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Apuntes básicos sobre el reportaje en profundidad

Concepto
Tanto el reportaje en profundidad (también llamado “reportaje interpretativo”) como la
crónica y el perfil son los géneros de la familia interpretativa, siendo el primero de ellos
el más representativo de esta familia, que navega justo entre las aguas de la opinión
y la información. Su carácter híbrido, a medio camino entre la noticia y el comentario,
hace que su elaboración no sea sencilla porque en él se integran elementos de naturaleza
diversa.

El reportaje en profundidad es el género que brinda mayores posibilidades para


conseguir una interpretación eficaz y un análisis completo de los acontecimientos. Este
género está ligado desde su origen a los semanarios de noticias (o newsmagazines),
algo que hoy también se sigue haciendo pues es en estas publicaciones sosegadas de
análisis y de periodicidad semanal, como El País Semanal, alejadas de la última hora,
donde el reportaje brilla con luz propia.

Es precisamente en el semanario de Estados Unidos Time, fundado en 1923, donde


nació este género, que después copiaron otras publicaciones de todo el mundo. Supuso
una ruptura sin vuelta atrás con el concepto clásico del reportaje objetivo, que se
caracterizaba por:

- Rigurosa actualidad.
- Estilo frío y aséptico.
- Estructura siguiendo la pirámide invertida.
- Sin interpretación, solo datos y hechos.

Los reportajes de Time, en cambio, apuestan por un periodismo interpretativo,


superando la visión clásica de la dictadura imposible de la objetividad o
neutralidad y dejando que los periodistas partan de una tesis en sus textos y la avalen
con pruebas y testimonios. Además, son partidarios de la riqueza léxica, rompiendo
con el esquema clásico informativo de la pirámide invertida y el orden
decreciente de importancia de los párrafos sucesivos. Dichas características se
mantienen hoy en los reportajes en profundidad.
Estructura del relato interpretativo
La libertad formal es una de las características del reportaje en profundidad. Esa libertad
estilística también se refleja en su estructura. Sin embargo, para que el lector no se pierda
y consiga alcanzar una interpretación plena del tema sobre el que el periodista está
escribiendo, lo adecuado es seguir esta estructura básica:

1. Tesis
- Idea o punto de vista que vertebra el reportaje.
- Suele aparecer en los elementos de titulación y/o en el primer párrafo.
- Hay muchos tipos de tesis: de denuncia social (por ejemplo, si hacemos
un reportaje sobre la caída en la financiación de los CIE en los últimos
años), divulgativa (por ejemplo, si escribimos un reportaje para explicar
todo lo que tiene que ver con el derecho animal o las tierras raras) o de
contexto (por ejemplo, para explicar todos los atentados que ha cometido
el ISIS en Occidente en los últimos años).

2. Cuerpo del reportaje


- Avala la tesis inicial mediante datos y testimonios.
- Es fruto de una amplia labor documental y de investigación.
- Cuantos más testimonios propios tenga, más valioso será.
- Está fragmentado por ladillos, que son breves títulos sin punto final.

3. Conclusión
- Refuerza la tesis inicial.
- Hace que el texto sea circular, al retomar la tesis del arranque.

Todo reportaje en profundidad ha de incluir los siguientes ingredientes:

- Desarrollo del acontecimiento principal.


- Explicación de los antecedentes y el contexto actual.
- Reacciones e interpretaciones que implicados y expertos hacen del
acontecimiento.
- Previsión de futuro (posibles consecuencias).

Asimismo, las metas de cualquier reportaje interpretativo son:

- Contextualizar.
- Humanizar.
- Interpretar.
- Investigar.
- Orientar.

Otros conceptos de interés en los reportajes en profundidad


La percha informativa

Aunque la actualidad no sea un requisito de este tipo de reportajes, es conveniente que


exista un acontecimiento noticioso de actualidad que nos sirva de excusa para
publicar nuestro reportaje. Es lo que se conoce como “percha informativa” en el argot
periodístico. Por ejemplo, a raíz de la muerte de un inmigrante en un CIE podremos
publicar un reportaje en profundidad donde denunciemos cómo ha caído la financiación
de estos centros públicos en los últimos años.

El arranque

En cualquier reportaje interpretativo es fundamental que arranquemos el cuerpo con un


párrafo sugerente y atractivo, que atrape al lector. Puede ser una descripción
detallada de un lugar o una persona, un testimonio potente u otro recurso narrativo que
encaje y que consiga captar la atención del lector, para que este siga leyendo el resto del
reportaje.

El despiece

Los temas de los reportajes en profundidad suelen ser amplios, con un hilo principal y
varias patas temáticas que no siempre tienen encaje en el texto principal por problemas
de espacio y de lejanía temática. Esos subtemas que se alejan del tema principal se
pueden añadir en formato de despiece, que es un pequeño texto independiente que
se coloca al final del reportaje, en una caja con su propio titular para señalar esa
separación temática.

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