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FERNANDO GONZÁLEZ GORTÁZAR

Arquitectura
pensamientO V Creacion

FACULULTAD
Voy a iniciar con un lugar común que en esta
ocasión dice la verdad estricta: para mí es un
gran honor y una alegria el reunirme con uste
des para reflexionar sobre este asunto tan extra
ño que es la arquitectura. Tendré asíla oportunidad de hacer
una revisión, de ordenar y cuestionar una serie de ideas que
se han acumulado a lo largo de mi vida y que posiblemente,
sin esta oportunidad, hubieran quedado dispersas para siem
pre. Me ha sido importante e interesante recordar lo que he
pensado y creído desde que era estudiante y hasta el día de
hoy. Al revisarlo, veo que algunas ideas se han desechado,
otras se han transformado, y otras, afianzado. En las próxi
mas semanas les pido que las repasemos juntos.
Quiero hacer una dedicatoria: cuando la gente escribe un
libro ohace algunas otras cosas, los dedica: es su manera de
reconocer una deuda, manifestar un sentimiento o simple
mente (pero es algo muy complejo, al mismo tiempo) dar las
gracias. Desde el principio, yo pensé en dedicar esta cátedra
a John Ruskin (1819-I900), influencia clave en mi vida, per
Sonaje central del pensamiento romántico en la Europa (y so
bre todo en la Inglaterra) decimonónica, y de quien este año
Se rememora el primer centenario de su muerte. A los treinta
años Ruskin escribióLas siete lámparas de la arquitectura,
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que todavía nos siguen iluminando. Fue
Fue un artista, un
dor, un utopista social, animador. agitador y pernsa-Es.
tuvo al lado de casi todo lo que valióla
también de cosas que no la valían); postuló la
por combatisupuest
ente. o,
fusión
arquitectura yla escultura, insistióen queel arte debia de laa
der siempre de la naturaleza. Fue no de los padres
tuales del modernismo, del art déco, un lenguaje intelec-
nal, casi universal en la cultura de Occidente, que sin internacio-
-y precisamente por esto se hizo válido
adquirióembargo
distintos en Inglaterra yen Francia,en Estados Unidos matices
Eee
Espa
ña, Finlandia y México.
A la memoria de este hombre apasionante, que murió ha
ce un siglo exacto, quería yo dedicar mi cátedra. Perohoy, muy
lamentable y tristemente, con dolor desde el fondo del alma,
hagouna segunda dedicatoria a alguien que mañana cumpli
rátres semanas de haber muerto. Alejandro Zohn fue de al
gún modo mi hermano mayor, un acompañante de mi vida,
un gran arquitecto que supo conjuntar elcorazón y elcerebro.
Bajo esta doble advocación, bajo la tutela de la inteligencia de
Alejandro y del arrebato de Ruskin, quiero poner mi cátedra.
Me alegra ver aquí, entre la audiencia, a mi amigo Manuel
Larrosa. Manuel ha combatido la idea t¡n divulgada de que
una imagen dice más que mil palabras; ésa es una verdadmil a
medias: hay ocasiones en las que una palabra dice más que
esta
imágenes. Me sumo al combate de Manuel: quisiera que es
cátedra fuese la reivindicación de las palabras y delasideas,
ambas tan desdeñadas por infinidad de arquitectoS. Una de
las ventajas de las palabras es su ambigüedad, su
el dar sitio a la personal. En el
interpretación y a la fantasía
terreno de la arquitectura, pienso que esta casi aniquilaciónextre-
de las ideas por parte de las resultando
imágenes está
ARQUITECTURA: PENSAMIENTO Y CREACIÓN I9

madamente perniciosa, nos está dejando desprovistos de ar


mas para enfrentar a nuestra profesión y sus mil preguntas.
Nose trata de que los arquitectos se conviertan en filósofos,
para nada; se trata de que vayamos menos a la deriva, que
tengamos algún sostén conceptual,velas y anclas para mover
nos o detenernos con seguridad yen el ugar más o men0s
preciso, sin desbocarnos ni derrumbarnos como sucede con
tanta frecuencia.
Laarquitectura ha tenido siempregrandes pensadores. La
modernidad racionalista-funcionalista contó con pocos, pero
tuvo excelentísimos creadores; con elposmodernismo sucedió
a la inversa: tuvo muchos teóricos y ningún gran creador que
yo conoZca. Ojalá pudiéramos propiciar que detrás de todo
creador hubiera un pensador, y viceversa. Afalta de esos res
paldos, han sido las modas, la frivolidad, la rutina, los intere
ses mercantiles y la pereza mental lo que vino a dominar el
panorama.

