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ALUMNOS :
Saul Eduardo Valda Rollano C8198-1
José miguel Tapia Suarez C8153-1
Orlando Elias Quispe Condorí C5898-X
Jessica María Oros Torrez. C8156-6
FECHA : 26/08/2022
COCHABAMBA – BOLIVIA
1. Ley de medio ambiente ley 1333 27 de abril de 1992
La Ley del Medio Ambiente brinda el marco legal de la gestión ambiental y el desarrollo
sostenible del país, estableciendo los mecanismos de la planificación ambiental y estudios
de impacto ambiental, los medios de control y seguimiento de la calidad ambiental, el
manejo integral y sostenible de los recursos naturales. La Ley determina las
características, competencias, normatividad, deberes y obligaciones relativas a los
recursos: agua, aire y atmósfera, suelo, bosques y tierras forestales, flora, fauna silvestre,
recursos hidrobiológicos y áreas protegidas.
Está protegida por tres leyes. Ley 2867 de 2004, ley 3745 de 2007 y la ley general 1333
de Medio Ambiente. La primera decretó como prioridad regional la protección y
conservación de la laguna a la Prefectura, Alcaldía, Universidad Mayor de San Simón
(UMSS) y a la Universidad Católica Boliviana (UCB).
Además, como quinta y sexta función está regular el uso de la laguna y su entorno y
denunciar cualquier violación a las normas de Ley de Medio Ambiente.
La laguna también fue declarada una reserva y patrimonio natural y ecológico del
municipio de Cercado por la Ley 2867.
Carretera por el TIPNIS: lo que hay que saber del conflicto que lleva décadas
Revisamos los antecedentes del proyecto carretero, indagamos cuál es la postura de las
autoridades de la gobernación respecto al proyecto e inspeccionamos el avance de la
obra. Te lo contamos.
Ricardo Gutiérrez/El Polígrafo.- A mediados del mes de junio, la Gobernación del Beni
llamó a un conversatorio para “recoger propuestas para vinculación caminera entre el Beni
y Cochabamba”, reabriendo de esta manera uno de los debates más polémicos de la
región, la construcción de la carretera por medio del Territorio Indígena Parque Nacional
Isiboro Sécure (TIPNIS).
Revisamos los antecedentes jurídicos que hablan sobre la construcción de un camino que
pueda conectar Beni con Cochabamba, identificamos cuál es la propuesta de la
gobernación actual y constatamos cuánto avance hay en la apertura de la ruta.
A continuación, algunas claves para entender la (no tan) nueva problemática en torno a la
construcción de la carretera Beni-Cochabamba.
Antecedentes legales
Varios historiadores e intelectuales afirman que la vinculación caminera Trinidad
Cochabamba es un tema contemplado desde los primeros años de la colonización, aun
cuando estaban los jesuitas a cargo de las reducciones mojeñas.
Sin embargo, en un antecedente mucho más reciente, el año 1984 el presidente Hernán
Siles Zuazo promulgó la Ley 676 que “declara de prioridad y urgencia nacional la
construcción del camino Cochabamba-Trinidad”. La norma no establece una ruta para la
construcción del camino, pero si la creación de un Comité Impulsor.
El 1985, Siles Zuazo promulgó la Ley 717 que en su artículo único establecía “Las obras
camineras destinadas a vincular el departamento del Beni con otros de la República,
obligatoriamente deben constituirse, simultáneamente, desde ambas puntas de camino,
cualquiera sea la fase de su ejecución¨.
El año 1990, Jaime Paz Zamora promulgó la Ley 1185, que “autoriza al Poder Ejecutivo, a
gestionar con carácter de urgencia, financiamiento internacional para desarrollar los
estudios de factibilidad y diseño final del tramo Villa Tunari – San Ignacio de Moxos,
correspondiente al proyecto Vial Cochabamba – Trinidad”.
El Decreto Supremo (DS) 26996 del 17 de abril de 2003, promulgado por Carlos Mesa
establece que “se complementa a la Red Fundamental de Carreteras el Tramo
comprendido entre las localidades de Villa Tunari y San Ignacio de Moxos, localidades
pertenecientes a los Departamentos de Cochabamba y Beni respectivamente”.
