MODELOS DE TRABAJAO SOCIAL CON GRUPOS

Resúmenes del libro “Modelos de trabajo social con grupos: Nuevas perspectivas y nuevos contextos”.
Sagrario Segado Sánchez-Cabezudo / Miguel del Fresno García /Antonio López Peláez

CAPITULO 1 MÉTODO, TÉCNICAS Y PROTOCOLOS DE INTERVENCIÓN:

¿CÓMO AFRONTAR EL TRABAJO SOCIAL CON GRUPOS EN EL SIGLO XXI?
1 INTRODUCCIÓN
El Trabajo Social desde sus inicios ha sido una disciplina científica y una profesión vinculada con las
dinámicas de grupos, los demás juegan un papel fundamental en nuestra vida. Somos seres sociales,
nos desarrollamos en interacción con los demás y tanto la familia como los grupos primarios constituyen
un ámbito clave para el estudio y para la intervención social.

2 RETOS DE LAS SOCIEDADES CONTEMPORÁNEAS

Los seres humanos somos personas, individuos con aspiraciones, con proyectos, con historia, con
lenguaje… inmersos en una tupida red de relaciones sociales, de modelos de referencia y también de
distribución de recursos. Toda nuestra vida se da siempre en relación a los otros.
-Tener un modelo adecuado de relación con uno mismo, con los demás, en el que podamos integrar
el éxito y el fracaso, nuestras demandas y los requerimientos que los otros nos realizan, es un paso
previo para alcanzar un conocimiento adecuado de la realidad, para saber a qué atenernos, para saber
actuar.
- También necesitamos, aprender a relacionamos para alcanzar objetivos comunes, para desarrollar
actividades grupales que, en sí mismas, nos generan nuevas capacidades, y permiten que alcancemos
objetivos que de otra forma no se alcanzan fácilmente.
Se trata de una dualidad, las dinámicas de grupos nos enriquecen porque:
-Cultivan en nosotros habilidades básicas necesarias para actuar en un mundo que siempre es grupal
y social.
-Aumentamos nuestras capacidades de acción con otros y a través de otros
-Desarrollamos nuestra propia identidad al comprender mejor nuestra naturaleza social.
Aunque no podemos evitar vivir en referencia, dialogo, conflicto, oposición y consenso con los otros, la
forma de relacionarnos sin tomar en consideración al otro ha acabado en lo que denominaba Goya los
monstruos de la razón: negación del otro (sea personal o colectivo), la dominación del otro (sea
esclavo o enemigo) y la barbarie (que comienza siempre por no reconocer al otro, desconocido o ajeno,
como ciudadano). Podríamos decir que, en último extremo, la negación de la naturaleza como tal, y su
expolio y destrucción sistemática, es una consecuencia de esa forma de relacionamos en las que los
demás, incluido nuestro propio entorno, es solo un objeto que debe ser dominado, objeto de interés y de
compraventa, y, en definitiva, simple materia que está ahí para ser encargada, almacenada, distribuida
(lo que Heidegger denominará "bestand"). Y, en un movimiento de rechazo a la deshumanización del
pobre y la pobreza, de la reducción a objeto de los sujetos humanos que son nuestros conciudadanos,
se sitúa el origen del Trabajo Social y de las pioneras como Marie Richmond.
Los retos de las sociedades contemporáneas tienen que ver con un individualismo extremo que
se ha convertido en el campo semántico o, en términos de Lakoff, en el marco lingüístico en el que nos
movemos

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Para entender la magnitud del problema comparamos el modelo de sociedad desvinculada que formula
Baumann, por un lado, y por otro, la Teoría de Reconocimiento de Honneth:
Baumann 1ª semana 2017
La sociedad contemporánea es una sociedad en la que el fracaso anticipado y la quiebra de
vínculos se afrontan con una estrategia basada en la reducción de la intensidad de los vínculos. En
este contexto parece que sólo son viables las trayectorias individuales, los sujetos se adaptan a los
cambios constantes mediante un mecanismo de autoprotección: no te vinculas mucho, y así, no te
cuesta demasiado romper los vínculos. Y a la vez, la propia liviandad de los vínculos nos conduce a
una trayectoria cada vez más individual.
La paradoja es la siguiente: Mientras aumenta nuestro pesimismo de transitar conjuntamente por la
vida, nuestra capacidad de supervivencia disminuye y en entornos como la crisis económica en la que
estamos inmersos, solo las redes sociales, solo la vinculación con los otros y solo las respuestas
colectivas permiten hacer frente a retos que ponen en riesgo nuestra trayectoria vital.
Honneth: 1ª 2017
Analiza las condiciones normativas previas a la interacción; analizando las expectativas de la vida
cotidiana observa que los individuos buscamos reconocimiento y vínculos en los demás. En este
sentido es la injusticia cotidiana la que moviliza a las personas para cambiar, y entiende la evolución
de la sociedad como un proceso de afrontamiento de injusticias, mediante el reconocimiento de éstas y
el cambio en las pautas sociales, en las normativas jurídicas y en el Estado del Bienestar. Este
planteamiento sitúa la metodología del Trabajo Social con Grupos como favorecedora del crecimiento
personal, partiendo de una situación injusta, desde el reconocimiento de la situación vivida.