La arquitectura es algo sumamente importante para to


marla a la ligera; entre otras mnuchas causas, es importante
porque nunca estransitoria. Decir esto puede parecer un dis
parate, ya que existen verdaderas y grandes arquite cturas
efimeras, pero no lo es. No sé quién dijo esta frase que parece
un chiste, pero es sapientísima: "El amnor es eterno mientras
dura". No se trata de una broma: aunque fuese transitorio, el
Uempo que dura el amor es una eternidad: es la eternidad.
Con la arquitectura debesuceder lo mismo. Las "pérgolas" de
Papel picado que suelen poner en los pueblos para las cele
Draciones son una arquitectura eterna: la fuerza que hay alli,
la capacidad de contenernos, la forma de concretar una emo
Clon en un espacio transfigurado por el papel, la forma de
expresar el estado de ánimo de una comunidad... Todo esto
PRIMKRA SESIÓN 24 DE AGOSTO DE 2000

le da uma densidad, un peso, una permanencia


solopuedo calificar de eternidad, aunque la obra cultural
dure que
dias.
Perola arquitectura no sólo nos da la eternidad
cuatro
y
sinoque de hecho es nuestra segunda piel, la burbuiael do cobijo,
de la cual transcurre nuestra vida, inclus0 en los sitios
sitios menos
urbanos y en las sociedades menos evolucionadas.
La arqui-0
tectura siempre está presente y nos da lecciones.
malas. buenas
La arquitectura puede darnos ésa fantasía de la que habla
hace un momento: creo que èsa es la razon por la que sov
arquitecto.Yo pertenezc0, todavía, a la generación que levó E
tesoro de la juventud, una suerte de enciclopedia verdadera
mente propositiva, ingeniosa, alegre, llena de esa condición
estimulante que tantO nos urge. Gracias a ella mis enfernme
dades infantiles eran un paraíso, que luego se convirtió en una
definición vocacional. Cuando leía acerca de edificios mitoló
gicos, como las siete maravillas de la Antigüedad, y sobre todo
de una de ellas, los Jardines Colgantes de Babilonia, yo ima
ginaba una suerte de columpios gigantescos cubiertos de ve
getación exuberante, cosas prodigiosas que una vez más fue
ron luego desmentidas por la realidad, minimizadas cuando.
décadas más tarde, conocí las hipotéticas reconstrucciones de
esos jardines: jqué decepción! Para volver al inicio, aqulas
imágenes destruyeron el milagro creado por las palabrds.
Y estaban el Palacio de Cristal, el Laberinto de Creta, la Cas
de chocolate de Hansel yGrettel. las maravillas de AllClt,
Hospicio Cabañas de Guadalajara, alque yo iba frecuentel
te y que me parecía algo fuera de este mundo..
Todas esas imágenes y fantasías, todos esos estímulos oní-
ricosde las lecturas yde algún cine., como el primer King o
ARQUITECTURA: PENSAMIENTO YCREACIÓN 2I

