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ENSAYO

HACIA LA AUTO-ORGANIZACIÓN

Las organizaciones como cerebro

Universidad Católica de Manizales

Facultad de administración

Especialización Gerencia de la calidad

Msc. Juan Manuel Mejía Villa

Juan Pablo Hernández

Natalia Garzón

Victoria Beltrán

Febrero, 2022
Introducción

Este ensayo se elaboró con el fin de analizar la similitud o la diferencia en las que operan las

organizaciones como un “cerebro”, teniendo en cuenta la inventiva en la distribución y

reconstrucción de la memoria a través de todas sus partes. ¿Pueden las organizaciones ser

como un cerebro?, ¿es posible diseñar organizaciones, de manera que tengan la capacidad de

ser tan flexibles, resistentes y con inventiva como lo es el cerebro?, Morgan expone las

organizaciones, desde el punto de vista informático, cibernético, holográfico, orgánico y

mecanístico.

Por otra parte, vemos como la toma de decisiones, influye en el sostenimiento de la estructura

organizacional de una empresa, y como la racionalidad humana se ve sesgada al momento de

tomar decisiones objetivas en comparación, en como lo haría una organización. ¿Está la

organización basada en la información necesariamente racionalizada por la limitada

racionalidad encontrada en la burocracia? ¿Puede trascender esta restricción?

Partiendo de lo anterior es importante conocer cómo las organizaciones aprenden a aprender

y a desarrollar soluciones a las diferentes problemáticas que se presentan, ¿Son nuestras

organizaciones capaces de aprender de una forma continua?, ¿Pueden las organizaciones

aprender a aprender?, esto con el fin de planificar, crear pensamientos para aprender a actuar

y estructurar de una manera organizada, para lograr el objetivo de ésta, se debe tener

conocimiento en la interacción de los principios tales como; variedad requerida, especificación

mínima crítica y redundancia de funciones, los cuales van enfocados en incrementar las

capacidades para obtener una buena auto-organización, así mismo incrementar el potencial

holográfico y asegurar una flexibilidad a las operaciones.


Hacia la auto-organización las organizaciones como cerebro

¿Pueden las organizaciones ser como un cerebro?, Una organización funciona como un

cerebro; cuando se centra en las habilidades de aprendizaje y los procesos que se desarrollan

como los son; la inteligencia y la organización. Podríamos definir que las organizaciones, son

una especie de cerebro, ya que la mayoría trabajan, con base en una información establecida

que pueden procesar en pro de ésta, al igual que pueden funcionar como un holograma,

donde se puede de hecho destruir gran parte de una imagen, pero basta una sola para

reconstruirlo.

Las organizaciones pueden ser de 2 tipos de estructuras desde el punto de vista de la

información y desde el punto de vista holográfico; el primer tipo de organización es netamente

burócrata, donde hay una cabeza ordenante, y los demás departamentos de la organización

obedecen las órdenes que el jefe decide, mientras que las organizaciones holográficas hay una

cabeza dirigente, más no ordenante, donde éste se encarga de potenciar las habilidades de los

trabajadores y tener en cuenta lo que ellos aportan para tomar una decisión. Al igual sucede

con el tipo de organizaciones orgánicas y mecanicistas, donde las orgánicas son flexibles, poco

rígidas, con sistemas Ad. Hoc o ausencia de jerarquía, muy distinto de las organizaciones

mecanicistas, donde hay jerarquía, estructura rígida, necesidad de personal especializado, que

cumpla con las actividades de cada área o departamento de la empresa.

EL científico Karl Lashely realizó un experimento, donde al adiestrar ratas para recorrer un

laberinto, a las cuales se les extirpó el 90% del córtex del cerebro, sin afectar su visión, se

encontró con la sorpresa, de que estos animales lograron recordar el recorrido que debían

hacer para encontrar la salida. La respuesta de lo anterior es básicamente es la inventiva que


tiene el cerebro, donde se aplican los principios del funcionamiento de él, como lo menciona el

neurólogo Pribam, donde establece 2 principios fundamentales y es que la memoria puede

distribuirse a través de todo el cerebro y que la memoria puede reconstruirse a través de todas

sus partes.