Honneth propone tres niveles de reconocimiento que tienen que ver con las experiencias vividas
como injustas: 2ª semana 2014 set. 2014
1) Ante el menosprecio que supone la humillación física propone un tipo de reconocimiento
afectivo denominado autoconfianza: forma de reconocimiento recíproco basado en el amor, en la
aprobación y el afecto.
2) Ante el menosprecio de la privación de los derechos y la exclusión social, propone una
relación de reconocimiento recíproco en la que el individuo aprende a considerarse, es el
reconocimiento jurídico, y la actitud positiva que el individuo experimenta es la del autorrespeto
elemental.
3) Ante el menosprecio de no respetar las elecciones personales que cada individuo toma en su
vida, propone una relación de aprobación solidaria, apreciación de las capacidades y distintos modos
de autorrealización.

El Trabajo Social con Grupos parte de la sociabilidad y la interacción como herramienta de cambio,
tanto de la trayectoria individual como colectiva. El individualismo extremo, la descripción de la trayectoria
individual sin referencia a los otros, ver a los otros como objetos u obstáculos en nuestra trayectoria, es el
obstáculo que debemos afrontar y es la base del Analfabetismo relacional que es además un paradigma
erróneo tanto por lo que dice Honnet acerca de las demandas de reconocimiento personal y colectivo, como por
no ser adecuado al mundo del trabajo y del ocio en la sociedad de la información en la que vivimos (trabajamos
en equipo, vivimos en redes sociales y necesitamos habilidades para gestionar la interacción con los demás).
Cuestión clave en nuestra disciplina es la vulnerabilidad. Los seres humanos somos seres “contingentes” (que no
existen por sí mismo, sino que dependen de otro) la expresión extrema de esa finitud (existencia de un fin) es la
muerte. Somos vulnerables y nuestra vida está siempre en riesgo. Del análisis del origen de los riesgos de las
condiciones estructurales y personales que generan situaciones de miseria y exclusión social, es donde
encontramos el punto de partida del Trabajo Social como disciplina científica. Nos preguntamos por aquello que
aumenta en nosotros la vulnerabilidad, personal, grupal y social y también por las estrategias que podemos llevar
a la práctica para superar la situación en la que nos encontramos o se encuentran aquellos con los que
desarrollamos nuestra actividad profesional. Además en un contexto de Estado de Bienestar desarrollado como
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el español, también nos preguntamos por los recursos disponibles y por la capacidad de generar redes sociales
de apoyo y ayuda.