Es decir, luego de la travesía de los indígenas, se logró una ley para zanjar el tema, no
obstante, el intento de consolidar la construcción continuó.
La ley Agua Potable y acantarrillado sanitario son de alcance nacional, con vigencia plena
en todo el territorio de la República de Bolivia; su uso es de carácter obligatorio y están
dirigidos a los Gobiernos Municipales, las EPSAS empresas consultoras, consultores
unipersonales, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, programas y
proyectos de saneamiento básico, entidades públicas y privadas, profesionales y técnicos
del Sector.
La presente Ley tiene por objeto establecer la política pública sectorial de servicios
básicos de agua potable y alcantarillado, en los casos que existan dificultades,
restricciones, limitaciones y riesgos en la provisión de servicios de agua potable y
alcantarillado que tengan un alcance de dos o más unidades territoriales.
Semapa trabaja en dos distritos para evitar colapso de alcantarillas por lluvias
Cochabamba-Cercado
El gerente de Semapa, Luis Prudencio, enfatizó que los trabajos se basan en tres pilares:
concientización a los usuarios con respecto al uso del alcantarillado, inspecciones a
viviendas que descargan los desagües pluviales a las redes y, finalmente, limpieza de
cámaras en diferentes lugares.
En otras zonas
Durante las épocas de lluvias, es recurrente que haya colapso también en zonas del
centro de la ciudad, especialmente en los mercados principales. Fernández dijo que desde
hace semanas que se realizan inspecciones en diferentes centros de abasto para evitar
taponamientos.
Hay comerciantes de diferentes sectores que existen la presencia de Semapa para brindar
mejores condiciones, pero Fernández consideró que se debe trabajar en educación,
porque los comerciantes utilizan el alcantarillado como basurero o echan grasa y comidas.
Obras Públicas
El director de Obras Públicas, René Quiroga, dijo que actualmente más del 90 por ciento
ya fueron dragadas.
“Estamos intentando prevenir, pero sabemos que, a lo largo de los años, las gestiones
pasadas no tomaron previsiones. Hay zonas que están por muy debajo del nivel del río
Rocha. Estamos tomando previsiones, pero vamos a intentar que el daño sea el menor
posible”, indicó.
Ley del Medio Ambiente, contenía los elementos básicos para el tema del manejo,
administración y gestión del agua, ratificada en la Ley 1551 y posterior Ley 2028.
Finalmente, la Ley No. 1777, Código de Minería del 17 de marzo de 1997, establece en su
Art. 36 “Los concesionarios mineros, para la realización de sus actividades, pueden usar y
aprovechar las aguas de dominio público y las que se alumbren o discurran por sus
concesiones, con la obligación de protegerlas y restituirlas a su cauce o cuenca natural,
cumpliendo con lo establecido en el presente Código, la Ley de Aguas, la Ley del Medio
Ambiente, sus reglamentos y otras disposiciones referentes a los recursos hídricos”.
Este resumido marco normativo, es suficiente para entender las responsabilidades de los
gobiernos autónomos (ETAs) respecto de la calidad del agua potable en el departamento,
así como tomar previsiones para su permanente provisión. Cuánto se conoce de informes
de cobertura de este servicio de agua potable y alcantarillado sanitario. Muy poco,
información dispersa y esporádica, insuficiente.
La Contraloría General del Estado en un informe de auditoría de 2016, decía que entre
el año 2008 y 2015 la situación del río Pilcomayo había empeorado significando que de
aguas de calidad media y buena pasaron a aguas de calidad mala, asimismo, indicaba
que se habían planteado 47 recomendaciones, y, estos debían darse a conocer en
sus avances. ¿Alguna autoridad de entidad territorial autónoma tarijeña, conoce
algo al respecto…?
Actualmente se estima en alta, la carga orgánica diaria que se vierte al río Guadalquivir,
producto de la falta de cobertura del sistema de alcantarillado sanitario y de un adecuado
tratamiento, lo que significa que un elevado porcentaje del caudal promedio diario lo
constituyen aguas residuales, además del aporte diario de carga orgánica del afluente de
las lagunas de oxidación del Barrio San Luis, también sin solución en más de 30 años.
