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BOSQUEJO 3
SANTIFICADO SEA TU NOMBRE
Mateo 6:5-15

Continuamos nuestra serie de mensajes en la que reflexionamos sobre el Padrenuestro, la


oración que Jesús nos enseñó a orar. Dijimos que era necesario que oremos verdaderamente,
sin hipocresía; que oremos inteligentemente, sin palabras vacías; que oremos con confianza,
sin dudas y que oremos con libertad, sin formulismos.

Vimos también que el Padrenuestro tiene una invocación: “Padre nuestro que estás en los
cielos”. Jesús nos enseña a llamar a Dios “Abba, Padre”, “Padre querido”.

Jesús nos enseñó que Dios es nuestro Padre. El cristianismo no es una religión solitaria e
individualista. Dios es Padre nuestro. Pero al mismo tiempo Él está en los cielos y nosotros
en la tierra. Dios es santo. Tres veces santo. Dios es de arriba, nosotros somos de abajo. Dios
es eterno, nosotros mortales. Dios es nuestro Padre, pero está en los cielos.

Hoy comenzamos con la primera petición: “santificado sea tu nombre”

1. SANTIFICADO…
“Hagios” - diferente, separado.

Una cosa santa (hagios) es diferente de otras cosas. Por eso el templo es santo porque su uso
es diferente de otros edificios. El altar es santo, porque existe para un propósito diferente al
de otras cosas comunes.

Esta petición significa: “Que el nombre de Dios sea tratado de manera diferente que
todos los otros nombres; que se le dé una posición única entre todos los nombres”.

¿Qué significa santificado sea tu nombre?

• Quiere decir que no hay nada más santo que el nombre de Dios; santo es su nombre.
• No significa que hacemos santo su nombre, sino que su nombre YA ES santo.
• Isaías 6:3 (NVI): “Santo, santo, santo es el Señor todopoderoso”.

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• Reconocemos que nuestro Dios no es cualquier Dios. Él es el Dios santo.

2 NOMBRE…
Entre los hebreos el nombre no es solamente la manera de denominar a una persona; sino que
fundamentalmente significa la naturaleza, el carácter, la personalidad del individuo.

Dos ejemplos para ver: Sal 9:10 y 20:7.

Esto no significa que confiarán en Dios aquellos que sepan que su nombre es Jehová (o
cualquiera de los otros nombres que encontramos en la Biblia); significa que quienes sepan
cómo es Dios, quienes conozcan su naturaleza y carácter, pondrán su confianza en Él.
Llamar por el nombre a alguien significa conocerlo.

Dijimos que santificar significa considerar diferente y otorgar un lugar único y especial.
Que el nombre es la naturaleza, el carácter de una perdona. Por lo tanto, cuando decimos
“santificado sea tu nombre”, lo que estamos pidiendo es: “haznos capaces de darte el lugar
único que tu naturaleza y carácter merecen y exigen”.

Hay una palabra que resume el significado de esta primera petición: REVERENCIA
En esta petición le pedimos a Dios que nos haga reverentes para que podamos reverenciarlo
tal como Él lo merece.
• Para reverenciar a Dios debemos creer que existe.
• Para reverenciar a Dios debemos saber qué clase de Dios es.
• Para reverenciar a Dios debe haber una permanente percepción de la realidad de
Dios.
• Reverencia es conocimiento más obediencia.

John Piper llega a la conclusión de que esta no es solo una de tres peticiones. Esta petición
es la idea central de la oración y todas las otras peticiones solo tienen el propósito de servir
a esta.

Todo obra para la santificación del nombre de Dios.

Para eso vino su reino.

Para eso es hecha su voluntad.

Para eso los seres humanos tienen pan que sostiene sus vidas.

Para eso son perdonados los pecados.

Para eso somos librados de la tentación.

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Conclusión

¿No suena parecido al mandamiento de no tomar el nombre de Dios en vano?


Creer que Dios existe. Saber qué clase de Dios es. Ser constantemente conscientes de su
presencia y obedecerle todo el tiempo: Eso es reverencia. Eso pedimos cuando decimos:
“santificado sea tu nombre”.

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