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MI HERMANA

Alfonsina Storni

Son las diez de la noche; en el cuarto en penumbra


Mi hermana está dormida, las manos sobre el pecho;
Es muy blanca su cara y es muy blanco su lecho.
Como si comprendiera, la luz casi no alumbra.

En el lecho se hunde a modo de los frutos


Rosados, en un hondo colchón de suave pasto.
Entra el aire a su pecho y levántalo, casto,
Con su ritmo midiendo los fugaces minutos.

La arropo dulcemente con las blancas cubiertas


Y protejo del aire sus dos manos divinas;
Caminando en puntillas cierro todas las puertas,
Entorno los postigos y corro las cortinas.
PEGASOS, LINDOS PEGASOS …
Antonio Machado

Pegasos, lindos pegasos,


caballitos de madera...
Yo conocí siendo niño,
la alegría de dar vueltas
sobre un corcel colorado,
en una noche de fiesta.
En el aire polvoriento
chispeaban las candelas,
y la noche azul ardía
toda sembrada de estrellas.
¡Alegrías infantiles
que cuestan una moneda
de cobre, lindos pegasos,
caballitos de madera!.
AMOR FILIAL
Amado Nervo

Yo adoro a mi madre querida,


yo adoro a mi padre también;
ninguno me quiere en la vida
como ellos me saben querer.
Si duermo, ellos velan mi sueño;
si lloro, están tristes los dos;
si río, su rostro es risueño;
mi risa es para ellos el sol.
Me enseñan los dos con inmensa
ternura a ser bueno y feliz.
mi padre por mi lucha y piensa;
mi madre ora siempre por mí.
Yo adoro a mi madre querida,
yo adoro a mi padre también;
ninguno me quiere en la vida
como ellos me saben querer
LOS RATONES
Lope de Vega

Juntáronse los ratones


para librarse del gato;
y después de largo rato
de disputas y opiniones,
dijeron que acertarían
en ponerle un cascabel,
que andando el gato con él,
librarse mejor podrían.
Salió un ratón barbicano,
colilargo, hociquirromo
y encrespando el grueso lomo,
dijo al senado romano,
después de hablar culto un rato:
- ¿Quién de todos ha de ser
el que se atreva a poner
ese cascabel al gato.
CULTIVO UNA ROSA BLANCA
José Martí

Cultivo una rosa blanca


en junio como en enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.

Y para el cruel que me arranca


el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo la rosa blanca.
EL NIÑO MUDO
Federico García Lorca

El niño busca su voz.


(La tenía el rey de los grillos.)
En una gota de agua
buscaba su voz el niño.
No la quiero para hablar;
me haré con ella un anillo
que llevará mi silencio
en su dedo pequeñito.

En una gota de agua


buscaba su voz el niño.

(La voz cautiva, a lo lejos,


se ponía un traje de grillo).
BALADA DE LA PLACETA (fragmento)
Federico García Lorca

Se ha llenado de luces
Mi corazón de seda,
De campanas perdidas,
De lirios y de abejas,
Y yo me iré muy lejos,
Más allá de esas sierras,
Más allá de los mares
Cerca de las estrellas,
Para pedirle a Cristo
Señor que me devuelva
Mi alma antigua de niño,
Madura de leyendas,
Con el gorro de plumas
Y el sable de madera
SONATINA (fragmento)
Rubén Darío

La princesa está triste… ¿Qué tendrá la princesa?


Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.
El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y vestido de rojo piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
A UNA NARIZ
Quevedo

Érase un hombre a una nariz pegado,


érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un pez espada muy barbado.

Érase un reloj de sol mal encarado,


érase un alquitara pensativa,
érase un elefante boca aariba,
era Ovidio Nasón mas narizado.

Érase un espolón de una galera,


érase una pirámide de Egipto,
las doce tribus de narices era.

Érase un naricísimo infinito,


muchísima nariz, nariz tan fiera,
que en la cara de Anás fuera delito.

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