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28003 Madrid
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Carmen de Miguel y García
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Elena Sánchez Pérez
La Revista del Ministerio de Trabajo y Asuntos
Sociales no se responsabiliza de las opiniones
expresadas por los autores en la redacción de sus
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Edita y distribuye:
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Subdirección General de Publicaciones
Agustín de Bethencourt, 11. 28003 Madrid
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ISSN: 1137-5868
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Revista del Ministerio
de Trabajo y Asuntos Sociales
Asuntos Sociales
SUMARIO
I. ESTUDIOS
Sociología de la discapacidad. Jaime Andreú Abela, José F. Ortega Ruiz y Ana María
Pérez Corbacho, 77
Amenazas al sistema de bienestar español en los inicios del tercer milenio. Jorge
Garcés Ferrer, Francisco Ródenas Rigla y Vicente Sanjosé López, 153
RECENSIONES
Pablo ... Autista. Experiencias de una madre y su hijo con retraso mental y autismo.
Carmen Ródenas de la Rocha, 193
Comunicación y Envejecimiento. Ideas para una política. Luz Mery Carvajal Marín,
Elisa Dulcey-Ruiz y Graciela Mantilla Mantilla, 198
BIBLIOGRAFÍA
Discapacidad, 205
Envejecimiento, 209
Infancia, 212
D
esde hace algunos años, el fenómeno contemporáneo del Estado de Bienestar ha sido
uno de los temas clave de las Ciencias Sociales. Buena muestra de ello es el volumen de
investigación que ha generado. Su presencia constante en la reflexión teórica y en la
investigación empírica es una muestra clara y evidente de la enorme trascendencia social, polí-
tica y económica que ha tenido la implantación de los sistemas de bienestar público en el con-
junto de las sociedades industriales avanzadas.
El Estado de Bienestar ha articulado la vida social y ha marcado la pauta del progreso eco-
nómico en los distintos países desarrollados. Esta realidad ha afectado también, y de manera
decisiva, al propio Estado, que se ha convertido en el principal actor de intervención en materia
de bienestar.
El presente número de esta Revista nos ofrece una serie de interesantes estudios y minucio-
sas investigaciones sobre tres sectores de la población que, en los Estados de Bienestar de las
sociedades industriales avanzadas, esconden tras de sí una complicada mezcla de factores eco-
nómicos y socioculturales: los menores, los discapacitados y los mayores. Dicho en otros térmi-
nos, representan, en buena medida, parcelas de la ciudadanía cuya atención será uno de los
grandes retos de las políticas públicas del siglo XXI. Sobre el tema de los menores se recogen dos
trabajos elaborados por los profesores Ocón Domingo y Serrano Ruiz- Calderón.
La integración de las personas con discapacidad en todos los sectores de la sociedad para que
disfruten de todos los derechos y libertades representa, como decía anteriormente, uno de los
grandes retos de las políticas públicas del siglo XXI. En este número, desde perspectivas muy
diferentes, se recogen tres estudios.
Por una parte está el elaborado por las profesoras Giménez López y Ramos Llorente. Toman-
do como punto de partida los datos de la Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado
de Salud, patrocinada por el IMSERSO, el INE y la Fundación ONCE, han analizado las difi-
cultades a las que se ven sometidas las mujeres en edad activa con discapacidad para acceder al
mundo laboral. En el artículo presentado por los profesores Andréu Abela, Ortega Ruiz y Pérez
Corbacho nos encontramos un trabajo en el que se determina con claridad el espacio social de
este sector concreto de nuestra sociedad. Para ello han abundado en el grado de relación inter-
personal, han analizado la legislación jurídica y económica que les protege y han llevado a cabo
una división atendiendo a variables como la edad, el género, el tipo y el grado de minusvalía, el
estado civil y las circunstancias personales. Finalmente, la profesora Durán nos ofrece un balan-
ce del rápido proceso vivido en Naciones Unidas en los últimos años respecto al tema de la dis-
capacidad, proceso que ha culminado, en la elaboración de una Convención que pueda garanti-
zar el ejercicio de todos los derechos humanos.
El artículo de Manuel Aznar nos introduce en este nuevo escenario conjugando varios temas
clave: jubilación, renta, actividad y ocio. Por su parte el profesor Hernández Rodríguez aborda
aspectos tan cruciales como la distribución demográfica de este sector de la población, cómo es
percibida la ancianidad por la sociedad en general y por los propios mayores, las repercusiones
sociales del envejecimiento, así como la jubilación anticipada que, con frecuencia, se traduce en
una aceleración del proceso de acumulación de pérdidas que afectan a los mayores. Por último,
el artículo de los profesores Garcés, Ródenas y Sanjosé, tras analizar temas clave como el
aumento de la ratio de pensionistas, el incremento de la demanda de cuidados de larga duración
y la incorporación de la mujer al mundo laboral, nos ofrecen datos y proyecciones que, tomados
conjuntamente, ponen de manifiesto una serie de desafíos que deberán ser abordados a fin de
mantener la sostenibilidad de las estructuras de bienestar.
El número se cierra con una serie de recensiones sobre las publicaciones más recientes sobre
infancia, discapacidad y mayores, y una amplia selección bibliográfica sobre estos temas. Tanto
las recensiones como la selección bibliográfica serán de gran utilidad para los que estén interesa-
dos por unos temas que, insisto, serán los grandes desafíos de las políticas públicas del siglo XXI.
Una vez más, esta Revista vuelve a ofrecernos análisis rigurosos, investigaciones sustantivas
y documentación relevante sobre cuestiones decisivas para la sociedad española. Valorados en
su conjunto, no resulta arriesgado decir que todos ellos nos ofrecen una visión amplia y variada
de tres sectores de población de la sociedades industriales avanzadas: los menores, los discapa-
citados y los mayores.
Como decía al principio de este Editorial, desde la segunda mitad del siglo XX hemos asistido
a un crecimiento sin precedentes de la presencia del Estado en la Vida social y económica en las
sociedades occidentales. La participación relativa del presupuesto público en el PIB práctica-
mente se ha duplicado en este período en los países de la OCDE, como consecuencia, fundamen-
talmente, del crecimiento de los sistemas de protección social.
Los Estados tradicionales, orientados a la vigilancia y la defensa del orden social, se han ido
convirtiendo en instituciones de producción y redistribución de bienestar. Esto no sólo ha tenido
consecuencias sobre la estructura y gestión de las administraciones públicas, sino que también
ha provocado un cambio en la legitimidad política del Estado. El fundamento del orden social, la
nueva pax social, reside en el acceso universal a los servicios sociales y en la participación de la
propia sociedad civil en los mecanismos de toma de decisiones del Estado de Bienestar.
Esta última es una de las cuestiones centrales en el debate sobre el Estado de Bienestar con-
temporáneo. Las crisis económicas de los años setenta, con su corolario de estancamiento eco-
nómico, inflación y desempleo, a la par que las importantes transformaciones ocupacionales y
demográficas de la segunda mitad del siglo XX, han puesto de manifiesto la conveniencia de una
reflexión sobre el Estado de Bienestar clásico, manteniendo, en cualquier caso, los principios y
objetivos que inspiran el importante cometido del sistema de bienestar.
Las formas de prestación y gestión de las políticas sociales han experimentado por doquier
importantes transformaciones en estas últimas décadas. Los sistemas de protección social en
todas las sociedades de nuestro entorno se adaptan a un escenario social, económico y político
que, como ha quedado puesto de manifiesto en el presente número de esta Revista, ha cambiado
de manera drástica con respecto a los orígenes del Estado de Bienestar.
Los desafíos y retos de nuestro presente y de nuestro más inmediato futuro en este naciente
tercer milenio se encargarán de verificar el nivel y los objetivos de todos los que han colaborado
en este número a través de rigurosas y sustantivas aportaciones. Estoy totalmente segura que
desde ellas se podrán activar ideas innovadoras e iniciativas para desarrollarlas.
E
embargo, por diversas y adversas circunstan-
s sobradamente conocido, sobre todo
cias psicológicas y/o socioculturales, son bas-
por los especialistas en el ámbito de
tantes las familias que ofrecen un modelo de
la familia e infancia (Freud, Piaget,
referencia muy alejado de este ideal, procu-
Kohberl, etc.), que los niños pueden aspirar a rando a los hijos una serie de obstáculos que,
una personalidad madura y ajustada a las muchas veces, les impedirán el logro de aque-
normas y valores característicos de su entor- lla personalidad y repertorio conductual con-
no sociocultural sólo si incorporan adecuada- formes con las expectativas del grupo social.
mente aquellos contenidos de corte cognitivo, Debido a variadas razones y, con independen-
afectivo-emocional y social propios de todas y cia de la necesidad y eficacia que tengan los
cada una de las etapas psicoevolutivas que recursos de protección alternativos a la fami-
configuran el proceso de desarrollo humano. lia que recogemos en este trabajo, se ha de
Indudablemente, para esta labor, es funda- procurar siempre que el niño permanezca en
mental la experiencia que tenga el niño con su familia de origen y en contacto con su
las diferentes agencias de socialización que, entorno sociocultural. Con esta finalidad, las
desde el comienzo de la vida hasta que alcan- administraciones responsables de la promo-
ce su autonomía personal, le permitirán des- ción y protección de los menores, antes de
arrollar su característico potencial innato. adoptar cualquier solución que implique la
Sin profundizar en el peso específico de cada separación (a no ser que haya de hacerlo de
una de ellas, según el momento evolutivo modo urgente), suelen recurrir a medidas que
alcanzado por el niño y el tipo de sociedad en ayuden a la familia a recomponer su situa-
cuestión, la familia, sin excepción, constituye ción y evitar aquellas circunstancias de mar-
el núcleo de socialización primario más influ- ginación que, en muchas ocasiones, conducen
yente en la formación de una imagen particu- a una desprotección. Las actividades de tipo
lar de sí mismo, del mundo y de los demás, de preventivo y de apoyo a la familia a través de
acuerdo con la calidad de la oferta de estímu- ayudas económicas, programas comunita-
rios, asistencia domiciliaria, etc., se tornan
fundamentales, máxime si tenemos en cuen-
* Departamento de Sociología. Universidad de ta que un gran porcentaje de niños, antes de
Granada. ser acoplados en una nueva familia mediante
el acogimiento familiar o la adopción, tiene familiar, o cuyo superior interés exija que no
una o más experiencias en centros residencia- permanezcan en ese medio, tendrán derecho a
les. En efecto, pese a la necesidad del inter- la protección y asistencia especiales del Esta-
namiento, las consecuencias que este clásico do». Asimismo, en relación a la necesidad de
recurso puede representar para los niños han los recursos de protección, su apartado 3 hace
hecho que sólo se prescriba su utilización, referencia «[...] a la colocación en hogares de
siguiendo los principios de individualización guarda [...] la adopción, o de ser necesario la
y normalización, cuando no se disponga de colocación en instituciones adecuadas de pro-
otras medidas más adecuadas de protección tección de menores [...]». De acuerdo con la
y, en todo caso, por el tiempo imprescindible. Convención, desde el ámbito europeo, quere-
No obstante, como veremos, la acogida en mos destacar la Resolución del Parlamento
centros puede estar indicada para aquellos Europeo A4-0392, sobre una Carta Europea
niños con unas circunstancias y perfiles de de Derechos del Niño, de 8 de julio de 1992.
personalidad muy determinados (Cfr. Ocón, En efecto, aquí también se subrayan los dere-
2000). chos y libertades inherentes al niño y la
influencia de la familia en el desarrollo y en
Este y otros cambios de orientación consti-
la vida posterior de adulto. En torno a las
tuyen una manifestación más del catálogo de
medidas de protección, se indica que «Toda
derechos que, frente a épocas anteriores, el
decisión familiar, administrativa o judicial,
ordenamiento jurídico vigente reconoce a los
en lo que se refiere al niño, deberá tener por
niños en los planos internacional, nacional y
objeto prioritario la defensa y salvaguardia
autonómico. Desde el ámbito internacional,
de sus intereses» (letra D, apartado 8.14).
la norma más importante que orienta al resto
También recoge las medidas de protección
de legislaciones es la Convención de los Dere-
mencionadas y la necesidad de que el niño
chos del Niño aprobada por la Asamblea
General de las Naciones Unidas el 20 de sea oído, en función de su madurez, en todas
noviembre de 19891. En efecto, esta Conven- las decisiones que le afecten. En cualquier
ción recoge que los niños son portadores de un caso, se indica que «Todo niño deberá gozar
conjunto de derechos cuya satisfacción ha de de unos servicios sociales adecuados en el
ser garantizada por los Estados sin discrimi- terreno familiar, educativo y de reinserción
nación alguna, como son los concernientes a social» (apartado 8.33).
un nombre y nacionalidad, preservación de la
En cuanto al Derecho interno, la Constitu-
identidad, acceso a la información pertinente,
ción Española de 1978 introduce una nueva
protección de la vida privada, a no ser someti-
concepción de los derechos y libertades de la
dos a torturas, tratos inhumanos o degradan-
infancia, de los elementos componentes de la
tes, etc. También se garantizan las libertades
estructura familiar y de las distintas respon-
de expresión, pensamiento, conciencia, reli-
sabilidades con el colectivo infantil, si bien
gión, asociación y reunión. Respecto al tema
las referencias explícitas a los derechos de la
que nos ocupa, se indica en su Preámbulo
infancia son ciertamente escasas. No obstan-
«que el niño, para el pleno y armonioso des-
te, podemos entender que el niño es titular y
arrollo de su personalidad debe crecer en el
sujeto portador de todos los derechos (y no
seno de la familia, en un ambiente de felici-
mero objeto de protección) contenidos en el
dad, amor y comprensión». Más adelante, se
Título I «De los Derechos y Deberes Funda-
dice en su artículo 20.1 que «los niños tempo-
mentales». Indispensable en el terreno de la
ral o permanentemente privados de su medio
protección es el artículo 39 de la C.E., que
recoge la protección económica, social y jurí-
1 Ratificada por España el 30 de noviembre de dica de la familia (39.1); la protección de los
1990. hijos por los poderes públicos con indepen-
En lo que concierne a la legislación auto- de dicho régimen foral se llevará a cabo, en su caso, en el
nómica, no hemos de olvidar que la protec- marco de la Constitución y de los Estatutos de Autono-
ción de los menores ha sido traspasada a las mía» (Disposición Adicional 1ª).
6 Ley 1/1998, de 20 de abril, de los Derechos y aten-
Comunidades Autónomas, motivo por el que
ción al menor (BOJA de 12 de mayo).
corresponde a éstas, en virtud de la Constitu- 7 Ley 10/1989, de 14 de diciembre, de Protección
de 16 de abril).
2 B.O.E. núm. 275, de 17 noviembre. 9 Ley 4/1994, de 10 de noviembre, de Protección y
3 B.O.E. núm. 15, de 17 de enero. atención de menores (DOE de 24 de noviembre).
4 B.O.E. núm. 11, de 30 de enero. 10
Le 6/1995, de 28 de marzo, de Garantías de los
5 «La Constitución ampara y respeta los derechos his- derechos de la infancia y adolescencia (BOCM de 7 de
tóricos de los territorios forales. La actualización general abril).
fundamentalmente según el principio del rentes. Por ello, la Ley 1/1996 distingue entre
interés superior del menor, que siempre ha de situaciones de riesgo y de desamparo.
prevalecer sobre cualquier otro que pudiera
concurrir. Este principio, como se ha indica- En el primer supuesto, en efecto, concu-
do, supone una nueva concepción de los dere- rren circunstancias que originan carencias o
chos del menor y del ordenamiento jurídico dificultades en la atención de las necesidades
que regula la protección, como evidencia el básicas, tan necesarias, por otra parte, para
«reconocimiento pleno de la titularidad de el adecuado desarrollo físico, psicológico y
derechos en los menores de edad y de una social de los menores. Pero, sin embargo, no
capacidad progresiva para ejercerlos», que la revisten la gravedad suficiente para justifi-
Ley recoge en la Exposición de Motivos. Es car la separación del menor de su núcleo
decir, que el ordenamiento jurídico actual, familiar y social. En estos casos, la actuación
frente a concepciones clásicas, reconoce que pública se limitará a la elaboración y ejecu-
los menores de edad son sujetos activos, par- ción de un proyecto de trabajo de carácter
ticipativos y creativos, con capacidad para individualizado que recogerá los recursos y
modificar su vida personal y social, así como actuaciones más oportunos para afrontar
para satisfacer sus necesidades. De este esta situación y, de este modo, intentar la
modo, la Ley concibe «las necesidades de los promoción y protección del niño (art. 17).
menores como eje de sus derechos y de su pro-
Por el contrario, cuando se producen algu-
tección». En estos términos se pronuncian las
nas situaciones graves perturbadoras del
legislaciones surgidas de las distintas
adecuado desarrollo o seguridad del niño, la
CC.AA., como lo hace, a modo de ejemplo, la
entidad pública responsable en materia de
Ley andaluza 1/1998, de 20 de abril de 1998,
menores procederá a la declaración de des-
de los «derechos y atención al menor», al esta-
amparo11, asumirá la tutela automática (ex
blecer los principios rectores que han de
lege) del niño/a y establecerá el recurso de
orientar las actuaciones de las entidades
protección más adecuado para su guarda,
públicas y privadas en sus labores de promo-
siempre teniendo en cuenta el «interés supe-
ción y protección. De ahí que tenga en cuenta
rior del menor». Esta posibilidad de asunción
«la capacidad del menor para participar acti-
automática de la tutela por la entidad pública
vamente en la construcción de una sociedad
responsable se convierte, así, en un instru-
más justa, solidaria y democrática, así como
mento rápido y eficaz de protección de meno-
para reconocer la realidad que vive, descubrir
res desamparados. No obstante, estas actua-
los problemas que más le afecten y aportar
ciones deben de caracterizarse por la provi-
soluciones a los mismos» (art. 3).
sionalidad, en tanto pueda proporcionarse el
No obstante, la necesidad de disponer de recurso más adecuado de protección, en fun-
distintos recursos alternativos de protección, ción de las necesidades y circunstancias par-
la actuación de los poderes públicos debe ir ticulares de cada menor. Debido a su impor-
encaminada al mantenimiento del menor en
su propia unidad familiar de origen. Sin
11 «[...] a causa del incumplimiento, o del imposible o
embargo, cuando no se han establecido los
inadecuado ejercicio de los deberes de protección esta-
suficientes recursos de prevención o no se blecidos por las leyes para la guarda de los menores,
han cosechado los resultados esperados y, con cuando éstos carezcan de la necesaria asistencia moral o
el objetivo de proteger al menor, puede pro- material» (art. 172.1 del Código civil). Las causas más
ducirse la intervención de las entidades frecuentes en las que se fundamenta son el abandono,
los malos tratos, separación y divorcio, enfermedades o
públicas. Esta intervención, en función de las deficiencias mentales, drogadicción y alcoholismo, falta
circunstancias que rodeen al menor y a su de recursos familiares, embarazos no deseados, graves
familia, puede revestir características dife- comportamientos por parte del niño, etc.
tancia, la entidad pública ha de poner en confíe a una misma institución o persona (art.
conocimiento del Ministerio Fiscal dicha 173.4 del C. Civil).
resolución y notificarla en legal forma a los
Podemos observar, pues, que la institución
padres, tutores, guardadores o personas que
de la tutela, circunscrita en sus inicios a los
hayan convivido con el menor en un plazo de
padres o familia extensa del menor (artículos
cuarenta y ocho horas, ya que implica la sus-
206 y ss. del C. Civil de 1889), ha trascendido
pensión de la patria potestad o tutela ordina-
estas limitaciones para posibilitar la interven-
ria y supone una decisión de gran trascen-
ción de los poderes públicos, precisamente por-
dencia para la vida del menor. De igual modo,
que la protección de la infancia ya no se consi-
con independencia de la asunción de la guar-
dera un asunto jurídico de carácter privado.
da de los menores declarados en desamparo,
la entidad pública podrá asumir sólo la guar- El número total de resoluciones de tutelas
da, «cuando los padres o tutores no puedan «ex lege» declaradas por las administraciones
cuidar de un menor o cuando así lo aconseje el responsables de cada una de las Comunida-
Juez en los casos en que legalmente proceda» des Autónomas que configuran el Estado, así
(art. 172.2 del C. Civil y 19 de la Ley 1/1996). como las tasas alcanzadas por cada 100.000
Todas estas situaciones darán lugar al aco- menores de 17 años, pueden ofrecernos una
plamiento del menor en régimen de acogi- información relevante respecto a la eficacia
miento residencial o familiar (art. 173.3 del de los sistemas de protección a la infancia que
C. Civil). En el supuesto de que existan varios sustentan, en conjunto, las actuaciones de la
hermanos, ha de procurarse que su guarda se Administración española.
Fuente: Comunidades Autónomas. Tomado de la Subdirección General de Programas de Servicios Sociales, 2001.
Elaboración propia.
Siguiendo los totales de tutelas ex lege, traron en 1996 una tasa de 592,69, en 1999 la
podemos observar que se ha producido un han reducido casi a la mitad, pues su tasa
incremento en el número de resoluciones asciende sólo a 256,84.
adoptadas, que ha hecho que la tasa entre
1996 y 1999 haya crecido en 70.89 puntos en Tras estas necesarias consideraciones ini-
España. Esta tendencia de las tasas, sin ciales y, a efectos de conseguir una más com-
embargo, no es común a todas las Comunida- pleta y profunda comprensión de cada una
des Autónomas, existiendo una gran variabi- estas medidas alternativas de protección, en
lidad entre ellas. Así, las Comunidades que los siguientes apartados ofrecemos un trata-
entre los años 1996 y 1999 han experimenta- miento particular de cada una de ellas. Para
do una mayor subida son Baleares (234,46), esta labor, abordamos sus antecedentes y
Canarias (164,81) y Andalucía (106,46). Sin analizamos los datos estadísticos que infor-
embargo, sólo decrecen dos Comunidades, la man de la utilización práctica de estas medi-
Comunidad del País Vasco en 52,86 puntos y das en España entre los años 1996 y 1999,
las ciudades de Ceuta-Melilla, que lo hacen teniendo en cuenta que fue en el año 1996
visiblemente, arrojando un saldo negativo de cuando entró en vigor la actual ley 1/1996, de
335,85. En efecto, si estas dos ciudades regis- 15 de enero, de Protección Jurídica del Menor.
colocado en una familia alternativa. Estos La situación actual que atraviesa la utili-
menores, generalmente, son los que padecen zación del acogimiento residencial en España
graves trastornos intelectuales o de conduc- se desprende del Cuadro 2, que recoge el
ta, o bien aquellos que, debido a su elevada número de menores en los centros de protec-
edad, la mejor solución es acogerlos en cen- ción y las tasas correspondientes (por cada
tros y prepararlos para una próxima indepen- 100.000 menores de 17 años) entre los años
dencia. 1996 y 1999.
Fuente: Comunidades Autónomas. Tomado de la Subdirección General de Programas de Servicios Sociales, 2001.
Elaboración propia.
este modo, la introducción del artículo 173 bis La evolución del acogimiento familiar en
en el Código Civil, posibilita el establecimien- España, como la cosechada por otros recur-
to de tres modalidades: simple, cuando se pre- sos constituye, en definitiva, una acomoda-
vea la posibilidad de retorno del menor a su ción de nuestro país a los cambios y modifica-
familia; permanente, cuando por la edad u ciones experimentados por la misma filosofía
otras circunstancias del menor o de la familia de la protección de la infancia en los países
se presuma una mayor estabilidad de la más desarrollados de nuestro entorno, en
medida; y preadoptivo, mientras la entidad concordancia con la referida legislación
pública eleva la propuesta de adopción o internacional. La evolución de esta medida,
cuando, antes de elevar al Juez la propuesta, en sus vertientes administrativa y judicial,
considere preciso establecer un período de puede deducirse de los datos recogidos en el
adaptación del menor a la nueva familia. cuadro 3.
Fuente: Comunidades Autónomas. Tomado de la Subdirección General de Programas de Servicios Sociales, 2001.
Elaboración propia.
Como se puede apreciar, ambas modalida- efecto, si en el año 1996 tenían una tasa de
des del acogimiento familiar presentan un 519,95, ésta ya es de 172,14 en 1999. Por el
considerable ascenso, tanto en el número de contrario, entre las Comunidades que más
medidas como en las tasas correspondientes. han mejorado su tasa, están Baleares en
No obstante la relevancia en cada uno de los 182,75 puntos, Valencia en 155,94 y Canarias
años considerados de los acogimientos admi- en 121,97. Respecto al acogimiento familiar
nistrativos, tanto en número de formalizacio- judicial, Ceuta y Melilla siguen rebajando su
nes como en tasas, el crecimiento total expe- tasa en 28,26 puntos y Extremadura en
rimentado por ambas tipologías, entre los 21,84. El resto de Comunidades incrementan
años 1996 y 1999, arroja un saldo positivo estos acogimientos, siendo Asturias (141,33);
para el acogimiento judicial. En efecto, el Galicia (134,77) y Murcia (111,09), las que lo
incremento final de formalizaciones de acogi- hacen en mayor medida.
miento familiar judicial entre 1996 y 1999 ha
sido de un 52,81%, y las tasas lo han hecho en
56,20 puntos. Por su parte, el administrativo LA ADOPCIÓN
sólo ha crecido en un 40,31% y las tasas en
45,71 puntos. La adopción se remonta a tiempos inme-
moriales, pues ya la contemplaba el Código
Por otra parte, la tasa de acogimiento de Hammurabi hace más de cuatro mil años y
administrativo ha crecido en todas las Comu- era practicada por los antiguos israelitas.
nidades Autónomas, a excepción de Castilla- También era habitual en diversas ciudades
León que ha disminuido en 3,47 puntos, y las griegas y en la antigua Roma. En esta cultu-
ciudades de Ceuta y Melilla que registran la ra, el pater familia ostentaba poderes absolu-
importante pérdida de 347,81 puntos. En tos sobre todos los miembros de la unidad
Durante la Edad Media, al ser considerada desprotegido. Sus precedentes más recientes
por el derecho feudal impropia la convivencia pueden encontrarse en el Código Civil de
de señores y plebeyos, y haberse producido la 1889, inspirado en el francés de Napoleón,
desaparición de conservar la perpetuidad del que distinguía entre la adopción ordinaria o
culto doméstico, la institución de la adopción remuneratoria (con menos formalidades y
cayó en desuso (Rodrígues, 1997; Chavanne- destinada a quien hubiera salvado la vida del
au de Gore, 1992). Esta circunstancia, junto a adoptante) y testamentaria (realizada por
la ausencia del sentimiento de infancia, hacía testamento por el «tutor oficioso», antes de la
que el aborto, el infanticidio y el abandono de mayoría de edad del niño). Sin embargo, el
niños fueran hechos muy frecuentes (Ariès, español sólo recogía una tipología de adop-
1987). ción muy parecida a la ordinaria francesa
(Padilla Piñol, 1988: 14).
Respecto a la evolución de la adopción en
la legislación española, esta figura quedó Como consecuencia del escaso resultado
reflejada en el Fuero Real, Partidas, recopila- que dieron las normas sobre adopción conte-
ciones y códigos, aunque no en las costum- nidas en el Código Civil, básicamente por difi-
bres, como indica Amorós (1987: 22) retoman- cultades de tramitación, surge una modali-
do las afirmaciones de García Goyena dad de adopción, por Ley de 17 de octubre de
(1852) 12 . En dichas normativas jurídicas 1941, orientada a los acogidos en las Casas de
españolas se reguló el prohijamiento, que Expósitos y en otros establecimientos de
permitía a cualquier hombre sin descendien- beneficencia. Esta Ley permitía a los admi-
tes legítimos recibir por hijo a un varón o nistradores de los centros la exclusividad en
mujer capaz de heredarle, pudiendo prohijar la tramitación de los expedientes de adop-
los hombres libres que les separasen diecio- ción, lo cuales, posteriormente, habría de
cho años respecto al prohijado y que no fuesen aprobar el Juez. También se encargaban del
impotentes (Rozemblum de Horowitz, 1990; seguimiento del menor y de vigilar la conduc-
Chavanneau de Gore, 1992). ta del adoptante. Sin embargo, el hecho de
que los padres naturales pudieran impugnar
Si bien la institución de la adopción per- la adopción y recuperar al hijo, tras ser escu-
manece, parece ser que su utilización prácti- chado si era mayor de 14 años, impidió a
ca ha sido muy escasa, respondiendo en la muchas personas optar por este recurso. Asi-
sociedad española, incluso hasta la Ley 21/87 mismo, a consecuencia de la Guerra Civil
de 11 de noviembre, a los intereses de los española, se produjo un gran aumento de
adoptantes más que a la satisfacción de las niños huérfanos y abandonados, practicándo-
necesidades y derechos de los adoptados. Por se, debido a ello, una institución afín denomi-
el contrario, esta Ley es la primera que conci- nada «prohijamiento» o «colocación familiar»,
be la adopción como una medida de integra- que tenía carácter permanente o temporal
ción familiar, salvaguardando prioritaria- (regulada por Orden de 1 de abril de 1937).
mente las necesidades e intereses del menor Era gestionada por las Juntas de Protección
de Menores y, frecuentemente, derivaba en
adopción (De Céspedes Mac-Crohon, 1950:
12
En referencia al proyecto de elaboración del 22-23).
Código Civil de 1851, señala: «Es un hecho constante y
notorio que la Adopción no está en nuestras costum- Con posterioridad, el Código Civil fue
bres. Hubo por lo tanto, en la Sección una casi unanimi- reformado por Ley de 24 de abril de 1958,
dad para pasarla en silencio; pero habiendo presentado
introduciendo un obstáculo para el proceso de
un vocal andaluz, que en su país había algunos casos,
aunque raros, de ella, se consintió en dejar este título, adopción, al situar en tres años el tiempo que
con la seguridad de que sería tan rara y extraña en ade- un niño había de permanecer abandonado
lante como lo había sido hasta ahora». para poder ser adoptado, criterio que, sin
duda, supuso un impedimento para la salida En efecto, si bien el marco actual estatal de
de muchos niños de los centros de interna- protección de la infancia, sin perder de vista
miento. Distinguió, como en el Derecho el referente máximo que ha supuesto la Cons-
Romano, dos modalidades de adopción: la ple- titución Española de 1978, está representado
na y la menos plena (Amorós, 1987: 90-91; por la Ley Orgánica 1/1996. Sin embargo, la
Padilla Piñol, 1988: 15). Con la adopción ple- Ley 21/1987, frente a concepciones anteriores
na, el legislador pretendió crear una situa- muy centradas en la satisfacción de los adop-
ción familiar entre adoptante y adoptado tantes, además de suprimir la figura de la
similar a la existente entre padres e hijo adopción simple, centra su atención en el
natural reconocido, así como estableció la menor y no en los adoptantes. Por ello, todo el
necesidad del consentimiento por parte del proceso de adopción, desde su mismo inicio,
adoptando, si era mayor de edad, o del esta- es responsabilidad de la Administración. No
blecimiento en el que estaba acogido, si se hemos de olvidar que la adopción, hasta 1987,
trataba de un expósito (Rubino, 1995: 844). era un acto jurídico privado ante el Juez sin
ningún tipo de control por la Administración.
A continuación, la Ley 7 de julio de 1970
mantiene las dos tipologías de adopción, la En la actualidad, en virtud de la Ley de
plena y la simple (antes menos plena), posibi- 1996, el artículo 176.1 del Código Civil estable-
ce que la adopción se constituye por resolución
litando la transformación de esta última en
judicial, teniendo en cuenta siempre el interés
aquélla. Posteriormente, la aprobación de la
del menor, y que la persona o personas adop-
Constitución Española de 1978 introduce
tantes sean idóneas para ejercer la patria
sustanciales modificaciones en el tema de la
potestad. Asimismo, requiere que el adoptante
filiación (art. 14, 32 y 39), sancionando la ple-
sea mayor de veinticinco años, o bien que, en el
na igualdad entre los hijos, con independen-
supuesto de que adopten ambos miembros de
cia de su filiación, la igualdad entre padre y
la pareja, al menos uno de ellos tenga esta
madre, y la posibilidad de investigación para
edad. En todo caso, debe de existir una dife-
el establecimiento de la paternidad. Una de
rencia de al menos catorce años entre uno de
las consecuencias de la introducción de estos
los adoptantes y el adoptado (art. 175.1). De
principios constitucionales fueron las leyes
igual modo, para llevar a cabo la adopción, es
de 13 de mayo y 7 de julio de 1981, las cuales,
necesaria la propuesta de la entidad pública, a
al cancelar definitivamente la distinción excepción de que el adoptando sea huérfano y
entre la filiación legítima e ilegítima, posibili- pariente del adoptante en tercer grado por con-
tan su establecimiento por naturaleza o adop- sanguinidad o afinidad; que sea hijo del con-
ción (art. 108 del C. Civil). sorte del adoptante; que lleve más de un año
bajo la figura de acogimiento preadoptivo o
Por último, las características jurídico-
tutela; o bien, que sea mayor de edad o menor
sociales distintivas que va a mostrar la adop-
emancipado (art. 176.2 del C. Civil).
ción en la actualidad, tras el impulso que
supusieron los acontecimientos de la Segun- Aunque la Ley y el Código Civil regulan
da Guerra Mundial para esta institución, van muchos más aspectos en torno a la dinámica
a quedar reflejadas, en lo que respecta al que reviste el proceso de adopción, como son
Estado Español y de acuerdo con la legisla- los consentimientos, asentimientos, etc. (art.
ción internacional, en las ya mencionadas 177 del C. Civil), estas particularidades, por
Leyes 21/1987 de 11 de noviembre y 1/1996 de motivos relacionados con la extensión de este
15 de enero. Estas Normas van a producir, trabajo, no serán recogidas. Por ello, en la
por otra parte, las correspondientes modifica- misma línea seguida hasta el momento, a
ciones del Código Civil y de la Ley de Enjui- continuación mostramos la evolución y situa-
ciamiento Civil. ción actual de la adopción en España.
Fuente: Comunidades Autónomas. Tomado de la Subdirección General de Programas de Servicios Sociales, 2001.
Elaboración propia.
Fuente: Comunidades Autónomas. Tomado de la Subdirección General de Programas de Servicios Sociales, 2001.
Elaboración propia.
Según los datos, podemos comprobar que to familiar lo hace en torno al 11,50%. Si, por
estos dos recursos crecen durante el período otra parte, nos detenemos en el crecimiento
1996-1999. No obstante, aunque el crecimiento total experimentado entre el año 1996 y 1999,
experimentado por ambos es muy similar en el las diferencias a favor del acogimiento familiar
año 1997, sin embargo, en 1998 y 1999, el aco- son evidentes. En efecto, frente al acogimiento
gimiento residencial sólo aumenta en torno al residencial que sólo aumenta un 15,61%, el
1% de un año para el siguiente, y el acogimien- acogimiento familiar lo hace en un 45,37%.
Por otra parte, la comparación entre los Estas situaciones, en función del análisis
acogimientos familiar y residencial, nos ha realizado en este trabajo y, con las necesarias
permitido comprobar cómo las políticas de salvedades, creemos que podrían globalmen-
protección a la infancia promueven este recur- te afectar al sistema de protección de meno-
res en España.
13
Datos proporcionados por Dª Mª. Jesús Montané,
Jefa del Servicio de Protección de Menores (Ministerio
de Asuntos Sociales), a quien mostramos nuestro agra-
decimiento.
RIPOLL-MILLET, A. y RUBIOL, G. (1990): El acogi- decision making for children in care, Toronto,
miento familiar, Madrid, Ministerio de Asuntos University of Toronto Press.
Sociales. SUBDIRECCIÓN GENERAL DE PROGRAMAS DE SERVICIOS
RUBINO, R. (1995): «L’adozione in Spagna», Diritto, SOCIALES (2001). Estadística básica de protec-
famigli e persone, núm. 2: 843-873. ción a la infancia, (Boletín estadístico 02),
Madrid, Dirección General de Acción Social, del
STEINHAUER, P. (1991): The least detrimental alter- Menor y de la Familia, Ministerio de Trabajo y
native. A systematic guide to case planning and Asuntos Sociales.
RESUMEN: Seguramente, la familia constituye el lugar más adecuado para el óptimo desarrollo psicoso-
cial del menor. No obstante, por determinadas circunstancias, las entidades responsables de
la protección de menores, en ocasiones, declaran en situación de desamparo a un determinado
número de menores y asumen la tutela y la guarda correspondientes. Este trabajo, precisa-
mente, aborda cada uno de los recursos de protección alternativos a la familia biológica de los
que dispone la Administración para ejercer la guarda del menor, abordando sus antecedentes
y situación actual. Con esta finalidad, se recogen, también, aquellos datos estadísticos que
informan de la utilización que de ellos se hace por las diferentes Comunidades Autónomas, en
el período comprendido entre la entrada en vigor de la actual Ley 1/1996, de Protección Jurí-
dica del Menor, y 1999. Finalmente, se hace una comparación de las medidas de acogimiento
residencial y familiar, al considerar que ambas se erigen en buenos indicadores de la situación
que atraviesan los sistemas de protección de la infancia en España.
S
da por la doctrina se basa en la inferioridad
i bien la protección jurídica del menor
cultural del pueblo visigodo frente a la cultu-
es un fenómeno relativamente nuevo1,
ra hispano-romana, así como la prolongada
la normativa referida al abandono no
coexistencia de este pueblo con el Imperio,
lo es en absoluto, pues son innumerables las
que provoca que se identifiquen con su cultu-
fuentes históricas que se refieren al tema. No
ra sin esfuerzo y que terminen adaptando y
es nuestra intención realizar un detallado
manteniendo el sistema político, social y eco-
análisis de tal normativa, pues sobrepasaría-
nómico romano2.
mos ampliamente el sentido que queremos
dar a esta breve aportación, pero sí nos pare- No es hasta bien entrada la Edad Media,
ce interesante hacer mención a las normas cuando los reyes visigodos comienzan a legis-
que menos han sido tratadas por la doctrina; lar por sí, alejándose, aunque veremos que no
así, dejaremos para otro posible trabajo la radicalmente, de la influencia romanista.
regulación que sobre esta materia se reflejó
en el Derecho romano, centrándonos, en esta El Liber Iudiciorum o Lex Visigothorum,
introducción histórica en las normas dictadas realizado por el rey Recesvinto y promulgado
a lo largo de los siglos en nuestro propio Dere- en el año 654, se considera la obra cumbre de
cho. la legislación visigoda. Consta de 12 libros,
subdivididos en títulos y están ordenadas las
La caída del Imperio Romano de Occiden- leyes según su materia, siendo de especial
te, y el establecimiento del reino visigodo en relevancia para nuestro estudio el Libro IV,
la península, no supone, en principio, una que trata de la familia. El legislador parece ir
alteración de las normas que nos ocupan; en más allá de lo establecido en el propio derecho
efecto, en gran medida se mantuvo el ordena- romano, al condenar sin paliativos el abando-
miento jurídico romano, que no sólo fue asi- no de niños, especialmente si eran libres, y
aumentar el castigo a los padres. Así, si un
públicamente reciba cincuenta azotes ante el juez, y so fijo a non queriendo; si ante non hobo baraya o otra
pueda ser desheredado por el padre o abuelo». Martí- contienda, non peche VIII moravetinos, nin esca enemi-
nez Marina, Ensayo histórico-crítico sobre la legislación y go por ferida que les dé por castigamento por bien; é si
principales cuerpos legales de los Reinos de León y Casti- por aventura muriere, é no creyeren, jure con XII vecinos,
lla, especialmente sobre el Código de las Siete Partidas de é sea creido que non lo fizo con mala voluntad.
