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En cuanto a la materia penal, las disposiciones del código francés fueron en su

mayoría adoptadas por el código penal haitiano del 1826. Las penas para casos de
crímenes eran la muerte, trabajos forzados a perpetuidad o por cierto tiempo o por
cierto tiempo, la reclusión y la degradación cívica. Una larga lista de crímenes era
castigada con la pena de muerte la mayoría de los crímenes políticos como tomar
armas contra el gobierno, el espionaje a favor del enemigo, etc.

La prisión por deudas existió en el derecho haitiano, tanto por deudas civiles como por
las originadas por actos de comercio.

Uno de los principales objetivos de las autoridades haitianas fue romper el antiguo
sistema jurídico que afectaba la tierra en la parte este de la isla, a los pocos meses de
la unificación Boyer lanzó una proclama a los dominicanos prometiéndoles tierra para
los que las tuvieran siempre que las cultivaran.

Boyer se vió obligado a modificar totalmente su política agraria, estableciendo una


nueva bajo el marco jurídico del código rural del 6 de mayo de 1826. Dicho código, fue
un conjunto complejo de disposiciones que afectaban el modo de producción, el
salario, los derechos y deberes de cada uno de los trabajadores agrícolas y patronos,
su objetivo básico fue el de adscribir a los trabajadores agrícolas de modo fijo a la
tierra, en forma contractual pero obligatoria para ellos. Este código estableció una
especie de código de trabajo agrícola, basado en el principio que todas las personas
que no tuvieren en actividades oficiales tales como militares, obreros o empleados
públicos, o que no tuvieran profesión debían dedicarse a cultivar la tierra o a trabajar
en el corte de madera para la exportación. Este código fue un intento ambicioso de
modificar radicalmente la producción agrícola en la isla, pero la misma implicó un
retroceso en cuanto a la independencia y la libertad de la contratación de campesinos.
Por más esfuerzos que los haitianos hicieron para modificar el sistema de tenencia de
tierras en Santo Domingo fue poco lo que lograron.

La iglesia católica perdió su posición de terrateniente poderosa para no recordarla


jamás, concluido el periodo haitiano la tierra dominicana se encontraba bajo el mismo
sistema injusto, arcaico y antieconómico que venia padeciendo desde la época de la
dominación española.

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