ESTÁS EN EL CIELO

Alabanza al Dios del cielo ¡Aleluya, alelu, aleluya!...

- Orar con el salmo 147 -
¡Aleluya! ¡Gloria al Señor!
El cielo proclama la gloria de Dios
y el firmamento pregona la obra de sus manos.
El día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra.
Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del mundo su mensaje.
¡Aleluya! ¡Gloria al Señor!
Alabado seas, Dios nuestro,
porque todo cuanto existe es obra de tu amor.
Alabado seas porque has dejado en tus obras
la huella de tu presencia.
Alabado seas, Dios nuestro,
porque has creado un mundo hermoso
para que el hombre viva en paz y serenidad.
¡Aleluya, alelu, aleluya,
aleluya, aleluya!
¡Aleluya! ¡Gloria al Señor!
Que te alaben los hombres que habitan
toda la superficie del planeta:
varones y mujeres,
mayores, jóvenes, chicos, niños...
Que te alaben a Ti: Origen de la vida,
guía, camino y meta
de todos los humanos.
¡Aleluya! ¡Gloria al Señor!
Alabado tu nombre, el más sublime,
dueño de cielo y tierra,
que no quieres las cosas para ti:
¡Nos las has dado!
[Todos] ¡Aleluya! ¡Gloria al Señor!
Alabado seas, Señor, ahora y siempre.
Alabado, Señor, en medio de tus fieles.
Con nuestro corazón hoy te cantamos,
viendo tu inmensa gloria
aquí en la tierra
y en tu casa del cielo.

¡Aleluya, alelu, aleluya!...

¡Aleluya! ¡Gloria al Señor!
Alabado seas, Dios nuestro,
por el coro de tus ángeles. Palabra de Dios
Alabado seas, Dios nuestro, en lo alto del cielo,
"Tú estas en medio de nosotros, Señor; tu nombre
alabado en lo profundo de los mares. ha sido invocado sobre nosotros: no nos abandones,
Alabado seas por el hermano sol Señor, Dios nuestro".
y por la hermana luna.
Alabado seas por las estrellas lucientes, Canto para interiorizar:
alabado por los espacios y por las aguas.
Nada te turbe,
¡Aleluya! ¡Gloria al Señor! nada te espante.
Alabado seas, Dios nuestro, desde la tierra: Quien a Dios tiene
que te alaben los mares y los ríos, nada le falta.
las lluvias y la nieve, la bruma y las tormentas, Nada te turbe,
el viento huracanado y la suave brisa; nada te espante.
que te alaben los montes y colinas, Sólo Dios basta.
los árboles frutales, los chopos del camino,
los pájaros del parque y la alameda,
los animales todos.
 Súplica
Porque somos pequeños...
- Te necesitamos, Padre nuestro.
Porque estamos indefensos...
- Te necesitamos, Padre nuestro.
Porque....
- Te necesitamos, Padre nuestro.
Reconocimiento
Tú no eres, Señor, un Dios lejano.
Tú estás lejos y estás cerca.
pero sobre todo cerca.
Tú te has acercado tanto
que te has hecho como nosotros.
Has vivido entre nosotros,
con nosotros,
por nosotros...
Te damos gracias por ello,
pero también queremos recordar
aquello que nos dijiste:
que sigues a nuestro lado.
Es cierto:
creemos que Tú estás en cada uno,
habitando en nuestro interior,
en lo profundo de nuestro ser.
Desde dentro nos ayudas
a amar cada vez con más fuerza
y a conocer ese amor
que Tú nos tienes.
Tú vives en nosotros.
Reconocemos
que no estás lejos,
porque nos has dejado tu Espíritu.
El trabaja con nosotros
para hacer una historia más humana.
El nos empuja
a dar la Buena Noticia
a los pobres.
Y sabemos
que estás en lo pequeño.
Gracias por el aliento
que nos das con tu presencia.
ayúdanos a acordarnos
con más frecuencia de ti.
Padre que estás en la tierra
Padre nuestro del cielo
que tienes la familia aquí en la tierra.
Que nadie niegue que eres Padre
por ver que nuestro corazón se cierra.
Al contrario,
que todos te conozcan
porque nosotros somos
luz y sal en el mundo,
paz y esperanza en medio de las guerras.
Que hagamos lo que quieres:
dar vida y esperanza a todos los humanos;
pero más, a los desheredados,
a los que el mundo deja
sin hogar y sin mesa.
Danos pan, fe, corazón y saber compartir...
Que al gesto humano
de verdad, de justicia, de honradez solidaria
unamos el perdón.
Que nuestra vida
no promueva jamás un día malo.
No nos dejes caer en tentación.