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Y MANEJO DE ESTRÉS
Manual del participante
Contenido
Objetivo general del curso .................................................................................................................. 2
Tema 1. Introducción a la salud en el trabajo ..................................................................................... 2
1.1. ¿Qué es el bienestar? .......................................................................................................... 2
1.2. El bienestar en el trabajo .................................................................................................... 3
1.3. Factores psicosociales y el bienestar .................................................................................. 4
1.4. El bienestar como proyecto organizacional ........................................................................ 7
1.5. De la prevención a la promoción de la salud ........................................................................... 9
Tema 2. La salud en el trabajo .......................................................................................................... 12
2.1. Autocuidado ........................................................................................................................... 12
2.2. Estilos de vida saludables ....................................................................................................... 13
2.3. El bienestar personal y el autocuidado .................................................................................. 18
Amor propio.................................................................................................................. 18
Autoconocimiento ........................................................................................................ 20
Regulación emocional................................................................................................... 22
Reconocer nuestros deseos .......................................................................................... 24
Respeto a nuestros límites ........................................................................................... 26
Aceptar la frustración ................................................................................................... 27
Saber pedir, decir sí y decir no ..................................................................................... 27
Aprender a ser agradecido ........................................................................................... 29
2.4. Equilibrio entre la vida personal y laboral.............................................................................. 29
Propuestas para mejorar el balance vida trabajo ........................................................ 31
Tema 3. Factores psicosociales ......................................................................................................... 32
3.1. Qué es el estrés ...................................................................................................................... 32
3.2. Cómo funciona el cuerpo ante el estrés ................................................................................ 34
3.3. Estrategias de manejo del estrés ........................................................................................... 36
Tema 4. Construcción de relaciones saludables ............................................................................... 40
4.1. Qué son las relaciones saludables .......................................................................................... 40
4.3. Estrategias para la construcción de relaciones saludables .................................................... 41
Referencias ........................................................................................................................................ 44
1
Objetivo general del curso
Brindar conocimientos y herramientas a las y los servidores públicos para lograr bienestar
personal, un mejor manejo de estrés y aportar estrategias para la construcción de
relaciones saludables.
Por lo tanto, este bienestar es influenciado por múltiples factores, entre ellos, lo que ocurre
en el trabajo (Salanova et al., (2014).
2
1.2. El bienestar en el trabajo
En los últimos años, las organizaciones han procurado diseñar sistemas de gestión en
seguridad y salud cada vez más enfocados en la mejora de la cultura de prevención de
riesgos. Por su parte, las personas, aprenden a tomar un mejor comportamiento tanto en
el trabajo como fuera. Así, se reducen o eliminan los riesgos asociados a su actitud y se llega
a tener ambientes seguros y libres de enfermedades. De este modo, tanto el personal como
la organización obtienen diversas ventajas, puesto que se promueve el desarrollo
profesional, personal e institucional. Entre otros beneficios, una buena gestión de salud
ocupacional permite:
En México, se han realizado esfuerzos por mejorar la salud en el trabajo, por ello fue
aprobada la NOM-035-STPS-2018, FACTORES DE RIESGO PSICOSOCIAL EN EL TRABAJO –
3
IDENTIFICACIÓN, ANÁLISIS Y PREVENCIÓN, publicada en el Diario Oficial de la Federación el
23 de octubre de 2018. Esta norma tiene como objetivo establecer los elementos para
identificar, analizar y prevenir los factores de riesgo psicosocial, así como para promover un
entorno organizacional favorable en los centros de trabajo.
En los siguientes subtemas revisaremos qué son los factores de riesgo psicosocial y qué es
un entorno organizacional favorable.
En este caso hablamos de riesgo psicosocial, que es fuente de estrés laboral, o estresor, y
que tiene el potencial de causar daño psicológico, físico, o social a las personas en el trabajo.
De acuerdo con Gil-Monte (2012), los riesgos psicosociales con origen en la actividad laboral
pueden estar ocasionados por un deterioro o disfunción en:
El origen del problema en las situaciones de riesgo psicosocial no está en un nivel individual,
sino que suele estar en el entorno que es de donde provienen dichas situaciones de riesgo
debido a un mal diseño y ordenación del trabajo. Esto es, los riesgos psicosociales en el
trabajo aparecen porque se generan unas condiciones laborales difíciles de tolerar para la
mayoría de las personas.
Los cambios en el mundo del trabajo acaecidos en las últimas décadas han llevado a un
incremento en las tasas de prevalencia de algunos riesgos psicosociales. El informe
5
publicado por la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo sobre riesgos
psicosociales en el trabajo revela que los cambios técnicos u organizativos en el mundo
laboral, junto con los cambios socioeconómicos, demográficos y políticos, incluido el
fenómeno de la globalización, han dado lugar a la aparición de los denominados riesgos
psicosociales emergentes que tienen consecuencias sobre la salud de la población debido a
que pueden provocar un mayor estrés laboral, repercutiendo negativamente en la salud y
seguridad de las personas en el trabajo.
− está causado por nuevos procesos, tecnologías, lugares de trabajo, cambios sociales
u organizativos; o
− era un factor conocido, pero se considera como un nuevo riesgo debido a avances
científicos o percepciones sociales.
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número de personal, repercutirían de forma negativa en la salud y la seguridad de
las y los trabajadores.
d) Fuertes exigencias emocionales en el trabajo, junto con un incremento del acoso
psicológico y de la violencia, en especial en los sectores de la asistencia sanitaria.
e) Desequilibrio y conflicto entre la vida laboral y personal, debido a la falta de ajuste
entre las condiciones de trabajo y la vida privada de las personas. Los empleos
precarios, con excesiva carga de trabajo, sumado a horarios laborales variables o
impredecibles, sin que se le permita a la persona ajustarlos a sus necesidades
particulares; pueden provocar conflictos en la vida profesional y privada, con efectos
perjudiciales para su salud.
Hay que señalar que siempre han existido riesgos psicosociales en el trabajo; lo que ha
cambiado es la percepción social que existe sobre ellos, que genera una diferencia
“epidemiológica”. Los cambios sociales ocurridos; la nueva ordenación del trabajo; los
cambios en los sectores ocupacionales; el cambio de la relación profesional entre el
personal y los clientes o usuarios, han contribuido al incremento de este tipo de riesgos,
hasta el punto de constituir un problema que, por el número de bajas laborales en las que
están implicados, y por las consecuencias que tienen sobre el éxito de una organización
merecen ser considerados y tratados por las autoridades que regulan el mundo del trabajo
y de la salud (Gil-Monte, 2012).