“Es importante mencionar que, desde el punto de vista científico, más específicamente, del

área de las ciencias y la filosofía, definen que el cerebro es un sistema de información

procesable” (Gareth, 1995) Pág 58.

De lo anterior encontramos que el cerebro funciona, como un sistema para la acción

inteligente inicial, el cerebro se encuentra por encima de todos los sistemas naturales y los

fabricados por el hombre de los que tengamos conocimiento. Ciertamente ningún sistema de

los producidos por el hombre, incluso el más sofisticado, puede compararse con el cerebro

más simple.

Surge una metáfora y es, pueden las empresas llegar a ser como un cerebro. Para que ellas

funcionen de esta manera, se necesitan incorporar equipos y unidades centralizadas de toma

de decisiones. En cuanto a estas, dependen del diseño organizacional de la empresa, lo ideal es

que dichas decisiones que se tomen puedan ir más allá de la limitada racionalidad del ser

humano. Teniendo en cuenta que la racionalidad, es si el mismo pensamiento creado por el ser

humado, que le permite decidir entre qué es bueno o malo. Ya que como seremos humanos

tenemos unas limitantes que nos llevan a cabo a tomar decisiones objetivas.

Las organizaciones o empresas, ya sean pequeñas, medianas o grandes, tienen en general, sin

importar su estructuración, sean orgánicas o mecanicistas, tienen en común perseguir unas

metas u objetivos y es; cada vez ser mejor, la mejora constante, la inventiva necesaria, ya sea

para poder corregir los errores que puedan estar surgiendo o para estar cada vez más
posicionados en un alto nivel de calidad y exclusividad en el mercado, lo que se ve reflejado en

obtener mayores ganancias a nivel monetario. Sin perder el control de diferentes aspectos

como; el personal, la estructura y la metodología empleada para el seguimiento de los

diferentes procesos llevados a cabo.

La metáfora creada, para simular el desarrollo de una organización a la de un cerebro, es

acertada, dado que si éstas funcionan como un cerebro, permiten lograr entender o

interpretar todos los sucesos, que se ejecutan o se llevan a cabo en esta gran colección de

información, la cual se hace necesaria, interpretar y analizar dicha información, para

finalmente llevar a cabo la toma de decisiones que harán que pueda definirse un curso

específico de las organizaciones, pudiendo de esta forma lograr incorporar un cambio tanto

estructural, como espacial, hacia el éxito o el fracaso.

En el futuro tal vez, muchas empresas ya ni existan de manera física, sino que esa

flexibilidad y descentralización que en ocasiones se requiere, en conjunto con el aporte de la

tecnología, harán que cambien su estructura organizacional y espacial, donde se logren crear

nuevas ideas de pensamiento y se facilite el control y toma de decisiones, incluso que permita

el manejo y dominio de ellas de manera remota, tomando como ejemplo las dirección de

plataformas digitales, como Google, Facebook entre otras.

Se analiza entonces el interrogante de Taylor ¿Es posible diseñar organizaciones, de manera

que tengan la capacidad de ser tan flexibles, resistentes y con inventiva, como lo es el cerebro?

Se piensa entonces que el radicalismo en lograr encajar las estructuras organizacionales de una

empresa, como netamente orgánica o mecanicista, podría sesgar la idea de pensamiento de

incorporar estrategias, toma de decisiones, mejoramiento de la calidad, acción de mejora en

los procesos, entre otros, ya que no se puede ser ni muy flexible, ni muy rígido, porque los
extremos pueden afectar la estabilidad de los resultados obtenidos en los diferentes sectores

en donde se desarrollan las organizaciones. Dado que los procesos van evolucionando, se

requieren, nuevas planeaciones y direccionamientos, análisis de la información y

administración de datos, que logren llevar a cabo la toma de buenas decisiones, para ayudar a

las empresas a mantenerse en una buena posición en el mercado, de tal forma que le permita

ser competitiva, reinventándose, como lo hace el cerebro, en busca de un buen

funcionamiento, que permita la auto- organización.

