Está en la página 1de 2

Modelo Comunicacional de la excelencia, Competitividad vs Mediocridad

Aristóteles fue el primero en tomar la iniciativa y el diseño del modelo de


comunicación, el mismo que se planteaba estaba estructurado por tres componentes.
Quien: Inicio del acto; Que: Mensaje; Quien: Análisis de la audiencia.

La comunicación es un proceso, es decir, una estructura dinámica y mutuamente


influyente. Por consiguiente, los modelos comunicacionales son modelos conceptuales
utilizados para explicar el proceso de comunicación humana.

Por otro lado, actualmente, existen estudios empíricos que demuestran que los
individuos actúan competitivamente, si sus rivales se muestran en actitudes similares. La
etapa inicial es crucial, puesto que los participantes, por lo general, crean una cápsula que
afectarán sus acuerdos.

Ahora bien, en cuanto a los modelos: La Carpa, el Tiburón o el Delfín; se conoce


que La Carpa sigue la ley de la menor resistencia. Es prácticamente ciega. Quien vive
como una carpa, no está al corriente de lo que sucede. Está desconectado de la realidad.
No le gusta auto informarse. Tiene miedo de decir “no”. Y lo que piensa en su vida
cotidiana es que “el universo es un lugar donde reina la escasez. No jugaré, porque no voy
a ganar... Si juego, perderé, sé que no ganaré”. La carpa no ve ni acorto ni a largo plazo, se
sacrifica durante toda su existencia. Todas las víctimas del mundo lo son.

El Tiburón, por su parte, consigue ver a corto plazo, pero ignora las consecuencias
a largo plazo. Siempre quiere sacar ventaja sobre los otros. Juega al juego de ganar –
perder. No tiene confianza en sí mismo ni en los demás, y no inspira confianza a nadie. En
su vida cotidiana piensa de un modo muy semejante al de la carpa: “El Universo es un
lugar de escasez, no hay suficiente para todos. Por lo tanto, yo lograré lo mío, cueste lo
que cueste”.

Existe una tercera manera de vivir y comunicarse con el mundo. Es una alternativa
que sólo tienen las personas ricas de espíritu que se encuentran más allá de la
preocupación por la mera supervivencia y significa un cambio de paradigma. Es la
estrategia del Delfín, que cultiva la confianza en todos sus sentidos: en sí mismo, en los
demás y en el universo entero. Juega al juego de ganar – ganar. Y sabe hacer más con
menos. Vive al largo plazo, y al mismo tiempo vive el presente. El delfín piensa del
siguiente modo: “El universo es en potencia un lugar abundante, hay de todo para todos.
Para que yo gane, nadie necesita perder, a no ser que insista en ello, y entonces es su
problema”.

Desde mi punto de vista, el modelo comunicacional más favorable para la sociedad


moderna es el Delfín ya que este es dócil por naturaleza y cultiva la confianza en sí
mismo, en los demás y en el universo entero, juega el juego de la prosperidad. Vive atento
al presente. El delfín simboliza nuestras ideas sobre la forma de tomar decisiones y cómo
hacer frente a tiempos de cambios rápidos. Se caracteriza por tener Equilibrio y
congruencia, Abundancia, Alegría, Valoración, Ética, Humildad y se caracteriza por ser muy
Inteligente.

Cuando los delfines no obtienen lo que desean, cambian su comportamiento con


rapidez y precisión de manera muy ingeniosa a fin de conseguirlo, en cuanto a los
negocios el delfín tiene la habilidad de adaptarse con éxito a cualquier situación en que se
encuentre. Este cree en la posibilidad de la escasez como la abundancia.

Y el modelo comunicacional menos favorable es la carpa, esta es dócil y pasiva. Ella


sigue la ley de la menor resistencia. Es prácticamente ciega. Quién vive como una carpa no
está al corriente de lo que sucede. Está desconectado de la realidad. Tiene miedo de decir
"no" en una negociación, siempre cede o recula. En las crisis, son de las personas que se
sacrifican a sí mismas. Ella juega al perder-ganar, pierde para que el otro pueda ganar.
Claramente estas personas contribuyen a la visión de un mundo escaso donde no hay
suficiente para todos.

La carpa no ve ni a corto ni a largo plazo, se sacrifica durante toda su existencia.


Todas las víctimas del mundo lo son. Debido a su creencia limitante, no espera nunca
hacer o tener lo suficiente. No son muy conocidos en el ambiente de negociación, entran a
la negociación con la convicción que no podrán ganar, por lo que enfocan su esfuerzo a no
perder lo que ya los pertenece, las carpas permanecen entre las de su condición porque es
el único ambiente en que realmente se siente cómodo.

“Atreverse a ser delfín en un mar de tiburones es un desafío que requiere humildad y coraje”.
Fernando Sánchez Arias.

También podría gustarte