Para que una organización logre mejorar el bienestar de las personas que trabajan en ella
requiere la construcción de entornos saludables. De acuerdo con la OMS (2010) un entorno
de organizacional saludable es aquel en el que las trabajadoras, los trabajadores y jefes
colaboran en un proceso de mejora continua para promover y proteger la salud, seguridad
y bienestar de las personas en el trabajo y la sustentabilidad del ambiente de trabajo en
base a los siguientes indicadores:
Para crear con éxito tal entorno laboral saludable, de acuerdo con la OMS, una organización
debe seguir un proceso que involucra la mejora continua (figura 1), un abordaje de sistemas
de dirección, el cual incorpore la transferencia de conocimiento y componentes de
investigación – acción (OMS, 2010). Para lograr la construcción de un entorno de
organizacional saludable se deben cumplir con los siguientes principios:
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Figura 1. Proceso de Mejora Continua propuesto por Deming.
En los últimos años, las condiciones de trabajo en las organizaciones han evolucionado de
una perspectiva preventiva, centrada en los factores de psicosociales de riesgo, hacia una
perspectiva promotora de la salud, que se focaliza en mejorar la salud en el trabajo como
indicador de la calidad de vida laboral y la felicidad en el trabajo (Nava-Gómez et al., (2019).
El término prevenir tiene significado de "preparar; llegar antes de; disponer de manera que
evite (daño, mal), impedir que se realice". La prevención en salud "exige una acción
anticipada, basada en el conocimiento de la historia natural a fin de hacer improbable la
expansión posterior de la enfermedad". Las acciones preventivas se definen como
intervenciones orientadas a evitar la aparición de enfermedades específicas, reduciendo su
incidencia y predominando en las poblaciones. La base de la prevención es el conocimiento
epidemiológico moderno; su objetivo en el trabajo es el control de la reducción del riesgo
de accidentes de enfermedades profesionales u otros daños específicos a la salud. Los
proyectos de prevención en salud se estructuran mediante la divulgación de información y
de recomendaciones de cambio de hábitos (Czeresnia, 2007).
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subyacente a los problemas de salud, demandando un abordaje intersectorial (Czeresnia,
2007).
De acuerdo con los estudiosos en el tema, la promoción de la salud tiene una visión
salutogénica, está basada en el modelo bio-psico-social y es definida como el proceso
mediante el cual, los individuos y las comunidades, ejercen un mayor control sobre los
determinantes de su salud para mejorar su calidad de vida. Por su parte, la prevención tiene
una visión patogénica, está basada en el modelo biomédico y es definida como las medidas
destinadas no solamente a prevenir la aparición de la enfermedad, tales como la reducción
de factores de riesgo, sino también a detener su avance y atenuar sus consecuencias una
vez establecida.
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Una promoción de la salud eficaz conduce a cambios en los determinantes de la salud: tanto
de los que están bajo el control del individuo —como las conductas individuales orientadas
a la salud y el uso de los servicios sanitarios— como de los que están fuera del control de la
persona —condiciones sociales, económicas y del entorno—. En este contexto, aquellas
acciones que apoyen a las personas para que adopten y mantengan estilos de vida
saludables y, además, establezcan condiciones de vida (entornos) saludables se constituyen
en elementos clave de una promoción eficaz de la salud.
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Tema 2. La salud en el trabajo
Objetivo particular. Reflexionar sobre las acciones de autocuidado, así como las estrategias
para lograr un equilibrio entre la vida personal y laboral.
2.1. Autocuidado
El autocuidado se refiere a las distintas actividades de la vida cotidiana que son realizadas
por las personas, familias y los grupos sociales para el cuidado de la salud, la prevención de
enfermedades y limitación de daños (Arenas, Jasso, & Campos, 2011).
El enfoque integral y humano del autocuidado se refiere a que toda persona saludable
necesita afecto, protección, participación, entendimiento, ocio, creación, libertad y
descubrir su propia identidad. Estos factores están relacionados con los valores, los
recursos, las costumbres, los derechos, las prácticas personales y sociales, los hábitos, las
creencias, el entorno social, y los atributos del ser como son: la creatividad, la libertad, la
dignidad, la solidaridad, la identidad, la autonomía, todo esto dentro de un marco de
respeto mutuo y relaciones creativas y complementarias.
En otras palabras, el autocuidado es un acto individual que cada persona realiza cuando
adquiere autonomía, pero a la vez es un acto recíproco que tiende a darse a cualquier
persona que temporal o definitivamente no está en capacidad de asumir sus necesidades
vitales y requiere ayuda.
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Según Pender, las características y experiencias individuales, además de la valoración de las
creencias en salud, en razón a que estas últimas son determinantes a la hora de decidir
asumir un comportamiento de autocuidado o de riesgo para la salud, debido a su alto nivel
de interiorización y la manera de ver la realidad que lo rodea (Giraldo, Toro, Macías,
Valencia, & Palacio, 2010).
Si una niña o un niño observa que en su familia se consumen alimentos salados, además de
que permanentemente escucha decir a sus padres que “de algo nos hemos de morir”, “la
sal sirve para hacernos fuertes”, niñas, niños y adolescentes interiorizan y asumen estos
conocimientos para su vida presente y futura, y en consecuencia así se actúa y se asume la
conducta no saludable.
Por lo tanto, el término estilo de vida saludable tiene en cuenta tanto aquellos
comportamientos que implican un riesgo para la salud como aquellos otros que la protegen,
tal y como defiende Dellert S. Elliot (1993), uno de los estudiosos en la materia con más
relevancia internacional. Según este autor, el estilo de vida saludable se entiende cada vez
más como un patrón de comportamientos relacionado con la salud que se llevan a cabo de
un modo relativamente estable. Una de las aportaciones más importantes de este autor ha
sido su planteamiento sobre las características fundamentales del estilo de vida saludable:
a. Posee una naturaleza conductual y observable. En este sentido, las actitudes, los
valores y las motivaciones no forman parte del mismo, aunque sí pueden ser sus
determinantes.
b. Las conductas que lo conforman deben mantenerse durante un tiempo.
Conceptualmente, el estilo de vida denota hábitos que poseen alguna continuidad
temporal, dado que supone un modo de vida habitual. Así, por ejemplo, el haber
probado alguna vez el tabaco no es representativo de un estilo de vida de riesgo
para la salud. Por la misma regla, si un comportamiento se ha abandonado ya no
forma parte del estilo de vida.
c. El estilo de vida denota combinaciones de conductas que ocurren
consistentemente. De hecho, se considera al estilo de vida como un modo de vida
que abarca un amplio rango de conductas organizadas de una forma coherente en
respuesta a las diferentes situaciones vitales de cada persona o grupo.
d. El concepto de estilo de vida no implica una etiología común para todas las
conductas que forman parte de este, pero sí se espera que las distintas conductas
tengan algunas causas en común.