La Oficina Técnica Nacional de los Ríos Pilcomayo y Bermejo consideró necesaria una
limpieza inmediata para evitar que las lluvias hagan el lavado del derrame minero en la
microcuenca potosina y se escurra después a las aguas del Pilcomayo. ¿Alguien en Tarija
hizo seguimiento a esta situación?
El informe técnico de la Comisión Interinstitucional reveló que la rotura del dique de colas
de la Empresa Minera Silver & Tin se produjo a raíz de un sifonamiento el 9 de julio de
2014. Se estimó una cantidad de 10.933 M3 aproximadamente de residuos mineros
evacuados debido al sifonamiento del dique de colas. La Empresa Minera Silver & Tin no
tenía licencia ambiental y operaba en el lugar en contravención a la legislación ambiental
vigente en Bolivia incumpliendo el Reglamento Ambiental para Actividades Mineras
(RAAM).
Los derrames de desechos tóxicos se producen por descuido o por uso de mala
tecnología. La reciente rotura de un dique con residuos mineros en la ciudad de Potosí
volvió a hacer saltar las alarmas sobre la contaminación de la cuenca del río Pilcomayo,
cuyas aguas discurren por los departamentos de Potosí, Chuquisaca y Tarija y se internan
luego en territorios de Argentina y Paraguay.
Esos rebalses contaminados se filtraron a través de dos afluentes del Pilcomayo, los ríos
Rivera y Tarapaya, arrastrando sustancias minerales y químicas cuya magnitud está
siendo evaluada. Según el viceministro de Medio Ambiente, Biodiversidad, Cambios
Climáticos y de Gestión y Desarrollo Forestal, Magin Herrera, los sedimentos tóxicos de la
actividad minera de las cooperativas de Potosí recorrieron 32 kilómetros desde su origen
en la comunidad de Agua Dulce y aún no llega a Chuquisaca y Tarija.
LONGITUD
El río Pilcomayo atraviesa los departamentos de Oruro, Potosí, Chuquisaca y Tarija con una
longitud de 670 kilómetros. Tiene seis subcuencas que se conocen como: Superior, Media,
Inferior Pilcomayo, Río Tumusla, Río San Juan De Oro y Río Pilaya, además de 38 cuencas
menores.
Según un estudio técnico de la antigua Prefectura de Chuquisaca, las aguas del río
Pilcomayo afectadas por el vertido de los ingenios potosinos contenían colas de metales
pesados. A eso se añadían aguas ácidas que se originan en el interior de las minas activas o
inactivas. Asimismo, la composición mostraba aguas ácidas provenientes del proceso de
lixivación en depósitos de colas y desmontes de minerales adecuadamente cubiertos
Así se encontraron aguas superficiales afectadas por efluentes alcalinos de los ingenios y
también ácidos por el efecto de las minas, con diversidad de minerales presentes y
particularmente conocidos como metales pesados, con diverso grado de contaminación de la
fauna de las aguas, los suelos y huertas de producción, los animales, etc.
Los centros mineros ubicados en la cuenca del Pilcomayo son problemáticos desdeuna
perspectiva ambiental. Las actividades mineras descargan residuos minerales, así como
contaminantes derivados del tratamiento, los cuales son vertidos a los sistemas de drenaje
del río.
Pese a que existe una Ley Ambiental, en la práctica esta no se cumple a cabalidad. La
construcción de diques no siempre puede ser una solución efectiva, más si estos no están
construidos de acuerdo a las normas previstas dentro de esta actividad industrial, una de las
más contaminantes del planeta.
Las actividades mineras para la extracción de plata, plomo, estaño, zinc y oro realizadas en
el departamento de Potosí, Oruro y Chuquisaca y localizadas en la cuenca alta han generado
altos niveles de contaminación, principalmente por escapes de los depósitos de relaves o
diques de colas.
Solo en Potosí se encuentren 450 cooperativas (80% de forma irregular) que extraen
diariamente entre 1.300 y 1.800 toneladas de material minero.