dochumbrante, o Las minas del rey Salomón, una película de


RvOnturas africanas en la que se iban recorriendo paisajes y
ørupos humanos, faunas, tloras y rocas, aires y dunas...: el
portento, la grandeza, la diversidad, el prodigio del mundo y
el prodigio de la imaginación y del ensueño; y el de la poesía
por encima de todo. He tratado de encontrar en la arquitec
tura el camino para que, como en los cuentos de hadas, estos
sueños se vuelvanrealidad.
Llegué tarde a la vida, cuando el mundo había perdido gran
parte de su enigma. Mi verdadera vocación hubiera sido, se
guramente, la de ser uno de esos exploradores del siglo xrx,
generalmente ingleses aunque también los hubo rusos, fran
ses, alemanes y polacos, que legaban a lugares ignotos y que
eran una mezcla de aventureros, espías e intrigantes políticos,
naturalistas (bellísima palabra que no existe más), antropólo
gos, geólogos, cartógrafos y muchas otras cosas, gente que
tenía esa curiosidad infinita que tanto falta a nuestra arquitec
tura y que iba por el mundo dando cuenta de lo sobrenatural.
Pero aunque ya no queda en el mundo geográfico tantopor
descubrir, sí hay mucho qué inventar, qué crear, qué soñar. La
arquitectura nos permite intentar nuevos mundos, mejores
mundos, públicos o íntimos, espectaculares odiscretos, cálidos
0 cerebrales, excitantes o serenos, solemnes o festivos, racio
nales ofabulosos, como sean, pero siempre buenos, siempre
nobles y siempre justos. La arquitectura nos permite decir cómo
queremos que sea nuestra vida, la personal y la colectiva, y
luego dar los pasos para alcanzarla en alguna medida. No
Portaque la medida sea pequeña: habrá valido la pena. Sin
duda, ésa es la más honda causa para ser arquitecto.
Todos tenemos, desde luego, un número limitado de ideas:
los que ya me han oído en otrasocasiones notarán que repito
muchas cosas. Yo quiero aquí pensar la
es, por encima de todo, plantear
Paul Sartre (otra de mis
arquitect
dudas. Cuando
influencias, aunque no me
ura, yper
murió Jean
unode sus rivales intelectuales dijo de el: "Rara vez
acuerdo con sus respuestas, pero fue casi el
buenas preguntas". Para mí, fue
súnicoimpatice),
ect..,
fue elel mayor elogio que que hizo
ron. Eso es lo importante: hacer buenas le hicie-
preguntas.
asabiendas de que si son
realmente buenas no tienen res-
puesta; 0, mejor dicho, que las respuestas no Son
Hacerlas,
sino transitorias, que n0 son completas sino
tal vez irán apareciendo
definitivas
parciales, y que
fragmentariamente
años... si es que antes no cambian las
a lo largo de los
Dehecho, cre0 que entre mås preguntas.
tas, las certezas que tiene una numerosas son las respues
persona, más debemos dudar
de su inteligencia. La gente
segura de muy pocas cOsas, yverdaderamente inteligente está
la gente sabia, de ninguna; ysi
en algún momento cree estar segura de
algo, sabe de antema
no que eso va a cambiar mañana,
cuando tenga una respues
ta mejor, y así sucesivamente. Creo gue ése
era el sentido de
la frase de Sócrates: "Yo sólo sé que no
sé nada": él sabia que
sabía, pero también que ese saber era
efímero
visión al día siguiente. Es lo que Nicolás de Cusa
y sujeto
lamo la
docta ignorantia, la ignorancia sabjao la magnífica ignorancla
de los sabios.
Tengo una gran admiración por la inteligencia, pero des-
confio profundamente de la razón. Creo que
dias de nuestra cultura yy de la educación que una
caside lase
todos hemos
recibido, es la de confundir ambas cosas. Por Supuesto,la
inteligencia incluye a la razón comouno de sus compon
pero la intuición es
también una forma de inteligencia for-
nocimiento, y el instinto, el grandiosas
ARQUITECTURA: PENSAMIENTO Y CREACIÓN 23

mas de conocimiento. Elarte es una forma distinta de cono


cimiento, y el amor lo es: hay cosas que sólo sabemos cuándo
estamos enamorados. Las preguntas más hondas e importan
tes. los verdaderos misterios: el arte, la belleza y el amor. la
vida y la muerte, están completamente fuera del alcance de
la razón y, si no explicarlas, nuestra única forma de palparlas,
de rozarlas, aunque sólo sea por encimita, es a través de la
poesía: la poesía es una formna de conocimiento.Y muchas de
las palabras que he citado aquí, arte, belleza, amor, incumben
a la arquitectura, y la razón no ayudará en gran medida a
expresar lo que quiero decir sobre ellas en esta cátedra. Creo
que debemosponer en tela de juicio la dictadura de la razón,
desconfiar de ella y aspirar a la inteligencia, o., si se puede,
aunque sea una ilusión, a la sabiduría.
Yo he descubierto que, en todoslos terrenos, sólo me inte
resan las cosas que me inquietan. Para mí, calificar a algo o a
alguien de "inquietante" es uno de los mayores encomios que
se le pueda hacer. Y desgraciadamente para los que creen en
la lógica por encima de todo, y en el "sentido común", pienso
que las contradicciones una de las raíces de lo inquietante
son algo de lo más rico de la vida y del arte. También en eso
falla nuestra cultura: se nos ha hecho creer que las contradic
ciones son una especie de debilidad, una incoherencia, un
defecto: la historia de la cultura demuestra que no es así. Hay
que aprender a convivir con las contradicciones sin conciliar
las ni apaciguarlas, dejarlas permanentemente en choque y
cultivarlas: deallí nace partede la tensión maravillosa de las
mayores obras artísticas,incluidas por supuesto las de arqui
tectura. Los grandes creadores han tenido el genio de sumar
las contradicciones para crear maravillas. Me encanta la fra
Sede Baltasar Gracián: "Hay que ser un compuesto de vibora
24 PRIMERA SESTON24 DE AGOsTO DE 2000