En definitiva, desde la perspectiva del Trabajo Social y específicamente desde el Trabajo Social con
Grupos, podemos señalar algunos de los principales retos que afrontamos en las sociedades
contemporáneas: 1ª 2016
-Determinismo social y determinismo económico:
No existe un único modelo tecnológico. Los modelos tecnológicos, sociales y económicos una vez se
han establecido es difícil cambiarlos.
Algunos autores opinan que los modelos tecnológicos refuerzan las estructuras de poder y que una
vez construido el modelo tecnológico tiende a mantenerse en el tiempo.
Para el Trabajo Social con grupos es importante evaluar correctamente el modelo social, de consumo y
de aspiraciones en el que nos encontramos, los modelos de interacción social más comunes y
repetidos y las pautas de comportamiento y los marcos de interpretación de nuestro entorno, con una
doble finalidad, analizar la inercia en la que estamos inmersos y establecer los posibles procesos de
cambio a partir de ella. Los cambios exigen, además de la teoría, dinámicas y programas prácticos que
permiten incorporar nuevos modelos de interacción.
-La mitificación del individualismo y el desprecio de la acción colectiva:
En nuestra sociedad la defensa de un único modelo de desarrollo socio-económico, el denominado
determinismo socio-económico, va unido al individualismo extremo, que nos genera vulnerabilidad y
nos lleva a no relacionarnos con los demás, es lo que conocemos como el síndrome del
analfabetismo relacional muy característico de nuestra época. La experiencia de la crisis económica
actual y la capacidad de movilización a través de las redes sociales y las nuevas tecnologías ponen de
relieve lo contrario, es posible organizarse y no es posible vivir aislado, porque la vulnerabilidad nos
remite directamente a los demás. La complejidad de nuestras sociedades refuerza la sensación de
impotencia de los individuos y debilita nuestra capacidad de interacción y nuestras redes sociales. En
este contexto muchas personas se encuentran en una situación paradójica: no han cultivado sus
relaciones, no disponen de las habilidades adecuadas para relacionarse, lo que les puede llevar a la
exclusión.
-Retos derivados del proceso de burocratización de los servicios sociales.
Cada vez hay menos programas de intervención social directa, los trabajadores sociales dedican cada
vez más tiempo a evaluar a los usuarios y orientar o gestionar las prestaciones a las que tienen
derecho. Paradójicamente en la formación de directivos y formación reglada universitaria se insiste en
la importancia de las dinámicas de grupo, mientras que llevarlas a cabo en el ámbito de servicios
sociales es cada vez más difícil. Es urgente revertir esta situación y los trabajadores sociales necesitan
especializarse en el ámbito de las redes sociales y redefinir
las técnicas tradicionalmente utilizadas en dinámicas grupales (off-line) para ampliarlas a las redes
sociales virtuales (on-line) donde los jóvenes han ampliado su espacio de sociabilidad, reproduciendo
en su interacción en la red tanto las habilidades de comunicación como los problemas en sus
relaciones personales (ciberacoso)

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3. ¿ES NECESARIO EL TRABAJO SOCIAL CON GRUPOS?

-Necesitamos más y mejores programas y proyectos para hacer frente a los tres grandes retos de la
sociedad contemporánea, el determinismo social, el individualismo extremo y la burocratización de los
servicios sociales, que tienen como efecto conjunto la deslegitimación del otro como sujeto, como
ciudadano y la falta de incentivos para el trato con los demás. Nos produce una gran insatisfacción el
modelo de relación de consumo y trabajo individualistas en la que el otro es siempre un competidor y
que acaba convirtiéndose en un estilo de vida, dando lugar a una de las características más
paradójicas de nuestra civilización: en la época del consumo masivo, de la sociedad de masas y del
mayor nivel de bienestar de la historia, las sociedades occidentales son pesimistas y los ciudadanos
viven inmersos en un discurso caracterizado por el lamento y la desolación.
-El punto de partida del trabajo social con grupos es el contrario, se centra en la interacción grupal.
Es en el grupo, a través del grupo y con el grupo como nos capacitamos, potenciamos nuestra
identidad al integrar la comunicación, el diálogo, la escucha, la capacidad de llegar a consensos y un
largo etcétera de capacidades intrínsecamente humanas, donde se exige la participación de los otros.
-Las experiencias humanas más intensas y profundas (amistad, amor, cooperación solidaria, poder,
conflicto…) nos muestran la importancia de desarrollar un adecuado concepto de los demás y una
adecuada interacción. No hay que olvidar que las situaciones de exclusión social, la vulnerabilidad
social de muchos ciudadanos no se puede afrontar con prestaciones y servicios, requiere un proceso
de recuperación de empoderamiento que parte de las capacidades intrínsecas de cada persona y de
cómo recuperarlas siendo seres sociales, lo que nos remite a la importancia de las dinámicas grupales
para evitar la exclusión.
-Debido al modelo de vida individualista unido a la visión proporcionada por los medios de
comunicación vivimos inmersos en nuestro bienestar, en nuestro grupo de iguales y tendemos a no
tomar en consideración los problemas de los que nos rodean, no interaccionamos en la vida cotidiana
de los demás, se genera un nuevo fenómeno denominado “colapso de la compasión” (no nos
preocupamos por el pobre del vecindario y nos escandalizamos por las catástrofes que presentan los
medios de comunicación a muchísima distancia de nuestro entorno) y por ello es necesario desarrollar
dinámicas de grupo que nos ayuden a la resolución de problemas y a mejorar el trabajo en equipo.

