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La Torre Reforma ubicada en Av.

Paseo
de la Reforma 483, Cuauhtémoc, 06500
Ciudad de México, CDMX, fue
inaugurada en mayo de 2016 después
de ocho años de proceso constructivo.
Su diseño arquitectónico y elementos
constructivos reflejan el trabajo del Arq.
Benjamín Romano por desarrollar un
edificio que atendiera las necesidades
del entorno, sustentabilidad y ahorro de
recursos, resistencia sísmica, así como la
eficiencia y funcionalidad interna para
las oficinas.
Por los grandes retos por a los que se
enfrentó el proyecto, Torre Reforma se
convirtió en un impactante caso de éxito
primordialmente por la conservación
patrimonial de la casona, la cual fue
removida temporalmente para realizar
procesos constructivos subterráneos.
Posteriormente la tecnología y
estructura aplicada en la fachada junto
con la eficiencia desarrollada en los muros de concreto hicieron de este edificio un
referente internacional para el diseño arquitectónico del futuro.

Su sistema constructivo es interesante ya


que el esqueleto de esta no es a base de
columnas y trabes, sino que posa sobre una
"L" que es un monolito de concreto enraizado
que se empotro a 60mts del subsuelo
subiendo a 246mts de altura sobre nivel de
banqueta, estos muros colados en sitio por
una cimbra autotrepante están integrados
por 342 listones horizontales de 70 cm de altura separados por entrecalles curvas.
La cimbra permitió que los muros de concreto aparente mantuvieran
prácticamente el mismo color, textura y calidad en toda su altura, estos muros
tenían el apoyo estructural de tensores en diagonal que aparte de dar estructura
a los muros también cumplen con la función de soportar las cargas de las lozas de
entrepiso permitiendo niveles sin columnas para mayor aprovechamiento del
espacio.
Haciendo un acercamiento a estos muros en "L" que comentamos se puede
observar que aparte de transmitir las cargas verticalmente hacia el suelo
también representan ventilación natural para el edificio, así como el diseño
perfecto y la ingeniería aplicada para mitigar el impacto de la actividad sísmica
en la ciudad.

En la imagen podemos apreciar el ranurado estratégico de los muros, donde


cada hueco cumple perfectamente su función y además al ser muros de
concreto expuesto dan la fachada posterior a la torre.

En cuanto a su proceso
constructivo lo primero que
se hizo fue desplazar la
casona por un periodo de 6
semanas para así construir
los muros de contención de
los sótanos de la torre, esto
se logro instalando bajo la
casa rieles por los que
corrieron unos carros
equipados con gatos
hidráulicos computarizados.
Posteriormente se construyeron
paredes perimetrales de 1.20m de
espesor de una sola pieza
hinchadas a 60 metros de
profundidad: muros Milán que
hacen la función de cimentación de
la Torre Reforma.

Seguido de esto se excavan y


cuelan los sótanos nivel por nivel
con sistema top-down que es
cuando los muros laterales son
utilizados como contención,
mientras que puntales de acero
prefabricados incrustados en el
terreno, se utilizan para sostener la
carga de la construcción.

Y para finalizar con la cimentación


se cuelan en sitio los muros
principales en tiras de 70cm de alto
y se colocan los tensores de acero
para cargas las lozas de entrepiso

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