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La civilización, sentimos, supone más que la sola vida en sociedad, o que solo sea un
producto de ella, puesto que lo que diferencia al ser humano de otras especies de animales
que viven en formas de organización más complejas, es que el ser humano no solo se
conformó con vivir en sociedad, sino que necesito construir la sociedad para vivir
(Godelier); lo que implica creemos, la necesidad de dar un sentido a esa vida en sociedad,
para hacerla más feliz o desgraciada. Si eso es así, ¿una sociedad feliz no será quizá uno
de los indicadores del nivel de civilización alcanzado por esa sociedad?
Aquella vida de los cavernícolas, nos habla de una forma de humanidad constituidas por
mujeres y hombres que son capaces de hacer el amor para que la vida continué, y que
creían que la existencia no acababa con la muerte y que había que ofrecer un rito y comida
para ayudar a quien amaban, para que empiece a caminar por las estrellas, son seres
humanos que empiezan a buscar respuestas a las interrogantes que hasta ahora no
podemos resolver, que buscan una explicación a los misterios del Bioverso y de la vida a
través del mito, del ritual y de la magia, seres humanos que descubrieron que siendo
solidarios entre sí, podían enfrentar las carencias y necesidades que les presenta la
naturaleza, pero que solidariamente también comparten el alimento y el calor del fuego,
seres humanos que rinden culto a la belleza, a sus cuerpos, a la fecundidad de la vida y
que se supieron siempre parte inseparable de la naturaleza y el cosmos. En esos seres
humanos podemos encontrar las expresiones más tempranas de civilización, la energía
vital que los impulsaba a cambiar la vida, a desarrollar una praxis creadora, el aliento
espiritual de esperanza, de técnica, de progreso, que después continuará floreciendo en
las civilizaciones que las continuaron. (Viara. 1979: 19)
No se trata de hacer una lectura idealizada de las sociedades tempranas, y creer que ellas
vivieron en un paraíso ilusorio, las huellas materiales que ellas han dejado en sus pinturas
rupestres y demás bienes culturales, nos hablan también de la existencia de armas, que si
bien las empleaban para cazar animales para su sustento, también las usaban para luchar
unos contra otros, parecería que ese tiempo en que no existió “ni lo mío ni lo tuyo” debió
ser un periodo muy corto de la humanidad y luego comenzaron las guerras y la forma del
ejercicio de diversas formas de poder de los fuertes sobre los débiles, a la opresión de
unos seres humanos por otros. En definitiva podemos constatar que la civilización
humana, desde los más remotos tiempos, empezaba a transitar la historia, mostrando
claramente las virtudes y las lacras que todo proceso civilizador encierra; y que si bien el
ser humano temprano tenía más pelos en su piel, bíceps más desarrollados, dentadura más
sana y manos y piernas más poderosas, quizá su mente y su corazón, no eran tan diferentes
que la de cualquiera de nosotros. (Viara: Ibid)
Mientras tanto, la sociedad occidental que se erige a sí misma, como la expresión más
alta de la civilización y esta como la única forma de hacer humanidad, se encuentra
sufriendo las consecuencias de su acelerado desarrollo científico técnico, el gran
desarrollo de los medios de “comunicación” han construido sociedades cargadas de
silencio, angustia y soledad, que se expresa en el crecimiento del stress, la violencia, el
incremento de las enfermedades del corazón, el desarrollo tecnológico ha desarrollado a
niveles inimaginables la tecnología para la muerte, pero ha sido incapaz de curar las
enfermedades como el cáncer, el sida, o las enfermedades sociales como el hambre y la
miseria, está provocando procesos ecocidas contra la naturaleza que ponen en riesgo su
propia existencia presente y futura, y si bien el ser humano gracias a la ciencia y la técnica
ha sido capaz de enviar astronautas a la luna, parece que no ha descubierto todavía, como
enviar humanautas para llegar a conocer el corazón humano
Iniciamos por tanto, con un análisis sobre los albores de la cultura humana, y de cómo se
dio el despertar cultural del ser humano, el proceso de transición del Homo Sapiens y su
construcción como animal simbólico; en ese proceso es importante conocer, como se van
dando sus primeras expresiones de conocimiento y construcciones culturales; como
surgen las formas mágicas del pensamiento y las formas rituales de su acción, en su afán
por explicarse el orden del mundo; de allí nacerá el pensamiento mágico, el totemismo,
así como las primeras formas de organización social y las primeras actividades de auto
subsistencia, que determinarán el desarrollo de la futura civilización humana. Ya allí
podemos encontrar, las raíces de una reflexión del ser humano sobre su presencia en el
mundo y en la historia y de cómo la cultura le permite llegar a la conciencia de sí mismo
y de su existencia.
Algunos investigadores señalan que quizás el más remoto antepasado humano, fue el de
la especie denominada Ramipithecus que habitó en la India hace unos 14 millones de
años y que empleaba como armas elementales estacas y piedras para su defensa. Otros
afirman que en el sur y este del África, vivió un simio de apariencia casi humana llamado
Austrapolitecus. Se considera también que hace dos o tres millones de años, vivieron en
el África oriental dos tipos de “hombres” que caminaban erguidos, el Hombre 1470 y el
Hombre de Etiopía, los mismos que poseían un cerebro más desarrollado que ninguna
otra especie conocida hasta entonces, a quienes se les considera nuestros más remotos
antepasados, puesto que trabajaban la piedra, son ellos los que inauguran la fase de la
cultura de la piedra conocida por la arqueología tradicional como la Edad de Piedra o
Periodo Paleolítico Inferior (Carter. 1992: 6).
En un periodo más próximo al actual, hace unos 500.000 años encontramos en África,
Europa y Asia, otra especie de hombre el Homo Erectus (el hombre que anda erguido)
que conocía ya el fuego y satisfacía sus necesidades de alimento mediante la caza, y se
considera que posiblemente, había ya desarrollado la capacidad del habla. Hace
aproximadamente 250.000 años encontramos el Homo Sapiens (el hombre que sabe) que
poseía un cráneo similar al nuestro, se asentó en Dinamarca, Alemania e Inglaterra. Una
de las variedades de Homo Sapiens, el Hombre de Neandertal, fue el que tuvo predominio
en toda Europa entre los 30.000 y 70.000 años, que corresponden al periodo de las dos
últimas glaciaciones. Nuestra propia subespecie el Homo Sapiens Sapiens ya se había
asentado firmemente; uno de sus representantes, el Hombre de Cro-Magñon, emigró del
Sudeste asiático hasta Francia, Italia y el Norte de África, donde sobrevivió hasta hace
10.000 años (Carter: Ibid).
La cultura constructora de lo humano
Si se considera que estos son los periodos en que se va dando el surgimiento del ser
humano como tal en la tierra, comparados con la edad que tiene el Bioverso, desde el
primer caos original, el Big Ban la primera explosión generatriz de la vida, producida
hace 10, o 20 mil millones de años, la edad de la existencia del ser humano resulta
insignificante dentro de la multiléctica del tiempo cósmico. Sin embargo de esto, el ser
humano no es tan extraño a la vida del Bioverso y a de la tierra, sino por el contrario, su
verdadera historia, solo puede ser entendida como parte de la historia de la transformación
de la vida en el cosmos y en la tierra misma, puesto que este forma parte de la vida animal,
concretamente de los vertebrados y dentro de este grupo, es una especie adscrita a los
mamíferos y más concretamente a los primates; de ahí que el ser humano desde una
perspectiva biológica, es el resultado de un muy largo proceso de transformaciones y de
ascenso en la evolución de la naturaleza, que se escalonan desde hace centenares de
millones de años. (Piveteau. 1962: 7)
Sin embargo, vale preguntarse, ¿Qué es lo que le permitió al ser humano constituirse
como tal y diferenciarse de las otras especies animales que le antecedieron? Existen
evidencias suficientes que demuestran, que no son sus características biológicas o físicas,
que en muchos de los casos resultan inferiores a la de muchos otros animales, las que
definen su hominización, sino que es el resultado de su capacidad para la creación de la
cultura, puesto que la cultura es esa construcción específicamente humana que le permitió
al ser humano, no solo llegar a constituirse como tal y diferenciarse de las otras especies,
sino además llegar a ejercer una función hegemónica frente a los demás seres vivos.
Vale tener presente, la multiléctica que se produce entre cultura y ser humano o entre ser
humano y cultura, puesto que si bien es la cultura la que hace posible la construcción del
ser humano en el sentido más holístico del término, solo es ese mismo ser humano, el
único ser de la naturaleza capaz de construir cultura.
El ser humano desde que construye la cultura, se estructura como un animal simbólico,
como Homus simbólicus, capaz de dar sentido y significado a su existencia, a su forma
de estar en el mundo y de actuar dentro de este, lo que ninguna otra especie podrá hacer.
