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Características clínicas de los diversos trastornos de la personalidad en el DSM-IV

Dentro del cual podemos encontrar tres grupos principales con características
concretas de cada uno de ellos:

1. GRUPO A: “Extraños-Excéntricos”: caracterizados por la rareza, excentricidad,


retraimiento social, aislamiento y suspicacia:

 Trastorno paranoide de la personalidad:

Aquellos sujetos que lo padecen son desconfiados y sospechan de todas las


acciones que realizan los demás, a las que otorgan un sentido malévolo, pues
piensan que el resto de las personas pretenden hacerles algún mal (físico o
psicológico). Desconfían incluso de la lealtad de los amigos, hasta el punto que
cualquier desviación de su conducta de las que ellos estiman adecuada es una prueba
irrefutable y concluyente de sus sospechas. No confían en los demás por temor a que
cualquier información que puedan dar pueda ser utilizada en su contra. Asimismo,
cualquier pequeño acto como una broma inocente e incluso una oferta de ayuda la
consideran una ofensa y pueden llegar a responder de manera rencorosa, iracunda u
hostil.

Debido a la hipervigilancia que mantienen, presentan celos patológicos,


desconfianza y sospecha sin fundamento, llegando al extremo de que se consideran
víctimas de una infidelidad (supuesta) de su pareja.

 Trastorno esquizoide de la personalidad:

Su principal característica es el principal rechazo a la interacción social y


limitada capacidad de expresión emocional en situaciones en que interactúa con
otras personas. No están interesados en mantener relaciones estrechas con otras
personas aunque se les presente la oportunidad, ni están satisfechos por pertenecer a
un núcleo social (familia, etc.). No se sienten atraídas por las actividades sociales,
mantener relaciones sexuales, etc. Por lo que no cuentan con algún confidente al que
contar los detalles íntimos de su vida. Indiferentes ante las críticas o alabanzas. Fríos
y con una afectividad escasa.

 Trastorno esquizotípico de la personalidad:

Algunas de las características más destacadas de este grupo son: dificultades


sociales e interpersonales debido a un sentimiento de incomodidad en estos casos.
Poseen distorsiones cognitivas y perceptivas, así como una conducta extraña.

La situación de malestar que se deriva a la hora de mantener relaciones


interpersonales tiene como origen una serie de miedos de tipo paranoide, por lo que
mantienen relaciones estrechas con nadie, careciendo así de amigos íntimos o
confidentes. Son desconfiados y mantienen actitudes excéntricas (vestimenta, etc.)

Entre sus alteraciones cognitivas y perceptivas, se pueden encontrar atribuciones


especiales a acontecimientos concretos, creencias extrañas y mágicas del sujeto, e
incluso, percepciones inusuales como escuchar voces que le llaman, etc. Su lenguaje
también se ve afectado: puede ser metafórico, vago, sobrecargado, y además, con
estructuras sintácticas extrañas.

2. GRUPO B: “Dramáticos, emocionales, inestables”: les caracteriza su


comportamiento exagerado, emotivo, con escasa capacidad para controlar sus impulsos
y para empatizar con los demás.

 Trastorno antisocial de la personalidad:

Los principales rasgos de este grupo son la despreocupación y la vulneración de


los derechos fundamentales de los demás (se comienza a observar a la edad de 15
años). Poseen gran dificultad para adaptarse a la normativa social (que se ve en el
número tan elevado de delitos en los que se ve implicado), una tendencia al engaño
y a la manipulación y la mentira para obtener algún beneficio.

Son de carácter irritable y hostil, que se traduce en un comportamiento agresivo


y violento. Muestran indiferencia por los demás y por sí mismos, así como una falta
de remordimientos por sus actos, que llegan a justificar, minimizar e incluso a
mostrar indiferencia.

 Trastorno límite de la personalidad:

Entre sus características están la inestabilidad de sus relaciones interpersonales,


autoimagen y la afectividad, así como en el acusado grado de impulsividad. En las
relaciones interpersonales hace todo lo posible por no ser abandonado. Mantiene
relaciones con los demás de carácter fluctuantes e intensas: el concepto que tiene de
los demás es bastante cambiante (pasa de la idealización al desprecio).

Presenta un grado de autoestima demasiado fluctuante, es demasiado inestable


emocionalmente (con sentimientos inapropiados de vacío e ira incontrolable). Su
conducta es impulsiva, llegando a automutilarse e incluso con tendencia suicida.
Algunas de las ideas que posee son paranoides fruto de episodios de estrés.

 Trastorno histriónico de la personalidad:

Implica emocionalidad y búsqueda de atención desmesuradas, hasta el punto que


siente una gran incomodidad cuando no es el centro de atención de los demás.
Utiliza el aspecto físico para atraer la atención, llegando a un exagerado
comportamiento seductor y provocador.

Los que lo padecen manifiestan una expresión emocional inestable, desmesurada


y dramática. Poseen una forma de hablar impresionista, aunque son fácilmente
sugestionables e influenciables. Cuando mantienen algún tipo de relación
interpersonal, la consideran más íntimas de lo que realmente son.

