Está en la página 1de 4

SOREN KIERKEGAARD

(1813-1855)

Es filósofo danés. Por voluntad de su padre, estudió teología, pero posteriormente tuvo más
interés por la filosofía y literatura. Pronto empezó a llevar una conducta pagana: asistía a teatros
frecuentemente y se daba a la buena vida. A sus veintisiete años, inició una relación de noviazgo
con Regine Olsen. Pronto empezó a dudar de su capacidad de sobrellevar una vida matrimonial.
Parece ser que el interés por el cristianismo y la filosofía marcó la decisión final del filósofo.
Solo un año tardó la relación de noviazgo con Regina Olsen. Para cortar la relación, se mostró
indiferente con su ex novia hasta lograr que ella se casara con otra persona.
Varios de sus escritos fueron presentados bajo pseudónimos, con el fin de evitar
protagonismo y dejar el campo exclusivo al lector para que piense con profundidad y determine
mejor su vida. Según nuestro autor hay tres tipos de existencia: estética, ética y religiosa. Tipos
que pueden darse sucesivamente en una misma persona, siendo la religiosa el estadio superior y
auténtico de la existencia humana. Es el reto más grande para el ser humano: ser religioso.

1. Los estados de la existencia


En Aut-aut presenta la figura del hombre hedonista, el “héroe estético”. Después de satisfacer
todos los placeres hedonistas, experimenta la monotonía de la existencia que viene del
aburrimiento, y experimenta el estado de desesperación por la caducidad de las cosas y de la
vida. En el fondo de estos sentimientos está la angustia: ser colocado constantemente ante
muchas posibilidades. Este sentimiento le revela los límites de este modo de ser y le conduce a
un cambio fundamental: estado ético. El tipo de hombre correspondiente a este estadio actúa
responsable y ponderadamente. Decide vivir el matrimonio con fidelidad y con valores éticos.
Pero estos estadios no agotan las posibilidades del ser humano. La dimensión religiosa es el
siguiente estado posible y definitivo para el ser humano. La figura de este tercer estado es
Abraham. Dios le pide el sacrificio de matar a su hijo. Esta dimensión religiosa supera-suspende
el estadio de los valores ético y lleva al ser humano a creer solamente en Dios. La religión es,
antes que seguir leyes universales (mandamientos), requiere confiar solo en Dios, no en una
ética.

2. la verdad paradójica (para la razón) del cristianismo


Una de las cuestiones discutidas en el siglo XVIII en materia de crítica religiosa es el grado
de veracidad de las fuentes bíblicas y la razonabilidad del contenido de fe de las religiones. Los
iluministas consideraron que era necesario fundamentar la veracidad de la religión con
argumentos racionales y no sobre eventos históricos, puesto que estos no pueden fundar una
verdad absoluta. Era imposible para los iluministas deducir, de la historicidad de la revelación,
verdades absolutas y sostener algunos elementos no-razonables de la religión revelada.
Nuestro autor opta por la paradoja de la fe y el carácter histórico de la revelación: la
naturaleza infinita de Dios excluye que sea un ser finito, sujeta al tiempo y la pretensión de ser
Jesús, finito e histórico, de ser Dios. Contradictorio-paradójico para la razón (Que Jesús sea Dios
y hombre). Según Kierkegaard, el papel de Jesús con los discípulos en relación al conocimiento
que reciben de Él mismo es doble: enseña al discípulo una verdad que éste no posee y ayuda al
discípulo a descubrir que no está en la verdad, es decir, Jesús también interviene para que el
discípulo esté en condición de recibir la verdad (En contraposición al método socrático).
No hay un modo razonable para acoger la fe en Cristo. Se cree en él o se reconoce su figura y
su mensaje como un escándalo para la razón. Los discípulos contemporáneos de Jesús asintieron,
decidieron, con la fe su adhesión a Jesús, como los cristianos de tiempos de las futuras
generaciones. La paradoja de la verdad del cristianismo se muestra a los contemporáneos de
Jesús y a los cristianos de generaciones posteriores. En los dos casos es necesario operar la
elección-decisión de la fe.
3. La verdad subjetiva que descubre a Dios
Contra el sistema hegeliano, Kierkegaard busca la verdad desde las condiciones del individuo
existente. El individuo singular frente al espíritu absoluto. Nuestro pensador centra su atención
en el hombre singular que acepta la verdad paradójica del cristianismo. Antes que partir de lo
general, del absoluto, de la totalidad hegeliana, examina las condiciones del creyente singular, es
decir, la subjetividad, la interioridad del hombre singular. El acto de fe se funda en una decisión
totalmente personal, (la religión no es una verdad racional o histórica). La fe, por ir en contra de
la fe, es la cosa más difícil en la vida. La religiosidad de generaciones pasadas no aliviana al
creyente el peso de la decisión. La fe es el resultado de una elección del individuo singular, que
afecta toda su existencia, ya que de esa depende la felicidad eterna del hombre. Es la decisión
más difícil y delicada: de ella depende la posesión o la pérdida del supremo bien. la decisión
personal que posibilita la posesión definitiva del bien. No es fruto de una deducción racional.
La conversión al cristianismo no es solo adquirir conocimiento o adquirir una visión de las
cosas, sino que es algo que afecta toda la existencia. Hacerse cristiano es reconocerse pecadores,
así se reconoce su finitud y lo absoluto de Dios. Esta es la prueba de que el individuo singular ha
instaurado una relación con el infinito.