Por ello vale aclarar que el ser humano no es -como occidente nos ha hecho pensar- solo
un ser esencialmente racional, resultante de la razón y el pensamiento; sino que también
el ser humano, es un ser eminentemente emocional, producto del corazón y el sentimiento
y es en esa multiléctica entre el pensar y el sentir, que el ser humano pudo a través de sus
construcciones simbólicas corazonar, sentir lo que pensaba y pensar lo que sentía y así
dar sentido a sus necesidades, a sus reflexiones y a sus sentimientos, a sus angustias y a
sus miedos, sentido que le permitió llegar a descubrir la alegría, será quizá por eso, que
el ser humano es el único de los animales que fue capaz de reír y de llorar y de dar sentido
a su esperanza y a sus sueños?
La cultura, es en consecuencia la que hace posible la constitución del ser humano como
tal, como resultado de su cotidianos esfuerzo por tejer su existencia, por vivir, que le fue
proporcionando un largo acumulado de aprendizajes, experiencias, praxis y tradición, que
le permitió, no solo adaptarse a la naturaleza, sino transformarla y en ese proceso -
parafraseando a Engels- también transformarse a sí mismo.
La cultura, es también la que hace posible que el ser humano se haga presente en el mundo
y en la historia, puesto que desde lo más ancestral del tiempo, el ser humano estará
atravesado por la historicidad y todo lo que este construye será historia; no existen
períodos “Prehistóricos” en la multiléctica del tiempo de la humanidad, ni la historia,
como nos ha hecho creer occidente, se inaugura a partir de la escritura, puesto que esto
implicaría negar que el ser humano estuvo presente como humanidad y como ser
histórico, milenios antes de que aprendiera a escribir, todo lo que su praxis fue capaz de
construir, constituyen aportes vitales para la historia de la cultura y la civilización
humana.
Para tratar de entender cómo se dan las primeras construcciones de la cultura humana,
debemos aproximarnos a la comprensión de la pluriléctica ser humano-naturaleza-cultura.
El ser humano como ser biológico, es naturaleza, en tanto ser de la naturaleza y resuelve
sus necesidades dentro de la naturaleza, pero a su vez, el ser humano representa el punto
en que la naturaleza se trasciende a sí misma, pues fue capaz de construir lo que es más
que naturaleza, la cultura, lo que le posibilitó ir más allá de su herencia biológica gracias
a su capacidad para la creación simbólica lo que le permitió poder dar significado y
sentido a todo lo existente, es allí cuando se construye la cultura y el “ser humano pasa
de ser un mero Homo Sapiens, para construirse como un Homus Simbolicus que es lo que
afirma su estatuto como humano. La cultura le posibilitó un salto cualitativamente
diferente frente a la naturaleza y al resto de especies, para ya no ser un esclavo de ella
sino su arquitecto. (Guerrero. 1996: 2-3) El ser humano en consecuencia, es la
consecución de un largo proceso de la evolución de la naturaleza misma de cuyo proceso
heredó adaptaciones anatómicas muy particulares que le permitirían llegar a la cultura,
esa construcción a través de la cual el ser humano no solo transforma la naturaleza sino
se transforma a sí mismo, heredó por ejemplo la postura erecta y se adaptó a caminar
sobre sus piernas lo que le permitió una mayor perspectiva de manejo del espacio, libero
además sus mano de la función de la locomoción y pudo así dar a las manos otras
funciones.
La vida sobre el suelo y el uso de sus manos para propósitos exploratorios y creativos,
marcaría un nivel evolutivo clave, el desarrollo del cerebro y por tanto de las facultades
intelectuales humanas que le conducirían a la cultura pudiendo encontrarse aquí, un
proceso de retroalimentación mutua entre el cerebro y la cultura que se afectan
mutuamente (Shapiro. 1993: 12-16), pues si de su anterior vida arbórea propia de los
primates, desarrollo una mano que le permitía asirse con mayor seguridad y la capacidad
de oponer el pulgar a los demás dedos, el desarrollo del cerebro daría a las manos
condiciones para que cumplan una función cualitativamente nueva, la posibilidad de
hacer, de sostener y usar herramientas; la mano se transformó así en un “disparador de
una evolución más avanzada” (Shapiro. Ibid). Una mano de esas características marcaría
la diferencia fundamental frente a sus ancestros primates, el ser humano descubrió una de
las construcciones culturales básicas para su hominización, y para la creación de la
sociedad, hacer y usar herramientas, siendo esta quizá la primera gran revolución
específicamente humana, la primera revolución tecnológica; pero quizá, una de las
cuestiones fundamentales, es que el ser humano fue el único capaz de dar un sentido
simbólico al uso de esas herramientas, y de ir aprovechando sus pasadas realizaciones,
desarrollando así una acumulación de un saber temprano, la génesis de una memoria
colectiva, que iría conformando los inicios del acumulado social de su existencia, que lo
ira configurando definitivamente como humano, e inauguraría su caminar ya incontenible
hacia la civilización.
La tecnología como una de las primeras construcciones culturales, permitiría a los seres
humanos tempranos estar en mejores condiciones para dar respuesta a sus necesidades
vitales y para ello recolectaban frutos secos y vegetales comestibles, pero un rasgo
diferenciador muy importante, es que el ser humano a diferencia de otros primates se
orientó al alimento animal que exigía la necesidad de facultades y habilidades, para la
caza de grandes animales como el mamut y el reno, y a la pesca, tuvieron que idear
medios, herramientas, armas y trampas cada vez más eficientes, que impulsaban su
avance tecnológico, las primeras fueron de madera y hueso, luego trabajó la piedra,
desarrollando una verdadera industria lítica, que alcanza su más alto nivel con el trabajo
del sílice, el hacha de piedra más rudamente tallada optimizo su posibilidad de obtener
alimentos que matando con sus propias manos o recolectando frutos silvestres.
Al finalizar el Paleolítico inferior, el ser humano alcanza una de los hechos que constituye
una de sus más tempranas victorias frente a la naturaleza, el descubrimiento del fuego,
comprendió que si lograba dominarlo, podría emplearlo para darse luz y calor en las
noches, para defenderse de los animales y para cocinar la carne y otros alimentos, los
mismos que al ser ingeridos contribuirían a un cambio en el metabolismo interno humano,
que ofrecería nuevas condiciones para una mayor evolución de su cerebro, que a su vez
posibilitaría el desarrollo de la faringe, la laringe hasta que estuvo en condiciones de llegar
a la palabra y construir el lenguaje, que constituye uno de los acontecimientos vitales para
el desarrollo de la sociedad y la cultura, pues no es posible concebir el desarrollo de la
sociedad humana y la cultura sin el lenguaje (Donat / Uldrich. 1983: 88). Gracias al poder
de la palabra, todo el acumulado de la experiencia humana podría ser socializado, las
enseñanzas preservadas en la memoria, sus construcciones tecnológicas podían ser
transmitidas, los saberes podían ser compartidos, así como sus angustias y sus sueños y
sus emociones podían ser expresadas; a través del lenguaje el ser humano adquiere la
capacidad de conceptualizar el mundo y la vida y se amplían sus Bioversos de
pensamiento, lo que influirá a su vez en una más profunda evolución posterior de su
cerebro que le dará dimensiones infinitas a su capacidad de sentir y de pensar, es decir de
corazonar.
La vida azarosa del cazador nómada entre la libertad y el peligro constante, la necesidad
de entender y adaptarse a los fenómenos de la naturaleza cargados de poder como una
erupción volcánica, un trueno, el sol recreando la vida, la luna bañando de plata la tierra,
impulso la necesidad de descubrir y manejar las fuerzas espirituales que esta encierra, el
tratar de encontrar una explicación a los misterios del cosmos, de la vida y de la muerte,
condujeron a los seres humanos tempranos, a la búsqueda de una explicación simbólica
de la realidad que darían inicio a los proceso de “eufemización simbólica” (Garagalza)
mediante los cuales podían encontrar un sentido frente a todas aquellas cosas que estaban
más allá de su posibilidad de comprenderlas, como el misterio doloroso de la muerte, para
saber que ella no termina con la vida sino que continua en otras dimensiones cósmicas.
Estas debieron ser las motivaciones que determinarían el surgimiento de los cultos
funerarios, de la magia, del totemismo, de los sistemas religiosos, que los llevo a nutrir
de sentido simbólico a la palabra a través del mito y a sus acciones a través del rito y el
sacrificio, necesarios para mejorar la caza, elevar la fertilidad, dominar las fuerzas de la
naturaleza, que darían a su vez lugar a la creación de la danza, la música, la pintura, cuyas
evidencias las encontramos en pinturas y grabados en su arquitectura lítica sagrada, como
expresiones vitales de la cultura, para ir construyéndose un sentido sobre sus formas de
vivir y de morir.
