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Etiología
Según Balbuena y López (2012), existen varios factores que pueden influir en el diagnóstico del
mutismo selectivo:
Idioma: En algunos casos es producto del bilingüismo. Es decir, puede que las exigencias del
nuevo idioma provoquen dificultad en el habla.
Los niños que presentan esta alteración suelen tener dificultades para comunicarse con las
personas en ciertos contextos sociales. Así, les resulta complicado responder adecuadamente a
una interacción social o iniciar diálogos. No obstante, esto no sucede en un entorno en el que
sienten comodidad.
Muchas veces, puede ocurrir que sienten confianza al hablar con sus padres, pero no con otros
miembros de la familia o amigos.
Es común que quien conviva con este trastorno tenga dificultades a nivel escolar y social. Por lo
tanto, puede interferir en su rendimiento académico y, en sí, en el desarrollo de habilidades
lingüísticas.
Por dicho motivo, muchos niños optan por utilizar otro tipo de comunicación no verbal como
gestos, señalizaciones o mensajes escritos para comunicarse. El trastorno suele presentar un
alto grado de ansiedad social.
Extrema timidez
Tendencia al aislamiento
Rasgos obsesivos
La duración mínima del problema tiene que darse en, por lo menos, 1 mes.
No se explica por la presencia de otro tipo de trastorno de fluidez, parte de un trastorno del
espectro autista, psicótico o esquizofrenia.
Para quien presenta este cuadro existe un considerable deterioro a nivel social debido a la
incomodidad que se siente al comunicarse. Como resultado, puede producir aislamiento social
y dificultades en lo académico.
Por lo tanto, es posible que el trastorno dé paso a una vulnerabilidad a nivel social que podría
dar lugar a burlas por parte de sus iguales.
Terapia cognitivo-conductual.
Reforzamiento positivo.
Padres de familia:
Es necesario estimular y generar situaciones en las que pueda interactuar con otros.
Dar al niño tareas de acuerdo a su edad, para que pueda hacerse responsable y tenga confianza
en sus capacidades.
Respetar los tiempos individuales que utilice para interactuar con los demás, evitando
presionarlo.
Centro educativo:
Se recomienda plantear actividades grupales cuya estrategia principal sea el juego cooperativo.
Dar al niño tareas de acuerdo a su edad para que pueda hacerse responsable.
Es recomendable que los adultos interactúen con frecuencia para evitar que se aísle
socialmente.
Respetar los tiempos individuales que utilice para interactuar con los demás.
Planificar actividades en las que haya interacciones no verbales como gestos, movimientos o
sonidos variados.
Estar pendientes en caso de que el niño necesite ayuda frente a alguna actividad. Es decir,
ofrecerse o encontrar un compañero que sea referente en las actividades que realice.
Aumentar progresivamente el nivel de exigencia que se le va a plantear en las tareas.
Conclusión
Sin embargo, es importante que el pequeño reciba apoyo por parte de la familia y el centro
escolar. El objetivo principal será disminuir la incomodidad del niño en el momento de hablar y
propiciar su bienestar para que pueda desenvolverse con normalidad.