasan a ser parte del problema mundial de
acumulación de basura.
El interés nacional por aproximarse a países petroleros se hizo posible en 1949 en ocasión de la
visita oficial de una delegación venezolana a naciones petroleras del Medio Oriente, y después en
la primera Convención Petrolera Nacional realizada en Caracas en 1951, a la que asistieron
comisiones petroleras de esos países. Por último, en 1960 el Estado venezolano participó en la
creación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), que fue ente muy efectivo
en el establecimiento de un patrón institucional de coordinación de políticas de países
exportadores de petróleo.
Por mucho que se considere que el tiempo pasado es «un espejo distorsionador»21, y se juzguen
dinámicas imperfectas del desempeño institucional venezolano, es factible distinguir que la
historia institucional petrolera del siglo XX dejó valiosos aprendizajes. Prestar atención a ese
pasado es fundamental, no tenerlo presente es «renunciar a aprender de nosotros mismos».22