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La siguiente tabla resumen las variables relacionadas con los estilos de vida saludables más
estudiadas en la investigación, en función del momento evolutivo de las muestras
estudiadas: infancia - adolescencia, adultez o vejez.
En la siguiente tabla se encuentran los estilos saludables de acuerdo con las variables más
estudiadas en los adultos. 1
1
Algunos de los estilos descritos fueron tomados de la “Guía de estilos de vida saludable”. Disponible en:
https://www.medellin.gov.co/irj/go/km/docs/pccdesign/SubportaldelCiudadano_2/PlandeDesarrollo_0_19/ProgramasyProyectos/Shar
ed%20Content/Estilos%20de%20vida%20saludable/Gu%C3%ADa%20Estilos%20de%20Vida/Gui%CC%81a%20Estilos%20de%20vida%20
saludables.pdf
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Estilo de vida Beneficios Recomendaciones
▪ Mejora el estado de ánimo, las capacidades ✓ Utilizar medios de transporte activos, como bicicleta
cognitivas, el sueño, el desempeño y la satisfacción o patines, para realizar los desplazamientos al
sexual. trabajo, hogar u otros espacios de la ciudad.
▪ Reduce el riesgo de depresión, estrés y ansiedad. ✓ Aprovechar los programas institucionales de
Actividad física
▪ Fortalece la autoestima, la imagen corporal positiva, actividad física, deportiva o lúdica con los que
la sensación general de bienestar. cuenta la empresa u organización y son ofertados a
Hace referencia a cualquier
▪ Permite crear nuevas relaciones con otras personas y los trabajadores.
movimiento corporal
hacer amigos con mayor facilidad. ✓ Programar actividades que impliquen movimiento y
voluntario, repetitivo y
▪ Aumenta la productividad, el nivel de satisfacción en diversión durante la jornada laboral, las que pueden
producido por los músculos
el estudio, trabajo y otros ámbitos de la vida diaria. denominarse “momento para ser activos”.
esqueléticos, que exige gasto
▪ Fortalece el corazón y los vasos sanguíneos. ✓ Realizar actividades como jugar fútbol, bailar y
de energía.
▪ Ayuda a controlar el peso, desarrolla resistencia física nadar.
y fuerza muscular. ✓ Desarrollar actividades de fortalecimiento muscular
▪ Reduce el riesgo de desarrollar hipertensión, y entrenamiento de resistencia: levantamiento de
enfermedades del corazón, diabetes y cáncer. pesas, uso de máquinas, mancuernas o bandas.
✓ Más alimentos frescos y menos enlatados,
conservantes, embutidos, productos de paquete,
Alimentación saludable ▪ Ayuda a controlar los niveles de colesterol. comidas rápidas y gaseosas.
▪ Fortalece los músculos, huesos y dientes. ✓ Alimentos de todos los grupos y en cantidades
La alimentación se relaciona ▪ Ayuda a mantener un peso adecuado y un corazón adecuadas.
con la manera en que se saludable. ✓ Frutas y verduras frescas todos los días en cada una
proporcionan los alimentos ▪ Disminuye el riesgo de diabetes, enfermedades del de las comidas.
indispensables para el cuerpo. corazón, hipertensión, enfermedad cerebro vascular ✓ Preparaciones bajas en sal/sodio, azúcar y grasa.
Es un acto voluntario, y y algunos tipos de cáncer. ✓ Grasas benéficas como cacahuate, nueces y
consciente, permeado por ▪ Contribuye a que las mujeres estén en mejores aguacate.
diferentes factores sociales, condiciones para programar un embarazo, si así lo ✓ Colaciones balanceadas aprovechando los
culturales, económicos y desean. alimentos que están en cosecha.
ambientales. ▪ Aumenta el rendimiento laboral. ✓ Agua o jugos naturales sin azúcar añadido.
✓ Preparaciones al vapor, asadas, salteadas y a la
plancha.
Estilo de vida Beneficios Recomendaciones
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Estilo de vida Beneficios Recomendaciones
✓ Sensibilizar a los trabajadores sobre los efectos del
consumo de alcohol en la salud, el bienestar físico y
emocional.
Vida libre del consumo de
✓ Mostrar las consecuencias que trae el consumo de
alcohol Las personas que disfrutan una vida libre de alcohol
alcohol en todos los ámbitos donde transcurre la
logran:
vida de las personas: familiar, social, laboral,
Al consumir alcohol algunos etcétera.
órganos del cuerpo como el ▪ Evitar daños en el cerebro.
✓ Desmitificar creencias sobre el consumo de bebidas
corazón, hígado y cerebro se ▪ Reducir las posibilidades de tener cáncer.
alcohólicas.
ven afectados; se disminuye la ▪ Prevenir futuros daños en el hígado y riñones.
✓ Promover hábitos de vida saludables. Las empresas
capacidad de concentración y ▪ Cuidar la salud cardiovascular.
deben comprometerse con la promoción de estos
autocontrol que afectan la ▪ Disfrutar de una mejor salud gástrica.
hábitos ya que ayudan a los colaboradores a cumplir
toma de decisiones; y se ▪ Tener mayor consciencia sobre los actos.
mejor con sus tareas y responsabilidades.
deterioran las relaciones y ▪ Mejorar el estado de ánimo.
✓ Trabajar sobre aquellos factores de riesgo que
vínculos sociales con ▪ Ser más productivos.
pueden favorecer o potenciar el consumo de
familiares y amigos. bebidas alcohólicas como: excesiva carga de trabajo,
monotonía, inseguridad laboral, tareas muy
complejas.
▪ Las células se regeneran y oxigenan con mayor
✓ Reducir o eliminar el café, el té, el chocolate el
facilidad.
consumo de alcohol.
▪ Mayor probabilidad de mantener el peso o incluso a
✓ Dejar de fumar.
Higiene del sueño perderlo más fácilmente.
✓ Revisar el dormitorio y eliminar o mejorar las
▪ Disminuir las probabilidades de contraer
variables ambientales perjudiciales.
El sueño es un período enfermedades como la hipertensión o diabetes por el
✓ Sólo dormir en la cama y utilizar ésta únicamente
fisiológico de reposo que incremento de la producción de hormonas como el
para dormir.
permite al cuerpo y a la mente cortisol.