D. Alonso el Sabio, Tomo I, pág. 244, Madrid, 1834. 10 Decretales V, II, capítulo único.
sucesión al hijo respecto del padre, así como, ser solemne y público16 para que tuviera vali-
y esto es fundamental, que adquiera su mis- dez, aunque se les permitía a los padres, en
ma condición social, teniendo honra de fijo- determinados casos y según establece, por
dalgo si su padre fuere fijodalgo11. ejemplo, el Fuero de Zamora 17, retener la
legítima hasta que se enmendasen.
También podemos considerar que se pros-
cribe el maltrato, pudiendo el hijo denunciar Especial mención merece la más impor-
a sus progenitores cuando esto ocurriera 12, tante obra legislativa del Derecho castellano,
aunque en este caso, la norma del Fuero de como son Las Partidas de Alfonso X el Sabio y
Burgos que se aduce no resulta clara en exce- que suponen la recepción definitiva del Dere-
so13, pues no parece equiparable la condición cho común en Castilla.
de fijo a la de mancebo o manceba que utiliza
La normativa que a nuestro estudio inte-
la citada norma al castigar, en su última par-
resa se encuentra recogida, casi exclusiva-
te, el homicidio.
mente, en la Partida Cuarta, y no se aleja
Se permitía el castigo físico al hijo desobe- mucho de la hasta ahora analizado. Es en el
diente 14, y en el caso en que hiriera a sus título XIX, como deven los padres criar a sus
padres, podría ser desheredado, tal y como fijos: e otrosi como los fijos deven pensar delos
indican, entre otros, los Fueros de Zamora y padres, quando les fuere menester, donde se
Cuenca15. El acto de la desheredación debía regula la obligación de los padres de criar a
los hijos. Tras una breve introducción en la
que ejemplifica tal deber refiriéndose al mun-
11 Fuero Real IV, XXIII, VII: Quien quisiere recebir do animal, si las bestias que no tienen razona-
por su fijo, fijo que no haya en muger que no sea de ben- ble entendimiento, aman naturalmente y crí-
dición, recibalo ante el Rey, o ante homes buenos, e diga an a sus hijos, mucho más lo deben hacer los
en tal manera: este es mi fijo que he de tal muger, nóm-
hombres, que tienen entendimiento y sentido
brela, e desde aquí en adelante quiero que sepades que
es mi fijop, e que lo recibo por fijo: e si aquel que lo asi sobre las otras cosas18 , establece, en la Ley V,
recibiere por fijo muriere sin manda, tal fijo herede lo
suyo, si fijos no hobiere, o nietos, o dende ayuso: e si
manda quisiere facer fagala sin empescimiento de aquel non haya parte en su haber. El Fuero de Cuenca, por su
fijo que asi recebio: y el fijo que asi fuere recebido, haya parte, indica que licet sit prohibitum quod nec pater nec
honra de fidalgo si su padre fuere fidalgo: y estos se mater exhereditet filium suum, tamen exheredade man-
entiende de los fijos naturales. damus illum qui patrem suum aut matrem percusserit.
12 Así lo entiende, por lo menos, Martínez Marina, 16 Según el Fuero de Alcalá filio o filia que malos fue-
Ensayo histórico-crítico sobre la legislación y principales ren pora el padre o pora la madre; si padre o madre amos
cuerpos legales de los Reinos de León y Castilla, especial- o el uno venieren a conceio e desafijaren en conceio que
mente sobre el Código de las Siete Partidas de D. Alonso non quieren que hereden de su haber, sean deshereda-
el Sabio, Tomo I. Madrid 1834, pág.242. dos e non partan en su haber.
13 Esto es fuero que si padre o madre fiere a su fijo de 17 Home que hobier fillo que salga de mandado del
fierro, o de fuste o de piedra, é non se aprecia al alcalde padre o de madre, o fur yugador o home malo, et pasar
sobre su padre é sobre su madre, que non peche nada el padre o la madre del sieglo; el que ficar viva enno
por ello;et si feriere á su mancebo ó a su manceba, é se haber, e non haya poder de lo vender, nen de lo engayar,
apreciase al alcalde sobre ello, que peche la calonnia; é si nen de los malmeter, e non le den herencia ninguna ata
muriese, que peche el homicidio. que sea home bono: estos sea por fillo e por filla.
14 Fuero de Cuenca: Si pater aut mater filium perver- 18 Esta es una de las alegaciones más socorridas para
sum habuerit, et timuerit pectare calumpnias quae ipse establecer la obligación de alimento y crianza de los
fecerit, teneat eum captum aut ligatum donec mansues- hijos, aunque algunos, para justificar la exposición de
cat. En el mismo sentido, el Fuero de Palencia, según el menores, ejemplifican también con el reino animal. Así
cual si el padre o la madre fijo travieso hobiere et temie- lo hace por ejemplo Boswell, La misericordia ajena,
re que el ficiere daño, téngalo preso fasta que sea manso Muchnick Editores, S.A., Barcelona, abril 1999, pág.
o resciba sanidad. 124, aunque en este caso ni Aristóteles ni Plinio sacaron
15 Según el Fuero de Zamora, quien suo padre o sua ninguna conclusión favorable al abandono de menores.
madre ferir, o sobre cruz juramentar, sea desheredado, e Citando a Aristóteles, pone, por un lado, el ejemplo del
a qué hijos están los padres obligados a criar mismo Título XX, que lleva por título De los
y a cuáles no. En este sentido, impone, tanto niños que son echados a las puertas de las
al padre como a la madre, la obligación de eglesias: e de otros lugares: e de cómo los
criar a todos los hijos. En el caso de los hijos padres, e los Señores que los echaron: non los
legítimos, el deber se extiende no sólo a los pueden demandar despues que fueren cria-
padres, sino también a los parientes ascen- dos, los padres o amos que expusieren hijos o
dientes por línea derecha tanto del padre esclavos, pierden cualquier poder sobre ellos,
como de la madre. En cuanto a los hijos habi- no pudiendo reclamarlos a quien los crió.
dos fuera del matrimonio, sólo están obliga- Ahora bien, solución distinta se otorga al
dos la madre y sus ascendientes y estos es por supuesto en que la exposición se hubiera pro-
esta razón porque la madre siempre es cierta ducido sin su consentimiento; en este caso
del hijo que nace de ella, mientras que tal podrá reclamarlo, siempre que satisfaga las
deber no existe respecto del padre y sus expensas pagadas por quien los crió, salvo
ascendientes, pues... lo que no es el padre de que éste lo hubiera hecho por piedad19, sin
los que nacen de tales mujeres. esperar nada a cambio, en cuyo caso el padre
no deberá satisfacer ninguna indemnización.
En el Título XX, de los criados que ome cria
en su casa, maguer non sean sus fijos, el tér- Tema también interesante de tratar es el
mino utilizado, criado, no se refiere tanto a de los poderes que ostentaba el padre respec-
siervo como a persona extraña que es recogi- to a sus hijos en sede de patria potestad. Una
da y amparada; es decir, podríamos entender, de las leyes más curiosas con las que nos
casi explícitamente, que se trata de expósitos. hemos encontrado es la que se refiere a la
En la Ley III regula la deuda que nace entre potestad de venta o empeño del hijo, cuestión
los que crían y los criados, estableciendo, en semejante al ius vendendi 2 0 del Derecho
un principio, que quien hubiera recogido a un romano. La Ley VIII del Título XVII se refie-
menor expuesto por sus padres no podría, ni re a las razones por las que el padre puede
retenerlo en servidumbre, ni reclamarle los vender o empeñar al hijo. En principio debe-
gastos que hubiera hecho en su crianza, salvo mos entender que estará legitimado en caso
que desde un principio hubiera dejado claro de extraordinaria pobreza, que non se pudies-
que pretende el resarcimiento de tales gastos, se acorrer dotra cosa: estonce puede vender, o
supuesto en el que, si el criado pudiera, debe- empeñar sus fijos, porque aya de que comprar
ría devolvérselos. Por otro lado, impone como que coma. De este modo, no morirán ni el
obligaciones del criado las mismas que ten- padre ni el hijo. Pero lo verdaderamente
dría cualquier hijo: honrar al padre, no poder curioso se produce al regular una situación
acusarlo, ni matarlo, ni hacer que pierda nin- muy especial, cuando se vea cercado en el cas-
gún miembro. En caso de contravención de tillo y no tenga qué comer. En este caso, y
tales normas, podría ser condenado a muerte. citando una antigua ley, permite que el padre
pueda comerse al hijo antes que rendir el cas- 14 de marzo de 1567. Teniendo en cuenta que
tillo y siempre que no tenga el permiso del se trata de una simple recopilación de nor-
señor del mismo para tal rendición, onde si mas, deberemos sistematizarlas sin tener
esto puede facer por el señor, guisada cosa es, demasiado en cuenta el dato cronológico.
que lo puede fazer por si mismo. Es una potes-
tad reservada al padre y de la que no goza la En lo que aquí nos interesa son varias las
madre, y que debe estar plenamente justifica- normas recogidas que debemos destacar. Así,
da: Pero esto se puede fazer en tal razon, que en primer lugar, debemos referirnos al Libro
todos entiendan manifiestamente que afsi es. VII, Título XXXVII, que, bajo la denomina-
Indudablemente, nos encontramos ante una ción De los expósitos; y de las casas para su
normativa extraordinaria y que, al igual que crianza , educación y destino, reguló esta
ocurría en Derecho romano 21, no debía ser materia.
comúnmente aplicada. Pero no deja de ser
curioso que se mantenga, lo que nos lleva a La Ley V aquí recogida, fue otorgada por el
pensar que, aunque raramente, estas situa- rey Carlos IV mediante Real Cédula de 11 de
ciones se produjeron en la realidad. diciembre de 1796, destacando, sobre todos,
los artículos 23, 24, 25 y 26.
Una vez producida la venta, cuando el
padre quiera recuperar al hijo, debe dar a En el primero de ellos se pretende acabar
quien lo compró el precio que pagó aquél en con lo que podríamos denominar la exposición
su momento, u otro por el, lo que debemos clandestina, es decir, la que se realiza de
entender como la entrega de otro hijo en su noche y en lugar apartado, pues como se indi-
lugar. El importe se verá aumentado en el ca en el propio artículo que tratamos, implica
supuesto que el comprador le mostró algún un mayor riesgo de muerte para la criatura
menester, o alguna ciencia, es decir, que le expuesta. Por ello se ordena a las Justicias de
hubiera enseñado algún oficio o le hubiera los pueblos que en caso de encontrar a cual-
introducido en el mundo de las letras y las quier persona que llevare a una criatura
ciencias, porque, como se indica expresamen- diciendo que va a exponerla en casa de expó-
te, quanto fallaren en verdad comunalmente sitos o de párroco de algún pueblo cercano, no
ome buenos e sabidores, que vale mas por deberá ser detenida ni interrogada. Como
razon de aquello, que despues aprendio, o mucho se permite a los justicias, para asegu-
quanto despendio de lo suyo, en hacerle rarse de tal entrega, acompañar a dicha per-
aprender22. sona, pero sin interrogarla ni judicial ni
Aunque con posterioridad a las normas extrajudicialmente, y permitiendo que, pos-
que hasta ahora hemos comentado, se siguió teriormente, pueda marcharse libremente.
legislando sobre la materia, la legislación
El artículo 24, en consonancia con lo que
más importante es la que se recoge en la
hemos visto que imponía el anterior, y tenien-
Novísima Recopilación realizada en el siglo
do en cuenta que se facilita, a partir de esta
XIX, y heredera directa de la Nueva Recopila-
época la entrega de los menores, considera
ción, impulsada por Carlos I y promulgada el
como delito el abandono, especialmente el
nocturno en las puertas de las Iglesias o en
21 Nos referimos aquí a la potestad del ius vitae ac lugares ocultos, pues normalmente acarrea la
necis que hemos citado en la nota anterior. La doctrina muerte del expuesto. La pena, que no viene
romanista parece de acuerdo en sostener que, aunque indicada, será menor si, inmediatamente des-
regulado, su utilización era excepcional, y, por tanto
pués de efectuarse el abandono, se informa al
nada común. En este sentido, Albanese, Le persone nel
Diritto Privato Romano, Palermo, 1979. párroco, personalmente o por escrito, del
22 Las Partidas, IV, XVII, IX.
lugar donde se encuentra el expósito.
24
El propio Carlos IV, en la ley que hemos citado,
23 Novísima Recopilación, Libro VII, Título XXXVII, regula la constitución y organización de las casas de
Ley, IV, de 23 de enero de 1794. expósitos.
recogieran todas las leyes penales en vigor. tos; por un lado, la exposición o abandono por
Se señala por la doctrina como punto de parte de los padres de su hijo legítimo y
arranque, la consulta que Carlos III dirigió al menor de siete años, siempre que no sea en
Consejo de Castilla, en 1776, para que infor- casas de expósitos, hospicios o sitios equiva-
mara sobre distintos puntos, como son el lentes bajo la potestad de la autoridad públi-
mantenimiento o supresión de la pena de ca; en este caso, la pena será de reclusión de
muerte, la conveniencia del empleo de la tor- uno a tres años. Cuando el abandono se refie-
tura como medio de prueba, la proporcionali- ra a hijos menores de edad, también en casas
dad entre delitos y penas, etc. Nombrada la de expósitos u hospicios, la causa sea la impo-
Comisión correspondiente, presidida por Lar- sibilidad de la alimentación, y no se aclaren
dizábal, tuvo como misión fundamental ela- todos estos puntos a la autoridad, la pena
borar un extracto de la legislación penal como será de arresto de dos meses a un año, según
paso previo al estudio de la misma, y así establece el artículo 690. Por otro lado, si
poder elaborar un Código donde se sistemati- quien abandonare o expusiere fuera persona
zaran las normas penales en uso. Las conclu- a la que se había encargado la lactancia, edu-
siones, recogidas en el Discurso sobre las cación o cuidado del menor de siete años y
penas, contraído a las leyes de España, para legítimo, y ese abandono no se realizara en
facilitar su reforma, sería la base de estudio sitio oportuno bajo la protección de la autori-
fundamental por las Comisiones codificado- dad pública, la pena a imponer sería de seis
ras penales25. meses a dos años. En el mismo supuesto, si la
causa del abandono fuera la falta de medios
Las Cortes de Cádiz, por su parte, estable- para sustentarlo y la exposición en sitio opor-
cieron, en el artículo 258 de la Constitución tuno, pero sin declarar la condición de legiti-
de 1812, la necesidad de otorgar un Código midad del niño, así como su filiación y la de
Penal. Por último, también Fernando VII, en sus padres, la pena a imponer sería de arres-
1819, abogó por la creación de un Código cri- to de uno a ocho meses, según declara el ar-
minal. tículo 691.
voca la muerte del niño, se castigará al cul- misma26, lo cual, nos parece, es mucho supo-
pable con una pena de catorce a veinte años ner. También nos interesa destacar la dife-
de obras públicas; pena que será de diez años renciación que se hace entre las personas que
de obras públicas y deportación cuando realizan el abandono o la exposición. Así, por
quien realice el abandono sean sus padres o un lado, nos encontraríamos con el abandono
los encargados de la lactancia, educación o realizado por los padres legítimos, que es con-
cuidado. siderado delito cuando no se realice en hospi-
cio o bajo la protección de autoridad pública, o
Otros supuestos contemplados por el Códi- aun siendo así, cuando no se declare la filia-
go de 1822, serían: por un lado, cuando ción; de lo que se infiere que el abandono o
alguien encuentre a un recién nacido abando- exposición en tales centros y con la informa-
nado, o a un menor de siete años desampara- ción requerida, se entiende legal, o, cuando
do, y no lo entregue a la autoridad local, será menos, no culpable. Menor pena sufrirán,
castigado con arresto de ocho días a cuatro como ya vimos, los encargados de su educa-
meses; por otro, en el caso en que quien esté ción, cuidado o lactancia que se encuentren
encargado de la lactancia, educación o cuida- en el mismo caso; lo mismo podemos decir
do de un menor que no haya llegado a la respecto a los hijos ilegítimos, salvo caso de
pubertad, entendemos nosotros que deberá lesión o muerte, en que la pena será la mis-
ser mayor de siete años, lo niegue u oculte ma.
fraudulentamente a las personas legitima-
das que lo reclamen, o lo cambien por otro, En cuanto al Código Penal de 1848, es con-
serán castigadas con arresto de dos a seis secuencia de la creación, en 1843, de la Comi-
años y multa de veinte a sesenta duros. Tam- sión General de Codificación, en la que se
bién se castiga con la misma pena la suposi- estableció una sección para la formación de
ción de parto. Por último, el abandono de un una nueva ley penal, y supone un retroceso
niño mayor de siete años que no haya llegado respecto al anterior. Este retroceso se refleja,
a la pubertad, si no es en hospicio o casa de según la doctrina27, en los siguientes puntos:
expósitos, se castiga con arresto de tres en la severa regulación a que resultan some-
meses a un año, agravándose el arresto de tidos los delitos políticos y los cometidos con-
cuatro a dieciocho meses, si fueran los pro- tra la religión del Estado; la pena está conce-
pios padres o abuelos del niño los que lo aban- bida en alguna ocasión, además, con un mar-
donaren. cado carácter expiatorio e intimidatorio con
detrimento de su función correccional; la
La característica más importante de esta
pena de muerte estaba prevista, como única,
regulación que nos gustaría destacar es,
o alternando con la de privación de libertad,
indudablemente, la de su exhaustividad. En
hasta en una decena de delitos; las de prisión,
efecto, el Código Penal de 1822 es el que más
impuestas en algún caso a perpetuidad,
supuestos de exposición o abandono de
resultaban mucho más prolongadas que las
menores recoge, casi nos atrevemos a decir de 1822, etc. Y si esto se destaca en general,
que regula la mayoría de los posibles, y el que más aún lo podemos hacer nosotros respecto
con más detenimiento analiza cada uno de
al asunto que nos ocupa.
ellos. Además, distingue por primera vez en
nuestra legislación, pues de los antecedentes
legales que existen no se deriva norma seme- 26 Así lo entiende por lo menos JOAQUÍN F RANCISCO
jante, entre los menores de siete años y los PACHECO cuando comenta el artículo 411 del Código
Penal de 1850, en Código Penal concordado y comenta-
menores mayores de esa edad, otorgando una
do, Tomo III, Madrid, 1856, 2ª edición corregida y
mayor protección a los primeros. Y ello por- aumentada, y sobre el que después volveremos.
que se supone que esa es la edad en que cual- 27 GACTO, ALEJANDRE Y GARCÍA MARÍN, op. cit. pág.
En efecto, la regulación que se hace del tiene para la crianza y educación de los niños
abandono o exposición de menores, y que desvalidos y menesterosos: abandono comete
como veremos influye en gran medida en los la nodriza y el maestro que entregasen el niño
Códigos posteriores, supone un claro retroce- de que estuviesen encargados, a un estableci-
so respecto a la situación anterior. miento público, o a otra persona, sin anuencia
de aquella de quien lo hubiesen recibido, o sin
En concreto, el artículo 401 castiga el dar parte a la autoridad: abandono comete
abandono del niño mayor de siete años con también el que hallándose encargado, aunque
las penas de arresto mayor y multa de diez a fuere accidentalmente, de la custodia de un
cien duros, agravándose la misma a la pena niño, le deja en lugar peligroso, con exposición
de prisión correccional cuando por las cir- de su vida ...
cunstancias en que se produjo el abandono se
hubiera puesto en peligro la vida del menor, Entre las dudas que surgen por la deficien-
salvo que constituyera un delito más grave, te e insuficiente redacción de estos artículos
como por ejemplo, el infanticidio. Así mismo, es, siguiendo a Pacheco, si podemos incluir en
el artículo 402 regula el supuesto de entrega el delito de abandono el supuesto de entrega
de un menor a establecimiento público o a del menor en el torno de la Inclusa29, o, por
otra persona por parte de quien tuviera a su ejemplo, cuando se realice por ocultar la des-
cargo la crianza o educación del mismo, sin honra de la madre. Aunque en un principio el
conocimiento de quien se lo hubiera confiado propio Pacheco parece decantarse por la solu-
o de la Autoridad pública; la pena impuesta ción favorable, con posterioridad aboga por la
será de multa de veinte a doscientos duros. inculpabilidad, lo que no es de extrañar, pues
las distintas leyes de beneficencia, e incluso
Como podemos observar, el retroceso al algunas anteriores, trataban de fomentar la
que nos referimos viene determinado, en pri- entrega de los menores en estos centros para
mer lugar, por la parquedad de su regulación, evitar así la exposición en lugares aparta-
frente a la exhaustividad que caracterizaba a dos30.
la regulación anterior. No se tienen en cuenta
También critica el citado autor la utiliza-
las distintas posibilidades o alternativas de
ción indiscriminada del término menor que se
abandono, castigándose del mismo modo
realiza en el artículo 402, por parecerle dema-
todos los tipos anteriormente regulados; ade-
siado extensa, pues menor será todo aquél
más, las penas a imponer son mucho más
que no haya cumplido los veinticinco años. De
leves que las referidas con anterioridad, con
todas formas, termina alabando esta legisla-
lo que se potencia, aunque no sea intenciona-
ción, pues como indica, el hecho es al cabo
damente, la exposición de menores.
con la distinción entre hijos legítimos e ilegí- el Reglamento Interno de la Inclusa de Madrid, se esta-
bleció en España la instalación en las Inclusas del torno;
timos. Álvarez y Vizmanos28, al hablar sobre
se trataba de un mecanismo sencillo que constaba de un
el tema, indican: Abandono de niño comete el cilindro que giraba sobre su eje y tenía uno de sus lados
padre o madre que no cuida de su hijo, faltan- abierto; el lado cerrado daba a la calle y cuando una
do a los deberes que la naturaleza y las leyes le persona, normalmente la madre, quería dejar a un
imponen, sin entregarlo a hospicio o estableci- recién nacido, tocaba el timbre, y la persona que estaba
de guardia hacía girar el cilindro y presentaba al exterior
miento de los que la beneficencia pública sos- el lado abierto, para posteriormente girarlo y recoger al
niño.
30 Así, por ejemplo, la Ley de Beneficencia de 6 de
28 Citados por J. F RANCISCO PACHECO en op. cit.,
febrero de 1822, y la Ley General de Beneficencia de 20
pág.256. de junio de 1849.
de este delito. En este caso, el Tribunal fran- la muerte del menor, en cuyo caso será conde-
cés entiende que el delito de abandono nado por infanticidio. Así lo establece la Sen-
requiere falta de cuidados, aunque sean tencia del Tribunal Supremo de 4 de octubre
momentáneos, y que, no constando que los de 1877.
que abandonaron aguardaran a ver si el
menor era o no recogido, hay que entender Por otro lado, el artículo 603, números 9 y
que sí se produjo tal delito. 10, castiga como reos de una falta contra las
personas a los que encontrando abandonado
De todo ello podemos derivar, siguiendo a a un menor de siete años, con peligro de su
Viada y Vilaseca, las siguientes conclusiones: existencia, no lo presentaren a la Autoridad o
a la familia; a los que en la exposición de
1. Existirá delito de abandono cuando niños quebrantaren las reglas o costumbres
haya una interrupción, aunque sea momen- establecidas en la localidad respectiva, y, en
tánea, de los cuidados que, a todas horas, se definitiva, a los que dejaren de llevar al asilo
deben a los menores de siete años; si el aban- de expósitos o a lugar seguro a cualquier niño
dono no duró más que escasos instantes y si que encontraren abandonado. Las penas a
no se ha puesto en peligro la vida del menor, imponer serán de arresto de cinco a quince
la pena aplicable será la establecida en el pri- días y reprensión.
mer párrafo del artículo 501, es decir, arresto
mayor y multa de 125 a 1250 pesetas. Así lo Por su parte, el artículo 502 se refiere al
establecen, entre otras, las Sentencias del supuesto en que el encargado de un menor lo
Tribunal Supremo de 9 de marzo de 1892 y de entregue a un establecimiento público o a otra
6 de febrero de 1897. persona por no hallar medios suficientes para
alimentarlo. En este caso, ya visto con anterio-
2. Si la vida del menor de siete años ha ridad, debería devolverlo a quien se lo entregó
sido puesta en peligro por causa del abando- o, en su defecto, comunicarlo a la Autoridad
no, por haber sido expuesto en lugar aparta- correspondiente; de no hacerlo así, será casti-
do, la pena será la establecida en el párrafo gado con una multa de 125 a 1250 pesetas.
segundo in fine, es decir, prisión correccional
en sus grados mínimo y medio. En este senti- Una de las más importantes reformas del
do es interesante la Sentencia de 5 de Código Penal, es la que se produce en 1928. Si
noviembre de 1916, que entiende comprendi- bien es criticada por la doctrina por suponer
una mayor severidad en las penas, cosa que
do en este apartado el supuesto de la madre
reconoció la propia Comisión encargada de su
que abandona a su hijo recién nacido en un
redacción en aras de una mayor defensa del
monte, reclamándole al día siguiente al ente-
orden social33, supone la plasmación en la
rarse que había sido recogido con vida. Tam-
legislación española de todas las corrientes
bién una sentencia anterior, de 16 de abril de
europeístas de protección integral del menor.
1908, que incluye en este supuesto al que
Para ello, el Código regula un Título, el XV,
recibe a un niño recién nacido y por su aban-
dedicado en exclusiva a los delitos cometidos
dono da lugar a que un tercero se lo llevara,
contra los menores; y dentro de él, un Capítu-
enterrándolo en sitio donde fue encontrado
lo, el II, artículos 766 a 769, dedicado al aban-
con vida.
dono de menores.
3. Por último, si como por efecto directo
Una de las reformas más importantes que
del abandono el menor resultó muerto, el cul-
comporta la nueva redacción, es la elevación
pable deberá ser castigado con la prisión
correccional en sus grados mínimo y máximo.
Todo ello salvo que, como ya vimos, la inten- 33 Citado por GACTO, ALEJANDRE y GARCÍA MARÍN, en
de la edad hasta la que se puede entender refiere al abandono de menor de doce años,
abandonado el menor, que pasa de los siete mientras que el antiguo sólo se refería a
años establecidos con anterioridad, a los doce menor sin especificar la edad, y la pena a
que se establece ahora, y ello referido a los imponer será de dos meses y un día de prisión
menores abandonados por aquellos a los que y multa de mil a cinco mil pesetas.
se había confiado su guarda, pues por lo que
se refiere al abandono realizado por los Finalmente, el artículo 786, que se esta-
padres, el artículo 767 no señala edad límite, blece como disposición general común al Títu-
sino que habla específicamente de hijos que se lo XV, impone la suspensión del derecho de
hallen en edad o circunstancias de no bastar- guarda y educación a los padres, ascendien-
se a sí mismos, por lo que podríamos entender tes o tutores que hubieran cometido tales
que en este caso puede ser culpable de este delitos, pudiendo, incluso, ser privados de la
delito el progenitor que abandone a un hijo de patria potestad, de los derechos de la tutela y
más edad, siempre y cuando sea menor de de pertenecer al consejo de familia. Así mis-
edad civil y reúna las circunstancias antes mo, los guardadores o encargados de la perso-
descritas. Para el primer supuesto analizado, na del menor podrán, en casos muy graves,
el artículo 766 impone una pena de tres ser condenados también a la interdicción del
meses a tres años de prisión y multa de mil a derecho de tutela y a la de pertenecer al con-
cinco mil pesetas, salvo que desde la desapa- sejo de familia.
rición del niño no se hubieran tenido noticias
La proclamación de la Segunda República
de él, supuesto en que la pena sería de seis a
y, fundamentalmente, el Decreto de 15 de
doce años. Para el segundo supuesto, recorde-
abril, por el que se declaraba nula y sin vigor
mos, cuando son los padres los que abando-
la obra legislativa de la Dictadura, supuso
nan, la pena impuesta será de uno a cuatro
restablecer la vigencia del Código Penal de
años de prisión y multa de mil a cinco mil
1870, con la consiguiente necesidad de pro-
pesetas; para el supuesto en que como conse-
mulgar uno nuevo, lo cual se hizo en noviem-
cuencia del abandono se hubiera producido la
bre de 1932. En lo que aquí nos interesa, y
muerte del abandonado o lesión o enferme-
siguiendo la línea argumental hasta ahora
dad grave, la pena a imponer sería de cuatro
utilizada, entendemos este nuevo Código
a seis años de prisión, siempre que el hecho
como un retroceso respecto al de 1928. Y ello,
no constituyera un delito más grave, como
porque el nuevo artículo 480 vuelve a reto-
podría ser el de parricidio.
mar pasadas políticas ya superadas, al esta-
Por su parte, el artículo 768 castiga el blecer el límite de edad para el abandono a los
reclutamiento de niños para trabajos en siete años, rebajando en cinco la legislación
fábricas, talleres, etc., y conducirlos al inmediatamente precedente, y retomando la
extranjero, o realizar propaganda en este de 1870. Por lo demás, y salvo una cierta
sentido. En virtud del mismo, quien realizara agravación de las multas a imponer, el Códi-
estos actos, así como los padres o tutores que go de 1932 repite fielmente aquél que tomó
entreguen a sus hijos a estos sujetos, serán como modelo.
castigados a la pena de seis meses a dos años
de prisión y multa de mil a cinco mil pesetas, De todas maneras, este Código, en el artí-
imponiéndose en su grado máximo cuando en culo 578, que se refiere a las faltas contra las
el abandono medie precio, recompensa o pro- personas, regula situaciones análogas a las
mesa. del abandono, castigándolas con la pena de
cinco a quince días de arresto o reprensión.
Por otro lado, el artículo 769, repite casi Entre ellas, se encuentran los padres de
literalmente el contenido del artículo 502 del familia que abandonen a sus hijos, no procu-
Código Penal de 1870, aunque en este caso se rándoles la educación que sus facultades
regulación que de la figura del desamparo se incluye en pio, que parece que es la denominación más extendida.
la reforma del Código civil de 1987; en ella, la falta de la Así lo hacen, por ejemplo, Manzanares Samaniego y
necesaria asistencia moral supone, en lo que se ha deno- Albácar López, en Código Penal (Comentarios y Jurispru-
minado por la doctrina como el requisito final, la concu- dencia), Ed. Comares, 1987. También, Cobo del Rosal y
rrencia de uno de los requisitos esenciales para la decla- otros, en Compendio de Derecho Penal Español (Parte
ración de tal situación. De modo que podemos conside- Especial), Marcial Pons, 2000.
38 Los mismo autores citados en la nota anterior
rar a esta legislación penal como un claro antecedente
de lo que después será regulado por la civil. denominan a éste, impropio.
los siete años. Como indica este autor, lo pre- derecho de los padres o tutores a la guarda y
ferible sería no fijar nada y referir el abando- educación del menor, ordenando que sea con-
no a la indefensión de la persona abandona- fiado a un guardador individual, familiar o
da, tal y como hemos visto que ocurrió en el social reservándose la vigilancia del mismo;
Código de 1928. En cambio, sí estima justa la todos cuyos antecedentes, unidos a la reso-
agravación específica del párrafo segundo, nancia jurídica que en el propio campo civil se
por el que se agravan las penas cuando quie- otorga a la llamada tutela de hecho, sirvieron
nes abandonen sean los padres, tutores o sin duda para que en el campo penal, donde se
guardadores, porque como muy acertada- muestra más acuciosa la guarda de los meno-
mente indica, se ha acabado con el absurdo res, se introdujera el concepto de guardador
antiguo de que la misma pena mereciera el de hecho por la reforma de 1944 a la que sir-
abandono realizado por una niñera que por la vió de antecedente la Ley de 11 de mayo de
propia madre. 1942, la que, no obstante, no osó llevar la
agravación más allá de los padres o tutor
Nos interesa en este punto intentar acla- legal, lo que exigía que se hubiera deferido la
rar qué diferencias existen entre el concepto tutela con arreglo a las prescripciones del
de persona encargada de la guarda, a la que Código Civil; todo lo cual, demuestra que la
se alude en el párrafo primero, y la de guar- innovación posterior fue realizada con toda
dador de hecho establecida en el párrafo consciencia por el legislador en paralelismo
segundo de este mismo artículo 488. Y la res- evidente y aún expansivo con la llevada a cabo
puesta nos vendrá determinada, aunque no por la reforma de 1963 cuando en el artículo
satisfactoriamente del todo, por sentencia de 452 bis e) del Código Penal se alude en su
11 de diciembre de 1972, que dice: El único párrafo último a los que sin tener potestad
motivo subsistente del recurso del procesado, legal sobre el menor, si al tiempo del extravío
plantea el interesante problema del sujeto de éste lo tuvieran en su domicilio y confiado
activo del delito de abandono de niños referi- a su guarda o ejercieran sobre él de hecho, una
do al guardador de hecho, según dicción del autoridad familiar o ético social; de suerte
párrafo 2º del artículo 488 del Código Penal, que esta verdadera interpretación auténtica
en que se describe el tipo agravado y que ha de de lo que sea el guardador de hecho a efectos
ser distinguido del que figura en el tipo básico penales que pueda ser aplicada al artículo
del párrafo 1º como persona encargada de la 488 y entender que tal guarda, aún sin estar
guarda del menor, distinción que produce conferida legal o judicialmente, implica un
perplejidad en la doctrina hasta el punto de cierto título autoritario nacido de la mera
entender que la cualificativa vacía de conteni- convivencia familiar, por más que quien la
do a la figura simple pero que, sin embargo no ejerce no esté unido al menor por vínculos de
deja de contar con precedentes legislativos, sangre, pero cuya potestad de facto sirve para
alguno tan lejano como el de la Ley de 26 de distinguir tal situación de la que implica el
julio de 1878, sobre ejercicios peligrosos de mero encargo mentado en el párrafo 1º del
menores, en cuyo artículo 4º se alude a los precepto, término que ya gramaticalmente
ascendientes, tutores, maestros o encargados está indicando una relación de dependencia o
por cualquier título de la guarda de un de representación a nombre de otro, en resu-
menor, alusión que también encontramos en men, falta de autonomía en la custodia del
la Ley de Protección a la Infancia de 12 de menor, de la que, por el contrario, goza el ver-
agosto de 1904 y, más recientemente, en la Ley dadero guardador de hecho; distinto plano de
de Tribunales de Menores de 13 de diciembre uno y otro sujeto activo que tiene su confirma-
de 1948, en cuyo artículo 17 apartado B) se ción en la distinta pena que a uno y otro se
prevé la posibilidad de que el Tribunal, en uso impone, puesto que el encargado es un mero
de su facultad protectora pueda suspender el ejecutor de la custodia que le ha sido enco-
mendada, en tanto que el guardador –nombre autor en el que nos basamos, para, además de
ya cargado de resonancias histórico-jurídi- destacar la gran habilidad técnica del legisla-
cas– es el que toma la iniciativa de aquélla, dor por hacer una elevación en grado, según
por tener para ello un cierto título ejecutor, de el subtipo de la infracción cometida, entender
tal modo que la ruptura de la custodia por el que la materialidad de la muerte del niño no
abandono entraña mayor gravedad y respon- es suficiente, sino que es preciso que esté liga-
sabilidad en este último supuesto. da por causalidad con el abandono, y desliga-
da, en cambio, de la voluntad criminal del
Los párrafos tercero y cuarto se refieren a agente, pues si ésta fue la de matar, no es el
atenuaciones de la pena a imponer cuando el dolo eventual de este artículo el que prevalece-
abandono sea realizado por la madre que rá, sino el directo de asesinato, parricidio o
quiera ocultar su deshonra o por los abuelos infanticidio, según los casos. Es lógico, en
maternos que pretendan lo mismo, aunque este sentido, tener en cuenta, a la hora de
en este caso se restringe mucho la condición calificar este delito, el lugar y circunstancias
de la edad del abandonado, al hablar, en en que se produjo el abandono. En palabras
ambos casos de recién nacido. La crítica que de Quintano, la inminencia del riesgo, conoci-
hace Quintano Ripollés a esta última regula- da por éste (el culpable) debe tener eficiencia
ción se refiere a que el legislador no haya pre- bastante para borrar la eventualidad del dolo
visto la salvedad de que para obtener la ate-
nuación por abandono por parte de los abue-
los maternos, éstos deben contar con la abandono el primero, peligro suscitado con muerte resul-
anuencia de la madre. tante el segundo- sin que entre ambas fases pueda esta-
blecerse ninguna especie de hiato o censura, para que la
El último párrafo de este artículo regula muerte pueda ser imputada objetivamente al autor de la
acción inicial; y un elemento subjetivo o afectante a la
algo ya analizado respecto a otros Códigos, culpabilidad, en la basta que el dolo abarque dicho pri-
como es la agravación de las penas cuando, mer tracto de acción, con conciencia del peligro concre-
como resultas del abandono, y siempre que no to desatado por el abandono, de suerte que la muerte
suponga la comisión de un delito más grave, sobrevenida funciona como mera cualificación por el
resultado o, todo lo más, con aceptación por el culpable
se hubiere puesto en peligro la vida del niño o
de esta última consecuencia, a modo de dolus eventua-
le haya sobrevenido la muerte39. Esto sirve al lis; pues si el abandono se produce ya originariamente
con propósito de privar la vida a la criatura (dolo directo),
habrá infanticidio (o, en su caso, parricidio o asesinato)
39 Sobre este punto incide múltiple jurisprudencia. en comisión por omisión. Otro ejemplo de abandono
Así, Sentencias de 15 de enero de 1968, de 3 de junio con resultado de muerte, y que nos plantea sus diferen-
de 1969,de 15 de noviembre de 1977, etc. en virtud de cias con el parricidio, es el de la Sentencia de 9 de junio
las cuales, el abandono de niños por causa de honor y de 1960, según la cual, en la conducta de la procesada,
muerte sobrevenida del infante a que se alude en el últi- que no teniendo tiempo de ir a la Maternidad del pueblo
mo párrafo del artículo 488 del Código Penal, es un deli- vecino y no queriendo dar a luz en presencia de su fami-
to de peligro para la vida del neonato ( a diferencia del lia, lo hizo en un sembrado, naciendo una niña que dejó
infanticidio que es un delito de lesión de la vida), cuando envuelta en un delantal en el lugar del alumbramiento, se
por las circunstancias del abandono se hubiere dado pone de manifiesto una situación de peligro para las dos,
lugar al riesgo mortal, lo que determina que esta modali- por la voluntad de la procesada, que la ha de llevar a
dad extrema del abandono se incluya en el Título XII del soportar la responsabilidad de las consecuencias daño-
Libro II del Código Penal como delito contra la seguridad sas, como es la muerte de la niña, no por actos directos
que exige, como elemento material, una acción de aban- de ejecución, ni por omisión de auxilio de la madre, al no
dono o de desamparo, es decir, un mero non facere (a decirse que pudo prestarla en el instante de nacer, sino
diferencia de la acción infanticida que es directamente por las consecuencias del lugar, donde no había persona
occisiva tanto en su forma activa como omisiva), si bien alguna que prestase los auxilios necesarios en tan crítico
las circunstancias en que se realiza la exposición del momento, hecho que tipifica el delito de abandono de
infante llevan a poner en peligro su vida, hasta el punto niños ya que colocó a la recién nacida en situación de
de sobrevenir la muerte; relación de causalidad en la que desamparo que le ocasionó la muerte, pero no puede
claramente se advierten dos tramos o estadios –simple constituir el de parricidio doloso.
y hacer surgir la directa, incluso aunque la sus medios y posición les permitan; del mis-
muerte no hubiere acaecido, dándose entonces mo modo serán condenados los tutores o
parricidios o asesinatos frustrados con prefe- guardadores de un menor de dieciséis años
rencia al delito complejo abandono-homicida que dejen de cumplir los deberes inherentes a
de este artículo. la tutela o guarda. Dándose estas circunstan-
cias, los padres o tutores podrán ser suspen-
En cuanto al abandono relativo, es, como
didos en el ejercicio del derecho de guarda y
hemos dicho, el regulado por el artículo 489.
educación. También se castiga a los que
En éste, sólo de una manera muy indirecta
encontrándose a un menor de siete años
podrá verse afectada la seguridad del menor,
abandonado, con peligro de su existencia, no
y se produce un incumplimiento de los debe-
res de custodia por parte del sujeto que, lo presenten a la familia o a la autoridad o no
voluntariamente, acepta la delegación de la le presten el auxilio que corresponda; del mis-
guarda y que entrega al menor, no se especi- mo modo se castiga a quien en la exposición
fica la edad, a un establecimiento público o a de niños quebranten las reglas o costumbres
otra persona sin la anuencia de quien se lo establecidas en la localidad respectiva y los
hubiera entregado o, en su defecto, de la auto- que dejen de llevar al asilo de expósitos o
ridad; por ello, no será aplicable a los que lugar seguro a cualquier niño abandonado
tuvieren la guarda y custodia del menor por que encuentren. Más novedosos se presentan
ministerio de la ley, es decir, los padres o los números 16 y 17 de este artículo 584, y
tutores. De ello se podría derivar la facultad que están íntimamente ligados a la legisla-
de abandono por parte de padres o tutores en ción del Tribunal Tutelar de Menores, espe-
establecimientos benéficos; aunque Quintano cialmente con la Ley de 1948. El número 16
entiende que no es así, pues esta conducta se refiere a los padres, tutores o guardadores
sería también constitutiva de delito. En este que se encuentren suspensos del derecho de
caso, la tipificación del delito no se encuentra guarda y educación por una resolución del
en el artículo 489, sino en el 487, es decir, en Tribunal Tutelar de Menores en su compe-
el delito de abandono de familia. Como él mis- tencia de la facultad preventiva40. Pues bien,
mo indica, sería un contrasentido demasiado si estos sujetos quebrantaren una disposición
ilógico y cruel que, quien pudiere cumplir los
deberes legales de asistencia inherentes a la
patria potestad o a la tutela y, debiendo ple- 40
Se trata ésta de una competencia de marcado
namente hacerlo, conservare la facultad del carácter civil y que viene establecida en el artículo 9.3
derecho de exposición... La exposición, aban- de la citada Ley de 1948. Sin pretender ser exhaustivos,
podemos establecer como características fundamentales
dono indudable de deberes propios de asisten- las siguientes:
cia, sólo debe ser lícita en los casos probados 1. Se trata de una protección eminentemente jurídi-
de apremiante necesidad, cuando no pueda ca, por lo que, en principio, no se podrán incluir aquí
darse la condición de punibilidad que el deli- situaciones carenciales de carácter asistencial, sanitario
to de abandono de familia requiere..... o moral, lo que diferenciaba la labor de estos Tribunales
con las denominadas Juntas de Protección de Menores,
hoy ya desaparecidas.
