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El primer tiempo es la oración de la mañana. Cada día, al comen- Hacer el bien. En el libro de los Hechos en el capítulo 10 versícu-
zar, hablo con el Señor y pongo todas mis actividades delante de lo 38 se describe a Jesús como alguien que iba haciendo el bien
Él y tomo perspectiva de todo aquello que me espera por delan- y Dios estaba con Él. Al observar al Maestro vemos que hacia el
te. Pienso en las cosas que debo hacer, las relaciones que tendré, bien de forma intencional, proactiva, indiscriminada. Lo hacía
las acciones que he de llevar a cabo y las presento ante Dios según las necesidades le salían al paso. Forma parte de mi regla
pidiendo su guía, dirección y la capacidad para saber discernir de vida no desperdiciar ninguna oportunidad en que hacer el
que está haciendo en el mundo y saberme unir a Él y su trabajo bien sea posible. Hacerlo sin importar a quién. Lo merezca o no lo
de reconciliación y restauración. Es un tiempo para presentar a mi merezca. Creo que nunca reflejamos tan bien y nítidamente el
familia, mi esposa y mis hijos, orar por su seguimiento del Maes- carácter de Jesús como cuando hacemos el bien a todos y, como
tro y sus necesidades. Es el tiempo también para orar por mi dice la Palabra, mayormente –pero no exclusivamente- a la
iglesia para que pueda ser una comunidad de constructores del familia de la fe.
Reino y agentes de restauración en este mundo roto.
El retiro personal. Cada tres meses aproximadamente tomo un
El segundo tiempo es la oración del mediodía. En obediencia a la día o un día y medio para estar a solas únicamente con el Señor.
enseñanza de Jesús en la oración conocida como el Padrenues- ¿Con qué propósito? Ir a la presencia de Dios y enfocar de nuevo
tro, oro para que el Reino de Dios venga y se establezca en mi mi vida, mis valores, mis prioridades en Él y su voluntad. Es un
vida, en mi ciudad, en mi país y en este mundo. Oro para con tiempo para permitir que Él me examine y me de luz y discerni-
sinceridad estar dispuesto para ser usado por el Señor en el traba- miento sobre mi vida personal, familiar, ministerial, etc. Es un
jo de hacer de su Reino una realidad. tiempo para desconectar de todos los ruidos ambientales –no
sólo físicos, también mentales, emocionales, espirituales- y poder
El tercer tiempo de oración es la oración de la noche. Comienzo agudizar mi oído para escuchar mejor la voz del Señor. Es
con las palabras del Salmo 139 y le pido al Señor que examine mi también un tiempo para celebrar, reconocer y dar gracias a Dios
vida, cómo he vivido, cuán sensible he sido a su voz y su volun- por todo lo que continúa haciendo en mi vida.
tad. Qué cosas he hecho bien, qué cosas necesito mejorar y qué
cosas necesito hacer diferente. Hay un equilibrio entre la oración Hay otros ingredientes menores en mi regla de vida, sin embargo,
de la mañana, poner el día en las manos de Dios y la de la noche, no voy a compartirlos todos para no parecer abrumador. De
discernir cómo he vivido ese día único e irrepetible. nuevo quiero insistir que mi deseo es ilustrar en qué consiste la
regla de
La lectura de la Palabra. Cada día –después o al mismo tiempo vida e insistir también en que cada persona debe decidir qué
que tomo mi café- dedico un tiempo para la lectura de la Palabra. componentes debe tener siguiendo las características que antes
No necesariamente ha de ser una gran porción de la Escritura, he mencionado. No conozco ningún atleta serio que carezca de
puede ser un capítulo o simplemente un fragmento. Pero hacién- un plan de entrenamiento para progresar. Sin embargo, conozco
dolo expreso mi deseo que ella esté presente en mi vida, en mi muchos seguidores de Jesús sin plan de entrenamiento para que
mente, en lo que haré o dejaré de hacer. Hay días en que la Biblia el Maestro sea formado en sus vidas. La regla de vida pretender
me habla con una gran intensidad, otros días es más rutinario. No ser parte de ese plan tan necesario e importante.
cada día es espectacular, sin embargo, la Palabra va calando en