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Desde nuestro enfoque, para nombrar y designar este fenómeno que comprende desde
los asesinatos a las mujeres por parte de sus parejas o exparejas, a la violencia ejercida
contra las mujeres en una relación sentimental, o rota la misma, ya sea violencia física,
formas crónicas de violencia psicológica, ya sean actos violentos que dañan el entorno
social de la mujer o su independencia económica, violencia sexual o abusos
emocionales de menor gravedad, pero que repetidos e instalados en una relación íntima
producen un daño psicológico severo, el término más adecuado es Violencia Contra la
Pareja.
Puesto que el resto de los términos engloban otros fenómenos, otros tipos diferentes de
violencia.
El problema de elegir esta definición es poder poner de relieve la violencia que dentro
de una relación abusiva, sufren los y las menores.
- Violencia Física:
Todas aquellas acciones que dañan físicamente a la mujer causándola dolor físico,
lesiones, enfermedades, en definitiva cualquier tipo de daño orgánico o el riesgo de
tenerlo, en las que se utilicen objetos, armas o no.
Acciones:
- Violencia Sexual:
Acciones:
- Violencia Económica:
Acciones:
Activas: imponer a la mujer que trabaje para mantener el hogar y los gastos
del agresor, muchas veces sus caprichos o las sustancias de las que es
dependiente, gastarse el dinero de ella o de la familia a escondidas, controlar
el dinero, decidir unilateralmente en qué se gasta el dinero, obligar a la
víctima a contraer deudas o a pedir créditos para él de los que luego él no se
responsabilizará, apoderarse de los bienes de la mujer, obligar a la mujer a
justificar todos los gastos…
Pasivas (invisibles): impide a la mujer trabajar por lo que la hace
dependiente de él, en muchas ocasiones estas conductas violentas son
camufladas y justificadas por el agresor bajo mensajes que tratan de hacer
creer a la mujer que son bienintencionadas “lo hago porque quiero que tú no
te canses”, “lo hago para tenerte como una reina”, ocultarla el dinero que él
posee o los bienes, ocultarla los movimientos económicos que realiza.
- Violencia Social:
Toda acción dirigida a separar y aislar a la mujer de sus familiares y amigos, así
como de todas las situaciones de interacción social, o hacer que los familiares y
amigos se alejen de la mujer, con el objetivo de hacerla dependiente de él.
Hasta ahora hemos estado reflexionando sobre la violencia contra la pareja con el
objetivo de conceptualizar este fenómeno y alcanzar, de este modo, una definición del
mismo. Con esta definición podemos responder a la pregunta qué es la violencia contra
la pareja. Con esta definición sabemos que la violencia contra la pareja es encontrar en
una relación sentimental que uno de los miembros de la misma se relaciona con el otro
emitiendo un patrón de conducta guiado no por la volición de amar, sino de controlar,
dominar, poseer e instrumentalizar al otro miembro. Y que para conseguir estos
objetivos el agresor va a emplear un amplio repertorio de agresiones (psicológicas,
físicas, económicas, sociales, sexuales) que suelen empezar con las de tipo psicológico,
que irán aumentando en intensidad y en frecuencia en la relación y que suelen seguir un
proceso concreto (que estudiaremos en la próxima sesión).
Una vez comprendido por tanto qué es la violencia contra la pareja, las preguntas
siguientes giran en torno al por qué de su presencia en una relación sentimental.
El primer por qué que podríamos formularnos sería el por qué aparece esta violencia en
una relación afectiva en la que lo que deberíamos encontrar es una ausencia total de
agresiones y de violencia. ¿Por qué una mujer se encuentra que en el contexto más
seguro y afectivo que existe, una relación sentimental estrecha, en lugar de ser amada,
de ser cuidada, de poder amar y cuidar, le sucede todo lo contrario, es decir corre
peligro (físico y/o psicológico) y sufre insultos, conductas abusivas, coerciones de todo
tipo y en ocasiones agresiones físicas?
O formulándolo de otra manera, ¿por qué un hombre que tiene o ha tenido una relación
afectiva con una mujer termina insultándola e intentando destruirla psicológicamente,
Olga Barroso Braojos.
Psicóloga M-20129
agrediéndola físicamente y en algunos casos extremos incluso decidiendo terminar con
su vida?
Responder adecuadamente a estos interrogantes supone situar en el lugar exacto la causa
del fenómeno de la violencia contra la pareja, y esto constituye un pilar básico para,
como profesionales, comprender de un modo profundo y veraz este fenómeno.
Pero, al mismo, es esencial para enfrentar la psicoterapia con las mujeres víctimas de
violencia contra la pareja. Puesto que ésta, en sus diferentes variantes, va a ser una de
las preguntas esenciales que se formulen y que nos formulen las víctimas. Oiremos y
tendremos que ser capaces de responder adecuadamente este tipo de preguntas por parte
de las víctimas:
- ¿Por qué se portó así conmigo si me decía que me quería?
- ¿Por qué luego, después de insultarme y hacerme sentir fatal, por qué volvía a tener
momentos tan maravillosos, tan bonitos como los del principio?
- ¿Es por que está pasando una mala racha?
- ¿Es porque yo no se satisfacerle?
- Si yo lo hubiera hecho mejor, si yo hubiera sido más capaz a lo mejor no se habría
portado así, no?
