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DE
PALESTI
POR
O B R IT A N E C E S A R IA
p a r a la e p s e p a p z a d e la H is to r ia S a g r a d a ,
■y g u i a d e l o s M a p a s d e l A p t i g u o y N u e v o T e s
d e l Sr. R e ip o s o .
MADRID
LIBRERÍA DE HERNANDO Y COMPAÑÍA
Calle del Arenal, núm.|ix.
1899
Nadie puede poner en duda la importancia del estudio de
la Historia Sagrada. Es la historia de la Creación. Es la histo
ria de nuestra santa religión. En sus libros, cuyo conjunto se
llama Biblia, escritos por inspiración divina, se ve palpable
mente la mano de la Providencia. En esos libros se contiene
la historia más digna de la meditación de un cristiano; en ellos
hay máximas admirables de perfección cristiana, modelos
para nuestra conducta, avisos para nuestro provecho.
El estudio de la Historia Sagrada forma parte del programa
de las Escuelas de primera enseñanza en casi todas las nacio
nes de Europa y América. No se trata de encarecer la impor
tancia, mejor dicho, la necesidad de este estudio. Sólo se tra
ta en este opúsculo de conocer mejor la narración divina, de
conocer la geografía de aquel país santificado con el naci
miento, vida, pasión y muerte del P!edentor, de inspirar más
afición al estudio de la Historia Sagrada, de dar una idea de
aquellos lugares que en lo antiguo se llamaron Palestina y en
la Edad Media la Tierra Santa, lugares conquistados á torren
tes de sangre por los Cruzados en nobilísima empresa y per
didos después de una lucha titánica contra los sectarios de
Mahoma.
Sabemos que la Cronología y la Geografía son los dos ojos
de la Historia, según frase antigua de un escritor. Los hechos
se graban mejor en la inteligencia cuando se ve el lugar don
de han ocurrido. De aquí la necesidad de dar á los niños una
idea de aquellos países, de sus accidentes geográficos y de
todo aquello que pueda ayudar mejor á comprender ó ilustrar
. a
— 4 —
E l A utor.
PALESTINA
II
Tierra de Canaán.
־־־־10 —
tuvo origen la Orden Carmelitana por San Alber
to, patriarca de Jerusalón.
d) Las montañas de Efraín ó de Israel, que
encierran los montes Gelboé, donde fuá vencido
Saúl, y los montes Hebal y Garizún, cerca de Si-
ohem, lugares célebres en tiempo de Moisés y
donde los Samaritanos hicieron un templo para
no adorar á Dios en Jerusalén.
e) Las montañas de Judá ó de los Amorreos,
donde habitaban estos pueblos idólatras.
f) El monte Carmelo (que no debe confundir
se con los ya nombrados) al E. de las montañas
de J udá, donde se refugió mucho tiempo David
cuando era perseguido por Saúl.
g) Las montañas del Escorpión, que separaban
á la Palestina déla Arabia.
Al E. del Jordán se extendían otras montañas,
á saber :
a) Las montañas de Galaad, tan célebres por
su rico bálsamo, donde se reconcilió Jacob con
Labán.
b) Los montes Abarán, donde se encontraba
el monte Nebo, desde el cual el Señor mostró á
Moisés el país fértilísimo que había de dar á los
Israelitas, y el monte Fogor, donde los Moabitas
adoraban á los ídolos.
Ríos.—El principal río era el Jordán, que nace
cerca de Cesárea de Filipo, de tres arroyos, origi
nados del Gran Hermón. Atraviesa el lago Merom
ó Houlé; corre luego verticalmente, ó sea en di
rección de N. á S.; luego engrosa el lago de Tibe-
riades; baja formando una línea en zig-zag por
medio de veintisiete caídas, y se precipita en el
mar Muerto, donde termina.
El torrente de Cisor desciende del Tabor y des
emboca en el Mediterráneo, entre Ptolemaida y el
Carmelo.
— 11 —
YII
Yiaje de los Israelitas á la tierra de Canaán.
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YIII
Los Israelitas bajo David y Salomón.
IX
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Perea.
Jerusalen.
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b) La gruta de Jeremías.
c) Los sepulcros de los reyes de Judá.
d) La casa de Simón el Fariseo, donde perdo
nó Jesús á la pecadora.
El monte Moría estaba ocupado todo por el
Templo. Este grandioso edificio fue arruinado 424
•años después por Nabueodonosor. A la vuelta del
cautiverio de Babilonia fuó reconstruido por Zo *
robabel y destruido luego en parte por Antíoco.