 Trastorno narcisista de la personalidad:

Los sujetos afectados por este trastorno tienen la imperiosa necesidad de ser
admirados, y la incapacidad de empatizar con los demás. Sobrevaloran sus
capacidades, cualidades, logros…lo que les hace jactarse de ello cuando se sienten
heridos al no reconocerse su valía. Se consideran superiores, únicos, por lo que
esperan que los demás les traten según esta idea.

Poseen una gran preocupación por sus fantasías de éxito, poder, belleza…hasta
el punto de pensar que sólo se pueden relacionar con personas de su mismo estatus.

Buscan demasiado los elogios y las alabanzas, así como un trato especial,
creyendo que sus necesidades priman sobre las de los demás. No se dan cuenta de
los sentimientos de otras personas, exhibiendo actitudes y conductas arrogantes y
altivas.

3. GRUPO C: “Ansiosos, temerosos”: Aquellas personas afectadas por alguno de los


trastornarnos que se citan a continuación poseen una conducta perfeccionista:

 Trastorno de la personalidad por evitación:

Presentan conductas de inhibición en la interacción social, sentimientos de


inadecuación, y sensibilidad excesiva a los juicios negativos que se puedan hacer de
él. Hace todo lo posible por no hacer o realizar actividades que supongan
relacionarse con otras personas por miedo a ser rechazado o criticado, o que puedan
suponerle verse en apuros.

Rechaza las relaciones interpersonales a no ser que esté plenamente seguro de


que no va a ser rechazado, y por ello le cuesta abrirse a los demás, pudiendo ser
herido fácilmente ante cualquier desaprobación.

Posee un profundo sentimiento de inferioridad que le hace ser tímido, y


reservado en situaciones nuevas (especialmente con personas que no conoce).
Además, la visión negativista que posee de sí mismo le hace considerarse inferior a
los demás, socialmente inepto, y poco interesante.

 Trastorno de la personalidad por dependencia:

Alguna de sus características específicas es la necesidad desorbitada por ser


cuidado por otras personas, lo que le provoca una conducta de sumisión, apego y
miedo a perder el apoyo/protección de la otra persona.

Le resulta muy difícil tomar decisiones solo, para cualquier cosa cotidiana, para
lo que necesita el consejo de otros. Su dependencia es tal, que puede hacer que otros
tomen decisiones importantes para el propio sujeto (el trabajo a desempeñar, sus
amistades…) Ante cualquier discrepancia, oculta sus sentimientos por temor al
abandono, e incluso para evitarlo, es capaz de soportar malos tratos y vejaciones.

Cuando finaliza una relación sentimental busca rápidamente a otra persona para
suplir el lugar de la persona que antes era su pareja y que pueda hacerse cargo de
ella y de su cuidado.
 Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad

Los que padecen este trastorno se encuentran extremadamente preocupados por


el orden, el perfeccionismo y el control mental. Están tan pendientes de las reglas y
normas que dejan de percibir el sentido u objetivo de su actividad. Tal es su
perfeccionismo, que casi nunca terminan su trabajo a tiempo (de tantas veces como
lo revisan), llegando incluso a aparcar sus actividades de ocio, amistades…

Son ética y moralmente escrupulosos e inflexibles (pero no se debe a factores


socioculturales). Sólo delegan responsabilidades en aquellas personas que les
aseguren hacer las cosas tal y como ellos desean hacerlas. Son tacaños y testarudos.

/*/ TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD NO ESPECIFICADOS:

Dentro de este grupo se incluyen aquellos en los que se dan algunas de las siguientes
características:

1. No reunir los criterios completos de alguno de los trastornos de personalidad


específicos, es decir, presentar síntomas de cada uno de ellos, pero no los
suficientes como para diagnosticarlos.

2. Presentar un trastorno de personalidad que no figure en la clasificación como:

 Trastorno depresivo de la personalidad:

Los sujetos que lo padecen tienen conductas y cogniciones de carácter depresivo


(autoestima baja, sentimiento de culpabilidad…)

 Trastorno pasivo-agresivo de la personalidad:

Conjunto de actividades negativistas que llevan a cabo los individuos afectados,


con una clara resistencia a las críticas y demandas de buen comportamiento.

Para finalizar este apartado habría que hacer una pequeña puntualización: existe una
gran relación entre las patologías del “Eje I” y las de la personalidad, pero los trastornos
de la personalidad sólo se pueden diagnosticar cuando los síntomas aparecen antes de la
edad adulta y no se limitan a patologías pasajeras.

Estamos en un momento histórico en el que las patologías psíquicas van en


aumento (más del 20% de los europeos dice sentirse estresado, el 26% de los
estadounidenses padece algún trastorno psicológico…) y debemos buscar la mejor
solución, el mejor tratamiento para intentar recuperar la “salud” (entendiéndola como
bienestar físico y psíquico) de aquellas personas que se han visto afectadas por alguno
de estos trastornos que tan difícil hacen su existencia en la sociedad y su integración.

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