Por otra parte, el artículo 584 establece las
2. Es una protección restringida, pues se circunscri-
faltas en las que pueden incurrir los padres, be a los supuestos establecidos en la propia Ley.
tutores, guardadores e instituciones tutela- 3. Su objetivo es la defensa de la persona de los
res respecto a los menores. Así, serán castiga- menores dieciséis años.
dos los padres de familia que dejaren de cum- 4. Es una protección de tipo preventivo, por lo que
se pretende evitar que el menor sufra posibles perjuicios
plir los deberes de asistencia inherentes a la
por la actitud de los sujetos que tienen obligaciones
patria potestad por motivos que no sean el hacia ellos, pudiendo adoptarse esta medida cuando
abandono malicioso del hogar, así como los existan indicios que demuestren la existencia cierta de
que no procuren a sus hijos la educación que riesgos.
de estos Tribunales apoderándose del menor conducta pueda proyectarse sobre la lesión de
y sacándole de la guarda establecida por ese otros bienes jurídicos personalísimos del
Tribunal, serán condenados como autores de menor42. En el párrafo tercero se establece la
una falta; también, los padres, tutores o guar- posibilidad de privar a los padres, tutores o
dadores que incumplan una resolución de guardadores de la patria potestad, la tutela o
estos Tribunales en su competencia de la de los derechos de guarda, siempre que el Tri-
facultad reformadora41, retirando al menor bunal lo estime oportuno en atención a las
del establecimiento, familia o institución circunstancias del menor, mientras que, en
tutelar a que se le hubiere encomendado para todo caso, el Ministerio Fiscal debe instar a la
su observación o tratamiento. Por último, el Autoridad Judicial la adopción de las medi-
número 17 se refiere a las personas represen- das pertinentes para la debida custodia y pro-
tantes de asociaciones, instituciones tutela- tección del menor, según el último párrafo del
res o directores de establecimientos que, artículo 489 bis del Código Penal.
incumpliendo los acuerdos de los Tribunales
Tutelares de Menores, entreguen indebida-
mente a los padres o tutores el menor que se EL ABANDONO DE MENORES EN EL
les haya confiado. Todo ello, claro está, y res- CÓDIGO PENAL DE 1995
pecto a ambos apartados, salvo que la actua-
ción de todos estos sujetos constituya un deli- Veamos ahora el estado actual de la cues-
to de desobediencia u otro similar. tión que nos ocupa. Sin pretender hacer una
crítica exhaustiva del nuevo Código Penal,
Las siguientes reformas del Código Penal aprobado por Ley Orgánica 10/1995, de 23 de
no aportaron grandes novedades respecto al noviembre43, sí nos gustaría señalar, tal y
tema que tratamos, salvo el continuo incre- como hace la doctrina, uno de los problemas
mento las penas pecuniarias. De todas mane- fundamentales que se han planteado, como
ras, la reforma producida por la Ley Orgánica es el de la excesiva celeridad con que se pro-
3/1989, de 21 de junio, incluyó un nuevo artí- dujo su aprobación, lo que acarrea, induda-
culo al Código Penal; en concreto, el 489 bis, blemente, graves defectos técnico jurídicos.
por el que se condena a la pena de arresto
mayor a los que utilizaren o prestaren a En cuanto a la protección de menores y su
menores de dieciséis años para la práctica de posible abandono, el vuelco producido en el
la mendicidad, imponiéndose la superior en nuevo Código Penal ha sido importante, aun-
grado si para alcanzar esos fines se traficara que, y creemos necesario advertirlo, no siem-
con menores de dieciséis años, se empleara pre para bien.
con ellos violencia o intimidación o se les
suministrara sustancias perjudiciales para la Dedica el nuevo Código, inmerso en el
salud. En este caso, se entiende que el bien Libro Segundo, De los delitos y sus penas, a
jurídico que sirve de base para este delito lo
constituye la dignidad personal del menor, 42 Así lo establece P RATS CANUT, en la obra colectiva
independientemente de que el desvalor de la dirigida por QUINTERO OLIVARES, Comentarios al Nuevo
Código Penal, Aranzadi, 1996, pág. 1079.
43 Asumimos y compartimos la crítica que realiza el
41 Competencia de marcado carácter penal y reco-
profesor YZQUIERDO TOLSADA en su libro Aspectos civiles
gida en el artículo 9.1 de la Ley, se refiere, en primer del nuevo Código Penal (Responsabilidad civil, tutela del
lugar, a los menores de dieciséis años que hayan come- derecho de crédito, aspectos de Derecho de Familia y
tido una acción u omisión que esté tipificada como deli- otros extremos), DYKINSON, 1997, cuando reclama con
to o falta y, en segundo lugar y en virtud de lo estableci- un zapatero a tus zapatos, que sean los civilistas y no los
do en el artículo 11 de la misma Ley, a los menores indis- penalistas los que se ocupen de los temas a los que se
ciplinados cuando medie denuncia de sus padres o tuto- refiere en su obra, como, por otro lado, debería ser lo
res. normal.
este tema el Título XII, bajo el nombre de claro es que el sujeto pasivo del delito ha de
delitos contra las relaciones familiares, que ser siempre el hijo, tanto si es un niño de cor-
consta de tres Capítulos, el último de los cua- ta edad, supuesto más normal, o un adulto
les, referido a los delitos contra los derechos y que carezca de raciocinio, consistiendo el
deberes familiares, se divide en dos secciones; resultado de la acción en hacer perder al hijo
la primera, dedicada al quebrantamiento de su filiación verdadera, por lo que se le desvin-
los deberes de custodia y la inducción de cula de su propia familia natural47. Problema
menores al abandono de domicilio, y la segun- fundamental que plantea este artículo es la
da, al abandono de familia, menores o incapa- dicción del apartado 4º, en virtud del cual, se
ces. podrá inhabilitar para el ejercicio de la patria
potestad que tuvieren sobre el hijo o descen-
En el Capítulo II, del Título XII que diente supuesto, a los ascendientes, por natu-
comentamos, artículos 220 a 222, se regulan raleza o por adopción. Y entendemos que
los delitos referidos a la suposición de parto y plantea un problema fundamental porque,
la alteración de la paternidad, estado o condi- ahora resulta que la patria potestad no es ya
ción del menor. El primero de estos artículos, un derecho-deber que corresponde en exclusi-
el 22044, plantea un delito de puesta en peli- va a los progenitores, naturales o jurídicos,
gro del estado civil. Se discute por la doctrina sino también extensible a los abuelos, cosa
si la entrega de un hijo a un tercero es acción que hasta el momento no se había producido
atribuible sólo a los padres, pues la ley utiliza en toda nuestra literatura jurídica. Nos
sólo el término hijo45, o si, por el contrario, es encontramos, pues, ante uno de los muchos
posible que el actor sea cualquiera46, pues a defectos que se producen en el nuevo Código
pesar de la utilización de ese término, de la Penal, y que parece provocado por el descono-
dicción de la ley no se puede derivar que sólo cimiento de los más elementales conceptos
los padres puedan realizarlo. Lo que sí parece jurídicos. Además, la privación de la patria
potestad se limita, respecto a los otros hijos o
44
descendientes48, a un período de entre cuatro
Artículo 220, cuya dicción literal establece:
y diez años, cuestión cuando menos preocu-
1. La suposición de un parto será castigada con las
penas de prisión de seis meses a dos años. pante, pues se limita absolutamente el libre
2. La misma pena se impondrá al que ocultare o arbitrio judicial para determinar las penas
entregare a terceros un hijo para modificar o alterar su accesorias.
filiación.
3. La sustitución de un niño por otro será castigada Por su parte, el artículo 22149 castiga la
con las penas de prisión de uno a cinco años. entrega remunerada del menor a un tercero
4. Los ascendientes, por naturaleza o por adopción,
que cometieran los hechos descritos en los tres aparta-
dos anteriores podrán ser castigados además con la pena
de inhabilitación especial para el ejercicio del derecho 47 BAJO FERNÁNDEZ y DÍAZ M AROTO, op. cit., pág. 319.
de patria potestad que tuvieren sobre el hijo o descen- 48 Y vuelta la burra al trigo, que diría el saber popular.
diente supuesto, ocultado, entregado o sustituido y, en 49 Artículo 221, que dice:
su caso, sobre el resto de hijos o descendientes por tiem- 1. Los que, mediando compensación económica,
po de cuatro a diez años. entreguen a otra persona un hijo, descendiente o cual-
5. Las sustituciones de un niño por otro que se pro- quier menor aunque no concurra relación de filiación o
dujeren en centros sanitarios o socio-sanitarios por parentesco, eludiendo los procedimientos legales de la
imprudencia grave de los responsables de su identifica- guarda, acogimiento o adopción, con la finalidad de esta-
ción y custodia, serán castigados con la pena de prisión blecer una relación análoga a la de filiación, serán casti-
de seis meses a un año. gados con la pena de prisión de uno a cinco años y de
45 A favor de esta postura, VÁZQUEZ IRUZUBIETA, en
inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de
Nuevo Código Penal comentado, Editorial de Derecho patria potestad por tiempo de cuatro a diez años.
Reunidas, 1996, pág. 324. 2. Con la misma pena serán castigados la persona
46 En este sentido, BAJO FERNÁNDEZ y DÍAZ M AROTO,
que lo reciba y el intermediario, aunque la entrega del
pág. 319. menor se hubiese efectuado en país extranjero.
cuando, por un lado, sea realizada por ascen- regula un delito de omisión propia53, en el que
diente o progenitor o, por otro, por persona se castiga la no presentación injustificada de
sin vínculo de parentesco. De ello se infiere un menor o incapaz a sus padres o guardado-
que sujeto activo podrán ser tanto los padres res legales tutelándose, por tanto, los dere-
y ascendientes como cualquier tercero, mien- chos inherentes a la patria potestad, la tutela
tras que sujeto pasivo deberá ser siempre un o guarda de menores o incapaces, en cuanto
menor. Lo que se castiga es el dolo, que en presupuesto de la seguridad del menor54.
este caso tendrá el carácter de específico50,
castigándose a su vez, como coautores, al En cuanto a los sujetos que intervienen,
receptor de la víctima y al intermediario. El debemos hacer algunas precisiones. El sujeto
apartado tercero castiga un tipo especial de activo del delito será el que, teniendo a su car-
este delito, fundamentado en el abuso de la go la custodia de un menor o incapaz, no lo
profesión, que debe estar referido a los luga- presentare a sus padres o guardadores... De
res donde se comete el delito. ello debemos derivar necesariamente, que en
ningún caso podrán ser los padres, tutores o
En cuanto al artículo 22251, exige relación guardadores legales sujetos activos de este
de causalidad entre el delito que se comete y delito, pues de la dicción literal se deriva que
la profesión o cargo público que se ejerce. sólo podrán ser sujetos pasivos, pues lo que se
garantiza, como ya vimos, es la patria potes-
El capítulo III del Título que comentamos, tad y la tutela. Por ello entendemos que sólo
se refiere a los delitos contra los derechos y podrán cometer este delito guardadores oca-
deberes familiares, comprendiendo su sec- sionales, es decir, aquellos que en ningún
ción primera, del quebrantamiento de los caso tienen atribuida legalmente la guarda y
deberes de custodia y de la inducción de custodia del menor, bien porque nunca la han
menores al abandono de domicilio, los artícu- tenido, como sería el caso de terceros (veci-
los 223 a 225. En cuanto al primero de ellos52, nos, amigos, empleados de hogar, canguros,
hermanos, primos, etc.), o el de progenitores
que han sido suspendidos o privados de esta
3. Si los hechos se cometieren utilizando guarderías,
facultad, aunque no necesariamente del total
colegios u otros locales o establecimientos donde se
recojan niños, se impondrá a los culpables la pena de de la patria potestad55. Abundando en esto,
inhabilitación especial para el ejercicio de las referidas debemos señalar que el artículo 622 del pro-
actividades por tiempo de dos a seis años y se podrá pio Código penal, señala como falta el que-
acordar la clausura temporal o definitiva de los estable- brantamiento, por parte de los padres, tuto-
cimientos. En la clausura temporal, el plazo no podrá
exceder de cinco años.
50 En este sentido, VÁZQUEZ I RUZUBIETA, op. cit. Pág.
estableciendo un límite más bajo y acorde con el princi- refiere González Rus.
pio de intervención mínima. En cuanto al artículo 223 59 Op. cit. págs. 40 y siguientes.
que comentamos, continua diciendo De todos modos, 60 Así lo establecen, en el Código civil, el artículo 92,
la configuración típica del artículo 223 nos va a permitir al hablar de las obligaciones de los padres en los supues-
solucionar una buena parte de los supuestos problemáti- tos de crisis matrimoniales; el 154, respecto a las obliga-
cos, sea a partir de la escasa frecuencia con que se darán ciones de los padres en sede de patria potestad; 156, en
encargados de la custodia en menores cercanos a la cuanto al ejercicio de la patria potestad; 159, referido a
mayoría de edad, sea en virtud de la matizada relevancia la decisión judicial sobre con cual de los progenitores
que habrá de dar a la negativa de esos menores a retor- deben convivir los hijos menores tras la separación de
nar a su área de convivencia en el contexto de las no pre- los cónyuges; 173.2 en cuanto a la constitución del aco-
sentaciones injustificadas. gimiento; 177.1, que se refiere a la constitución de la
57 Op. cit. Pág. 360.
adopción; etc.
hemos visto, por Códigos precedentes, espe- Por otro lado, se sanciona el incumpli-
cialmente en el artículo 487 del antiguo Códi- miento de los deberes para con los ascendien-
go penal. La nueva regulación tiene en común tes o el cónyuge, es decir, el incumplimiento
con la anterior constituir normas penales en de la obligación legal de alimentos entre
blanco, es decir, que no agotan su contenido parientes, regulada por los artículos 142 y
con lo establecido en el propio Código penal, siguientes del Código civil. En este caso la
sino que es necesario completarla con la legis- sanción penal se refiere sólo al incumplimien-
lación que al respecto establece otro cuerpo to respecto a los parientes en línea recta y al
jurídico; en este caso, básicamente, las nor- cónyuge, en ningún caso a los colaterales, y
mas de referencia serán las establecidas en el sólo cuando se produzca con especial intensi-
Código civil para el contenido de la patria dad, es decir, cuando deje de prestarse la
potestad y la tutela, así como las referidas a asistencia mínima indispensable para el sus-
la obligación de alimentos entre parientes. Se tento. Aunque en la actualidad el artículo 226
trata de un delito de omisión, pues lo que se no dice nada al respecto, la doctrina entiende
castiga es la actitud pasiva del sujeto obliga- que sigue siendo aplicable la exigencia que
do, es decir, el no cumplimiento de las obliga- establecía el artículo 487.1, en virtud de la
ciones. cual era necesario que el sujeto activo pudie-
ra realmente aportar los alimentos al sujeto
En este artículo podemos distinguir dos pasivo del delito72. En cuanto a las penas pre-
situaciones distintas; por un lado, el incumpli- vistas, la principal, arresto de ocho a veinte
miento de los deberes de asistencia para con fines de semana, puede ir acompañada de la
los menores o incapaces, es decir, el incumpli- accesoria de inhabilitación para el ejercicio
miento de los deberes inherentes a la patria del derecho de patria potestad, tutela, guarda
potestad, la tutela y la guarda o acogimiento o acogimiento familiar por un período de
regulados en el Código civil. En este caso, y a tiempo de entre cuatro y diez años.
diferencia de lo que ocurría con el artículo 487
del antiguo Código penal, no se castiga sólo el Por último, y en virtud del artículo 228, es
incumplimiento de los deberes meramente necesaria la denuncia previa de la persona
materiales o económicos, sino que la protec- agraviada o de su representante legal, pudien-
ción alcanza a todos los deberes, incluidos los do el Ministerio Fiscal plantear la denuncia
morales, y que se contienen en los artículos cuando el agraviado sea menor de edad, inca-
154 para la patria potestad, 269 para la tutela paz o persona desvalida, entendiendo la doc-
y 173 para la guarda y el acogimiento. En trina que se mantiene el carácter semipúblico
principio, debemos entender que tal incumpli- de este delito.
miento no debe ser ocasional o intermitente,
sino persistente y duradero, y que implique un El artículo 22773, por su parte, considera
incumplimiento total y absoluto71. delito el impago de prestaciones económicas
acogimiento familiar o de prestar la asistencia necesaria teradamente deja solo a su hijo en el domicilio o en un
legalmente establecida para el sustento de sus descen- parque durante varios días del mes de vacaciones que
dientes, ascendientes o cónyuge, que se hallen necesita- pasa con él. Aunque como bien dice González Rus, op.
dos, será castigado con la pena de arresto de ocho a vein- cit., pág. 363, parece dudoso que esta actuación no
te fines de semana. integre un delito de abandono del artículo 229.2.
2. El Juez o Tribunal podrá imponer, motivadamen- 72 Así, GONZÁLEZ RUS y PRATS CANUT en las obras ya
acogimiento familiar por tiempo de cuatro a diez años. 1. El que dejare de pagar durante dos meses conse-
71 En este sentido se expresa la Sentencia del Tribu-
cutivos o cuatro meses no consecutivos cualquier tipo de
nal Supremo de 15 de diciembre de 1998, que entien- prestación económica a favor de su cónyuge o sus hijos,
de incurso en este delito la actuación del padre que rei- establecida en convenio judicialmente aprobado o reso-
determinante aquí es que se trata, o mero de ellos, el 22982, regula lo que ya deno-
bien de resoluciones judiciales, o bien minamos como abandono propio, es decir, el
de convenios judicialmente homologa- de menores o incapaces realizado por quien
dos, por lo que los acuerdos particulares tiene su guarda. No vamos a repetir aquí el
no serán ejecutables por esta vía. Por concepto que, desde el punto de vista penal,
tanto, no se contemplan, a estos efectos, hace la doctrina sobre el abandono, pero sí
ni los acuerdos en el caso de la separa- nos interesa destacar algún punto que nos
ción de hecho, ni en las relaciones parece oscuro y que tiene relación con el con-
extramatrimoniales o por convivencia cepto civil de desamparo de menores. De la
more uxorio. literatura jurídica se desprende que cuando
se define el abandono, se habla de desamparo
e) Prestación económica. El artículo 227 del menor, y viceversa, al definir el desampa-
endurece, frente a la regulación ante- ro, todos hablamos de abandono; lo cual nos
rior, los términos, al rebajar el período lleva a mantener que el cambio legislativo de
del impago de tres meses consecutivos, 1987, es, en algún sentido, estrictamente gra-
a dos, y de seis alternos a cuatro, lo que, matical83 , aunque indudablemente, goza de
según Prats Canut, obliga a extremar el otros valores que podemos considerar plausi-
rigor en la interpretación80. Esto, por lo bles.
que respecta a las prestaciones periódi-
El abandono propio tiene como sujeto acti-
cas. Respecto a las no periódicas, el
vo, y por lo que respecta al apartado primero,
apartado 2 de este artículo salva una
al guardador de hecho84, es decir, al que de
laguna producida en la regulación ante-
rior, al castigar también el impago de
indemnizaciones de satisfacción única,
82 Artículo 229:
sin que en este caso haya que esperar
1. El abandono de un menor de edad o un incapaz
los períodos de tiempo antes analiza- por parte de la persona encargada de su guarda, será cas-
dos. tigado con la pena de prisión de uno a dos años.
2. Si el abandono fuere realizado por los padres,
Por último el artículo 22881, mantiene el tutores o guardadores legales, se impondrá la pena de
carácter semipúblico de estos delitos, al exi- prisión de dieciocho meses a tres años.
3. Se impondrá la pena de prisión de dos a cuatro
gir, para su persecución, denuncia previa del años cuando por las circunstancias del abandono se
interesado o su representante legal; además, haya puesto en concreto peligro la vida, salud, integri-
y en el caso de menores o incapacitados, la dad física o libertad sexual del menor de edad o del
denuncia podrá ser interpuesta, en todo caso, incapaz, sin perjuicio de castigar el hecho como corres-
ponda si constituyera otro delito más grave.
es decir, aunque existiera representante 83 Son muchos los ejemplos que podemos poner.
legal, por el Ministerio Fiscal. Así, Prats Canut, op. cit. pág. 1074, al definir el abando-
no, dice que en su opinión, abandonar consiste justa-
Los artículos 229 a 233 son los que se refie- mente en dejar o no sacar por quien por su vínculo fami-
ren al estricto delito de abandono de menores, liar le corresponda, de una situación de desamparo....
También Vázquez Iruzubieta, op. cit., pág. 335, para
a los que se añade el de los incapaces. El pri-
quien la acción de este delito también se cumple trasla-
dando a la víctima a un lugar desamparado. Por último,
González Rus, op. cit. pág. 369, para quien abandonar
80 Op. cit., pág. 1071. es dejar desamparada a una persona, sin el apoyo o pro-
81
Artículo 228: tección de quien tiene la obligación de dárselo.
Los delitos previstos en los dos artículos anteriores 84 DÍEZ RIPOLLÉS, op. cit. pág. 123, incluye aquí a dos
sólo se perseguirán previa denuncia de la persona agra- tipos de sujetos; por un lado, a los que denomina como
viada o de su representante legal. Cuando aquélla sea delegados de los padres, tutores o guardadores, esto es,
menor de edad, incapaz o una persona desvalida, tam- las personas a las que estos sujetos encomiendan tem-
bién podrá denunciar el Ministerio Fiscal. poralmente el cuidado del menor o incapaz para que en
facto se encuentra en ese momento con el 172 de la ley sustantiva civil. Pues bien, jun-
menor, sin que tenga ninguna obligación to a esta posición, autores como Díez Ripollés
legal derivada de filiación o por sentencia; defienden otra distinta. Para él, sólo se inclu-
pudiendo incluir aquí a los padres que, sin ye aquí ese abandono personal caracterizado
tener la guarda y custodia de los hijos, que- por la ubicación de las víctimas fuera del
dan encargados temporalmente de su cuida- entorno espacial de custodia, mientras que no
do. Respecto al párrafo segundo, podrá ser se podrá incluir el abandono asistencial, es
sujeto activo todo aquél que tenga obligación decir, la privación al menor de los cuidados
legal con el menor; así, tanto el progenitor incluso más elementales, pero manteniéndo-
que ostenta la patria potestad, el tutor, el le dentro del área de guarda material. Y ello,
acogedor y, finalmente, el guardador legal. porque más que un abandono de menores,
En este caso, se trata de un abandono agra- este segundo tipo sería un abandono de fami-
vado por razón del sujeto activo, castigándose lia, regulado por el artículo 226. Además, y
con pena superior a la recogida en el aparta- como él mismo reconoce, apurando algo el
do anterior. Respecto al sujeto pasivo, éste concepto, podría negarse también la concu-
será el menor de edad, es decir, el menor de rrencia de abandono cuando el menor sea
dieciocho años que no se encuentre emancipa- entregado a terceros que hayan aceptado asu-
do. Desaparece en la nueva regulación la mir la guarda material de hecho, y mucho
referencia a los menores de siete años, por lo más claramente, cuando el menor sea entre-
que se amplía el abanico de posibilidades. De gado, directa o indirectamente, a los organis-
todas maneras, y como antes analizamos, mos públicos de protección de menores. Res-
habrá que estar a las condiciones del menor pecto a esto sí nos gustaría hacer una peque-
para determinar si el acto omisivo produce ña aclaración, pues nosotros defendemos la
verdadero abandono o no. Se extiende, ade- inexistencia del desamparo en los casos en
más, la protección a los incapacitados, es que el menor esté, aunque sólo sea de hecho,
decir, a los que como consecuencia de una bajo la guarda de un tercero85.
enfermedad o defecto grave, físico o psíquico,
También como tipo agravado se recoge, en
no puedan gobernarse por sí mismos; requi-
el párrafo tercero, el abandono realizado en
riéndose, como es natural, resolución judicial
circunstancias que pongan en peligro concreto
en la que se determine tal incapacitación.
la vida, salud, integridad física o libertad
Otro problema fundamental que se plan- sexual del sujeto pasivo, siendo indiferente, en
tea y que da lugar a distintas posiciones doc- este caso, quién sea el sujeto activo del delito,
trinales, es el del tipo objetivo común de este sin perjuicio de castigar el hecho como corres-
delito, y que no es otro que el abandono, es ponda si constituyera otro delito más grave86.
decir, qué debemos entender aquí por aban-
dono. Ya hemos analizado antes cómo auto-
85 El ejemplo más corriente es el del menor cuyos
res como Prats Canut y González Rus equipa-
padres, titulares de la patria potestad, dejan solo, aban-
ran abandono a desamparo, por lo que pode- donan en sentido coloquial, y es recogido por un fami-
mos entender que no se trata sólo de un mero liar o un vecino. ¿Está este menor desamparado? ¿Sería
alejamiento personal, abandono stricto sensu, indispensable aquí una intervención de los organismos
sino que también puede concurrir un abando- públicos de protección de menores, en el sentido apun-
tado por el artículo 172 del Código civil? Nosotros
no asistencial, todo ello derivado del concepto
entendemos que no, pues el menor está atendido, aun-
de desamparo civil, establecido en el artículo que no sea por quien está obligado a ello; tiene cubier-
tas sus más íntimas necesidades. Lo que habrá que
hacer, es actuar contra los propios padres, es decir, instar
su nombre ejerzan la custodia; por otro, los subdelega- la suspensión o privación de la patria potestad.
86 Surgen, respecto a este último inciso del apartado
dos paternos, del tutor o del guardador, que reciben el
encargo de los delegados. tercero, discrepancias en la doctrina penal. PRATS CANUT,
Por otro lado, el artículo 23087 prevé el El abandono impropio viene regulado en el
supuesto de abandono temporal. De aquí artículo 23189, que castiga, no tanto el autén-
podemos derivar varias características; en tico abandono del menor, en el sentido de des-
primer lugar, supone una atenuación de las amparo, sino su entrega por quien no tiene
capacidad para ello90, es decir, la denominada
penas establecidas en el artículo anterior; en
entrega indebida. No hay abandono como tal,
segundo lugar, este supuesto debe servir
pues el menor en ningún caso queda desaten-
como criterio de delimitación del anterior,
dido, sino que lo que se produce es un traspa-
pues si aquí se sanciona el abandono tempo- so o cesión irregular del ejercicio de la guar-
ral88, en el otro debe castigarse el abandono da. En este caso no existe riesgo claro para el
definitivo; en tercer lugar, el criterio de la menor, fundamentalmente cuando el recep-
temporalidad no debe ser el único que se deba tor es una institución pública de las que en el
tener en cuenta, pues en muchas ocasiones, territorio respectivo, están encargadas de la
un abandono momentáneo del menor puede protección de los menores91. Además, el esca-
provocar muchos más riesgos que un abando- so castigo que se impone al actor, refuerza
no prolongado, dependiendo del cómo y el esta teoría. El tipo agravado, regulado en el
cuándo. Por tanto, las condiciones del aban- segundo párrafo, sí castiga el concreto peligro
al que se expone al menor. En este caso la
dono, edad del menor, madurez, etc., deben
entrega debe llevarse a efecto en unas condi-
ser perfiles a tener en cuenta a la hora de
ciones que, objetivamente, supongan un peli-
aplicar este artículo. gro para los bienes que se protegen.
96 Artículo 233:
ésta es encubierta, serán castigados con la pena de pri-
sión de seis meses a un año. 1. El Juez o Tribunal, si lo estima oportuno en aten-
2. Si para los fines del apartado anterior se traficare ción a las circunstancias del menor, podrá imponer a los
con menores de edad o incapaces, se empleare con responsables de los delitos previstos en los artículos 229
ellos violencia o intimidación, o se les suministrare sus- al 232 la pena de inhabilitación especial para el ejercicio
tancias perjudiciales para su salud, se impondrá la pena de la patria potestad o de los derechos de guarda, tutela,
de prisión de uno a cuatro años. curatela o acogimiento familiar por tiempo de cuatro a
93 Su referente próximo es el artículo 489 bis del diez años.
antiguo Código, incorporado por la reforma de 1989. 2. Si el culpable ostentare la guarda del menor por su
94 Así, PRATS CANUT, op. cit., pág.1080; GONZÁLEZ condición de funcionario público, se le impondrá ade-
RUS, op. cit., pág. 371. más la pena de inhabilitación especial para empleo o
95 Para PRATS CANUT no se trata de un verdadero tipo cargo público por tiempo de dos a seis años.
agravado, pues muestra diferencias respecto al anterior. 3. En todo caso, el Ministerio Fiscal instará de la auto-
Así, nos dice, mientras en el anterior determinadas ridad competente las medidas pertinentes para la debi-
modalidades exigen la efectiva práctica de la mendicidad da custodia y protección del menor.
97 Artículo 618:
–utilizar-, esta exigencia no concurre para la perfección
del segundo supuesto, de tal suerte que goza de autono- Serán castigados con la pena de arresto de tres a seis
mía, pues sus elementos no necesitan de la referencia al fines de semana o multa de uno a dos meses los que,
párrafo anterior para integrarse; lo relevante es la ejecu- encontrando abandonado a un menor de edad o a un
ción de dichas conductas de violencia, intimidación, incapaz, no le presenten a la autoridad o a su familia, o
suministro de sustancias dañosas o tráfico, con el ánimo no le presten, en su caso, el auxilio que las circunstancias
de dedicar a los menores o incapaces a la mendicidad. requieran.
RESUMEN: Mientras lo que comúnmente conocemos como protección jurídica del menor se desarrolla bási-
camente a través de normas de marcado carácter civil y administrativo, el Derecho penal se
centra, fundamentalmente, en regular las acciones y omisiones de los sujetos encargados de la
protección del menor y que pueden considerarse como delitos y faltas. En concreto, en este tra-
bajo pretendemos analizar las normas penales que se refieren al delito de abandono de meno-
res, tanto desde un punto de vista histórico, haciendo una relación detallada de las distintas
normas que a lo largo de los siglos han regulado el tema, como estrictamente jurídico-penal,
analizando las más recientes reformas legislativas.
E
n el año 2003, Año Europeo de las Entre los diversos mecanismos que las
Personas con Discapacidad, tratare- personas con discapacidad utilizan para
mos en este trabajo de dilucidar lograr la plena integración: la familia, el tra-
aspectos especialmente relevantes para la bajo, las medidas de rehabilitación y las pen-
actuación de los proyectos sociales y políticos siones, analizaremos en este estudio uno de
de los años venideros. Por tanto, esta aporta- los que este colectivo comparte con el resto de
ción de conocimientos será de máxima utili- la población: el trabajo.
dad para el conocimiento de este sector de la
población y para la implementación de las El presente artículo trata de realizar un
futuras políticas públicas. análisis sociológico basándose en algunos de
los resultados de la mencionada macroen-
La discapacidad constituye una de las áre- cuesta referidos a la mujer discapacitada,
as clave de actuación en la configuración de la cuya discriminación se pone de manifiesto
protección social de los ciudadanos en los incluso en el escaso interés de los investiga-
Estados occidentales. Se han experimentado dores.
en los últimos años considerables avances en
las políticas sociales que contribuyen a la La mencionada discriminación forma par-
integración de los discapacitados. El acuerdo te de la desigualdad general que afecta a las
entre el Ministerio de Trabajo y Asuntos mujeres en diversas parcelas de la vida
Sociales con el Comité Español de Represen- social; una de las más importantes es la que
tantes de Minusválidos en 1997 mediante el se refleja en el ámbito laboral. Esta desigual-
cual se establecieron medidas urgentes para dad en la incorporación al mundo laboral de
el empleo de las personas con discapacidad la población femenina se traduce en desigual-
constituye un hito memorable en este proce- dades en la estructura social y, aunque es un
fenómeno que afecta a las mujeres en gene-
so, al igual que la reciente publicación de la
ral, incide especialmente sobre las discapaci-
Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias
tadas. La población europea, incluida la espa-
ñola, mantiene tasas de actividad más altas
* Profesoras del Departamento de Sociología. Uni- en el caso de los hombres que de las mujeres.
versidad de Granada. Estas diferencias, sin mencionar otras des-
igualdades en función del sexo como la discri- discriminación de este sector de la población,
minación salarial o las dificultades de acceso especialmente la Ley para personas estadou-
a puestos de responsabilidad, aunque persis- nidenses con discapacidad (ADA), la Ley
ten, se van acortando paulatinamente. sobre Educación de Personas con Discapaci-
dad (Individuals with Disabilities Education
La primera parte de nuestro trabajo con- Act) y la Ley sobre Acceso al Transporte
siste en un breve análisis de las políticas diri- Aéreo (Air Carrier Acces Act). Estas medidas
gidas al fomento del empleo entre la pobla- han constituido una importante referencia,
ción discapacitada. En la segunda parte se
especialmente en el caso de países de habla
describen las diferencias específicas por sexo
inglesa como el Reino Unido e Irlanda.
en la incorporación al mundo laboral anali-
zando especialmente las diferencias de inser- Otra de las influencias de las políticas acti-
ción por Comunidades Autónomas, la partici- vas de empleo dirigidas a la población con dis-
pación en el sector público y privado, la capacidad han sido las diversas investigacio-
implementación de las medidas de fomento nes elaboradas por la OCDE en donde se
del empleo y las expectativas de colocación de incluyen posibles estrategias para abordar
varones y mujeres en el mundo laboral. este tema. Sin olvidar el relevante papel que
han jugado los programas implantados en
diversos países de la Unión Europea, incluida
2. MEDIDAS PARA EL FOMENTO DEL España, entre los que destacan HORIZON y
EMPLEO DE LAS PERSONAS CON HELIOS cuyo objetivo principal es explícita-
DISCAPACIDAD mente la incorporación de personas con disca-
pacidad en el mundo laboral.