Herodes lo reconstruyó con gran magnificencia al
gunos años antes de Jesucristo. Este es aquel Tem
plo admirado por los discípulos, de quien el Sal
vador predijo su ruina cuando dijo : «Vendrá un
tiempo en que de todo este Templo no quedará pie
dra sobre piedra.»
Al NE. estaba la piscina probática, donde Jesús
curó á un paralítico que padecía durante treinta
y ocho años.
Al NO. la torre Antonia.
Alrededores de Jerusalén.
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Getsemaní y el jardín de su nombre, donde Jesús
fué preso por Judas la noche de su pasión.
El monte Olívete tenía tres colinas : la del me
dio dominaba á las demás; desde ésta subió Jesús
á los Cielos á los cuarenta días después de su resu
rrección.
De la colina del Mediodía, llamada la Montaña
del Escándalo, porque allí se entregó al culto de los
falsos dioses el rey Salomón, se ve todavía el lu
gar que ocupaba el palacio que este rey había man
dado fabricar para sus mujeres extranjeras, y que
se llama Palacio de los errores de Salomón.
Cerca del Cedrón estaba el sepulcro donde fué
depositada la Santísima Virgen, y un poco más
abajo los sepulcros de Josafat y Zacarías y el ti
tulado de Absalón, porque lo había mandado eri
gir este último.
En la falda del Olívete :
a) La gruta del Credo, donde se reunieron los־
Apóstoles y dictaron el símbolo de nuestra fe an
tes de dispersarse por el mundo.
#b) El sitio ó lugar en que enseñó Jesiís la ora
ción del Padre Nuestro.
c) El sitio en que lloró Jesús sobre Jerusalén
•y predijo su ruina.
d) El sitio en que durmieron Pedro, Santia
go y Juan mientras El oraba la noche de su pa
sión.
Al S. y O. de Jerusalén engrosaban el torrente
Cedrón las aguas de las piscinas de Gihón : este
valle se llamaba valle de Paphaim y valle de Ios-
hijos de Ennón.
En el fondo de este valle se ve un gran núme
ro de sepulcros tallados en la roca y llamados por
algunos autores turnias de los profetas.
Más allá se encuentra el campo llamado Hacél-
dama ó Campo de Sangre, que fue comprado por
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los treinta dineros que Judas había recibido para
entregar á Jesús.
Al S. del valle de Ennón hay una colina titula
da Monte del mal consejo, porque los sacerdotes ju
díos se reunieron en él para tratar de perder á
Jesús.
Cerca de la torre Psephina estaba el baño de
Betsabé, mujer de Urías, cuando David concibió
su funesta pasión, que tantos males le causara.
En fin, el Calvario estaba al O. de Jerusalény
pero muy próximo á la muralla. En la pendiente
de la montaña estaba el Santo Sepulcro de José
de Arimatea, en el cual fué colocado Jesús hasta
su gloriosa resurrección.
Muchos de los lugares citados no existen en la
actualidad, y sólo se sabe algo de ellos por la tra
dición, que, como dice un escritor, en Oriente me
rece tanta fe como la Historia.
Belén.
Esta ciudad, llamada también Betllhem ó
Ephrata, y boy, en turco, Beit-el-Lahon, en la tri
bu de Judá, se hallaba á 9 kilómetros al S. de Je-
rusalén. Su origen es muy antiguo, pues existía
muchos años antes de entrar los Israelitas en la
tierra de Canaán. En ella nació nuestro adorable
Redentor, y el pesebre donde nació se conserva en
Roma en la iglesia de Santa María la Mayor. Ac
tualmente hay una iglesia en el lugar donde na
ció Jesús y otra debajo, ambas iluminadas profu
samente.
Fue tomada por los Cruzados en 1099.
La población de Belén se compone de griegos^
católicos, árabes y cristianos maronitas. La céle
bre tumba de Raquel estaba entre esta ciudad y
Jerusalón.
Sistema métrico de los Hebreos
L.
Su equivalencia era la siguiente :
Talento............................ 18,068 ׳kilogramos.
Mina............................... o,360 »
Sido...................... ......... o,006 »
Draema....... .................. 0,0036 »
Obolo.............................. 0,0003 »
e)' M onedas.— Las monedas tenían en general
el mismo nombre que las medidas de peso; pesa
ban el mismo número de gramos. Se ignora si las
monedas de plata ú oro tenían liga, pero la opi
nión es que eran de metal puro; de suerte que su
equivalencia en pesetas era la siguiente :
E fe c tiv a s .
'*frW■
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XIII
Ruina de Jerusalén.
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