La génesis del arte ya la encontramos en este periodo desde hace 30.000 años hasta 9.500
a.n.e., las evidencias más antigua que corresponden al periodo de la cultura Auriñaciense
(Alemania) y posterior Magdaleniense (Francia), han mostrado que se tallaron pequeñas
figuras tridimensionales con grabados naturalistas de mujeres y animales en hueso, marfil
o piedra, así como herramientas minuciosamente ornamentadas para dotarles de poderes
mágicos, es de suponer que se trabajó también en otros materiales como piel o madera,
pero que no se han preservado por su carácter no perecedero; a esta forma de arte se la
conoce como arte miniatura, y se destacan el trabajo de pequeñas esculturas llamadas
“Venus” que muestran mujeres desnudas con nalgas, pechos y vientres protuberantes,
representando ancianas, reflejan el culto profundo a la fertilidad y la importancia del
sentido matrístico en ese periodo; la expresión más acabada del arte miniatura es la Venus
de Willendorf (Austria). (Nougier. 1976:17-37).
Encontramos además, el arte mural rupestre, cuya mayor expresión se encuentra en el arte
de Lascaux y Niaux (Francia), y las cuevas de Altamira (España) una de las más bellas
de todo el Paleolítico, y que posiblemente servían de santuarios para el ejercicio de la
magia propiciatoria necesaria para la caza, allí se encuentran trabajos estilizados con
técnicas de pintura, grabado y bajorrelieves, conocían el uso de pigmentos como el
manganeso, carbón y ocres y el uso de la policromía que empleaba colores como el rojo,
amarillo, negro, marrón, y a veces púrpura, los motivos son esencialmente naturalistas y
reflejan su visión del mundo, se muestran sus actividades vitales como la caza de animales
grandes como el bisonte, el caballo y el mamut. Un arte de estas características, solo será
posible con una estabilidad social que potenció en los artistas tempranos la posibilidad de
empezar a dar luz y color a la vida.
Se considera que el ser humano descubrió la noción del número y su forma temprana de
contar, observando su propio cuerpo al observar el número de partes que tenía. El devenir
del tiempo, el transito constante del sol, de la luna, de las estrellas en el firmamento, así
como el sentido multiléctico de la propia naturaleza, posibilitó acercarse a la noción de
ritmo y de ciclos, la misma que posteriormente al asociarse con la de número, posibilitó
un avance en la noción del tiempo, la constatación de los fenómenos naturales y de sus
ciclos, abrió paso al descubrimiento de las estaciones, que en tiempos posteriores
permitiría comprender la existencia de ciclos anuales para el trabajo agrícola y la creación
del calendarios agrícola.(Carter. Op. Cit: 10).
INTRODUCCIÓN
Egipto Constituye una de las más altas civilizaciones de la antigüedad, ahí se crea el
primer Estado Nación del mundo; su concepción en torno a la muerte va a marcar el
desarrollo de toda su vida, de su religión así como de sus expresiones socio políticas y
culturales; una de las muestras más importantes de su desarrollo cultural, la encontramos
en la construcción de sus ciclópeas pirámides construidas como monumento supremo
frente al culto de la muerte. Los egipcios aportan la escritura jeroglífica en papiro, así
como impulsan el desarrollo de las ciencias el arte y fundamentalmente de la arquitectura.
Una de las muestras más bellas de su literatura la encontramos en El Libro de los Muertos
en el que podemos ver reflejada poéticamente la mágica cosmovisión de una de las
civilizaciones cuyos aportes culturales se preservan hasta el presente.
A las orillas de los ríos Ganges e Indo y a los pies de los Himalayas, se desarrolló una
cultura que aportó la oculta clave de los idiomas y las filosofías, del arte y las ciencias,
así como del misticismo, de la espiritualidad y la literatura, la cultura India. En ella
encontramos tres movimientos religiosos que marcaron toda su vida social política y
cultural, el hinduismo, el Jainismo y el Budismo.
Muchos son los aportes de la India a la cultura humana, pero quizá el más importante de
todos, es la dimensión espiritual en torno a la vida, la sociedad y el ser humano, dejando
una serie de enseñanzas y sabiduría, que aun ofrece luz para iluminar los caminos del
actual transitar de la humanidad.
Para una aproximación al pensamiento Hindú hemos seleccionado pasajes del libro de la
sabiduría del bosque o de Los Upanishad, que constituye una fuente muy importante de
gran parte del pensamiento Hindú, al que le precede un estudio introductorio de Geoffrey
Parrinder, que nos permitirá entender mejor el marco histórico y cosmogónico de los
textos.
LOS SUMERIOS
Patricio Guerrero Arias
Los guerreros de la luz a menudo se preguntan
qué están haciendo aquí.
Y muchas veces piensan que sus vidas no tienen sentido.
Por eso son guerreros de la luz.
Porque se equivocan. Porque preguntan.
Porque siguen continúan buscando un sentido a la vida.
Y porque acabaran encontrándolo.
Como Resultado de oleadas migratorias llegaron a lo que hoy son Irán e Irak, hace unos
6000 años, un pueblo de pastores nómadas que se denominaba a sí mismo “cabezas
negras” y se asentaron en la región de Sumer, a los que se conoce como Sumerios, el
pueblo más temprano de la antigua Caldea, quienes son considerados los “pioneros de la
civilización” sustentada en la agricultura y el comercio, fueron los que construyeron las
primeras ciudades-Estado administradas por sus propios reyes, como Erech, Nippur,
Eridu y la famosa Ur entre otras, inventaron vehículos con ruedas, desarrollaron un
sistema formal de gobierno, el primer lenguaje escrito, desarrollaron un estilo propio de
arte y de arquitectura, así como una literatura en la que reflejan bellamente toda su
cosmovisión y racionalidad.
Ur constituye la más famosa ciudad-Estado construida con ladrillos de arcilla secados al
sol por los Sumerios, quienes creían que estaba regida por Nanna el dios de la luna quien
habitaba con su esposa la diosa Ningal en la parte noroeste de la ciudad en un zigurat una
torre de base cuadrada que había sido construida en su honor y a la que acudían para el
pago de impuestos y la realización de los cultos que eran administrados por los reyes-
sacerdotes que administraban la ciudad-Estado. La ciudad de Ur llega a albergar 350.000
habitantes dedicados especialmente al comercio. (Carter. Op. Cit: 12)
La religión de los sumerios era politeísta, el panteón sagrado tenía entre 3 y 4 mil
deidades, la mayoría eran dioses antropomórficos personales y locales, cada ciudad estaba
bajo la protección de un dios mayor y cada casa tenía una deidad que protegía los intereses
familiares; las familias ricas se construían estuantillas para ponerlas en los templos como
sus intermediarios ante lo sagrado.
Entre los dioses sumerios podemos encontrar: An dios del cielo y padre de todos los dioses
y protector de Uruk. Dumuzi dios de la vegetación y la fertilidad que moría en invierno y
renacía con la primavera. Enlil dios del viento que separaba el cielo de la tierra y era el
creador de otros dioses menores como sus ayudantes, era el protector de la ciudad de
Nippur. Enki el dios ordenador del caos y que les enseño la agricultura y la ingeniería.
Enki dios de las aguas dulces, ríos, lagos y pantanos, protegía Eridu. Nanshe la diosa de
los pueblos y la pesca regia Nina. Utu dios del sol portador de la justicia y la equidad
protegía Sippar. Ninurta dios del trueno y las tormentas primaverales protegía Girsu.
Inanna era la diosa de los almacenes de la fertilidad y de la estrella de la mañana y de la
tarde gobernaba la ciudad sagrada de Nippur en donde estaban los templos de todos los
dioses principales, según los textos sagrados ahí se reunían los dioses en consejo para
determinar el buen gobierno del mundo. (Carter. Ibid. / Ripol.1972: 64 / Meadow. 1993:
178)
Para el culto a sus dioses levantaron monumentales templos como el Templo Blanco de
Anu su dios del cielo, y el templo con mosaicos de tres colores de Anni la diosa de la
fertilidad y del amor administrados por sacerdotes que parecen ser los que inician las
primeras especializaciones ocupacionales, eran los encargados del culto y los rituales pero
sobre todo de la administración de los diezmos, la función de los sacerdotes y los templos
además de religiosa, fue esencialmente política y económica.
La concepción de la muerte estaba marcada por una vida en un mundo futuro en el que
debían estar vestidos con plumas de ave y sentados en la oscuridad comiendo polvo y
barro, el acceso a este mundo futuro al igual que en la tierra se lo hacía según su rango
social; los muertos son inhumados en sus necrópolis llamadas cementerios como hasta
hoy, sobre el costado y sosteniendo un vaso en la boca, en caso de la nobleza eran
enterrados con sus pertenencias más preciadas sus joyas, armas e instrumentos musicales
e incluso con sus esposas, servidores y esclavos a fin de que le acompañen y le sirvan en
el más allá.
