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La fotografía tiene una capacidad de captación de los elementos de forma instantánea y

con una calidad que prácticamente ningún otro medio tiene, a diferencia del cine la
fotografía captura el momento, captura un solo instante en el tiempo y no una sucesión
de momentos como dice McLuhan, la cámara de fotos captura un momento único, con
todo lo que ello conlleva, la fotografía lleva a otro plano el objeto y el momento
capturados, quizá es un pensamiento más metafísico pero la fotografía cruza a mi
parecer ese “umbral” de la realidad y le confiere a objetos, momentos y personas que no
puedes tener cerca una tactibilidad y cercanía que no se puede conseguir con otros
medios, por ejemplo un audio te puede acercar a una persona o a un momento, pero no
lo puedes agarrar y abrazar como a una fotografía, es precisamente esa acción lo que a
mi parecer hace tan especial a este medio, esta capacidad es por la facilidad técnica que
tiene el medio, tanto como para tomar esas imágenes como para reproducirlas.
En la fotografía, el objeto o momento no tienen que ser especiales por sí mismos, es el
espectador el que lo hace especial, la persona que hace la fotografía o el que se interesa
por ella es la que le da el poder de causar una emoción y un impacto sumado al hecho
de la captura del tiempo, es la facilidad que tiene la fotografía, junto con el hecho de
poder de una forma instantánea conseguir representar algo del mundo real de una forma
fidedigna, es por eso que con la aparición de la fotografía el resto de ámbitos artísticos
en los que se describían lugares, objetos, personas y demás tuvieron que buscar otra
forma de describirlo buscando un alarde más artístico para que tuviera sentido ponerlo y
que una fotografía no pudiera quitar esa parte, la fotografía tiene un aspecto descriptivo
y representativo claro, es al fin y al cabo la función más clara de la toma de fotografías,
el inmortalizar algo que tú estás viendo y no piensas en que lo que estás capturando es
un fragmento de tiempo en un papel o actualmente en una pantalla, cuando uno toma
una fotografía no piensa en las consecuencias que esa fotografía puede tener en uno
mismo en un futuro, por lo menos en la gran mayoría de ocasiones no lo piensas, sin
embargo, la idea que yo por lo menos tengo es que la fotografía tiene una dimensión
más allá de mostrar algo de la realidad que observamos y vivimos, la fotografía
adquiere un valor simbólico para una persona en múltiples ocasiones, puede
despertarnos emociones de una forma muy intensa precisamente por esa forma tan
cruenta de mostrar el pasado, porque realmente una fotografía solo muestra el pasado de
una forma cruda y si no se ha modificado lo muestra crudo, la importancia que ha
cobrado la fotografía es precisamente gracias a esta crudeza con la que puede
representar el mundo en el que vivimos.
La fotografía es más que la toma de imágenes de nuestro entorno, la fotografía nos
define en muchas ocasiones, en una sociedad tan visual como la nuestra la fotografía
está insertada de una forma muy notable en la sociedad, pero pocas veces se piensa
realmente en el poder que pueden tener, lo que mejor puede representar a mi parecer la
importancia en este contexto de la fotografía es el término que Roland Barthes utiliza a
la hora de hacer referencia a cuando una imagen produce una emoción en el espectador,
el “punctum” es a mi parecer lo más importante de la fotografía y lo que la hace tan
poderosa, esta capacidad junto a la capacidad de poder casi palpar un recuerdo
plasmado en un papel lo hace un medio que no solo es importante por la capacidad útil
estricta que puede tener, si no que es un medio que alcanza una dimensión que muy
pocos medios pueden alcanzar.

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