✓ Controlar y reducir el estrés durante el día.
descansar y restablecerse. ▪ Reducir la depresión, ya que el cuerpo se relaja y eso
✓ Aprender y practicar técnicas de relajación o
facilita la producción de melanina y serotonina.
ejercicios de estiramiento muscular para realizar por
▪ Disminuir las probabilidades de insuficiencia cardiaca.
la noche, antes de acostarse.
▪ Mejora la memoria y el aprendizaje.
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2.3. El bienestar personal y el autocuidado
El bienestar personal es fundamental para todas y todos, ya que nos provee motivación,
felicidad, ánimo y satisfacción. Sin importar que en nuestra vida haya ocurrido alguna
situación que nos haya desestabilizado emocionalmente debemos realizar acciones para
recuperar ese bienestar personal. ¿Por qué es tan importante recuperar el bienestar
personal? Porque nos proporciona calma, paz y tranquilidad.
Debemos considerar que disfrutar del bienestar no quiere decir que no vayan a surgir
conflictos y problemas. Estos van a seguir apareciendo en nuestra vida porque no tenemos
control de lo que ocurre a nuestro alrededor. Sin embargo, a pesar de estas situaciones
inesperadas es posible seguir teniendo bienestar personal. Para lograrlo además de adoptar
los estilos de vida saludables que ya mencionamos en el subtema anterior, debemos de
trabajar, con amor y compasión, en las esferas de nuestra vida personal que nos permitan
un mayor equilibrio y nos procuren un buen trato (Sanz, 2016) hacia nuestra persona.
Amor propio
El amor propio se refiere al autocuidado que nos tenemos, en otras palabras, cómo
respetamos nuestra escala de valores, principios y la auto aceptación de nuestro ser. Como
adultas y adultos el amor propio significa amarnos de manera incondicional.
De acuerdo con Fina Sanz (2016), amarse incondicionalmente no significa que nos
apoltronemos en un sofá, en nuestro sistema de creencias y nuestros comportamientos y
digamos: “Yo soy así”, lo cual suele ser una coartada para no hacer cambios en nuestra vida.
Tampoco supone una actitud egoísta, egocéntrica o ególatra, en la que no nos importen las
demás personas ni nuestro entorno, sino el respeto por la vida y el bienestar propio, sin
menoscabo del bienestar de los demás.
Amarnos incondicionalmente significa saber que tenemos una vida y un cuerpo que
merecen respeto. Nos respetamos. Si estamos en este mundo, es porque en nuestra vida
algo tenemos que hacer, que comprender, que transformar y transformarnos.
Aceptarnos tal y como somos, aquí y ahora, entendiendo que somos producto de una
historia, para comprender por qué sentimos o actuamos de determinada manera. Y que, al
igual que hemos aprendido, podemos – si no nos va bien – desaprender y aprender otras
cosas. Significa también tener confianza personal, sabiendo que no somos perfectas o
perfectos, que podemos ir trabajándonos, desarrollándonos, puliéndonos, para sentirnos
mejor y tener una mejor relación con nuestro entorno.
Sabemos que, en nuestro caminar por la vida, en ocasiones acertamos y en otras nos
equivocamos; rectificamos cuando nos equivocamos, pedimos perdón, nos perdonamos:
pero estamos en el mismo camino.
Hacemos en cada ocasión lo que sabemos y podemos, pero abiertos, con humildad, a un
proceso de conocimiento, cambio y transformación.
Una de las maneras de aumentar nuestro amor propio es fortaleciendo las aptitudes y
conductas que nos ayuden a realizar las actividades necesarias para poder vivir. El amor
propio es más sólido cuando valoramos nuestras fortalezas, cualidades, así como los
aspectos negativos y áreas de mejora. Aprender a reconocer nuestros errores y desarrollar
una capacidad crítica nos llevará a un autocuidado más transformador. Para fortalecer
nuestro amor propio podemos realizar lo siguiente (Escuela de Posgrado Psicología y
Psiquiatría, 2021):
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cuidado emocional y espiritual, esa capacidad para conectarnos con nuestro interior
para atender completamente el aquí y el ahora.
Autoconocimiento
La consciencia es la capacidad que nos permite conectar con el aquí y el ahora, hacia fuera
y hacia uno mismo. Es conectar más allá de las fantasías que nos trasladan al pasado o al
futuro y están condicionadas por toda suerte de deseos, aversiones y miedos. La consciencia
se desarrolla practicándola, siendo conscientes, y cuando vive atentamente, el ser humano
aprende a estar más alerta de sí y a vivir de manera más reflexiva, disolviendo las
identificaciones, recuperando el propio centro de consciencia clara y ecuánime y obrando
entonces adecuadamente.
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El autoconocimiento implica una visión completa: cuerpo, pensamientos y sentimientos, y
la capacidad de relacionarse con otros (IAM, 2000).
Es conocer las partes que componen el yo. Al conocer todos sus elementos, que no
funcionan por separado, sino que se entrelazan para apoyarse unos a otros, el individuo
logra tener una personalidad fuerte y unificada; si una de estas partes funciona de manera
deficiente, las otras se ven afectadas y su personalidad es débil y dividida, con sentimientos
de ineficiencia y desvaloración (IAM, 2000).
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Regulación emocional
Las emociones forman parte de todos los seres humanos, mujeres y hombres, de todas las
edades y culturas. Pero las emociones también pueden ser moduladas, canalizadas,
podemos aprender a manejarlas, para que no nos dañen ni hagamos daño con ellas. Cada
emoción genera una experiencia en el cuerpo (Sanz, 2016):
• Alegría. Nos hace respirar más ampliamente, nos genera una sensación de apertura,
sonreímos, relajamos el cuerpo, tenemos pensamientos positivos…
• Tristeza. Normalmente el cuerpo se encoge, se empequeñece, nos cerramos;
nuestra respiración se hace más pequeña y superficial, tenemos pensamientos
negativos…
• Asco. Nos hace aguantar la respiración, en caso de que lo que nos lo provoca esté
relacionado con aspectos gustativos u olfativos, nuestros músculos se tensan, puede
provocarnos malestar gastrointestinal: nos produce rechazo y ganas de alejarnos…
• Miedo. Nos hace contener la respiración, hacemos a veces – como en la tristeza –
una respiración corta, cortada, entrecortada y superficial. Nos paralizamos,
tensamos el cuerpo y deseamos huir…
• Sorpresa. Nos hace sentir curiosidad, solemos abrir mucho la boca y los ojos,
queriendo descubrir datos del acontecimiento o situación imprevista; nuestros
músculos de la cara se tensan; en ocasiones desconocemos como actuar ...