Según la mitología sumeria, todos sus dioses morían cada año en invierno, para renacer
nuevamente a la vida en verano, gracias los ritos de la fertilidad y las fiestas que se hacían
en su honor. La vida cotidiana, terrestre y profana, tenía una total dependencia de la vida
en el cielo, puesto que cada acto que se hacía en la tierra, tenía repercusión en el mundo
de los dioses; de igual manera, todo acto del mundo uránico o celeste, debía repetirse en
el mundo telúrico. Es por ello que esta simbólica unión entre el dios del cielo y la diosa
de la tierra, era rememorada con la unión mística y física entre hombres y mujeres, que
fue el germen para institucionalizar la prostitución sagrada, que se practicó en casi todas
las religiones mesopotámicas. (Coppel. 1971:43)
Uno de los grandes aportes de los sumerios a la cultura humana, es el desarrollo del
lenguaje escrito más antiguo que se haya conocido. Inicialmente emplearon pictogramas
o escritura ideográfica a través de dibujos y signos, que luego se desarrollaría hasta llegar
a la escritura cuneiforme y silábica, que era estampada en tablillas de barro o cuñas, que
al endurecerse se conservaban, permanentemente; los documentos más antiguos de Uruk
emplean más de 900 signos, la mayoría son ideogramas que representan palabras, la
escritura haría del trabajo de los escribas, uno de los más importantes, por la dificultad en
el aprendizaje del desciframiento de los signos, para ello se construyeron escuelas junto
a los templos, los escribas tenían como función llevar el registro de los bienes de sus
divinidades. Para los documentos comerciales y oficiales, empleaban cilindro-sellos que
hacían rodar sobre tabitas y dejaban impreso la escritura pictográfica o cuneiforme.
Su sistema socio político se caracterizó por no tener centralidad política, puesto que cada
ciudad-Estado o Patesios estaba administrada por reyes-sacerdotes llamados Patesis que
consideraban tenían el poder por mandato de su divinidad que regía la ciudad; existía
además un consejo de ancianos que pertenecían a las clases dominantes; esta falta de
unidad política fue la causa de sus continuas guerras entre las ciudades-Estado que
provocaría su posterior decadencia. La sociedad sumeria estaba claramente dividida en
clases, las clases gobernantes con los Patesis a la cabeza; las clases sacerdotales de los
Ensi; los escribas; los militares, los agricultores, los artesanos, y al final de la escala social
los esclavos. La comunidad rural debía pagar impuestos a su monarca, el diezmo o la
décima parte de su producción a los graneros del rey y a sus dioses. Para la construcción
de templos y palacios se empleaba la mano de obra esclava. Estaba muy desarrollada la
noción de propiedad privada de la tierra controlada por familias extensas cuyo proceso
de acumulación lo hacían a través de las guerras o el control del agua, proceso de
acumulación que ampliaba estratificación social y hacia conflictiva la división de la
sociedad en clases.
Los sumerios fueron los primeros en descubrir los principios de la agricultura, la relación
entre la semilla, el suelo el agua y el ciclo climático anual; la cebada fue su principal
producto que sería empleado también como moneda; sin embargo el modelo de
agricultura intensiva que implementaron, inicia una práctica ecocida antiecológica que se
ha preservado y agudizado hasta el presente, puesto que creían en la inagotabilidad de los
recursos, en la infinita fertilidad de la diosa tierra que les daba todo lo que ellos recogían,
práctica que después contribuyo a la desertización de la región. Para mejorar la
agricultura, los sumerios desarrollaron conocimientos para el manejo de los ríos a través
de grandes obras de ingeniería hidráulica para la construcción de diques, canales de
avenamiento, embalses y presas para transportar y almacenar el agua y fertilizar sus
tierras; para el almacenamiento de granos construyeron grandes edificios llamados
graneros que estaban cerca de los templos y las casas. Desarrollaron la domesticación de
animales e iniciaron la ganadería, criaban ovejas, cabras y cerdos, este último considerado
impuro y que solo comían los pobres. Todo el saber sobre el trabajo agrícola, pastoril, y
de los metales, se encuentra en “El Almanaque del Agricultor”, uno de los textos más
antiguos de la Mesopotámia que tiene profundo valor etnográfico, puesto que allí se
realizan detalladas descripciones sobre estas prácticas que fueron la base de su economía.
(Carter. Op. Cit.: 15 / Meadow. Op. Cit.: 162).
Uno de los grandes progresos técnicos que aportan los sumerios, está dado por el
descubrimiento del principio de la rueda, que fue inicialmente aplicado al desarrollo del
transporte, aparece así el carro tirado por asnos para uso cotidiano, pero luego será
empleado con fines militares como carrozas de guerra; la rueda posibilito también
impulsar la actividad alfarera, pues el descubrimiento del torno del alfarero, les permitiría
la elaboración de vasijas con mayor rapidez, más perfección y en consecuencia, un
aumento notable de la producción.
Con relación al arte de los sumerios, este se caracterizó por un carácter más vívido que
otras civilizaciones. Se destaca el trabajo alfarero, construían ladrillos secados al sol o
cocidos en horno para la construcción de sus casas. El arte cerámico es notable, trabajaron
inicialmente con la técnica del modelado a mano, las piezas eran decoradas
individualmente; luego, el torno del alfarero les permitirá la estandarización en la
confección y decorado de piezas; conocían ya el trabajo de la cerámica policroma para el
que empleaban finísimas pastas bellamente adornada cuya temática es esencialmente
abstracta geométrica y naturalista, se destacan las esculturas de arcilla representando
figuras femeninas zoomórficas que demuestran la importancia al culto de Innin su diosa
de la fertilidad; esculpían además estuantillas que representaban a sus distintos dioses o
demonios para el culto familiar, como también a sus autoridades, ahí se encuentran los
retratos más antiguos que se han conservado; en cerámica trabajaron también las cuñas
para la escritura así como los sellos para el registro de la contabilidad de sus negocios.
Una de sus más altas expresiones del arte lo testimonia el famoso ”Estandarte de Ur” un
monumento en forma de facistol que representa en sus cuatro caras a base de un mosaico
de marfil sobre lapislázuli, que narra gráficamente múltiples escenas de las dos caras de
la vida sumeria, la paz y la guerra. (Carter. Ibid / Meadow. Op. Cit.: 165).
Conocían en trabajo de los metales y emplearon el uso de moldes, fabricaron bellísimas
joyas en oro, perlas, cornalina y lapislázuli. Una muestra elevada de su arte fueron los
magníficos instrumentos musicales, liras, arpas, que los empleaban en sus celebraciones
y en sus fiestas. Los sumerios son la génesis de la arquitectura urbana y de la arquitectura
vertical que caracterizaron las construcciones sagradas mesopotámicas, los templos
sumerios llegaron a tener las dimensiones y belleza de las catedrales góticas: otro ejemplo
de su mega arquitectura son los zigurats gigantescas torres de varios pisos, como la
famosa Torre de Babel de la que se habla en la Biblia.
LOS BABILONIOS
Patricio Guerrero Arias
La sabiduría es una carrera hacia lo mejor de lo mejor. Tiene principio pero no tiene fin.
El Amor sin límites, la Rebelión contra la injusticia, y la Libertad sin ataduras, son
manifestaciones del hombre divinizado.
Que valor tendría la Vida, si no tendría la dicha de ser bendecida por la mano del Amor?
Guráieb
A finales del tercer milenio penetran procedentes de Arabia, en la región de Sumer tribus
elamitas y en la región de Acad tribus amoritas de lengua semita, que ocupan todo el valle
mesopotámico, la lucha entre estas dos tribus se define con el triunfo de los amoritas, que
traerá como consecuencia el surgimiento de Babilonia (la puerta de los dioses), heredando
mucho de los aportes culturales se los sumerios, lo que permitirá que en muy poco tiempo
se vuelva un gran imperio político, económico y cultural, cuyo mayor esplendor será
alcanzado durante el reinado de Hammurabi. (1792-1750 a.n.e.). Babilonia emplazada en
una región desértica junto al rió Eufrates, conocida por sus extraordinarios jardines
colgantes y su Bíblica Torre de Babel, fue la capital de un imperio que duro 1500 años.
(Carter Op. Cit.: 33 / Manfred. Op. Cit.: 23)
Todo esto determino la necesidad de dictar leyes que regulen los contratos y las
transacciones económicas, así como la conducta social, encontrando su más alta
expresión en el surgimiento de El Código de Hammurabi, considerado la más temprana
colección de leyes que se conocen en la historia, en la que se expresa su visión del orden
moral y la ley, para regular las ofrendas a los dioses y las relaciones entre las personas, la
defensa de los huérfanos y las viudas. Uno de sus preceptos morales prescribía lo
siguiente “Si un hombre acusa a otro de adulterio con la esposa de un hombre libre y el
acusado ha sido absuelto por la prueba del río, el demandante pagara veinte shekeles de
plata” (Wheeler. Op. Cit: 24). Se pude encontrar aquí la génesis de un sistema de Derecho,
de la normatividad legal, y por ello se considera a Hammurabi, el primer legislador de la
historia. El Código de Hammurabi está tallado en un poste basáltico y cuenta con 282
artículos llamados “Decretos de equidad” que se promulgaba bajo la protección de
Shamash dios solar de la justicia; el Código tiene un enorme valor antropológico, pues
nos permite comprender la estructura económica, política y social del imperio Babilónico.
