Está en la página 1de 3

Despierte al gigante dormido, es un estudio que tiene como fin ayudar a las iglesias a revitalizar el

ministerio de la escuela dominical y a ver en la vida de los alumnos la obra transformadora del
Espíritu Santo y de la Palabra de Dios. No es una simple mano de pintura; es renovar la escuela
dominical desde su misma base, desde la percepción de ella hasta la manera en que la
implementamos.

En un momento en que muchos piensan que la Escuela Dominical ha perdido su efectividad, el Taller
C.I.C.E es la herramienta para que pastores, líderes, y maestros sean orientados para aprovechar el
extraordinario poder de la Escuela dominical

Sin ella, La Escuela dominical, nunca desarrollará todo su potencial. Despierte a la Escuela Dominical
y se encontrará con un gigante que remecerá el mundo.

Muchos han estado enamorados de algunas de las metodologías e innovaciones de última moda
para ayudar a la iglesia a crecer. La escuela dominical les ha parecido un poco anticuada y dudan
que en el siglo 21 la escuela dominical sea un medio viable para crecer. Piensan que es una especie
en extinción. Sin embargo, la escuela dominical sigue siendo el programa dominante en la mayoría
de las iglesias.

La escuela dominical es el gigante dormido de la iglesia. La escuela dominical no es una mala idea;
al contrario, es una gran idea que con frecuencia se practica muy mal. Las escuelas dominicales de
calidad ofrecen a la iglesia y a sus líderes una manera eficaz, total, y cohesiva de crecer para llegar
a ser una gran iglesia. Una buena escuela dominical permite, apoya, y aumenta todas las cualidades
de una iglesia y un ministerio saludable, creciente. He aquí lo que una escuela dominical eficaz
puede hacer por su iglesia.

Instrucción

La escuela dominical, como una experiencia en grupo pequeño, dividida según edades, es un lugar
ideal para enseñar la Biblia. En la escuela dominical los creyentes pueden aprender de la forma más
correcta según su edad y su desarrollo emocional, social, y espiritual. Cuando a los maestros
debidamente preparados se les dan los debidos recursos y currículos, un buen lugar y todo lo demás
necesario, cuando se observan las debidas proporciones de alumnos por maestro, y cuando se
emplean métodos que fomentan el aprender prácticamente, la escuela dominical se convierte en
un lugar eficaz para que los creyentes aprendan y crezcan espiritualmente.
Evangelismo

La escuela dominical puede ser la plataforma para lanzar una estrategia de evangelismo y
asimilación altamente eficaz e integrada. Es el lugar ideal para comunicar una pasión por los
perdidos y dar a los creyentes lo necesario para compartir bien el evangelio. La escuela dominical
ofrece un ambiente menos intimidante y un lugar para presentar ante los que no son salvos la vida
y el ministerio de la iglesia.

Asimilación, cuidado, comunidad, y unidad

La escuela dominical es un buen medio para asimilar a los nuevos, subsanar necesidades, ofrecer
ministerio, y fomentar un sentido de unidad y comunidad. En la escuela dominical se reúnen
personas de similar edad e interés para estudiar la Palabra de Dios. Pueden desarrollar amistades,
recibir a los nuevos, y cuidar el uno del otro.

Vida y vitalidad espiritual

La escuela dominical es un ambiente ideal para desarrollar y mantener la vitalidad espiritual. Es un


lugar donde los creyentes pueden descubrir más de Dios y experimentar su poder y presencia por sí
mismos. Puede ser un laboratorio del Espíritu Santo donde los creyentes pueden orar juntos y
compartir sus pruebas y triunfos espirituales con amigos de confianza en un ambiente de amor y de
apoyo.

Acción cristiana

La escuela dominical es el lugar ideal para informar, motivar, organizar, y cumplir con el ministerio.
A medida que los creyentes son desafiados a aplicar su fe de formas reales y prácticas, crecen
espiritualmente y desarrollan una relación más profunda y más fuerte con Dios y con los hermanos.

