LA MONTAÑA Y LA GACELA

Había una vez una gran montaña, y cada vez que llegaba la primavera; todo tipo de flores
crecían al pie de la montaña y olía fabuloso, todos la llamaban montaña mojur, pero la
montaña mojur se sentía sola, a pesar de las hermosas flores y los árboles que la rodeaban
durante la noche miraba al cielo las estrellas y cantaba cancines muy bellas. La montaña
tenía un deseo quería un compañero para dormir juntos despertar juntos ser una
montaña más grade ser una amante más grande y durante una de esas noches la montaña
vio una hermosa gacela y entonces le comenzó hablar y se enamoró a primera vista de la
gacela.
Le dijo espere mucho tiempo por ti finalmente llegaste, pero la gacela tuvo miedo, le tuvo
miedo a la montaña tan grande y se escondió, y luego le dijo suavemente a la montaña, yo
escuche hablar de ti. Y vine para verte vine desde muy muy lejos, pero aún tengo camino
por delante sufrimientos por sufrir déjame ir. déjame no seré buena para ti déjame ser
mejor y luego volveré a ti después de haberle dicho esas palabras la gacela lastimada
empezó hablarle con nostalgia.
Ese día la montaña le dio su palabra que esperaría por ella hasta estar al mismo nivel del
suelo y hasta que ya no tuviera flores a sus pies. Una noche era hora de reunión la gacela
llego a los pies de su amate, cuando la vio la montaña dijo mi hermosa gacela desde que
te fuiste tu ausencia; me dolió mis flores y fuentes desaparecieron, pero al fin has vuelto,
pero ya no soy una montaña tan grande la gacela se sentó en el suelo y apoyo su cabeza
en una roca le dijo, amor mío e bulto como prometí pero ya estoy vieja envuélveme para
que muera y renazca con tigo. Dale tu amor a este corazón herido mientras sus ojos se
serraban de ramo dos lagrimas esas dos lagrimas se convirtieron en dos fuentes en dos
hermosas fuentes a los lados de la montaña después de esa noche cada primavera, una
rosa roja nace de la unión de esas fuentes. Como si nos quisiera recordar que el verdadero
amor nunca muere y que renace una y otra vez.