Surge una pregunta y es ¿Está la organización basada en la información necesariamente

racionalizada por la limitada racionalidad encontrada en la burocracia? ¿puede trascender esta

restricción? Sí trasciende, ya que se ve enfocada la racionalidad, o el comportamiento

humano, hacia un tipo de conducta que lo lleva a tomar decisiones, con base en lo establecido,

por una autoridad legal (racional o burocrática), que hace que los subordinados obedezcan

justificando las órdenes del jefe.

Cuando hablamos de cibernética, estamos hablando de la comunicación y aprendizaje

que existe en los sistemas y organizaciones, “Norbert Wiener como una aplicación metafórica

de la palabra griega kubernetes, que viene a significar "gobierno del timón" en el sentido de

correspondiente a un proceso del gobierno y de la obediencia.” Pag 62 (Gareth, 1995)

A través de esta metáfora surgen una serie de intercambios de información donde se

mantienen estudios constantes y comportamientos repetitivos en las organizaciones,

conduciendo esto a la teoría de comunicación y aprendizaje, donde se debe tener en cuenta

que los sistemas deben ser capaces de sentir, controlar y explorar, adicional deben comunicar

la información y así conocer el comportamiento, con el fin de detectar desviaciones entre lo

observado y lo realmente sucedido, a medida que se observa estas constantes se deben


plantear acciones correctivas y preventivas, que ayudan a controlar los cambios y a iniciar

soluciones a los problemas detectados, A raíz de lo anterior nos hacemos la siguiente pregunta

¿Cómo pueden diseñarse sistemas capaces de aprender de forma parecida al cerebro?, esto se

puede lograr a través de mecanismos funcionales y pensantes, cuando ya existe una

programación de los sistemas se llega finalmente al grado de aprender a aprender, es aquí

cuando crece un interrogante ¿las organizaciones son capaces de aprender de una forma

continua?, para darle respuesta a este interrogante hablaremos de dos tipos de aprendizajes:

“bucle simple: se basa en la habilidad de detectar y corregir errores de un conjunto dado de

normas de operación” y “bucle doble, es ser capaz de obtener una visión más allá de la

situación y cuestionar la importancia de las normas de operación:”. Pag 65 (Gareth, 1995)

FIGURA 4.2. El aprendizaje de bucle simple y de bucle doble.

Haciendo énfasis en el aprendizaje de bucle simple, en este bucle, existe una serie de

pasos repetitivos y constantes, los cuales mantienen la organización en curso y el aprendizajes

es controlado con el fin de prevenir errores, por otra parte el bucle doble, nos muestra cómo

seguir una serie de pasos donde se pueda tener visión más allá de la operación, en este bucle

existen barreras entre lo que se dice y lo que se hace, los cuales permiten cambios en el

entorno, y se puede notar como los empleados ocultan errores, con la necesidad de

protegerse a sí mismos, es importante mencionar que en ambos bucles se evidencia la

burocracia porque existen estructuras fragmentarias, manual de funciones y procedimientos,

roles específicos con sus responsabilidades los cuales deben ser cumplidos, claro está que el

aprendizaje, varía de una organización a otra.

En renglones anteriores nos planteamos un interrogante referente a aprender a

aprender, conociendo los dos tipos de aprendizajes podemos concluir que las organizaciones

se relacionan directamente con el aprendizajes y la dirección, fomentando la incertidumbre y

falta de certeza en algo, aquí las organizaciones se ven obligadas a solucionar problemáticas,
toda vez que esta problemática se convierte en lecciones aprendidas, ya que las

organizaciones deben mantenerse abiertas a preguntas y problemas difíciles con el fin de

desarrollar pensamientos críticos y lograr las metas y objetivos propuestos, siempre teniendo

en cuenta la creación de estructuras, procesos organizados y principios que aporten al

crecimiento y conocimiento de cada uno de los empleados.