4. DIMENSIONES DEL TRABAJO SOCIAL CON GRUPOS.

Cuando nos preguntamos por la dimensiones del trabajo social con grupos nos referimos a los
aspectos clave en los que la disciplina juega un papel esencial y que son el armazón básico de la
misma.
En el análisis y evaluación de una situación de exclusión extrema debemos partir de un triple supuesto:
1. La dimensión de la interacción propia de los seres humanos: nuestra identidad, nuestros
proyectos y nuestro margen de libertad se construye en la interacción con los otros. Podemos analizar
las condiciones normativas previas a la intervención, el conjunto de pautas de comportamiento y
expectativas compartidas…
2. Es necesario analizar los modelos concretos de relación con los demás, las formas de
interacción cotidianas desde la perspectiva de las dinámicas de grupo ya que al ser seres sociales los
grupos en los que estamos inmersos nos ofrecen un conjunto de pautas de actuación y de formas de
relación para adquirir habilidades para relacionarnos con los demás.
3. Esta interacción con los demás es dinámica y aspiracional y se define siempre en relación con
nuestras expectativas y proyectos. Este dinamismo es progresivo, gradual y reversible y con ella
profundizamos tanto en nuestras relaciones individuales como en las grupales.

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Desde la perspectiva de los modelos de Trabajo Social con Grupos las dimensiones básicas del
Trabajo Social con Grupos se puede clasificar en función de las dimensiones básicas a las que afecta
en cada persona: En su propia vida; En relación con la interacción con los demás; En potenciar
habilidades en entornos específicos, como por ejemplo el laboral; En potenciar habilidades para crear y
gestionar grupos con un mismo objetivo.

Es importante señalar desde una perspectiva emancipadora, Las principales dimensiones a las que
afecta el trabajo social con grupos, y en relación con las cuales se pueden estructurar la disciplina:
1ª 2016
1. La emancipación individual:
El objetivo específico del Trabajo Social con Grupos en este ámbito es favorecer un cambio en la
relación del sujeto consigo mismo.
Con la dinámica grupal somos capaces de conocer la relación con nosotros mismos y también la
relación que tenemos con los demás y poder cambiarla en la medida de lo posible.
Es importante recordar que desde sus orígenes el Trabajo Social con Grupos ha estado ligado a los
Grupos de Autoayuda y de Ayuda en los que se afrontan situaciones personales problemáticas.

2. La emancipación en el ámbito familiar: Examen 2ª/15

Los estilos de vida familiares, es decir, los modelos de interacción que hemos aprendido y que
reproducimos en nuestros comportamientos cotidianos se convierten en un predictor claro del fracaso
o éxito de las relaciones en el ámbito familiar.
Las dinámicas grupales en el ámbito del trabajo social con familia se centran en un objeto muy
específico: los modelos de comunicación, de reconocimiento y de representación que
caracterizan cualquier dinámica de relación en una familia.
Desde la perspectiva del Trabajo Social con Grupos, el objetivo es siempre evaluar los
comportamientos grupales y trabajar para desarrollar dinámicas de interacción que nutran, emancipen
y estimulen tanto a cada miembro de la familia como a la familia como unidad en si misma.
Cada familia ha generado un modelo de dinámica grupal específico y hay que analizar en cada caso
cómo se gestiona el poder, la intimidad, o el conflicto para conocer las limitaciones y potencialidades
del modelo y tomar conciencia de sus características y cambiar las pautas de comportamiento
progresivamente para gestionar adecuadamente nuestra vida diaria.

3. La emancipación en el ámbito laboral: Examen 2ª/15

El analfabetismo relacional tiene consecuencias en el ámbito laboral. Muchas de nuestras
dificultades o ventajas en este ámbito se deben a la adecuación o inadecuación de las pautas
familiares al entorno específico del trabajo. Como somos animales sociales no podemos ser ajenos a
los conflictos, fracasos y éxitos en las dinámicas relacionales en el mundo laboral. Los modelos
relacionales que aprendemos en el ámbito laboral, también los llevamos a nuestra vida familiar, hay
una retroalimentación entre ambas pautas de comportamiento.
Las dinámicas grupales permiten reproducir situaciones reales de conflicto, de interacción o de
competición por el poder y trabajar nuestras habilidades relacionales para ser capaces de gestionar
mejor las dinámicas grupales en las que nos vemos inmersos. Y además podemos generar nuevas
dinámicas que permitan mayores cotas de realización personal y colectiva.

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4. La emancipación en el ámbito del ocio:

El ámbito del ocio tanto físico como on-line se caracteriza por la interacción con los demás.
Aprendemos a relacionarnos y construimos nuestra identidad en los espacios y tiempos de ocio,
desde nuestra infancia.
En el ámbito de los videojuegos y los juegos en red, las dinámicas relacionales y la percepción de los
demás vienen dadas por la propia lógica del juego y el papel que asumimos. Hay juegos on-line que
nos permiten socializarnos e interiorizar pautas de comportamiento.
Es muy relevante en los sistemas educativos reglados, diseñar y llevar a cabo dinámicas grupales que
nos capaciten para saber gestionar la vida interna de cada grupo en el que estemos inmersos y del
mismo grupo como tal cuando se persigue un objetivo compartido.