Npaloma: no monstruo, sino prodigio". Ésta


tarea del arte.
Tenemos que
justamente
reivindicar las utopías posibles,
es la
el
podemos volver real: quizási la realidad fuese menossuenob que
tendriamos menos necesidad de soñar. así como
validez de que una imagen diga más que mil niego la
palabras, también
niego la de ese otro lugar comün que dice que "soñar no Cuac
ta nada". Pregúntenle sicuesta o no sonar a la gente que se ho
partido el alma por una causa: a muchos les costó la vida
nada menos. Todos los que están en los monumentos, los alta
res, las biografías y los museos son personas que soñaron.
Soñar en serio es sumamente dificil por doS razones: primera.
el sueño debe valer la pena, tanto como para darle sentido a
la vida; y segunda, porque el propósito debe ser cumplirlo,
hacerlo realidad: ni sueño sin acción ni acción sin sueño.
A nuestra arquitectura le faltan lusiones y esperanzas, com
promisos y metas, y causas y luchas y batallas: le faltan todos
los pasos. Le falta soñar otros mundos, otras sociedades, ciu
dades, personas, amparados por la naturaleza, la cultura y el
humanismo, y le falta pelear por lograrlos.
Pienso que una de las diferencias cardinales entre la gran
arquitectura y la que no legó a serlo, es que detrás de la
primera hay un concepto, y detrás de la segunda, sólo una
solución. ¿Qué significa "concepto"* en el caso de la arquitec-
Lura? Nunca he logrado ponerlo en palabras, aunque C
entenderlo con aproximación. Desde luego, el concepto
cono he escuchado decir, lo que en la facultad llamábamos
"partido", es decir, la agrupación de necesidades ofunciones
de
formando núcleos conectados entre sí, el primer esbozo
distribución de un edificio o proyecto urbano: el pa an-
contiene lineamientos de forma y espacio; el concepto ees
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terior a ellos. El diccionariodice que concepto es la represen


tación de una idea oun objeto; por ejemplo, las palabras son
conceptos: elconcepto "silla" abarca todas las sillas. Concep
tualizar es distinto a imaginar; por ejemplo, "triángulo" es un
concepto y abarca todos los triángulos, mientras que si ima
ginamos un triángulo, sólo podemos imaginar uno en parti
cular con características determinadas: he aquí la diferencia.
Por tanto, si conceptualizamos un edificio, ese concepto no
puede,en su inicio, tener sustancia material, ni nada más que
el concepto mismo.
Yo creo que el concepto es básicamente la postura moral,
la postura ética y cultural de un arquitecto frente al problema
que tiene por delante: es como una declaración de intenciones,
una idea sin forma pero que, no obstante,ya contiene la for
ma, la función, la estructura, el espacio, la escala, la relación
con su entorno, la textura, el color y hasta el canario en su
jaula colgando en el balcón: lo contiene todo. Es como el fri
jolitoque todos sembramos en el kinder en un vaso lleno de
algodón humedecido: es esta semilla en la que ya estátodo,
desde la raíz hasta la flor y el fruto, e incluso la propia muer
te. Yo pienso que aprender a engendrar esas semillas, a selec
cionarlas yacultivarlas es lo que hace a los buenos creadores.
Justamente la creación es, para mí, el arte de encontrar el
"irijol" en el interior de uno mismo, sembrarlo, y luego dejar
que crezca como le dé la gana, como lo ordene su particular
naturaleza,con la menor intervenciónposible del sembrador:
Sembrarlo y darle los elementos para que madure a su modo.
Cualquier acto voluntarista en esetrayecto, cualquier imposi
Ci0n, lo paga la obra muy caro; por esoes tan peligroso ideo
logizar el arte: cuando la coherencia internadel "frijol" pide
que broteuna hoja, la ideología ordena poner un puño enar
bolando una bandera o una pezuña de vaca. Entonces Se rom-
la ereación.
pe el desarrollo orgánico de
turalizada ycontrahecha.
resulta desna-
Es una violación, un acto
delereador hacia suobra que me parece profundamento.
ietico: los derechos sobre nuestras criaturas son
totalitario
como los de los padres con los hijos.
Y va que he mencionado los conceptos (a los que
limitados,
aue quizá
to.tke.
regrese luego), tal vez convendría decir algo acerca del am
conceptual" que se inició quizá con el dadaísmo, renació en
los sesenta junto con el pop art y otras maravillas, y cuvas
derivaciones han tenido un auge continuo e inesperado con
los performances, las instalaciones, el arte objeto yotras
presiones que para mucha gente son simples tomaduras de
pelo. En realidad, el arte conceptual apela a lo más profun da
mente artístico, al acto moral que convierte algo, por un
pecie de milagro del que espero hablar más tarde, en obra de
arte. Les doy un ejemplo: en una esquina hay un poste del
teléfono, de madera enchapopotada y carcomida. Diez mil
personas pasan cada día frente a él. para las cuales no es sino
un poste sin trascendencia alguna. De repente pasa por ali un
pintor yve una serie de manchas y texturas, se va a su casd
y pinta un cuadro maravilloso nacido de ellas en cierta medl
da; hasta aquí, todo el mundo estaría de acuerdo en quelas
musas pueden actuar en formainusitada. Pero también puede
lo
0currir que un artista conceptual coja el poste completo,
lleve a una galería, le ponga un título que "Poste"",lofirme
y diga: ésta es mi obra, ésta es diga es mihallaz
mi creación, éste
go ymi está proponiendo
renaturalización. Y es
cierto:
ora lectura, una manera distinta de verOsel poste, otra jerar-
quía en
conceptual; todo esto la creación
es, precisamente,
cualquier tipo, cualquier forma, o cualquier época del
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Puesto que no soy un filósofo -si un filósofo oyeralo que