Preparación para el liderazgo y el ministerio

La escuela dominical ofrece un lugar ideal para la preparación en el ministerio y el desarrollo de


líderes. Se pueden ofrecer clases sobre diferentes habilidades para ministrar, o se pueden
incorporar en las clases ya existentes. La escuela dominical ofrece una tremenda oportunidad para
el tutelaje y para la preparación práctica.

Los líderes de la iglesia han reconocido desde hace mucho tiempo el valor de estos ocho bloques.
Lo que falta en demasiadas iglesias es una manera de unirlos para formar un sistema cohesivo, y
organizarlos para obtener el máximo impacto. La escuela dominical puede hacer eso mismo.
Tristemente, esa habilidad ha sido mayormente pasada por alto e ignorada.

Dentro de muchas iglesias este gigante está dormido. La escuela dominical puede tener una parte
vital en las iglesias saludables, fuertes, de crecimiento. Puede y debe hacer algo más de lo que es.
Pero los líderes de la iglesia no han esperado que la escuela dominical haga frente a estos desafíos,
y por lo tanto no la han organizado ni equipado para hacerlo. Las grandes escuelas dominicales y las
grandes iglesias no sólo suceden. Se establecen por medio de la visión, pasión, diligencia, y sabiduría.
CÓMO DESPERTAR AL GIGANTE DORMIDO EN SIETE PASOS NO TAN FÁCILES

Devolver la escuela dominical a la vida y ministerio de la iglesia no es fácil, pero es esencial.

1. Oración
a. Compromiso de oración de parte del liderazgo
b. Oración según programa nacional
c. Presente petición en favor de la escuela dominical en los servicios de oración
d. Operación 7:14
2. Redefinir la Escuela dominical como una estrategia de crecimiento
3. Tome las bases fundamentales de la Escuela dominical.
a. Plan Avance
b. Plan FOCO
c. Celebración del Trimestre
d. Las Filiales
e. La Escuela bíblica de vacaciones
f. Clase semanal para maestros
4. Promover entre las otras organizaciones de la iglesia. (esto es construir puentes)
5. Integrar programas familiares
6. Pastores, líderes y maestros: Denle suficiente importancia a la escuela dominical, mientras
ustedes no le den importancia a la escuela dominical, su escuela dominical no será
importante.
7. Crea en la oportunidad pentecostal que tiene a la vista.

DESPIERTE AL GIGANTE DORMIDO Y NO DEJE QUE SE VUELVA A DORMIR

1. Las congregaciones que se forman sin la fortaleza y las estructuras internas que fomenta
una buena escuela dominical son más vulnerables y tienen menos posibilidad de salir con
vida de las tempestades. Ser grande no es lo mismo que ser fuerte.
2. No todas las escuelas dominicales son iguales. Decir que una iglesia tiene una escuela
dominical no es lo mismo que establecer un ministerio de escuela dominical
verdaderamente eficaz.
3. Para desarrollar y mantener una escuela dominical eficaz es necesario hacer una
consistente inversión de tiempo, esfuerzo, recursos, y líderes.
4. Las buenas escuelas dominicales ayudan a la iglesia a alcanzar y mantener a los nuevos.
5. Las escuelas dominicales son frágiles. Lo que se toma décadas para establecer, puede
destruirse rápidamente con el descuido y la falta de visión.
6. La escuela dominical es eficaz para asimilar a los nuevos y para retener el crecimiento.
7. Es peligroso confiar demasiado en los puntos fuertes del pastor. Las iglesias que
desarrollan una red de líderes laicos de madurez por medio de la escuela dominical son
más fuertes.
8. Por medio del discipulado consistente la escuela dominical ayuda a los creyentes a
madurar en su fe. Sin la madurez individual, la madurez congregacional es imposible.
9. Las escuelas dominicales conectan a la gente y fomentan amor, lealtad, y unión de
maneras que no puede hacerlo una experiencia de alabanza del domingo por la mañana.
10. Una escuela dominical verdaderamente eficaz no puede existir sin la visión, dirección, y
apoyo del pastor.

También podría gustarte