Según la mitología Babilónica todas las cosas surgieron de la fusión del agua dulce con
el agua salada. Las divinidades originarias fueron Anu el poderoso y Ea de superior
inteligencia y padre de Marduk. Tiamat la gran diosa madre soberana del mar y
representante del caos a la que Marduk destruyo en feroz batalla con tormentas y vientos
terroríficos y utilizó su cuerpo para crear el mundo y proclamarse como el dios supremo,
dios de dioses; Marduk gracias al poder de la palabra, ordena el caos, separa los elementos
y organiza el mundo celeste y determina las funciones subalternas para los otros dioses;
de igual manera, mezclando sangre del dios Kingu con arcilla e insuflándole el soplo de
la vida, Marduk crea la humanidad; acontecimientos que se narran bellamente en una de
las obras más monumentales de su literatura “La Epopeya de la creación”. (Coppel. Op.
cit.: 49).
Entre otros dioses podemos encontrar además a; Ishtar llamada también Astarté la diosa
del amor, la fertilidad y la naturaleza, ella descendió al Hades o infierno para devolverle
la vida a Tammuz su amante muerto, mito que simbólicamente representa el renacimiento
de la vida de las plantas en primavera, después que estas mueren en el invierno. Las
conmemoraciones religiosas eran celebradas por varios días, siendo la más importante la
del Sabbath la conmemoración de año nuevo que duraba de 15 a 20 días. (Carter. Op.cit.:
34).
Entre los babilonios estaba muy desarrollado el culto a los muertos, creían en la
supervivencia del alma después de la muerte, así como en la existencia de un infierno o
Hades al que llamaron “lugar al que no se puede ir”; el alma de los muertos según haya
sido su conducta terrena, subía a un monte para encontrase con su propia conciencia, allí,
se metamorfoseaban en un nauseabundo brujo si había obrado mal, o en una radiante y
luminosa joven si había obrado con virtud; el alma era sometida a un juicio, luego del
cual debía recorrer un puente tendido sobre los abismos de los infiernos, el injusto caía
para siempre al infierno, mientras que el virtuoso, llegaba la otra orilla para gozar de la
vida feliz del reino celeste. (Coppel. Op. cit.: 50).
Dentro de las contribuciones a las matemáticas, a partir de los aportes hechos por los
sumerios, desarrollaron las cuatro operaciones matemáticas, conocían los números
quebrados simples, la elevación al cuadrado y al cubo y la extracción de la raíz cuadrada
y cúbica; conocían el sistema sexagesimal del que perdura la división de la circunferencia
en 360 grados el sistema decimal subsistió con otro basado en el número 60 y subdividido
en 12, un sistema de signos cuneiformes representaban los números hasta el 59 que podían
añadirse al símbolo que representaba el 60. Calcularon la órbita de cinco planetas
observando los ciclos lunares y establecieron el calendario, un año lo dividían en meses,
un mes en días, un día en 12 roms equivalente a 12 horas y la hora en 30 minutos, el rom
se subdividía en minutos y estos a su vez en segundos. Alcanzaron también notables
progresos en la ciencia médica y en la cirugía. (Carter. Ibid)
LOS ASIRIOS
Sun-Tzu
Lao-Tsé.
Rabindranath Tagore.
La civilización Asiría tuvo su centro en el rio Tigris al norte de Babilonia. Son conocidos
como invencibles conquistadores como los supremos señores de la guerra y a veces se
habla de ellos solo por su crueldad, sin embargo gracias su profundo interés por la cultura,
pudieron almacenar información en grandes bibliotecas, gracias a las cuales podemos hoy
conocer la historia de las civilizaciones mesopotámicas.
Los Asirios disponían de tierra menos fértil que sus vecinos sumerios y babilonios y por
ello, ante la necesidad de la sobrevivencia de una población cada vez más creciente, se
vieron obligados a convertirse en un pueblo guerrero, que ataco y venció a pueblos
vecinos logrando así crear un gran imperio militarista que les permitió conquistar Siria y
Fenicia, los reyes de Tiro e Israel les pagaban tributo; el imperio asirio incluia la parte
central y oriental de Asia Menor, Mesopotamia, Siria, Palestina y parte de Egipto, que
para aquellos tiempos constituía un verdadero imperio mundial.
Los Asirios emplearon como estrategia de dominio, respetar las tradiciones y cultura de
los pueblos que sojuzgaban, al conquistar una ciudad conservaban sus bibliotecas y
hacían que sus escribas traduzcan esos conocimientos a su lengua Asiria, a fin de que ese
conocimiento pueda ser enseñado y aplicado. La biblioteca de Asurbanipal en Ninive,
constituye una de las más monumentales bibliotecas del mundo que coleccionaba y
sistematizaba los conocimientos registrados hasta la época, estaba clasificada en
secciones destinadas a los conocimientos sobre la didáctica de montar a caballo, sobre el
arte de la guerra; sobre matemáticas, astronomía, física, medicina, religión, historia, arte
y literatura, es por ello que se le considera una de las bibliotecas más importantes en la
historia de la acumulación del saber humano; gracias a la preocupación intelectual de este
rey, hemos podido acercarnos al conocimiento actual de la ciencia, la literatura y el arte
de la civilización mesopotámica.
La principal capital del imperio Asirio fue Asur y posteriormente Ninive ciudades
monumentales que se destacaban por sus grandes construcciones arquitectónicas, fueron
imponentes sus templos y zigurats, construyeron palacios con accesos flanqueados por
toros alados con cabezas humanas, y en cuyos muros dejaron inscrito en piedra, un
recuento de sus hazañas militares.
Desde el punto de vista socio político, Asiría era un estado militarista esclavista regido
por la autoridad suprema de un rey guerrero cuyo poder provenía directamente del dios
supremo de la guerra Asur, a quien teórica y prácticamente pertenecía la tierra, la misma
que donaba a sus funcionarios y soldados veteranos en pago por sus servicios. El
esclavismo estaba cruelmente institucionalizado y el comercio de esclavos era una
actividad muy desarrollada, millares de prisioneros trabajaban en calidad de esclavos en
las propiedades del rey, así como en las obras de construcción de palacios templos y
demás obras públicas.
Asiría dado su carácter guerrero, era famosa por su organización militar disponía de una
sólida estructura en el ejército compuesto por varias unidades: carros de guerra tirados
por dos caballos, los asirios son los primeros en incorporar a la guerra unidades de
caballería, infantería dotadas de armas ligeras y pesadas, zapadores, artillería de asedio
armados de catapultas y arietes
El arte Asirio estaba igualmente influido por el arte sumerio y babilónico, aunque los
relieves que hablaban de sus hazañas militares y decoraban los muros de sus palacios y
templos, son exclusivamente asirios, llegaron a dominar el trabajo de escultura en piedra,
a ser expertos en el tallado de relieves, conocían la fuerza expresiva de la línea y la
perspectiva, lo que hizo posible que la escultura Asiría sea considerada como todo una
arte narrativo, pues esculpieron allí, verdaderos poemas de piedra y documentos
históricos que nos hablan de tres momentos importantes de la vida Asiría, la guerra, la
caza y sus rituales religiosos. Desarrollaron también esculturas y relieves en otros
materiales como en marfil y bronce con fines decorativos familiares, los mismos hacían
referencia a los tres temas básicos, y se pueden ver numerosas figuras de deidades
femeninas, que muestra la importancia de los ritos de fertilidad.
La cultura Asiría no puede considerarse como autónoma, puesto que gracias a sus
conquistas militares y lazos comerciales, fueron los propagadores de la cultura sumeria y
mesopotámica, en definitiva se puede afirmar que, las leyendas, la literatura, el arte, la
historia y todo el sistema cultural de los asirios, fueron heredadas de la civilización
sumeria y babilónica.
EGIPTO
Un hombre de corazón violento solo puede ser un agitador, al igual que un charlatán;
si quieres ser fuerte, hazte el artesano de tus frases, moldéalas, pues el lenguaje es el
arma más poderosa para quien sabe manejarlo.
Quien sabe escuchar actuara bien. Escuchar es lo mejor de todo, no hay mejor tesoro.
Solo el corazón nos lo ofrece.