• Cólera o ira. Nos hace tensar los músculos (por ejemplo, los maxilares…), agitamos
la respiración, nos puede subir la tensión arterial, nos sentimos dañadas/os, nos
colocamos a la defensiva, y deseamos descargar esa energía de rabia que se ha
producido. A veces no reconocemos el malestar que tenemos e, inconscientemente,
tampoco lo resolvemos; con lo que poco a poco, vamos acumulando el malestar
hasta que en un momento surge en forma de alguna de estas manifestaciones
frecuentes:
1. Desarrollamos una depresión.
2. Volcamos el malestar, abrupta e inesperadamente, de manera inadecuada.
Las emociones no son buenas ni malas, son expresiones humanas, energéticas, que nos
ayudan a reconocer qué nos está pasando. Por lo tanto, nos dan claves, también, de nuestro
momento, de nuestra historia, de nuestros valores, de nuestras heridas… porque, aunque
las emociones forman parte del ser humano, la forma en que las manejamos – o nos
22
manejan - tienen que ver – como todos los procesos – con nuestra forma de vida (Sanz,
2016).
Cualquier emoción nos da claves, pero si no las transformamos y nos dominan, podemos
hacernos daño y hacer daño a los demás.
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uno mismo como en los demás. En niveles de mayor madurez, supone la comprensión
del impacto que la propia expresión emocional y el propio comportamiento puedan
tener en otras personas. También incluye el hábito para tener esto en cuenta en el
momento de relacionarse con otras personas.
b) Regulación de emociones y sentimientos. Es la regulación emocional propiamente
dicha. Esto significa aceptar que los sentimientos y emociones a menudo deben ser
regulados. Lo cual incluye: (regulación de la impulsividad) (ira, violencia,
comportamientos de riesgo); (tolerancia a la frustración) para prevenir estados
emocionales negativos (ira, estrés, ansiedad, depresión); (perseverar en el logro de
los objetivos) a pesar de las dificultades; capacidad para (diferir recompensas)
inmediatas a favor de otras más a largo plazo, pero de orden superior, etc.
c) Habilidades de afrontamiento. Habilidad para afrontar retos y situaciones de
conflicto, con las emociones que generan. Esto implica estrategias de autorregulación
para gestionar la intensidad y la duración de los estados emocionales.
d) Competencia para autogenerar emociones positivas. Es la capacidad para
autogenerarse y experimentar de forma voluntaria y consciente emociones positivas
(alegría, amor, humor, fluir) y disfrutar de la vida. Capacidad para autogestionar el
propio bienestar emocional en busca de una mejor calidad de vida.
Para reconocer nuestros deseos tenemos que escucharnos, mirara hacia adentro. Escuchar
nuestros deseos es importante para conocer en cada momento de nuestra vida dónde
estamos, qué nos parece importante, qué nos gustaría, hacia dónde queremos ir. Saber lo
que deseamos y lo que queremos nos ayuda también a identificar lo que no queremos. Pero
también implica tomar una dirección, dirigirnos hacia lo que deseamos o queremos y
reconocer con qué recursos contamos o necesitamos para conseguirlo (Sanz, 2016).
Se puede hacer un pequeño ejercicio para ayudarnos a reconocer nuestros deseos. Es como
conectar con “que me gustaría”.
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Empieza por los deseos. Conéctate con tu cuerpo, con la sensación de bienestar. Piensa qué
te gustaría conseguir para ti, para tu vida. Los deseos que puedes poner son a corto, a
mediano o a largo plazo. Escribe cada deseo en forma de frase corta, sin explicar nada y sin
justificarte.
• Ser feliz.
Eso es demasiado general. ¿Qué es ser feliz? Para cada persona puede ser una cosa. ¿Qué
es para ti ser feliz? Concrétalo.
Ahora supongamos que has escrito deseos que sí dependen de ti, son concretos y posibles,
por ejemplo:
Deseos
• Ser un poco más ordenada.
• Organizarme más el tiempo de trabajo y ocio.
• Ir al cine al menos dos veces al mes.
Pasa ahora a la segunda parte del ejercicio: ¿Qué haces para conseguir ese deseo?
A partir de cada deseo que has puesto, identifica qué es lo que haces, y si lo que haces
permite satisfacer tu deseo, o si no lo consigues. Cuando algo que haces no consigue
satisfacer el deseo, es porque, o no haces NADA o lo que haces no es lo adecuado (habría
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que hacer otra cosa). A veces, hacemos cosas adecuadas junto con otras inadecuadas que
boicotean la posibilidad de lograr lo que queremos.
Los deseos pueden ir cambiando. Pero es importante que veamos si realmente lo que
decimos que deseamos es en realidad nuestro deseo, o es el deseo de otros. Y también es
importante darte cuenta de aquello que puedes hacer, que te ayuda a conseguir lo que
deseas, o lo que te boicotea, y, en este caso, tratar de averiguar también si existe algún
miedo a conseguir lo que se desea (Sanz, 2016).
Poner límites significa hacer saber a las personas qué necesitamos y qué queremos, que
pueden ser diferentes al resto. Consiste en expresar lo que queremos y lo que no queremos
sin olvidarnos de las necesidades y los deseos de los demás, teniendo en cuenta qué piensan
y sienten las personas.
De acuerdo con Hall y Sommer, los límites son más que un espacio físico seguro. Es un lugar
donde nos sentimos mental, física y emocionalmente protegidos, un refugio donde nadie
nos pueda agredir con sus comentarios o comportamientos. Tener claridad sobre este
espacio personal nos permitirá comunicar a los demás qué no estamos dispuestos a
permitir.
En los últimos años, uno de los problemas que han aparecido más en las escuelas es la
dificultad de gran parte del alumnado para aceptar límites. Posiblemente, una generación
de madres y padres, que vivieron con una educación autoritaria, han deseado – con su
mejor intención – dar a sus hijas e hijos una educación diferente y han confundido tener
una educación más abierta con el aceptar todo, no poner límites, dar lo que la hija o hijo
pide… y más. Eso a veces ha generado pequeños tiranos: niñas, niños, jóvenes, que exigen,
que creen tener derecho a todo, que no entienden ni aceptan límites, y que quieren las
cosas… ¡ya! Y todo eso reforzado en un mundo consumista, rápido, donde se ha aprendido
a tirar como desechable antes que reparar. Estos jóvenes tienen actualmente mucha
dificultad para asumir la frustración, los ritmos, los tiempos, aceptar el NO, etcétera (Sanz,
2016).