Los sistemas de protección social han per-
mitido la seguridad de los ciudadanos ante
diversas contingencias, entre las que se 2.1. Especial mención a las medidas
encuentra la protección de las personas con establecidas en España
discapacidad. Dichos sistemas han constitui-
do una malla de seguridad (safety net) para En España la Constitución de 1978 consti-
los ciudadanos que «caen» en el trascurso de tuye el pilar básico en la lucha contra la dis-
sus ciclos vitales y se encuentran frente a criminación de la población en general y de la
situaciones de precariedad, de oportunidades población discapacitada en particular al esta-
vitales que imposibilitan el desarrollo de un blecer la igualdad entre todos los ciudadanos
modo integral y participativo de los ciudada- sin distinción alguna por razón de sexo, raza,
nos que las sufren (Moreno: 2000). religión, opinión u otras circunstancias perso-
nales y sociales. La Carta Magna subraya la
Desde los años 90 se viene fraguando en
integración en el conjunto de la población por
diversos países europeos una activa implica-
parte de este sector. En su artículo 49 estable-
ción de los gobiernos en las medidas de inclu-
ce que Los poderes públicos realizarán una
sión de la población con discapacidad. La
mayoría de las acciones dirigidas hacia la ple- política de previsión, tratamiento, rehabilita-
na integración de este grupo de la población ción e integración de los disminuidos físicos,
son de carácter laboral, es decir, de promo- sensoriales y psíquicos a los que prestarán la
ción de la población activa con discapacidad atención especializada que requieran y los
en el mercado de trabajo tratando de comba- ampararán especialmente para el disfrute de
tir la discriminación laboral. los derechos que este título otorga a todos los
ciudadanos. El empleo, además, constituye
En países como Estados Unidos se han ela- un elemento integrador de primera magnitud
borado diversas medidas para prevenir la y todos los ciudadanos tienen derecho a él.
los que se les da el alta tras someterse a tra- La población con algún tipo de discapaci-
tamiento médico y que han perdido funcio- dad está constituida por 3.528.220 habitan-
nes anatómicas o funcionales de modo defi- tes, de entre los 39.247.019 con los que cuen-
nitivo disminuyendo su capacidad laboral en ta España. Es decir, el 9 % del total de la
un 33 %. Las pensiones de invalidez no con- población española padece algún tipo de dis-
tributivas requieren una minusvalía del 65 % capacidad, aunque existen profundas dife-
y van dirigidas a los trabajadores entre 18 y rencias en función de diversas variables,
65 años que no cuentan con ingresos o rentas principalmente la edad. La proporción de
suficientes en su unidad familiar permitién- mujeres discapacitadas respecto al resto de la
doles el mantenimiento de un mínimo vital. población femenina es del 10,3 %, mientras
que los varones constituyen un 7,7 % de los
Las diversas medidas adoptadas por los mismos. (Tabla 1).
diferentes niveles administrativos que confi-
guran el Estado español van dirigidas esen-
cialmente a las personas con discapacidad TABLA 1. POBLACIÓN ESPAÑOLA
que tienen un grado de minusvalía igual o TOTAL Y DISCAPACITADA
superior al 33 %. Además existen varias POR SEXOS
medidas de discriminación positiva para
fomentar la integración laboral de las perso-
nas discapacitadas en el mercado de trabajo
tanto público como privado: Reservar una
cuota del 2 % de los empleados en aquellas
empresas que superen los 50 trabajadores en
plantilla o las subvenciones por contratar a
un empleado indefinido o en plantilla que
sufra discapacidad.
Fuente: Elaboración propia a partir de Encuesta
sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud,
1999. CD-ROM, INE, Madrid. El total de la población ha
3. ANÁLISIS POR SEXOS DE LA sido elaborado a partir de los cálculos de la población
POBLACIÓN DISCAPACITADA EN nacional de derecho calculada a 15 de mayo de 1999,
EDAD DE TRABAJAR EN ESPAÑA1 por edad y sexo (INE).
bajo ha sido realizada a través de los programas infor- universo objeto de estudio ha estado constituido por
máticos Excel del paquete Micrisoft Office 2000 y PC toda la población residente en viviendas familiares y la
Axis 2001. Los mapas han sido creados a partir del pro- muestra ha constado de 217.760 personas, distribuidas
grama PX-Map 1.06 de 10 de septiembre de 2001, desa- en 70.402 hogares.
3 La población activa se refiere a la población de 16
rrollado por el Instituto de Estadística de Noruega (Sta-
tistics Norway) y Geodata AS. Los mapas temáticos utili- años y más que trabaja o que está disponible para traba-
zados son los Choropleth para datos de proporciones, jar y lleva a cabo gestiones para encontrar trabajo en la
ratios o cuotas. semana de referencia cuando se realiza la encuesta. La
2 El trabajo de campo, llevado a cabo mediante
población de 16 años o más (activa) puede estar ocupa-
entrevista personal en domicilio del entrevistado, ha da (asalariados, que trabajan por cuenta propia, emple-
sido realizado por el Instituto Nacional de Estadística. El adores, empresarios sin asalariados y trabajadores inde-
en el que la tasa por 1.000 habitantes de per- es menor, tendencia que se mantiene hasta
sonas con discapacidad es mayor se encuen- los 44 años. Desde los 50 se apuntan ligeros
tra, sin lugar a dudas, entre la población aumentos en el número de mujeres con disca-
mayor de 60 años (alrededor del 150‰). pacidad, para volver a igualarse con los varo-
nes a partir de los 60 (Gráfico 1). Las diferen-
Al mismo tiempo que se produce este cias se producen principalmente porque las
incremento continuado de la población que mujeres se discapacitan menos en términos
padece discapacidad, si consideramos la absolutos y relativos en edades tempranas y
variable sexo, las tasas masculina y femenina juveniles, aunque más cuando llegan a la
de población activa discapacitada sufren los senectud debido, sobre todo, a su mayor espe-
mismos efectos que las tasas del resto de la ranza de vida. (Colectivo IOE y CIMOP,
población, es decir, la proporción de mujeres 1998: 76).
Fuente: Elaboración propia a partir de Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud, 1999, CD-
ROM, INE, Madrid.
Fuente: Elaboración propia a partir de Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud, 1999, CD-
ROM, INE, Madrid.
Fuente: Elaboración propia a partir de Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud, 1999, CD-
Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud, 1999, CD-
ROM, INE, Madrid.
población española. Mientras que la tasa de La discapacidad ha sido la causa del cam-
irregularidad en los varones alcanzó el 19 %, bio en la relación con la actividad económica,
ascendía a 42 % para las mujeres, del total de pasando del estatus de trabajador al de inac-
los ocupados (J. Muro, J. L. Raymond, L. tivo, en el 75,38 % de los casos. Al considerar
Toharia, E. Uriel; 1988). En un estudio poste- este cambio encontramos que no existen dife-
rior se puso de manifiesto la importancia del rencias significativas en función del sexo. De
empleo sumergido para las personas con dis- éstos, el 76,02 % son varones y el 74,22 % son
capacidad (Colectivo IOÉ y CIMOP; 1998, mujeres. Los que estaban trabajando y ahora
se encuentran parados constituyen el 7,26 %,
76). El paro encubierto será analizado más
el 6,53 % representado por varones y el 8,6 %
adelante en este trabajo.
por mujeres (Tabla 4).
Los tradicionales roles sociales asignados
Podemos afirmar que la población discapaci-
a los sexos llevan a los varones a solicitar
tada mantiene comportamientos diferenciados
prestaciones en mayor medida, especialmen-
en función del sexo y que la discriminación
te ayuda económica y apoyo en el empleo para alcanza incluso a la clasificación de las mujeres
cumplir el papel de cabeza de familia. Sin en edad de trabajar como de activas o inactivas.
embargo, las mujeres se emplean más en acti- Mientras que las mujeres utilizan su capacidad
vidades no remuneradas, sobre todo en el tra- para desarrollar el trabajo doméstico, las pen-
bajo doméstico y solicitan en mayor medida siones y el empleo remunerado, los varones se
ayudas públicas alrededor de la edad de jubi- emplean haciendo valer sus beneficios y presta-
lación y en menor medida cuando se encuen- ciones derivados de su incapacidad de trabajar
tran en edad activa. (COLECTIVO IOÉ, CIMOP: 1998, 90).
Fuente: Elaboración propia a partir de Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud, 1999, CD-
ROM, INE, Madrid.
3.2. Diferencias de acceso al mercado nidad que cuenta con el mismo número de
de trabajo en función del sexo por activos que de inactivos es la Valenciana.
Comunidades Autónomas Solo existe una excepción a la mayor propor-
ción de inactivos que de activos, Cantabria
3.2.1. Varones en edad activa con
con 46 y 54 %, respectivamente. En el resto de
discapacidad
las Comunidades los inactivos superan a los
Al analizar cada Comunidad y Ciudad activos, especialmente en los casos de La Rio-
Autónoma, observamos cómo la única Comu- ja (79 y 21 %), Ceuta (76 y 24 %), Canarias (73
y 27 %), Asturias (67 y 33%), Galicia (64 y 36 trabajando es mayor que los que se encuen-
%) además de Castilla La Mancha y Andalu- tran en paro, salvo en Extremadura en don-
cía (63 y 37 % en ambos casos). de, además de incluir una baja proporción de
Fuente: Elaboración propia a partir de Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud, 1999, CD-
ROM, INE, Madrid.
3.2.2. Mujeres en edad activa con discapacidad Ciudades Autónomas tienen mujeres inacti-
vas en proporciones que superan el 70 %, a
Si consideramos a las mujeres activas dis-
capacitadas en edad de trabajar por Comuni-
4 Hay que considerar que esta Comunidad Autóno-
dades y Ciudades Autónomas y su relación
ma cuanta con altas tasas de paro registrado, baja renta
con la actividad económica, podemos obser- per cápita y cuanta con altas tasas de economía sumer-
var cómo las inactivas superan en gran medi- gida (COLECTIVO IOÉ, Extremadura, cuestión pendien-
da a las activas. Todas las Comunidades y te, Cáritas, Plasencia, 1990).
Fuente: Elaboración propia a partir de Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud, 1999, CD-
ROM, INE, Madrid.
Y, aunque las diferencias a favor de los tos de interinos en los que las mujeres con dis-
varones son menores que en los casos anterio- capacidad alcanzan el 93,3 % mientras que los
res, también existen cuando los discapacita- varones solo el 6,7 %. Y, tal y como se recogió
dos trabajan de forma fija discontinua, en más arriba, aquellos trabajadores que sin con-
prácticas o formación, eventual, estacional o trato desarrollan su actividad en la economía
de temporada. Los dos únicos casos en los que sumergida son en su mayoría mujeres (68,5 %
las mujeres superan a los hombres son contra- y 31,5 % en el caso de los varones) (Tabla 7).
Fuente: Elaboración propia a partir de Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud, 1999, CD-
ROM, INE, Madrid.
Fuente: Elaboración propia a partir de Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud, 1999, CD-
ROM, INE, Madrid.
Fuente: Elaboración propia a partir de Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud, 1999. CD-
ROM, INE, Madrid.
el 18,8 % de los casos mientras que los varones mujeres, la mayoría se incluye entre los inac-
que buscan empleo sólo lo hacen en el 2,7 % de tivos. Además, las proporciones de los activos
los casos. El trabajo de gestión lo prefieren las que se encuentran trabajando siempre son
mujeres que buscan empleo en el 13,9 % de los mayores en el caso de la población masculina.
casos mientras que los varones ni siquiera
alcanzan el 0,5 % de los que buscan empleo En este artículo hemos comprobado que
(Tabla 9). los discapacitados en edad de trabajar están
empleados en buena proporción en la econo-
mía sumergida y que esta situación afecta en
4. CONCLUSIONES mayor medida a las mujeres, que se ven
sometidas a la doble discriminación que esta-
Los países occidentales han establecido blece el mercado por ser discapacitadas y
normas y dictado leyes a lo largo de la última mujeres. La desigualdad se refleja en las pen-
década destinadas a la protección integral de siones, ellas hacen uso en mayor medida de
la población con discapacidad enfatizando las pensiones no contributivas a edades avan-
especialmente la normalización de este sector zadas mientras que acceden en menor pro-
de la población a través de políticas de empleo porción a las pensiones contributivas, sin
al constituir éste, junto con la familia, uno de mencionar el abismo a la hora de hacerse car-
los mecanismos más fuertes de integración. go de las tareas del hogar en edades a las que
podrían estar trabajando o recibiendo pensio-
En el caso de España, ha sido la Constitu- nes contributivas por haber trabajado. El
ción la que ha sentado las bases del posterior paro encubierto es otro de los enemigos que
desarrollo legislativo. Sin embargo, la inciden en la configuración del empleo de las
implantación de medidas que favorezcan la personas con discapacidad, especialmente el
igualdad necesitan un seguimiento más de las mujeres en esta situación en donde se
exhaustivo por parte de los poderes públicos encuentran las mencionadas amas de casa.
porque, tal y como afirmó recientemente el La desigualdad, anterior a las pensiones, está
Secretario General del CERMI, Antonio causada por el desigual acceso al mundo labo-
Millán Moya, se produce el incumplimiento ral que las segrega desde el principio en su
de las previsiones de la LISMI en materia de acceso al mundo del trabajo y limita su poste-
reserva legal de empleo. rior posibilidad de ser beneficiarias de pen-
siones contributivas.
Verificamos con los nuevos datos que arro-
ja la Encuesta sobre Discapacidades, Defi- Entre la población activa discapacitada
ciencias y Estados de Salud 1999 las conclu- que trabaja también aparecen profundas
siones de otras investigaciones: que en la diferencias por sexo, dependiendo de si su
población discapacitada se mantienen com- participación en el mercado de trabajo es en
portamientos diferenciados en función del el sector público o en el privado. Las propor-
sexo y que la discriminación alcanza incluso a ciones de trabajadores se inclinan desmesu-
la clasificación de las mujeres en edad de tra- radamente, en ambos sectores, a favor de los
bajar como de activas o inactivas. Las dife- varones aunque las mayores diferencias a
rentes Comunidades y Ciudades Autónomas favor de la población masculina se establecen
del mosaico español ponen de manifiesto cuando el contrato es fijo indefinido o conti-
cómo la distribución entre varones y mujeres nuo. Esta discriminación en el tipo de contra-
con discapacidad es similar en todas ellas. to supone en la vida de las mujeres discapaci-
Las brechas se abren entre los sexos en la tadas activas mayores índices de inestabili-
inclusión en las categorías de activo o inacti- dad en el empleo. Cuando se trata de contra-
vo, predominando los varones en la de activos tos de aprendizaje ni siquiera se observa la
frente a la de inactivos. En el caso de las existencia de mujeres.
RESUMEN: Mediante el esfuerzo del IMSERSO, INE y Fundación ONCE se ha llevado a cabo una macro-
encuesta de reciente publicación, la Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de
Salud, 1999. A partir de los datos obtenidos se ha analizado a lo largo del artículo la sustanti-
va dificultad a la que se ven sometidas las mujeres en edad activa con discapacidad para acce-
der al mundo laboral. Este trabajo presenta la doble discriminación a la que se ven sometidas,
la de ser discapacitadas, como cualquier otro discapacitado y la de ser mujeres. Esta aporta-
ción parte de la imagen de las mujeres discapacitadas como un recurso para sí mismas y para
el resto de la sociedad, así como de su condición de ciudadanas de pleno derecho.
N
limitaciones de diferentes tipos, sociales4 ,
uestra forma de relacionarnos con económicas y culturales, que relacionadas de
las personas discapacitadas está un modo holístico, inciden claramente en la
influida, en la mayoría de los casos, posición más desfavorecida de los discapaci-
a través de experiencias basadas en las con- tados en la sociedad, comparándose en algu-
notaciones que le imprimimos a la definición nos casos con otros colectivos que sistemáti-
de discapacidad. Las personas discapacita- camente a lo largo de la historia han sido
das han sido receptoras de una cantidad de excluidos socialmente5.
respuestas discriminantes por parte de la
Las discapacidades genéricamente se han
sociedad, ya que según autores como Barnes,
definido en las relaciones de poder, margina-
Len, Shakespeare o Hahn se «impone una ción y dependencia. Estas condiciones de
presunción de inferioridad biológica o fisioló- marginación y dependencia, según diferentes
gica a las personas discapacitadas»1. perspectivas, coinciden en afirmar que los
discapacitados necesitan ayudas especiales
La incapacidad también está entendida
para poder integrarse de un forma normal en
dentro de las categorías sociales y políticas, e
la sociedad, y al recibir estas ayudas se con-
implica la práctica de una regulación, como vierten a su vez en dependientes, ya que de
otra forma quedarían siempre excluidas al no
* Departamento de Sociología. Universidad de Gra- poder realizar determinadas funciones, por lo
nada. tanto, partiendo de esta visión y adoptando
1 HAHN, H, 1986 «Public support for rehabilitation
una posición ecléctica, llegamos a la conclu-
programs: the analysis of US Disability policy» en Disa-
bility, Handicap & Society.
2 OLIVER, 1989 Disability and Dependency: A Crea-
tion of Industrial Societies en Barton, L. (Ed) Disability 4 OLIVER, 1990 The politics of disablement. Basings-
sión de que las personas con discapacidades como el que propone Montoro relacionado con
siempre serán dependientes en sociedades el cuidado institucional de las personas invá-
occidentales, o de otra forma quedarán rele- lidas12.
gadas a posiciones marginales, con lo cual,
nunca podrán superar los obstáculos arqui- Esta etiqueta no diferenciadora supone
una batalla cuyo punto de partida estaría en
tectónicos, sociales, económicos y culturales
conseguir la búsqueda de una meta basada en
que existen en la sociedad.
la justicia social, cuestionando las definicio-
Apple6 destaca que bajo ningún pretexto nes que los aíslan o los marginan, reempla-
podemos relegar a las personas con discapaci- zándolas por otras que generen solidaridad y
dades de la sociedad, ya que de esta forma dignidad, «la insuficiencia física o psíquica es
correríamos el peligro de perder la memoria la barrera para la capacitación y la posibili-
colectiva, por lo que las cuestiones como dad de elección» según Morris13. La relación
poder, justicia, igualdad, ciudadanía y demo- entre discapacidad y el bienestar es una cons-
cracia participativa quedarían en papel moja- tante en la búsqueda del correcto equilibrio
do para hacer frente a la discapacitación. Oli- que se debe mantener para aplicar la distri-
ver7 y Shakespeare8, aportan la idea de soli- bución de recursos. Bajo esta perspectiva,
daridad colectiva, a lo que Young 9 afirma Stein destaca que existe la duda entre hacer a
que: «hay igualdad entre los grupos sociales y las personas tan felices como sea posible y
culturalmente diferenciados, que se respetan conservar la felicidad de aquellos que son ya
mutuamente y se afirman los unos a los otros felices. Ante esta duda, la verdadera concep-
en sus diferencias». El concepto de invalidez ción del utilitarismo radica en la primera, es
como identidad está asumido en muchos decir en hacer a las personas tan felices como
casos como un factor negativo,la búsqueda y sea posible más que la segunda 14.
la lucha contra esta concepción va invirtién- Obviamente, la discriminación en sentido
dose en su percepción, constituyéndose cada amplio, no sólo abarca las esferas de la socie-
vez más como una identidad cultural positi- dad, tanto las individuales como las colecti-
va10. vas, sino que también se tiene la creencia de
que la discriminación, en cierto sentido, acce-
La lucha de los discapacitados se sitúa en
de a todos los ámbitos de la vida.
contra de la discriminación, el prejuicio se
materializa de diferentes formas, tanto indi- Según Morris 15 : «nuestra meta es una
viduales como institucionales11. Entre los sociedad que reconozca nuestros derechos y
servicios institucionales, existen estudios valores como ciudadanos iguales, no una
sociedad que se limite a tratarnos como
receptores de la buena voluntad de otras per-
6
APPLE, 1993 What postmodernist forget: cultural
capital and official Knowledge. En Currículo Studies V.1.
7 OLIVER 1990 The politics of disablement. Basings-
12 MONTORO RODRÍGUEZ, JULIAN. «Factores que deter-
toke, Macmillan.
8 SHAKESPEARE, T., 1993 «Disable people´s self orga- minan la Calidad del Cuidado Institucional por las per-
nization: a new social movement? En Disability, Handi- sonas mayores y/o inválidas. Revista de Sociología,
cap & Society. 1999, 57: 89-112.
9 YOUNG, I., 1990 : Justice and the politics of Dife- 13 MORRIS , 1993 Comunity Care or Independing
rence. New Jersey, Princeton University Press. Living. York, Joseph Rowntree Foundation.
10 LAWSON, JOHN. «La invalidez como una Identidad 14 STEIN, MARK S. «Utilitarismo y el Inválido: la Distri-
Cultural». Estudios Internacionales en Sociología de bución de la Vida» Teoría Social y la Práctica, 2001, 27,
Educación, 2001, 11, 3: 203-221. 4, Oct: 561-578.
11 SHAKESPEARE, 1993. Disable people’s self organiza- 15 MORRIS , J., 1992 «Personal and political: a feminist
tion: a new movement? En Disability, Handicap and perspective on researching physical disability» Disability,
Society. Handicap and Society, Vol. 7, Nº2.
16 TOOLEY, 1983: Abortion and Infanticide. New towads changinig the relations of research production»,
York. Oxford University Press. Disability, Handicap and Society. Vol. 7 nº2.
20 MARTHA C. NUSSBAUM y A. SEN «Calidad de vida». 23 ESPINO BRAVO M. Amor «La familia del discapaci-
Méjico. Fondo de Cultura económica. 1996. tado psíquico adulto: situación, recursos y necesidades»
21 STEIN, MARK S. «Utilitarismo y el Inválido: la Distri-
Univ. de Valencia, 2000.
bución de Recursos». Bioethics, 2002, 16,1 Feb. Pág. 1- 24 PARRA D USSAN, CARLOS ALBERTO: «La protección
los temas que se abordan bajo este aspecto La teoría funcionalista ha estado unida a
temático. Entre los más importantes pode- través del uso de conceptos como función o
mos encontrar los estudios sobre la teoría de funcionalidad, que son generalmente asocia-
la «opresión social» de la discapacidad por dos a los trabajos de Talcott Parsons en la
Bury25, en ella se describe cómo los discapaci- sociología moderna. Hay una larga tradición
tados no sólo son relegados de la marginación de la explicación del funcionalismo en el estu-
social, sino también de la teoría sociológica, dio de diferentes sociedades. E. Durkheim
como destaca Arthur Frank26. Esta discrimi- (1858-1917) es el autor clásico que más acer-
nación no está entendida claramente ya que ca los conceptos de funcionalismo desde pers-
no existen muchos estudios sociológicos sobre pectivas análogas a la biología, ya que a tra-
los disminuidos, pero se entiende que muchos vés de la biología explica la sociedad como un
sociólogos no tratan el tema de la discapaci- todo orgánico, donde cada uno de sus actores
dad por considerarlo presociológico, enten- o trabajadores forma una parte constituyente
diendo la discapacidad sólo cuando la medici- para mantener a los otros, solo así, las partes
na la haya diagnosticado, estableciendo si del cuerpo que trabajan mantienen el resto
una persona es discapacitada o si no lo es, por del cuerpo que no lo hace, ésta es la idea bási-
lo cual nos situamos en las fronteras de los ca del concepto de solidaridad orgánica.
estudios sociológicos para adentrarnos en el
Durkheim27 establece una distinción fun-
campo de la psicología social. Pero, por otro
damental entre las sociedades no industria-
lado, muchos consideran que la discapacidad
les o preindustriales, en las primeras, la inte-
y su tratamiento en la sociedad necesita un
gración social se caracteriza por asentarse en
espacio social propio, ámbito en el cual la
la similitud de funciones existentes entre la
sociología tiene una función concreta. Aun-
división social de la mano de obra y la solida-
que bien es cierto que en estos momentos los ridad «mecánica». Después de la industriali-
estudios sociológicos sobre la discapacidad zación, se vislumbra una creciente separa-
son bastante limitados. ción y distinción del individuo con respecto al
grupo, a medida que la división de la mano de
Para definir el término discapacidad
obra se especializa y se individualiza progre-
hemos de recurrir a los paradigmas que sus-
sivamente. Una sociedad justa es aquella que
tentan las distintas teoría que nos acercarán
cuenta con estrechos lazos de solidaridad
al funcionalismo biológico o al interaccionis-
«orgánica». La sociedad reconoce la diversi-
mo social, pudiendo en último término llegar
dad, sin embargo no hay indicios de que esto
a una simbiosis de ambos, donde la comple-
se extienda a la incorporación de la sociedad a
mentariedad sea el punto neurálgico que
quienes no pueden trabajar.
daría forma a su concepción total.
Siguiendo las teorías expresadas por Dur-
kheim, no es de extrañar que Topliss28, desde
2.1. Teoría funcionalista una perspectiva funcionalista, proponga el
siguiente argumento sobre lo inevitable de la
«Sólo aquellos que puedan moverse libre- discriminación de las personas discapacitadas:
mente están verdaderamente integrados en la
vida social y económica» « ... el tipo o grado particular de insuficien-
cia que incapacita a una persona para la ple-
and Social Control. Englewoods Cliffs, New Yersey, Pren- dad y Sociedad.
38
tice-Hall. BARNES, 1991: Disable People in Britain and Dis-
34 G OFFMAN, E. (1963) Trad. Cast.: Estigma, la identi- crimination: A Case for Anti-Discrimination. Legislation.
dad deteriorada. Buenos Aires. Amorrortu, 1992. Londres, Hurst and Co.
cias, Discapacidades y Minusvalías» IMSERSO, 1997, de la enfermedad: Probando el quién del modelo de la
pág. 41. Clasificación Internacional de Discapacidades. Sociolo-
42 Op. cit. Pág. 42.
gía y Medicina, 2001, 53, 10, Nov: 1261-1273.
– Retraso mental
– Otros trastornos mentales Deficiencias auditivas
– De los órganos internos y de la piel
Comprende distintos grados de hipoacu-
– Mixtas
sia: leve, media, severa, profunda y sordera.
– Otras Se recoge también la sordomudez y otros
trastornos del órgano de la audición.
Entre las más importantes están las ayu- regula la relación laboral de carácter
das o las leyes que promueven las principales especial de los minusválidos que traba-
orientaciones hacia el empleo de las personas jen en los centros especiales de empleo.
con discapacidad:
5. Real Decreto 4/1999, de 8 de enero, por A través del trabajo realizado en pos de la
el que se modifica el articulo 7 del Real integración total, la Comisión propuso el año
Decreto 1451/1983, de 11 de mayo, que 2003 «Año Europeo de los Ciudadanos Disca-
regula el empleo selectivo y las medidas pacitados», para fomentar y facilitar nuevas
de fomento del empleo. estrategias en las políticas, con el fin de acer-
car los problemas y plantear la discapacidad.
6. Real Decreto 1368/1985, de 17 de julio,
por el que se regula la relación laboral La discapacidad no es un tema que afecte a
de carácter especial de los minusváli- unos pocos ciudadanos, ya que se estima que
dos que trabajan en los centros especia- en Europa, alrededor del 10% de la población
les de empleo. (unos 37 millones de personas) sufren algún
tipo de discapacidad.
7. Real Decreto 427/1999, de 12 de marzo
por el que se modifica el Real Decreto Estas barreras, con las cuales se ha de
1368/85, de 17 de julio, por el que se luchar para lograr una verdadera unión, no
sólo aparecen de forma abierta, sino que en la nas con discapacidad», El Desafío
mayoría de los casos, se ven ocultas y tapa- Común57.
das, por lo que no se aprecian a simple vista,
hecho por el cual se está trabajando en la – 1999. 17 de junio, el Consejo bajo la pre-
Unión Europea por descubrir cuáles y de qué sidencia alemana aplica la resolución
tipo son las discriminaciones con las que nos relativa a la igualdad de oportunidades
encontramos al principio del año 2003. laborales de las personas con minusva-
lías.
Entre las principales manifestaciones
hacia la búsqueda de las barreras que obsta- – 2000. Comunicación de la Comisión,
culizan el pleno desarrollo de los discapacita- aprobada el 4 de febrero del 2000.
dos hallamos diferentes tipos, como son: «Estrategias para la creación de empleo
manifiestas, encubiertas, severas, leves, sin- de la sociedad de la información»58, se
gulares o múltiples, crónicas o intermitentes. propugna el uso de equipos informáticos
de fácil utilización.
Entre los diferentes tipos de barreras,
podemos distinguir las siguientes: Diferentes programas para promover la
igualdad y eliminar la discapacidad:
– Barreras estructurales. Estas barreras
suponen la principal causa de exclusión, – FSE. Periodo de 1994-1999. Ayuda finan-
ya que podemos observar como existe: ciera de las personas con discapacidad.
falta de medios asequibles, educación y Acciones: Subsidios salariales para favo-
formación, que en muchos casos se agra- recer la adquisición de experiencia, pro-
va de forma alarmante si incluimos la gramas de iniciación a la vida profesio-
discriminación de la mujer a las posibles nal, empleo protegido temporal, empleo
deficiencias que posea, sufriendo en algu- por cuenta propia, creación de cooperati-
nos casos una doble exclusión social. vas para personas que sufran de discapa-
cidad mental o física grave. En el periodo
– La Comisión adoptó una comunicación 2000-2006, se dará apoyo a todos los cam-
titulada «Igualdad de oportunidades de pos relacionados con la capacidad de
las personas con minusvalías», una nue- inserción profesional y la igualdad de
va estrategia comunitaria en materia de oportunidades para todos.
minusvalía 5 5 , en la Resolución de
diciembre de 199656. – EMPLEO. Ayuda a las personas que se
encuentran o experimentan dificultades
Nuevas iniciativas en torno a promover la especiales a la hora de mantener o
igualdad de oportunidades: encontrar un trabajo. El programa
EMPLEO es uno de los capítulos del
– 1997. Estrategias europeas a favor del programa HORIZON. Que sirve de apo-
empleo, actuaciones encaminadas a yo a personas con discapacidad, con
mejorar las perspectivas detrabajo y las trastornos físicos, mentales o parálisis
calificaciones de las personas con disca- celebrar. Gracias a ellos se llevaron a
pacidad, entorno a la inserción profesio- cabo las siguientes acciones:
nal.
• 1998. Consejo europeo en Viena, «com-
– 1998. Documento de la Comisión «Ele- pendio sobre buenas prácticas de inte-
var los niveles de empleo de las perso-
– Velar porque las oficinas sean accesibles Dentro de las principales resoluciones que
para empleados y ciudadanos, así como desde Naciones Unidas se han dictaminado
publicar listas de lugares de acceso pú- destacan las siguientes:
blico.
– Resolución de las NacionesUnidas:
3. Información y comunicación «Normas estándar de las personas con
minusvalía» (1993), útiles para desen-
– Internet como instrumento para ofrecer
volverse en un ámbito social, ocupar un
acceso a una gran información de forma
empleo, etc... depende tanto de la dispo-
rápida y económica.
sición de la sociedad a aceptar personas
4. Integración a las escuelas europeas con sus diferencias, así como las limita-
ciones funcionales que permiten recono-
– Integración de los niños con discapaci- cer a una persona como discapacitada.
dad en escuelas ordinarias63.
– Resolución 37/52, de 3 de diciembre de
– Coordinación de servicios, con la crea- 1982. Programa de acción mundial para
ción de: las personas con discapacidad.
En España existe poca información acerca Esta confección del número de discapacita-
del número de discapacitados; entre estas dos se ha efectuado en torno a la Clasificación
pocas fuentes se encuentra la Encuesta de Internacional de Discapacitados (CID) pro-
Discapacitados, Deficientes y Estado de la puesta por la OMS.
Fuente: Encuesta de Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud 1999. Fuente: Instituto Nacional de Estadística.
– Los tramos que comprenden aquellas En cuanto a la distribución por sexo, pode-
personas de más de 45 años, engloban el mos observar cómo las mujeres padecen
81,9% del total de la población con dis- mayores porcentajes de minusvalías, que se
debe, entre otros factores a la mayor longevi-
capacidades.
dad de la mujer, que provocan un mayor dete-
Como consecuencia de estos datos pode- rioro del cuerpo y un mayor número de defi-
mos comprobar cómo la edad influye en el ciencias y discapacidades.
ciencias. Por lo que hay que destacar que la hace incluirse, en muchos casos, en una doble
mujer se sitúa en un plano de dificultad supe- discriminación, debido en primer lugar al
rior al hombre, tanto en el tema de la disca- género y en segundo al relacionado con las
pacidad, como en la variante género, que les mujeres discapacitadas con minusvalías.
Fuente: Encuesta de Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud 1999. Fuente: Instituto Nacional de Estadísti-
ca.
Como podemos observar en la tabla nº 3, la los tramos de edad, que el número de defi-
distribución por sexo es desfavorable clara- cientes por visión y audición son casi constan-
mente hacia la mujer, a excepción de los tra- tes tanto en hombres como en mujeres, en
mos de edad que abarcan desde los 6 hasta los todos los tramos de edades.
44 años, por lo cual, podemos ver cómo en las
edades más jóvenes, son los hombres los que Una especial mención hace referencia al
padecen el mayor número de minusvalías, ya incremento de deficiencias múltiples que se
que a partir de los cuarenta y cuatro años van incrementando con los años, por lo cual,
hasta el final de la vida, tanto en los hombres uno de los mayores problemas con los que se
como en las mujeres, se produce un cambio en encuentra la tercera edad, se traduce en la
la distribución por sexo del número de dismi- acumulación de problemas que se generan
nuidos, atribuyéndose esta consecuencia, con el paso de los años.
como ya hemos indicado anteriormente, a los
factores de mayor longevidad de la mujer, con En cuanto a la distribución de las discapa-
lo que se agravan tanto el número de dismi- cidades por grupos y grupos de edad, pode-
nuidos físicos, como el número de enfermeda- mos apreciar en la tabla nº 4, que el tipo de
des crónicas. discapacidad que más obstaculiza el desarro-
llo de los discapacitados se produce en los
En cuanto a la distribución por tipo de desplazamientos fuera del hogar.
enfermedad, según la encuesta del Instituto
Nacional de Estadística, conforme a la Clasi- Este tipo de discapacidad es el que más
ficación Internacional de Deficiencias (CIE) destaca entre los disminuidos, puesto que la
de la OMS, podemos apreciar cómo en la dependencia de la movilidad fuera del hogar,
siguiente tabla se muestran los datos de las provocada por diferentes tipos de barreras;
deficiencias más comunes desglosadas por como son las estructurales y el acceso de
enfermedades o deficiencias específicas. información 65, es la más limitadora puesto
que produce mayores cuotas de marginación
Entre las principales características rela-
cionadas con el tipo de deficiencia y grupos de
edad, podemos observar que la tónica general 65 Barrera que se está disminuyendo por el incre-
del tipo de deficiencia más común entre la mento de las nuevas tecnologías, específicamente en el
población española se sitúa en torno a las uso de Internet, que ofrece un amplio abanico de infor-
deficiencias sensoriales, destacando en todos mación de una manera rápida y económica.
Como podemos apreciar, las diferencias en Como conclusión podemos ver cómo las dis-
torno a hombre / mujer, se circunscriben a capacidades se relacionan, en muchos casos,
diferentes tipos de discapacidades según los con el papel que la persona realiza durante
roles establecidos socialmente. Esta caracte- toda su vida, destacando los roles clásicos de
rística la podemos apreciar en los mayores hombre y mujer a lo largo de la historia en
porcentajes de deficiencias que sufren los España, con lo cual podemos presuponer que-
hombres en torno a los problemas de comuni- históricamente el tipo de deficiencias, así
cación y de relación con otras personas, carac- como su distribución entre sexos puede variar
terizado socialmente por el papel del hombre por muchos factores, entre los que se apre-
trabajador con poca comunicación, en cam- cian, la mayor incorporación al mercado de
bio, en cuanto a la distribución porcentual de trabajo de la mujer, y a una educación menos
las mujeres, vemos cómo los mayores proble- sexista entre el sexo masculino, lo que provo-
mas se sitúan en torno a desplazarse y reali- cará que la distribución por discapacidades en
zar tareas del hogar, puesto que el papel de la España varíe según se desarrollen los roles
mujer ha estado más unido al trabajo dentro hombre / mujer en la sociedad.
del hogar, para lo cual sienten más discapaci-
dad al poseer menos movilidad y al verse más
impedidas para realizar el trabajo que tradi- 6. LA PROTECCIÓN ECONÓMICA DE
cionalmente han efectuado a lo largo de su LOS DISCAPACITADOS; SU
vida. EVOLUCIÓN Y ESTADO ACTUAL
que se modifica el Real Decreto 357/1991, de 15 de Sobre Discapacidad dependen del Ministerio de Traba-
marzo, en cuanto a comprobación de requisitos , para el jo y Asuntos Sociales, El Instituto de Migraciones y Servi-
derecho de la Pensión No Contributiva del Sistema de cios Sociales, la Universidad de Salamanca y el Instituto
Seguridad Social (BOE del 18 de febrero). Universitario de Integración en la Comunidad.
Como podemos observar en la tabla 1, el Ceuta (34,76%) o Murcia (42,88%) que ocu-
número de discapacitados que en España pan los últimos lugares.
actualmente obtienen una pensión no contri-
butiva asciende a 206.686 personas, de las Para ser beneficiario de las pensiones no
cuales 18.033 se han incorporado en el año contributivas se ha de disponer de residencia
anterior. legal en España y cumplir los siguientes
requisitos:
De la totalidad de solicitudes presenta-
das en el año 2001 –cuyo número asciende a – Carecer de ingresos suficientes70.
