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Escatología Religiosa

1. En el contexto de la Filosofía de la Religión, ¿Qué se entiende por escatología? ¿En


qué ideas y convicciones se basa la escatología cristiana? – Responda y manifieste
sus razones.

La escatología hace referencia al fin, a lo definitivo, es decir, “es la ciencia de los


acontecimientos últimos” (p, 77). En otras palabras, la escatología se va a referir a la etapa final
del hombre en este mundo y cuál es su destino final (e inclusive si hay una suerte última para la
humanidad). A nivel religioso, la existencia humana está proyectada a otra vida donde se va a
lograr la verdadera felicidad e inclusive la “vida eterna” en la contemplación de Dios. La
escatología a nivel religioso busca darle una esperanza al hombre más allá de esta existencia; en
el ámbito filosófico este tema es debatido (algunos sostienen que la muerte es el fin de todo
mientras otros tratan de encontrar una respuesta satisfactoria a la angustia humana sobre la
muerte).

De todas las escatologías religiosas, la cristiana es quizás la más importante y estudiada a lo


largo del tiempo. Ella está centrada en la figura de Jesucristo, quién es salvador, redentor y juez
tanto de vivos como muertos. “La escatología cristiana marca el final de los tiempos presentes y
prenuncia la regeneración de las cosas en un orden nuevo y en una dirección definitiva y
trascendente.” (p, 77).

A nivel antropológico, la escatología cristiana, gira en torno a la fe y la esperanza de la


resurrección y la vida eterna de los hombres al igual que lo hizo el hijo de Dios (Jesucristo). La
muerte en el cristianismo no significa el fin de todo sino un paso para una mejor vida donde los
seres humanos conseguirán lo que más anhelan, la suma felicidad.

2. La muerte, ¿tiene sentido y legitimidad? ¿En el orden teológico cuál es su razón


causal? ¿En el universo filosófico natural, qué explicación tiene? - ¿Qué piensa
usted y en qué funda su posición?

La muerte tiene sentido y legitimidad hasta el punto que es lo que seguro tiene el hombre al
nacer, nosotros estamos condenados a morir. La tragedia del hombre es saberse un ser con fecha
de vencimiento, de caducidad (en palabras de Heidegger “un ser para la muerte”), es que la
muerte es como nuestra Casa de Bernarda Alba lorquiana de dónde la mayoría queremos huir
pero ninguno puede escapar.

Sin embargo, a nivel teológico se nos da esperanza no evitando la muerte en este mundo sino
mediante la promesa de la resurrección y la vida eterna, es decir, la ilusión religiosa es
comprender que la muerte es un paso a una mejor vida, mediante la resurrección llegaremos al
cielo (ese estado de eterna felicidad). Al igual que Odiseo tuvo que atravesar veinte años de
aventuras antes de encontrarse con su amada Penélope igualmente el hombre debe atravesar la
muerte para encontrarse con su anhelado cielo.

A nivel filosófico las explicaciones sobre la muerte son variadas, Ludwig Feuerbach va a decir
que la vida eterna es la constante proyección del hombre a perdurar dentro de los límites de este
mundo, en Pensamientos sobre muerte e inmortalidad va a sostener que lo que perdura es el
género humano (la humanidad) pero el hombre individual es su destino perecer. Para Marx, por
ejemplo, la vida eterna, es la ilusión vendida a los pobres por los burgueses para alienarlos y
seguir sometiéndolos. Nietzsche dice que “la vida eterna” pertenece a la moral del rebaño (judeo-
cristiana), el hombre debe afirmar el máximo valor humano, esta vida, y vivirla a plenitud. Otros
como Ernest Bloch se aferra a “el gran quizás”, es decir, quiere la existencia eterna. Esta es la
postura más sensata porque el hombre le atemoriza más que el fin de la vida, la consumación en
la nada.

La muerte se convierte en una enfermedad mortal, como sostenía Kierkagaard, ahora bien al
igual que cualquier enfermedad el hombre también quiere encontrar la cura a está, sin embargo
todavía los antídotos contra la consumación en la nada no han sido satisfactorios, aunque hay que
aceptar que a nivel de la fe el medicamento alivia de mejor manera la angustia humana de lo que
se construye desde la razón.

3. ¿Qué piensa Ud. acerca del infierno? ¿Tiene sentido y explicación en el orden
filosófico y ético? ¿Es justificable? La relación Dios-Hombre-Infierno, ¿qué
implicaciones tiene? ¿qué objeto entraña? – Reflexione y exponga su juicio
razonado.

“No os hagáis ilusiones de que vais a poder conmigo. ¡Hasta que yo salga de esta casa con los
pies delante mandaré en lo mío y en lo vuestro!” (García Lorca; La Casa de Bernarda Alba).
Para hablar del infierno, quiero volver a la tragedia lorquiana, para Angustias, Magdalena,
Martirio, Amelia y Adela el infierno era Bernarda (su madre) quien les imponía una existencia
ajena a la vida, como lugar La Casa (de Bernarda Alba) simboliza ese lugar ardiente en el cual
nos amarran a todos los seres humanos para comenzar a negarnos a nosotros mismos. Sartre
decía en boca de Garcín (A puerta cerrada) “el infierno son los otros” y es así, en un primer
lugar ese infierno es Bernarda Alba (la Iglesia) posteriormente los otros (las instituciones
oficiales, la sociedad influenciados por la Iglesia).