4. La angustia como posibilidad


Es la experiencia humana entre la mera posibilidad de una acción y su realización plena. El
instante en el que el individuo considera todas sus posibilidades. Es el sentimiento de lo posible.
La experiencia de la angustia le impulsa a pasar a los distintos estadios, o a la desesperación
como “enfermedad mortal”. Esta última es la posibilidad del ser humano de negar toda relación
con Dios, y con ella se lleva una vida muerta sin morir plenamente. La experiencia de la
angustia-posibilidad es la categoría más pesada para el ser humano, según Kierkegaard; La
posibilidad es la categoría más pesada y más próxima al ser humano que lo ya establecido1.

1
Cfr. G. SANS, Al crocevia della filosofía contemporánea, 184-194.
“la filosofía y el cristianismo no pueden conciliarse”, “lo que es verdadero en la filosofía puede
ser falso en la teología” XVII, nota introductoria.
Mi misión en la vida es pensar en la totalidad partiendo del aquí y ahora.
“Nadie de los que te rodean están aquí por su voluntad” la fiesta de la insignificancia¸ 122. “tu
vida no se asienta sobre ningún derecho”. Todos existen por un coito, por un trinque, jajaja. “Se
dejan llevar” 126. Y hacen cola para dejarse llevar. “La insignificancia, amigo mío, es la esencia
de la existencia”. No son las grandes obras o eternas. Los niños ríen sin saber por qué. ¿Acaso no
es eso hermoso? “Su elogio de la insignificancia no ha debido de gustarle a ese hombre tan
amigo de la seriedad de las grandes verdades” 136. Las alegrías de la vida se dan cuando se hay
olvido de los por qué y para qué de la vida. Hay descanso, dilatación y distensión. La
enfermedad de la vida es estar esclavizados por la preocupación de un más allá o pensar en el
largo recorrido de la vida.

EL CONCEPTO DE ANGUSTIA

El AMOR en el estadio estético significa el amor momentáneo, sensible,


La angustia en el pudor: cuando hay distancia entre el erotismo y el espíritu, es más notoria la
presencia de la angustia (dar a luz). “La síntesis de lo temporal y de lo eterno no es una segunda
síntesis, sino la expresión de aquella misma síntesis en virtud de la cual el hombre es una síntesis
de alma y cuerpo, sostenida por el espíritu” El concepto de angustia, 183. “El instante, así
entendido, no es un átomo del tiempo, sino un átomo de la eternidad” 183. “Lo posible es para la
libertad lo futuro, y lo futuro es para el tiempo lo posible. A ambas cosas corresponde en la vida
individual la angustia” 188-189. “La angustia es el estado psicológico que precede al pecado,
hallándose tan cerca de él, tan angustiosamente cerca de él, que ya no puede estarlo más”189.
La angustia brota con el salto cualitativo (189). La falta de espiritualidad es falta de angustia.
¿Qué es tener espiritualidad? Quien no tiene espiritualidad no vive preocupado, y adora a
cualquier ídolo 197. “si ahora, concretando más, preguntamos cuál es el objeto de la angustia, la
respuesta no puede ser otra que la de siempre: ese objeto es la nada” 198. En el paganismo la
nada es el destino (este es la unidad de necesidad y casualidad). 198. Esta necesidad es
inconsciente de sí misma, y por ello es para lo siguiente pura casualidad. “Por mucho que se
haya hundido un individuo, todavía puede hundirse más, y este “puede” es el objeto de la
angustia” 227.
Sobre la religiosidad del hombre (el concepto de angustia: cap 3).
“la angustia va delante y descubre la consecuencia antes de que ésta sobrevenga… el pecado
triunfa. La angustia se lanza desesperada en los brazos del remordimiento” p. 230. “la verdad
solamente existe para el individuo en cuanto él mismo la produce actuando” 270.

También podría gustarte