34.311– se han aprobado 18.033 solicitu-
– Requisitos específicos propios de la pen-
des, lo que nos muestra que una de cada dos
sión no contributiva de Invalidez:
solicitudes presentadas a trámite es conce-
dida. • Edad: tener entre dieciocho años y
menos de sesenta y cinco.
Desglosando los datos por Comunidades
• Residencia: Residir en el territorio
Autónomas observamos que las solicitudes
español, o haberlo hecho durante los
tanto presentadas como aceptadas se distri-
últimos cinco años.
buyen de forma desigual, puesto que cada
Comunidad tiene un número de habitantes • Poseer una minusvalía/discapacidad
concreto que conforma su población, en la superior al 65%.
tabla vemos que es la Comunidad andaluza la Respecto al número total de pensiones no
que se destaca, (8.365 presentadas y 3.671 contributivas concedidas por Comunidades,
aprobadas) por encima de las demás en el sobresalen Andalucía (47.388), Cataluña
número de solicitudes presentadas y concedi- (25.409) y Galicia (21.639) como mayores per-
das, aunque no en el porcentaje (43,71%); ceptoras de la totalidad de pensiones, supe-
sobresaliendo Cataluña, la Comunidad riores a las otorgadas en La Rioja (926) y Ceu-
Valenciana y Canarias junto con Andalucía ta (936).
como las provincias que mayor número de
solicitudes recibieron, frente a Navarra o La Y por último es preciso señalar que el
Rioja que son las provincias en las se que pre- importe obtenido por cada perceptor al año se
sentaron un menor número de solicitudes. sitúa en torno a 3.609,42 ? anuales, destacan-
do algunas Comunidades como Navarra
En cuanto al reconocimiento de solicitudes (3.264,20 ? ) o el País Vasco (3.517,29 ? ) por
concedidas, todas rondan la media española debajo de la media nacional. En cambio,
(50,27%), pero observamos que Comunidades observamos determinadas comunidades
como Castilla y León (63,66%) de solicitudes como Castilla y León (3.789,88 ? ) y Extrema-
concedidas, La Rioja (63,57%) y Navarra dura (3.788,14 ? ) por encima de la media
(77,4%) se sitúan a la cabeza, por encima de nacional.
Como podemos observar en la tabla nº 10, Las distribución porcentual de las diferen-
las mujeres perceptoras de pensiones no con- tes deficiencias en el sexo masculino se acu-
tributivas, siempre superan a los hombres, mula en la mayoría de los casos en las defi-
tanto si se trata del tramo de edad, mayor o ciencias relacionadas con las físicas (45%) y
menor de 65 años, circunstancia que se expli- las psíquicas (43%), que ocupan casi la totali-
ca por la mayor esperanza de vida en las dad de las deficiencias, quedando sólo las sen-
mujeres, y por la calidad de vida para el sexo soriales (5%) y las que ocupan el apartado
femenino, que decrece inversamente propor- otras (7%).
cional a la edad.
En esta tabla destaca una diferencia muy caso también el total de mujeres que reciben
notable entre los hombres solteros menores pensión por discapacidad es superior al
de 65 años que perciben pensión y la dismi- número de hombres.
nución de los casados en el mismo tramo de Concluyendo en términos porcentuales,
edad que también la reciben, circunstancia según estado civil, tanto de hombres como
que se constata porque el número de hombres mujeres, podemos apreciar como casi la tota-
discapacitados que contraen matrimonio es lidad de los que reciben pensiones no contri-
bastante escaso, contrariamente ocurre con butivas son solteros/as (49%) seguidos de los
las mujeres discapacitadas, que aumenta en casados/as (41%), mientras que los estados
ambos casos el número de perceptoras de civiles que son menos preponderantes son los
pensiones no contributivas, por invalidez, ya separados/as (5%), divorciados/as (3%) y viu-
sean mayores o menores de 65 años. En este dos/as (2%).
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Pág. 116). Vol. 7 nº2.
D
da, y algunos desastres naturales u otro tipo
e acuerdo con las últimas estadísti-
de desastres.
cas, hay alrededor de 500 millones
de personas con discapacidad en En todo caso, puede señalarse que el 80% de
todo el mundo, lo que supone aproximada- la población con discapacidad vive en áreas
mente un 10% de la población1. Las dos terce- rurales alejadas, lo que dificulta el acceso a los
ras partes viven en países en desarrollo. Y los recursos necesarios. Y en otros, la discapaci-
datos de Naciones Unidas confirman que en dad plantea problemas sociales difíciles de
algunos de esos países, el 20% de la población superar en algunas sociedades. Todo ello lleva
general puede considerarse, en algún senti- a confirmar que en muchos casos, las personas
do, discapacitada. Si se considera el impacto con discapacidades viven en situaciones de
en las familias, podría decirse que el 50% de soledad e inseguridad, lo que dificulta no sólo
la población en las áreas señaladas, está la integración social sino su plena participa-
afectada2. ción en todas las esferas de la vida3.
Los datos han ido incrementando, no sólo La situación reclama en todo caso una res-
por el incremento de la población mundial, puesta institucional, que ha llevado a Nacio-
sino porque en algunos casos, han aumentado nes Unidas a desarrollar programas en apoyo
de las personas con discapacidad, y favorecer
los factores causantes de la discapacidad,
su plena participación en la vida social. Dicho
como consecuencia entre otras cosas, de la
proceso, sin embargo, no parece suficiente. Y
guerra en diferentes lugares y otras formas
ello ha motivado, por iniciativa de los Estados
de violencia, falta de atención médica adecua-
Miembros, la creación de un Comité ad hoc en
el seno de la Tercera Comisión de la Asam-
blea General, para debatir sobre la posible
* Consejera de Asuntos Sociales en la Misión
Permanente de España ante Naciones Unidas.
elaboración de un instrumento juródico, que
1 Cfr. Sobre el particular, la publicación de Naciones garantice el pleno ejercicio de los derechos
Unidas, Human Rights and Persons, Ref. E/92.XIV.4.
2 Sobre los datos, cfr. El Programa mundial de Acción
mundo académico, reuniones gubernamenta- teniendo en cuenta que los cinco primeros
les de distinta índole16. Quizá el objetivo con- años habían generado algunos avances, pero
seguido fue una mayor conciencia entre la no todos los esperados.
opinión pública, gobiernos y sociedad civil,
acerca de las necesidades y dificultades de las En 1989, fueron publicadas las Orientacio-
personas con discapacidad. nes de Tallín para el desarrollo de recursos
humanos en materia de discapacidad, que
Como consecuencia, y para asegurar que proponen, entre otras cosas, el reconocimien-
las medidas y propuestas del Año Internacio- to de las personas con discapacidad como
nal pudieran ser llevadas a la práctica, la agentes más que como dependientes. El texto
Asamblea General adoptó, en diciembre de sugiere que la formación incluye la indepen-
1982, el Programa Mundial de Acción para dencia para la vida y la integración total en la
las personas con discapacidad17 y proclamó el sociedad19.
Decenio de Naciones Unidas para las perso-
En 1991, el mismo año de la presentación
nas con discapacidad (1983-1992)18.
del informe final al que me he referido ante-
La Subcomisión sobre prevención de la dis- riormente, por parte del relator especial Des-
criminación, y protección de las minorías pouy, la Asamblea General adoptó los Princi-
incluyó a las personas con discapacidad en pios para la protección de personas con enfer-
las intervenciones en materia de derechos medades mentales y la mejora del cuidado
humanos, desde el inicio. En 1984, el argenti- médico en estos casos. Dicho texto20 incluye
no Leandro Despouy fue nombrado relator 25 principios que definen los derechos huma-
especial para analizar las conexiones entre nos y las libertades fundamentales.
las violaciones de derechos humanos, las vio-
Al concluir el decenio, en 1992, la Asam-
laciones de libertades fundamentales y la dis-
blea General declaró el 3 de diciembre como
capacidad. Cada dos años, presentó sus infor-
Día internacional de las personas con disca-
mes sobre el particular, difundiendo el infor-
pacidad 21, y el Consejo económico y social
me final en 1991, antes de terminar el dece-
endosó la proclamación de la década de las
nio, con la propuesta de nombrar a un defen-
personas con discapacidad en Asia y Pacífico
sor (Ombudsman) de las personas con disca-
(1993-2002).
pacidad.
Un año después, en diciembre de 1993, la
En ese mismo período, en 1987, a mitad
Asamblea General adoptó las Normas Uni-
del decenio, tuvo lugar una reunión de exper-
formes para la igualdad de oportunidades
tos en Estocolmo, que recomendó la conside-
para personas con discapacidad22 que fueron
ración de los derechos de las personas con dis-
un intrumento clave para la elaboración de
capacidad, también después del decenio,
políticas en materia de discapacidad.
Además el artículo 7 del mismo texto decla- La Convención sobre los Derechos del Niño
ra la igualdad ante la ley sin ninguna discri- contiene en su artículo 23 una mencion explí-
cita a los niños con discapacidad, que recono- en su primer artículo el reconocimiento de los
ce para estos niños el ejercicio de una vida derechos en igualdad de condiciones.
plena, en condiciones que aseguren su digni-
dad, su seguridad y su participación en la Posteriormente, en 1975, la Declaración
vida de la sociedad. sobre los Derechos de las personas con disca-
pacidad contiene una definición de las perso-
Asimismo, el artículo 23 reconoce en su nas con discapacidad, como aquellas que no
segundo párrafo, el derecho a los cuidados pueden asegurarse por sí mismas las necesi-
necesarios, así como la asistencia necesaria; y dades de la vida social31. Esta definición ha
el párrafo tercero se refiere al acceso de los servido de base para muchos de los trabajos
niños a los derechos básicos como educación, posteriores, especialmente para los debates
formación, salud, servicios de rehabilitación, que sobre el particular se han llevado a cabo
así como actividades recreativas. en el marco de la Organización Mundial de la
Salud.
Ello requiere tambien la cooperación inter-
nacional, a la que se refiere el último párrafo El Programa de Acción, aprobado en 1982,
del artículo 23 en el mismo texto legal. no puede considerarse un texto de naturaleza
jurídica, pero sus propuestas de actividades
Por último, en el marco de los instrumen- han sido el presupuesto de trabajo de norma-
tos generales de derechos humanos, la Con- tivas aprobadas a nivel estatal, y, en otros
vención Internacional sobre la eliminación casos, regionales. Lo mismo puede decirse de
de todas las formas de discriminación racial las orientaciones de Tallin (1989) y de los
contiene también una cláusula general de no principios para la protección de las personas
discriminación, que fue desarrollada poste- con enfermedades mentales y para la aplica-
riormente en la Recomendación XXV del ción de su cuidado médico mental (1991), que
Comité respectivo, de modo que quede podrían calificarse como estandares para la
cubierta en la cláusula genérica no sólo la no protección de los derechos y libertades de las
discriminación por pertenencia a minoría o personas con discapacidad.
grupo étnico, sino también por criterio de
género y por analogía, también por discapa- Como ya se ha señalado, es diferente el
cidad30. caso de las Normas Uniformes (1993) que, en
la mayoría de los casos, se han considerado
Estos instrumentos de derechos humanos como normas internacionales de carácter
han sido el marco genérico para garantizar la consuetudinario.
no discriminación en ningún caso. Y a dicha
fórmula hay que añadir los instrumentos De hecho, las Normas Uniformes estable-
específicos en materia de discapacidad, algu- cen en primer lugar, las condiciones necesa-
nos de los cuales ya han sido mencionados en rias para asegurar la igual participación de
el epígrafe anterior. las personas con discapacidad. Y en esas con-
diciones se incluye el cuidado médico, la reha-
Aun a riesgo de resultar repetitivo, entien- bilitación, los servicios de apoyo y la sensibili-
do necesario mencionarlo en esta aproxima- zación.
ción a los instrumentos existentes.
El primer texto remite a 1971: la Declara- 31 El texto original en inglés, señala en el párrafo
ción sobre los derechos de las personas con
operative n. 1: The term «disable person» means any per-
retraso mental, que señala explícitamente, son unable to ensure by himself or herself, wholly or
partly, the necessities of a/normal individual and/or social
life, as a result of deficiency, either congenital on not in
30 Ibidem, p. 11. his or her physical or mental capabilities
A esto, las normas añaden objetivos con- la participación de la sociedad civil y organi-
cretos para asegurar dicha participación, así zaciones no gubernamentales en el proceso,
como la aplicación de las medidas, y los meca- etc. Como consecuencia, la decisión final fue
nismos de seguimiento. que la Mesa del Comité debería proponer una
relación de temas a tratar en la próxima reu-
La importancia de las normas no se debe nión del Comité, así como solicitar a los Esta-
sólo al vacío cubierto en materia de normati- dos propuestas para enriquecer el debate.
va, sino también al hecho de que otras agen-
cias y entidades de Naciones Unidas han asu- Al margen de las dificultades generadas
mido en sus trabajos la referencia a las perso- en este proceso, que no han sido pocas, hay
nas con discapacidad. Es el caso, entre otros, que señalar que la reunión de mayo de 2003
de UNICEF, de la Oficina del Alto Comisio- promete solventar algunas de las cuestiones
nado para los refugiados, o del Centro de básicas.
Naciones Unidas sobre asentamientos huma-
nos32. En todo caso, cabe adelantar lo siguiente.
Hay un acuerdo generalizado sobre la necesi-
Sobre este panorama normativo, se inicia dad de elaborar un instrumento que garanti-
el proceso de debate sobre la posible elabora- ce la plena participación de las personas con
ción de un instrumento jurídico que garantice discapacidad en todos los sectores de la acti-
los derechos y libertades de las personas con vidad social.
discapacidad.
Respecto a la naturaleza jurídica del ins-
trumento a elaborar, no hay todavía un
La posible elaboración de un acuerdo. En algunos casos, se señala que ten-
instrumento jurídico dría que ser un instrumento mixto, con ele-
mentos de derechos humanos, y con elemen-
La propuesta ha planteado un debate fun- tos de integración social. De ese modo, se evi-
damentalmente sobre dos elementos. El pri- taría la discusión sobre la necesidad o no de
mero, qué tipo de instrumento jurídico sería un instrumento jurídico para un sector de
más efectivo. El segundo, entre otras cosas, personas en la sociedad, que debilitaría la
cuestiona cómo se resolverían los interrogan- universalidad de los derechos por una parte,
tes sobre personas incluidas en el instrumen- y los demás instrumentos de derechos huma-
to, tipo de obligaciones para los Estados, así nos, por otra.
como los modos de seguimiento del cumpli-
miento del instrumento. Sin embargo, la elaboración de un instru-
mento mixto no parece que tenga anteceden-
Ambos pilares están sin resolver. tes en el sistema de Naciones Unidas, lo que
dificulta de un modo claro el proceso.
La primera reunión del Comité ad hoc
tuvo lugar en el mes de agosto de 2002; y la Esta indefinición respecto al tipo de ins-
segunda está prevista en mayo de 2003. trumento dificulta también la calificación de
su naturaleza jurídica, sobre la que el debate
En la primera reunion, las discusiones
está pendiente.
estuvieron centradas casi de modo absoluto en
los temas de organización y procedimiento. Es En segundo lugar, y una vez resuelto el
necesario establecer los elementos de la agen- tipo de instrumento que haría falta, hay que
da, el tipo de debate que se va a llevar a cabo, referirse al contenido de dicho instrumento.
RESUMEN: La integración de las personas con discapacidad en todos los sectores de actividad de la socie-
dad es una de las aspiraciones más plausibles de los últimos años. La necesidad de establecer
políticas y programas específicos para que las personas con discapacidad disfruten de todos los
derechos y libertades y participen en la construcción social es hoy indiscutible. La cuestión es
dilucidar cuál es el mejor de los caminos para conseguir esta meta. En el ámbito de Naciones
Unidas, después de un largo debate, se ha optado por la elaboración de una Convención que
pueda garantizar el ejercicio de todos los derechos humanos. En este artículo se trata de hacer
un balance rápido del proceso vivido en Naciones Unidas en los últimos años, y de proponer
argumentos iluminadores de la actividad de la ONU en este sentido. Durante los últimos días
de junio de 2003 se celebrará en la sede de Nueva York la reunión del Comité ad hoc, creado
para debatir el contenido de dicha Convención. Probablemente, las conclusiones del Comité
podrán analizarse en un artículo posterior. Ahora se trata de repasar los antecedentes y la
situación actual al respecto.
E
más o menos, de la siguiente guisa:
l encargo con que he sido distinguido
tiene básicamente, si mi inteligencia CICERÓN: Ave, ¿qué deseas?
es correcta, un sentido introductorio,
de incitación al debate sobre la jubilación y PONENTE: Ave, Marco Tulio, maestro de
sus consecuencias en diversos aspectos: ren- la elocuencia. Soy un hispano del siglo XXI,
ta, actividad, ocio. Este carácter preambular en trance de escribir sobre un asunto de tu
me permite acaso una cierta libertad a la predilección y que solicita humildemente tu
hora de diseñar los perfiles de mi aportación. docta ayuda.
Por ello, abusando de esta libertad, voy a lla-
mar en mi auxilio a uno de los más grandes CICERÓN: De acuerdo, te echaré una
europeos que han tratado acerca de la vejez y, mano, pero habré de interrumpir la conversa-
por añadidura, en temprana época: Marco ción que mantenía con otro hispano, un cor-
Tulio Cicerón, que allá, por el siglo I antes de dobés llamado Séneca, no sé si han llegado
Cristo, escribiera De Senectute o, más exten- noticias de él a la posteridad.
samente, Cato Maior de senectute Liber. Pero,
PONENTE: Muchas gracias por tu ayuda
además, se me permitirá la licencia -y se me
y di a Séneca que esté tranquilo: Es tan famo-
perdonará la osadía- de estructurar esta
so como tú. Pero a lo que íbamos, si te parece
aportación en la misma forma en que lo está
bien, podemos hablar de la jubilación y su
la referida obra de Cicerón, es decir, en forma
relación con tres aspectos: la renta, la activi-
de diálogo, en esta ocasión entre el famoso
dad y el ocio.
nado, de la realidad. Tú mismo has escrito Pues bien, te explico que el amplio desa-
que «las armas más adecuadas para la vejez rrollo de los sistemas de protección social
son...los conocimientos y la práctica de las vir- constituye a estas alturas de la historia una
tudes, que cultivadas en cualquier edad, si de las notas distintivas del modelo europeo si
has tenido una vida larga e intensa producen se compara con el de otros países avanzados.
frutos admirables; no sólo porque nunca te La universalización de los sistemas protecto-
abandonan ni siquiera en el último momento res ha permitido, en las últimas décadas del
de la vida...sino porque también el recuerdo siglo XX, rescatar de la pobreza a los mayo-
de las muchas cosas bien hechas es algo muy res, ya sea a través de prestaciones sustituti-
gratificante» 1. Así pues, hay quien tiene cono- vas de las rentas percibidas en situación de
cimientos y virtudes y quien no los atesora, actividad, ya mediante prestaciones destina-
que de todo hay sobre la faz de la tierra. das a la garantía de un determinado nivel de
renta. Este hecho, unido a la amplitud del
desempleo juvenil durante los decenios de los
JUBILACIÓN Y RENTA setenta y de los ochenta de ese mismo siglo,
produjo un desplazamiento de la pobreza des-
CICERÓN: Así es, pero hablemos ya de la de la senectud hacia la juventud. Se ha podi-
do así indicar que los mayores jamás han
renta. Yo he escrito, poniéndolo en boca de
gozado de un nivel de vida tan alto como el
Catón, que «sin duda la vejez no puede ser
actual4. Es más, diversos estudios realizados
leve en medio de la mayor pobreza»2, aunque
en los países industrializados han mostrado
ciertamente también he añadido que «tampo-
que las personas de edad avanzada alcanza-
co dejaría de ser pesada para un necio aun en
ron, en muchos casos, un promedio de nivel
la mayor abundancia» 3 . ¿Cómo andan las
de vida más alto que el resto de la población5.
cosas en la Europa de los albores del siglo
El cambio fue de tal calibre que los estudios
XXI?
realizados en algún país revelaban incluso
PONENTE: Me temo que los necios siguen que, a mitad del decenio de los ochenta, las
siendo turbamulta. Será cosa de la condición rentas de los inactivos habían llegado a ser
humana. Pero a lo que íbamos: Allá, a finales notablemente superiores a las de los activos6.
del siglo XIX, se inventó en lo que vosotros Datos posteriores sobre la cuestión indican,
conocíais por Germania un sistema de solida- no obstante, que las personas mayores de
sesenta y cinco años tenían un nivel de renta
ridad, que se llamó seguro social y, más tarde,
del 89%, inferior, salvo en España, Francia,
Seguridad Social. Para que lo entiendas, algo
Italia y Luxemburgo (95%), al de las personas
así como los collegia y los sodalicia de tu épo-
ca, pero, primero, para todos los trabajadores
y, más tarde, para todos los ciudadanos. 4 A. M. GUILLEMARD: Análisis de las políticas de vejez
exercitationesque virtutum, quae in omni aetate cultae, gobiernos y mercados: el caso de las pensiones de jubi-
cum diu multumque vixeris, mirificos ecferunt fructus, lación», en Revista Internacional de Seguridad Social nº
non solum quia nunquam deserunt, ne extremo quidem 3, 1998, p. 54.
6 En 1984, las rentas de los inactivos eran en Francia
tempore aetatis...,verum etiam quia conscientia bene
actae vitae multorumque bene factorum recordatio el 117% de la renta media de los hogares franceses,
iucundissima est» (Traducción de M. N. Fidalgo Díaz). mientras que las de los activos eran el 95% (CERC: Les
2 «Nec enim in summa inopia levis esse senectus revenues des ménages. París, 1986. Citado por M. CAS-
potest ne sapienti quidem» (Traducción de M. N. Fidalgo TELLS y L. PÉREZ O RTIZ: Análisis de las políticas de vejez en
Díaz). España en el contexto europeo. Madrid, Instituto Nacio-
3 «...nec insipienti etiam in summa copia non gravis» nal de Servicios Sociales, 1992, p. 48; A. M. GUILLEMARD:
(Traducción de M. N. Fidalgo Díaz). ob. cit., p. 149).
menores de veinticinco años (92%), así como PONENTE: Así es, y lo has ilustrado con
al de las comprendidas entre esta edad y los una metáfora tomada de la navegación: «Y los
sesenta y cuatro años (110%)7. que dicen que la vejez no es apta para gestio-
nar cosas, no aducen nada; se parecen a aque-
Todo ello pone de relieve el papel trascen- llos que dicen que el piloto no sirve para nada
dental de las transferencias sociales en la en la navegación, puesto que mientras unos
lucha contra la pobreza y los efectos del trepan a los palos, otros corren por el puente,
modelo europeo de bienestar. otros vacían la sentina, él se queda sentado en
la popa sujetando el timón. No hace las mis-
Lo anterior, empero, no quiere indicar que
mas cosas que los jóvenes. Pero hace cosas
la pobreza haya desaparecido de las filas de
mayores y mejores. Las cosas grandes no se
los mayores en todos y cada uno de los países
hacen con las fuerzas, o la rapidez, o agilidad
de la Unión Europea, pero sí que se ha mini-
del cuerpo, sino mediante el consejo, la autori-
mizado en forma muy significativa. En la
dad y la opinión; cosas de las que la vejez no
mayoría de los países, se ha producido, en
sólo no está huérfana sino que incluso suele
efecto, una notable disminución de la partici-
acrecentarlas»10.
pación porcentual de los hogares encabezados
por personas de edad avanzada en el total de CICERÓN: Te agradezco la cita textual,
hogares pobres. Además, se ha reducido en pero ahora cuéntame lo que pasa en tu épo-
gran medida el porcentaje de mayores en ca.
situación de pobreza extrema, de modo que
los términos del problema de la pobreza resi- PONENTE: Pongo manos a la obra. Anda-
dual de los mayores parecen concentrarse en mos ahora dándole vueltas a las cosas como la
las situaciones de precariedad (tabla nº 1)8. jubilación flexible y la jubilación gradual, con
las que se pretende salir al paso de la discri-
minación de los trabajadores de edad, contri-
JUBILACIÓN Y ACTIVIDAD buir a la sostenibilidad de los sistemas de
pensiones y mitigar la escasez de mano de
CICERÓN: Me place ciertamente lo que obra11. Pues bien, los sistemas flexibles de
dices, pero vayamos con la música a otra par- jubilación plantean, como cuestión primor-
te: ¿Son activos los jubilados de tu época?,
pues sabes que yo me he preguntado si la
edad aparta de las actividades y he contesta- res sunt seniles quae, vel infirmis corporibus, animo
do de forma negativa, argumentando que hay tamen administrentur» (Traducción de M. N. Fidalgo
actividades propias de la ancianidad, que se Díaz).
10 «Nihil igitur adferunt qui in re gerenda versari
realizan con la mente, a pesar de la debilidad
senectutem negant, similesque sunt ut si qui gubernato-
del cuerpo9. rem navigando nihil agere dicant, cum alii malos scan-
dant, alii per foros cursent, alii sentinam exhauriant, ille
autem clavum tenens quietus sedeat in puppi, non facit
7 EUROSTAT. COMMISSION EUROPÉENNE: La ea quae iuvenes. At vero multo maiora et meliora facit.
situation sociale dans l’Union européenne. Luxemburgo, Non viribus aut velocitate aut celeritate corporum res
Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades magnae geruntur, sed consilio, auctoritate, sententia;
Europeas, 2000, pp. 30 y 68. quibus non modo non orbari, sed etiam augeri senectus
8 Para el caso de España, ver L. AYALA CAÑÓN: «Cam- solet ». (Traducción de M. N. Fidalgo Díaz).
11 R. PEDERSINI: «Jubilación progresiva en Europa
bio demográfico y pobreza», en Las condiciones de vida
de la población pobre en España. Madrid, Fundación (parte I)», en Boletín de Información Sociolaboral Inter-
FOESSA, 1998, pp. 599-607; G. RODRÍGUEZ CABRERO nacional nº 78, 2001, pp. 81-83 (orig., Progresive retire-
«Política social y pobreza», en Las condiciones de vida de ment in Europe, en página internet del Observatorio
la población pobre...,cit., pp. 564-580. Europeo de Relaciones Industriales de la Fundación
9 «A rebus gerendis senectus abstrahit. Quibus? An Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y
eis, quae iuventute geruntur et viribus? Nullaene igitur Trabajo, septiembre 2001).
Fuente: Las condiciones de vida de la población pobre en España. Madrid, Fundación FOESSA, 1998.
Peteisis. Pues bien, el tal Peteisis estaba de pensions de vieillesse dans les pays industrialisés, en
autorizado a simultanear la percepción de Revue Belge de Sécurité Sociale nº 4, 1975, pp. 330-331.
La suma de las tres primeras categorías = 100. La última categoría “no saben o no han respondido ” se proporciona
como índice del nivel de no respuesta.
Fuente: Comisión Europea-Eurobarómetro 1998. (La situation sociale dans l’Union européenne. Luxemburgo, Oficina
de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas, 2000).
situación de los hispanos, dentro del imperio, tad, no desean permanecer en la inactividad
era muy significativa. En efecto, según estas y en la ociosidad y quieren seguir trabajando
cifras, a los sesenta años seguían vivos: En tras el cumplimiento de la edad mínima para
Roma, el 7,5% de los hombres y el 3,5% de las acceder a la pensión de jubilación. Diversos
mujeres; en las demás regiones que confor- estudios han mostrado que un porcentaje
man en la actualidad Italia, desde Sicilia has- minoritario, pero en todo caso significativo,
ta la Galia Cisalpina, el 10,1%; en la Galia de personas desean mantener una actividad
Narbonense, el 9,7%; en Egipto, el 13,1%; en remunerada después de cumplir dicha edad.
Asia, Grecia e Iliria, el 15%; en España, el Así, según los resultados de una encuesta
24,2% de los hombres y el 13,5% de las muje- realizada en el año 1977 en los países miem-
res; y en África del Norte, nada menos que el bros de la hoy Unión Europea, dicho porcen-
38,2%, si bien la cifra parece exagerada17. Es taje ascendía al 24% de las personas encues-
de reseñar también, que, al contrario de lo tadas19.
que actualmente sucede, existía un mayor
Sin embargo, pese a la adopción de medi-
porcentaje de hombres que de mujeres mayo-
das legislativas de corte antidiscriminatorio
res de sesenta años.
en diversos países, la edad continúa siendo
CICERÓN: Ya veo que, al revés de lo que una barrera para el acceso a un empleo20, por
sucedía en mi época, ahora las mujeres viven lo que se incrementan paulatinamente las
más que los hombres. Por lo demás, te recuer- iniciativas para derribar este obstáculo. Así,
do que la longevidad de los hispanos parece por traer a colación algún ejemplo, la Organi-
zación Mundial de la Salud ha resaltado, en
tener ancestrales manifestaciones, como era
el marco de las actividades preparatorias de
el caso del rey de Tartessos, Argantonio, al
la II Asamblea Mundial sobre el Envejeci-
que Herodoto adjudicaba una vida total de
miento, la conveniencia de implantar políti-
ciento veinte años18.
cas y programas de mercado de trabajo y de
PONENTE: Vete a saber la realidad del empleo que permitan la participación de las
asunto, pues, entre otras cosas, seguimos a personas mayores en trabajos gratificantes
estas alturas sin saber a ciencia cierta donde según sus necesidades individuales, prefe-
estaba Tartessos. Pero vuelvo al hilo argu- rencias y capacidades, haciendo alusión, en
mental, para señalar que a la hora de plante- concreto, a la eliminación de las condiciones
arse la flexibilización de la jubilación, será de edad en la contratación y en la conserva-
menester procurar, hasta el grado en que sea ción del empleo por parte de los mayores. Asi-
posible, una cierta concordia entre estos fac-
tores aparentemente contrapuestos. A ello,
19
además, habrá de añadirse la conveniencia M. AZNAR LÓPEZ y D. CASADO: Perspectivas de la
Seguridad Social española. Madrid, Acebo, 1988, p. 87.
de atender a la aspiración de aquellas perso- 20 Este problema se plantea tanto en el ámbito de la
nas que, no ya por necesidad, sino por volun- Unión Europea ( ver FUNDACIÓN EUROPEA PARA LA
MEJORA DE LAS CONDICIONES DE VIDA Y TRABAJO:
La lucha contra las barreras de la edad en el empleo.
17 J. C. RUSSELL: «Late ancient and medieval popula-
Resumen de la investigación. Luxemburgo, Oficina de
tion», en Transactions of the American Philosophical Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas,
Society, vol. 48, 3ª parte. Citado por G. MINOIS: «Gran- 1998, pp. 5-40), como en el de Estados Unidos de Amé-
deza y decadencia del anciano en el mundo romano». rica (M. L. BEAVER y D. A. MILLER: La práctica clínica del
Estudio introductorio a Marco Tulio Cicerón: De senec- trabajo social con las personas mayores. Intervención pri-
tute. Madrid, Triacastela, 2001 (publicado en Historia de maria, secundaria y terciaria. Barcelona, Paidós, 1998,
la vejez. Madrid, Nerea, 1989), pp. 36-40. pp. 435-437 (orig. Clinical Social Work Practice with the
18 J. A. M ONGE M ARIGORTA: «Cicerón: vida y obra»,
Elderdy. Primary, Secondary and Tertiary Intervention.
en Estudio introductorio a Marco Tulio Cicerón: De Nueva York, Brooks/Cole International Thomson Publis-
senectute..., cit., p. 120. hing, 1992).
mismo, la OMS menciona el apoyo a las alter- mento de población comprendido entre los
nativas de jubilación más flexibles, como son cincuenta y cinco y los sesenta y cuatro años
la jubilación gradual o la jubilación parcial21. era del 37 en 1999 (tabla nº 4), con unas gran-
des oscilaciones según los Estados miembros
Otra iniciativa interesante es la elabora- de la Unión Europea (gráfico nº 1). La dismi-
ción de códigos de buenas prácticas, que pue- nución constante de la tasa de actividad de
den aportar pautas orientativas para evitar dicho segmento de la población, situada en el
la exclusión de los trabajadores mayores y eli- 39,9 (tabla nº 5), era explicada por factores
minar o paliar las barreras de edad en el distintos de la voluntad de retirarse anticipa-
mundo del trabajo, contribuyendo a evitar la damente24. Después de los sesenta y cinco
discriminación por razón de edad22. años, la tasa de empleo descendía hasta el 7,
convirtiéndose en el 3 entre los setenta y los
Además, mencionaré tanto la ayuda que
setenta y cuatro años, si bien también con
prestan los mayores a sus familiares, como el
una falta de homogeneidad en su distribución
desarrollo de actividades voluntarias por par-
por países (tabla nº 6).
te de aquellos. De tan extenso asunto, cabe
resaltar la amplia participación de los mayo-
res en el tercer sector en los países nórdicos.
JUBILACIÓN Y OCIO
Así, en Suecia, el segmento de la población
comprendido entre los sesenta y los setenta
CICERÓN: Todo esto está muy bien, pero
años es el que más tiempo dedica a activida-
ya que has perturbado mi otium perpetuum,
des voluntarias, perteneciendo, como prome-
dime en qué consumen su tiempo libre los
dio, cada una de estas personas a tres organi-
europeos de tu época.
zaciones diferentes23. En los países del sur de
Europa, el grado de participación es, sin PONENTE: Como sabes mejor que yo,
duda, inferior, lo que parece corresponderse otium significa descanso, retiro, inactividad,
con una mayor fortaleza de los vínculos fami- tiempo libre, apartamiento de los negocios
liares y traducirse en la prestación más públicos o políticos, pero también paz, sosie-
intensa de ayuda intrafamiliar y de ayuda go, tranquilidad. Y, por cierto, siendo como
mutua intervecinal de naturaleza informal. eres un activista del otium cum dignitate,
En tal sentido, los datos disponibles indica- tengo que decirte que un paisano tuyo del
ban, para 1992, que en Portugal, España, siglo XX, un tal Indro Montanelli, que hace
Grecia e Italia, más del 59% de las personas poco tomó la barca de Caronte, sostenía que
de sesenta años y más tenían contacto diario tal calma no te alcanzó en el ámbito familiar
con su familia, frente al 44% de promedio en durante gran parte de tu vida. Según él, tu
la Unión Europea (tabla nº 3). esposa Terencia, a la que califica de «virtuosa
e insoportable», te incordió sobremanera, ya
El caso es que en la actualidad, según los
que te «emponzoñó la vida con sus nervios,
datos disponibles, la tasa de empleo del seg-
sus achaques reumáticos y una elocuencia no
inferior a la del marido», es decir, a la tuya.
21 ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD: Vie- Decía, además, Montanelli, sin duda con
llissement et santé: un document de réflexion. OMS, buen criterio, que «en una casa, dos oradores
2001, p. 33. son demasiados» 25. De todas formas, no te
22 EUROLINK AGE: Envejecimiento y ocupación.
Fuente: Comisión Europea- Eurobarómetro 1992. (La situation sociale dans l’Union européenne. Luxemburgo, Ofi-
cina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas, 2000).
Fuente: Eurostat. Encuesta comunitaria de las fuerzas de trabajo (La situation sociale dans l’Union européenne.
Luxemburgo, Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas, 2001).
preocupes en exceso, Montanelli decía tales feliz la vejez»26. ¿Practican los mayores de tu
cosas de los césares, que en tu época hubiera época estos juegos?
acabado siendo pasto de los leones en el circo.
PONENTE: Hay ciertamente mucho ludó-
CICERÓN: Ya dilucidaré con él esta cues- pata, pero no se limitan a jugar a los dados.
tión, pero ahora corramos un tupido velo Te lo explicaré más detenidamente.
sobre mi vida privada y procura satisfacer mi
curiosidad. Ya sabes que yo me he referido al Las medidas para facilitar el ocio y la utili-
aspecto lúdico del ocio y he dicho al respecto zación del tiempo libre se han hecho usuales
lo siguiente: «Quédense los demás con las
armas, los caballos, las lanzas, quédense con
26 «Sibi habeant igitur arma, sibi equos, sibi hastas,
la clava, la pelota, la natación y las carreras y
sibi clavam et pilam, sibi natationes atque cursus, nobis
nos dejen a nosotros, los viejos, los dados o las senibus ex lusionibus multis talos relinquant et tesseras,
tabas de los muchos juegos que hay, y esto si id ipsum utrum lubebit, quoniam sine eis beata esse
les da la gana, porque aun sin eso puede ser senectus potest « (Traducción de M. N. Fidalgo Díaz).
Fuente: Eurostat. Encuesta sobre las fuerzas de trabajo en la Unión Europea (La situation sociale dans l’Union euro-
péenne. Luxemburgo, Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas, 2001).
Fuente: Eurostat. Encuesta europea sobre las fuerzas de trabajo (La situation sociale dans l’Union européenne.
Luxemburgo, Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas, 2000).
Fuente: Eurostat. Encuesta europea sobre las fuerzas de trabajo (La situation sociale dans l’Union européenne.
