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Este documento clasifica los residuos peligrosos en varias categorías principales como corrosivos, reactivos, explosivos, inflamables, tóxicos y radioactivos. Proporciona ejemplos de residuos que caen en cada categoría como ácidos, metales pesados, dinamita, derivados de petróleo, arsénico y residuos nucleares. La clasificación de residuos peligrosos puede variar según la normativa pero generalmente se refiere a los mismos tipos de residuos.
Este documento clasifica los residuos peligrosos en varias categorías principales como corrosivos, reactivos, explosivos, inflamables, tóxicos y radioactivos. Proporciona ejemplos de residuos que caen en cada categoría como ácidos, metales pesados, dinamita, derivados de petróleo, arsénico y residuos nucleares. La clasificación de residuos peligrosos puede variar según la normativa pero generalmente se refiere a los mismos tipos de residuos.
Este documento clasifica los residuos peligrosos en varias categorías principales como corrosivos, reactivos, explosivos, inflamables, tóxicos y radioactivos. Proporciona ejemplos de residuos que caen en cada categoría como ácidos, metales pesados, dinamita, derivados de petróleo, arsénico y residuos nucleares. La clasificación de residuos peligrosos puede variar según la normativa pero generalmente se refiere a los mismos tipos de residuos.
La clasificación de los residuos peligrosos no es unitaria. Por ello,
según la normativa que se tome como referencia, se pueden encontrar un tipo de clasificación u otro. No obstante, en la mayoría de los casos, se tratarán de clasificaciones equivalentes entre sí, ya que los residuos siguen siendo los mismos independientemente del lugar donde se encuentren. De esta forma, podemos considerar la siguiente clasificación como una clasificación general de los residuos peligrosos más comunes:
Residuos peligrosos corrosivos: se trata de residuos
peligrosos que presentan riesgo de corroer cualquier superficie con la que entren en contacto. Por lo general, se trata de residuos compuestos principalmente de ácidos. Residuos peligrosos por reactividad química: en este caso, se trata de residuos peligrosos porque pueden corroer la superficie con la que contacten, o incluso llegar a ser explosivos. Sin embargo, se trata de residuos que, por sí mismos, no son extremadamente peligrosos, pero que sí que podrían llegar a serlo si reaccionan con otras sustancias, por ejemplo el oxígeno. Residuos peligrosos explosivos: se trata de residuos que, como su nombre indica, pueden llegar a explotar si no se gestionan correctamente. Residuos peligrosos inflamables: se trata de residuos especialmente sensibles al calor, por lo que podrían salir ardiendo con facilidad.
Carolina González de la cruz
Residuos peligrosos tóxicos: son residuos cuyo peligro se deriva de la toxicidad para la salud, pueden ser orgánicos o inorgánicos. Residuos peligrosos radioactivos: en este caso, se trata de residuos cuyo peligro se deriva de que emiten radiación.
Ejemplos de residuos peligrosos
Residuos peligrosos corrosivos: estos residuos se caracterizan por ser corrosivos al entrar en contacto con una superficie. Se pueden encontrar multitud de ejemplos, especialmente en lo relativo a los ácidos, como puede ser el ácido sulfúrico. Residuos peligrosos por reactividad química: estos residuos son peligrosos cuando entran en contacto con otras sustancias que los hacen reaccionar químicamente. Se pueden mencionar sustancias usadas en laboratorio, así como muchos metales pesados entre los que cabe destacar el mercurio, el cadmio o el plomo entre otros. Residuos peligrosos explosivos: son residuos que pueden explotar al entrar en contacto con fuentes de calor. El caso más claro sería el de la dinamita o la pólvora. Residuos peligrosos inflamables: en este caso se trata de sustancias que pueden arder con facilidad, llegando incluso a ser explosivos en algunas situaciones concretas. Aquí cabría mencionar sustancias como los derivados del petróleo o el gas natural entre otros. Residuos peligrosos tóxicos: se trata de residuos que son peligrosos para la salud. En el caso de los residuos inorgánicos, cabría mencionar sustancias como el arsénico o el mercurio, que son considerados metales pesados. Mientras que en el caso de los orgánicos el ejemplo más claro lo encontramos en los residuos de centros de salud como hospitales o laboratorios. Residuos peligrosos radioactivos: son residuos que emiten radiación, como pueden ser los residuos a partir de uranio o plutonio. Principalmente, cabe mencionar los residuos producidos en centrales nucleares.