“El infierno es una invención recurrente para sujetar a la humanidad y sofocarla por medio de la
amenaza y del terror” (p, 78) es decir, para privar al hombre de ser libre, a nivel ético, el infierno
es la imposición para enajenar la conciencia autónoma humana, para que la humanidad actué
desde lo impuesto de afuera y no desde lo propuesto de ella. La relación Dios-hombre al incluirle
el infierno la vuelve nociva a la existencia humana, porque el infierno no está tres metros bajo la
tierra sino veinte metros sobre la tierra, y la llamamos catedrales, iglesias, palacios o la Casa de
Bernarda Alba. Dios es la herramienta perfecta para sujetarnos a la negación por encima de
nuestra afirmación, terminamos con Angustias, Martirio o como Amelia y Magdalena para
encontrar en el final de Adela el único recurso para huir de esos otros que nos amarran al
infierno.

4. Lea, piense y decida acerca de los siguientes asertos:


- “El infierno es una invención para someter a la humanidad por terror”

El infierno es donde encuentra los precursores de lo divino el único lugar (estado) que puede
mantener al hombre ajeno de sí. Mediante las ideas del infierno (los constructores de ello) le
infunden un temor innecesario al hombre que ya bastante tiene con su angustia existencial sobre
la caducidad de su vida como para también tener que preocuparse por pasar la vida eterna
quemándose a fuego lento.

- “Dios e infierno son términos irreconciliablemente opuestos y éticamente absurdos”

Son absurdos porque lo llamado absolutamente positivo no puede crear un lugar que significa lo
absolutamente negativo. De ser así entonces Dios no es la suma bondad sino más bien un
personaje sádico que disfruta de ver a aquellos considerados pecadores sufrir infinitamente. Dios
dejaría de ser un amigo para convertirse en un enemigo letal, capaz de infundir el peor
sufrimiento. Pero vuelvo a sostener que Dios es ajeno al infierno porque este lugar no está en el
más allá sino que lo vivimos en el acá.

- “La idea del infierno constituye una anti-prueba de la existencia de Dios”

Dios no tiene ni pruebas ni anti-pruebas, lo qué es Dios nadie lo sabe. El hombre sólo tiene ideas
de lo que puede ser Dios, por tanto, a lo más el infierno (por ser algo negativo) se convierte en
una anti-prueba de la idea de la existencia de Dios o la prueba de que la idea de Dios que tiene el
hombre está desvirtuada porque lo puede concebir capaz de elaborar un lugar que se opone a su
cualidad de bondad. El infierno se convierte por tanto en la prueba de lo alejado que está el ser
humano de conocer lo qué es Dios.

5. ¿Qué piensa Unamuno de la vida eterna? - ¿Y usted, que respuesta crítica puede
aducir al respecto? ¿Está de acuerdo o en desacuerdo con él? ¿Por qué?

Unamuno se debate entre la crueldad de la razón y la esperanza de la fe para sostener su postura


sobre la vida eterna. Ciertamente mediante argumentos llamados racionales no se encuentra una
respuesta satisfactoria a la cuestión de la vida eterna, por fe es diferente, si crees en lo divino por
tanto tendrás vida eterna.

Ahora bien Unamuno no desea la inmortalidad propuesta desde la fe, no desea otra vida quiere
perdurar en está, es decir, la vida eterna celestial la rechaza por la inmortalidad de esta vida
mundana, “lo que en rigor anhelamos para después de la muerte es seguir viviendo esta vida, esta
misma vida mortal, pero sin sus males, sin el tedio y sin la muerte.” (p, 80)

Para el filósofo español la inmortalidad del alma no es verdadera inmortalidad sino existe
ninguna forma de cuerpo. Lo propuesto desde la religión (cristiana) encuentra un vació porque el
hombre no desea otra vida sino perdurar en está, no aborrece el mundo sino que más bien lo
abraza. El hombre no anhela está al lado de Dios sino estar al lado de los placeres (y también lo
no placentero) de esta existencia, porque como ser humano sólo puede concebir una vida
partiendo de lo que ve, sueña la trascendencia partiendo de lo empírico nunca desde un idealismo
platónico. Por eso, al igual que Unamuno, la mayoría quiere seguir existiendo-aquí.
6. ¿Cuál es la posición adoptada por Heidegger respecto de la relación entre el hombre
y la muerte? ¿Cuál es, según Heidegger, la actitud coherente y recta del hombre
ante la muerte? ¿Usted, qué respuesta personal tiene a todo esto?

Para el filósofo alemán el hombre es un ser para la muerte “de la que nadie se puede librar, es el
fin o terminación del Dasein; con la muerte la totalidad de nuestra existencia llega a su fin
(Ende)” (p, 80). En su opinión, el sentido del hombre proviene de su existencia en un mundo al
cual ha sido arrojado, por tanto, lo que va a caracterizar al ser humano va a ser su transitoriedad.
Heidegger va a decir que la angustia va a permitir que el hombre perciba su condición de ser
finito y le muestra que su existencia se basa en un vacío absoluto.