Pues bien, la primera respuesta a este por qué que tenemos que tener clara es que las
causas que han llevado a que se produzca la violencia en la relación no se encuentran en
la víctima sino en el agresor. (si el hubiera estado con otra, no, si ella le hubiera dado
más amor, qué más le podías haber dado, si hubiera sido mas bonita, inteligente,
ejemplos de mujeres “más bonitas”) Idea de la corresponsabilidad/responsabilidad. Ej
mobbing.
Es decir, que la relación sea una relación violenta no tiene que ver con la víctima (con
ninguna característica de ella (cómo es, qué hace dentro de la relación, cómo fue su
infancia) sino con las características (especialmente las que forman parte de la
estructura emocional, moral y cognitiva) del agresor y con cómo se ha ido truncando en
él un desarrollo emocional sano dentro además de una sociedad aún insana en materias
de igualdad.
Entonces, la respuesta a las preguntas, ¿por qué me maltrata?, ¿por qué me insulta y me
desprecia y luego me dice que me ama más que a nada ni a nadie en el mundo?, ¿por
qué me ha pasado esto a mí, por qué he sufrido malos tratos? es: porque te has
encontrado y has tenido una relación afectiva con una persona que en las relaciones de
pareja lo que busca, lo que hace y lo que quiere es dominar, controlar y tener el poder
sobre la pareja. Algunas personas presentan este patrón, estas personas (hombres o
mujeres) lo que son capaces de producir a nivel emocional, lo que les suscita una
relación de pareja, lo que les surge en su volición y finalmente en su conducta ante la
relación sentimental es este comportamiento abusivo con el que alcanzar la posesión,
Olga Barroso Braojos.
Psicóloga M-20129
dominio y control de la mujer. Aquí es hacia donde el agresor va a dirigirse, hacia
donde se orienta su motivación, emoción y conducta con independencia de lo que su
pareja haga o sea. Y si nos cruzamos afectivamente con una de estas personas y
entablamos un relación afectiva con ellas vamos a sufrir su maltrato.
Esta es la causa profunda de la violencia contra la pareja.
Un hombre no maltratador, que se sitúe delante de una mujer desde el querer amarla,
una vez que ya ha iniciado una relación sentimental con ésta:
- Pretenderá pasar más tiempo juntos (pero sin obligarla a tener que estar siempre para
él).
- Querrá tener más intimidad, más proyectos con ella, respetando al mismo tiempo que
existan otras personas/actividades alrededor de la relación pero sabiendo dar la
exclusividad que exige una relación de pareja en ciertos aspectos íntimos y en cierta
toma de decisiones.
- No le reprochará a la mujer los cambios necesarios que se realizan para iniciar un
proyecto de vida en pareja (lo contrario serían expresiones como estas “por tu culpa he
dejado de cenar todos los días en casa de mi madre”, “por tu culpa he dejado de hacer
tanto deporte”).
- Respetará cómo es ella y lo que para ella es importante, buscando conocer qué cosas le
hacen feliz a ella para ayudarle a procurárselas.
- Respetará qué le hace daño a ella para alejar esto de la relación. Sin chantajearla ni
culparla de esto posteriormente.
- La situará en el rol de pareja que le corresponde y no tratará de situarla en el rol de
figura que tiene que satisfacerle a él todas sus necesidades y no rechistar con lo que él
quiera hacer para satisfacerlas.
- Y hará todo esto desde un diálogo igualitario, sincero, transparente y tolerante,
emocionalmente maduro, desde la permisión de la expresión de las necesidades de la
mujer y desde la expresión de las suyas propias.
Sin embargo, un hombre agresor primero querrá entablar una relación afectiva con la
mujer que le guste, para lo que tendrá que intentar gustarle y seducirle. Una vez que la
relación afectiva ya se haya iniciado, al agresor esto ya no le va a bastar. En su finalidad
de dominarla, tenerla y controlarla va a querer algo más. Ya no le va a saciar el mero
hecho de estar con ella. Poco a poco irá queriendo que el tiempo que ella le dedica tanto
a él como a la relación sea mayor, hasta que al final de la relación querrá que todo el
tiempo y el espacio mental de ella sea para él. Lentamente el agresor irá ganando
terreno a su pareja, convenciéndola de que pase más tiempo con él, para lo que tendrá
que renunciar tanto a actividades como a relaciones sociales y familiares. Irá aplicando
diferentes modos de violencia psicológica con los que le manipulará haciéndola creer
Olga Barroso Braojos.
Psicóloga M-20129
que si le quiere verdaderamente tiene que centrarse en él, que no es suficientemente
buena si no renuncia a sus demás relaciones en tiempo o en intensidad, con lo que irá
consiguiendo aislar a la mujer. Una vez que haya conseguido esto, apoderado de su
tiempo y de su espacio mental y social, querrá que ella haga las cosas que él quiere y
como él quiere y si no lo hace, la desacreditará, la insultará, para convencerla de que es
ella quien está equivocada y conseguir que las cosas en la relación sean cómo él quiere
y que ella acepte. Para todo esto el agresor que empezó en muchos casos endiosando a
su pareja irá desplazando esta actitud hacia debilitar el autoconcepto de la víctima, a ten
hacerla sentir inferior a él y que le necesita. Con la mujer aislada, debilitada y
sintiéndose tan inferior que no se ve capaz de nada el agresor habrá alcanzado una
completa dependencia de la mujer hacia él.
El otro por qué, que nos surge después de haber respondido el primero, sería pero ¿por
qué algunas personas presentan este patrón en las relaciones afectivas?, ¿por qué una
persona se convierte en agresora dentro de una relación sentimental y cómo es el
proceso por el que se llega a esto.
A responder estas preguntas es a lo que vamos a dedicar la próxima sesión.