Luxemburgo, Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas, 2001).
en las últimas décadas en los Estados miem- PONENTE: Di a Séneca que tenga calma,
bros de la Unión Europea, abarcando una que no en vano es estoico. Finalizo ya.
gama muy diversificada. A título de ejemplo,
pueden citarse las reducciones de tarifas en En el año 1982, el Consejo de la Comuni-
medios de transporte, los precios reducidos dad Europea adoptó una Recomendación
para la asistencia a manifestaciones cultura- relativa los principios de una política comuni-
les y espectáculos, las tarifas reducidas o la taria sobre la edad de jubilación, fundamen-
gratuidad en la visita a museos, los progra- tada en la llamada «jubilación a la carta». En
mas de turismo y de vacaciones destinados a ese mismo año, como consecuencia de la pri-
los mayores, ventajas diversas para la reali- mera Asamblea Mundial sobre el Envejeci-
zación de actividades deportivas y la partici- miento, se aprobó el Plan Internacional de
pación en actividades educativas. Viena, en el que se aludía a la discriminación
por razón de la edad y se constataba la fre-
Ahora bien, cabe preguntarse si estas cuencia de las dificultades con que tropeza-
medidas responden realmente a los intereses ban las personas de edad avanzada para par-
de los mayores y si han contribuido significa- ticipar en el trabajo y en las actividades eco-
tivamente al cambio en las pautas de la utili- nómicas de la sociedad. A la vista de ello, se
zación del tiempo libre. recomendaba la adopción de medidas adecua-
das para que los trabajadores de edad pudie-
Pues bien, si tomamos el caso de España,
ran permanecer en el empleo en condiciones
las actividades más frecuentes de los mayores
satisfactorias, la eliminación de todo tipo de
consisten en ver la televisión, escuchar la
discriminación en el mercado de trabajo y no
radio, leer, pasear por el parque y en efectuar
rebajar la edad de jubilación, salvo sobre una
compras y hacer recados. Por el contrario, la
base voluntaria.
asistencia a espectáculos, conferencias y con-
ciertos, y la realización de actividades depor- Las recomendaciones incluidas en el Plan
tivas es claramente minoritaria27. Pese a ello, se extendían asimismo a la adopción o al
estas actividades no cesan de incrementarse fomento de medidas para hacer más fácil y
y, entre ellas, han adquirido una notoria rele- gradual la transición de la vida activa a la
vancia los programas de turismo social, por el jubilación y para hacer más flexible la edad
número de participantes y la magnitud que abre el derecho a jubilarse, debiendo
socioeconómica de la actividad. incluir tales medidas cursos de preparación a
El acceso a la jubilación de generaciones la jubilación y la disminución del trabajo en
con un nivel educativo mayor y mejor situa- los últimos años de la vida profesional.
ción económica y social ha sido un factor coad-
En el ámbito de la Unión Europea, la preo-
yuvante en el cambio de las necesidades y cupación por la flexibilidad de la jubilación y
demandas de ocio tanto desde el aspecto cuan-
por la exclusión de los trabajadores de cierta
titativo, como desde el ángulo cualitativo.
edad del mercado de trabajo se ha visto plas-
mada en instrumentos tales como las Resolu-
EPÍLOGO ciones del Consejo de 30 de junio de 1993,
sobre los regímenes de jubilación flexible, y
CICERÓN: Muy bien, pero ya va siendo de 29 de junio de 1995, relativa al empleo de
hora de acabar. Séneca se va impacientar. los trabajadores de edad avanzada. En la
actualidad, es especialmente relevante el
2 7 SOCIEDAD ESPAÑOLA DE GERIATRÍA Y
artículo 13 del Tratado constitutivo de la
GERONTOLOGÍA: Geriatría XXI. Análisis de necesidades Comunidad Europea, que autoriza a adoptar
y recursos en la atención a las personas mayores en Espa- acciones para luchar contra la discriminación
ña. Madrid, Edimsa, 2000, pp. 71-74. por razón de edad. En tal sentido, por Deci-
sión del Consejo de 27 de noviembre de 2000 compensarse los efectos derivados del incre-
se estableció un programa de acción comuni- mento de la esperanza de vida, la disminu-
tario para combatir la discriminación, deriva- ción de la tasa de fecundidad y la escasez de
da, entre otras causas de la edad. Este pro- mano de obra producida por el menor número
grama se extiende desde el año 2001 hasta el de jóvenes que se incorporan al mercado de
año 2006. Por último, es muy destacable la trabajo, por el envejecimiento de la población
Directiva 2000/78/CEE, de la misma fecha, y por la anticipación de las jubilaciones. Asi-
relativa al establecimiento de un marco gene- mismo, pone de relieve la conveniencia de
ral para la igualdad de trato en el empleo y la fomentar el aplazamiento voluntario de la
ocupación, donde se presta una atención jubilación completa. Además, menciona la
específica a la discriminación por razón de la promoción, entre los empleadores, de actitu-
edad. des favorables a la capacidad productiva de
los trabajadores de edad, con el fin de facilitar
Sin embargo, pese a estas iniciativas,
la continuación de su actividad laboral. Por
podemos preguntarnos si los resultados se
su parte, en la Declaración Política, también
corresponden con los esfuerzos realizados. El
aprobada por la Segunda Asamblea, se recoge
hecho de que la Segunda Asamblea Mundial
el compromiso de eliminar la discriminación
sobre el Envejecimiento, celebrada en el año
por razón de edad.
2002, haya tenido que volverse a ocupar del
asunto pone de manifiesto una cierta distan- En resumen, convendría reparar en algo
cia entre las intenciones y la realidad. El Plan que el Plan de Viena manifestaba: La prolon-
de Acción Internacional de Madrid, aprobado gación de la vida humana debería ir acompa-
en dicha Asamblea, se refiere, en concreto, a ñada de esfuerzos encaminados a conseguir
la conveniencia de permitir que los mayores que todas las personas tengan la sensación de
continúen desempeñado tareas remuneradas cumplir un fin y de realizar actos positivos y a
mientras lo deseen y puedan hacerlo produc- evitar que después de cierta edad ocupen un
tivamente, si bien reconoce que para ello tie- puesto marginal y pasivo.
ne una importancia fundamental el logro del
pleno empleo. El Plan de Madrid alude tam- Si así fuera, acaso podría comenzar a
bién a la necesidad de permitir que se combi- resolverse la paradoja que tú mismo, Marco
ne el empleo remunerado con otras activida- Tulio, ponías de relieve: «En esta clase de
des, mediante medidas tales como la jubila- cosas destaca, desde luego, la vejez, que todos
ción flexible, los entornos laborables adapta- desean alcanzar y, una vez alcanzada, se que-
bles y la rehabilitación profesional de las per- jan de ella. Tan grande es la inconstancia y
sonas con discapacidad, de modo que puedan perversidad de la necedad»28.
RESUMEN: La pobreza no ha desaparecido de las filas de los mayores, pero la universalización de los sis-
temas de protección social ha permitido minimizarla de forma significativa, desplazándose,
además, en los años setenta y ochenta del siglo xx, la nueva pobreza desde la senectud hacia la
juventud. Con la jubilación gradual se pretende salir al paso de la discriminación de los traba-
jadores de edad, pero la edad es aún una barrera para acceder al empleo, pese a las normas
antidiscriminatorias que se han adoptado. Cabe preguntarse, por último, si las medidas para
facilitar el uso del tiempo libre responden, pese a su diversificación, a los intereses de los
mayores y si han contribuido a cambiar las pautas en dicha utilización.
E
superado su etapa de actividad laboral,
l incremento de la población anciana
demandarán una integración plena, más ser-
en el ámbito de los países industriali-
vicios asistenciales y el respeto y disfrute de
zados es evidente, debido, funda-
sus derechos.
mentalmente, al aumento de la esperanza de
vida y al descenso de los índices de natalidad En relación con esta preocupación, en abril
y de mortalidad, fenómenos éstos que carac- del año 2002, se ha celebrado en España la II
terizan el proceso de transición demográfica. Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento.
Entre las finalidades de este encuentro cabe
Ello, no obstante, no quiere decir que se
destacar la realización de un examen general
estén alcanzado edades superiores a las más
de los resultados de la I Asamblea que tuvo
altas a las que haya llegado el ser humano
lugar en Viena en 1982 y aprobar un plan de
como tal, sino que son más las personas que
acción revisado y una estrategia a largo plazo
llegan a edades avanzadas. No hay que con-
sobre el envejecimiento, en el contexto de una
fundir longevidad de los individuos con enve-
jecimiento de la población. sociedad para todas las edades. Y en este foro
se ha prestado especial atención, entre otras
Este aumento de la población anciana, los cosas, a aspectos como las características del
sistemas actuales de producción, los modelos proceso de envejecimiento y el desarrollo, las
familiares vigentes, las características y nuevas pautas para la jubilación, la asocia-
dimensiones de las viviendas, los servicios ción entre el sector público y el privado y el
sociales y los planteamientos económicos aumento de la solidaridad intergeneracional.
requeridos por la nueva configuración demo-
gráfica se traducen y manifiestan en impor- En este ámbito es necesario no caer en el
tantes consecuencias sociales, sanitarias, error, por una parte, de creer que todas las
económicas, geográficas y políticas que preo- personas mayores son pobres o están enfer-
cupan a los gobiernos en el presente y signifi- mas y, por otra, no incurrir en triunfalismos
can un desafío particular para los del futuro, que nos hagan perder la perspectiva real de
en orden a la protección social de la anciani- la ancianidad, es decir, que el hecho de alcan-
dad y al beneficio, por parte de ésta, de los zar altas cotas en la esperanza de vida no sig-
derechos humanos en toda su amplitud, de nifica que todas las personas mayores gocen
plenamente de buena salud dado que hay
muchas, las que no se ven, porque se encuen-
* Profesor Titular de Sociología. Universidad de La tran institucionalizadas o no salen de sus
Coruña. hogares, que sufren de altos grados de depen-
Esta situación, como señala Mayor Zara- ras y conceptos tales como «familia», «relacio-
goza (Mayor, 2000: 14) «tiene lugar en medio nes intergeneracionales», «jubilación», etc.
de un deterioro biológico que, desde todos los Son estructuras, conceptos y relaciones muy
puntos de vista, presenta un costo considera- cambiantes, diversos y, por consiguiente,
ble (en términos de tiempo de los allegados o merecedores de análisis en tanto en cuanto
personal sanitario especializado, atención variables que influyen en el comportamiento
terapéutica y clínica, etc.). Sabiendo que es de los mayores y en sus niveles de satisfac-
un «proceso sin retorno». ción, tanto en el conjunto amplio de la socie-
dad, como en el más reducido y concreto de la
Una nota característica común en todos los familia. Porque en la actualidad, al mismo
datos estadísticos referidos a las edades más tiempo que en la familia las personas mayo-
avanzadas es la de una considerable supre- res ofrecen y aportan su ayuda a los miem-
macía cuantitativa de las mujeres sobre los bros más jóvenes de la misma, es ésta una
hombres en el peso demográfico.Y cuando se institución que desempeña un papel básico
trata de edades avanzadas, el panorama es en la atención a sus mayores ya que en este
que en el Censo de Población de 1991, las terreno, como en tantos otros, es un colchón
mujeres de más de 80 años doblaban en amortiguador de no pocos problemas en lo
número al de los varones de esa misma edad. afectivo o en lo económico.
Según las estimaciones, en el año 2001, el
número de mujeres mayores en España El envejecimiento de la población es una
habría superado en más de un millón al de los nueva realidad que conlleva grandes cambios
hombres. sociales y asistenciales. Ciertamente no es en
sí mismo un hecho negativo, «pero es nuevo y
Por lo tanto, esa diferencia en la mortali- hay que partir de planteamientos innovado-
dad influye, en cierto sentido, negativamente res para estructurar socialmente las nuevas
en las mujeres, pues multiplica las posibilida- tendencias de la población», como señala el
des de que pasen los últimos años de su vida profesor Juan Diez Nicolás.
viudas viviendo, bien solas, bien dependiendo
de los hijos. De este modo, el sistema de
transmisión patrimonial, la escasa participa- LA PERCEPCIÓN SOCIAL DE LA
ción fuera del hogar cuando estaban en la ANCIANIDAD
edad activa, la menor cuantía de las pensio-
nes de viudedad respecto a las de jubilación, Llama la atención, ante todo, la pluralidad
la mayor morbilidad, etc., presentan un cua- de términos que se utilizan para denominar
dro muy diferente para los sectores masculi- al colectivo de personas que han rebasado los
no y femenino de la vejez. sesenta y cinco años de edad. Y así encontra-
mos: ancianidad, tercera edad, vejez, los
La feminización de la ancianidad y, sobre mayores, personas de edad avanzada, senec-
todo, de la ancianidad elevada (80 y más tud, longevidad. Algunos de ellos tienen más
años), lleva consigo una serie de problemas aceptación que otros y los hay que son abier-
derivados de la precaria situación de muchas tamente rechazados.
mujeres, que están viudas o solteras y, al no
haber participado en el mercado laboral, no No son las palabras las que, muchas veces,
disponen muchas de ellas de recursos sufi- tienen un significado negativo o despectivo.
cientes para hacer frente a su más que proba- Depende del tono que se emplee y del sentido
ble situación de dependencia. que se les quiera dar. En el uso de esta termi-
nología lo que se trata de buscar, en definiti-
La situación de los mayores en nuestra va, es una palabra que evite cualquier conno-
sociedad está muy relacionada con estructu- tación peyorativa tanto para la sociedad como
para los propios sujetos afectados. En este no es cómo está una persona físicamente, sino
punto es preciso señalar que la mayoría pre- de las ganas que cada una tenga de moverse,
fiere el término de «mayores» al referirse a las hacer cosas, realizar actividades y de vivir.
personas de más edad, una quinta parte pre-
fiere el de «tercera edad», apenas un 20 por Pero vayamos ahora a una tercera teoría, a
100 emplea el de «ancianos» y una minoría el la que nos adscribimos, y que entra dentro de
de «viejos». lo que denominamos una teoría sociológica.
Ser viejo socialmente, es «ser reconocido como
¿Cuándo se es viejo?. Juvenal decía que los tal por el grupo o sociedad de la que se forma
hombres imploraban a Júpiter una larga parte». En definitiva, viejo o anciano es, des-
vida, y no se daban cuenta de que lo que le de la perspectiva sociológica, aquel que en la
pedían era una larga vejez llena de continuos sociedad en la que vive, así lo define. Y esta-
males. Francisco de Quevedo afirmaba que mos, en una sociedad industrializada, técni-
todos queremos llegar a viejos, aunque nin- camente avanzada y con un claro predominio
guno reconocemos haber llegado ya. Pero urbano. Una sociedad donde prima la produc-
Santiago Ramón y Cajal sostenía que se es ción y el consumo, que inventó la jubilación y
viejo cuando se pierde la curiosidad intelec- que divide a los grupos en productivos y no
tual. Un poeta francés del siglo XVI, Pierre de productivos; una sociedad que establece una
Ronsard decía que «nadie es viejo si no quie- frontera que generalmente se sitúa en los
re», y otro poeta, éste español, José de Zorri- sesenta y cinco años. De todos modos, lo que
lla, decía de sí mismo: «Yo soy de esos viejos sí es evidente, como ya ha quedado dicho, es
que nunca lo son». que la ancianidad no es en sus componentes
un colectivo uniforme, no todos sus miembros
La victoria de la longevidad viene dada tienen una situación económica y social idén-
como resultado de los espectaculares avances tica, sino que existen enormes diferencias
de la ciencia y de la tecnología médicas, de la internas, por razón de sexo, nivel educativo y
mejora de la nutrición, del progreso de la de ingresos, clase social y otros tipos de varia-
información, de la divulgación sobre la salud bles e indicadores que han de ser tenidos en
pública y, en definitiva, de la superior calidad cuenta.
de vida de la población del mundo que llama-
mos occidental. Ahora bien, entendemos que, actualmen-
te, no se puede identificar de una forma
En este momento del discurso emerge la tajante y exclusiva el ser anciano o viejo con
siguiente cuestión: cuándo se puede decir que haber cumplido una determinada edad. Esta-
una persona es mayor o viejo, o que pertenece ríamos incurriendo en lo que hemos dado en
a la llamada tercera edad. En un principio denominar «ancianidad decretada», es decir,
podríamos ver dos teorías que se expresan la pérdida del rol configurador de la persona-
mediante dos aforismos: uno que llamaría- lidad social con la llegada de la jubilación y la
mos biológico, y otro que denominaríamos ancianidad.
psicológico. Según el aforismo primero, «el
hombre tiene la edad que le marcan sus arte- En esta cuestión, como en tantas otras,
rias», o sea, obstrucción de las arterias, arru- intervienen por un lado los factores objetivos
gas en la piel, huesos menos flexibles, y toda y, por otro, los subjetivos. La imagen social de
una serie de rasgos físicos que son caracterís- la ancianidad, como de cualquier otra edad,
ticos de una determinada edad. tiene que ver con su estatus social. El estatus
viene determinado, generalmente, por el rol.
El aforismo psicológico nos dice que «el Y el rol social se refiere, como ya ha quedado
hombre no tiene más edad que la que cree expresado más arriba, a las costumbres y
tener», lo que se traduce en que lo importante funciones de los individuos en relación con los
grupos sociales o sociedades a las que perte- este orden de importancia, mientras que ellos
necen. Es actuar conforme a lo que los demás se ven, preferentemente, divertidos (27 por
esperan de cada persona. 100), tristes (24 por 100), inactivos (21 por
100), enfermos (7 por 100), y molestos (3 por
La consideración social de las tareas espe- 100).
cíficas en cada fase de la vida tiende a clasifi-
car a las personas según su grado de produc- Un 70 por 100 considera que su situación
tividad en la sociedad. Al anciano no se le es mejor que la de sus padres cuando tenían
asigna ninguna tarea específica y, por lo tan- su misma edad y un 56 por 100 se considera
to, tiende a ser considerado como elemento bastante satisfecho con su situación actual.
improductivo del grupo al que pertenece. Sobre el trato que reciben por parte de la
juventud, un 25 por 100 estima que son trata-
Los cambios sociales que se producen en el dos con respeto, hay un 40 por 100 que pien-
envejecimiento se refieren al cambio de rol san que son tratados con indiferencia, y un 29
del anciano, tanto en el ámbito individual por 100 con consideración. Si estos conceptos
como en el contexto de la propia comunidad. los trasladamos a la infancia, nos dan unos
Asimismo abarca las diferencias generacio- porcentajes del 49, el 28 y el 15 por 100, res-
nales existentes en relación con el comporta- pectivamente.
miento social y la dificultad de adaptación e
integración del anciano con estos cambios. El 61 por 100 de la población considera que
las personas mayores no ocupan el puesto que
Por consiguiente, se interpretarán los les corresponde en la sociedad y son precisa-
cambios sociales asociados al envejecimiento mente los más jóvenes los más críticos, pues-
desde dos perspectivas: una, el cambio de rol to que mientras que sólo el 24 por 100 de los
individual y otras, el cambio de rol de los del intervalo de edad de 18 a 24 años conside-
ancianos como grupo que forma parte de una ra que la sociedad trata bien a los ancianos,
sociedad determinada y los problemas deri- es el 41 por 100 de los mayores de 65 años los
vados de la exclusión o marginación como que participan de esta opinión.
colectivo.
vados de sus derechos humanos y de la nece- sus miembros de edad avanzada. Los gobier-
saria protección social, tanto en el ámbito nos deberán promover las políticas sociales
personal como en el familiar. que alienten el mantenimiento de la solidari-
dad familiar entre generaciones, resaltando
el apoyo de toda la comunidad a las necesida-
EL ENTORNO FAMILIAR des de los que prestan cuidados a los ancianos
y la aportación de las organizaciones no
El entorno familiar desempeña un papel gubernamentales en el fortalecimiento de la
sumamente importante en el proceso de familia como unidad».
envejecimiento, en relación con el cometido
que el anciano tiene asignado o se espera de En la Recomendación nº 29 se propone:
él. «Debe alentarse a los hijos a que mantengan
a los padres. Los gobiernos y los órganos no
La atención familiar al anciano hunde sus gubernamentales, por su parte, establecerán
raíces más profundas, como pone de mani- servicios sociales que apoyen a toda la familia
fiesto Gerardo Pastor Ramos (Pastor, 1988: cuando existan personas de edad en el hogar,
371), en factores sociales, psicológicos y cultu- aplicando medidas especiales a las familias
rales. La idea de que los hijos deben cuidar y de bajos ingresos».
atender a sus padres, además de remontarse
a las antiguas costumbres veterotestamenta- En los países en vías de desarrollo con sis-
rias de los judíos, al pensamiento político gre- temas económicos basados en la agricultura o
corromano y de haber sido fomentada por el el artesanado, en las sociedades tradicionales
cristianismo, ha pasado a formar parte de la se sigue manteniendo un gran aprecio por los
conciencia colectiva de Occidente. De ahí se miembros más ancianos de la comunidad.
deriva la existencia de no pocos sentimientos Todavía existen en estas zonas hogares en los
de culpa en los hijos si incumplen los dictados que conviven tres y hasta cuatro generacio-
de su conciencia en el caso de desentendi- nes. La relación familiar es el vínculo de inte-
miento total de los ancianos. gración más importante y mientras que la
familia es una unidad de producción con las
Mientras los ancianos pueden valerse por propiedades conjuntamente poseídas y com-
sí mismos en el desarrollo de sus actividades, partidas, el verdadero poder económico fre-
la atención de las familias es algo que apenas cuentemente reside en el anciano jefe de la
se plantea, que no constituye ningún proble- familia. No obstante, en lo que respecta a la
ma. Las dificultades en la convivencia y en condición de los viejos en las sociedades pri-
las posibilidades de atención aparecen cuan- mitivas, por la diversidad de modelos y siste-
do los ancianos empiezan a acusar deterioro mas, es conveniente no incurrir en simplifica-
físico y/o mental, decrepitud o achaques. Y si ciones.
los apoyos públicos no existen o son insufi-
cientes, la situación se agrava. En la sociedad moderna, urbana e indus-
trializada, con familias como unidades de
Dice la Recomendación nº 25 del Plan de consumo, de tipo nuclear, conyugal, reducida
Acción Internacional de la I Asamblea Mun- y neolocal aquella perspectiva ha experimen-
dial de Naciones Unidas sobre el Envejeci- tado un cambio rotundo y en la relación y en
miento: «La familia es la unidad básica reco- el lugar que al anciano le corresponde en la
nocida por la sociedad, y se deberán desple- familia se están produciendo transformacio-
gar todos los esfuerzos necesarios para apo- nes importantes y evidentes. Las personas
yarla, protegerla y fortalecerla de acuerdo mayores, los ancianos, son, quizás, sobre los
con el sistema de valores culturales de cada que con mayor intensidad ha recaído la muta-
sociedad y atendiendo a las necesidades de ción de roles, la pérdida de funciones que en
otras épocas eran atributo o competencia de labor silenciosa que, frecuentemente, es poco o
las personas de más edad. nada reconocida socialmente. Nos estamos
refiriendo a la dedicación de su tiempo al cui-
dado y atención de otras personas. En la
PRESENCIA DE LOS MAYORES EN LA mayoría de las ocasiones, los destinatarios de
AYUDA FAMILIAR esta ayuda son miembros de las propias fami-
lias, y no sólo de edades inferiores, sino tam-
Una gran parte de las personas mayores bién de la misma edad y superiores. En otras
hoy prefieren vivir independientes, aunque ocasiones se trata de amistades, vecinos, etc.
cerca de sus hijos para estar prestos a «echar- La realidad es que casi la mitad de las perso-
les una mano» con la rapidez que el caso nas con edades iguales o superiores a los
requiera. Así, y según datos del Centro de sesenta y cinco años realiza esta tarea. Así,
Investigaciones Sociológicas (CIS)1 el 41 por pues, se trata de una función asistencial diri-
100 de las personas mayores de 65 años vive gida a personas de la misma o de una genera-
con su cónyuge o pareja, el 14 por 100 con su ción anterior, cuidando de su cónyuge o pareja
cónyuge e hijos en su propio domicilio y sólo el o, en numerosos casos, incluso de sus padres
2 por 100 con su pareja en casa de los hijos. que ya han rebasado los noventa años de edad.
Un 14 por 100 vive solo.
Pensemos en cuántas personas de esta
Entre los que viven solos, un 36 por 100 lo edad están siendo cuidadores o cuidadoras de
hace porque prefiere vivir así, un 59 por 100 familiares –cónyuges o padres– afectados por
porque las circunstancias les han obligado, la enfermedad de Alzheimer u otras demen-
aunque reconocen haberse adaptado y un 46 cias.
y un 10 por 100, respectivamente, dicen
estar satisfechos o muy satisfechos con este Por otro lado, es menester recordar el
tipo de vida. Y un 4 por 100 manifiesta que soporte familiar y social que supone el que un
les gustaría vivir con sus hijos u otros fami- número cada vez mayor de padres y madres
liares. jubilados o prejubilados, que lógicamente
han visto reducidos sensiblemente sus ingre-
Un 24 por 100 de los hijos de las personas sos, sigan asumiendo el sostén económico de
mayores, –en el caso de aquellos que los tie- sus hijos con edades cercanas a los treinta
nen–, vive con sus padres y un 44 por 100, años, que no se han podido emancipar y que
aunque no vive con sus padres, sí lo hace en la ni laboral, ni económica ni familiarmente son
misma localidad. todavía independientes y autosuficientes. El
peso más importante del apoyo asistencial de
Otro estudio realizado por el CIS, por las personas mayores se presta en beneficio
encargo y con la colaboración del IMSERSO, y de sus hijos e hijas.
cuyos resultados han sido recogidos y difundi-
dos en dos interesantes publicaciones2 pone de Las ayudas de los abuelos predominan
manifiesto que muchas de las personas mayo- «ocasionalmente, cuando salen los padres»,
res en la actualidad vienen realizando una en tanto que las de las abuelas se dan en el
resto de las situaciones (diariamente, mien-
tras trabajan los padres; cuando los niños
1 Estudio CIS-IMSERSO 2.279 La soledad de las per-
están enfermos; en vacaciones; diariamente,
sonas mayores., febrero-marzo 1998 y Datos de Opi-
nión nº 21. CIS, Madrid, julio-septiembre 1999. para llevarles y recogerles del colegio; diaria-
2 RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ , P. (1996) Cuidados en la mente, para darles de comer).
vejez. El apoyo informal y Las personas mayores en Espa-
ña. Perfiles. Reciprocidad familiar. Ministerio de Asuntos Se habla ya, de que en determinadas cir-
Sociales-IMSERSO, Madrid . cunstancias en nuestra sociedad actual, no se
debe pensar en la familia conyugal como una – Los valores sociales, actualmente,
familia aislada de la parentela, sino más bien potencian más la satisfacción de las
como una familia extensa modificada y adap- necesidades individuales que el sentido
tada a la nueva situación, siendo las bases de convivencia familiar.
para la misma: la menor dimensión de la
familia, la incorporación de la mujer al traba- Estos cambios, que afectan al núcleo fami-
jo extradoméstico, la desaparición del servi- liar, no parece que vayan a cambiar sensible-
cio doméstico, las tasas de paro, la crisis de mente al menos en los próximos años, lo cual
las pensiones o la mejoría relativa de las dará lugar a un incremento de los problemas
superficies de los hogares. económicos y los referidos a la relación fami-
liar y asistencial.
edad superior a los 45 años y el 56 por 100 lia o algunos de sus miembros que conlleva la
dedica a esta labor más de cuatro horas dia- atención a estos enfermos cuando no están
rias, y sólo un 18 por 100, menos de dos institucionalizados o sus familiares no reci-
horas. ben las ayudas necesarias para poder aten-
derles suficientemente en los hogares, ya que
Todo ello ratifica, por consiguiente, que la se trata de unos enfermos que no son hospita-
familia es la principal fuente de cuidados per- lizados por este padecimiento.
,
sonales de los mayores. El 78 7 por 100 de los
dependientes recibe ayuda familiar, que se Hoy en día, en la atención a las personas
,
incrementa al 82 2 por 100 si esa persona ancianas dependientes, no basta con hacerlo
sufre alguna carencia física o psíquica grave. con amor, –que también–, sino que son preci-
sos unos conocimientos técnicos que no todos
El mencionado estudio corrobora que los los familiares poseen o tienen capacidad o
servicios sociales, sin embargo, tienen toda- facultades para aplicar y que son los adquiri-
vía un papel muy secundario en comparación dos por los profesionales y por algunos fami-
con la estructura familiar (2,2 por 100 para el liares expresamente instruidos. De ahí la
conjunto de la población dependiente y sólo importancia de la asistencia domiciliaria y de
un 1,7% para la dependiente grave) e inferior los Centros de día, que permiten a las fami-
a otros países europeos, entre el 5 por 100 y el lias dejar a sus enfermos en manos de exper-
10 por 100. La mitad de las cuidadoras tos, mientras ellos cumplen con sus obligacio-
demanda ayuda pública, en especial económi- nes profesionales y, después, compartir parte
,
ca. Asimismo hemos constatado que un 25 6 de la vida familiar con el anciano en su domi-
por 100 de las cuidadoras estima como prefe- cilio.
rente el apoyo psicológico.
Esta situacióny este papel decisivo asumi-
El comienzo de una dependencia grave do por las familias es algo reconocido y valo-
como la originada, por ejemplo, por una rado desde los organismos responsables de
demencia como es la enfermedad de Alzhei- esa atención social y de sus más destacados
mer, no solamente supone un problema, sino representantes «Los estudios que se vienen
que, además, implica cambios importantes en haciendo sobre el cuidado a las personas
los roles y cometidos en la familia: ¿Quién ha mayores dependientes coinciden en tres cues-
de acometer el papel de cuidador?. ¿Quién tiones: la atención se hace prioritariamente
tomará las decisiones ante los continuos cam- desde el ámbito familiar y muy secundaria-
bios que se avecinan?. Todos los componentes mente desde programas y servicios públicos;
de la familia, padres, esposos, hijos y otros el papel del cuidado recae de forma masiva en
familiares deben adaptarse a estos cambios las mujeres de la familia en general y en las
en los roles, pues de lo contrario, las tensio- hijas solteras en particular; los cuidados, por
nes familiares no resueltas se acumulan, y su duración, intensidad y complejidad, aca-
empeoran el problema primario de la altera- rrean un fuerte coste económico, social, psico-
ción. lógico, etc., en las personas cuidadoras y en el
conjunto de las familias.
Los conflictos entre cónyuges e intergene-
racionales en la familia, la disminución de los Es bueno socialmente que las familias
ingresos y el aumento de los gastos, el aban- sigan teniendo un papel básico en la atención
dono del trabajo extradoméstico por parte de a sus mayores. Es un factor de cohesión
familiares –generalmente de las mujeres– social, de solidaridad intergeneracional, de
para cuidar a sus mayores enfermos, las cri- compartir valores y vivencias. Pero, siendo
sis y depresiones personales,... suelen ser esto cierto, tampoco podemos someter esa
algunos de los efectos negativos sobre la fami- solidaridad a una presión angustiosa, a que-
3 Ver en Sesenta y más nº 155, pág. 4 (marzo, 1998), Ante esta situación, ante el fenómeno del
IMSERSO-Mº de Trabajo y Asuntos Sociales, Madrid. aislamiento y la soledad se producen diferen-
tes formas de reacción por parte de los ancia- ción de su salud psicofísica y las de su entor-
nos, distintos mecanismos de ajuste. En unos no familiar y social, que en simples causas o
casos saben adaptarse a la nueva realidad, concausas determinan las diversas clases de
buscar alternativas y posibilidades de reali- lesiones que ponen fin a su existencia.
zación personal con participación en diferen-
Las víctimas de suicidios consumados y
tes empresas de carácter creativo, lúdico o de
tentativas de suicidio en España, entre los
voluntariado, haciendo buena la sentencia de
años 1976 y 1999, en edades de sesenta y más
que «padre viejo y chaqueta rota no es des-
años fueron en total 19.947, el 39 por 100 del
honra»; en otros, dada la supravaloración que
total de todas las edades siendo, de ellos, el 70
se observa en la sociedad respecto de los ele-
por 100, hombres y el 29 por 100, mujeres
mentos jóvenes y de sus usos y costumbres,
(Tablas 3 y 4). Al analizar estos datos se com-
reaccionan adoptando características psicoló-
prueba que, de los hombres, el mayor porcen-
gicas de la juventud y queriendo asemejarse a ,
taje (55 3 por 100) corresponde a los casados,
la misma mediante el uso de cosméticos,
mientras que en las mujeres es al estado de
prendas de vestir, etc., empleados por las
viudedad al que corresponde el porcentaje
generaciones de menor edad, rechazándose a ,
más elevado (43 6 por 100).
sí mismos y destacando los defectos de su pro-
pia generación. A esta actitud aluden los Por lo que se refiere a los procedimientos
conocidos refranes «a la vejez, alardes de pez» empleados para poner fin a sus vidas o tratar
o «a rocín viejo, cabezada nueva», referidos a de hacerlo, figura en primer lugar el ahorca-
los viejos que se tiñen las canas y a los que se ,
miento (asfixia o suspensión), con un 45 8 por
acicalan como si fueran jóvenes, respectiva- 100 de los casos, siguiéndole la precipitación
mente. Pero, en otros casos, la forma de reac- ,
desde un lugar elevado (22 6 por 100) y por
ción es fatalmente trágica, pues no pocos ,
sumersión (ahogamiento) con un 11 0 por
ancianos optan por la irreversible solución 100. Cabe también prestar una cierta aten-
del suicidio abrumados por el aislamiento ción al hecho diferenciador de procedimientos
que perciben o que experimentan. «masculinos» y «femeninos».
Sin duda, los suicidios y lesiones autoin- El arma de fuego es empleada mayorita-
,
flingidas del anciano son llevadas a cabo en riamente por los hombres (97 6 por 100), así
,
circunstancias especiales de su vida, altera- como el ahorcamiento (82 2 por 100) y la pre-
,
cipitación al paso de vehículos (75 0 por 100). Por cuanto respecta a las motivaciones que
,
El envenenamiento se empleó en el 51 5 por pudieran impulsar a los ancianos al suicidio,
100 de los casos de las mujeres ancianas. Y creemos que entre las razones o causas prin-
,
del total de éstas, el 35 0 por 100 se precipitó cipales cabría destacar la enfermedad, la
desde una altura. Éste es un comportamiento debilidad física, el aislamiento, la soledad,
que ha sido una constante a lo largo del tiem- como aparentemente desencadenantes de
po, como lo ponen de manifiesto los estudios otras, tales como el rechazo de los familiares,
referidos a finales del siglo XIX y principios la sensación de estorbo, la inutilidad o la sen-
del XX, realizados por Constantino Bernaldo sación de falta de cariño, muy acusada entre
de Quirós y Mariano Ruiz Funes4. las personas más ancianas, en virtud de su
hipersensibilidad y de su tendencia a estar
Respecto del total, las personas mayores más pendientes de las formas que del fondo,
eligen, preferentemente, procedimientos en contraste con la actitud aparentemente
definitivos, como el ahorcamiento o precipita- más superficial en las formas, pero que no tie-
ción desde una altura, métodos que no permi- ne por qué implicar, forzosamente, menos
ten dudar de su intencionalidad. profundidad de sentimientos en el fondo, de
los más jóvenes, arrastrados por el ritmo de
A nuestro juicio, de los tres grupos que
la vida y no tan pendientes de los detalles. En
establece Durkheim (1928:) para la tipología
todo caso, hay ancianos para los que estas
de los suicidios –egoísta, altruista y anómi-
sensaciones no son suposiciones ni imagina-
co–, el correspondiente al suicidio en la ancia-
ciones, sino apreciaciones ciertas de una tris-
nidad encajaría perfectamente en el tercero
te y lamentable realidad..
de los señalados, pues el anciano suicida llega
a su determinación como consecuencia de la Pero para no quedarnos en las hipótesis ni
anomia en que se encuentra, de la desorgani- en las conjeturas, examinemos las causas
zación vital que percibe dentro de su estruc- conocidas de los suicidios y las tentativas en
tura social. los mayores en los años 1976 a 1999, detalla-
das en las Tablas nº 6 y 7.
4Ver en RUIZ FUNES, M. (1928) Etiología del Suicidio
Independientemente de aquellos casos en
en España, en D URKHEIM, E.: El suicidio Reus, págs.
XXXIV y XXXV, Madrid. que los motivos se desconocen, que son la
Nota: Hasta 1998, inclusive, la actual rúbrica de situación económica comprendía las de miseria, pérdida de
empleo, y revés de fortuna y la de situación afectiva, las de disgustos domésticos, amores contrariados, disgustos de la
vida, celos, temor a condena, falso honor y embriaguez.
mitad, en los que de una u otra forma se En las edades de la ancianidad, el desequi-
saben las causas, en su mayor proporción librio emocional, las tensiones psicológicas o
corresponde a trastornos psicopáticos, segui- el abatimiento ante la enfermedad están más
dos, por orden de importancia, por los padeci- acentuados en el hombre que en la mujer, la
mientos físicos, es decir, la falta de salud, la cual, además, posee una capacidad biológica
enfermedad física o psíquica. superior, como lo prueba el hecho de la hiper-
Nota: Hasta 1998, inclusive, la actual rúbrica de situación económica comprendía las de miseria, pérdida de
empleo, y revés de fortuna y la de situación afectiva, las de disgustos domésticos, amores contrariados, disgustos de la
vida, celos, temor a condena, falso honor y embriaguez.
mortalidad masculina pues, pese a que nacen Para paliar situaciones como las aquí
más niños que niñas, mueren, desde las eda- expuestas y evitar sus efectos negativos es
des más tempranas, más hombres que muje- preciso conocer y remediar las necesidades de
res. Para hacer tal aseveración nos basamos los ancianos y que se presentan desde dos
en el hecho de que, en los suicidios y tentati- perspectivas distintas, en dos planos diferen-
, tes: el individual y el social. Las necesidades
vas por estados psicopatológicos, un 57 9 por
, personales o individuales se refieren básica-
100 son hombres, así como el 76 2 por 100 de
los que lo han hecho por padecimientos físi- mente al cuidado de la salud, incluida la
cos. En cualquier caso, también hay que seña- nutrición, la vivienda y, por supuesto, los
lar que la mayor proporción de los suicidios y recursos o ingresos económicos, entre otras.
tentativas en las mujeres mayores, con causa Las necesidades sociales relacionadas con los
conocida, responde a la rúbrica de estados ancianos se refieren, ante todo, a la integra-
psicopatológicos. ción social y a la independencia económica
que, evidentemente se hallan estrechamente
Lo cierto es que la enfermedad o la falta de interrelacionadas con las necesidades indivi-
salud física o psíquica llevan a la autodestruc- duales, y unas y otras deben ser contempla-
,
ción a un 77 8 por 100 del total de los ancianos das conjuntamente desde cualquier política
que, con causa conocida, se plantean este orientada a la ancianidad.
final. Por ello consideramos oportuno hacer
una reflexión sobre la interrelación de la
salud física y la mental, toda vez que parece LOS PROCESOS DE ADAPTACIÓN
evidente que en unos casos es directamente la
falta de salud física la que lleva a tan consi- Hay personas para las que, con el trans-
derable número de suicidios y, por otra parte, curso de los años y la llegada de la vejez y/o la
cabe colegir que, en otro porcentaje también viudedad, se presenta la disyuntiva de per-
considerable, pueden ser precisamente las manecer solos en el medio rural, con las
enfermedades físicas las que provoquen las viviendas en trance de deterioro, aunque en
perturbaciones mentales o los estados psico- un contexto social fuertemente solidario y con
patológicos que impulsen a otras personas a el apoyo y la ayuda del grupo o, por el contra-
este fin. rio, el marcharse e ir a vivir en la vivienda de
alguno de sus hijos, en las ciudades o, lo que Cuando los recursos de los ancianos son
es peor, en las «ciudades-dormitorio» o en tan escasos que han de depender de sus hijos,
barrios periféricos, frecuentemente deficita- se producen situaciones tan traumatizantes
rios de infraestructuras para los ancianos. como la rotación periódica de los padres en los
hogares de los diferentes hijos, lo que se ha
Para los que optan por esta segunda posi- dado en llamar «abuelos golondrina», con la
bilidad se presenta toda una amplia y com- sensación subsiguiente de sentirse poco
pleja gama de problemas y dificultades rela- menos que un objeto traspasado de uno a otro
cionadas con su desarraigo y con la erradica- lugar de cuando en cuando. De ahí que sea
ción tardía, con los procesos de adaptación e tan importante la autonomía y la autosufi-
inadaptación en un contexto tan distinto y ciencia de las personas mayores.
tan diferente del suyo de origen.