Bien sabemos que el procesamiento cerebral consta de partes izquierda y derecha,

aquí el carácter holográfico del cerebro se refleja en los modelos de conexión de las neuronas,

la parte izquierda del cerebro se encarga de lo analítico, lo organizado, planificado y existe una

secuencia para realizar las actividades y funciones diarias, mientras que la parte derecha se

encarga de manejar la parte sentimental, emocional, intuitivo, interpersonal y estético, ambas

partes del cerebro tanto izquierda como derecha se combinan para producir modelos de

pensamientos y empiezan a existir un dominio entre la capacidad creativa y analítica, por

medio de la holografía, las neuronas sirven para ambas partes como canales de conectividad

cruzada, crean la comunicación y flexibilidad en la operación, mediante estos canales de

conectividad surge la auto-organización, es allí donde se llega al argumento del libro “el

cerebro tiene la asombrosa capacidad de organizar y reorganizarse a sí mismo para tratar las

contingencias que va a resolver”. Pag 72, (Gareth, 1995)

Si llevamos esta frase a la vida real, a medida que se van realizando actividades tales

como leer, hacer ejercicio, escribir y tener tiempo de ocio, el cerebro se autoajusta lo que

facilita el funcionamiento y la capacidad de crear disciplina.

El potencial holográfico que va enfocado a entender como en las organizaciones se

relacionan entre las partes especializadas las cuales van unidas por líneas de comunicación,

mando y control, donde se crea una organización que se comporte como un cerebro y que no

tenga ni instrucciones, ni guía alguna en las teorías organizacionales. “Comparar un cerebro


con un holograma parece ir más allá de todos los límites. La forma en que una lámina

holográfica contiene toda la información necesaria para producir una imagen completa en

cada una de sus partes tiene mucho en común con el funcionamiento del cerebro. Y es posible

extender esta imagen para crear una visión de la organización donde las capacidades

requeridas en la totalidad están envueltas en las partes, permitiendo al sistema a aprender y

auto- organizarse y mantener un sistema en funcionamiento incluso cuando partes específicas

no funcionan o se retiren” Pag 71 (Gareth, 1995).

Dentro de loa expuesto por Morgan, se establece un tipo de organización holográfica, la cual

opera de la siguiente manera, “El carácter holográfico del cerebro se refleja claramente en los

modelos de conexiones de las neuronas (células nerviosas) a través de las cuales cada una de

ellas se relaciona con otros cientos de miles, permitiendo un sistema de funcionamiento

general y a la vez especializado. Diferentes regiones del cerebro parecen especializarse en

diferentes actividades, pero el control y ejecución del comportamiento especializado todavía

no está localizado” Pag 71 (Gareth, 1995).

Se puede decir que el concepto de holografía está dado por la posibilidad de crear sistemas

especializados y a la vez generalizados y que sean capaces de reorganizarse.

La mayoría de las organizaciones en la actualidad tienden a referirse a su organización

como un cerebro, toda vez que, al delegar sus funciones en una cabeza de mando, esta

permite desarrollar actividades, teniendo en cuanta los objetivos a alcanzar para sus

respectivas áreas y toda esto da como resultado un producto o servicio, llegando a la

conformidad del cliente.

Terminando este escrito, se menciona que, dentro de los principios de las

organizaciones, se hace necesario que estas se renueven constantemente para de esta manera

poder evolucionar, contribuyendo a un tipo de organización holográfica que permita auto-


organizarse, donde las organizaciones deben estar abiertas a preguntas o problemas difíciles,

esto con el ánimo de desarrollar pensamiento para empezar a actuar y de esta manera las

organizaciones entrarían al proceso de aprender a aprender.

Conclusiones

 Las organizaciones si pueden llegar hacer como un cerebro, siempre y cuando

éstas, sean capaces de rediseñar su sistema de información, comunicación y

toma de decisiones que permitan flexibilizar la estructura organizacional. De

esta manera ellas se verían en la necesidad de crear una inventiva y

reinvención que aporten a generar nuevas estrategias que faciliten la

planificación y ejecución para obtener resultados positivos en los procesos que

se llevan a cabo. De lo anterior se analiza que, aunque las decisiones tomadas

por el ser humano sean distintas a las tomadas por una organización, es

importante tener en cuenta el aporte de cada sub departamento, de tal

manera que permita la colaboración y participación de todos los trabajadores,

creando una estructura menos rígida e informal.

 La cibernética y la inclusión de los sistemas de información, ayudan a agilizar

en desarrollo de los procesos, en donde el conocimiento se incorpora en el

auto aprendizaje, generando metodologías que permitan minimizar errores.

Referencias
Gareth, M. (1995). Imagenes de la organización. Mexico: Alfaomega.

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