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Los jóvenes pueden hacer mucho bien. “Satanás sabe perfectamente que nadie puede hacer tanto
bien como los jóvenes y las señoritas consagrados a Dios. Los jóvenes si fueran correctos, podrían
ejercer una poderosa influencia” (Ídem, pág. 202). Los jóvenes ejercen la mayor influencia en otros
jóvenes. “Los predicadores o laicos avanzados en años, no pueden tener sobre la juventud ni la
mitad de la influencia que pueden tener sobre sus compañeros los jóvenes consagrados a Dios”
(Ibíd). Los jóvenes, debidamente adiestrados, pueden terminar la obra de Dios. “Con semejante
ejército de obreros como el que nuestros jóvenes, bien preparados, podrían proveer, ¡cuán pronto
se proclamaría al mundo el mensaje de un Salvador crucificado, resucitado y próximo a venir!”
(Ídem, pág. 194). Se necesita a los jóvenes para hacer y ejecutar los planes, en sus distintas fases,
de la obra de Dios. “A fin de que la obra pueda avanzar en todos los ramos, Dios pide vigor, celo y
valor juveniles. El ha escogido a los jóvenes para que ayuden en el progreso de su causa. El hacer
planes con la mente clara y ejecutarlas con sus manos valerosas, requiere energía fresca y no
estropeada. Los jóvenes están invitados a dar a Dios la fuerza de su juventud, para que por el
ejercicio de sus poderes, o reflexión aguda y acción vigorosa le tributen gloria, e impartan
salvación a sus semejantes” (Obreros evangélicos, pág. 69). Al reconocer la importancia del
Ministerio Juvenil, cada iglesia debe desarrollar un plan de acción que contribuya a los siguientes
propósitos: 1. Promover el concepto de salvación y servicio. 2. Despertar el interés de los
miembros adultos hacia los jóvenes de la iglesia. 3. Desarrollar un compañerismo que los haga
interesarse unos por otros. 4. Considerar seriamente los casos de jóvenes que no han sido
alcanzados o que los perdimos al haber abandonado la iglesia. 5. Desarrollar un programa
orientado a despertar el interés por la iglesia y su misión.
LLAMADO ( INVITAR A LOS LIDERES INVESTIDOS A COMPROMETERSE ESTE AÑO CON LA OBRA DE
DIOS Y ENSEÑAR A LOS MAS JOVENES EL CAMINO A SEGUIR AL CUMPLIR LA MISION PARA LA QUE
FUERON LLAMADOS)
Inmediatamente El blanco JA nunca ha sido más relevante que hoy. La invitación de nuestros
dirigentes de la iglesia es que marchemos unidos para terminar la obra, llevando el mensaje
adventista a cada familia y cada individuo del mundo. Dios quiere que la generación actual sea la
última. ¿Podrá llevarse el mensaje adventista a todo el mundo en esta generación? De esta
manera, el amor de Cristo es motivo de nuestro interés en otros y nos permite desarrollar un
espíritu de camaradería, como lo hicieron Luther y Harry, hace más de 120 años. Mantengamos
delante de nuestra juventud el lema JA, como nunca antes, y guiémosla a una experiencia personal
con Jesús.