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QUEBRANTANDO LA MALDICIÓN DE LA

PARENTELA
La poderosa influencia de las costumbres familiares
crearon en usted formas, usos y costumbres que lo llevaron a
hacer cosas que no sabe ni siquiera por qué las practicó o
practica hasta este día, provocando que le sucedan cosas que
nunca anheló.
En India adoran a la vaca, porque sus padres adoraron a la
vaca y no piensan que es mejor adorar al Dios que creo la vaca.
Toda costumbre que sea contraria a la palabra de Dios debe
ser confrontada, porque son epicentro de maldición.
La maldición de la parentela trae como
consecuencias herencias de pobreza, divorcios, pérdidas
económicas, enfermedades, familias conflictivas, descuido,
dolor. Toda vida nueva en Cristo tiene que renunciar a la
maldición paterna y materna, y a la de sus 4 abuelos,
8 bisabuelos y 16 tatarabuelos.
Éxodo 20:5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque
yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de
los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta
generación de los que me aborrecen…
Bíblicamente lo que hicieron tus padres, abuelos, bisabuelos y
tatarabuelos tiene mucho poder sobre tu vida, por lo
tanto en Cristo Jesús necesitamos renunciar a todo lo negativo
que suceda en nuestra vida, porque podría ser parte de
nuestros antepasados.
MEDITE EN LA PALABRA
Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu
parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te
mostraré. Génisis 12:1
La familia de Abraham, la casa del padre de Abraham tenían
costumbres contrarias a la palabra de Dios. Esa tierra era
idólatra.
LOS PACTOS DE LOS ABUELOS
Nuestros antepasados de manera consciente o inconsciente
pudieron haber realizado pactos con las tinieblas. Nosotros
debemos renunciar a ellos y a esos compromisos.
Ejemplo: si un abuelo fue brujo o invocador de espíritus, es
muy seguro que pidió u ofreció algo. Esa potestad, ese espíritu
inmundo en ese momento tomó dominio en la familia, y de allí
en adelante todos los que nacieron después, incluyéndote a ti.
Revise lo siguiente y renuncie

 Si sus abuelos fueron alcohólicos


 Si sus abuelos fueron fornicarios y adúlteros
 Si murieron de manera perversa, violenta, inoportuna
 Si vivieron en concubinato o sus matrimonios no fueron
estables
160 AÑOS DE MALDICIÓN
La maldad de los que aborrecen a Dios es transferida hasta
la tercer y cuarta generación. Cada generación corresponde
a 40 años. Esto significa que desde la generación de
sus padres hasta la de sus tatarabuelos hay 160 años
de compromisos espirituales que es necesario examinar,
retener lo bueno, renunciar a lo malo. (4 generaciones x 40
años).
Examine su vida y sus generaciones, porque no está
obligado a aceptar algo que es contrario a lo que Dios
predestinó para usted.
Cómo sabemos que existe algo que no proviene de
la voluntad de Dios para nuestras vidas?
Lo sabemos porque nos roba la paz, elimina la felicidad y
trae dolor y sufrimiento.
ORACIÓN
Hoy renuncio a toda atadura y maldición que vino en mis
genes, de parte de mis antepasados, de mi parentela, de mis
familiares y me apego al poder de la Sangre de Jesús, y
declaro mi total libertad por el poder de la Palabra. Amén.

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