Aceptar la frustración
Si cuando deseamos algo se nos dice NO, nos frustra, nos fastidia, nos da rabia no conseguir
lo que deseamos. Aquello que no depende de nosotras/os tenemos que aprender a
digerirlo, aceptarlo e integrarlo, a hacer el duelo de nuestras expectativas. Aceptar la
frustración forma parte de la madurez personal, de aceptar nuestros límites (Sanz, 2016).
Incluso, a veces, se nos frustra una expectativa de algo que depende de nosotras/os. Por
ejemplo: deseaba organizar mejor mi tiempo libre y me he descontrolado; he trabajado más
de la cuenta, no he descansado lo suficiente y me siento cansada/o. pero frente a eso
podemos culpabilizarnos, desvalorizarnos o autoagredirnos – “Todo lo hago mal” –; o bien,
podemos decirnos que estamos empezando y animarnos a hacerlo mejor la próxima
ocasión (Sanz, 2016).
Hay experiencias frustrantes que no tenemos por qué aceptar, como el maltrato, la
violencia… Pero hay otras que tenemos que asumir; por ejemplo: perder el tren porque
hemos llegado tarde; o tener la idea de pasear por la playa y tomar el sol, y llueva; o que
queramos salir temprano y tengamos mucho trabajo acumulado.
Tenemos derecho a pedir aquello que queremos, que deseamos y que necesitamos…, y para
ello hemos de escucharnos y reconocer nuestros deseos y necesidades. Cuando es algo que
podemos gestionarlo, podemos dárnoslo. Digamos que es como su una parte nuestra nos
pidiera lo que necesita y otra parte nuestra le ayudase a proveerla. Ahí no tendríamos
problema (Sanz, 2016).
27
El problema puede surgir cuando es a otra persona a la que pedimos lo que queremos. Es
importante saber pedir lo que queremos; pero, en estos casos, también la otra persona
cuenta, se escucha y puede aceptar o no nuestra propuesta (Sanz, 2016).
Pedir lo que queremos no siempre es fácil, de hecho, no todas/os somos capaces de hacerlo.
En ocasiones no pedimos por miedo, modestia o porque no deseamos molestar a los demás.
Por otro lado, hay personas que no piden lo que quieren porque consideran que, si piden
algo, ya no vale porque los demás deberían saber lo que querían, como si fueran adivinos.
Sin embargo, debemos apropiarnos del derecho de comunicar lo que deseamos de forma
asertiva y sin dañar a los demás. Trabajar en nuestra comunicación y en los que deseamos
nos permitirá pedir de una forma sana.
También es importante que aprendamos a decir SÍ cuando queramos decir SÍ; y que
aprendamos a decir NO, cuando queremos decir NO. Esto es importante para la propia
escucha y para las relaciones (Sanz, 2016).
Unos de los conflictos relacionales es que hemos aprendido, desde lo social a través de
agentes socializadores como la familia, y en especial como aprendizaje de género para las
mujeres, es que había que decir No, es decir, marcar distancia, rechazar a alguien que te
gustaba y querías aceptar; son lo cual, desgraciadamente, aprendemos también mensajes
contradictorios, y a veces creemos que cuando nos dicen No, lo que quieren decir es Sí. En
el trabajo esto también nos llega a ocurrir, puede que alguien nos ofrezca ayuda y digamos
que No cuando en realidad necesitamos y queremos la ayuda.
Por otro lado, debemos aprender a decir No cuando es NO. El saber decir NO, tiene una
serie de beneficios que debemos considerar como motivadores fundamentales para
comenzar a poner en marcha esta estrategia (Montejano, 2016):
28
Pedir, decir Si y decir No, son estrategias para fortalecer día a día, que requieren, además,
de nuestro autoconocimiento, claridad en nuestros límites y deseos.
Agradecer es una forma de reconocimiento; es como decir que esa persona o eso que
reconocemos existe y su existencia nos hace bien.
Agradecer a todas las personas que queremos y que nos quieren (pareja, hijas e hijos,
familia…), y también a aquellas que, sin conocernos, nos ofrecen un gesto amable, nos
sonríen, acompañan, nos facilitan la vida con pequeñas cosas (compañeras y compañeros
de trabajo, de la escuela, del gimnasio…) (Sanz, 2016).
También agradezcamos nuestra disponibilidad a querer cambiar las cosas que no nos van
bien, o a querer ser mejores personas.
Quizás creamos, por ejemplo, que tenemos derecho a tomarnos un desayuno en una
cafetería, pero dar las gracias cuando nos lo ofrecen significa valorar el trabajo de quien lo
prepara y nos lo ofrece, y también valorar el alimento. Valorar lo que se ha hecho bien, lo
que nos ha repercutido su buen hacer, y quizás lo que ha ayudado a otros.
29
manera constante se tienen que atender responsabilidades laborales durante el tiempo
dedicado a la vida familiar y personal, o se tiene que laborar fuera del horario de trabajo.
Por otra parte, estas consecuencias del conflicto han generado un aumento considerable
del interés en esta problemática por parte de las organizaciones. A través de la aplicación
de políticas de conciliación trabajo-vida, las instituciones pretenden solucionar estos
problemas. Se ha encontrado que las organizaciones que implementan este tipo de
programas presentan mayor lealtad y grado de identificación con esta, factores que en la
actualidad son difíciles de lograr. Por otro lado, aquellas organizaciones en las que no se
fomenta el logro del equilibrio trabajo-vida presentan niveles de bienestar menores en sus
empleados (Rodríquez, 2016).
Desde la parte individual, la conciliación entre la vida laboral y personal implica equilibrar
las distintas facetas de la vida: laboral, familiar y personal. En éstas se realizan trabajos
diferentes, en espacios también diferentes. En la figura 2 se ejemplifican los diferentes
espacios y facetas (Psicas, 2008).
30
Figura 2. Facetas de vida. Tomado de Psicas (2008).
Basándose en las dimensiones propuestas por Ryff (1989), Vera (2019) selecciona cuatro de
las seis dimensiones para aplicarlas al trabajo y a la vida y ayudar a establecer el propio
balance vida-trabajo:
1. Propósito en la vida: es aquella que permite que la persona defina sus objetivos y
determine qué es lo que desea obtener, a dónde dirige sus esfuerzos para lograr su
bienestar y qué área constituye su interés tanto en lo personal como en lo laboral.