En las familias y en el conjunto de la socie-
Las posibilidades de adaptación y ajuste al dad hay que hacer un esfuerzo para recupe-
hecho mismo de la vejez en sí, como a las nue- rar el papel de los abuelos y las abuelas, tan-
vas ubicaciones y formas de vida, dependen to por el bien de los mayores como por el bien
en gran medida de los antecedentes de las de la sociedad misma, de su equilibrio y de su
personas, de lo brusco del cambio de situa- estabilidad. La sociedad la formamos todos y
ción, del choque cultural que se produzca, del cada uno de nosotros y sólo seremos una
carácter de sus relaciones previas y del talan- sociedad equilibrada si no nos olvidamos de
te con que afrontaron crisis anteriores de ninguno de sus miembros.
similares o diferentes características. Un
papel primordial en estos procesos de adapta- Cuando una persona es conocedora del
ción corresponde a la comunidad que recibe a papel que se espera que cumpla, tiene su
los ancianos, dependiendo de la buena dispo- sitio, y conoce cuál es su sitio, dentro de la
sición con que esta acogida se produzca. familia, de la comunidad de vecinos, del
barrio o en general en su entorno vital más
Otro aspecto que es menester considerar inmediato, entonces esa persona sigue siendo
en este punto, es el de la adaptación de los una persona, tenga la edad que tenga. Las
ancianos a sus viviendas y barrios de siem- más de las veces, lo que hace que los ancianos
pre, pues también con cierta frecuencia las se sientan abatidos o desconcertados cuando
personas mayores viven en los barrios más se tienen que desplazar de domicilio es preci-
antiguos de las ciudades, algunos con nota- samente el desconocimiento de su función
bles deterioros, en casas con limitaciones en dentro del nuevo hogar, y el hecho de no dis-
los servicios tales como agua caliente, cale- poner de un espacio propio, de una habitación
facción, cuartos de baño adaptados o ascen- que puedan considerar suya. Tener que com-
sor. La carencia de este último elemento partir la habitación de los nietos, por ejemplo,
reduce bastante las posibles salidas y relacio- contribuye a incrementar el sentimiento de
nes familiares y sociales de los ancianos, no invasor, de intruso en terreno ajeno. El dise-
tanto en la salida como en el regreso con la ño y la construcción de pisos, si bien tiene en
consiguiente subida a pie hasta su domicilio, cuenta la disminución de los miembros de las
y especialmente para aquellas personas que familias por la reducción del número de hijos,
padecen alguna patología cardiaca o respira- no tiene en cuenta a los abuelos que rara vez
toria o limitaciones en su aparato locomotor. disponen de una habitación propia en la casa
En la mayoría de las casas de los barrios más de sus hijos. El sentirse intrusos en la casa de
antiguos de las ciudades se carece de ascen- los hijos viene propiciado, por una parte, por
sor por no exigirlo así para las viviendas de el desconocimiento de la función a desempe-
hasta cuatro alturas las antiguas ordenanzas ñar en el nuevo hogar, aunque como ya se ha
urbanísticas. visto con anterioridad, los abuelos y especial-
mente las abuelas desempeñan no pocas tare- En cualquier caso, por una parte, una
as de ayuda para sus hijos y nietos. Pero en inmensa mayoría de las personas mayores en
otras ocasiones, hagan lo que hagan, aun con la actualidad son depositarias de unas capa-
la mejor de las intenciones, raramente tienen cidades y potencialidades que la sociedad no
la seguridad de estar haciendo lo que deben o puede ni debe desaprovechar y, por otra, su
lo que se espera de ellos. número, sus posibilidades y sus necesidades
son también campo apropiado para la crea-
Hemos insistido en la importancia de con-
ción de puestos de trabajo para los más jóve-
servar el estatus, de tener y desempeñar un
nes. La cuestión estriba en la dotación de
rol. La adaptación a la jubilación y a la vejez
medios y recursos para que unos sigan siendo
implica no ser ni sentirse excluidos social-
sujetos activos en la sociedad y los otros vean
mente, implica sentir que se goza de buena
cumplidas sus aspiraciones de servicios a esa
salud social.
misma sociedad.
El concepto de salud ha variado con el
Como hemos dicho ya en múltiples ocasio-
tiempo. En la antigüedad se definía simple-
nes, todo ello es competencia de la familia, las
mente como un buen estado del organismo: la
instituciones y la sociedad, las cuales no pue-
utaxia, estado de perfecta salud de los grie-
den ni deben eludir esta responsabilidad
gos, la sanitas, calidad de sano de los roma-
para que, finalmente, todos podamos atisbar
nos. En nuestro tiempo, popularmente, se
una ancianidad nueva y mejor.
define en forma negativa: no estar enfermo,
sin síntoma o padecimiento alguno.
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RESUMEN: El incremento de la población anciana en nuestra sociedad es un hecho evidente que demues-
tra, por una parte, unas mejores condiciones vitales y sociales que han facilitado el aumento
de la esperanza de vida y, por otro, la necesidad de que sean acometidas políticas sociales acor-
des con esta nueva realidad y, para ello, es preciso tener un conocimiento lo más aproximado
posible de los aspectos sociales vinculados con las personas mayores y con la ancianidad.
En este trabajo se abordan algunos de estos aspectos tales como la distribución demográfica de
este sector de la población, cómo es percibida la ancianidad por la sociedad en general y por los
propios mayores, las repercusiones sociales del envejecimiento, así como la jubilación que con-
tribuye a la «ancianidad decretada» y que, frecuentemente, se traduce en una aceleración del
proceso de acumulación de pérdidas que afectan a los mayores.
La familia y su entorno es el medio y la institución en la que las personas mayores tienen su
refugio vital y social último y a la que en la actualidad prestan su ayuda y de la cual la reciben
aquellos que tienen algún tipo de dependencia. Pero también hay mayores que viven o perci-
ben la soledad y el aislamiento como una carencia afectiva y social y que, en un número consi-
derable de casos, junto con los padecimientos físicos y psíquicos les inducen a la drástica deci-
sión del suicidio. Y, por último, se trata también la adaptación a la vejez como un reto que, den-
tro de los aspectos sociales referidos a la ancianidad, han de afrontar y superar las personas
mayores.
L
nes se producen en coyunturas aún diferen-
os países europeos se encuentran en
tes en cada modelo de bienestar, pero la con-
un proceso de convergencia que con-
vergencia supone plantear respuestas que, a
lleva el planteamiento de similares
largo plazo, sean útiles para todos los países.
problemas sociales, económicos y políticos.
En particular, el bienestar se empieza a con- El actual modelo de bienestar meridional
cebir como un valor supranacional que se enfrenta con tres problemas sociodemográ-
requiere de la conjunción de criterios y ficos: el envejecimiento de la población, el
esfuerzos para su mantenimiento ante pro- aumento de la dependencia y la crisis del apo-
blemas sobrevenidos en todos los países, yo informal o desfamilización. En este artícu-
como son el aumento de la ratio de pensionis- lo, se aportan datos y proyecciones que toma-
tas y el aumento de la demanda de cuidados dos de forma conjunta ponen de manifiesto
de larga duración, ambos muy correlaciona- que estos problemas amenazan la sostenibili-
dos con el envejecimiento de la población dad de las estructuras de bienestar del mode-
europea, que significan una carga creciente lo mediterráneo.
sobre los sistemas públicos sanitario y de
pensiones. Además, en los estados meridio-
nales concurre otro fenómeno que afecta ENVEJECIMIENTO DE LA
directamente a la provisión del bienestar, POBLACIÓN
como es la incorporación de la mujer al mun-
do laboral que tiene asociada una progresiva En 2001 había en España 41.116.842 habi-
,
desfamilización de la sociedad. Ante la ruptu- tantes y el 16 9% de los mismos tenía 65 o
ra de la solidaridad familiar que ello trae aso- más años, las previsiones para los próximos
ciado, aparece un incremento de la demanda años indican un crecimiento constante. Así,
en el año 2010 los mayores representarían el
18% del total de población, en 2025 el 22% y
* Profesores de la Universidad de Valencia. Estudi casi el 30% en 2040. Las previsiones para la
General. población mayor de 80 años, que constituían
,
el 3 8% en 2001, establecen cifras del 5% en el des Autónomas muestran grandes diferen-
año 2010, 6% en 2025 y 8% en 2040 (Ministe- cias territoriales (gráfico 1). Así, las Comuni-
rio de Trabajo y Asuntos Sociales, 2001). El dades con menor porcentaje de mayores de 65
ritmo de crecimiento de la población con 80 y años, en torno al 10%, son: Melilla, Canarias
más años supera en gran medida al conjunto y Ceuta. Por debajo de la media nacional
,
de la población de 65 y más años; de tal for- (16 9% en 2001) también se encuentran:
ma, que mientras entre 2001 y 2026 se espe- Andalucía, Madrid, Baleares y la Comunidad
, Valenciana. Por el contrario, Castilla y León,
ra un crecimiento del 29 5% para el grupo de
mayores de 65 años, la población de 80 y más Aragón y Asturias presentan porcentajes
, superiores al 20%. Por otra parte, aunque el
años crecería un 58 7% (Proyecciones de la
Población Española, Instituto de Demografía mayor número de personas mayores de 65
del CSIS, citado en el Informe del Defensor años vive en ciudades (4.2 millones), el pro-
del Pueblo, 1999). blema del envejecimiento se acentúa en los
municipios de menos de 2000 habitantes dón-
Los datos de distribución geográfica de la de este grupo supera el 25% de la población
población con 65 o más años por Comunida- total (IMSERSO, 2001).
El envejecimiento está motivado, por una una de las tasas de fecundidad más bajas del
,
parte, por el descenso de las tasas de mortali- mundo, siendo 1 07 el número medio de hijos
dad infantil y general (más personas llegan a por mujer, mientras que el umbral de reem-
,
los 65 o más años) y, por otra, por el descenso plazo generacional (2 1) no se alcanza desde
de la población joven a consecuencia de la 1981 (IMSERSO, 2001). Con el actual ritmo
fuerte caída de la fecundidad. Con relación a de nacimientos y defunciones, se calcula que
este último aspecto, España es un país con España empezará a perder población hacia el
Otro factor vinculado con el envejecimien- viudedad media de 7 a 10 años, como conse-
to de la población es la esperanza de vida al cuencia no sólo de su menor mortalidad sino
nacer. En la UE, entre 1980 y 1997 dicha también de un efecto cultural, la costumbre
, social de separación de varios años con el
esperanza ha aumentado en 3 6 años para los
, varón al casarse (IMSERSO, 2001).
varones y 3 4 años para las mujeres, situán-
,
dose en 1997 en 74 1 años para los primeros y
, Por último, entre las tendencias relaciona-
80 5 años para las mujeres (gráfico 3). En
das con los cambios demográficos y sociales
España la esperanza de vida al nacer pasó de que van a afectar al cuidado de las personas
, ,
33 9 y 35 7 años en 1900 para varones y muje- mayores en los países más desarrollados
, ,
res, respectivamente, a 74 4 y 81 6 en 1997. (OECD, 1998a), entre ellos los de la UE, se
La esperanza de vida para las personas de 65 deduce que si las personas viven más años la
años alcanza los 16 años para varones y los ratio entre el número de pensionistas jubila-
,
19 8 para mujeres. Ante esta situación, la dos y el número de trabajadores activos pue-
mujer en España puede encontrarse con una de aumentar.
Fuente: Elaboración propia con datos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Socia-
les, 2000.
ción activa.
INCREMENTO DEL NÚMERO DE dinámica entre los estados de salud y los fac-
PERSONAS DEPENDIENTES tores contextuales (OMS, 2001).
Fuente: Elaboración propia con datos de la Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud
1999 (INE, 2000).
Fuente: Elaboración propia con datos de la Encuesta Nacional de Salud 1997 (Biglino, 1999).
Entre las personas que declararon tener para desarrollar sus actividades habituales,
,
alguna enfermedad crónica, casi el 40% de los frente al 24 2% de la población de entre 16 y
mayores de 75 años encontraron limitaciones 64 años (gráfico 6).
Fuente: Elaboración propia con datos de la Encuesta Nacional de Salud 1997 (Biglino,
1999).
Fuente: Elaboración propia con datos de la Encuesta de Morbilidad Hospitalaria 1999 (INE, 2002).
trastorno mental, 808 pertenecen a este gru- procesos que conducen a una disminución de
po de edad), del sistema osteomuscular y del las capacidades para realizar las actividades
tejido conjuntivo y del aparato digestivo (grá- básicas de la vida diaria. En el segundo caso,
fico 7). Mientras que los mayores de 65 años los avances en la atención sanitaria han dis-
predominan en los grupos de enfermedad minuido la cantidad de patologías mortales
relacionadas con los órganos de los sentidos convirtiendo muchas de ellas en enfermeda-
(por ejemplo, cataratas) y el aparato circula- des crónicas, generalmente asociadas a
torio. Los mayores también están más repre- comorbilidad y a complejidades clínicas que
sentados en enfermedades vinculadas con acaban desencadenando algún grado de
tumores malignos y enfermedades respirato- dependencia para las AVD.
rias.
Fuente: Elaboración propia con datos de la Encuesta de Población Activa, INE, abril 2002.
que los principales proveedores de estos cui- aumento de personas dependientes, y las con-
dados son entidades privadas, y los servicios secuencias de la crisis del apoyo informal en
de las administraciones central y autonómica el seno de las familias.
son insuficientes. El resultado es una imposi-
bilidad de atención directa y una incapacidad El envejecimiento progresivo de la pobla-
ción supone un aumento de la tasa de depen-
económica para cubrir los gastos de cuidados
dencia económica (número de pensionistas
a los precios de mercado, situación que puede
jubilados / número de trabajadores activos)
definirse como quiebra de la solidaridad
que implica un progresivo aumento de la car-
familiar. Ante esta situación, la familia se
ga económica sobre el Sistema de Seguridad
inhibe de la responsabilidad de los cuidados
Social, aun considerando los procesos inmi-
de las personas dependientes y la cede a la
gratorios permitidos por las políticas actua-
Administración.
les. Además, el periodo de soporte económico
de una persona jubilada es cada vez mayor,
dada la disminución de las tasas de mortali-
CONCLUSIONES
dad con el consiguiente aumento de la espe-
ranza de vida en la población.
Los datos aportados por diversas fuentes
suponen para el sistema de bienestar español Pero la disminución de la mortalidad y el
varias amenazas a su mantenimiento, cali- alargamiento de la vida se ha visto acompa-
dad y universalidad. Tres son los ejes de aná- ñado por un aumento de la morbilidad. Es
lisis que queremos ahora resumir y relacio- decir, cada vez hay más personas enfermas
nar entre sí: las consecuencias del envejeci- que alcanzan edades avanzadas. Muchas
miento de la población, las consecuencias del patologías antes terminales se han converti-
do en enfermedades crónicas por el avance de
los tratamientos médicos. El resultado es
de la Encuesta de Población Activa del INE, se estima
que la tasa de paro es del 6.6% para la persona principal, que, tanto entre los ancianos, como entre los
más de tres veces inferior a la de los hijos (21%) y a con- jóvenes, se detecta un aumento progresivo de
siderable distancia de la que afecta a los cónyuges personas que requieren cuidados de larga
(16.2%). De los 13.032.000 hogares existentes en el últi- duración debido a procesos cronificados que
mo trimestre de 2000, según la EPA, hay 7.433.300
suelen acabar en estados clínicos complejos y
hogares en los que todos sus activos están ocupados, en
9.388.700 hogares hay al menos un miembro trabajan- pluripatológicos. La consecuencia obvia de
do, y en 528.9000 hogares están parados todos los acti- todo ello es el aumento de la demanda de cui-
vos. dados sociosanitarios.
Esta demanda debe ser atendida en todo Por tanto, el aumento de la demanda de
Estado de bienestar, y de hecho así es en la cuidados de larga duración, que hemos trata-
mayoría de países de nuestro entorno euro- do antes, y la crisis del apoyo informal, supo-
peo. Sin embargo, las diferencias de índole ne una demanda creciente a las Administra-
histórico, económico, político, cultural y ciones Públicas de servicios de atención socio-
demográfico entre estados producen resulta- sanitaria que implican una carga económica
dos y previsiones muy diversas. para el Estado.
• La ruptura de la solidaridad familiar GARCÉS, J.; MEGÍA, Mª., J.; RÓDENAS, F. y ZAFRA, E.
debido a la incorporación de la mujer al (2002): Estudio sobre demanda y necesidades de
mundo laboral, a cambios en la estruc- asistencia sociosanitaria en la Comunidad
Valenciana 2000-2001, Generalitat Valenciana,
tura familiar y a los elevados costes de
Valencia.
servicios privados que conducen a una
demanda de cuidados a las administra- GUDEX, C. & LAFORTUNE, G. (2000): «An Inventory
ciones públicas. of Health and Disability-Related Surveys in
OECD Countries», in OECD, Labour Market
Mantener el Estado del bienestar en Espa- and Social Policy, Occasional Papers, 44, Paris.
ña requiere una política social que diseñe y INE (2000): Encuesta sobre Discapacidades, Defi-
planifique a medio y largo plazo una oferta de ciencias y Estado de Salud 1999, INE, Madrid.
servicios sociosantarios con corresponsabili- — (2002): Encuesta de Morbilidad Hospitalaria,
dad de la sociedad y el mercado. El nuevo sis- INE, Madrid.
tema debe ser capaz de aliviar la sobrecarga
IMSERSO (1999): La protección social de la depen-
asistencial y financiera del sistema sanitario,
dencia, Ministerio de Trabajo y Asuntos Socia-
racionalizando y optimizando el sistema de les, Madrid.
servicios sociales, y ofertando una nueva car-
tera de servicios sociosanitarios basada en — (2001): Las personas mayores en España: Infor-
me 2000. Ministerio de Trabajo y Asuntos
recursos domiciliarios y ambulatorios esen-
Sociales, Madrid.
cialmente. La viabilidad del nuevo sistema
pasa por la utilización de la metodología de JACOBZONE, S. (1999): «Ageing and Care for Frail
gestión de casos, que permitirá actuaciones Elderly Persons: An Overview of International
Perspectives», in OECD: Labour Market and
integrales e integradas entre ambos siste-
Social Policy, Occasional Papers, 38, Paris.
mas. Un sistema sociosanitario como el que
proponemos debe estar basado en nuevos MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES (2001):
principios axiológicos, jurídicos y financieros Guía de Ayudas Sociales para las Familias,
Madrid.
que lo hagan sostenible, y posibiliten cambios
reales en la cultura de la protección social en NAKANO, E. (2000): «Creating a Caring Society», in
España. Contemporary Sociology, 29 (1), pp. 84-94.
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DISCIPLINARIA DE GERONTOLOGÍA (1999): La aten-
actuación en la Comunidad Valenciana», ponen-
ción sociosanitaria en España: perspectiva
cia presentada en I Jornadas sobre Atención
gerontológica y otros aspectos conexos, Madrid.
Sociosanitaria, Escuela Valenciana de Estudios
GARCÉS, J. (2000): La nueva sostenibilidad social, en Salud Pública, 14 y 15 de diciembre, Valen-
Ariel, Barcelona. cia.
RESUMEN: Los gobiernos de los países con modelos de bienestar meridionales se enfrentan al aumento de
la ratio de pensionistas y al incremento de la demanda de cuidados de larga duración, ambos
asociados con el envejecimiento de la población europea y el aumento de la dependencia, que
significan una carga creciente sobre los sistemas públicos sanitario, social y de pensiones. Ade-
más, en estos países concurre otro fenómeno que afecta directamente a la provisión del bien-
estar, como es la incorporación de la mujer al mundo laboral que corre pareja a una progresi-
va desfamilización de la sociedad. Ante la ruptura de la solidaridad familiar que ello conlleva
–crisis de apoyo informal–, aparece un incremento de la demanda de cuidados hacia el estado
que grava aún más el gasto público. En este artículo, se aportan datos y proyecciones que,
tomados de forma conjunta, ponen de manifiesto que estos problemas amenazan la sostenibi-
lidad de las estructuras del bienestar.
E
1. PROYECTO DE LEY DE IGUALDAD
l Consejo de Ministros ha aprobado
DE OPORTUNIDADES Y NO
el 16 de mayo de 2003 dos Proyectos
DISCRIMINACIÓN DE LAS PERSONAS
de Ley, que fueron de inmediato
CON DISCAPACIDAD
remitidos a las Cortes Generales para su tra-
mitación parlamentaria. Uno, el de Igualdad
En cumplimiento del artículo 49 de la
de Oportunidades y no Discriminación de las
Constitución, que ordena a los poderes públi-
Personas con Discapacidad y otro, el de Pro-
cos realizar una política dirigida a la integra-
tección Patrimonial de las Personas con Dis-
ción de los minusválidos físicos psíquicos y
capacidad.
sensoriales, prestándoles la atención especia-
Con estos dos Proyectos de Ley, España se lizada que requieran y el amparo que preci-
sen en el disfrute de sus derechos, en abril de
sitúa a la vanguardia de Europa al ofrecer el
1982 se promulgó la Ley 13/1982, de 7 de
marco jurídico más avanzado para la igual-
abril, de Integración Social de los Minusváli-
dad de oportunidades de las personas con dis-
dos (LISMI), que ha constituido hasta ahora,
capacidad y para su protección patrimonial,
el único marco normativo de las políticas de
siendo el primer país que aprueba Leyes de
discapacidad.
estas características.
La LISMI constituyó en su momento una
A su vez, estos proyectos se enmarcan
disposición legislativa muy avanzada, y ha
entre los principales objetivos del año 2003,
sido un instrumento muy valioso para la inte-
declarado por el Consejo de la Unión Europea gración social de las personas con discapaci-
de 3 de diciembre de 2001 «Año Europeo de dad. Sin embargo, veinte años después de su
las personas con discapacidad», entre los que promulgación, se hacía necesaria una nueva
figuran la sensibilización de la opinión públi- Ley, que respondiese a un nuevo enfoque de
ca sobre los derechos de estas personas, la las políticas dirigidas hacia las personas con
promoción de medidas en favor de la igualdad discapacidad. Un enfoque que trascendiese la
de oportunidades y la sensibilización sobre perspectiva asistencial, para poner el énfasis
las múltiples formas de discriminación a las en la plena integración y participación en la
que se enfrentan estas personas. sociedad de las personas con discapacidad.
A continuación se exponen los objetivos y Ese es el enfoque del proyecto de Ley apro-
las medidas más importantes de estos dos bado por el Consejo de Ministros y remitido a
proyectos de Ley: las Cortes, en cuya elaboración ha participa-
3. Diálogo civil y participación. El proyec- Por otro lado, las personas con discapaci-
to de Ley establece la obligación de todas las dad podrán acudir a la tutela judicial, que
edificaciones. Esas condiciones serán de nos consultivos que han contribuido a mejo-
obligatorio cumplimiento con el siguien- rar su texto, tiene por objeto establecer medi-
te calendario: das de protección del patrimonio de las perso-
nas con discapacidad, procurando garantizar
• Oficinas públicas y servicios de aten- la existencia de medios económicos a su dis-
ción al ciudadano de las Administra- posición para la atención de las necesidades
ciones Públicas: entre 3 y 5 años des- vitales.
de la entrada en vigor de la Ley, las
que sean nuevas; entre 15 y 17 años Ante todo, se trata de responder al proble-
las ya existentes. ma que se plantean los padres de personas
• Bienes y servicios a disposición del con discapacidades severas, sobre la situa-
público: entre 5 y 7 años los bienes y ción de sus hijos cuando ellos ya no estén.
servicios nuevos de titularidad públi- Se trata de un proyecto de Ley pionera en
ca; entre 7 y 9 años los bienes y servi- Europa, que ha sido demandada por las aso-
cios nuevos de naturaleza concertada; ciaciones representativas del sector de la dis-
entre 12 y 14 años los bienes y servi- capacidad, que han participado en su elabo-
cios nuevos de titularidad privada; ración, a través del Comité Representativo de
entre 15 y 17años, los bienes y servi- las Personas con Discapacidad, CERMI.
cios ya existentes.
• Tecnologías y servicios relacionados La novedad fundamental consiste en que
con la sociedad de la información y se crea una nueva figura en nuestro ordena-
con los medios de comunicación: entre miento jurídico, a la que se denomina «patri-
4 y 6 años los nuevos y entre 8 y 10 monio protegido de las personas con discapa-
años los ya existentes. cidad», y que consiste en una masa de bienes
afecta exclusivamente a la satisfacción de las
• Medios de transporte: entre 5 y 7 años necesidades vitales de una persona con disca-
los nuevos y entre 15 y 17 años los ya pacidad. Puede crearse ese patrimonio en
existentes. beneficio de personas con minusvalía psíqui-
• Espacios públicos urbanizados y edifi- ca igual o superior al 33% o minusvalía física
caciones: entre 5 y 7 años los nuevos, o sensorial superior al 65%.
y entre 15 y 17 años los ya existentes
que sean susceptibles de ajustes razo- La administración de los patrimonios pro-
nables. tegidos se regula con gran flexibilidad, por lo
que podrá corresponder a la propia persona
5. Por último, en el plazo de dos años des- con discapacidad o a sus padres o tutores, o
de la entrada en vigor de la Ley, el Gobierno confiarse a instituciones sin ánimo de lucro
deberá regular los efectos de la lengua de sig- especializadas en la gestión de este tipo de
nos, que en ningún caso implicarán la obliga- patrimonios. Por su parte, la supervisión del
toriedad de su aprendizaje y uso por las per- patrimonio protegido corresponde al Fiscal, al
sonas con discapacidad auditiva. que deberá rendir cuentas de su gestión el
administrador del patrimonio protegido. Y,
como órgano de apoyo y auxilio del Ministerio
2. PROYECTO DE LEY DE PROTECCIÓN Fiscal, se crea la Comisión de Protección
PATRIMONIAL DE LAS PERSONAS Patrimonial de las Personas con Discapaci-
CON DISCAPACIDAD dad, adscrita al Ministerio de Trabajo y Asun-
tos Sociales, en la que participarán represen-
Este proyecto de Ley, en el que se han tantes de la asociación estatal más represen-
incorporado diversas sugerencias de los órga- tativa de los diferentes tipos de discapacidad.
E
Plan Integral de Apoyo a la Familia 2001-
l 16 de mayo de 2003 el Consejo de
2004.
Ministros ha aprobado un proyecto
de Ley de Protección a las Familias Para la elaboración del proyecto se han
Numerosas, que ha sido remitido a las Cortes tomado en consideración las conclusiones y
para su tramitación parlamentaria. recomendaciones de la Ponencia de Estudio
sobre Familias Numerosas creada en la
La protección a la familia constituye uno
Comisión de Trabajo y Asuntos Sociales del
de los ejes principales de la política del
Senado.
Gobierno, como lo demuestran, entre otras
iniciativas, las dos reformas fiscales, la Los beneficios previstos en este proyecto
actualización y mejora de las prestaciones de Ley afectarán a un total potencial estima-
familiares de la Seguridad Social incorporan- do de 614.000 familias, que cumplen las con-
do prestaciones nuevas, como las prestacio- diciones previstas en el mismo para tener
nes por nacimiento del tercer o sucesivos acceso al título de Familia Numerosa.
hijos o por parto múltiple; la aprobación de la
Ley de conciliación de la vida familiar y labo- Se destacan a continuación los aspectos
ral; o, sobre todo, la aprobación del Plan Inte- más sobresalientes del proyecto de Ley :
gral de Apoyo a la Familia 2001-2004.
Así, tendrán la consideración de Familia Además de los beneficios que puedan esta-
Numerosa de Categoría Especial las de cinco blecer las Comunidades Autónomas, esta Ley
o más hijos, y las de cuatro hijos de los que al establece, en el ámbito de competencias del
menos tres procedan de parto, adopción o aco- Estado, distintos beneficios para las familias
gimiento permanente o preadoptivo múlti- numerosas.
• En primer lugar, para atender la espe- renta per cápita. Ello significa, por
cial dificultad que tienen los padres y ejemplo, que una familia con 4 hijos y
madres de conciliar la vida familiar y una renta familiar de 16.500 euros
laboral, debido al mayor esfuerzo que anuales, que hasta ahora no percibía
les supone la atención de sus hijos e ninguna asignación, con la nueva Ley
hijas, el proyecto de Ley establece una va a tener derecho a percibir de la Segu-
ayuda específica para la contratación de ridad Social una ayuda mensual de 116
un cuidador. Concretamente, se bonifi- euros (29 euros por hijo).
cará el 45% de las cuotas a la Seguridad
Asimismo, una familia de 6 hijos con
Social que deban abonar los titulares de
una renta de 21.100 euros, que no reci-
Familias Numerosas, siempre y cuando
bía nada, percibirá 174 euros mensua-
ambos ascendientes trabajen fuera del
les. De este modo, se igualan los umbra-
hogar por cuenta ajena o cuenta propia,
les de renta que dan derecho a estas
o estén incapacitados para el trabajo.
prestaciones con los «mínimos exentos»
• Igualmente, el proyecto de Ley estable- del IRPF. Con este nuevo límite se bene-
ce que en la negociación colectiva deberá ficiarán de las ayudas del Gobierno
concederse una especial protección a los 52.300 nuevas familias y 122.600 hijos e
trabajadores que formen parte de fami- hijas.
lias numerosas, cuando de las relacio- • Se amplía el período considerado como
nes laborales se deriven situaciones cotización efectiva en supuestos de exce-
relativas a la movilidad geográfica, a la dencia por cuidado de hijos. Se incre-
modificación de las condiciones de tra- menta de un año a 15 meses si la familia
bajo o a la extinción de los contratos. es de categoría general y a 18 meses si
También se prevé que se duplicarán es de categoría especial. Con esta medi-
para estos trabajadores los plazos esta- da, se persigue reforzar la protección
blecidos con carácter general para el familiar de la Seguridad Social a las
desalojo de la vivienda que ocupen por madres y los padres de familias numero-
razón del trabajo. sas, de forma que se minimicen los efec-
• Incremento del límite de renta para acce- tos negativos de las interrupciones en
der a las prestaciones familiares por hijo su carrera profesional por razón del cui-
a cargo. Esta es probablemente una de dado de los hijos, de cara a sus futuras
las modificaciones más significativas de pensiones.
la nueva Ley. Actualmente, el umbral de • También se amplía el período de reserva
renta familiar que da derecho a las asig- del puesto de trabajo en los supuestos de
naciones familiares por hijo a cargo de la excedencia por cuidado de hijos, en los
Seguridad Social está establecido en mismos términos que la medida anterior.
8.624 euros, con un 15% adicional por Esta medida pretende garantizar una
cada hijo a partir del segundo, lo que sig- mayor estabilidad a los trabajadores
nifica que una familia con tres hijos debe padres o madres de familia numerosa.
tener una renta inferior a 11.616 euros
para acceder a estas prestaciones.
5. BENEFICIOS EN MATERIA DE
Con esta Ley se eleva el límite de renta SERVICIOS PÚBLICOS Y ACTIVIDA-
para las familias numerosas a 14.200 DES DE INTERÉS GENERAL
euros para las familias con tres hijos,
incrementándose en 2.300 euros por • Las Familias Numerosas tendrán dere-
cada hijo más, siguiendo un criterio de cho de preferencia para la obtención de
mentación necesaria para todas aquellas per- tir de los ochenta en España, se inicia de
sonas que trabajan en este campo. manera sistemática y rigurosa el diseño y la
aplicación de tratamientos conductuales
A mi juicio, es una obra recomendada, tan- específicos para los niños. Hasta entonces
to para la formación de futuros profesionales, fueron las teorías psicoanalíticas las que tra-
como para los que ya están en el ejercicio de la taban de dar respuesta a los trastornos de
misma, llevando a cabo intervenciones y es el conducta y personalidad infantiles. Más aún,
caso de los trabajadores sociales, educadores la medicina dedicada a la psicopatología asu-
sociales y psicólogos. mió este modelo junto al biológico de enfer-
YOLANDA Mª DE LA FUENTE ROBLES medad. Después de la Segunda Guerra Mun-
dial, muchos profesionales de la psicología
consideraron inadecuados estos modelos
organicistas e intrapsíquicos asentando así
«PROBLEMAS COTIDIANOS las bases para la formulación de un modelo
DE CONDUCTA EN LA genuinamente psicológico: el modelo conduc-
INFANCIA» tual-cognitivo.
Intervención psicológica en el ámbito clínico
Desde el nuevo modelo conductual-cogniti-
y familiar
vo, la conducta infantil (normal o anormal)
está en función del organismo en interacción
DIEGO MACIÀ ANTÓN con el ambiente. La conducta del niño se
Editorial Pirámide explica en función de sus características per-
Madrid, 2002 sonales, de las variables de la situación y
247 páginas sobre todo de la interacción entre dichos
aspectos personales y situacionales. De esta
forma, el funcionamiento psicológico supone
Desde los supuestos teóricos básicos del una continua interacción entre la conducta y
modelo conductual-cognitivo, se aborda la las variables del organismo (personales) y
conceptualización de la conducta anormal en ambientales (situacionales). Con el término
la infancia considerando los determinantes y interacción se hace referencia a la mutua
los principios de adquisición, mantenimiento interdependencia de los elementos.
y cambio de las conductas-problema. También
se plantean las características de la interven- Se supone la existencia de un continuo
ción psicológica en los niños, resaltando el entre las conductas adaptadas y desadapta-
hecho de que la iniciativa de buscar ayuda psi- das, adecuadas e inadecuadas, normales y
cológica casi nunca parte de los pequeños, que anormales. Asimismo, una conducta puede
su edad implica el dominio de diferentes habi- ser adaptativa en un contexto específico y
lidades por parte del terapeuta y que la cola- desadaptativa en otro contexto diferente. De
boración de padres y otros adultos resulta hecho, para considerar una conducta inade-
imprescindible para el tratamiento. cuada se utilizan tres criterios: que la con-
ducta se presente con la suficiente frecuencia,
En un breve recorrido histórico, se plantea intensidad, duración e inadecuación a la
el hecho de que la psicopatología infantil y las situación; que, en caso de persistir dicha con-
técnicas de intervención aplicadas a la infan- ducta, el niño, su medio o ambos resulten per-
cia no se desarrollaron hasta el siglo XX. Por judicados; que la conducta impida la adapta-
esta razón, los trastornos de conducta del ción y evolución saludables del niño.
niño así como los tratamientos eran los mis-
mos que para los adultos. A partir de la déca- El modelo conductual-cognitivo pone espe-
da de los sesenta en Estados Unidos y a par- cial énfasis en el método científico, en las tres
quico puede ejercitarlos si es capaz natural- 2.º La postura doctrinal que presupone la
mente, en el sentido de capacidad de discerni- incidencia de la incapacitación en la
miento (entendida por la autora como «capa- esfera personal del incapacitado, inclu-
cidad de entendimiento suficiente como para so entendiendo que la capacidad nece-
comprender el significado, alcance y conser- saria para el ejercicio de los derechos
vación del acto que realiza y para adoptar de la personalidad es la capacidad de
una decisión responsable»). Para ello, utiliza obrar. Sin embargo, a raíz de que los
una serie de recursos normativos dentro de la derechos de la personalidad son prote-
metodología de la ciencia del derecho: preten- gidos constitucionalmente, se impone
de aplicar analógicamente y con carácter una doctrina jurisprudencial que esti-
general , los resultados que ofrece el Art. 162 ma necesario que sus limitaciones sean
del Código Civil respecto a los menores de justificadas. En este sentido acierta la
edad no emancipados y entiende que es posi- autora cuando ve que la pérdida de la
ble generalizar la regla especial del Art. 3 de posibilidad de ejercicio de los derechos
la ley orgánica de protección civil al derecho de la personalidad afecta directamente
al honor, la intimidad personal y familiar y a al derecho de autodeterminación del
la propia imagen. individuo, en tanto queda privado del
poder de organizar su existencia del
No obstante lo dicho, la autora encuentra
modo que considera más oportuno; difi-
algunas dificultades a la hora de llegar a
cultando su rehabilitación, condenán-
dicha conclusión:
doles de modo permanente a una situa-
1.º La interpretación derivada del Art. ción de inferioridad. Sólo será acepta-
267 del Código Civil, en comparación ble la limitación cuando se imponga en
con los Arts. 289 y 290 del Código Civil, interés del propio incapacitado. El juez
que indica que «el tutor es el represen- difícilmente puede llegar a evaluar
tante del menor o incapacitado» , salvo previamente en la sentencia judicial de
que una disposición legal o la sentencia incapacidad la capacidad natural del
de incapacitación señale lo contrario. individuo para, en un concreto y deter-
Dicha regla supondría ,dada la prácti- minado, determinar si puede o no ejer-
ca judicial que no se detiene en sus citar los derechos de la personalidad.
resoluciones a plantearse el problema
De ahí que, si en el ejercicio de actos de
del ejercicio concreto de derechos de la
contenido patrimonial es necesario, por segu-
personalidad –sólo nos encontramos
ridad jurídica y del tráfico, conocer antes cuál
con algunas alusiones al derecho al
es la capacidad del sujeto enfermo o deficien-
ejercicio del sufragio activo–, que no se
te psíquico, en el caso de actos de contenido
podría ejercitar los derechos de la per-
puramente personal, el interés esencialmen-
sonalidad por los propios incapacita-
te es el de la persona incapaz y « la defensa de
dos. El resultado por lo tanto no sólo
éste requiere dotar al individuo del mayor
contraría el sentido de la reforma de
grado de autonomía posible».
