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11 de agosto de 1936
Hace 95 años
En Santa Rosa de Cabal. Un relato de la viuda. Como se efectuó el asalto nocturno en las
afueras de Manizales. – La instrucción del sumario. El desaparecido. Resolución del Duelo.
Acaba de fallecer el distinguido conservador Don Manuel Escobar Llano. A causa de terribles
heridas que le causo la policía de la seguridad de Manizales el 16 de los corrientes. A su
entierro ha invitado el comité conservador y se ha verificado con gran concurrencia y
solemnidad. Igualmente asistió una comisión del mismo comité en representación de la
corporación y del partido, integrada por los señores Benjamín Villegas, Doctor Carlos Gutiérrez,
Don Arturo Serna Gómez y Don Enrique Arbeláez con una bella ofrenda.
Algunas personas que han conversado con algunos de los sindicatos, afirman que estos
sostienen que la noche del crimen, al acercarse ellos al lugar de los sucesos oyeron un tiroteo
intenso que despertó su atención, y como se dirigieran a la fonda de Don Manuel Escobar,
poco antes de ella fueron recibidos a tiros. Inmediatamente se desplegaron y atacaron,
pudiendo ver como muchas sombras huían hacia el lado del rio, y, despejando el camino, se
acercaron a la casa de donde no se les quiso abrir, motivo por el cual forzaron la puerta y
dispararon sobre el primer hombre que enfocaron con las linternas creyendo habérselas con
los bandidos.
ALUCINACIONES
La anterior especie considera una alucinación o como una leyenda para evadir la acción de la
justicia por cuanto los vecinos, que son muy numerosos, han afirmado por su parte que no
hubo combate alguno y que los disparos empezaron cuando los agentes vieron a Escobar, por
temor no les quiso abrir. De labios de la viuda de Escobar, señora Aura Ramírez, se ha sabido el
siguiente relato de los sucesos. En la casa se encontraba aquella noche Doña Adelina Duque,
suegra del extinto, su esposa, tres hijitos y él. A eso de las doce de la noche se despertaron al
oir voces numerosas en el corredor de la casa, y poco después oyeron a a un de los llegador
pedir que se le abriera a la autoridad. Como la hora era tan avanzada y la región estaba
amenazada por una cuadrilla de bandoleros a los cuales iba a la autoridad a buscar, don
Manuel se abstuvo de abrir y les dijo a todos que se quedaran callados. Ante este silencio
parece que los de afuera se enojaron.
Porque se dieron a lanzar piedras sobre la puerta y a tratar de forzarla hasta reventar las
aldabas, penetrando a la habitación con las linternas en la mano. Al encontrar a Escobar que se
hallaba sentado en una cama con sus hijos, en gran expectativa, dispararon sobre él,
causándole una herida que le atravesó la cabeza, y ya en el suelo le dispararon tres tiros más
que le traspasaron los brazos y una pierna.
La instrucción del sumario fue abocada por la alcaldía, la cual lo traslado al juzgado segundo
del circuito. A cargo del doctor Gilberto Villegas, a petición de este, desde el domingo 19.
Aparecen sindicados el jefe de la policía de esta ciudad de “El Español”, Ramón Marín, los
agentes de a policía secreta de la seguridad de Manizales Aurellano Aristizabal, Hernando
Quintero, y sus ayudantes Gerardo Villa y Juan de Dios Llano, y los agentes de policía Enrique
Rivera y José Ramón Muñoz. La mayor parte de ellos han sido indagatoriados. Se espera que
este atroz delito se esclarezca y se evite que por el número se diluya la responsabilidad
criminal como ha ocurrido con otros muchos delitos perpetrados por los agentes de la policía.
EL DESAPARECIDO
Manuel Escobar Llano oriundo de Marulanda, hijo de Ventura Escobar y Rosario Llano, de 26
años de edad, trabajaba y vivía en Manizales, su esposa oriunda de Santa Rosa de Cabal, era un
ciudadano de limpias ejecutorias, de acendrado catolicismo, jefe conservador de su vereda, de
probidad a toda prueba y fiel cumplidor de sus obligaciones. Deja tres niñitos de corta edad. Su
muerte ha sido muy sentida en la ciudad.
Considerando:
RESUELVE
2. Dejar constancia de su enérgica protesta por el crimen perpetrado por los agentes de
la seguridad, que desdice de la institución encargada de velar por la vida y seguridad
de los asociados.
3. Designar una comisión de su seno, integrada por los señores Arturo Serna Gómez,
Benjamín Villegas, Carlos Gutiérrez y Enrique Arbeláez, para que representen al
partido y a la corporación en el sepelio e invitar por carteles al conservatismo de la
ciudad.