Si esta dimensión no está definida con objetividad por la persona, afecta el logro de
objetivos al tener la sensación de estar sin rumbo.
2. Autonomía: significa decidir por sí mismo, manifestarse de manera independiente,
tomar sus propias decisiones. El no desarrollar la autonomía conlleva a un bajo nivel
de asertividad y a un alto grado de dependencia.
3. Crecimiento personal: hace referencia al progreso de sí mismo y a experimentar
nuevas experiencias y favorece el logro de resultados en el ámbito laboral. El poco
desarrollo de esta dimensión genera una sensación de no mejora y de no
aprendizaje.
4. Relaciones positivas con los demás: refiere a mantener relaciones positivas y
constructivas en la interrelación con los demás. El nivel deficitario de esta dimensión
afecta la empatía y dificulta la relación interpersonal y el trabajo en equipo.
31
Tema 3. Factores psicosociales
Objetivo particular. Identificar en qué consisten las estrategias de afrontamiento, cómo
modificar su respuesta ante una situación estresante y qué hacer para regresar a un estado
de homeostasis.
Estrés
Selye, médico y biólogo de origen austriaco, publicó el 4 de julio de 1936 el primer trabajo
sobre el Síndrome General de Adaptación al que se refirió con el término estrés, centrando
su teoría en la capacidad de las personas para enfrenarse o adaptarse a las consecuencias
de lesiones o enfermedades.
La OMS define el estrés como «el conjunto de reacciones fisiológicas que prepara el
organismo para la acción». Este se produce cuando la persona valora lo que sucede como
algo que supera los recursos con los que cuenta y pone en peligro su bienestar personal.
Por medio se encuentra la evaluación cognitiva que realizan las personas y el elemento
emocional que conlleva esta situación. Ante situaciones estresantes, las personas
despliegan esfuerzos cognitivos y conductuales cambiantes que se desarrollan para manejar
las demandas específicas externas y/o internas que son evaluadas como excedentes o
desbordantes de los recursos del individuo, añade también el apoyo social y los recursos
materiales como otros factores que hay que tener presentes.
32
Casas (2000) considera que existen en general dos tipos de estrés:
Lo que llama la atención hoy en día es el hecho que, una persona presenta estrés cuando
su vida no está comprometida a sus acciones, puede tratarse de situaciones tan comunes,
cómo tener que hablar en público, reparar un desperfecto del automóvil o resolver una
diferencia con la pareja, entre muchas otras. Cada persona es diferente, por tanto, serán
diferentes las situaciones que le provoquen estrés, dado que existen tantas personas como
agentes estresores, se puede decir que se trata de un fenómeno universal y que
inevitablemente lo experimentaremos en algún momento de la vida (Castro, 2021).
Estrés laboral
Para la Organización internacional del Trabajo (OIT, 2016), el estrés laboral es la respuesta
física y emocional a un daño causado por un desequilibrio entre las exigencias percibidas y
los recursos y capacidades percibidos de un individuo para hacer frente a esas exigencias.
El estrés relacionado con el trabajo está determinado por la organización del trabajo, el
diseño del trabajo y las relaciones laborales tiene lugar cuando las exigencias del trabajo no
se corresponden o exceden de las capacidades, recursos o necesidades del trabajador o
cuando el conocimiento y las habilidades de un trabajador o de un grupo para enfrentar
dichas exigencias no coinciden con las expectativas de la cultura organizativa.
La OIT y la OMS coinciden al identificar algunas de las principales causas del estrés laboral,
entre las que destacan:
• Propias del trabajo: el trabajo a ritmo rápido, presión de tiempo, baja participación
en las decisiones, poco apoyo de colegas o supervisores, pobre desarrollo de
carrera, inseguridad laboral, muchas horas de trabajo, salarios bajos, acoso sexual o
psicológico.
• Relación Hogar-Trabajo: La familia está expuesta a los riesgos ocupacionales,
conflicto de papeles y responsabilidades, violencia doméstica, ataque físico.
33
• Personales: Falta de confianza en sí mismo, ser una persona demasiado
comprometida, competitiva u hostil.
Burnout
Es una de las maneras que tiene de progresar el estrés laboral. Los cambios ocurridos en el
entorno socioeconómico y en el mercado laboral han contribuido significativamente al
desarrollo y a la extensión del burnout en el trabajo.
La lista de síntomas físicos y psicológicos que origina este síndrome es extensa. Pueden ser
leves, moderados, graves o extremos. En general, se trata de un agotamiento emocional y
un proceso de despersonalización y de escasa realización personal.
Ante una situación de estrés, el organismo tiene una serie de reacciones fisiológicas que
activan el eje hipofiso-suprarrenal y el sistema nervioso vegetativo. Por un lado, el eje
hipofiso-suprarrenal está compuesto por el hipotálamo, que actúa de enlace entre el
sistema endocrino y el sistema nervioso, la hipófisis y las glándulas suprarrenales. Por otro
lado, el sistema nervioso vegetativo se encarga de regular el funcionamiento de los órganos
internos y controla algunas de sus funciones de manera involuntaria e inconsciente. Ambos
sistemas producen la liberación de hormonas al torrente sanguíneo; estas hormonas son
las responsables de excitar, inhibir o regular la actividad de los órganos (Torrades, 2007).
34
Figura 3. Sistemas de la Respuesta de Estrés. Tomado de Castro (2021)
Síntomas físicos
Con frecuencia, los síntomas físicos del estrés y el burnout son los primeros en aparecer.
Incluyen fatiga crónica; cefaleas y migraña; alteraciones gastrointestinales, como dolor
abdominal, colon irritable y úlcera duodenal; dolores musculares; alteraciones
respiratorias; alteraciones del sueño; alteraciones dermatológicas; alteraciones
menstruales y disfunciones sexuales, entre otros (Torrades, 2007).
Alteraciones conductuales
Destacan una irregular conducta alimentaria y el abuso de drogas, fármacos y alcohol. Las
conductas violentas suelen ser muy frecuentes, como la agresión, la actitud defensiva y el
cinismo. Otra de las alteraciones prácticas es el absentismo laboral. En ocasiones surgen
conductas paradójicas defensivas, como el desarrollo excesivo de aficiones, la dedicación
creciente al estudio para liberarse de la rutina, el seudo absentismo laboral y el desarrollo
de actividades cuyo objetivo es limitar el número de horas reales en el centro de trabajo
(Torrades, 2007).