Situado en África Nororiental a las orillas del río Nilo, cuyo valle gracias a las periódicas
inundaciones del río (de julio a noviembre), tiene un suelo feracisimo en condiciones muy
idóneas para el surgimiento muy temprano de la agricultura; los egipcios dependían del
Nilo para la organización de toda su vida, por ello los antiguos decían que el valle del
Nilo era Egipto. Su existencia como civilización, es la de más larga duración que alguna
otra haya tenido, abarca un periodo que va desde los años 3.100 al 322 a.n.e., dentro de
las cuales se sucedieron 31 dinastías reales, según la periodización de los historiadores
que la dividen en tres grandes periodos: Imperio Antiguo, Imperio Medio e Imperio
Nuevo. (Manfred. Op. cit.: 15)
El pueblo del antiguo Egipto se formó con tribus que poblaron el valle nilótico desde hace
miles de años, se dedicaba principalmente a la agricultura, aunque también a la caza y la
pesca; con el fin de trabajar juntos para aprovechar los recursos como el agua, se formaron
los nomos que eran agrupaciones de familias más o menos grandes de comunas que
estaban regidos por un gobernador, cada una tenía sus propios nombres, costumbres y a
veces su dialecto. Los jefes de los nomos eran los monarcas, de la unión de los diversos
nomos surgieron el reino del norte y del sur que mantendrán continuas guerras hasta que
en el año 3.200, el Faraón Menes logra la unificación de Egipto y la consolidación de un
gran imperio
Los egipcios se caracterizaron por un profundo misticismo patrio, fueron los primeros en
llamar a su tierra “madre patria” y fundaron el primer Estado-Nación esclavista del mundo
sustentada en una desigual e injusta estratificación social. Estaban regidos por un rey-dios
o Faraón, que al contrario de los reyes sacerdotes sumerios que eran considerados
representantes de dios en la tierra, al Faraón era considerado como el mismo dios, el
mensajero de la luz; la estructura de su poder estaba justificada en una jerarquía divina,
pues en la cumbre estaban los dioses, las diosas, los espíritus transfigurados, y junto con
ellos el Faraón y la reina, luego la madre del Faraón y el Visir, el Sumo Sacerdote, el
Consejo de sabios, los altos magistrados, los jefes del ejército, los escribas de la Mansión
de los Libros, era en la Escuela de los escribas, donde se preparaba la futura edite del
imperio; seguían una infinidad de funciones desde el Director del Tesoro, hasta los
Inspectores de los graneros y los canales; así como los representantes del faraón en el
extranjero que se encargaban de hacer cumplir su voluntad. (Jacq. 1995: 26-27)
Los sacerdotes gozaban de una enorme influencia frente al Faraón y la nobleza, al ser
considerados intermediarios de lo sagrado, estos legitimaban las acciones políticas del
Faraón, el mismo que pagaba sus servicios con espléndidos regalos y remuneraciones por
ejemplo a los sacerdotes del templo del dios Amón de la capital egipcia Tebas, luego de
una campaña militar, el Faraón les dio como obsequio tres grandes ciudades del Líbano,
el clero de este templo, poseía más tierras, campesinos y esclavos, que todos los templos
de Egipto juntos. Los sacerdotes cumplían no solo funciones religiosas sino políticas ello
explica el inmenso poder que poseían que incluso trató de limitar el poder del propio
Faraón. Solo fue Amenjotep IV o Amenofis IV que reino desde 1375 hasta 1358 a.n.e.)
quien limita el poder del clero, al implementar una reforma religiosa que llevo a la
abolición del politeísmo y la implementación de una religión monoteísta que se sustentaba
en el culto al dios sol Atón como dios único y verdadero que pasa a ser la religión de
Estado; ordenó además el fin de todos los cultos y el cierre de todos los templos y la
construcción de templos nuevos en honor al nuevo dios y al nuevo culto, el propio faraón
paso a llamarse Ejnatón o Akenatón (el amado de Atón). La reforma de este faraón no se
concreto, por manipulación del clero que veía minado su poder y organizó una rebelión,
que fue sofocada, pero luego de la muerte del Faraón, su reforma quedo en nada y más
bien se incrementa el poder absoluto del clero, así obligaron a su segundo sucesor Ramsés
II (1317-1251 a.n.e.) a restaurar la antigua religión politeísta, y además, habían duplicado
la extensión de sus tierras, así como sus posesiones y beneficios; impusieron además el
cargo de “Sacerdote Supremo” que tenía independencia del poder real y con carácter
hereditario, lo que les permitía mantener asegurado su poder.(Manfred. Op. cit. : 19-20)
Egipto se convierte en un gran potencia militar con el Faraón Tutmés III quien llega a
conquistar Siria, Palestina, Libia, y Nubia; su ejército estaba conformado por unidades de
artillería con carros tirados por caballos, infantería con hombres armados con arcos,
flechas y lanzas y una nutrida flora de barcos de vela y remo, lo que explica el importante
nivel de privilegios y el grado de poder que gozaba el ejército dentro de la estructura
clasista del Estado egipcio.
Los campesinos de las comunidades agrarias estaban administrados por un Consejo, que
era el encargado del cobro de los tributos y de la distribución de los “trabajos reales”
como se llamaba a la prestación laboral obligatoria que debían cumplir todos los
campesinos. Los artesanos tenían un lugar destacado, en Egipto crecieron las
especialidades de las manufacturas existían gremios de panaderos, tejedores, orfebres,
carpinteros, ceramistas, talladores, braceadores de cerveza, carniceros, herreros, etc. Los
esclavos, eran generalmente los prisioneros de guerra a quienes se los llamaba muertos
“vivos” puesto que debían trabajar en condiciones infrahumanas en las tierras de los
amigos del faraón, así como en las monumentales construcciones de sus palacios, templos
y pirámides, las mismas que fueron construidas con el trabajo de millones de esclavos.
A mediados del siglo XVIII a.n.e., se produce en Egipto uno de los hechos históricos más
trascendentes de su historia, la gran insurrección de campesinos, artesanos y esclavos en
todo el país, como respuesta al carácter esclavista del Estado egipcio, insurrección que
condujo al derrocamiento del faraón, a la expulsión de los palacios a las clases
dominantes, arrojaron las momias de los faraones de sus pirámides y tumbas y se
apropiaron de sus riquezas, se apoderaron de los bienes de los almacenes reales y de los
templos y repartieron entre el pueblo los bienes y tesoros encontrados, destruyeron todas
las listas de tributos e impuestos, los insurrectos se instalaron en la casa de los nobles, se
vistieron con sus ropas y les obligaron a trabajar para ello; un antiguo documento egipcio
dice que aquel día, “la tierra giró como el torno del alfarero” refiriéndose a uno de los
acontecimientos más importantes de la lucha antiesclavista que registra la historia .
(Manfred. Op. cit: 18-19).
Actualmente perduran en Egipto unas setenta pirámides de las cuales la más conocida es
la pirámide de Keops (Khufu) construida hacia el 2500 a.n.e. en homenaje al rey Keops
(Khufu), tiene en la base un polígono cuyos lados miden 230 mts. cada uno, lo que
equivale a seis campos de fútbol; tiene una altura de 146,5 mts, en su construcción se
emplearon 2.300.000 bloques de piedra de dos toneladas cada una, en su construcción se
demoraron 20 años y trabajó toda la población rural y esclava con turnos de 100.000
hombres cada tres meses, la base de la pirámide es un cuadrado perfecto con un margen
de error de más o menos 15 milímetros, lo que testimonia del nivel al que habían llegado
los egipcios en la arquitectura y la agrimensura. (Carter. Op. cit.: 18 / Manfred. Ibid).
La agricultura era una de las actividades importantes para su subsistencia, la misma que
garantizaba que nadie se muera de hambre por eso existía la obligación de trabajar en el
campo, aunque dada la escasez de lluvias, la agricultura dependía del caudal de agua del
Nilo, lo que determino que desarrollaran un complejo sistema para la medición de su
caudal, a fin de poder prever el estado de su actividad agrícola. Desarrollaron además un
complejo sistema de canales de regadío, diques y represas para almacenar los sobrantes
de las periódicas inundaciones del río, se destaca la construcción del llamado “oasis de
Fayum”, obras que alcanzaron su apogeo en el Imperio Medio. La necesidad de optimizar
el trabajo agrícola, condujo a los egipcios a convertirse en verdaderos ingenieros
hidráulicos y científicos, para ello estudiaron matemáticas para medir con precisión,
interpretaron correctamente los ciclos agrícolas anuales y las estaciones y calcularon el
año en 365 días.
La economía egipcia se basaba además en el cobro de tributos, los mismos que eran
calculados por los escribas, quienes asignaban los fondos a las diversas instancias del
gobierno para financiar los planes de desarrollo. Establecieron además a lo largo del Nilo,
dado que este era una ruta comercial de gran importancia, puestos de vigilancia que
funcionaban como las actuales aduanas.