reiría de mí,sólo un arquitecto que como
estoy diciendo se
tal niensa la arquitectura, tomo ideas de todas partes v sólo
tengo dudas, ya lo dije. No pretendo que lo que yo creo sea
válido para ustedes. De hecho, cuando hay congresos o me
redondas siempre me ha incomodado el que se quiera
llecar a conclusiones. Justamente de lo que se trata aquí es
de no sacar ninguna conclusión, de que todo quede abierto:
que ustedes se lleven lo que yo plantee, tiren a la basura el
noventa y nueve por cient0 que no les COnvenga, y tal vez
algo de lo que se oiga pueda empezar, en el futuro, a adqui
rir un sentido nuevo dentro de cada uno. Creo que ése es el
nivel óptimo al que se puede mnover un encuentro de esta na
turaleza.
Eltítulo de mi cátedra es "Arquitectura: pensamiento y
creación". Con él quiero decir que la arquitectura nace de
ambas cosas. Les advierto: voy a ser reiterativo, voy a dar
rodeos para llegar a algo, voy a hablar de cosas que, enm apa
riencia o de verdad, no tienen que ver con la arquitectura.
Yhay algo más: existen cosas que no se pueden poner en
palabras; para ellas existe en castellano el término "inefable"
que suena bastante cursilón. Algunos asuntos relacionados
con nuestrotema son inefables: no se pueden limitar ni expli
Con palabras; pero tampoco es necesario hacerlo, porque
Odos sabemos lo que significan: todos sabemos lo que es el
arte, la belleza o el amor, aungue nopodamos definirlos. Asi,
legado el caso, voy aeludir el intento yque cada quien lo
interprete a su manera.
Aqui voy a hablar de arte, de creación, de biemestar, de
espacio, de movimiento, Voy a hablar de ciudad y de arte ur
bano, de naturaleza
naturaleza yyde historia. No serán temas aislados,
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sino gue todas nuestras sesiones son una sola, continua


que subdividida. Hay que intentar siempre que los an-
princip
no se conviertan en dogmas, ni las 1deas en ideología. ni
juicios en prejuicios; estoes muy importante en un mon
ios
en que están renaciendo todos loss
fundamentalismos vlos
integrismos, todos los fanatismos, todas las patrañas imagi-
nables. Hay que lograr que las ideas sean un soporte gue nos
Doe
sirva de apoyo para hacer lo que queramos, y n0 un corsÙ
rígido que nos prive de la libertad y nos impida movermos
Intentaré que aquí suceda lo primero.
Y hasta aquíllego hoy, nos vemos en ocho días.

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