Alteraciones emocionales
35
3.3. Estrategias de manejo del estrés
Las medidas preventivas del estrés y del burnout están estrechamente ligadas a la calidad
de vida. Es importante hacer ejercicio regularmente, puesto que rápidamente reduce los
valores de hormona del estrés y mejora el estado de ánimo (Torrades, 2007).
Por otro lado, comer bien, incluyendo frutas y vegetales, evitar el alcohol y la cafeína y
dormir 7-8 h regularmente mejoran sensiblemente los estados de estrés. Los ejercicios de
relajación o de meditación también permiten regular el estrés. Es fundamental tener
tiempo libre para uno mismo y mantener una red de amigos y familiares.
Las nuevas tendencias, lejos de predicar la hiperactividad y la búsqueda del éxito rápido,
defienden la calma y la lentitud. Correr tanto no es sinónimo de hacer muchas cosas, ni
mucho menos hacerlas bien. El uso reposado del tiempo es bueno para la salud individual,
social y empresarial.
Estrategias de afrontamiento
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Folkman y Lazarus (1980) afirman que las personas pueden utilizar un afrontamiento
centrado en el problema, cuya finalidad es solucionar el evento que está generando estrés,
u optar por un afrontamiento centrado en la emoción, es decir, regula las emociones que
se asocian al evento o la situación que ha causado estrés (Montoya & Moreno, 2012)
▪ Afrontamiento Activo: se refiere a todos los pasos activos para tratar de cambiar las
situaciones o aminorar sus efectos. Incluye iniciar acción directa incrementando los
esfuerzos personales.
▪ Afrontamiento Demorado: se considera como una respuesta necesaria y funcional,
dirigida a buscar la oportunidad apropiada para actuar de forma no prematura.
Un problema es una situación para la que el individuo no tiene una respuesta o una forma
de actuar eficaz. La vida es una continua sucesión de situaciones que requieren una
respuesta. Las situaciones no son en sí mismas problemáticas, es la falta de una respuesta
apropiada lo que hace problemática una situación.
• Malestar.
• Preocupación.
• Ansiedad y “bloqueo” en la toma de decisiones, haciendo cada vez más difícil buscar
o generar soluciones.
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• Pensamientos de incapacidad o de inutilidad personal.
• Desarrollar estrategias útiles para analizar las situaciones y buscar soluciones
eficaces es una forma inteligente de afrontar estos retos con mayores garantías de
éxito.
Desarrollar estrategias útiles para analizar las situaciones y buscar soluciones eficaces es
una forma inteligente de afrontar estos retos con mayores garantías de éxito.
Este tipo de estrategias vienen configuradas por todas aquellas reacciones que no resuelven
el problema en sí mismo, pero proporcionan una sensación de bienestar en momentos de
peligro o amenaza.
38
El problema en este caso no dependerá de la situación en sí, sino de la forma en la que se
interpreta y los pensamientos que se generan al respecto. Así pues, en muchos casos habrá
que dirigir los esfuerzos, más que a modificar los sucesos, a modificar los propios
pensamientos, a modificar la forma de interpretar la situación y los pensamientos
generados al respecto, pues son la causa real del malestar emocional y de las conductas
inadecuadas.
Estrategias centradas en las emociones son (Solís & Vidal, 2006; Di-Colloredo, Aparicio, &
Moreno, 2007):
39
Tema 4. Construcción de relaciones saludables
Objetivo particular. Identificar la influencia del autoconocimiento y la regulación emocional
de las relaciones interpersonales, así como las estrategias que se pueden emplear para la
construcción de relaciones saludables.
Las organizaciones están conformadas por una gran estructura de personas, las cuales
tienen diferentes tipos de comportamiento, actitudes y creencias que permean su
interacción, y, por ende, el logro de unas buenas relaciones interpersonales, necesarias para
mantener un buen clima laboral y un entorno organizacional favorable (Moreno & Pérez ,
2018).
Las relaciones saludables se construyen a partir de cuatro pilares básicos (EOXI, 2013):
I. Confianza y honestidad. Esperanza firme en la integridad moral del otro, en que hará
lo que se espera de él, y seguridad de la congruencia entre sus pensamientos y sus
actos.
II. Respeto. De una persona a otra, con independencia de atributos como rango social,
profesional, económico o académico.
III. Apoyo. Es protección o auxilio cuando la otra persona está pasando dificultades,
incluso si ha cometido un error o se siente insegura o vulnerable. También es alentar
y animar al otro a realizar tareas o proyectos que son importantes para ella.
IV. Comunicación. Debe ser honesta, abierta, directa y predominantemente positiva.
Las inevitables y también necesarias comunicaciones negativas (a consecuencia de
fallos, errores, omisiones, etc. en la realización de las tareas) deben ser
complementadas con otras positivas. Cuando la proporción de comunicaciones
positivas sobre negativos es alta, los grupos se refuerzan, los problemas se resuelven
más fácilmente y la interacción personal es mucho más satisfactoria.
Cuando tenemos una percepción negativa de la relación que mantenemos con nuestras/os
colegas, superiores o subordinados (por frecuentes enfrentamientos directos, o por
aislamiento), podemos vernos perjudicadas/os, tanto nuestro bienestar, como la
productividad de la organización y la calidad del servicio prestado. Esto sucede
especialmente en las ocasiones en que es necesario el trabajo en equipo.
40
4.3. Estrategias para la construcción de relaciones saludables
En caso de que sea necesario, podemos admitir nuestra ignorancia, pero sin mostrar
menosprecio hacia nosotros mismos, ni hostilidad hacia los demás.
2
Recomendaciones tomas de la FICHA DE PREVENCIÓN: Promoción de Relaciones Saludables entre Trabajadores. Disponible en
https://profex.educarex.es/profex/Ficheros/RiesgosLaborales/FORMACION/Carpeta_3/FP_Rel_Sal_Trab.pdf
41
• Dar y recibir retroalimentación. A la hora de hacer una crítica a alguien, es
conveniente:
Para responder a una crítica, lo mejor es reconocer los aspectos reales de ésta, pero
sin aceptar aquellos aspectos exagerados o deformados que pueden estar
mezclados con lo que es cierto; e intentar no actuar a la defensiva, ni contraatacar.
1. Abordar cuanto antes el conflicto una vez que surja, evitamos así que se
enquiste, cronifique o entre en un círculo vicioso.
2. Intentar adoptar actitudes abiertas y colaborativas.
3. Recopilar la máxima información y analizarla fríamente.
42
4. Valorar la relación coste-beneficio que supondría la continuación del
conflicto, o bien su resolución.
5. Aplicar estrategias y decisiones que permitan que ambas partes ganen.
43
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