1983 sino también los principios cons-
titucionales vistos. No obstante, se A partir de lo dicho, va desarrollando su
debería salvar tal interpretación recu- tesis en diferentes casos de actuación de la
rriendo al método sistemático e históri- persona en tratamientos médicos y protec-
co, donde se comprueba cómo dicha ción del honor, intimidad personal y familiar
norma está incardinada en un conjun- e imagen. Así examina:
to de reglas que dan, esencialmente,
importancia al aspecto patrimonial del a) El problema del consentimiento a los
ejercicio de la tutela. tratamientos e intervenciones médicas.
«Pablo… Autista» nos adentra en este mundo su madre, dejarse tocar, compartir el juego.
tan impresionante, en todos lo sentidos, como Más adelante apareció la hiperquinesia, el
desconocido. movimiento constante.
En este caso es su madre, Carmen Róde- Después siguió una época que la autora
nas de la Rocha, la que nos narra su expe- denomina de relación simbiótica auténtica
riencia sobre el autismo. El libro está subtitu- entre la madre y el hijo. «Si ya no solo vives en
lado así: Experiencias de una madre y su hijo tu sufrimiento, sino que sientes en tí a cuan-
con retraso mental y autismo. tos sufren, si vas dando la mano a otras cria-
turas para que vayan venciendo su propio
Ya en el prólogo nos indica que va a escri- dolor, te sientes llena».
bir como madre. Sin embargo a lo largo del
relato se ve que no puede olvidar su condición A partir de los cinco años empezó un cam-
de profesional. Ella y su marido son profesio- bio. El afecto llegaba a Pablo y éste empezó a
nales de la discapacidad. Su marido ha sido sonreir. «Pablo corrió a mí, me miro a los ojos
director de centros de atención a personas con y me sonrió». Empezaba a haber comunica-
grave discapacidad y Carmen llevaba un ción entre ambos.
gabinete de psicología infantil, ya antes de
Todo ello está tratado sin acritud ni resen-
que naciera su único hijo, Pablo.
timiento. Simplemente expone los hechos y
Comienza la autora su relato desde el las soluciones que ella va adoptando para
momento del nacimiento. Nacimiento difícil afrontar la realidad. El libro se puede consi-
por no estar presente el padre, debido a que derar como un auténtico tratado de psicología
se adelantó el parto, y por necesitar ingresar práctica. «Deja de pensar en lo que podría ser
al recién nacido en la incubadora. y mira a sus ojos; si no perderás al precioso
hijo que tienes».
A partir de este momento la vida de Car-
El recelo que puede tener el lector al
men se empezó a complicar.
comenzar el libro de encontrarse con una rea-
El descubrimiento del retraso de Pablo. El lidad dura, dramática y de sufrimiento, se
comienzo de la estimulación temprana con desvanece en las primeras páginas por la fal-
una fisioterapia beneficiosa físicamente pero ta de dramatismo, de resentimiento o de pesi-
demoledora psicológicamente para el niño. mismo. No obstante, conforme se va leyendo
La mezcla de sentimientos y actitudes de la el relato te vas dado cuenta, aunque de
autora como madre y como profesional. manera amable, de que esa realidad es así,
–«Creo que un padre lo que debe pretender dura y dolorosa. Poco a poco se va sintiendo a
ante todo es ser padre. Aprender a serlo de Pablo como algo propio. Te ilusionas con sus
este tipo de niños. Pero meterse a ser el fisio- logros y te intentas meter en su mundo.
terapeuta de tu hijo o a ser su maestro porque
A raíz de su ingreso en un centro especial
a estos niños hay que enseñarles…no es lo
para niños con autismo la cosa empieza a
que tu hijo necesita de tí. Sino que sencilla-
cambiar. En esta época se pregunta la madre
mente seas su padre. Y tú simplemente nece-
¿Podría ser capaz de amarme?.
sitas eso, ser padre»–. El distanciamiento de
sus amistades. La renuncia a su trabajo pro- Pablo comienza a relacionarse. A descu-
fesional. Las diferencias con su marido, Qui- brir a las personas. Llegan nuevos cambios
que, en cuanto al tratamiento con su hijo. La para la familia, de trabajo, de residencia.
realidad durísima del autismo de Pablo, de Todo ello influye en Pablo. Un nuevo centro
los dos a los cinco años, que le impide incluso nefasto. Cambio de colegio. Vuelta a Madrid.
expresar los sentimientos, sonreír, abrazar a La difícil relación del matrimonio entre sí. La
soledad. Pero también el despertar, poco a cambios de actitud en nuestra sociedad. Ani-
poco, de Pablo a un cierto interés por el mun- ma a los padres a fabricar juntos el futuro de
do de fuera. La reunificación familiar, con sus hijos y a que juntos atraigan a la sociedad
renuncia, por parte del padre, a un trabajo a esta realidad.
mejor. El difícil paso a la adolescencia. La
Sobre la integración, Carmen confiesa que
aparición de la depresión.
es el tema sobre el que más le cuesta escribir
Existe tal compenetración entre madre e y el que más tensión le produce. «De ella
hijo que incluso un capítulo lo escribe el pro- depende el futuro de nuestros hijos y es el
pio Pablo. Y su pensamiento, así reflejado, es quid de todo. La integración es muy dura. Se
de optimismo y alegría. «Realmente, soy un pide todo el esfuerzo al deficiente. Es él el que
niño afortunado al tener tanta gente que me tiene que integrarse en nuestro mundo.
ayuda». Pero… ¿Y nosotros en el suyo? ¿Ampliamos
nuestra realidad para que ellos tengan cabi-
El libro quiere ser no solo un relato de la da?».
vida de Pablo y su familia sino también servir
de ayuda a otras familias. Por eso la autora A la persona deficiente mental se la margi-
dedica un capítulo a los factores estresantes, na por la carencia de dos valores hipervalori-
que agrupa en dos bloques: la dependencia de zados hoy en día: la falta de inteligencia y la
un adulto y el futuro de los hijos. Este último falta de belleza física. El ser humano es
está totalmente ligado a la integración, a la mucho más: emociones, sentimientos, intere-
ses, necesidades….
que dedica otro capítulo.
La escala de valores de una persona defi-
A todos estos factores, Carmen intenta dar
ciente está en el ser, en el mundo de los senti-
una visión positiva y una solución para otros
mientos. En cambio para una persona normal
padres siempre desde su propia experiencia
lo más importante es tener, el materialismo.
como madre. «Me gustaría animar a los
Es difícil acercar y unir esos dos mundos.
padres a que confíen en sus hijos y crean en
ellos. No cerréis puertas a priori, intentarlo. Termina el libro con una serie de relatos de
Solo conseguiréis felicidad por el éxito o por el familiares y personas cercanas a Pablo.
intento».
– Su abuela materna: Tengo 11 nietos. Si
Llega a determinar que la dependencia de tuviese que elegir sólo a uno, me queda-
un adulto puede ser el factor diferenciador ría con Pablo.
entre los distintos tipos de deficiencia. Este
grado de dependencia es el que mayormente – La tía María: La emoción mayor que me
diferencia entre sí a las familias con hijos inspira Pablo, es ternura.
deficientes. Pero es el tema más estresante
– El primo Luis, de 12 años: Pablo me cae
para todo padre con hijo deficiente es el futu-
bien, como un amigo más, pero de forma
ro. «Es la auténtica razón de nuestro dolor».
diferente.
En este punto, la autora invoca a los
– El primo Sergio, de 16 años: Nadie me
padres como primeros responsables, a los
ha hecho reflexionar tanto sobre las
medios de comunicación, a la Administración
cosas importantes de la vida como
y a toda la sociedad, a que rompamos la mar- Pablo.
ginación, la barrera psicológica que crea inco-
municación, a que se conozca la realidad de – El tío Miguel: Renuncian a sus propias
este colectivo social con necesidades tan espe- vidas para dedicar su vida a su amor: su
cíficas. El futuro de los hijos depende de los hijo.
dispersa, era de difícil acceso a los lectores estructura sanitaria, recursos, consumos,
interesados, lo que es de agradecer. Su expo- actitudes, discapacidades, promedio de horas
sición conjunta en claros y contundentes cua- de atención en el hogar y una larga lista de
dros estadísticos, se conforma como una fuen- macromagnitudes dignas de la mayor aten-
te de gran valor y resulta una referencia obje- ción y estudio.
tiva para aquellos lectores interesados en la
economía y política de la salud, profesionales Una encuesta a nivel nacional realizada
sanitarios, especialistas en previsión de ries- en 1990 demuestra que el 55% de los pacien-
gos y expertos en sociología económica. Pero tes recibía atención sanitaria en casa (con y
sobre todo, creemos que esta obra va encami- sin visita médica), un 25% utilizaba la aten-
nada a mostrar a un público objetivo, repre- ción primaria en el ambulatorio y el resto,
sentante de un amplio sector de asociaciones sólo un 20%, recibía atención hospitalaria
y entidades relacionadas con el mundo sani- incluyendo servicios de urgencias, interna-
tario, los aspectos humanos y sociales que miento e intervención hospitalaria donde los
implican las diversas enfermedades y minus- familiares aún continúan ofreciendo atención
valías. y cuidados a los enfermos. Ello conduce a la
autora a aseverar que, aunque las demandas
La autora deja patente que la enfermedad de cuidado se derivan hacia las instituciones
genera una serie de costes de diversos tipos sanitarias, éstas están limitadas por las dota-
que no solo afectan al enfermo, sino que se ciones económicas, reglamentos y convenios
extienden a todos aquellos que son partícipes laborales, siendo así que la enfermedad, o la
de ella. Los cuidadores profesionales tienen incapacidad física de cualquier tipo, obliga al
claramente estipulados sus derechos y emo- enfermo a la dependencia del entorno fami-
lumentos, sin embargo, la enfermedad produ- liar, lo que produce a su vez una limitación
ce en las personas del entorno familiar del drástica de la capacidad económica y de deci-
enfermo una serie de costes no evaluados; sión de la familia.
dependencia del tiempo libre, riesgos de con-
tagio, exclusión social y gastos que en su caso En el apartado 5, hace la autora un com-
pueden conducir a la pobreza. Todo ello pre- pleto análisis socioeconómico del sector sani-
supone una negativa a la solidaridad colecti- tario y del precio del trabajo remunerado en
va para los enfermos que debe ser subsanada el cuidado de la salud, mostrando la evolución
por la vía del mantenimiento de una eficiente del sector durante los periodos comprendidos
red de servicios financiada con fondos públi- entre 1980-1986 y 1986-1999, acompañados
cos. de cuadros estadísticos sobre las macromag-
nitudes del sector servicios y la remuneración
El estudio arranca con un detallado análi- anual del trabajo en el cuidado de la salud.
sis de los derechos y deberes de los enfermos,
o del cuidado de la salud, contenidos en la Una parte importante de este trabajo está
Constitución y en la Ley General de Sanidad, destinada a desmenuzar detalladamente las
enfatizando las bases sociales y políticas del más recientes encuestas sobre la salud, tanto
sistema sanitario. Pasa a continuación a con- generales como monográficas, distribuidas
siderar el papel de los hogares y de la opinión por tipo de discapacidades, población afecta-
pública en la cobertura sanitaria para llegar da, niños, ancianos, demandas urgentes,
a la conclusión de que no existe unanimidad valoración de las ayudas recibidas, y acciones
en el reconocimiento de la necesidad y la pro- que podrían ayudar a las personas afectadas.
puesta de los instrumentos idóneos para Se desprende con claridad de estos datos que
resolverla. A lo largo de la obra se han inclui- la ayuda más necesaria es la referida a las
do 125 cuadros estadísticos que muestran un prestaciones sociales (demandadas por el
amplio abanico de información sobre la 46% de los informantes), seguida de los servi-
cios sociales (un 43%) y respaldadas por las prestación de asistencia remunerada a las
siempre necesarias medidas legislativas. personas discapacitadas, o en su defecto, sis-
tematizar ayudas complementarias a los
Reserva la autora un apartado al papel del hogares afectados, tales como ayuda econó-
asociacionismo en la lucha contra la enferme- mica, servicios de cuidados a domicilio por
dad y la ayuda a los enfermos, haciendo hin- voluntarios, atención en centros de día a
capié en que la mayor parte de las personas mayores, deducciones fiscales, etc.
que trabajan en estas instituciones lo hacen
sin percibir salario alguno por ello. Se evalúa Resultaría presuntuoso por nuestra par-
en esta obra las aportaciones que hacen una te, querer resumir en unas pocas líneas un
serie importante de asociaciones, la mayoría trabajo tan extenso y minucioso como el desa-
desconocidas por el gran público, al conoci- rrollado en esta obra, pero sí queremos felici-
miento y cuidados de la enfermedad, y aun- tar a María Ángeles Durán Heras y a la Fun-
que su papel es generalmente indirecto, en dación BBVA por permitirnos el acceso, al
cuanto a la prestación de cuidados, no cabe editar su obra, a semejante caudal de infor-
duda de la relevancia e importancia de las mación.
mismas.
ANDRÉS V ÁZQUEZ MARISCAL
Todos los estudios llevados a cabo coinci-
den en que la cantidad y calidad del cuidado
se incrementa en proporción directa al
aumento del nivel de vida, así mismo, a causa «COMUNICACIÓN Y
del envejecimiento de la población, evolucio- ENVEJECIMIENTO»
na hacia la atención de las personas mayores Ideas para una política
en detrimento de los jóvenes y adultos,
pasando de un porcentaje base de 100 para el LUZ MERY CARVAJAL MARÍN
,
año 1995 (mayores de 75 años) a 138 4 para el ELISA DULCEY-RUIZ
, ,
2010, 153 4 para el 2020 y 225 8 para el 2050. GRACIELA MANTILLA MANTILLA
Ministerio de Comunicaciones
¿Cómo valorar el coste invisible de la Dirección de Comunicación Social
enfermedad?. La autora ha concretado con Centro de Psicología Gerontológica
precisión las causas que afectan a la pobla- CEPSIGER
ción que sufre diariamente los costes, tanto
monetarios como no monetarios, de la enfer-
medad. Con frecuencia, los individuos no pue-
den sufragar los gastos directos que origina el La mayoría de los llamados países indus-
cuidado de otras personas, principalmente trializados tiene actualmente una estructura
los fármacos, el equipamiento necesario, des- poblacional totalmente nueva, con un núme-
plazamientos, alojamiento, manutención, ro sin precedentes de personas de «edad
etc., y si a esto se añaden los costes causados avanzada», escasamente compensado por un
por la pérdida de empleo, y por tanto de ingre- número igual de jóvenes. Cada día hay más
sos, del endeudamiento y la irreversibilidad personas mayores y la sociedad está además
de la inserción en el mercado de trabajo, se envejeciendo. El impacto social de este doble
enfrenta con el hecho de que los costes indi- fenómeno está iniciándose, pero su enverga-
rectos son difíciles de evaluar y compartir. dura obligará a cambios en los planteamien-
Sin embargo, la información aportada por la tos acerca del modelo de sociedad y de las
autora permitirá asumir pleno conocimiento necesidades sociales, así como de las caracte-
del problema y concienciar a los organismos rísticas y orientación de las políticas sociales
competentes de la necesidad de ampliar la y de bienestar. Este libro pretende contribuir
a la reflexión social acerca del papel social de cuenta la perspectiva etérea, tanto como de
las personas mayores y de los cuidadores género, la étnica y la cultural.
familiares para asegurar que el logro social
que la prolongación de la vida supone no se El libro comienza realizando una pregunta
convierta en un trauma sino más bien todo lo esencial que será el punto central:
contrario. Si la vida es comunicación y envejecimien-
La vida, como realidad atravesada en su to permanente, ¿qué es necesario transformar,
mediante la comunicación, para que los indi-
totalidad por la comunicación y el envejeci-
miento, constituye el tema central de esta viduos y las poblaciones logren envejecer con
calidad de vida?
obra. Se fundamenta en el presupuesto de
que comunicación y envejecimiento son pro- La comunicación implica intercambio y la
cesos que se entrelazan en la construcción vida entera implica socialización. Y puesto
permanente y cambiante del transcurso que nos comunicamos y envejecemos, temas
vital. que se analizan en los dos primeros capítulos
de este libro, cabe preguntar ¿cómo influye la
Y aunque no elegimos vivir –envejecer, ni
comunicación en la forma de envejecer?, y
estar necesariamente en comunicación, en
también ¿cómo influye la forma de envejecer
múltiples formas, intencionales o no, colecti-
en la comunicación? A tales interrogantes se
vas e individuales, decidimos la manera o las
refiere el capítulo tercero de este libro.
maneras en que vivimos– envejecemos, así
como cuanto comunicamos y la forma en que Lo que comunico y lo que me es comunica-
lo hacemos. do tiene más que menos responsabilidad en lo
que soy, en lo que me he convertido y en lo que
Dado que estos dos procesos, el comunicar
me convertiré. Algo así como: dime con quién
y el envejecer impactan de modo constante la
te comunicas, cómo te comunicas, qué clase de
existencia humana, aquí se plantean como
comunicación recibes y te diré quién eres, y
ejes importantes de considerar cuando se tra-
además: quién vas a ser La comunicación
ta de diseñar políticas integrales y sosteni-
incide en la identidad presente y futura.
bles de desarrollo entendido éste, en el mejor
de los sentidos, como búsqueda permanente Sólo mediante ella puedo manifestar las
de calidad de vida para todas las generacio- cualidades que me diferencian de los demás
nes: las de hoy y las del futuro. Se trata de un seres humanos, lograr el reconocimiento de
libro abierto y, como la vida, necesario de mis formas de pensar y de ser; hacer presen-
seguir construyendo. Su elaboración ha teni- tes mis intereses, mis saberes, mi nombre,
do en cuenta aportes de múltiples compromi- mi procedencia, mis planes, proyectos y
sarios, así como consideraciones y recomen- anhelos como ser único que soy. Y sólo puedo
daciones derivadas de la II Asamblea Mun- saber que soy único(a) en la medida en que
dial sobre el Envejecimiento y de algunas de los demás, en una u otra forma, me comuni-
las reuniones concomitantes a ella. quen sus diferencias, anhelos, pensamien-
tos... Sin duda, el comportamiento, las acti-
Los planteamientos expuestos cumplirán tudes, las expectativas de la misma persona
su propósito en la medida en que puedan con- y de las demás influyen, de manera explícita
tribuir a enriquecer el debate sobre el tema y o sutil, y en mayor o menor grado, sobre la
a dar luces para la construcción de una políti- propia forma de ser, de vivir, envejecer, de
ca orientada al desarrollo, la cual contemple actuar.
el envejecimiento como realidad que acompa-
ña constantemente la vida humana indivi- En el capítulo cuarto se presentan algunas
dual y poblacional. Ello implica tener en ideas orientadas a contribuir al diseño de
la autora del libro «falta de autogobierno», es sí mismo. Esto significa, por tanto, que no es
decir, personas que pierden la capacidad de necesario actuar en todas las situaciones en
forma total o parcial para obrar y decidir con las que el individuo sufre un déficit o ausen-
plenas capacidades psíquicas. A lo que se cia de autogobierno. Esto supone, a su vez, la
debe unir el fenómeno de la soledad de nues- propuesta de un nuevo criterio de actuación,
tros mayores como una realidad presente y referido a la necesidad de desarrollar inter-
manifiesta, importante preocupación social venciones individualizadas y particulariza-
principalmente en las grandes ciudades. En das, es decir, no es adecuado proceder a modo
Madrid, más del 22% de los mayores vive de generalizaciones y mucho menos de forma
solo. discrecional. Por el contrario, los profesiona-
les deben analizar cada situación y proceder
El mayor grado de longevidad que ha expe-
según convenga. En muchos casos, los medios
rimentado la población en general supone,
de comunicación, la sociedad e incluso algu-
como consecuencia directa, el crecimiento en
nas instancias públicas y políticas solicitan el
el número de persona mayores que confor-
desarrollo de medidas generales con relación
man hoy nuestra sociedad y a su vez, incide
a ciertas conductas personales del mayor que
en que exista cada vez un mayor número de
supuestamente incomodan a terceros. Sin
personas mayores que sufren procesos de
embargo, siguiendo a la autora del libro, no se
deterioro físico y psíquico. En este caso, por el
trata de actuar simplemente ante conductas
propio contenido del libro, nos preocupan las
más o menos llamativas. La actuación se jus-
circunstancias de ámbito psíquico que van a
tifica ante la necesidad de protección que
incidir en la capacidad de entendimiento y de
requieren ciertas personas que sufren cir-
voluntad de la persona, es decir, como se ha
cunstancias de carácter psíquico que favorece
indicado anteriormente, en la falta de autogo-
su vulnerabilidad personal y social.
bierno del sujeto. Esto legitimará, como vere-
mos mas adelante, las actuaciones de inter- El capítulo primero se centra en el estudio
namiento involuntario e incapacitación de las normas jurídicas aplicables para la
según el caso y las circunstancias. protección de las personas mayores. Desde la
Constitución, ley marco de nuestro sistema
El libro que nos ocupa constituye un inte-
normativo, hasta el desarrollo normativo
resante instrumento para conocer el marco
específico promulgado por algunas Comuni-
jurídico que legitima las actuaciones y proce-
dades Autónomas, las cuales, en el marco de
dimientos de incapacitación, internamiento,
sus competencias asumen el papel de protec-
protección a la persona y del patrimonio del
ción social y jurídica de los mayores residen-
anciano. A su vez, nos proporciona una visión
tes en su territorio. En este sentido, presenta
de dichos procedimientos más amplia que la
las iniciativas surgidas desde la Comunidad
meramente jurídica y sobre todo, propone y
de Madrid, Principado de Asturias y Comuni-
clarifica aquellos criterios que deben guiar al
dad de Castilla-La Mancha. En todos los
profesional cuando interviene en dichas
casos, realiza la presentación de recursos
situaciones.
públicos que tienen como finalidad la protec-
En este sentido, la autora plantea clara- ción de los mayores (Agencia Madrileña para
mente un criterio de actuación consistente en la Tutela de Adultos, El Defensor del Anciano
intervenir cuando se busca la protección del en el Principado de Asturias y la Comisión de
mayor, es decir, el internamiento y/o incapa- tutela en Castilla-La Mancha). Se trata de
citación deben servir como instrumentos que estructuras nuevas y surgidas con la única
posibilitan articular acciones de protección al finalidad de posibilitar actuaciones específi-
mayor, porque su conducta ocasione perjui- cas de protección institucional al colectivo de
cios, no sólo a otros sujetos, sino sobre todo a mayores. Son muy útiles para aquellos casos
en los que no existen familiares y/o redes de este caso, se requiere la actuación coordinada
apoyo social próximo que puedan asumir el del conjunto de Subsistemas de Protección
referido papel de protección al mayor. Social, en primera instancia, tal y como pode-
mos observar por el propio procedimiento de
En el capítulo segundo, se realiza un aná- incapacitación, el sistema sanitario, el social
lisis del régimen jurídico aplicable en el pro- y el judicial. Más adelante se requerirá la
cedimiento de incapacitación de una persona participación de los sistemas de prestaciones
mayor. En este sentido, hay que hacer refe- económicas, de las redes sociales, etc.
rencia específica al actual Código Civil, el
cual, desde su reforma en 1983, se constituye El texto realiza una exposición clara sobre
en el instrumento jurídico en el que se defi- los «sujetos legitimados para promover este
nen los procesos y condiciones para desarro- procedimiento». En este sentido, los artículos
llar el procedimiento de incapacitación. Como 202, 203, 204 y 205 del Código civil definen y
se ha indicado anteriormente, la profesora establecen quién tiene dicha capacidad. Se
Rosa María de Couto Gálvez insiste en la con- señala que no son sólo los familiares los que
dición de carencia o dificultad de autogobier- tienen este papel. Por supuesto, en primer
no como causa para iniciar el proceso de inca- lugar le corresponde a las personas con vín-
pacitación. Afirmando, además, que debe culo parentesco más cercano al presunto
plantearse como una medida excepcional de incapaz. Del mismo modo, el Ministerio Fis-
protección a la persona y siempre que se bus- cal tiene dicho papel, lo cual, supone una
que su beneficio. Hay que tener presente que modificación con respecto a la situación que
la incapacitación supone una restricción de la existía antes de la reforma de 1983. Esto
capacidad de obrar que toda persona tiene, supone, tal y como señala la autora del texto,
realizada dicha limitación a través de una una doble vía para promover la incapacita-
sentencia judicial. Por tanto, nos apunta la ción. La privada, es decir, la promovida desde
necesidad de evaluar de forma rigurosa las la familia y en segundo lugar, la vía institu-
situaciones y condiciones que justifican esta cional/pública. Esta ultima opción puede ser
medida. muy útil para su articulación y promoción
desde los profesionales que trabajan en las
El artículo 200 del Código Civil establece
redes de protección sanitaria y social, cuando
con claridad los presupuestos para que una
éstos conozcan algún tipo de situación perso-
persona, en nuestro caso mayor, requiera el
nal de pérdida de la capacidad de obrar y que
inicio de un proceso de incapacitación. En
requiera el desarrollo de medidas «externas
este sentido, señala como causas que justifi-
de protección», siguiendo en todo caso lo esta-
can dicha decisión, las «enfermedades o defi-
blecido en la normativa vigente.
ciencias persistentes de carácter físico o psí-
quico que impidan a la persona gobernarse En ambos casos, la legitimidad familiar y
por sí misma». Esto supone el establecimien- pública para promover la incapacitación
to de un primer requisito para iniciar el pro- supone constituirse en parte del proceso, es
ceso, consistente en la necesidad de contar decir, tienen un papel activo en todo el proce-
con los correspondientes informes médicos, so e incluso, de no proceder al inicio de este
aunque no siempre sean necesarios, si consti- procedimiento, pueden tener responsabilidad
tuyen un importante elemento que jugará un ante los daños que produzca el sujeto incapa-
papel clave en todo el procedimiento, ya que citable.
permitirá conocer y evaluar las causas y
características del proceso por el que un ciu- El capítulo finaliza señalando la responsa-
dadano pierde la capacidad de autogobierno. bilidad que las autoridades y funcionarios
Sin lugar a dudas, como sucede en otros públicos tienen de poner en conocimiento del
ámbitos de la protección a los mayores, en Ministerio Fiscal (art. 203) las posibles situa-
ciones que requieran la incapacitación. Se tra- El texto hace una especial referencia a la
ta de una interesante y clarificadora diferen- situación específica de los internamientos
ciación entre los dos pasos señalados, es decir, involuntarios de menores, aspecto que en
la capacidad de inicio del proceso y la de poner este resumen no se va a comentar ya que
en conocimiento. Esta última posibilidad es la nuestro interés se centra, en este caso, en el
que debemos utilizar los profesionales que ámbito de nuestros mayores. Sin embargo, si
prestamos nuestros servicios en los equipa- es necesario reconocer y tratar dicha situa-
mientos que atienden a los mayores y que por ción de forma muy específica.
nuestra labor, tenemos la capacidad de detec-
Otro aspecto interesante que se plantea es
tar y conocer posibles situaciones personales
la cuestión de la delimitación del interna-
que justifiquen la toma de dicha decisión.
miento del mayor, donde se hace necesario
El capítulo tercero está dedicado a tratar establecer el correspondiente equilibrio entre
el régimen jurídico del internamiento de una la libertad del individuo y las reglas del inter-
persona mayor. Se trata de un mecanismo namiento. Esto supone razonar y justificar si
jurídico que en etapas anteriores a la reforma realmente es necesario en todos los casos
de 1983 era utilizado, en algunas ocasiones, hacer uso de esta medida para responder a
como un instrumento de control y represión las necesidades del mayor. Se trata, en defi-
del Estado. Por el contrario, con el marco nitiva, de evitar el abuso en la utilización de
Constitucional como garante de la libertad esta vía de respuesta, para lo cual es necesa-
individual, la reforma del 83 define, en su rio la intervención del órgano judicial. El tex-
artículo 211, las condiciones para realizar lo to realiza una exposición detallada de aque-
que denominamos como «internamiento invo- llos principios que deben guiar esta decisión,
luntario». En este caso, sólo está autorizado los cuales parten de recomendaciones que en
el juez para proceder a utilizar dicha medida. su momento estableció el Consejo de Europa.
Exclusivamente, en situaciones de urgencia, Son bastante clarificadoras y útiles. Como
se puede desarrollar por un facultativo, infor- criterio común, se parte del interés preferen-
mando en el menor plazo posible al juez. La te por responder de forma adecuada al mayor
ley concreta el tiempo máximo para comuni- y que se respete sus derechos fundamentales.
car esta decisión en veinticuatro horas. Desde
En este capítulo se realiza un interesante
mi punto de vista, esta situación resulta más
desarrollo de los supuestos de internamiento.
adecuada que la anterior. Sin embargo, hay
El voluntario, es decir, aquel en el que el indi-
que reconocer, tal y como señalan importan-
viduo presta su consentimiento expresamen-
tes juristas. Se produce ciertas dudas de
te. En segundo lugar, el ingreso solicitado por
interpretación y de articulación. Cabe seña-
sujetos legitimados para ello, es decir, el for-
lar en este sentido, que en algunos casos los
zoso o involuntario.
médicos generales y/o de cabecera entienden
que sólo son los psiquiatras los profesionales En el primer caso, el voluntario, no pre-
competentes para tomar esta decisión. Sin senta grandes dificultades, no requiere la
embargo, la ley señala sólo la condición de autorización judicial, aunque en muchos
facultativo, ello supone que cualquier médico casos sea procedente no excluir un cierto gra-
puede proceder en consecuencia siempre y do de control judicial para evitar fraudes en
cuando observe razones de salud para reali- la utilización de dicha figura. En este caso, la
zar el referido internamiento. De igual modo, práctica aconseja proceder realizando lo que
la literatura específica sobre este tema seña- en algunas Comunidades Autónomas deno-
la otras indefiniciones sobre la regulación de minan como «contrato de hospedaje», es decir,
los internamientos involuntarios: los trasla- documento escrito en el que se señalan los
dos, la temporalización de los ingresos,... requisitos y condiciones del ingreso. Del mis-
mo modo, parece adecuado revisar periódica- Por último, el capítulo tercero realiza una
mente la situación con la persona que ha soli- interesante recopilación de jurisprudencias
citado dicha medida. sobre la incapacitación y el internamiento de
personas mayores, es decir, de alguna forma,
Por el contrario, el internamiento involun-
utilizando la terminología actual de la inves-
tario constituye una materia más compleja
tigación social, se trata de la presentación de
en su abordaje. Se reconoce explícitamente en
«buenas prácticas» con relación a esta mate-
el artículo 211 del Código civil. Se trata de un
ria. Se presentan varios autos judiciales don-
eficaz instrumento para aquellas situaciones
de se abordan las diferentes cuestiones que
de deterioro en las que la capacidad de obrar
nos pueden preocupar e interesar en el des-
se reduce y/o se elimina. Se plantea la exis-
arrollo de la práctica de ambos supuestos
tencia de dos modalidades de ingresos; ordi-
(incapacitación e internamiento). Se presen-
narios y urgentes. En el primer caso, se trata
tan autos que van desde la necesidad de ejer-
de una medida que puede ser programada y
ejecutada en la medida que se produce el pro- cer medidas de seguimiento a las personas
ceso progresivo de deterioro del mayor. En el internadas, hasta autos en los que se plantea
segundo caso, está referido a los ingresos for- la necesidad de la intervención judicial para
zosos de urgencia, en los que a diferencia del aquellos casos en los que el anciano no tiene
anterior supuesto, no es necesaria la autori- capacidad de expresar sus deseos e intencio-
zación previa del juez. Se requiere la inter- nes. En conjunto, resultan muy útiles y clari-
vención por vía de urgencia de un facultativo ficadores por la diversidad de temas presen-
que procederá en consecuencia y posterior- tados y por los modelos de abordaje que nos
mente informará a la autoridad judicial de la detalla en cada auto judicial.
medida tomada. Esta posibilidad está igual-
Muchos de los autos presentados inciden
mente reconocida en el referido artículo 211.
en la importancia de la intervención del juez
No cabe duda que el término urgencia puede
ser ambiguo y en algunos casos de difícil deli- como garante de los derechos del mayor sobre
mitación. El legislador buscaba el estableci- el que se plantea las medidas especiales de
miento de medidas de actuación inmediata incapacidad y sobre todo, cuando se procede a
para aquellas conductas no previstas y que realizar el internamiento involuntario o for-
suponen riesgo para sí mismo, y para los zoso. Conviene realizar su lectura y análisis
demás. con relación a diversos supuestos que nos
pueden suceder en nuestra práctica profesio-
En el capítulo se detallan aquellos elemen- nal. Sin lugar a dudas, como una interesante
tos generales que se han de tener presente en tarea de futuro se podría plantear la realiza-
los supuestos de internamiento: ción de un catálogo de buenas prácticas de
coordinación socio-sanitaria y judicial, en las
– La autorización judicial como presu-
que se observara la actuación de dichos sub-
puesto fundamental.
sistemas de protección de forma conjunta
– El dictamen del profesional sanitario. ante las situaciones de desprotección y desgo-
– La comunicación de esta circunstancia bierno de nuestros mayores.
por el juez al Ministerio Fiscal.
El libro finaliza con una interesante rela-
– El control del internamiento.
ción bibliográfica de libros en castellano y de
– Duración y terminación del interna-
contenido específico sobre esta materia.
miento.
Suponen un complemento de contenido jurí-
– Los problemas de coordinación efectiva dico al texto analizado.
entre el principio de libertad individual
y las reglas del internamiento. DARÍO PÉREZ MADERA
GUÍA de recursos para las personas con dis- NORMATIVA jurídica básica de las personas
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ciencia visual usuarias de perro guía al
FORAL 250/1988, de 6 de octubre, por el
entorno (BOCM, 04/01/1999).
que se crea la Comisión Interdepartamen-
* DECRETO 71/1999, de 20 de mayo, por el tal de Barreras Físicas y Sensoriales
que se aprueba el Reglamento de desarro- (BON, 27/10/2000).
llo del régimen sancionador en materia de
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promoción de la accesibilidad y supresión
por el que se modifica el Programa de Aten-
de barreras arquitectónicas (BOCM,
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28/05/1999).
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por el que se regula el Régimen Jurídico
Básico del Servicio Público de Atención a PAÍS VASCO
Personas con Discapacidad Física y Senso-
rial (BOCM, 13/01/2000). * DECRETO 68/2000, de 11 de abril, de nor-
mas técnicas sobre condiciones de accesibi-
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se establece el procedimiento de actuación públicos, edificaciones y sistemas de infor-
para la aplicación y desarrollo del REAL mación y comunicación (BOPV,
DECRETO 1971/1999, 23 de diciembre, 12/06/2000).
sobre Reconocimiento, Declaración y Cali-
ficación del Grado de Minusvalía (BOCM, * DECRETO 256/2000, de 5 de diciembre,
17/05/2000). por el que se regula la tarjeta de estaciona-
miento para personas con discapacidad y la
* DECRETO 271/2000, de 21 de diciembre,
adapta al modelo comunitario uniforme
por el que se regula el régimen jurídico bási-
(BOPV, 29/12/2000).
co del Servicio Público de Atención a Perso-
nas con Discapacidad Psíquica, afectadas de * DECRETO 126/2001, de 10 de julio, por el
retraso mental (BOCM, 12/01/2001). que se aprueban las Normas Técnicas
sobre Condiciones de Accesibilidad en el
* DECRETO 276/2000, de 28 de diciembre,
Transporte (BOPV, 24/07/2001).
por el que se crea el Consejo Asesor de Per-
sonas con Discapacidad (BOCM, 12/01/
2001).
LA RIOJA
ESPAÑA ARAGÓN
BALEARES CANTABRIA
los usuarios de los centros para personas * ORDEN de 21 de mayo de 2001, por la que
mayores (BOCL, 18/06/2001). se regulan las condiciones mínimas de los
centros destinados a las personas mayores
* DECRETO 16/2002, de 24 de enero, por el en Castilla-La Mancha (DOCM,
que se aprueba el Reglamento regulador del 29/06/2001).
régimen de acceso a las plazas en unidades
de estancias diurnas en centros para perso- * ORDEN de 7 de junio de 2002, por la que se
nas mayores dependientes de la Adminis- aprueba el procedimiento para la tramita-
tración de la Comunidad de Castilla y León ción y el baremo para la valoración de soli-
y en las plazas concertadas en otros esta- citudes y adjudicación de plazas en los cen-
blecimientos (BOCL, 30/01/2002). tros residenciales de mayores de la red
pública de Castilla-La Mancha (DOCM,
* ORDEN de 25 de enero de 2002, por la que 14/06/2002).
se aprueba el baremo para la valoración de
las solicitudes de acceso a las plazas en uni- * ORDEN de 13 de enero de 2003, por la que
dades de estancias diurnas en centros para se modifica la ORDEN de 7 de junio de
personas mayores dependientes de la 2002, por la que se aprueba el procedimien-
Administración de la Comunidad de Casti- to para la tramitación y el baremo para la
lla y León y en las plazas concertadas en valoración de solicitudes y adjudicación de
otros establecimientos (BOCL, 05/02/2002). plazas en los centros residenciales de
mayores de la red pública de Castilla-La
* RESOLUCION de 22 de noviembre de Mancha (DOCM, 05/02/2003).
2002, por la que se determina la puntua-
ción mínima exigida para el acceso al lista-
do de demanda de plazas en los Centros CATALUÑA
Residenciales para Personas Mayores
dependientes de la Administración de la * ORDEN de 8 de marzo de 2000, de convo-
Comunidad de Castilla y León y a las pla- catoria de establecimientos colaboradores
zas concertadas en otros establecimientos del programa de apoyo a la acogida resi-
(BOCL, 10/12/2002). dencial para personas mayores (DOGC,
22/03/2000).
* LEY 5/2003, de 3 de abril, de Atención y
Protección a las Personas Mayores de Cas- * LEY 22/2000, de 29 de diciembre, de acogi-
tilla y León (BOCL, 08/04/2003). da de personas mayores (DOGC, 12/01/
2001).
NAVARRA LA RIOJA
ESPAÑA ARAGÓN
COMUNIDAD VALENCIANA
MADRID
* DECRETO 93/2001, de 22 de mayo, por el
* DECRETO 198/1998, de 26 de noviembre, que se aprueba el reglamento de medidas
por el que se regula la composición y fun- de protección jurídica del menor en la
cionamiento de la Comisión de Tutela del Comunidad Valenciana (DOGV, 28/05/
Menor (BOCM, 21/12/1998). 2001).