La única posibilidad del hombre está enfocada hacia el futuro, es decir, la existencia humana es
proyección hacia adelante. Pero también aquí encuentra el hombre una nueva limitación
absoluta, la muerte. La angustia va a ser la encarda de mostrar esta cruda realidad de la
existencia humana: el ser-en-el-mundo heideggeriano es un ser-para-la-muerte.

Sin embargo, la misma angustia que ha arrancado al hombre de esa comodidad embustera de su
existencia inauténtica para sumergirlo en la conciencia de su finitud, se va a convertir en su única
tabla de salvación, ya que, al mostrar que la existencia se asienta sobre una nada absoluta
entonces el hombre (mediante la angustia) puede mirar de frente a su muerte y perderle el miedo.

La postura heideggeriana nos muestra ontológicamente como somos, eso es el hombre (por lo
menos lo seguro) un ser-para-la-muerte, nuestras acciones, nuestros deseos, nuestras pasiones
nos conducen a un mismo camino la muerte. Ahora Heidegger va a decir que en la angustia se
nos va a descubrir la nada, pero esa nada es una especie de existir, por tanto, estar sostenidos en
la nada es una contradicción porque la nada, nada es. El pensador alemán a pesar de la
“crueldad” que nos expone en su pensamiento, al final necesita también que la existencia
permanezca así sea sostenida en una contradicción como la nada.

7. ¿Qué opina Ud. de los juicios emitidos por Marx acerca de la escatología, de la
inmortalidad y vida eterna del hombre? ¿Cuál es la opinión personal de Usted al
respecto y cómo la justifica?
Para Marx el problema de la muerte (el terror que se siente hacia ella) degrada al hombre a la
categoría de los animales, porque, la idea de la inmortalidad y de un universo celestial sólo es
utilizado por el creyente para escapar a su realidad miserable, es aquí cuando comienza el
proceso de alienación donde la clase burguesa para mantener sometido al proletariado le ofrece
la felicidad en otra vida y lo hace alejarse de esta (el hombre pierde su humanidad para
convertirse en una especie de maquina más del proceso capitalista).

Se le ofrece al proletariado y a las clases más pobres una justicia divina porque se le niega una
justicia humana, que para Marx es la que en realidad vale. Dios se convierte así en una
herramienta de los poderosos que justifica su injusticia contra los más débiles, la Iglesia y El
Estado se convierten en dos instituciones que atentan contra la esencia del hombre, su
humanidad hasta el punto de enajenarlo vendiéndole la esperanza de que su sufrimiento en esta
vida tiene más valor porque será recompensado en otra vida donde alcanzara la verdadera
felicidad.

La postura marxista ve a la religión como un instrumento utilizado por las clases dominantes
para someter a aquellos que no tienen el poder, pero todo guarda un fondo político-económico.
Dios se convierte en una herramienta para mantener el poder político-económico de una clase
sobre otra. Por eso la ideología marxista a lo largo del tiempo ha tenido tantos adeptos, aunque
ellos mismo la han convertido en religión donde unos pocos utilizan el pensamiento marxista
para mantener a la mayoría subordinada a una clase en particular.

8. ¿Qué piensa usted de la vigencia y relevancia de la Filosofía de la Religión dentro


del universo general de la Filosofía? Manifieste su posición personal; emita su juicio
crítico; y aduzca las razones que avalan sus respuestas en un sentido o en otro.

Definir al hombre es imposible hacerlo, porque es un ser cambiante que varía de acuerdo a su
espacio y tiempo, en él influyen muchos elementos que no permiten encasillarlo como un ser ya
realizado es más bien un constante proyecto hacia adelante aunque con fecha de caducidad.
Podemos acercarnos al hombre más nunca limitarlo (a pesar que esto es lo que se ha buscado a
través de la historia, entender al hombre como un ser estático más no evolutivo). Mediante la
filosofía de la religión tampoco podemos definir al hombre pero si acercarnos al por qué y el
cómo de su proceso evolutivo, sobre todo en la parte de sus conflictos existenciales.
Dentro de la filosofía, que se encarga de estudiar al hombre como metaciencia y no como
ciencia, la filosofía de la religión le permite acercarse más a él, no viéndolo como un objeto de
estudio científico sino como un sujeto de estudio desde lo humano. El problema de la concepción
de dioses por parte del hombre (que atañe a la filosofía de la religión) acerca tanto a la filosofía
en general como a otras disciplinas de estudio a entender las necesidades del hombre dentro de
este mundo.

Como dijo Unamuno, la filosofía y la religión a pesar de ser enemigas se necesitan la una de la
otra, porque al final, el estudio del hombre por parte de la filosofía comienza desde lo religioso
(mitos, historia bíblica, etc) y de aquí la importancia de la filosofía de la religión dentro del
universo filosófico y en general del universo humano.

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