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Citoplasma

El citoplasma es la sustancia encontrada en el interior de las células, que incluye a la


matriz citoplasmática o citosol y a los compartimientos subcelulares. El citosol
constituye un poco más de la mitad (aproximadamente un 55%) del volumen total de la
célula y es la zona donde ocurre la síntesis y la degradación de las proteínas,
proporcionando un medio adecuado para que se lleven a cabo las reacciones
metabólicas necesarias.
Características generales
El citoplasma es la sustancia que llena el interior de las células y se divide en dos
componentes: la fracción líquida conocida como citosol o matriz citoplasmática y los
organelos que están embebidos en ella, en el caso del linaje eucariota.
El citosol es la matriz gelatinosa del citoplasma y se compone de una inmensa variedad
de solutos, como iones, metabolitos intermedios, hidratos de carbono, lípidos, proteínas
y ácidos ribonucleicos (ARN). Puede presentarse en dos fases interconvertibles: la fase
gel y la fase sol.
Consiste en una matriz coloidal semejante a un gel acuoso compuesta de agua –
principalmente – y una red de proteínas fibrosas correspondiente al citoesqueleto, entre
ellas la actina, los microtúbulos y los filamentos intermedios, además de una serie de
proteínas accesorias que contribuyen a formar un entramado.
Esta red formada por filamentos proteicos se difunde por todo el citoplasma,
otorgándole propiedades de viscoelasticidad y características de un gel contráctil.
Funciones
El citoplasma es una especie de sopa molecular donde tienen lugar las reacciones
enzimáticas que son indispensables para el manteniendo de la función celular.
Es un medio de transporte ideal para los procesos de respiración celular y para las
reacciones de biosíntesis, ya que las moléculas no se solubilizan en el medio y están
flotando en el citoplasma, listas para ser utilizadas.
Además, gracias a su composición química, el citoplasma puede funcionar como un
buffer o un amortiguador. También sirve como medio adecuado para la suspensión de
los organelos, protegiéndolos – y al material genético confinado en el núcleo – de
movimientos bruscos y de posibles colisiones.
El citoplasma contribuye al movimiento de los nutrientes y al desplazamiento celular,
gracias a la generación de un flujo citoplasmático. Este fenómeno consiste en el
movimiento del citoplasma.
Las corrientes en el citoplasma son particularmente importantes en las células vegetales
grandes y ayuda a acelerar el proceso de distribución de materiales.
Componentes
El citoplasma está compuesto de una matriz citoplasmática o citosol y de los orgánulos
que están embebidos en esta sustancia gelatinosa. A continuación, se describirán cada
uno a profundidad:
Citosol
El citosol es la sustancia incolora, a veces grisácea, gelatinosa y translúcida que se
encuentra en el exterior de los organelos. Es considerada la porción soluble del
citoplasma.
El componente más abundante de esta matriz es el agua, formando entre 65 y 80% de su
composición total, excepto en las células óseas, en el enamel de los dientes y en las
semillas.
En cuanto a su composición química, un 20% corresponde a moléculas proteicas. Posee
más de 46 elementos usados por la célula. De estos, solo 24 son considerados esenciales
para la vida.
Entre los elementos más destacados se pueden mencionar el carbono, el hidrógeno, el
nitrógeno, el óxigeno, el fósforo y el azufre.
Del mismo modo, esta matriz es rica en iones y la retención de estos produce un
aumento en la presión osmótica de la célula. Estos iones ayudan a mantener un
equilibrio ácido-base óptimo en el ambiente celular.
La diversidad de iones encontrados en el citosol varía de acuerdo con el tipo celular
estudiado. Por ejemplo, las células musculares y nerviosas tienen altas concentraciones
de potasio y magnesio, mientras que el ión calcio es particularmente abundante en las
células sanguíneas.
Organelos membranosos
En el caso de las células eucariotas, existe toda una variedad de compartimientos
subcelulares embebidos en la matriz citoplasmática. Estas pueden dividirse en organelos
membranosos y discretos.
Al primer grupo pertenecen el retículo endoplasmático y el aparato de Golgi, ambos son
sistemas de membranas con forma de saco que están interconectados. Por esta razón, es
difícil definir el límite de su estructura. Además, estos compartimientos presentan
continuidad espacial y temporal con la membrana plasmática.
El retículo endoplasmático se divide en liso o rugoso, dependiendo de la presencia o no
de ribosomas. El liso se encarga del metabolismo de pequeñas moléculas, posee
mecanismos de detoxificación y síntesis de lípidos y esteroides.
En contraste, el retículo endoplasmático rugoso posee ribosomas anclados a su
membrana y se encarga principalmente de la síntesis de proteínas que serán excretadas
por la célula.
