Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Corría cuanto podía entre las nubes, cuando escuchó un grito terrible que
procedía del castillo. ¡El gigante se había dado cuenta del robo! El suelo
volvió a temblar con las estruendosas pisadas del ogro y Juan supo que éste
ya venía a su encuentro. De pronto, la mata de alubias apareció ante sus ojos.
¡Era su salvación! La viejecita seguía sentada en su nube. Sonrió a Juan y le
dijo:
—¡Bravo, muchacho! ¡Ahora baja, baja tan rápido como puedas!
No se lo pensó dos veces el intrépido Juan e inició el descenso. Llevaba
una buena ventaja respecto al gigante, pero vio que su perseguidor descendía
también por el tronco.
El saco con monedas le pesaba horrores y cada vez estaba más cansado.
Hizo un último esfuerzo y por fin tocó tierra firme. Lo siguiente que cabía
hacer era ir en busca de un hacha y...
¡Tlac! ¡Tlac! El hacha manejada por Juan empezó a cortar el tronco de la
planta y cuando ésta se partió, cayendo lentamente, un alarido horroroso se
dejó oír por toda la región, seguido de un golpe tan terrible que pareció como
si la Tierra se hubiese partido en dos. El gigante acababa de caer tras las
colinas, muriendo por el batacazo. La madre de Juan salió de la casa,
alarmada.
—¡Mira, madre! —le mostró el muchacho su tesoro—. ¡Todo es nuestro!
¡Y gracias a esas alubias que ayer tiraste por la ventana!
Juan contó a su madre todo cuanto le había sucedido desde que se
levantara por la mañana y mucho nos tememos que ella no le creyó
demasiado. Sobre todo porque, al volver a mirar aquel tronco de la planta de
las habichuelas, éste se había convertido en una planta normal y corriente,
llena de jugosas y grandes vainas.
Pero como el saco con monedas de oro era una auténtica realidad, madre e
hijo dejaron de padecer privaciones, construyeron una nueva casa, fueron
muy felices y... ¡ah, sí!, ¡el precioso jardín estuvo presidido por la planta de
las alubias, que una vez fueron maravillosas para ayudar a Juan!
Los tomos de esta colección ofrecen los mejores Cuentos Clásicos que la
tradición ha conservado narrados para los niños de hoy con toda su pureza
original.
Una obra encomendada a prestigiosos especialistas de la narrativa infantil y a
los mejores ilustradores españoles, internacionalmente conocidos y
apreciados.
La colección «Cuentos Clásicos» no es una obra pasajera; es una colección
de libros destinada a ocupar un lugar permanente en la biblioteca familiar. Su
calidad garantiza su vigencia.