5. La emancipación en las situaciones de exclusión social:

Las personas podemos potenciar nuestras capacidades y emanciparnos tanto de nuestra propia
trayectoria como de nuestras limitaciones personales y grupales, en la medida en que
experimentamos, nos enriquecemos y aprendemos a relacionarnos de manera más eficaz. La
eficacia la entendemos unida al concepto de reducción de la vulnerabilidad y unida al
reconocimiento de la dignidad de uno mismo y de los demás como conciudadanos, como iguales,
como sujetos.
El trabajo social con grupos se ha centrado en los grupos más excluidos que presentan a menudo
severas limitaciones o problemas en múltiples dimensiones de su vida. Aunque es necesario ampliar
nuestra profesión hacia el ámbito de las personas que se encuentran en procesos de inclusión social y
experimentan lo que denominamos movilidad social descendente para favorecer su capacidad de
afrontamiento y resiliencia.
Hay que tener en cuenta también que en muchas ocasiones los usuarios de servicios sociales
presentan un diagnóstico multiproblemático y es necesaria una intervención que debe partir de una
evaluación exhaustiva de las dimensiones múltiples de esas problemáticas.

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5. UNA PROPUESTA METODOLÓGICA

Nuestro punto de partida es la naturaleza social de los seres humanos, es nuestra dimensión relacional
la que constituye nuestra identidad y muestra la importancia del Trabajo Social con Grupos.

Nuestra tecnología relacional, es decir, el conjunto de estrategias y habilidades que utilizamos para
relacionarnos, nos aporta una serie de facilidades y ventajas que corresponde con un patrón teórico
determinado. Por ejemplo en un modelo de relación basado en el maltrato las personas acaban
reproduciendo pautas de comportamiento aprendidas en ese modelo de interacción, y para incorporar
otras formas de interacción basadas en el respeto es necesario practicar y experimentar dinámicas
grupales que nos permitan interiorizarlas y llevar a la práctica el crecimiento y empoderamiento
personal.

La pregunta clave en el ámbito de las dinámicas grupales es como se cambia o se transforma una
dinámica relacional que implica una discapacitación de la persona.
Nuestro modelo de Trabajo Social con Grupos parte de tres principios: 1ª 2015

1. El conocimiento científico:
Las dinámicas de grupo pueden ser objeto de análisis empírico (basado en la experiencia y en la
observación de los hechos) Podemos diseñar metodologías que permitan alcanzar los objetivos
propuestos dentro siempre de las limitaciones que se derivan de nuestro objeto de estudio y de
intervención: seres humanos libres, con voluntad y que deciden sobre sus propias trayectorias.

2. La vida humana es histórica, relacional y aspiracional:

Es necesario tomar en consideración la importancia de la forma en la que nos relacionamos. Los
objetivos que tenemos nos crean un espacio de oportunidad, pero también nos constriñe (nos
obliga a mantenernos dentro de unos límites establecidos)
En el diseño de una dinámica grupal hay que partir del objetivo que se persigue, incluyendo a
continuación las dimensiones histórica, relacional y aspiracional que se vinculan con dicho
objetivo.

3. El principio de la gradualidad, progresividad y reversibilidad:

Este principio es lo que guía nuestras trayectorias personales y grupales, por eso es importante
trabajar en las dinámicas grupales con el objetivo de interiorizar pautas de comportamiento, y tomar en
consideración los procesos de reversibilidad como parte de la vida cotidiana.
El conflicto debe afrontarse como una parte consustancial de la vida cotidiana y está relacionado con el
poder. El potencial liberador de las dinámicas grupales va unido a nuestra vida laboral y nuestra forma
de estar en sociedad por eso el modelo de trabajo social con grupos debe ser aplicable a modelos de
extrema vulnerabilidad pero también a situaciones de la vida cotidiana. El aislamiento, la falta de
tolerancia a la frustración, la ausencia de planteamientos para afrontar el conflicto y la cooperación
social son aspectos característicos de nuestra época y no debemos olvidar que la ampliación de
nuestro espacio de sociabilidad a través de las nuevas tecnologías con las redes sociales además de
una forma de vida basada en el consumo muestran la importancia de no olvidar quienes somos, cómo
somos lo que somos: nuestra forma de relacionarnos con nosotros mismos y con los demás. Es un

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ámbito constituido por comportamientos prácticos y una forma de entendernos y entender a los demás;
un espacio donde el trabajo social con grupos debe desarrollar su potencial de intervención y
crecimiento del siglo XXI.