El otoño llega ruidoso

Con viento y lluvia

Baña los montes

Despiadados.
Nací a fines del otoño

Cuando el año recesa

Dando paso al frío

Caen las doradas hojas

De árboles dormidos.
Crujidos de horasca.
Romántico, al otoño cantó Shelley.

Lo hizo Stevenson.

Los Yeats ofrendaron sus palabras

Al otoño neblinoso del Reino Unido.

A algunos el otoño le llena el alma

De dulce melancolía

A otros nos arranca nostalgias

Nos devuelve a esas tardes de lluvia

Cuando pegábamos la mejilla al

Húmedo cristal de la ventana.

Dado que escribo sobre el otoño

En realidad, mi otoño

Pongo de fondo a Vivaldi.

El primer movimiento es un allegro

Épico y glorificado por Cernunnos

Los violines atraviesan el bosque

Como vientos ligeros

Caracolean entre la floresta

Decididos a arrancar toda

La arbórea vestimenta.

Luego volvemos al elogio musical

Una marcha ofrecida

A su majestad

Otoño.
Otoño, querido

Qué Dios

Nos bendiga

Durante tu

Tutela.