El panteón egipcio, estaba poblado de más de 2 mil divinidades, pero dos eran los dioses
supremos: Ra el dios del sol con cabeza de halcón y Osiris el dios de los muertos,
divinidad suprema símbolo de todo lo bueno. Según su mitología, Osiris fue asesinado y
despedazado por su hermano gemelo Seth, quien esparció sus pedazos por todo Egipto,
la esposa de Osiris, que era su hermana Isis recompuso su cuerpo y así logro que renaciera
a la vida y se convierta en el dios de los muertos: es por esto también, que Osiris e Isis
son considerados dioses de la fecundidad, su culto era un culto de la naturaleza que
expresa los ciclos continuos del renacer de la vida. El relato de la muerte de Osiris y su
resurrección simbolizaba las mutaciones de la semilla que después de ser enterrada,
resurge a la vida con una nueva forma como planta para continuar alimentando otras
formas de existencia, por ello los cultos a estos dioses durante los ciclos agrícolas se los
hacían con fantásticas obras teatrales, música canto y danza. Osiris, Isis y el hijo de ambos
Horus dios del cielo con cabeza de halcón, que mato a Seth para vengar a su padre y paso
a convertirse en señor de toda la tierra, constituyen la trinidad suprema que rige el panteón
egipcio. (Carter. Op. cit. : 21 / Manfred Ibid. / Coppel. 1971: 36-37)
Entre sus otros dioses podemos encontrar además: Amón el dios sol y creador del mundo
cuyo culto fue introducido por Amenofis IV y desplazo a Ra del poder divino. Anubis el
dios juez del alma humana con cabeza de chacal y asistente de Osiris e Isis en el mundo
de los muertos, era quien presidía los ritos funerarios en la sala de la doble Maat “de la
justicia y la verdad” para “la evaluación de la diferencia” como se dice en el Libro de los
Muertos, para distinguir los justo de lo injusto, para lo que se pesaba el corazón de los
muertos en una balanza en cuyo extremo estaba una pluma que simbolizaba la verdad y
la justicia, si la balanza estaba en equilibrio el muerto que había sido justo merecía pedir
a Osiris la inmortalidad y vestir la túnica de la celeste felicidad, para poder entrar en la
vida futura; los injustos en cambio, eran devorados por Ammit el “devorador de los
muertos”, horrible monstruo triforme que devoraba el corazón del muerto si resultaba
demasiado liviano.
La diosa Maat, era la que encarnaba la regla a la que debía ajustarse la justicia de los
hombres, por ello todo juez ante de iniciar una audiencia debía empezar haciendo un rito
de veneración en su honor. Kropri el dios escarabajo, símbolo del renacimiento y
resurrección constante de la vida, por eso colocaban escarabajos encima del corazón de
la momia como garantía de que renacería a la vida. El dios Toth el escriba, mensajero de
los dioses que tenía cabeza de ibis, inventor de todas las ciencias y las artes, dios de la
luna y guardián de los documentos divinos. Mut su nombre significaba madre y muerte
al mismo tiempo, era la que determinaba la salud y la enfermedad, por eso le rendían culto
los médicos, para que les ayude en su combate contra la diosa Sekhmet terrorífica leona
que cada año intentaba destruir la humanidad, a través de hordas de gérmenes nocivos de
miasmas y enfermedades, que se extendían por toda la tierras para sembrar el dolor y la
muerte, los médico debían rendirle culto, pues solo ella era la única que les podía enseñar
el arte de curar y el secreto de los remedios. Hathor diosa del cielo con cabeza de vaca,
protectora de las mujeres y de los muertos, diosa del amor, la alegría y la diversión. Seth
dios dueño de la tempestad y del poder cósmico y de todos los animales. Nepthys la diosa
protectora. Sobek dios de los cocodrilos. Amón señor de los tronos de los dos países, etc.
(Carter. Ibid / Manfred. Ibid. / Coppel. Op. cit: 39 / Jacq. Op. cit: 72)
Una de las manifestaciones más importantes de la cultura egipcia fue el culto de los
muertos, cuya mayor expresión la encontramos en el arte de la momificación o
preservación de los cadáveres, para lo cual extirpaban el cerebro y demás órganos internos
a excepción del corazón, luego metían el cuerpo, pero menos la cabeza, en una solución
de sal o natrón durante varias semanas, luego lo lavaban y cubrían con substancias
protectoras y lo envolvían en vendajes, todo el proceso duraba unos 70 días. Se momificó
también animales. La momificación o embalsamamiento de los cadáveres fue todo un arte
y respondía no a la creencia de la resurrección de la carne como erróneamente se cree,
sino más bien porque creían que el Sahu o cuerpo espiritual, solo podía germinar del
cuerpo físico, de ahí la necesidad de preservarlo, ya que la idea de que un hombre sea
tragado por la nada, horrorizaba a los egipcios, más bien la muerte para ellos, abría la
posibilidad de que su espíritu Sahu pueda entrar a la tierra de la celeste felicidad eterna.
Los egipcios gracias al arte de la momificación de los muertos, aportaron enormemente
al desarrollo de la medicina, puesto que haría posible un profundo conocimiento de la
anatomía humana, así como también el avance de algunas prácticas médicas como la
cirugía.
El secreto del médico es el secreto del corazón. De él parten los visibles e invisibles
vasos que van a todos los órganos y a todos los miembros. Por eso el corazón habla en
todo el cuerpo.........
El arte egipcio se destaca por su diversidad de formas y expresiones, con un estilo cargado
de una perspectiva mágica y llena de misterio. La arquitectura egipcia alcanzó notable
desarrollo, especialmente con la construcción de las pirámides, así como de sus templos
y palacios. También desarrollaron la escultura cuya expresión más notable es la escultura
de Ramses. La orfebrería alcanza su cúspide en la máscara de Tutankamon y las joyas
encontradas en su tumba que fuera descubierta por Howard Carter. La pintura es una de
las muestra más impresionantes de su arte, los egipcios pintaron toda su vida y visión del
mundo para decorar las paredes de sus palacios, pero especialmente sus tumbas, el interior
de sus pirámides; en las tumbas de los nobles aparecen descritas con bellísima policromía,
escenas de la vida cotidiana; mientras que en las monumentales tumbas de los faraones,
solo aparecen estos acompañados de sus dioses, o fragmentos de textos religiosos en
especial del “Libro de los muertos” que se escribieron sobre papiros y eran enterrados
con los muertos, pues se creía que servía como talismán mágico que protegía de todo mal
al difunto en su viaje al mundo futuro. El arte funerario plasmado en las pinturas de estas
tumbas, se ha convertido en un verdadero documento de profunda importancia
antropológica, puesto que nos ha permitido leer la historia, social, política, económica,
religiosa, cultural de la civilización egipcia.
Uno de los grandes aportes de la cultura egipcia fue la invención de la escritura jeroglífica,
cursiva o simplificada sobre papiro, una planta acuática del mismo nombre abundante en
todo Egipto. Al disponer del papiro en lugar de arcilla, los egipcios no emplearon la
escritura cuneiforme, sino que emplearon pictogramas que fueron evolucionando hasta
convertirse en sencillos jeroglíficos. Para las inscripciones sobre piedra empleaban
jeroglíficos. Los primeros jeroglíficos eran pictogramas en los que se había intensificado
la abstracción por razones de simplificación, los mismos que aún se preservan en los
templos, tumbas y palacios donde fueron tallados, siendo los encontrados por
Champolión en la “Piedra de Roseta”, una de las muestras más notables que se conserva.
Ama los libros como a tu madre, nada los supera; los libros de los sabios son
pirámides, el escritorio es su hijo. Escucha los consejos de los que saben más que tú,
lee sus palabras, que se mantienen vivas en los libros; hazte un hombre instruido. Para
se Escriba es necesario que no seas perezoso ni ocioso; no causar daño a nadie, no
atormentar de corazón, no dejar a otro en la pobreza y el sufrimiento. Coloca el
conocimiento en tu corazón.
La fábula constituía un eje importante de su rica literatura, la misma que era empleada
para la transmisión de valores y profundas enseñanzas morales; este género tubo enorme
influencia en las demás civilizaciones a tal punto que el mismísimo Esopo, se inspiró en
las fábulas Egipcias, así como en tiempos más cercanos lo hizo también La Fontaine; nos
parece muy oportuna para concluir nuestra aproximación al Bioverso cultural de Egipto,
citar a modo de ejemplo, esta hermosa fábula egipcia, que consta en los ya citados “Libros
de la Sabiduría de los Escribas” (Cit en Jacq. Op. cit: 84).
Cada uno debe permanecer en su lugar. Cuando se quiere desempeñar un papel que no
se domina, se corre el riego de dar un paso en falso y lamentarlo amargamente.
LA INDIA
Patricio Guerrero Arias
Proverbio Hindú.
Aferrarse a la ira, es como agarrar un carbón ardiente con la intención, de
arrojárselo a alguien: pero es uno el que se quema.
Buda.
El amor es la fuerza más poderosa y sin embargo, es también la más humilde de que
dispone el mundo.
Gandhi
Si bien la historia de la India se pierde en la nebulosa de los tiempos al igual que la historia
de Mesopotamia, se sabe que estuvo habitada originariamente por tribus Drávidas que
alcanzaron un nivel de desarrollo parecido al de la cultura Sumeria. Su población se
dedicaba a la agricultura de regadío cultivaba trigo y cebada y a la ganadería, conocían la
oveja, el cerdo y el búfalo y domesticaron también el camello y el elefante. Construyeron
grandes ciudades siendo las más importantes Mohenjo Daro y Harappa de calles anchas
y rectas y con canalización para el transporte de agua, sus casas eran de ladrillo cocido y
tenían dos plantas. Estas ciudades fueron importantes centros artesanales y comerciales.