El aparato de Golgi es un conjunto de sacos en forma de discos y participa en la síntesis
membranas y de proteínas. Además, posee la maquinaria enzimática necesaria para
realizar modificaciones en las proteínas y lípidos, entre ellas la glicosilación. Participa
también en el almacenamiento y distribución de los lisosomas y peroxisomas.
Organelos discretos
El segundo grupo está conformado por organelos intracelulares que son discretos y sus
límites se observan claramente por la presencia de membranas.
Se encuentran aisladas de los demás organelos desde el punto de vista estructural y
físico, aunque pueden existir interacciones con otros compartimientos, por ejemplo, la
mitocondria puede interaccionar con los organelos membranosos.
En este grupo están las mitocondrias, organelos que poseen las enzimas necesarias para
llevar a cabo rutas metabólicas indispensables, como el ciclo del ácido cítrico, la cadena
transportadora de electrones, síntesis de ATP y b-oxidación de ácidos grasos.
Los lisosomas también son organelos discretos y se encargan de almacenar enzimas
hidrolíticas que ayudan a la reabsorción de proteínas, a destruir bacterias y la
degradación de organelos citoplasmáticos.
Los microcuerpos (peroxisomas) participan es reacciones oxidativas. Estas estructuras
poseen la enzima catalasa que ayuda a convertir el peróxido de hidrógeno – un
metabolismo tóxico – en sustancias inocuas para la célula: agua y oxígeno. En estos
cuerpos ocurre la b-oxidación de los ácidos grasos.
En el caso de las plantas, existen otros organelos llamados plastos. Estos llevan a cabo
decenas de funciones en la célula vegetal y los más resaltantes son los cloroplastos,
donde ocurre la fotosíntesis.
Organelos no membranosos
La célula también posee estructuras que no están delimitadas por membranas biológicas.
Entre ellas destacan los componentes del citoesqueleto que incluyen los microtúbulos,
los filamentos intermendios y los microfilamentos de actina.
Los filamentos de actina están compuestos de moléculas globulares y son cadenas
flexibles, mientras que los filamentos intermedios son más resistentes y están
compuestos por distintas proteínas. Estas proteínas se encargan de proveer resistencia a
la tracción y le otorga solidez a la célula
Los centriolos son un dúo estructural en forma de cilindro y también son organelos no
membranosos. Están localizadas en los centrosomas o centro organizados de
microtúbulos. Estas estructuras dan origen a los cuerpos basales de los cilios.
Por último, están los ribosomas, estructuras formadas por proteínas y ARN ribosomal
que participa en el proceso de traducción (síntesis de proteínas). Pueden estar libre en el
citosol o estar ancladas al retículo endoplasmático rugoso.
No obstante, varios autores no consideran que los ribosomas deban ser catalogados
como organelos propiamente dichos.
Inclusiones
Las inclusiones son los componentes del citoplasma que no corresponden a organelos y
en la mayoría de los casos no se encuentran rodeadas por membranas lipídicas.
En esta categoría se incluyen un número elevado de estructuras heterogéneas, como
gránulos de pigmentos, cristales, grasas, glucógeno y algunas sustancias de desecho.
Estos cuerpos pueden rodearse de enzimas que participan en la síntesis de
macromoléculas a partir de la sustancia presente en la inclusión. Por ejemplo, en
algunas ocasiones el glucógeno puede rodearse de enzimas como la glucógeno sintesa o
glucógeno fosforilasa.
Las inclusiones son comunes en las células del hígado y en las células musculares. Del
mismo modo, las inclusiones del pelo y de la piel poseen gránulos de pigmentos que les
otorgan la coloración característica de estas estructuras.
Propiedades del citoplasma
Es un coloide
Químicamente, el citoplasma es un coloide, por ello posee características de una
solución y de una suspensión simultáneamente. Está compuesto de moléculas de bajo
peso molecular como sales y glucosa y también por moléculas de una masa mayor como
las proteínas.
Propiedades tixotrópicas
El citoplasma exhibe propiedades tixotrópicas, al igual que algunos fluidos no
newtonianos y los pseudoplásticos. La tixotropía se refiere a cambios de viscosidad en
el tiempo: cuando se somete el fluido a un esfuerzo, la viscosidad del mismo disminuye.
El citoplasma se comporta como un hidrogel
El citoplasma posee característica de un hidrogel, ya que puede absorber cantidades
importantes de agua y el volumen varía en respuesta al exterior. Estas propiedades han
sido corroboradas en el citoplasma de mamíferos.
Movimientos de ciclosis
La matriz citoplasmática es capaz de realizar movimientos que crean un corriente o
flujo citoplasmático. Este movimiento es observado generalmente en la fase más líquida
del citosol y es el causante del desplazamiento de compartimientos celulares como
pinosomas, fagosomas, lisosomas, mitocondrias, centriolos, entre otros.

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