En aquel periodo que los historiadores han llamado Dravídico, la India no constituía un
Estado unificado, sino que estaba dividido en pequeños reinos y principados. La sociedad
dravídica, estaba ya estructurada en una embrionaria división en clases. La existencia de
la escritura dravídica, nos habla del desarrollo alcanzado por esta cultura.
La religión constituye uno de los pilares básicos de toda la vida espiritual y material de
su cultura. La primera religión conocida en la India es la religión Védica, los Arios
llevaron a la india una cantidad de deidades las mismas que llegaron a sincretizarse con
los dioses dravídicos, para formar así una jerarquía de lo sagrado que dio origen a una
sola y nueva religión, el Brahmanismo, Los Arios eran monoteístas y creían en un dios
omnipotente al que los Vedas llamaron Mahan-Atma o gran espíritu, que luego
transformaron en Brama. Como consecuencia de la reflexión filosófica, vino a
constituirse en la India una nueva religión, que si bien era una continuación de la religión
Védica, pero que a su vez se diferenciaba notablemente de ella, a la que se llamó
Brahmanismo.
Los Vedas son los libros sagrados conocimiento sobre a vida y la muerte del pueblo indio,
en los que se sustentan los principios rectores de la religión Brahmánica, cuya antigüedad
no se conoce con seguridad, pues ellos creen que el poder sagrado de su palabra, se
escuchó desde siempre en la humanidad. Los Vedas están conformados por cuatro
conjuntos de libros: El Rig-Veda; que es el más antiguo e importante contiene más de mil
himnos a los dioses; el Sama-Veda que contienen las melodías sagradas para los cultos
religiosos y los sacrificios; el Yagur-Veda con las creaciones y ceremonial de los ritos y
las fórmulas de los sacrificios; y el Atarva-Veda con las fórmulas mágicas para los
hechizos sacerdotales y los encantamientos. Estos textos se completan con el Código de
leyes llamado El Código de Manú. (Coppel. Ibid).
El Hinduismo
La versión moderna del Brahmanismo, es el Hinduismo, que no es sino una evolución del
mismo pensamiento contenido en los sagrados libros Védicos, pero que al contrario del
Brahmanismo antiguo que era un culto muy cerrado en el que no participaba el pueblo,
sino solo las clases superiores, el Hinduismo, se convierte en una religión popular, lo que
determinó la introducción de diversas deidades populares antiguas que no estaban en los
cultos Brahmánicos, como la sanguinaria diosa Kali. El Hinduismo, si bien mantiene la
creencia en la triada sagrada de Brahma el creador del mundo; Visnú, dios del bien, y
Shiva dios del mal, ha centrado su culto fundamentalmente en Visnú que creen es el dios
que se reencarna cada vez que la religión india está en peligro, así creen que se personifico
a los héroes Rama y Krishna que lucharon protegidos por Visnú contra los invasores Arios
para defender su patria, como se narra en uno de sus célebres poemas épicos, El
Mahabharata, que contiene el bellísimo Bhagavad Gita (canción de dios), y que junto
con El Ramayana son las fuentes fundamentales en las que se puede encontrar bellamente
reflejada la ética Hinduista.
Las cuatro dimensiones del Hinduismo son: Altura: Brama el absoluto. Profundidad: el
alma. Anchura: su universalidad, pusto que el Hinduismo lo abarca todo, aun lo contrario
y lo contradictorio. Unidad: el Hinduismo es la unidad absoluta de todo, animales, el
alma, Dios, el Bioverso. Todo es uno: Dios. (Coppe. Op. cit. :78).
Las personas viles están siempre inclinadas a detectar las faltas de los demás, aunque
puedan ser tan pequeñas como semillas de mostaza, y, persistentemente cierran sus
ojos ante los yerros propios, aunque sean tan grandes como los frutos de vilva.
Por todo esto el Budismo ha sido calificado como “el evento más grande de la historia”,
como”una religión atea”, como “una mística sin religión y una terapia contra la angustia”
(Fiore. 2000: 51), el Budismo está ofreciendo luz para iluminar el mundo de occidente
que enfrenta una terrible crisis a causa de un escepticismo y racionalismo instrumental
exagerados, un modelo civilizatorio depredador y ecocida y carente de ternura, lo que ha
sumido al ser humano en la soledad y el silencio, en la angustia, la miseria y la infelicidad.
El Jainismo
Actualmente como herencia de los antiguos cultos que van desde el Hinduismo, el
shivaismo, el vishnuismo, el budismo, el yoga, está resurgiendo, el Tantrismo, que no
constituye una religión en sí misma, sino que imprime un sentido nuevo a las anteriores,
Tantrismo vienes de los Tantra o libros sagrados, y sus prácticas consisten en una serie
de principios y técnicas mágico-salvificas que permite que el ser humano alcance la
perfección y la salvación y potencie nuevas formas energéticas cósmicas sacrales, a través
del sexo. El tantrismo no es sino la renovación del shaktismo, la antigua religión de la
diosa Shakti la diosa del amor y del placer, esposa y madre de todos los hombres, la que
anima el poder del cuerpo en especial de Shiva; el tantrismo es un retorno a la religión de
la madre Shaktica, es decir de la sexualidad, pues se sustenta en un principio cósmico
femenino, a través de la vía mística lunar erótica, se trata de una forma de sacralización
del eros, elemento fundamental en el culto del Shiva-Ligman (falo) y de la diosa Yoni
(vagina); para el trantrismo, la vida sexual es el vehículo a través del cual los seres
humanos se adecuan a lo divino, para en el ejercicio del placer poder reconstituir la
creatura en su condición original de plena, pues hacer el amor para los tántricos, no es
sino reproducir el momento cósmico de los orígenes que generaron los dioses, es traer la
luz de las estrellas a la tierra. (Fiore. Op. cit. :97-101)
La cultura india ofrece grandes aportes a la cultura humana, existían ya en el siglo III
a.n.e. diversos sistemas de escritura alfabético-silábica. Los aportes a la literatura
universal son monumentales, una muestra de ello son, los Vedas o libros sagrado del
conocimiento sobre la vida y la muerte de los pueblos indios. Además encontramos, los
poemas épicos el Mahabharata que canta la lucha contra los invasores Arios y como
parte de este el Bhabavad Gita (canción de dios); el Ramayana de Valmiki en el que se
entreteje el mito, la leyenda y la realidad, la epopeya narra las acciones heroicas de Rama
un príncipe despojado de su poder y del rapto de su esposa Sita. Otro insustituible aporte,
son los textos de la sabiduría del bosque de los Upanishad; asi como el Kama Sutra en el
que se muestra toda la sabiduría tántrica sobre el arte sagrado del amor, sobre el
conocimiento del cuerpo y la liberación a través del sexo. Los Puranas, los 18 libros del
“antiguo amor” que ofrecen consejos para poder llegar a ser una persona plenamente
humana. Otro texto importantísimo es el Artasastra (Manual de política) escrito por
Kautilya ministro de Chandragupta, en el que se aconsejaba a los reyes las estrategias
para mantenerse en el poder, justificando el uso de la amabilidad o la crueldad, de la
justicia o de la injusticia, o de cualquier otro medio con tal de conseguir sus fines, este es
el primer manual de política que se conoce en la historia y que sirvió de modelo para que
Maquivelo siglos después escriba El Príncipe. El Panchatantra colección de cinco libros
con las más antiguas y bellas fábulas de la literatura sánscrita, en las que se expresa la
profunda sabiduría de Báidaba, filósofo Braman a quien se atribuye su escritura. Los
textos budistas en lengua pali, que comprendían la Tripitaka (“Tres canastos”) y los
Sutras (sermones) que contenían los cuentos y fábulas de Jataka. Todos estos textos, son
verdaderos clásicos de la literatura universal y que constituyen la base de las doctrinas
fundamentales del pensamiento Hindú.
Muchos son los aportes de la India a la cultura humana, pero quizá, el más importante de
todos pensamos, es haber mostrado una rica diversidad de vías, para trabajar en una
verdadera ecología del espíritu, para que el ser humano sea capaz de reencontrarse a si
mismo y a sus razones de ser en el mundo, tareas vitales en una civilización como la
nuestra caracterizada por la falta de identidad y de sentido de la existencia, razón por la
que occidente cada vez más necesita volver a aprender de la milenaria sabiduría de la
cultura Hindú.
Bibliografía
SALVADOR LARA, Jorge, Las ideas sociales en los pueblos antiguos. Casa de la
Cultura Ecuatoriana. Quito, 1961.
VIARA, Ana María, Las civilizaciones antiguas. Ediciones mensajero. España, 1973.